La intervención estadounidense en México entre 1846 y 1848 resultó en la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano a favor de los Estados Unidos. La guerra comenzó debido a las ambiciones expansionistas de EE.UU. y culminó con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, por el cual México cedió los territorios de Alta California, Nuevo México, y Texas. A pesar de algunas victorias tempranas, el ejército mexicano no pudo hacer frente a la invasión a gran escal
2. ¿QUE FUE LA INTERVENCION ESTADOUNIDENSE?
La intervención estadounidense en México, llamada también guerra mexicano-estadounidense o guerra de
Estados Unidos-México (Mexican-American War, en inglés), fue un conflicto bélico que enfrentó a México con
los Estados Unidos entre los años 1846 y 1848 y que desembocó en la cesión por México de más de la mitad de su
territorio a Estados Unidos.
La guerra se inició a consecuencia de las pretensiones expansionistas de los Estados Unidos, cuyo primer paso fue
la creación en 1836 de la República de Texas, tras su separación del estado mexicano de Coahuila y Texas. Otros
detonantes fueron la entrada del ejército estadounidense en la zona comprendida entre los ríos Nueces y Bravo y la
demanda de indemnización al gobierno mexicano por los daños causados en la República de Texas durante su
guerra de independencia.
En 1847, los estadounidenses desembarcaron en Veracruz y conquistaron la capital mexicana, tras lo cual los
mexicanos se vieron obligados a firmar en 1848 la paz de Guadalupe Hidalgo, por la que los Estados Unidos se
anexionaron los territorios mexicanos de Alta California, Nuevo México y Texas, que hoy día forman en EE.UU. los
estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Colorado y parte del hoy llamado Wyoming.
3. DECLARACION DE LA GUERRA
El presidente Polk solicitó al Congreso una declaración de guerra, iniciando su discurso con las famosas palabras:
«Sangre estadounidense ha sido derramada en suelo estadounidense...» (El enfrentamiento se había producido en la
zona de territorio que los Estados Unidos reclamaban como propio). El congreso de los Estados Unidos declaró la
guerra el 13 de mayo de 1846. Los estadounidenses norteños y los whigs (republicanos) en general se opusieron a la
guerra, mientras que los sureños esclavistas y los demócratas la apoyaron. Por su parte, el general Taylor desató las
hostilidades incluso sin haber recibido la noticia de la declaración de guerra formal entre los dos países, y así presentó
batalla a los mexicanos al mando de Arista en Palo Alto y en Resaca de la Palma o Resaca de Guerrero, el 8 y 9 de
mayo.
México declaró la guerra diez días después, el 23 de mayo de 1846, enfrentando así una guerra para la que no estaba
preparado ni económica, ni militarmente, teniendo un ejército que resultó no siempre equipado para el combate, y
según el historiador Vicente Riva Palacio, en su obra México a través de los siglos, citado por Humberto Mussachio,
«sus jefes, más preocupados por obtener empleos bien remunerados y otros privilegios, principalmente Santa Anna,
actuaron, 'con sus excepciones', impulsados por la cobardía, avaricia y la traición.
4. Primera Batalla de Tabasco
El 23 de octubre de 1846, las tropas estadounidenses a bordo de 7 buques al mando del comodoro Matthew C. Perry,
tomaron el puerto de Frontera, Tabasco que se encontraba sin guarnición, y el 25 de octubre enfilaron sobre la capital
del estado San Juan Bautista (hoy Villahermosa), emplazando a las autoridades tabasqueñas a rendirse, solicitud que
fue rechazada por el gobernador Juan Bautista Traconis, iniciando así la Primera Batalla de Tabasco, la que terminó el
26 por la tarde con una victoria de las fuerzas tabasqueñas, siendo esta una de las pocas batallas ganadas
por México en esta guerra. Los estadounidenses se retiraron hacia el puerto de Frontera iniciando un bloqueo para
impedir la entrada de víveres y bastimentos para las tropas tabasqueñas.
El gobernador Juan Bautista Traconis solicitó al gobierno mexicano apoyo con pertrechos de guerra, pero al no
recibirlos, el 9 de noviembre declaró a Tabasco separado de la nación mexicana. Sin embargo el 8 de diciembre, se
levantó en la capital del estado un acta rectificando la separación.
Al mismo tiempo el Estado de Yucatán se independizó por segunda vez y se produjo un levantamiento federalista en
Ciudad de México, derrocándose el gobierno de Mariano Paredes y propiciándose el regreso de Santa Anna de su
exilio cubano en diciembre de 1846, estableciéndose un nuevo gobierno con Valentín Gómez Farías como
vicepresidente y después como presidente. El expresidente de México Valentín Canalizo fue nombrado Ministro de
Guerra y Marina (Ministro de la Defensa) el 24 de diciembre de 1846.
5. Batalla de la Angostura
Santa Anna marchó personalmente hacia el norte para enfrentarse a Taylor en la batalla de la Angostura, conocida en
Estados Unidos como batalla de Buena Vista, el 22 y 23 de febrero de 1847. A pesar de ir ganando la batalla, al caer
la noche Santa Anna interrumpió el combate declarándose vencedor y emprendió una inmediata retirada (muy
discutida y criticada por la historiografía mexicana) que en la práctica equivalió a una derrota y que sorprendió al
mismo Taylor. Lo no discutible es que la invasión se detuvo en este punto.
Santa Anna dejó a Gómez Farías como presidente del país con la encomienda de que hiciese acopio de recursos
para afrontar la guerra. A tal efecto en enero de 1847 se emite una ley que autorizaba al gobierno federal a apropiarse
de los bienes de la Iglesia por valor de 15 millones de pesos. Ante esta ley, el pueblo y el clero se levantaron en
armas en Ciudad de México hasta el punto de que la muchedumbre enardecida impidió que Gómez Farías pudiera
salir del Palacio Nacional. Frente a esta situación, Santa Anna se vio obligado a abandonar temporalmente las
acciones. Ya en Ciudad de México, anuló el decreto a cambio de una aportación «voluntaria» del clero por 100 mil
pesos.
6. Toma del puerto de Veracruz
Mientras tanto, en vez de reforzar las tropas de Taylor para un avance continuo, el presidente Polk abrió un segundo
frente, mandando un ejército bajo el mando del general Winfield Scott en marzo de 1847 que se transportó por mar,
con parte de las fuerzas de Taylor, al puerto de Veracruz, para iniciar la invasión del centro de México. El expresidente
y Ministro de la Defensa, el general Valentín Canalizo, entró al frente de la División del Este en Veracruz, pero
Canalizo ya tenía diferencias de estrategia militar con Santa Anna en cuanto a la defensa del territorio mexicano, pues
los estadounidenses venían armados con buenas bombas y tenían comprados a espías mexicanos como apoyo
estratégico.
Scott ganó el puerto de Veracruz tras un cruento bombardeo donde murieron muchos civiles y marchó hacia la Ciudad
de México con ayuda de la Mexican Spy Company («Compañía de espías mexicanos»), un grupo de mexicanos que
apoyaron al lado estadounidense y actuaron como guías, ayudando a ganar la batalla de Cerro Gordo.
7. CAIDA DE VILLAHERMOSA
En el otro frente, el 16 de junio de 1847, nuevamente las tropas estadounidenses al mando de Matthew C. Perry,
atacaron la capital tabasqueña San Juan Bautista, desarrollándose la Segunda Batalla de Tabasco, pero en esta
ocasión sin víveres ni bastimentos militares suficientes, la capital cayó en poder de los estadounidenses y el
Comodoro Perry nombró al general Vant Brunt Gobernador de Tabasco.
La Defensa de Ciudad de México (19 de agosto - 13 de
septiembre de 1847).
Después de quince meses de desastres y malas decisiones militares, tenían al ejército mexicano arrinconado y a un
poderoso ejército invasor a las puertas de la capital de la República avanzando por los pueblos situados al sur.
Después de que Scott tomó Puebla sin encontrar resistencia se dieron las importantes batallas de Lomas de
Padierna, Churubusco y Molino del Rey.
8. Lomas de Padierna
A las 10:50 p. m. del 18 de agosto de 1847, el Ejército Mexicano del Norte, comandado por el general Gabriel
Valencia, fue derrotado en las Lomas de Padierna, al sur de Ciudad de México, con lo que desapareció el más
fogueado de los contingentes que la nación podía oponer al invasor. Aunque Valencia había recibido órdenes de no
atacar al enemigo mientras no llegara el grueso del ejército de Santa Anna, abandonó sus posiciones y atacó por su
cuenta en un acto valeroso pero de flagrante indisciplina militar que arruinó los planes del alto mando mexicano.
Los soldados se batieron a lo largo del día 19 en la periferia de la ciudad (en el Pedregal de San Ángel, San
Gerónimo, Anzaldo y otras posiciones), en terrenos de difícil acceso. Por su parte, las fuerzas del general Santa Anna
llegaron apresuradamente a posiciones cercanas adonde se desarrollaba el combate. Al amanecer, las tropas seguían
en sus posiciones, confiando en que el grueso del ejército atacaría la retaguardia enemiga, pero Santa Anna ordenó la
retirada rumbo a Ciudad de México, abandonando a su suerte a los hombres del general Valencia.
Consumada la derrota, Santa Anna ordenó que las fuerzas se concentraran en la ciudad dejando en la retarguardia,
forticada en el Convento de Churubusco, a la Guardia Nacional del Distrito Federal, integrada por voluntarios, así
como el Batallón de San Patricio, formado en su mayoría por irlandeses que en 1846 habían desertado del ejército
estadounidense.
9. Convento de Churubusco: defensa heroica del general Pedro
María Anaya.
El convento de Churubusco fue atacado el mismo 20 de agosto. El desorden que reinaba en los mandos nacionales
había hecho que el parque enviado al improvisado baluarte no fuera del calibre adecuado, por lo que, después de
rechazar a los atacantes varias veces y de infligirles pérdidas cuantiosas, los defensores de Churubusco hubieron de
rendirse al invasor. El general Pedro María Anaya defendió hasta donde pudo y con lo que tuvo. Cuando el
general Twiggs le preguntó a Anaya dónde estaba el parque, pólvora, municiones, él le contestó: "Si hubiera parque,
no estarían ustedes aquí."
Después, representantes de ambos gobiernos acordaron un armisticio para negociar el cese de la invasión. Al
descubrir los mexicanos que Texas ya no era el motivo de la guerra, sino la pretensión estadounidense de obtener
mayores territorios, se rompió la tregua el 6 de septiembre de 1847.
Molino del Rey
El día 8 los estadounidenses avanzaron sobre Molino del Rey, cerca de Chapultepec, defendido por la Guardia
Nacional, y en pocas horas, en una de las batallas más sangrientas de la historia de México, las tropas nacionales
fueron vencidas. El cerco se cerró en torno al último bastión mexicano: el Castillo de Chapultepec, defendido por
menos de mil hombres, entre los cuales había algunos cadetes del Colegio Militar, que ahí tenía su sede.
10. Castillo de Chapultepec
El 13 de septiembre, luego de dos días de feroz bombardeo, los invasores asaltaron el Castillo. Al pie de la rampa fue
destrozado el Batallón Activo de San Blas, muriendo su jefe el coronel Felipe Santiago Xicoténcatl, y casi todos sus
soldados. Entonces los invasores avanzaron. Se creían vencedores cuando desde las alturas les dispararon
certeramente los últimos defensores de la soberanía nacional: los jóvenes cadetes del Colegio Militar.
El castillo de Chapultepec cayó en una defensa en la que intervinieron los jóvenes cadetes de ese plantel militar
muriendo varios de ellos (los conocidos como Niños Héroes). Durante el asalto cayeron prisioneros los
generales Mariano Monterde (director del Colegio Militar de México) y Nicolás Bravo (antaño héroe de la
independencia). Una gran cantidad de civiles se levantaron en armas contra los invasores en Ciudad de México; sin
embargo, sus esfuerzos fueron inútiles, al mismo tiempo que el gobierno central mexicano perdía el control del país.
La caída de Chapultepec tuvo dos consecuencias inmediatas: la ocupación por los estadounidenses de Ciudad de
México y la nueva renuncia de Santa Anna a la presidencia de la nación.
Los Niños Héroes
Se llama Niños Héroes a 6 cadetes mexicanos1 (su edad era de entre 12 y 18 años) que murieron en combate en
la batalla de Chapultepec los días 12 y 13 de septiembre de 1847 durante la intervención estadounidense, en la que
participaron 46 cadetes y fue defendida por 3000 soldados. De los cadetes muertos, cinco eran cadetes estudiantes y
un cadete recién graduado Juan De La Barrera . Heroico Colegio Militar. De este grupo, la historia oficial posterior
(con mayor notoriedad, en 1947)2 deformó en distintas etapas los hechos, con fines nacionalistas,2 para destacar a
solo estos cinco estudiantes y al recién graduado del Colegio Militar, aunque también se destacó el coronel Felipe
Santiago Xicoténcatl en 1947, poniendo sus restos al centro del Altar a la Patria.
11. FIN DE A GUERRA
El Tratado de Cahuenga, firmado el 13 de enero de 1847 en Los Ángeles, finalizó las disputas en California. El nuevo
gobierno, encabezado por Manuel de la Peña y Peña, inició las negociaciones de paz con los Estados Unidos que
culminaron con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado en la villa homónima (hoy parte de la Ciudad de
México) el 2 de febrero de 1848. El tratado fue redactado en su totalidad por Estados Unidos y otorgó a este país el
control sobre Texas, el territorio en disputa entre México y Texas que comprendía toda la tierra al norte del río Bravo y
los territorios conocidos como Alta California y Santa Fe de Nuevo México, apropiándose de lo que hoy son los
Estados de Arizona, California, Nevada, Utah, Nuevo México y partes de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma (lo
que se conoce como Cesión Mexicana). Para México significó la pérdida de más de 2,100,000 km² (más de 800,000
millas cuadradas) de tierra, el 55% de su territorio de entonces. A cambio, los Estados Unidos le darían 3 pagos y
15,100,000 de dólares como gastos de guerra y cubriría los daños sufridos por sus connacionales en México. Los
territorios anexados contenían aproximadamente 7000 habitantes mexicanos en Alta California y cerca de 100,000
habitantes en Nuevo México, aunque esta cifra solo incluye los de origen español. Muchas tribus indígenas hablaban
español y no se contabilizaban en esos censos, por lo que la cantidad real de habitantes habría sido mucho mayor.