1. Oración grupo El Olivar (20/11/2013)
SER HUMANO:
En cierto lugar, vivía un príncipe quien, quizá no muy rico en oro, era muy querido por su
pueblo. También gozaba del amor de una esposa gentil y bondadosa.
Pero había en él un sentimiento perturbador, que lo acosaba desde hace mucho tiempo…
¿Qué le sucedía?…, si tenía todo cuanto deseaba…
Y así fue que un día, decidió buscar la respuesta a su pesar, lejos del palacio.
-Tráeme ropas de campesino-pidió a un criado.
Y así vestido, salió al camino…, y anduvo y anduvo, hasta que la fatiga lo obligó a
detenerse…, calmó su sed en las aguas de un arroyo, y luego, a la sombra de un árbol,
rodeado de silencio y en profunda meditación, alejado de la vanidad de lujos, placeres y
halagos, se sintió como nunca antes lo había experimentado…, como un Ser Humano.
Y desde ese instante, comenzó a ser feliz.
De regreso al palacio, todos notaron el cambio en el. ¡Nuevamente, su corazón volvía a
sonreír!
Ser Humano. Raquel Keren.
(Momento de reflexión).
Acepta y serás completo.
Inclinate y serás recto.
Vacíate y quedarás lleno.
Decae, y te renovarás.
Desea, y conseguirás.
Buscando la satisfacción quedas confuso.
El Sabio acepta el Mundo.
Como el Mundo acepta a Dios.
No se muestra a sí mismo, y así es visto claramente.
No se justifica a sí mismo, y por eso destaca.
No se empeña, y así realiza su obra.
No se glorifica, y por eso es excelso.
No busca la lucha, aunque muchos se empeñen
en luchar contra Él.
Los Santos decían, “acepta y serás completo”.
Una vez completo, el Mundo es tu hogar.
(Momento de reflexión y compartir).
2. ORACIÓN (todos juntos):
Desde este lugar de oración te invocamos.
Sabemos que estás entre nosotros,
pero no siempre te reconocemos.
Unos te llaman Alá, otros Yavhé, otros Dios…
no acertamos ni a nombrarte.
Nuestra ignorancia es fruto de la soberbia que nos tiene confundidos
desde la torre de Babel.
Desde nuestra ignorancia te buscamos
en el cielo, en la sinagoga, en la iglesia…
Pero no te encontramos.
Sin embargo, estás más cerca de nosotros
que nosotros mismos.
Hemos aprendido a volar como los pájaros,
a nadar como los peces,
pero no hemos aprendido el sencillo arte
de vivir como hermanos.
Por eso no te encontramos
porque Tú estás en nuestros hermanos.
Vivimos atrincherados en nuestro bienestar
Nos sentimos acosados por los que tienen hambre,
por los sedientos, por los que buscan posada.
Ayúdanos a abrir nuestras puertas
a quienes llaman a ellas.
Ayúdanos a descubrir que no tienes pueblos elegidos
porque Tú los eliges a todos.
Que no tienes preferencias entre los hombres
aunque unos te llamen Alá y otros Yavhé
y otros no sepan cómo llamarte.
Ayúdanos a querernos como hermanos
y así sea posible que te encontremos en ellos.
Aumenta nuestra fe y disminuye nuestros dogmatismos, nuestras intransigecias
Haz que nos importe mucho más
el ejemplo de las personas buenas,
que el dogma de cualquier religión.
Sabemos que no eres ni un juez,
ni un rey de reyes,
ni un señor de los ejércitos.
Creemos que eres Padre y que nos quieres.
Ayúdanos a quererte en nuestros hermanos.
Ayudanos a buscar la paz entre nosotros.
Amén.