Después de un periodo de grandes conquistas, Roma entró en una época de crisis moral que debilitó el estado. Los historiadores señalan que las causas de la decadencia política y moral de la República romana incluyeron las luchas entre la nobleza y los plebeyos, así como la corrupción generalizada en todas las esferas del estado. El historiador Salustio describe una situación extrema en la que los magistrados eran sobornados por el enemigo y el pueblo actuaba sin control debido a la corrupción generalizada.