SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  27
Télécharger pour lire hors ligne
11
Fa~l.(ltad de Ciencias de la í::.dlJ.C::ltciÓn'l
Nacions.1 de
UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RIOS
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION
CUADERNOS DE CAPACITACION
DOCENTE
N° 1 AÑOI
Mayo, 1996
EL TALLER
un espacio compartido
de
producción de saberes
Nélida Landreani
Con la Colaboración de Susana Castagno
Diseño gráfico y diagramación: Juliana Enrico
(Becaria de Extensión del Proyecto
"Procesos de Construcción de la Vida Cotidiana Escolar")
Ce. P C. E.- Area Gráfica
Facultad de Ciencias de la Educación
Universidad Nacional de Entre Ríos
Paraná, octubre de 1996
Cuadernos de Capacitación Docente Año 1 - N° 1
INDICE
Presentación
1 - Objetivos de este cuaderno
II - ¿Qué son los talleres?
III - ¿Cómo organizar un taller?
IV - Los momentos claves del taller
V - Evaluando talleres
Bibliografía
7
11
12
18
32
48
51
página 5
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
página 6
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
PRESENTACION
Este es el primer número de una serie de Cuadernos que intenta
articular las investigaciones que realiza nuestro equipo en la Facultad de
Ciencias de la Educación (UNER) y la dificil realidad escolar que viven
los docentes en la provincia, en su práctica diaria. Sabemos que nos divide
una brecha que con humildad queremos empezar a estrechar, poniendo al
servicio de la docencia nuestra experiencia colaborando en procesos de
formación docente.
No es casual que empecemos por los talleres. Queremos inaugurar
este espacio compartido sugiriendo una modalidad de trabajo que propo-
ne una capacitación protagónica, es decir, reconociendo como cons-
tructor de saberes al propio maestro en una instancia compartida que des-
place la capacitación solitaria, pasiva e individual.
Es importante reconocer en esta propuesta, nuestro vínculo con la
Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) cuyo interés
por la capacitación nos ha permitido articular nuestro aporte con el es-
fuerzo que realizan los propios docentes a través de esta instancia organi-
zativa para fortalecer su identidad profesional.
Hace años ya que los talleres se han puesto de moda. Con aciertos y
a veces con errores, se han impulsado distintas modalidades de encarar el
trabajo grupal como forma de capacitación. Con el nombre de taller a
veces se hace referencia a instancias grupales de dudosa finalidad, o a
encuentros carentes de sistematicidad, que desenvuelven situaciones dra-
máticas para los protagonistas sin que existan dispositivos de contención
página 7
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1
y de canalización de las expectativas hacia tareas productivas y recon-
fortantes. Los talleres han sido frecuentemente manoseados, por ser im-
provisados o por carecer de objetivos claros, hasta tal punto que muchos
descreen de esta forma de trabajo por considerarlo una pérdida de tiempo
y esfuerzo.
Nuestra experiencia nos dice que el Taller es un modo de traba-
jo colectivo que con objetivos precisos, y en el marco de una cuidado-
sa metodología, potencia la capacidad de un grupo para llevar a cabo
una tarea común.
. .En la ~ocencia se ha usado como una herramienta de reflexión, para
abnr mstanCtas que permitan intercambiar impresiones acerca de la activi-
dad pedagógica, o de los problemas institucionales y como instrumento
de formación que supera la noción tradicional de capacitación. De modo
que no vamos a descubrir la pólvora: vamos a desmenuzar la cuestión
metodológica para que los talleres que algunos de ustedes ya conocen,
sean más operativos y se puedan aprovechar al máximo.
Recordemos que la llamada «actualización docente» ha apelado a
los cursos, conferencias, o clases magistrales como recurso principal, donde
un especialista expone sus saberes a los docentes que deben capacitarse.
El carácter unilateral de esta modalidad pretendemos, debe ser despla-
za~a porel trabajo grupal conla intención de realizar un aprendizaje partici-
patlvo y en el que los docentes construyan cooperativamente su saber
profesional.
No todo trabajo en grupo es un taller. El taller es una modalidad de
trabajo que valoriza los saberes y experiencias que los participantes desa-
rrollan en su actividad cotidiana. Es decir, es un ámbito de producción
de conocimientos sobre la base de saberes prácticos y teóricos que los
página 8
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
miembros del grupo ya han acumulado. Apelar a la observación de la
vida cotidiana escolar es entonces un requisito imprescindible e infaltable
en esta metodología.
¿Por qué es importante volver la mirada sobre las prácticas escola-
res cotidianas? Porque a pesar que las escuelas pertenecen todas a un
sistema educativo que las hace uniformes en ciertos aspectos (planes de
estudios, organización escolar, estructura jerárquica, reglamentos y
ordenanzas), en realidad, cada escuela es un mundo particular que
posee características propias. Esto es así porque las escuelas forman
parte de la realidad sociocultural del medio social inmediato (el barrio),
también porque cada escuela es producto de la historia institucional, de
las distintas gestiones que le fueron dando forma, pero además porque los
sujetos de la comunidad educativa intervienen en la escuela con sus histo-
rias personales.
Por eso entendemos las escuelas como construcciones sociales
en las que participan los distintos actores del quehacer educativo (los
docentes, los padres, los alumnos, los ordenanzas, los directivos, etc.)
que formando parte del sistema público de enseñanza, adoptan for-
mas particulares de llevar a €abo su función social.
Las prácticas escolares en escuelas rurales, o del centro de la ciu-
dad, de las colonias del interior, las escuelas urbano marginales, de maes-
tro único, etc, presentan problemáticas muy diferentes y estas particulari-
dades pocas veces son analizadas en la formación docente. Por el contra-
rio, suele estandarizarse el rol docente como si)os niños fueran todos
iguales y las escuelas fueran instituciones homogéneas.
En estos momentos, en que tanto se habla de Transformación Edu-
página 9
Cuadernos de Capaeitación Docente - Año 1 _N° 1
cati:a, creemos qUé'~,SPf~ciso orientar la capacitación docente en dos
~~~~rd?~:¡'~I,il::~a(lspeci~~i~~~r,,~~,é~~s ~r~ctic~s escol~es en cada tipo de
escuelas, y enlarevalonzaclOuoe'expecIenclas práctIcas que l(í)s.docentes
des~oHanen su ~rea pedagógica. Los Talleres no garantiza la transfor-
maCIOn, per~ ~yudan a concretar procesos de capacitación cuando hay
docentes deCIdIdos a encarar el cambio.
página 10
Nélida Landreani
Paraná Abril de 1996
Cuadernos de Capacítación Docente - Año 1 - ~ 1
1. OBJETIVOS DE ESTE CUADERNO:
La metodología que proponemos recoge, por un lado, experiencias
que se han realizado en el país y en América Latina, y que han sido deno-
minadas de diversas maneras: Talleres de Educadores, Talleres de Capaci-
tación Docente, Aula Taller, Talleres de Educación Democrática, etc. Por
otro lado, sintetiza la experiencia que nuestro equipo ha realizado con
docentes de la ciudad de Paraná, en el marco de un proyecto de investi-
gación finalizado en 1995. (Landreani, 1995). Nuestro principal objeti-
vo entonces es sistematizar la experiencia que el equipo ha desarro-
llado en talleres de capacitación, cuya metodología queremos compar-
tir, para aportar a una capacitación participativa.
El cuaderno pretende, también, facilitar el desarrollo de la imagi-
nación y la creatividad de maestros y maestras incentivando la bús-
queda de la mejor manera de constrúirla profesión docente. Esto se
puede realizar si se convierte en un proyecto común en donde el debate, la
polémica, las diferencias ayuden a que se sientan menos solos, más acompa-
ñado y que su tarea tenga sentido profesional.
La'CO(iperación es la principal arma que poseemos para avanzar en
el mejoramiento de nuestra práctica educativa de modo que los talleres
pueden constituirse en un recurso interesante para el trabajo escolar y en
una metodología que sirve para revisar nuestras condiciones de trabajo.
página 11
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
11 ¿QUE SON LOS TALLERES?
Antes de entrar en tema es preciso advertir que el taller no es priva-
tivo del ámbito educativo. Es una modalidad de trabajo grupal que tiene
algunas características que ahora vamos a presentar y que a lo largo del
cuaderno vamos a ir desarrollando.
Trabajar en taller presupone una tarea encarada por un grupo de
personas que se proponen objetivos comunes, es decir que su principal
ra~go es su c.arácter cooperativo. Co-operar es realizar una tarea com-
partida, en la que cada uno asume parte de la responsabilidad colectiva,.
La reflexión y el análisis de la problemática cotidiana es parte de su
metodología: ¿cómo realizamos nuestra actividad?, ¿cuándo y dónde se
lleva acabo?, ¿cuáles son los aspectos de nuestra práctica que nos afec-
tan?,.etc. El taller es una instancia reflexiva que permite revisar las prác-
ticas del grupo en su contexto particular. Analizarlas, identificando obstá-
culos y contradicciones, y reconociendo los logros y experiencias realiza-
das.
Pero su naturaleza reflexiva compromete·al grupo en el análisis
crítico: dificilmente se puedan modificar las condiciones que afectan nuestra
realidad grupal si no ejercemos una critica activa, si no sometemos a jui-
cio nuestra propia manera de realizar las actividades. La crítica de la vida
cotidiana supone un enjuiciamiénto·de 16fiábitual. y esto no con un sen-
tido desvastador (<<nada sirve», «no se puede hacer nada») sino con el
propósito de rectificar, redireccionar (<<es posible cambiar», «podemos
hacerlo»)
página 12
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
Es un~~mbi~ooRer~ti~6:Se llevan a cabo no sólo con la intención
de comprend~t(yéonocefdeterminada problemática sino que es una ins-
tancia que promuevela elaboraciófi de proyectos-factibles, direccionados
aG~tl'lbiar<YIllejorru:losQlJst~~~IQs)' 4ifi9l!ltad~sasí como también, po-
.:tenciar y desarroiicir losiógrós'd~lá tar~~ diári~.· .
Los talleres que proponemos no son meramente reflexivos, o prag-
máticos, incluyen en su trabajo la producción teórica, la construcción de
un saber que trascienda la manera natural de entender las cosas que pasan,
que por 10 general es un sentido irreflexivo porque carece de fundamentos
(lo hacemos por que sí porque es la forma habitual). Esto implica utilizar
conceptos teóricos, realizar lecturas, conocer los resultados de investigacio-
nes realizadas, consultar a especialistas, etc.
Una condición ideal del taller es sucolltinu!dªd, es decir que se
trata de un proceso gradual y progresivo ya qUe este espacio compartido
permite la implementación de propuestas superadoras, su desarrollo y
evaluación. Analizar la cotidianeidad, desmenuzar la compleja realidad de
los grupos lleva tiempo. Y con mayor razón, cuando no hay una práctica
de reflexión colectiva. Los talleres permiten acompañar los procesos, sos-
tenerlos.
Poseen un carácter dinámico: tanto metodológica como instru-
mentalmente (en cuanto a las técnicas que se pueden utilizar) es flexible,
carece de una estructura rígida y esquemática porque su proceso depende
d-e quiénes participan, qué tipos de actividades desarrollan y qué objetivos
se proponen. No es 10 mismo un taller de trabajadores de la salud en un
Hospital que pretende mejorar el servicio de atención al paciente hospitali-
zado, que un taller realizado por una Comisión Vecinal de un barrio para
resolver el problema de la drogadicción en los jóvenes o un taller de do-
centes de escuelas urbano marginales que desean capacitarse para mejorar
su práctica pedagógica.
página 13
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1
Los talleres tienen como sujeto y objeto de conocimiento a los
propios talleristas, porque se trata de conocer con mayor profundidad lo
que está pasando en su contexto, tratando de transformar la práctica coti-
diana en objeto de conocimiento.
0~ .' (" ,
Llamamos prácti~a, cºti~ja,na ªl conjunto de actividades que rea-
lizamos en forma rútinaria' en el transcurso de la jornada de trabajo,
o de la actividad que fuere ( laboral, sindical, artística, de investiga-
ción, etc.) y que se constituye en la manera habitual de llevarlas a
cabo.
Poseenun carácter democrático, porque todos aportan su opiniGm
y su experiencia acerca de cómo marchan las cosas y por qué suceden.
Esto implica un compromiso grupal y una responsabilidad individual:·escu-
char al otro, tolerar las difer~ncias, colaborar en las tareas grupales, apor-
tar opiniones y sostener las propuestas de trabajo. Las jerarquías se dilu-
yen porque en el taller la palabra de los talleristas poseen el mismo peso y
valor. El coordirja90r n,p conduce ni dirige, sólo co-opera con el grupo
para facilitar el trabajo productivo.
Toda práctica se realiza en un determinado marco institucional que
establece requisitos y exigencias que condicionan la labor, por lo tanto los
talleres permiten penetrar en los mecanismos institucionales que frecuen-
temente obturan las prácticas alternativas. Cuando los talleres son institu-
cionales, el análisis de la organización y su funcionamiento crea roces,
dificultad para comunicarse con los distintos estamentos de la jerarquía
institucional, de modo que los conflictos forman parte de los talleres y no
es eludiéndolos como se resuelven, sino intentando comprenderlos, y
página 14
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
encontrando salidas cooperativas para evitar que se produzcan crisis
institucionales que generalmente terminan clausurando los talleres y «res-
taurando» el orden.
Los talleres poseen una naturaleza productiva, es decir, no se ins-
talan (o no deberían hacerlo) en la crítica negativa o impotente, implican
la elaboración (producción) de condiciones que favorezcan una práctica
superadora de los obstáculos, dificultades o problemas y conflictos, como
así también la valorización y desarrollo de experiencias exitosas y grati-
ficantes.
En este sentido, los talleres no son exclusivamente espacios de en-
cuentro y reflexión sino de capacitación y formación profesional. De ca-
pacitación porque generan procesos de formación teórica y metodológica
y profesional porque aspira a instrumentar a los sujetos en su oficio apor-
tando a su identidad laboral.
Así definieron al taller de docentes un grupo de maestros
de una escuela de Paraná:
Trabajo
pArticipación
aLegría
Libertad
r I spetar
oRganización
1 - Trabajo: la palabra taller implica un trabajo.
2 - Participación: ya sea en las actividades, en el aporte de
opiniones para enriquecer el trabajo.
página 15
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
3- Alegría: de compartir una tarea y crecer en forma perso-
nal y grupal. ,
4- Libertad: de expresarse y en el trabajo del aula.
S- Respetar: las opiniones de los demás.
6- Organización: del trabajo de tal manera de que se cum-
plan los objetivos propuestos.
Por último, los talleres apuntan a construir procesos de autono-
mía. Es decir, a fortalecer la capacidad de tomar decisiones y elaborar
proyectos comunes fijando objetivos, implementando propuestas y eva-
luando procesos y resultados.
Entendemos porautonomía la capacidad de los sujetos para
intervenir en las condiciones de producción de sus prácticas.
La autonomía es una construcción colectiva, de ahí que los talleres
apunten a desarrollár la creatividad, el análisis critico, el debate, el disenso,
la tolerancia, en un ámbito cooperativo que promueva la elaboración de
proyectos compartidos. Creemos que la educación es un asunto de todos
y entre todos debemos resolverla. Tal vez, en este sentido, sería útil re-
frescar el significado de democracia. En síntesis:
El taller es una metodología de trabajo colectivo que impli-
ca conocimiento de las prácticas cotidianas del grupo, en un
página 16
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
tiempo y en un espacio determinados, con la intención de ope-
rar modificaciones en las condiciones de producción de sus prác-
ticas.
Los talleres docentes entonces pueden convertirse en espacios de
capacitación protagónica, porque el análisis detallado de las prácticas
escolares en general, y docentes en particular, permite apuntar a un mejo-
ramiento en la propuesta institucional y/o pedagógica en la medida en que
puedan incorporar elementos teóricos a partir de la experiencia y saberes
docentes acumulados. Y protagónica porque es una construcción de
conocimientos realizada por el propio grupo con la colaboración de un
equipo de coordinación que orienta el proceso grupal pero sobre la base
de la participación de los talleristas.
Esto quiere decir que podemos proponernos realizar talleres en for-
ma sistemática y continuada, que pretendan transformar aspectos sustan-
ciales de la institución u organización que alberga al grupo como también
proponerse objetivos más acotados, puntuales, dependiendo del interés
del grupo y de las condiciones que posean para realizar los talleres. Por
eso la capacitación es uno de los objetivos posibles.
página 17
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
III ¿COMO ORGANIZAR UN TALLER?
Tal como lo entendemos, el proceso metodológico de un taller tiene
que ver con los recaudo.s que debemos tomar para que nuestra manera de
trabajar grupalmente se constituya en taller y no en un simple encuentro
de trabajo. Para organizar los talleres es preciso tener en cuenta, en
primer lugar, sus objetivos específicos y en segundo lugar, las condi-
ciones que tenemos para llevarlos a cabo. Ambas condiciones permiti-
rán definir con claridad la metodología, es decir, la forma más conve-
niente de organizar el trabajo.
1. Talleres•.• ¿para qué?:
Una primera cuestión a resolver es preguntarnos para qué quere-
mos realizar talleres. El taller no resuelve por sí mismo el problema que
nos preocupa. Por el contrario, es un paso necesario e imprescindible res-
ponder a la pregunta ¿qué queremos hacer? Un error común es proponer-
se organizar talleres sin tener muy claro cuáles son sus objetivos y fre-
cuentemente realizamos reuniones que luego resultan poco operativas y
nos sentimos frustrados por no haber podido lograr resolver o tratar las
cuestiones de nuestra preocupación. Otras veces, se realizan reuniones de
personal y denominamos taller a reuniones que tienen un carácter infor-
mativo u organizativo pero que son básicamente coordinados por la con-
ducción para cumplir con algunas actividades del conjunto. Pero ello tam-
poco reúne las características propias de los talleres tal como las enunciá-
ramos al principio. Para evitar estos inconvenientes es necesario definir
claramente el propósito de los talleres.
Es prácticamente imposible enunciar la totalidad de los objetivos
página 18
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - ~ 1
posibles para realizar talleres ya que dependerán de los intereses particu-
lares de cada grupo. Sin embargo, podemos presentar algunos propósitos
más generales que nos permiten identificar tipos de taller según su inten-
cionalidad. La explicitación de la tipología que sigue no es de ninguna
manera exhaustiva pero ayuda a definir el tipo de taller que necesitamos.
Talleres de capacitación pedagógica, cuyo objetivo principal es la
o.;(orJ;l1ación de los docentes en servicio, apelando a su experiencia práctica
~omo insumo principal y apuntando a resolver las principales dificultades
que tiene en su práctica pedagógica. Pueden tratar tanto aspectos meto-
dológicos de la enseñanza como contenidos de las disciplina o temáticas
específicas. Los talleres organizados por el PROMAM en la provincia son
un ejemplo.
.Talleres de formación, organizados para quienes están aún en la
etapa de formación, es decir, destinado a alumnos de cualquier nivel de
enseñam,a. La metodología puede emplearse entonces como recurso
didáctico. Por ejemplo, la práctica docente en los Institutos de Formación
Docente puede ser orientada y sistematizada a través de talleres donde los
alumnos puedan socializar su experiencia, logros y dificultades, coordinados
por el docente de práctica.
Pueden ser utilizados en la escuela media, y también en la primaria,
para tratar los temas más diversos: educación sexual, medio ambiente,
civismo, drogadicción y alcoholismo, etc. Los únicos requisitos son que
los protagonistas sean los alumnos y que los objetivos sean compartidos
por el grupo. En este sentido es dificil pensar en transformar una discipli-
na en un taller en su totalidad ya que la estructura escolar, que establece
las formas organizativas de la enseñanza, contrarían en algún sentido los
requisitos del trabajo de taller. Esto lo veremos más adelante.
página 19
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
Talleres institucionales: preferentemente coordinados por perso-
nas externas a la institución, pueden organizarse talleres para resolver
conflictos o problemas de carácter institucional. Los problemas de comu-
nicación y/o circulación de la información, relaciones interpersonales, con-
flictos entre padres y maestros, o problemas en la distribución de tareas y
responsabilidades, son algunos ejemplos de talleres que ayudan a com-
prender el origen del problema, «limpian> el campo de la comunicación,
aclarar malentendidos', buscar colectivamente soluciones destrabando
obstáculos en la interacción.
Talleres operativos: los talleres son también sumamente producti-
vos para organizar actividades encaradas grupalmente. La presentación
de un proyecto institucional es un ejemplo. El taller permite organizar el
trabajo del equipo docente, aprovechar al máximo el tiempo disponible,
coordinar la participación de todos los que intervienen en el proyecto e
inclusive incorporar un especialista que colabore en la formulación de la
propuesta. Nuestro equipo ha participado en talleres para la búsqueda de
soluciones puntuales: resolver problemas disciplinarios y redactar régi-
men de convivencia, organizar actividades extracurriculares que canali-
cen expectativas e intereses de los alumnos, redacción de proyectos peda-
gógicos para determinados ciclos y en determinadas disciplinas, proyecto
de mejoramiento de la relación de la escuela con su comunidad, para me-
jorar el funcionamiento de un equipo docente que posee dificultades para
coordinar contenidos y establecer criterios pedagógicos comunes, etc.
En realidad, pueden existir tantos talleres como se nos ocurra. Como
toda metodología, no es buena en sí misma sino posibilitadora de un tra-
bajo productivo, participativo y democrático. La principal dificultad
para llevarlos a cabo para quienes habitamos las escuelas es despla-
zar nuestro sentido jerárquico tan arraigado y la sospecha de que
estamos siendo evaluados permanentemente. Por eso es recomendable
que los objetivos de todo taller sea un asunto resuelto por el grupo y no
una decisión tomada por la gestión y/o la coordinación de la actividad.
página 20
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
2. ¿Cuándo y dónde? ... Las condiciones de tiempo y espacio:
Pensar en la programación de talleres no sólo nos obliga a especifi-
car nuestros objetivos sino también analizar las posibilidades reales de
llevarlos a cabo. Por ello es preciso antes de organizar metodológicamente
cómo los vamos a desarrollar, tener en cuenta la factibilidad de su
implementación.
¿Realizaremos el. taller en la escuela, o fuera de ella? Dónde? ¿Lo
haremos durante la jornada de trabajo o como tarea extraescolar? Con
qué duración?, etc. Para armar la programación deben especificarse en-
tonces su encuadre temporal y espacial.
a. Encuadre temporal:
Esto significa que la programación debe contemplar la extensión de
los talleres (cuántos talleres y su duración) y el horario de trabajo. Esta-
blecer el encuadre temporal permite organizar la tarea en correspondencia
con los objetivos específicos que nos proponemos. De ahí que es preciso
tener presente en todo momento qué nos proponemos y en función de ello
pensar el tiempo que nos llevará implementarlo.
Es necesario pensar con cuidado nuestro encuadre temporal para
establecer condiciones posibles de continuidad y sistematicidad de los
encuentros, llevar a cabo procesos de producción de conocimiento y, so-
bre todo, implementar y evaluar propuestas de acción que puedan ser
sostenidas colectivamente.
Es dificil organizar instancias colectivas de trabajo en las es-
página 21
Cuadernos de ~ Dooente - Año 1 - N'" 1
cuelas si la ÍIIstitución escolar(el sistaDa educWvo) nOl liben tiempo
del trabajo docente. La realización de talleres con el personal de una
institución es dificil dellevara cabo si no bayunavoluntad institucionalde
favorecer la producción colectiva. aunque ello no depende solamente de
la gestión escolar (la dirección) sino también del reconocimient,p de.las
instancias jerárquicas superiores. Si no se cuenta con la autorización ne-
cesaria, los talleres deberán depender de la voluntad y disposición de los
docentes pararealizar actividadesext:raescoiares. Ello también habladela.
débil intencionalidad de propiciar procesos de capacitación en servicio
céntrados en la producción de los colectivos docentes.
Es posible organizar talleres iB.teuswos que concentre el tíe.m:JlO de
trabajo entantasjornadascomo seaposiblesegún sus ohjetivos. Porejem-
plo, realizar dosjornadas intensivas de dos días cada uno trabajando tres:
o cuatro horas: por la ID2lñana y otrO' tamo por la tarde. O bien talIe.tres
sistemáticos, realizados con una frecuencia pautada. Si Jos encuentros se
distancian más allá de veinte días se corre el riesgo de interrumpir el pro-
ceso de producción. Por eso es importante ins:istiT que el trabajo de taller
requiere de un proceso sistemático y progJeSivo.
La duración del taller debe contemplar su operatividad~ es decir que
apunte a cumplir con las. metas propuestas. Ello quiere decir que así como
debe pautarse su inicio y su desarrollo, también debe preverse su cierre. Si
los objetivos no se logran en el tiempo previsto, podrán extenderse repm-
gramando el cronograma. Ello requiere de criterios: de flexibilidad en el
cumplimiento del cronograma. Ya veremos más adelante que es dificil
prever el desarrollo del trabajo pues los procesos grupales suelen «desta-
paD) problemas no anticipados en su progrnmación y que pueden ofrecer
dificultades en el cumplimiento de las etapas posteriores. Si el grupo no
~ogra establecer una comunicación horizontal por ejemplo, deberá despe-
Jar los ~u~os problemáticos para que la comunicación no esté obturada y
los partiCIpantes puedan escucharse y trabajar con los disensos.
páginall
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
Muchas veces los grupos, valorizan estas instancias, y surgen nue-
vas necesidades que desplazan los objetivos originales y así el taller se
convierte en encuentros sociales que pierden su naturaleza operativa y de
J()~ación;Por eso reiteramos que la manera más efectiva de no perder
"~1f6stjbjetiy.Óses revisar nuestra intencionalidad y centrar el trabajo en ello,
evitando que se nos desplace el interés. Esto tiene que ver con el encua-
dre temporal en la medida en que este deslizamiento del sentido de los
talleres nos rompe la programación propuesta. En el caso que surjan ne-
cesidades no tenidas en cuenta, podrán organizarse otras actividades o
talleres para canalizarlas, de 10 contrario, no avanzaremos ni en lo uno ni
en lo otro.
Es importante establecer con claridad el horario de trabajo de cada
t~J1er Onicio-desarrollo-receso-evaluación-ciern~) ya que permite centrar
al grupo en el trabajo, discriminar los procesos de esparcimiento de los de
producción del conocimiento, efectuar un control colectivo sobre la tarea
de reflexión y la marcha de las actividades.
b. Encuadre espacial:
El espacio fisico actúa como albergue de la producción. Es impor-
tante porque condiciona la dinámica grupal. A veces suele ser un obstácu-
lo realizar los talleres en la misma escuela donde trabajamos porque el
ambiente habitual está saturado y la práctica no es satisfactoria. Nuestra
experiencia nos dice que los talleres docentes realizados en locales exter-
nos a la escuela «afloja» la tensión y posibilita la participación, el sincera-
miento, la escucha y la comunicación entre los talleristas. Cuando el taller
se organiza en una escuela para los miembros de su comunidad educativa
y es dificil recurrir a otro local, se puede prever el acondicionamiento del
espacio fisico de tal manera que sea un facilitador del trabajo.
página 23
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
¿Qué aspectos deben tenerse en cuenta para elegir el lugar de traba-
jo? La posibilidad de contar con un espacio fisico específico ayuda a crear
un ámbito de trabajo propio, un lugar de encuentro que adquiere signi-
ficación importante para la conformación del grupo y la continuidad de su
proceso. Debe propiciar el centramiento en la tarea evitando elegir luga-
res donde haya circulación de gente, ruidos molestos o mobiliario inade-
cuado.
Otro aspecto relevante es la distribución espacial de los parti-
cipantes como condicionante del proceso de comunicación del grupo. El
círculo, el mirarse cara a cara, sentados uno al lado del otro crea un
campo propicio para la mirada, la escucha, la palabra. Aunq~e parezca
poco importante, es necesario disponer el mobiliario antes de empezar el
taller, para ganar tiempo y no ver afectado el cronograma de trabajo: la
ubicación de los asientos y mesas, disponer del número de sillas suficien-
tes.
La disposición de los talleristas debe propiciar la comunicación
horizontal Ello puede ser facilitado si el grupo se ubica en círculo no
destacando ningún lugar en especial. Hemos tenido una rica experiencia
en este sentido. En los talleres realizados en escuelas primarias, hay una
disposición ya naturalizada en las reuniones docentes convocadas por el
personal directivo, que tiende a reproducir la relación simétrica entre do-
cente y alumnos. En las aulas destinadas a realizar los talleres, se reitera el
lugar del directivo sentado tras el escritorio generalmente ubicado al fren-
te del aula y los docentes en filas, ubicados en lugar de los alumnos. Esta
disposición promueve la relación jerárquica, y la comunicación vertical.
Por el contrario, si los directivos se ubican en el círculo y distribuidos
entre los maestros, facilita la horizontalidad y la democratización, al me-
nos, espacialmente. Estas condiciones, claro está, deben acompañarse de
signos evidentes de democratización en la interacción en el desarrollo
mismo de la actividad.
página 24
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
3. ¿Cómo organizar el trabajo?
Para ir poco a poco, es preciso pensar en los talleres como una
metodología de trabajo abierta pero que requiere de pasos concretos,
ya que se trata de un proceso progresivo de producción de saberes cuya
complejidad tiene que tomarse en cuenta. La libertad que debe reinar en el
espacio del taller no debe convertirse en falta de organización e improvisa-
ción. Ello obliga a los organizadores a flexibilizar el esquema de trabajo
sin perder de vista la operatividad. La metodología de trabajo es nuestro
resguardo.
Llamamos metodología a la estrategia que nos damos para
cumplir con los objetivos que nos proponemos.
Ya hemos dicho, que el primer momento es la explicitación de nues-
tros objetivos. Luego, revisar cuáles son las condiciones reales de tiempo
y espacio que disponemos pero para programar su estrategia (cómo va-
mos a lograr lo que nos proponemos) falta aún un componente esencial:
los protagonistas.
a. ¿Con quiénes?
Un aspecto que no debe pasar por alto es tener en cuenta quiénes
van a participar en los talleres, porque el protagonismo no surge espon-
página 25
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
táneamente, hay que convocarlo produciendo las condiciones apro-
piadas. ¿Cómo saber cuáles son esas condiciones? El encuadre de tiempo
y lugar donde se realizarán las actividades actúan como conteniendo al
grupo, dando un marco de cierta seguridad, ya que todo trabajo grupal
que se proponga analizar críticamente su práctica cotidiana conmueve y
moviliza.
Ahora bien, el cronograma de trabajo y un buen lugar de encuentro
son necesarios pero no suficientes. Quien o quienes organizan y convocan
a los talleristas deben tomar en cuenta a los van a participar. Las activida-
des que seleccionaremos, los recursos que utilizaremos para incenti-
var la participación, deben ser dispositivos adecuados a la realidad
particular de los principales actores. Si son chicos o adolescentes, o si
son vecinos del barrio, o médicos y psiquiatras, o maestros.
Identificar el capital cultural que posee el grupo, es imprescindible
para establecer la metodología de trabajo.
Entendemos por capital cultural al conjunto de saberes, ha-
bilidades, creencias, expectativas y deseos de los sujetos confi-
gurado a través de su experiencia social y personal.
El trabajo de taller presupone, entonces, desmenuzar, revisar,
entrometerse en la vida cotidiana: qué hacemos, sentimos, pensamos. Y
para desatar procesos críticos es preciso emplear dispositivos (recursos)
adecuados a esa trama cultural propia del grupo. Por ejemplo: las técnicas
dramáticas son dispositivos que ayudan a algunos grupos a expresar corpo-
ralmente una determinada situación o problemática. Sin embargo, no pode-
mos empezar un taller de capacitación docente planteando como técnica
página 26
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
Jllptivadora una dramatización pues no es habitual ni reconocido el lugar
de la expresión corporal en el sentido común docente. Más que motivar,
.seguramente inhibiría. ~i los talleres, en cambio, se organizan para adoles-
centes, deberemos encontrar aquellas actividades que le son gratas y
promuevan su interés y participación.
Como vemos, la estrategia no es una receta esquemática, sino que
debe ser pensada en función de para qué y para quiénes se realizarán los
talleres.
b. Los pasos a seguir:
Si los objetivos son nuestra meta, y la estrategia es nuestro camino,
debemos entonces tener un mapa de ruta para realizar nuestro viaje. En
!. esto justamente consiste un plan de actividades, una guía de los pasos que
debemos seguir para llegar a nuestros objetivos.
Antes de seguir, es preciso hacer una advertencia: los talleres, he-
mos dicho, tienen por característica ser dinámicos, flexibles. Por lo tanto,
cuando planteamos nuestro plan de actividades deberemos hacerlo de tal
modo que no nos imponga un esquema rígido, sino que eventualmente
podamos rectificar sobre la marcha los pasos que inicialmente pro-
gramamos.
Es dificil programar la producción de un grupo, sería como deter-
minar de antemano los procesos que el grupo desplegará. Es casi imposi-
ble determinar el proceso de producción, a menos que direccionemos el
taller, imponiendo un sentido previamente fijado. Pero ello significa em-
plear métodos impositivos: dirigir, conducir, imponer un proceso. Por el
página 27
Cuadernos de Capacitación Docente Año 1 - N" 1
contrario, el taller es un proceso, orientado por una metodología que tie-
ne por eje la autonomía grupal.
Lo que podemos hacer es anticipar probables derroteros, prever
algunos momentos que sirvan para potenciar el trabajo, permitiendo orga-
nizarlo. El sentido del taller no se impone, sino que se construye con
los talleristas para que ·no quede librado a la improvisación. Si el taller
pierde su sentido se toma inoperante es decir, pierde su íntencionalidad
propositiva y no logra transformar aquello que nos propusimos.
Cada taller cuenta con tres momentos específicos:
Apertura: con la explicitación del encuadre de trabajo, los objeti-
vos y las actividades de la jornada (y de la programación global si es el
inicio de un trabajo prolongado)
Desarrollo: ( previendo receso si fuera necesario) y en el que se
llevan a cabo las actividades programadas. Estas no son fijas ya que, como
se trata de una dinámica participativa, es preciso tener ductilidad en la
propuesta para que los talleristas no sólo tengan opciones sino que inclu-
sive puedan sugerir otras actividades no contempladas en la programación
y que contribuyan al logro de los propósitos del taller en su conjunto. De
ahí que la continuidad de los talleres tenga por exigencia la evaluación
constante de su desarrollo y la participación de los presentes en la formu-
lación de las tareas futuras.
Cierre: con una evaluación de lajornada y programación de las acti-
vidades del próximo encuentro
página 28
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
Estos tres pasos son constantes pero varían las actividades confor-
me los talleres cumplen con sus momentos metodológicos. Cada taller
tiene entonces objetivos específicos, de acuerdo al proceso de produc-
ción del grupo, a sus intereses y al desarrollo de la estrategia metodológica
que se ha propuesto.
c. La coordinación del taller:
El trabajo de coordinación incluye la conformación de un equipo
formado por el coordinador y el observador.
La coordinación es una intervención compleja, que exige una
atenclóíiperfuanente. Tiene doble función:
*por~un lado,.atender al despliegue temático a través.deJos emergen-
~!!~$que los protagonistas relatan;
*X~9:rotfo).~PJoCYs()gtypl,l~ su. relación con el conocimiento y a
.¡,i."látrai:IÍá~mtefacciónal que se concreta en ese espacio de trabajo.
En relación a la coordinación temática, el coordinador no debe per-
der de vista la pertinencia de lo que se ~stá tratando, centrando el debate
yta dis.cusiónsinque COarte la participación y los disensos. Centra la tarea
cuando se tratan temas colaterales, o se desliza hacia otras temáticas. Toma
en cuenta el encuadre para respetar los tiempos pautados por el grupo o
modificándolo si es preciso, señala las diferencias de opinión para ayudar a
identificar posturas. Aporta elementos teóricos aclarando dudas, o sugí-
riendo lecturas. Realiza sintesis cuando ha sido unajornada muy producti-
va o el trabajo ha sido disperso. Propone interrogantes cuando la produc-
ción se detiene, sugiere aspectos que no se han tenido en cuenta,
página 29
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1
Al mismo tiempo, el coordinador debe tomar en cuenta los aspectos
interaccionales del grupo, desplegando las contradicciones (haciéndolas
visibles, o señalándolas), las diferencias de opinión que se endurecen
dilematizando e impidiendo el diálogo. El coordinador debe garantizar la
democratización del diálogo incentivando la intervención de cada uno de
los participantes para evitar que se monopolice la palabra o que ~lgu~?s
miembros se mantengan'silenciosos. Es importante que la coordmaclOn
no tome partido en las discusiones para no inducir la toma de decisio~es,
aunque puede aportar elementos que lo facilite cuando no se logra ~~bar
a conclusiones. Un error común es acelerar al grupo para la resoluclOn de
los temas. Y es un error porque a veces la ansiedad por encontrar solucio-
nes tropieza con la necesidad del grupo de avanzar en un ~roceso que
tiene ritmo propio. esto es lo que llamamos respetar los tIempos del
grupo.
La coordinación grupal se cumple entonces comprendiendo el mo-
vimiento del grupo, favoreciendo la operatividad, señalando los obstácu-
los y resaltando aspectos resistenciales que obstaculizan el proceso grupal
y, por sobre todas las cosas, apuntalando la ~xpresión d: la autonomía,
sugiriendo el aporte de las experiencias práctIcas y valonzando el saber
acumulado.
Este equipo también se constituye con un observador que regi~t~a
el acontecer del grupo. Colabora en la planificación de los taller~s: partICI-
pando en la formulación del encuadre de trabajo, en la elaboracI~n de los
materiales y recursos auxiliares. En los talleres elabora un regIstro en
donde asienta por escrito 10 que sucede en el taller: lo que se hace, lo q~e
se dice 10 que se resuelve. Este registro es importante porque permIte
sistem~tizar el proceso de producción del grupo permitie~do recupe~~ lo
más significativo e identificar lo principal de lo secundano en relacIon a
los propósitos que orientan al taller.
página 30
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 _N°, 1
Tanto el coordinador como el observador pueden ser miembros del
grupo, elegidos por sus participantes o bien personas externas que actúen
como co-operadores de la producción grupal. Muchas veces, apelar a
coordinadores externos ayuda a que la coordinación realice una lectura
desinteresada de los acontecimientos cotidianos colaborando con los pro-
cesos de objetivación de la práctica, aportando aspectos no tenidos en
cuenta por el grupo porque lo cotidiano muchas veces resulta obvio o
natural. Aspectos éstos, ya veremos, que son esenciales para la compren-
sión de la realidad escolar y su posibilidad de transformación.
página 31
Cuadernos de Capacitación Docente - Afio 1 - N° 1
N LOS MOMENTOS CLAVES DEL TALLER
Los momentos metodológicos del taller son:
a. Descripción de la vida cotidiana escolar
b. Tematización y problematización
c. Conceptualización e interpretación.
d. Proyecto, implementación, evaluación.
página 32
Cuadernos de Capacitación Docente Año 1 - N° 1
A. La descripción de la vida cotidiana escolar:
Partimos de un supuesto: no es posible modificar lo que ino se
conoce. De ahí la importancia de convertir 10 habitual en objeto de,~ono­
cimiento. Lo que sabemos de nuestra realidad diaria es parc~al, incomple-
to, y está sesgado por nuestras impresiones personales. Así,r.i
ues, el taller
permite convertir lo rutinario o lo que hacemos todos los día en objeto de
nuestra indagación. Describir la vida cotidiana escolar es objetivar
nuestra práctica.
El primer momento del taller es la fase des-
criptiva. ¿Qué significa esto? Significa que el grupo se dispone a analizar
detalladamente lo que pasa a diario, los acontecimientos y situaciónes que
se suceden habitualmente. Aunque parezca obvio, es notable cómo tende-
mos a naturalizar nuestras acciones y el sentido que otorgamos a las cosas
que hacemos, a tal punto, que son obvias y a la vez desconocidas.
¿Cómo se realiza? Pensemos un momento qué significa hacer un
análisis crítico: en primer lugar, analizar significa descomponer, desarro-
llar y desplegar todos los elementos que integran una situación, hecho o
problema (por ejemplo: cómo sucedió, quiénes participaron, en qué mo-
mento, qué se dijo, qué versiones hay sobre lo que pasó, cuáles fueron las
consecuencias, el malestar que produjo o la gratificación obtenida, etc).
En segundo lugar, es un análisis crítico, o sea que implica cuestionar y
cuestionarse respecto de los acontecimientos, rememorar en detalle cada
uno de los aspectos de nuestro protagonismo (qué fue lo que me alteró,
cómo reaccioné, qué dije, cómo lo expresé, cómo afectó a los otros, qué
me afectó más, etc)
El análisis crítico no es evaluativo, no tiene por intención bus-
página 33
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
car culpables, ni calificar a los actores. Por el contrario, significa rom-
per con los prejuicios, con las impresiones subjetivas irracionales, hacer-
las explícitas, objetivarlas, entre todos, intentando armar un mapa de la
realidad en el que estén contenidos los aportes de cada uno de los miem-
bros del grupo.
De modo que la descripción se construye colectivamente con el apor-
te de los participantes en el taller, poniendo cada uno, y con la ayuda de
todos, lo que vive, siente, hace y piensa en su práctica escolar diaria, inte-
rrogando su propia experiencia: ¿qué hago?, ¿cuándo? ¿cómo? ¿?on quién?
e interrogando nuestras vivencias: ¿a qué temo? ¿cuáles han SIdo los lo-
gros? ¿qué me disgusta? ¿qué piensan de mí? ¿cómo me relaciono con los
otros?
La descripción se realiza a través de técnicas e instrumentos que
permiten reconocer la realidad que queremos estudiar. La observación es
la principal técnica que se utiliza en esta fase.
Observar es examinar detenidamente, es reparar, advertir,
mirar con atención, contemplar detalladamente lo que sucede.
Por supuesto, resulta más fácil observar a los demás que a uno mis-
mo. Sin embargo, las posibilidades de transformar aspectos de nuestra
práctica va de la mano de nuestra actitud critica hacia lo que hacemos.
La observación puede ser externa, como cuando alguien ajeno a la
institución observa sin estar involucrado directamente en la situación ob-
servada. En nuestro caso, estamos hablando de observación participan-
página 34
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
te porque proponemos observar el mismo lugar donde trabajamos. Es
decir, participamos en el proceso que intentamos observar.
La observación funda entonces la descripción, le brinda los ele-
mentos, la información necesaria para reconstruir los hechos cotidia-
nos.
Empezamos relatando 10 que nos sucede. Los hechos, situaciones,
episodios vistos y/o vividos por los participantes. Narramos los hechos
rutinarios, 10 las preguntas claves: qué pasó, cuándo, quiénes intervinie-
ron, en qué lugar, qué otros elementos intervienen, cómo sucedió, etc. Se
sorprenderán la cantidad de información que poseen gracias a la delibera-
da observación prestada a los hechos. Este ejercicio permite valorar,
jerarquizar el análisis critico como recurso imprescindible para compren-
der qué pasa en nuestra vida cotidiana escolar. Es el primer paso para
resolver positivamente las prácticas escolares que nos afligen.
La narrativa docente permite identificar los principales emer-
gentes, es decir, aquellos aspectos de la realidad que son signi-
ficativos para los sujetos
Los relatos o la narrativa que se va construyendo permite ir
desplegando los acontecimientos, acumulando situaciones y hechos que
en forma desordenada desarrolla el grupo a medida que se interna en la
reconstrucción de la vida cotidiana. Conocemos la dificultad que tenemos
los maestros para asentar por escrito 10 que sabemos y observamos. Este
obstáculo tan común nos resta capacidad de reflexión, nos traba la posibi-
lidad de objetivar nuestra práctica y por ende, la capacidad de operar
sobre nuestra propia realidad laboral. Así que recomendamos
página 35
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N' 1
ii AGARRAR EL LAPIZ YTOMAR NOTA JI
Como en algún momento dijimos, el grupo se ha planteado un obje-
tivo de trabajo, de modo que la descripción de lo cotidiano apunta a iden-
tificar los emergentes principales vinculados al objeto que el grupo se ha
propuesto entender y modificar. La descripción permitirá ir recortando,
identificando el o los problemas que se intentan resolver. Si 10 vamos
haciendo por escrito, evitamos volver sobre asuntos ya trabajados, com-
pletar el análisis con nuevos elementos y ayudar a nuestra memoria, que
en el fragor de la lucha diaria va perdiendo los detalles.
Cuando hemos relatado con suficiente detalle, llega el momento de
ordenar la cantidad de información que disponemos y que se presenta
como una masa caótica, desordenada y con cierta incoherencia. Los emer-
gentes (aquello que se muestra, lo que aparece), es en realidad sólo una
parte, un segmento, sólo lo que «emerge» de la realidad cotidiana. Si nos
ponemos a pensar, es prácticamente imposible relatar con precisión la to-
talidad de las prácticas cotidianas. De ahí que debe hacerse un esfuerzo
para orientar esa descripción hacia los aspectos de la realidad que nos
interesa en particular. Pero, al mismo tiempo, no recortar tanto la realidad
cotidiana que nos queda fragmentada. Los hechos tienen que ver con la
institución total de modo que no escatimemos detalles.
B. Tematización y problematización:
página 36
Cuadernos dc Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
El paso siguiente, pues, es intentar ordenar, dar sentido a la infor-
mación disponible. Si volvemos sobre 10 que se ha narrado nos encontra-
mos con una serie de emergentes que conforman una trama de lo que
pasa en la escuela. Veamos cómo superamos este momento metodológico
y nos centramos en las temáticas más importantes para el grupo. Este es
un momento que crea confusión por la disparidad de elementos, por la
multiplicidad de cuestiones, por las diferencias de opiniones que hay res-
pecto de esos hechos.
La vida diaria es muy variada a la vez que rutinaria así es que pode-
mos pasamos mucho tiempo relatando 10 que pasa, pudiendo llegar a ser
repetitivos y sin que podamos llegar a ninguna conclusión y, peor aún, sin
poder resolver nada. Como muchos dicen «quedarnos en el bla bla bla».
llega el momento de revisar los emergentes que han surgi-
do y proceder a seleccionar aquellos que se consideren más
significativos y relevantes para el grupo. Este es el momento
denominado tematización.
La tematización como momento metodológico requiere de la utili-
zación de ciertas técnicas que permita que la selección de los emergentes
más relevantes no esté teñida por nuestros propios sentimientos, por nuestra
subjetividad. Es un momento que permite centrar nuestra mirada sobre
los acontecimientos con el objeto de precisar cuáles son los aspectos del o
los problemas realmente relevantes. Para identificar cuáles de los emer-
gentes se corresponden a los objetivos del grupo, se emplean tres crite-
rios de selección:
página 37
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
1. El criterio de reiteración o frecuencia en la que aparecen los
emergentes. La cantidad de veces que se menciona en los relatos y des-
cripciones. A éstos se los denomina emergentes reiterados, y por sí solos
no significan que sean los más importantes sino los que aparecen más
cantidad de veces en los relatos. Son los emergentes más «visibles».
2. El criterio de. significación: un emergente significa-
tivo es aquel que impacta a los docentes, algún hecho o situación que
produce una conmoción, una influencia notable en la vida cotidiana. Pue-
de ser expresión de un momento en todo el proceso de taller que luego no
se reitera, pero que adquiere un sentido relevante que debe ser considera-
do como elemento importante para la selección de las temáticas porque
generalmente lo que conmueve tiene que ver con aspectos implícitamente
importantes de la tarea escolar.
3. El criterio de estrategia: lo estratégico es definido por el diccio-
nario como el arte de dirigir una operación. En nuestro caso se trata de
tener presente cuál es nuestra intencionalidad en los talleres, cuáles son
nuestros objetivos y colocarlos como criterio para seleccionar las temáti-
cas. Tiene que ver con la direccionalidad de lo que estamos haciendo, con
la intencionalidad del grupo.
. En este sentido, es oportuno recordar que los talleres son un espa-
~1O de reflexión para la modificación de la realidad que nos afecta al con-
Junto del grupo. Entonces, el criterio estratégico privilegia aquellos
a.spec!os ~e la realidad cotidiana que aún sin ser reiterados o ser expre-
slon slgmficativa de los sujetos, son claves para potenciar cambios en
I ,. .
a practica docente. Un ejemplo: nuestra tarea pedagógica nos embarga,
nos d .
. ~arga e Impotencia cuando no podemos resolver problemas de apren-
dIzaJe :n los niños. A veces, una frase dicha por un niño, un gesto de un
campanero o una ob .,
. servaclOn casual puede transformarse en un recurso
valioso paraencontraru .st . . ,
na PI a posItivamentetransformadora. Aun cuando
página 38
Cuadernos dc Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
esta información no sea reiterada o no parezca significativa pata el con-
junto.
¿Cómo se efectúa técnicamente la tematización? Es sencillo:
del listado completo de emergentes que tenemos como resultado de nues-
tro trabajo descriptivo, tenemos que aplicar estos tres criterios, intentan-
do identificar los emergentes que aparezcan con mayor reiteración, los
que posean mayor significación para el grupo y los que sean más estraté-
gicos, a veces estos criterios se conjugan en unos pocos emergentes, a
veces, aparecen más cantidad. Este ordenamiento nos obliga a clasificar la
información (no se trata de analizar entonces sino de ordenar y priorizar)
Lo cierto es que para ser objetivos en la selección, debemos ir dis-
cutiendo cuidadosamente qué implicancia tiene cada emergente para la
totalidad del grupo. Por eso es conveniente ver primero cuáles son los que
aparecen con mayorfrecuencia, luego cuáles fueron los de mayor resonan-
cia para el grupo y por último, someter esos emergentes al criterio de
estrategia, para ver si el o los seleccionados son consensuados en el gru-
po. Podemos poner el ejemplo de la campana rota. Un día se rompe la
campana de la escuela, a partir de ese día se reitera el problema de cómo
convocar a los chicos al recreo. La situación impacta, no sólo en los maes-
tros sino en los chicos y en los ordenanzas que son los encargados de fijar
la hora de recreo y la del aula. Pero, ¿es realmente significativo para el
trabajo escolar? ¿Afecta la tarea docente, la práctica docente, el vínculo
con los alumnos, el aprendizaje, los objetivos que nos hemos propuesto
en nuestro trabajo? ASÍ, entonces, no resulta ser un emergente estratégi-
co para pensar nuestra práctica docente.
La tematización no es sl'lo la anlicación de criterios técnicos:
supone un trabajo colectivo dt !matización de la realidad que
hasta ahora hemos relatado.
página 39
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
Problematizar quiere decir convertir cada tema en un pro-
blema, es cuestionar, es interrogar lo que está pasando y
dimensionar sus consecuencias, cómo me afecta, cómo afecta a
todos, de qué manera, cuándo, dónde, etc.
A partir de la tematización, nuestro objeto comienza a tener límites
más precisos, más acotados (como cuando enfocamos el lente de una cá-
mara fotográfica: el paisaje, de difuso y vago, se vuelve más claro y nítido,
también con contornos más precisos).
Un aspecto central de la problematización es impedir que los obstá-
culos y dificultades de nuestra práctica inunde nuestro trabajo reflexivo.
Es tan importante observar y reconocer los aspectos negativos de nues-
tras condiciones de trabajo como recuperar y valorizar las experiencias
gratificantes.
Los docentes, con frecuencia, experimentan situaciones producti-
vas, creativas, gratificantes. En las prácticas cotidianas no todo es rutina,
sinsabores o disgustos. Sin desconocer las condiciones desfavorables
que poseen las instituciones escolares, es preciso no perder de vista la
producción de prácticas alternativas que los docentes recrean
permanentemente en la búsqueda de salidas.
El trabajo de taller debe entonces contemplar siempre las instancias
de recuperación de estas experiencias prácticas, porque ellas son
seg~ramente el potencial más rico para producir cambios en forma
delIberada y conciente. y decimos esto no porque estas experiencias
carezcan de intencionalidad sino porque suelen ser dispersas, solitarias,
poco valoradas institucionalmente. A tal punto son ignoradas, que a veces
página 40
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
son autocensuradas por los docentes.
Problematizar es también recuperar la capacidad produc-
tiva del docente, valorando las experiencias prácticas, planteán-
dose cómo, cuándo, con quiénes, qué recursos, sus resultados,
logros y dificultades.
Parte del trabajo de taller es entonces problematizar las experien-
cias gratificantes potenciando los hallazgos, compartiendo los logros,
intercambiando información e imprimiendo una corriente de optimismo
respecto de la capacidad el grupo por lograr resolver los problemas.
C. Conceptualización e interpretación:
La descripción de la vida cotidiana escolar no se termina ahí (por-
que la vida de la escuela no se termina, es un proceso tan rico como varia-
do) por eso la tematización no es un momento cerrado, sino que debemos
ser flexibles y no descartar las cosas que suceden en la escuela diariamen-
te.
El momento que sigue a la tematización se denomina concep-
tualización e interpretación e implica un proceso de profundización en
el proceso de conocimiento iniciado en la descripción y en la identifica-
ción del tema-problema particular. Ahora se trata de intentar explicar,
interpretar el fenómeno, de trascender el nivel de problematización (de
cuestionarse acerca de cómo aparece para nosotros el tema) y de dar un
contenido teórico a los términos que estamos usando para definir el tema.
Las palabras tienen varios significados: el diccionario, el uso habitual o el
página 41
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
concepto teórico son tres formas de definirlas
Conceptuallzar es convertir un término en un concepto teóri-
co. Es transponer un momento descriptivo, apegado a lo empíri-
co e internarse en un nivel de mayor abstracción y generaliza-
ción
Este momento metodológico es clave para trascender 10 empírico,
10 particular, 10 específico del problema tal como se expresa en nuestro
inmediatez cotidiana.
"
~onceptualizar es tratar con procesos de generalización y de inter-
A pretación~!,~órica. ¿Qué queremos decir con esto? Queremos aludir a la
. ""~~~currir a la acumulación social del conocimiento científico.
. Nosotros como docentes, podemos conceptualizar nuestra manera de en-
tender el fenómeno, intentando darle un sentido más generalizado y abstrac-
to. Sin embargo, no debemos desconocer que podemos recurrir al
cO,nocimiento elaborado y acumulado socialmente. Para ello es preciso
consultar bibliografia especializada y/o a especialistas que nos den una
mano en ubicar la fuente pertinente a 10 que estamos investigando. Los
diccionarios nos dan una definición consensuada por la Academia de Le-
tras pero los términos tienen significados ideológicos diversos que allí no
son contemplados. Dependen de la interpretación que se haga de ellos.
Es cierto que nuestra formación no nos ha prindado las nerramien-
tas teóricas necesarias para comprender algúnas categorías teóricas com-
plejas. Pero también es cierto que los ~~c~~~J!-!!~,,~~~,~J!,~tt!g,cP..!Ü!.fipal
aliado en la comprensión de la realidad escolar. Recordemos 10 que
pra~te:fIifu";Tp~inciplo:=e's"pr'eé[s~"t~oñocerTos'que queremos transformar.
página 42
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
y este conocimiento no puede quedar apegado a nuestro modo natural de
entender las cosas, es preciso apelar a la teoría Si nos resulta dificil acce-
der a las categorías apropiadas al problema que nos ocupa, tenemos la
posibilidad de consultar a especialistas, a bibliografia específica.
No abundaremos en detalles sobre el tema: tanto si consultamos
con expertos que saben más que nosotros sobre el tema porque 10 han
investigado, como si nos atrevemos a consultar bibliografia accesible, 10
cierto es que la interpretación teórica no es inmediata y transparente.
articulación entre los conceptos teóricos y nuestra realidad inmediata
obliga a retomar permanentemente a nuestro conocimiento prácti
eso, apelar a la teoría no quiere decir negar nuestros sabe
completarlos, afirmarlos o en todo caso'rectificarlos si es que no
guiado por argumentos poco fundados, equivocados o prejuicioso .
La interpretación teórica entonces nos obliga a retomar a nuestra
práctica cotidiana para efectuar un análisis aho-
ra más completo, más profundo porque podemos acceder a aspectos de
los fenómenos que no habíamos advertido en nuestras observaciones. Y
nos permite comprender porqué pasan así las cosas y no de otra manera.
La interpretación es justamente el proceso por el cual da-
mos sentido teórico al problema que nos ocupa.
Un aspecto muy importante en esta etapa del trabajo es tener en
cuenta el carácter ideológico de los temas educativos. ¿Qué queremos
decir con esto? Nos referimos a que los fenómenos sociales y con mayor
razón los educativos, tienen un contenido político. No nos referimos a 10
página 43
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
político partidario sino a la relación que existe entre el poder del estado y
los intereses de las clases dominantes en orientar la forma de analizar los
problemas.
El conocimiento es una herramienta de transformación muy impor-
tante. Es cierto, entonces, que se utiliza la escuela para imponer determi-
nadas formas de analizar -la realidad. La actitud acrítica de los docentes
ante los contenidos del currículum es una de las formas más comunes de
neutralizar la capacidad crítica para analizar los problemas sociales. La
escas!:!- importancia que se le ha brindado a la capacitación docente en la
metodología de la enseñanza o en la producción de conocimientos en el
aula, son formas ideológicas de manteneruna actitud pasiva ante el conoci-
miento y por lo tanto una manera de conservar en los alumnos lá pasividad
y acriticidad de lo que se aprende.
El pensamiento crítico es tal vez el principal componente de la de-
mocratización de la escuela. Provoquemos entonces la democratización
en la capacitación docente desnudando el carácter ideológico de los pro-
blemas para construir una nueva identidad profesional.
D. Proyecto, implementación y evaluación:
Este es el momento de mayor operatividad ya que se trata de tras-
cender el proceso de conocimiento y problematización y de poner manos
a la obra. Es el momento más importante del taller en términos de nuestra
intencionalidad propositiva, es decir, de nuestra intención de modificar las
condiciones de producción de nuestra práctica cotidiana.
Muchas veces, nuestra ansiedad por modificar la situación o el pro-
blema que nos produce malestar nos hace apresurar los pasos del taller, o
página 44
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
• detenemos en algunos de sus momentos. Sucede con frecuencia. Es co-
mún quedarse en la mera descripción pasando horas contando nuestras
experiencias, sintiéndonos reconfortados porque nos sentimos escucha-
dos, y encontramos a otros que también necesitan compartir sus experien-
cias. Sinembargo, queda desplazada la intención original de operar deli-
beradamente en la situación y nos quedamos en la catarsis: nos desahoga-
mos, contamos nuestras crisis y luego retornamos, más tranquilos, pero a
seguir con nuestra rutina.
Es frecuente también encontrar compañeros docentes que, preocu-
pados por formarse, hacen esfuerzos por leer e informarse. La bibliografia
que hay en el mercado es tan vasta y a veces complicada que nos hace
sentir ignorantes y torpes, nos sentimos impotentes ante tanta comple-
jidad, que abandonamos las lecturas y retomamos a la rutina agravada
ahora con la sensación de que la comprensión teórica es inalcanzable.
Por eso, no perder de vista nuestros objetivos, es el principal
recurso para facilitar cambios en nuestras prácticas. Compartiendo
las dificultades y logros, concentrando nuestro esfuerzo cooperativo en
problemas acotados, prioritarios, podemos centrar nuestra atención en
los objetivos específicos que nos llevaron a organizar el taller. Pero ello
también supone que no saltemos etapas.
El voluntarismo es mal consejero si nos anima el propósito de cam-
bio, porque generalmente va de la mano de la improvisación. En el apuro
por querer cambiar las cosas, no somos suficientemente reflexivos, no
ponemos cuidado en comprender qué nos está pasando, ni incorporamos
aportes teóricos valiosos que permitan explicar los problemas. El costo
final de las experiencias voluntaristas es altamente desgastante porque
por 10 general buscamos soluciones mágicas, o coyunturales, superficiales
y suelentener resultados poco satisfactorios, que nos dejanno sólo impoten-
tes, sino desconfiados de las posibilidades de operar cambios.
página 45
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
Es muy dificil dar recomendaciones acerca de cómo formular las
propuestas, implementarlas y evaluarlas, porque dependen de los propó-
sitos, de las condiciones institucionales, del grupo que las pretenda for-
mular y del carácter del cambio que quiere imprimir. Aún así podemos
hacer algunas observaciones útiles para facilitar la toma de decisio-
nes.
La propuesta debe formularse en correspondencia a los objetivos
que se propuso el taller. Qué queremos lograr es la primer definición.
Pretender abordar en estas instancias colectivas el cambio
institucional es condenar al proyecto a su fracaso. Debemos tener presen-
te que no tenemos práctica en la formulación de proyectos colectivos que
no estén impuestos institucionalmente.
El plan de actividades, como todo proyecto, deberá contemplar
no sólo los objetivos, sino también quiénes van a participar, qué activida-
des se van a desarrollar, en qué plazos y con qué recursos.
El taller se convierte entonces en una instancia de seguimiento
crítico de la práctica propuesta: su reflexión rondará acerca de los lo-
gros y dificultades que se presentan en su desarrollo, de modo que la
propuesta no se abandone, se sostenga colectivameite aún cuando no
todos los talleristas participen de la experiencia. Un errbr común es creer
que una vez que se ha formulado un proyecto, el taller ya cumplió sus
objetivos. Es tal vez su principal logro: sostener las propuestas, hacerlas
posible, acompañando el esfuerzo, ayudando a resolver los obstáculos,
observando que no se convierta en rutina.
página 46
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - ~ 1
El carácter operativo de los talleres no obliga a sus participantes a
intervenir en todas las propuestas que se formulen. Si el taller se consti-
tuye con docentes de diversas escuelas, la propuesta puede implementarse
con variaciones que enriquecen la socialización de su implementación. Si
el taller se constituye con miembros de la misma comunidad escolar, los
equipos docentes pueden formular propuestas conjuntas para la institu-
ción o bien proyectos más acotados cuya articulación tendrán que pensar
para que puedan enriquecer al colectivo y las experiencias no queden frag-
mentadas.
La evaluación constante de la marcha de los proyectos es por
supuesto la manera más segura de garantizar su continuidad.
página 47
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
V EVALUANDO TALLERES:
Es relevante revisar nuestra concepción de la evaluación. Tenemos
que reconocer que nuestro sistema educativo ha generalizado un criterio
de calificación del producto: se evalúa el resultado de cualquier actividad.
Esta manera en realidad descalifica porque no admite la evaluación como
un proceso que complementa el aprendizaje.
Entendemos la evaluación como parte del proceso de pro-
ducción de saberes
La flexibilidad del esquema metodológico al que hemos aludido rei-
teradamente obliga a estar atentos al desarrollo de la propuesta de trabajo
del Taller. De ahí que no podemos concebir la evaluación sino como
formando parte del proceso de construcción de conocimientos y como
principal componente para direccionar la implementación de proyectos de
acción.
Teniendo en cuenta estas consideraciones podemos sin embargo,
precisar diversas instancias evaluativas que acompañan el trabajo a lo lar-
go de su implementación:
1. La evaluación de cada encuentro. Al cierre de cada taller, es
preciso preguntarse qué objetivos específicos se lograron, cuáles fueron
página 48
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
las dificultades y obstáculos y qué propuestas podemos hacer colectiva-
mente para mejorar nuestro trabajo en el próximo encuentro.
2. La evaluación de la estrategia metodológica: ello permite efec-
tuar un control colectivo sobre la marcha general de los talleres: si se han
cumplido las expectativas, si hemos avanzado en la comprensión de las
temáticas, si la descripción realizada es completa, exhaustiva, o si aún
merece ser completada, si el tema elegido es pertinente es decir, si se
corresponde con el problema que nos preocupa, si el grupo participa acti-
vamente y ha podido construir un espacio democrático, si hemos logrado
apropiarnos de categorías teóricas claves y nuestra comprensión de los
hechos cotidianos se ha alimentado de nuevas formas de interpretarlo, en
fin, si el taller ha logrado sus objetivos.
3. La evaluación de los proyectos que se hayan en acción revisan-
do la propuesta y los avances realizados. Redireccionando sus aspectos
menos positivos o dificultades no previstas. Se trata de acompañar
críticamente a quienes se atreven a ensayar nuevas prácticas.
4. La evaluación final de los talleres llega con el cierre de la acti-
vidad. La culminación de lo programado permitirá sentirse satisfecho de
la tarea cumplida y podremos encarar con renovado impulso nuevas pro-
puestas de trabajo. La evaluación no debe ser desvastadora. Siempre en-
contraremos errores porque es inevitable y toda acción humana es perfec-
tible. Sin embargo, debemos tener presente que nuestra mirada calificado-
ra suele tendemos una trampa: nuestro DEBER SER es tan gigantesco y
poderoso que muchas veces no podemos valorar los logros, los aprendi-
zajes realizados, la capacidad creativa puesta a prueba y nuestra expe-
riencia acumulada. Tengamos en cuenta que lo ideológico opera a través
del sentido común: formas naturalizadas (acríticas) de pensar y actuar.
página 49
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1
Así que insistimos en recomendarles: revaloricemos nuestros
saberes críticamente. Sin conformismos, con prepotencia de trabajo por-
que
La educación no es un punto de llegada, es en realidad un
punto de partida que los maestros merecemos recuperar para
convertir nuestra práctica profesional en un proceso creativo y
gratifiCante.
página 50
Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1
BffiLIOGRAFIA CONSULTADA:
Hevia, Ricardo y otros: «Talleres de educación democrática». PUE.
Santiago de Chile. 1990.
Achilli, E.; Ageno, R y Ossana E.: «La significación en la escuela de las
propuestas estatales de participación y democratización. Investigación
en talleres de educadores y estudio antropológico de la escuela»,
CRICSO, Rosario, 1988.
Rodrigo Vera, G.: Marco global de los talleres de educación
democrática», Cuadernos N° 3 PUE, Chile, 1988.
Batallan, G.; Saleme, M.; García F.: «Taller de educadores: el mundo
del niño y el aprendizaje escolar. Su incidencia en la reformulación del
rol docente», FLACSO, 1986.
Passel, S.: «Aula Taller», Aique, 1994.
González Cuberes, Ma. T.: «Dicho y hecho. Atreverse con el taller y el
grupo de reflexión», Aique, 1994.
Landreani, Nélida: «Integración Escuela - Comunidad». Informe
Final, Facultad de Ciencias de la Educación, UNER, 1995.
página 51

Contenu connexe

Tendances

Puigross civilizacion o barbarie
 Puigross  civilizacion o barbarie Puigross  civilizacion o barbarie
Puigross civilizacion o barbariesilviabibliotecaria
 
Transformar la práctica pedagógica - Rebeca Anijovich
Transformar la práctica pedagógica - Rebeca AnijovichTransformar la práctica pedagógica - Rebeca Anijovich
Transformar la práctica pedagógica - Rebeca AnijovichMichel Riveros Villafuerte
 
Power point practica docente
Power point practica docentePower point practica docente
Power point practica docentemilagrossanchez10
 
Cuaderno planificacion epja
Cuaderno planificacion epjaCuaderno planificacion epja
Cuaderno planificacion epjaLuis Angel
 
Mi experiencia en observación
Mi experiencia en observaciónMi experiencia en observación
Mi experiencia en observaciónWichol de Cerro
 
Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14
Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14
Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14Neda Castagnola
 
El abc de la tarea docente
El abc  de la tarea docenteEl abc  de la tarea docente
El abc de la tarea docenteRamírez Jhonny
 
La Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinos
La Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinosLa Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinos
La Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinosDirección General de Escuelas Mendoza
 
Que nos aporta la didactica de las ciencias sociales
Que nos aporta la didactica de las ciencias socialesQue nos aporta la didactica de las ciencias sociales
Que nos aporta la didactica de las ciencias socialesalbiaque
 
Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1
Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1
Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1INMA MASET VILA
 
La educación de ayer, hoy y mañana
La educación de ayer, hoy y mañana La educación de ayer, hoy y mañana
La educación de ayer, hoy y mañana Florencia Brol
 
Informe final practica docente III
Informe final practica docente IIIInforme final practica docente III
Informe final practica docente IIIGlendy Monsalve
 
Espacio, tiempo y agrupamiento
Espacio, tiempo y agrupamientoEspacio, tiempo y agrupamiento
Espacio, tiempo y agrupamientoPatricia Diaz
 

Tendances (20)

Puigross civilizacion o barbarie
 Puigross  civilizacion o barbarie Puigross  civilizacion o barbarie
Puigross civilizacion o barbarie
 
Cuidad educadora 1
Cuidad educadora 1Cuidad educadora 1
Cuidad educadora 1
 
Power co formadores
Power co formadoresPower co formadores
Power co formadores
 
Transformar la práctica pedagógica - Rebeca Anijovich
Transformar la práctica pedagógica - Rebeca AnijovichTransformar la práctica pedagógica - Rebeca Anijovich
Transformar la práctica pedagógica - Rebeca Anijovich
 
Power point practica docente
Power point practica docentePower point practica docente
Power point practica docente
 
Cuaderno planificacion epja
Cuaderno planificacion epjaCuaderno planificacion epja
Cuaderno planificacion epja
 
Mi experiencia en observación
Mi experiencia en observaciónMi experiencia en observación
Mi experiencia en observación
 
Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14
Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14
Resumen trayectorias escolares de terigi PNFP 22-10-14
 
Narrativa pedagógica
Narrativa pedagógicaNarrativa pedagógica
Narrativa pedagógica
 
El abc de la tarea docente
El abc  de la tarea docenteEl abc  de la tarea docente
El abc de la tarea docente
 
El Aula
El Aula El Aula
El Aula
 
La Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinos
La Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinosLa Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinos
La Escuela y sus voces. Narrativas pedagógicas de docentes mendocinos
 
Que nos aporta la didactica de las ciencias sociales
Que nos aporta la didactica de las ciencias socialesQue nos aporta la didactica de las ciencias sociales
Que nos aporta la didactica de las ciencias sociales
 
Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1
Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1
Unidad3 aprendizaje y_ensenanza_de_las_ciencias_1
 
La educación de ayer, hoy y mañana
La educación de ayer, hoy y mañana La educación de ayer, hoy y mañana
La educación de ayer, hoy y mañana
 
Informe final practica docente III
Informe final practica docente IIIInforme final practica docente III
Informe final practica docente III
 
Nocion de currículum de acuerdo a Alicia De Alba
Nocion de currículum de acuerdo a Alicia De AlbaNocion de currículum de acuerdo a Alicia De Alba
Nocion de currículum de acuerdo a Alicia De Alba
 
Informe final de practica educativa I
Informe final de practica educativa IInforme final de practica educativa I
Informe final de practica educativa I
 
Enseñanza y currículum
Enseñanza y currículumEnseñanza y currículum
Enseñanza y currículum
 
Espacio, tiempo y agrupamiento
Espacio, tiempo y agrupamientoEspacio, tiempo y agrupamiento
Espacio, tiempo y agrupamiento
 

Similaire à Landreani, n., el taller un espacio de prducc.de saberes

Transformando la practica docente
Transformando la practica docenteTransformando la practica docente
Transformando la practica docenteSarahi Trewartha
 
Informe general de escuelas de 33 sobre talleres para ateneo
Informe general de escuelas de 33 sobre talleres  para  ateneoInforme general de escuelas de 33 sobre talleres  para  ateneo
Informe general de escuelas de 33 sobre talleres para ateneoMary Rodríguez
 
Trabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptx
Trabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptxTrabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptx
Trabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptxpamelacerdatoledo
 
LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...
LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...
LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...ProfessorPrincipiante
 
Orientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdf
Orientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdfOrientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdf
Orientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdf
1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdf1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdf
1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdfssuser6fabc4
 
documento-formato-taller-2015.pdf
documento-formato-taller-2015.pdfdocumento-formato-taller-2015.pdf
documento-formato-taller-2015.pdfEjosefinaMendez
 
Organizacion trabajo-aula-multigrado
Organizacion trabajo-aula-multigradoOrganizacion trabajo-aula-multigrado
Organizacion trabajo-aula-multigradoSantiago Coz
 
Organización del trabajo en el aula multigrado
Organización del trabajo en el aula multigradoOrganización del trabajo en el aula multigrado
Organización del trabajo en el aula multigradoMaría Janeth Ríos C.
 
Grupo de trabajo imcomplete[1][1]
Grupo de trabajo imcomplete[1][1]Grupo de trabajo imcomplete[1][1]
Grupo de trabajo imcomplete[1][1]Andrew Philip
 
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...ProfessorPrincipiante
 
Organizac[1]..
Organizac[1]..Organizac[1]..
Organizac[1]..ctepay
 
Cronica TIT@ Educación digital para todos
Cronica TIT@ Educación digital para todosCronica TIT@ Educación digital para todos
Cronica TIT@ Educación digital para todosDolly Silva
 

Similaire à Landreani, n., el taller un espacio de prducc.de saberes (20)

Transformando la practica docente
Transformando la practica docenteTransformando la practica docente
Transformando la practica docente
 
Informe general de escuelas de 33 sobre talleres para ateneo
Informe general de escuelas de 33 sobre talleres  para  ateneoInforme general de escuelas de 33 sobre talleres  para  ateneo
Informe general de escuelas de 33 sobre talleres para ateneo
 
Trabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptx
Trabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptxTrabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptx
Trabajo colaborativo módulo II portafolio Eliana Varela P. (2) (1).pptx
 
LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...
LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...
LOS DESAFÍOS DE LOS PROFESORES TUTORES PARA FAVORECER PRÁCTICAS REFLEXIVAS EN...
 
Orientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdf
Orientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdfOrientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdf
Orientaciones para el Aprendizaje Colaborativo Ccesa007.pdf
 
1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdf
1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdf1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdf
1.09_-_Práctica_Docente_I__Contexto_Comunidad_y_Escuela..pdf
 
documento-formato-taller-2015.pdf
documento-formato-taller-2015.pdfdocumento-formato-taller-2015.pdf
documento-formato-taller-2015.pdf
 
Fasciculo 6 aprendizaje cooperativo
Fasciculo 6 aprendizaje cooperativoFasciculo 6 aprendizaje cooperativo
Fasciculo 6 aprendizaje cooperativo
 
Taller sobre prejuicios profesionales san nicolas
Taller sobre prejuicios profesionales san nicolasTaller sobre prejuicios profesionales san nicolas
Taller sobre prejuicios profesionales san nicolas
 
Organizacion trabajo-aula-multigrado
Organizacion trabajo-aula-multigradoOrganizacion trabajo-aula-multigrado
Organizacion trabajo-aula-multigrado
 
Organización del trabajo en el aula multigrado
Organización del trabajo en el aula multigradoOrganización del trabajo en el aula multigrado
Organización del trabajo en el aula multigrado
 
Organizacion trabajo-aula-multigrado (1)
Organizacion trabajo-aula-multigrado (1)Organizacion trabajo-aula-multigrado (1)
Organizacion trabajo-aula-multigrado (1)
 
Grupo de trabajo imcomplete[1][1]
Grupo de trabajo imcomplete[1][1]Grupo de trabajo imcomplete[1][1]
Grupo de trabajo imcomplete[1][1]
 
Práctica motor
Práctica motorPráctica motor
Práctica motor
 
Práctica motor
Práctica motorPráctica motor
Práctica motor
 
S4 tarea4 saesa
S4 tarea4 saesaS4 tarea4 saesa
S4 tarea4 saesa
 
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA: PROPUESTAS PARA EL ABORDAJE DE LOS TEXTOS EN DIFE...
 
Organizac[1]..
Organizac[1]..Organizac[1]..
Organizac[1]..
 
Módulo 2 sala de coordinación [
Módulo 2   sala de  coordinación [Módulo 2   sala de  coordinación [
Módulo 2 sala de coordinación [
 
Cronica TIT@ Educación digital para todos
Cronica TIT@ Educación digital para todosCronica TIT@ Educación digital para todos
Cronica TIT@ Educación digital para todos
 

Dernier

BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICABIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICAÁngel Encinas
 
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfAngélica Soledad Vega Ramírez
 
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...Carlos Muñoz
 
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesPIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesYanirisBarcelDelaHoz
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAEl Fortí
 
Imperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperioImperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperiomiralbaipiales2016
 
Registro Auxiliar - Primaria 2024 (1).pptx
Registro Auxiliar - Primaria  2024 (1).pptxRegistro Auxiliar - Primaria  2024 (1).pptx
Registro Auxiliar - Primaria 2024 (1).pptxFelicitasAsuncionDia
 
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdfProgramacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdfDemetrio Ccesa Rayme
 
origen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literarioorigen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literarioELIASAURELIOCHAVEZCA1
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxMaritzaRetamozoVera
 
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
plan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdfplan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdf
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdfenelcielosiempre
 
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptxEstrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptxdkmeza
 
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIAFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIIsauraImbrondone
 
La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.amayarogel
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxYadi Campos
 

Dernier (20)

BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICABIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
 
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
 
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdfSELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
 
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
 
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesPIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
 
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURAFORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
FORTI-MAYO 2024.pdf.CIENCIA,EDUCACION,CULTURA
 
Imperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperioImperialismo informal en Europa y el imperio
Imperialismo informal en Europa y el imperio
 
Registro Auxiliar - Primaria 2024 (1).pptx
Registro Auxiliar - Primaria  2024 (1).pptxRegistro Auxiliar - Primaria  2024 (1).pptx
Registro Auxiliar - Primaria 2024 (1).pptx
 
Presentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
Presentacion Metodología de Enseñanza MultigradoPresentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
Presentacion Metodología de Enseñanza Multigrado
 
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptxPower Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
 
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
Fe contra todo pronóstico. La fe es confianza.
 
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronósticoSesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
 
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdfProgramacion Anual Matemática4    MPG 2024  Ccesa007.pdf
Programacion Anual Matemática4 MPG 2024 Ccesa007.pdf
 
origen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literarioorigen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literario
 
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docxSesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
 
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
plan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdfplan de capacitacion docente  AIP 2024          clllll.pdf
plan de capacitacion docente AIP 2024 clllll.pdf
 
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptxEstrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
Estrategias de enseñanza-aprendizaje virtual.pptx
 
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IIAFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
AFICHE EL MANIERISMO HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II
 
La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.La triple Naturaleza del Hombre estudio.
La triple Naturaleza del Hombre estudio.
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
 

Landreani, n., el taller un espacio de prducc.de saberes

  • 1. 11 Fa~l.(ltad de Ciencias de la í::.dlJ.C::ltciÓn'l Nacions.1 de
  • 2. UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RIOS FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION CUADERNOS DE CAPACITACION DOCENTE N° 1 AÑOI Mayo, 1996 EL TALLER un espacio compartido de producción de saberes Nélida Landreani Con la Colaboración de Susana Castagno
  • 3.
  • 4. Diseño gráfico y diagramación: Juliana Enrico (Becaria de Extensión del Proyecto "Procesos de Construcción de la Vida Cotidiana Escolar") Ce. P C. E.- Area Gráfica Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Nacional de Entre Ríos Paraná, octubre de 1996 Cuadernos de Capacitación Docente Año 1 - N° 1 INDICE Presentación 1 - Objetivos de este cuaderno II - ¿Qué son los talleres? III - ¿Cómo organizar un taller? IV - Los momentos claves del taller V - Evaluando talleres Bibliografía 7 11 12 18 32 48 51 página 5
  • 5. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 página 6 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 PRESENTACION Este es el primer número de una serie de Cuadernos que intenta articular las investigaciones que realiza nuestro equipo en la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER) y la dificil realidad escolar que viven los docentes en la provincia, en su práctica diaria. Sabemos que nos divide una brecha que con humildad queremos empezar a estrechar, poniendo al servicio de la docencia nuestra experiencia colaborando en procesos de formación docente. No es casual que empecemos por los talleres. Queremos inaugurar este espacio compartido sugiriendo una modalidad de trabajo que propo- ne una capacitación protagónica, es decir, reconociendo como cons- tructor de saberes al propio maestro en una instancia compartida que des- place la capacitación solitaria, pasiva e individual. Es importante reconocer en esta propuesta, nuestro vínculo con la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) cuyo interés por la capacitación nos ha permitido articular nuestro aporte con el es- fuerzo que realizan los propios docentes a través de esta instancia organi- zativa para fortalecer su identidad profesional. Hace años ya que los talleres se han puesto de moda. Con aciertos y a veces con errores, se han impulsado distintas modalidades de encarar el trabajo grupal como forma de capacitación. Con el nombre de taller a veces se hace referencia a instancias grupales de dudosa finalidad, o a encuentros carentes de sistematicidad, que desenvuelven situaciones dra- máticas para los protagonistas sin que existan dispositivos de contención página 7
  • 6. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1 y de canalización de las expectativas hacia tareas productivas y recon- fortantes. Los talleres han sido frecuentemente manoseados, por ser im- provisados o por carecer de objetivos claros, hasta tal punto que muchos descreen de esta forma de trabajo por considerarlo una pérdida de tiempo y esfuerzo. Nuestra experiencia nos dice que el Taller es un modo de traba- jo colectivo que con objetivos precisos, y en el marco de una cuidado- sa metodología, potencia la capacidad de un grupo para llevar a cabo una tarea común. . .En la ~ocencia se ha usado como una herramienta de reflexión, para abnr mstanCtas que permitan intercambiar impresiones acerca de la activi- dad pedagógica, o de los problemas institucionales y como instrumento de formación que supera la noción tradicional de capacitación. De modo que no vamos a descubrir la pólvora: vamos a desmenuzar la cuestión metodológica para que los talleres que algunos de ustedes ya conocen, sean más operativos y se puedan aprovechar al máximo. Recordemos que la llamada «actualización docente» ha apelado a los cursos, conferencias, o clases magistrales como recurso principal, donde un especialista expone sus saberes a los docentes que deben capacitarse. El carácter unilateral de esta modalidad pretendemos, debe ser despla- za~a porel trabajo grupal conla intención de realizar un aprendizaje partici- patlvo y en el que los docentes construyan cooperativamente su saber profesional. No todo trabajo en grupo es un taller. El taller es una modalidad de trabajo que valoriza los saberes y experiencias que los participantes desa- rrollan en su actividad cotidiana. Es decir, es un ámbito de producción de conocimientos sobre la base de saberes prácticos y teóricos que los página 8 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 miembros del grupo ya han acumulado. Apelar a la observación de la vida cotidiana escolar es entonces un requisito imprescindible e infaltable en esta metodología. ¿Por qué es importante volver la mirada sobre las prácticas escola- res cotidianas? Porque a pesar que las escuelas pertenecen todas a un sistema educativo que las hace uniformes en ciertos aspectos (planes de estudios, organización escolar, estructura jerárquica, reglamentos y ordenanzas), en realidad, cada escuela es un mundo particular que posee características propias. Esto es así porque las escuelas forman parte de la realidad sociocultural del medio social inmediato (el barrio), también porque cada escuela es producto de la historia institucional, de las distintas gestiones que le fueron dando forma, pero además porque los sujetos de la comunidad educativa intervienen en la escuela con sus histo- rias personales. Por eso entendemos las escuelas como construcciones sociales en las que participan los distintos actores del quehacer educativo (los docentes, los padres, los alumnos, los ordenanzas, los directivos, etc.) que formando parte del sistema público de enseñanza, adoptan for- mas particulares de llevar a €abo su función social. Las prácticas escolares en escuelas rurales, o del centro de la ciu- dad, de las colonias del interior, las escuelas urbano marginales, de maes- tro único, etc, presentan problemáticas muy diferentes y estas particulari- dades pocas veces son analizadas en la formación docente. Por el contra- rio, suele estandarizarse el rol docente como si)os niños fueran todos iguales y las escuelas fueran instituciones homogéneas. En estos momentos, en que tanto se habla de Transformación Edu- página 9
  • 7. Cuadernos de Capaeitación Docente - Año 1 _N° 1 cati:a, creemos qUé'~,SPf~ciso orientar la capacitación docente en dos ~~~~rd?~:¡'~I,il::~a(lspeci~~i~~~r,,~~,é~~s ~r~ctic~s escol~es en cada tipo de escuelas, y enlarevalonzaclOuoe'expecIenclas práctIcas que l(í)s.docentes des~oHanen su ~rea pedagógica. Los Talleres no garantiza la transfor- maCIOn, per~ ~yudan a concretar procesos de capacitación cuando hay docentes deCIdIdos a encarar el cambio. página 10 Nélida Landreani Paraná Abril de 1996 Cuadernos de Capacítación Docente - Año 1 - ~ 1 1. OBJETIVOS DE ESTE CUADERNO: La metodología que proponemos recoge, por un lado, experiencias que se han realizado en el país y en América Latina, y que han sido deno- minadas de diversas maneras: Talleres de Educadores, Talleres de Capaci- tación Docente, Aula Taller, Talleres de Educación Democrática, etc. Por otro lado, sintetiza la experiencia que nuestro equipo ha realizado con docentes de la ciudad de Paraná, en el marco de un proyecto de investi- gación finalizado en 1995. (Landreani, 1995). Nuestro principal objeti- vo entonces es sistematizar la experiencia que el equipo ha desarro- llado en talleres de capacitación, cuya metodología queremos compar- tir, para aportar a una capacitación participativa. El cuaderno pretende, también, facilitar el desarrollo de la imagi- nación y la creatividad de maestros y maestras incentivando la bús- queda de la mejor manera de constrúirla profesión docente. Esto se puede realizar si se convierte en un proyecto común en donde el debate, la polémica, las diferencias ayuden a que se sientan menos solos, más acompa- ñado y que su tarea tenga sentido profesional. La'CO(iperación es la principal arma que poseemos para avanzar en el mejoramiento de nuestra práctica educativa de modo que los talleres pueden constituirse en un recurso interesante para el trabajo escolar y en una metodología que sirve para revisar nuestras condiciones de trabajo. página 11
  • 8. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 11 ¿QUE SON LOS TALLERES? Antes de entrar en tema es preciso advertir que el taller no es priva- tivo del ámbito educativo. Es una modalidad de trabajo grupal que tiene algunas características que ahora vamos a presentar y que a lo largo del cuaderno vamos a ir desarrollando. Trabajar en taller presupone una tarea encarada por un grupo de personas que se proponen objetivos comunes, es decir que su principal ra~go es su c.arácter cooperativo. Co-operar es realizar una tarea com- partida, en la que cada uno asume parte de la responsabilidad colectiva,. La reflexión y el análisis de la problemática cotidiana es parte de su metodología: ¿cómo realizamos nuestra actividad?, ¿cuándo y dónde se lleva acabo?, ¿cuáles son los aspectos de nuestra práctica que nos afec- tan?,.etc. El taller es una instancia reflexiva que permite revisar las prác- ticas del grupo en su contexto particular. Analizarlas, identificando obstá- culos y contradicciones, y reconociendo los logros y experiencias realiza- das. Pero su naturaleza reflexiva compromete·al grupo en el análisis crítico: dificilmente se puedan modificar las condiciones que afectan nuestra realidad grupal si no ejercemos una critica activa, si no sometemos a jui- cio nuestra propia manera de realizar las actividades. La crítica de la vida cotidiana supone un enjuiciamiénto·de 16fiábitual. y esto no con un sen- tido desvastador (<<nada sirve», «no se puede hacer nada») sino con el propósito de rectificar, redireccionar (<<es posible cambiar», «podemos hacerlo») página 12 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 Es un~~mbi~ooRer~ti~6:Se llevan a cabo no sólo con la intención de comprend~t(yéonocefdeterminada problemática sino que es una ins- tancia que promuevela elaboraciófi de proyectos-factibles, direccionados aG~tl'lbiar<YIllejorru:losQlJst~~~IQs)' 4ifi9l!ltad~sasí como también, po- .:tenciar y desarroiicir losiógrós'd~lá tar~~ diári~.· . Los talleres que proponemos no son meramente reflexivos, o prag- máticos, incluyen en su trabajo la producción teórica, la construcción de un saber que trascienda la manera natural de entender las cosas que pasan, que por 10 general es un sentido irreflexivo porque carece de fundamentos (lo hacemos por que sí porque es la forma habitual). Esto implica utilizar conceptos teóricos, realizar lecturas, conocer los resultados de investigacio- nes realizadas, consultar a especialistas, etc. Una condición ideal del taller es sucolltinu!dªd, es decir que se trata de un proceso gradual y progresivo ya qUe este espacio compartido permite la implementación de propuestas superadoras, su desarrollo y evaluación. Analizar la cotidianeidad, desmenuzar la compleja realidad de los grupos lleva tiempo. Y con mayor razón, cuando no hay una práctica de reflexión colectiva. Los talleres permiten acompañar los procesos, sos- tenerlos. Poseen un carácter dinámico: tanto metodológica como instru- mentalmente (en cuanto a las técnicas que se pueden utilizar) es flexible, carece de una estructura rígida y esquemática porque su proceso depende d-e quiénes participan, qué tipos de actividades desarrollan y qué objetivos se proponen. No es 10 mismo un taller de trabajadores de la salud en un Hospital que pretende mejorar el servicio de atención al paciente hospitali- zado, que un taller realizado por una Comisión Vecinal de un barrio para resolver el problema de la drogadicción en los jóvenes o un taller de do- centes de escuelas urbano marginales que desean capacitarse para mejorar su práctica pedagógica. página 13
  • 9. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1 Los talleres tienen como sujeto y objeto de conocimiento a los propios talleristas, porque se trata de conocer con mayor profundidad lo que está pasando en su contexto, tratando de transformar la práctica coti- diana en objeto de conocimiento. 0~ .' (" , Llamamos prácti~a, cºti~ja,na ªl conjunto de actividades que rea- lizamos en forma rútinaria' en el transcurso de la jornada de trabajo, o de la actividad que fuere ( laboral, sindical, artística, de investiga- ción, etc.) y que se constituye en la manera habitual de llevarlas a cabo. Poseenun carácter democrático, porque todos aportan su opiniGm y su experiencia acerca de cómo marchan las cosas y por qué suceden. Esto implica un compromiso grupal y una responsabilidad individual:·escu- char al otro, tolerar las difer~ncias, colaborar en las tareas grupales, apor- tar opiniones y sostener las propuestas de trabajo. Las jerarquías se dilu- yen porque en el taller la palabra de los talleristas poseen el mismo peso y valor. El coordirja90r n,p conduce ni dirige, sólo co-opera con el grupo para facilitar el trabajo productivo. Toda práctica se realiza en un determinado marco institucional que establece requisitos y exigencias que condicionan la labor, por lo tanto los talleres permiten penetrar en los mecanismos institucionales que frecuen- temente obturan las prácticas alternativas. Cuando los talleres son institu- cionales, el análisis de la organización y su funcionamiento crea roces, dificultad para comunicarse con los distintos estamentos de la jerarquía institucional, de modo que los conflictos forman parte de los talleres y no es eludiéndolos como se resuelven, sino intentando comprenderlos, y página 14 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 encontrando salidas cooperativas para evitar que se produzcan crisis institucionales que generalmente terminan clausurando los talleres y «res- taurando» el orden. Los talleres poseen una naturaleza productiva, es decir, no se ins- talan (o no deberían hacerlo) en la crítica negativa o impotente, implican la elaboración (producción) de condiciones que favorezcan una práctica superadora de los obstáculos, dificultades o problemas y conflictos, como así también la valorización y desarrollo de experiencias exitosas y grati- ficantes. En este sentido, los talleres no son exclusivamente espacios de en- cuentro y reflexión sino de capacitación y formación profesional. De ca- pacitación porque generan procesos de formación teórica y metodológica y profesional porque aspira a instrumentar a los sujetos en su oficio apor- tando a su identidad laboral. Así definieron al taller de docentes un grupo de maestros de una escuela de Paraná: Trabajo pArticipación aLegría Libertad r I spetar oRganización 1 - Trabajo: la palabra taller implica un trabajo. 2 - Participación: ya sea en las actividades, en el aporte de opiniones para enriquecer el trabajo. página 15
  • 10. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 3- Alegría: de compartir una tarea y crecer en forma perso- nal y grupal. , 4- Libertad: de expresarse y en el trabajo del aula. S- Respetar: las opiniones de los demás. 6- Organización: del trabajo de tal manera de que se cum- plan los objetivos propuestos. Por último, los talleres apuntan a construir procesos de autono- mía. Es decir, a fortalecer la capacidad de tomar decisiones y elaborar proyectos comunes fijando objetivos, implementando propuestas y eva- luando procesos y resultados. Entendemos porautonomía la capacidad de los sujetos para intervenir en las condiciones de producción de sus prácticas. La autonomía es una construcción colectiva, de ahí que los talleres apunten a desarrollár la creatividad, el análisis critico, el debate, el disenso, la tolerancia, en un ámbito cooperativo que promueva la elaboración de proyectos compartidos. Creemos que la educación es un asunto de todos y entre todos debemos resolverla. Tal vez, en este sentido, sería útil re- frescar el significado de democracia. En síntesis: El taller es una metodología de trabajo colectivo que impli- ca conocimiento de las prácticas cotidianas del grupo, en un página 16 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 tiempo y en un espacio determinados, con la intención de ope- rar modificaciones en las condiciones de producción de sus prác- ticas. Los talleres docentes entonces pueden convertirse en espacios de capacitación protagónica, porque el análisis detallado de las prácticas escolares en general, y docentes en particular, permite apuntar a un mejo- ramiento en la propuesta institucional y/o pedagógica en la medida en que puedan incorporar elementos teóricos a partir de la experiencia y saberes docentes acumulados. Y protagónica porque es una construcción de conocimientos realizada por el propio grupo con la colaboración de un equipo de coordinación que orienta el proceso grupal pero sobre la base de la participación de los talleristas. Esto quiere decir que podemos proponernos realizar talleres en for- ma sistemática y continuada, que pretendan transformar aspectos sustan- ciales de la institución u organización que alberga al grupo como también proponerse objetivos más acotados, puntuales, dependiendo del interés del grupo y de las condiciones que posean para realizar los talleres. Por eso la capacitación es uno de los objetivos posibles. página 17
  • 11. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 III ¿COMO ORGANIZAR UN TALLER? Tal como lo entendemos, el proceso metodológico de un taller tiene que ver con los recaudo.s que debemos tomar para que nuestra manera de trabajar grupalmente se constituya en taller y no en un simple encuentro de trabajo. Para organizar los talleres es preciso tener en cuenta, en primer lugar, sus objetivos específicos y en segundo lugar, las condi- ciones que tenemos para llevarlos a cabo. Ambas condiciones permiti- rán definir con claridad la metodología, es decir, la forma más conve- niente de organizar el trabajo. 1. Talleres•.• ¿para qué?: Una primera cuestión a resolver es preguntarnos para qué quere- mos realizar talleres. El taller no resuelve por sí mismo el problema que nos preocupa. Por el contrario, es un paso necesario e imprescindible res- ponder a la pregunta ¿qué queremos hacer? Un error común es proponer- se organizar talleres sin tener muy claro cuáles son sus objetivos y fre- cuentemente realizamos reuniones que luego resultan poco operativas y nos sentimos frustrados por no haber podido lograr resolver o tratar las cuestiones de nuestra preocupación. Otras veces, se realizan reuniones de personal y denominamos taller a reuniones que tienen un carácter infor- mativo u organizativo pero que son básicamente coordinados por la con- ducción para cumplir con algunas actividades del conjunto. Pero ello tam- poco reúne las características propias de los talleres tal como las enunciá- ramos al principio. Para evitar estos inconvenientes es necesario definir claramente el propósito de los talleres. Es prácticamente imposible enunciar la totalidad de los objetivos página 18 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - ~ 1 posibles para realizar talleres ya que dependerán de los intereses particu- lares de cada grupo. Sin embargo, podemos presentar algunos propósitos más generales que nos permiten identificar tipos de taller según su inten- cionalidad. La explicitación de la tipología que sigue no es de ninguna manera exhaustiva pero ayuda a definir el tipo de taller que necesitamos. Talleres de capacitación pedagógica, cuyo objetivo principal es la o.;(orJ;l1ación de los docentes en servicio, apelando a su experiencia práctica ~omo insumo principal y apuntando a resolver las principales dificultades que tiene en su práctica pedagógica. Pueden tratar tanto aspectos meto- dológicos de la enseñanza como contenidos de las disciplina o temáticas específicas. Los talleres organizados por el PROMAM en la provincia son un ejemplo. .Talleres de formación, organizados para quienes están aún en la etapa de formación, es decir, destinado a alumnos de cualquier nivel de enseñam,a. La metodología puede emplearse entonces como recurso didáctico. Por ejemplo, la práctica docente en los Institutos de Formación Docente puede ser orientada y sistematizada a través de talleres donde los alumnos puedan socializar su experiencia, logros y dificultades, coordinados por el docente de práctica. Pueden ser utilizados en la escuela media, y también en la primaria, para tratar los temas más diversos: educación sexual, medio ambiente, civismo, drogadicción y alcoholismo, etc. Los únicos requisitos son que los protagonistas sean los alumnos y que los objetivos sean compartidos por el grupo. En este sentido es dificil pensar en transformar una discipli- na en un taller en su totalidad ya que la estructura escolar, que establece las formas organizativas de la enseñanza, contrarían en algún sentido los requisitos del trabajo de taller. Esto lo veremos más adelante. página 19
  • 12. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 Talleres institucionales: preferentemente coordinados por perso- nas externas a la institución, pueden organizarse talleres para resolver conflictos o problemas de carácter institucional. Los problemas de comu- nicación y/o circulación de la información, relaciones interpersonales, con- flictos entre padres y maestros, o problemas en la distribución de tareas y responsabilidades, son algunos ejemplos de talleres que ayudan a com- prender el origen del problema, «limpian> el campo de la comunicación, aclarar malentendidos', buscar colectivamente soluciones destrabando obstáculos en la interacción. Talleres operativos: los talleres son también sumamente producti- vos para organizar actividades encaradas grupalmente. La presentación de un proyecto institucional es un ejemplo. El taller permite organizar el trabajo del equipo docente, aprovechar al máximo el tiempo disponible, coordinar la participación de todos los que intervienen en el proyecto e inclusive incorporar un especialista que colabore en la formulación de la propuesta. Nuestro equipo ha participado en talleres para la búsqueda de soluciones puntuales: resolver problemas disciplinarios y redactar régi- men de convivencia, organizar actividades extracurriculares que canali- cen expectativas e intereses de los alumnos, redacción de proyectos peda- gógicos para determinados ciclos y en determinadas disciplinas, proyecto de mejoramiento de la relación de la escuela con su comunidad, para me- jorar el funcionamiento de un equipo docente que posee dificultades para coordinar contenidos y establecer criterios pedagógicos comunes, etc. En realidad, pueden existir tantos talleres como se nos ocurra. Como toda metodología, no es buena en sí misma sino posibilitadora de un tra- bajo productivo, participativo y democrático. La principal dificultad para llevarlos a cabo para quienes habitamos las escuelas es despla- zar nuestro sentido jerárquico tan arraigado y la sospecha de que estamos siendo evaluados permanentemente. Por eso es recomendable que los objetivos de todo taller sea un asunto resuelto por el grupo y no una decisión tomada por la gestión y/o la coordinación de la actividad. página 20 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 2. ¿Cuándo y dónde? ... Las condiciones de tiempo y espacio: Pensar en la programación de talleres no sólo nos obliga a especifi- car nuestros objetivos sino también analizar las posibilidades reales de llevarlos a cabo. Por ello es preciso antes de organizar metodológicamente cómo los vamos a desarrollar, tener en cuenta la factibilidad de su implementación. ¿Realizaremos el. taller en la escuela, o fuera de ella? Dónde? ¿Lo haremos durante la jornada de trabajo o como tarea extraescolar? Con qué duración?, etc. Para armar la programación deben especificarse en- tonces su encuadre temporal y espacial. a. Encuadre temporal: Esto significa que la programación debe contemplar la extensión de los talleres (cuántos talleres y su duración) y el horario de trabajo. Esta- blecer el encuadre temporal permite organizar la tarea en correspondencia con los objetivos específicos que nos proponemos. De ahí que es preciso tener presente en todo momento qué nos proponemos y en función de ello pensar el tiempo que nos llevará implementarlo. Es necesario pensar con cuidado nuestro encuadre temporal para establecer condiciones posibles de continuidad y sistematicidad de los encuentros, llevar a cabo procesos de producción de conocimiento y, so- bre todo, implementar y evaluar propuestas de acción que puedan ser sostenidas colectivamente. Es dificil organizar instancias colectivas de trabajo en las es- página 21
  • 13. Cuadernos de ~ Dooente - Año 1 - N'" 1 cuelas si la ÍIIstitución escolar(el sistaDa educWvo) nOl liben tiempo del trabajo docente. La realización de talleres con el personal de una institución es dificil dellevara cabo si no bayunavoluntad institucionalde favorecer la producción colectiva. aunque ello no depende solamente de la gestión escolar (la dirección) sino también del reconocimient,p de.las instancias jerárquicas superiores. Si no se cuenta con la autorización ne- cesaria, los talleres deberán depender de la voluntad y disposición de los docentes pararealizar actividadesext:raescoiares. Ello también habladela. débil intencionalidad de propiciar procesos de capacitación en servicio céntrados en la producción de los colectivos docentes. Es posible organizar talleres iB.teuswos que concentre el tíe.m:JlO de trabajo entantasjornadascomo seaposiblesegún sus ohjetivos. Porejem- plo, realizar dosjornadas intensivas de dos días cada uno trabajando tres: o cuatro horas: por la ID2lñana y otrO' tamo por la tarde. O bien talIe.tres sistemáticos, realizados con una frecuencia pautada. Si Jos encuentros se distancian más allá de veinte días se corre el riesgo de interrumpir el pro- ceso de producción. Por eso es importante ins:istiT que el trabajo de taller requiere de un proceso sistemático y progJeSivo. La duración del taller debe contemplar su operatividad~ es decir que apunte a cumplir con las. metas propuestas. Ello quiere decir que así como debe pautarse su inicio y su desarrollo, también debe preverse su cierre. Si los objetivos no se logran en el tiempo previsto, podrán extenderse repm- gramando el cronograma. Ello requiere de criterios: de flexibilidad en el cumplimiento del cronograma. Ya veremos más adelante que es dificil prever el desarrollo del trabajo pues los procesos grupales suelen «desta- paD) problemas no anticipados en su progrnmación y que pueden ofrecer dificultades en el cumplimiento de las etapas posteriores. Si el grupo no ~ogra establecer una comunicación horizontal por ejemplo, deberá despe- Jar los ~u~os problemáticos para que la comunicación no esté obturada y los partiCIpantes puedan escucharse y trabajar con los disensos. páginall Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 Muchas veces los grupos, valorizan estas instancias, y surgen nue- vas necesidades que desplazan los objetivos originales y así el taller se convierte en encuentros sociales que pierden su naturaleza operativa y de J()~ación;Por eso reiteramos que la manera más efectiva de no perder "~1f6stjbjetiy.Óses revisar nuestra intencionalidad y centrar el trabajo en ello, evitando que se nos desplace el interés. Esto tiene que ver con el encua- dre temporal en la medida en que este deslizamiento del sentido de los talleres nos rompe la programación propuesta. En el caso que surjan ne- cesidades no tenidas en cuenta, podrán organizarse otras actividades o talleres para canalizarlas, de 10 contrario, no avanzaremos ni en lo uno ni en lo otro. Es importante establecer con claridad el horario de trabajo de cada t~J1er Onicio-desarrollo-receso-evaluación-ciern~) ya que permite centrar al grupo en el trabajo, discriminar los procesos de esparcimiento de los de producción del conocimiento, efectuar un control colectivo sobre la tarea de reflexión y la marcha de las actividades. b. Encuadre espacial: El espacio fisico actúa como albergue de la producción. Es impor- tante porque condiciona la dinámica grupal. A veces suele ser un obstácu- lo realizar los talleres en la misma escuela donde trabajamos porque el ambiente habitual está saturado y la práctica no es satisfactoria. Nuestra experiencia nos dice que los talleres docentes realizados en locales exter- nos a la escuela «afloja» la tensión y posibilita la participación, el sincera- miento, la escucha y la comunicación entre los talleristas. Cuando el taller se organiza en una escuela para los miembros de su comunidad educativa y es dificil recurrir a otro local, se puede prever el acondicionamiento del espacio fisico de tal manera que sea un facilitador del trabajo. página 23
  • 14. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 ¿Qué aspectos deben tenerse en cuenta para elegir el lugar de traba- jo? La posibilidad de contar con un espacio fisico específico ayuda a crear un ámbito de trabajo propio, un lugar de encuentro que adquiere signi- ficación importante para la conformación del grupo y la continuidad de su proceso. Debe propiciar el centramiento en la tarea evitando elegir luga- res donde haya circulación de gente, ruidos molestos o mobiliario inade- cuado. Otro aspecto relevante es la distribución espacial de los parti- cipantes como condicionante del proceso de comunicación del grupo. El círculo, el mirarse cara a cara, sentados uno al lado del otro crea un campo propicio para la mirada, la escucha, la palabra. Aunq~e parezca poco importante, es necesario disponer el mobiliario antes de empezar el taller, para ganar tiempo y no ver afectado el cronograma de trabajo: la ubicación de los asientos y mesas, disponer del número de sillas suficien- tes. La disposición de los talleristas debe propiciar la comunicación horizontal Ello puede ser facilitado si el grupo se ubica en círculo no destacando ningún lugar en especial. Hemos tenido una rica experiencia en este sentido. En los talleres realizados en escuelas primarias, hay una disposición ya naturalizada en las reuniones docentes convocadas por el personal directivo, que tiende a reproducir la relación simétrica entre do- cente y alumnos. En las aulas destinadas a realizar los talleres, se reitera el lugar del directivo sentado tras el escritorio generalmente ubicado al fren- te del aula y los docentes en filas, ubicados en lugar de los alumnos. Esta disposición promueve la relación jerárquica, y la comunicación vertical. Por el contrario, si los directivos se ubican en el círculo y distribuidos entre los maestros, facilita la horizontalidad y la democratización, al me- nos, espacialmente. Estas condiciones, claro está, deben acompañarse de signos evidentes de democratización en la interacción en el desarrollo mismo de la actividad. página 24 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 3. ¿Cómo organizar el trabajo? Para ir poco a poco, es preciso pensar en los talleres como una metodología de trabajo abierta pero que requiere de pasos concretos, ya que se trata de un proceso progresivo de producción de saberes cuya complejidad tiene que tomarse en cuenta. La libertad que debe reinar en el espacio del taller no debe convertirse en falta de organización e improvisa- ción. Ello obliga a los organizadores a flexibilizar el esquema de trabajo sin perder de vista la operatividad. La metodología de trabajo es nuestro resguardo. Llamamos metodología a la estrategia que nos damos para cumplir con los objetivos que nos proponemos. Ya hemos dicho, que el primer momento es la explicitación de nues- tros objetivos. Luego, revisar cuáles son las condiciones reales de tiempo y espacio que disponemos pero para programar su estrategia (cómo va- mos a lograr lo que nos proponemos) falta aún un componente esencial: los protagonistas. a. ¿Con quiénes? Un aspecto que no debe pasar por alto es tener en cuenta quiénes van a participar en los talleres, porque el protagonismo no surge espon- página 25
  • 15. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 táneamente, hay que convocarlo produciendo las condiciones apro- piadas. ¿Cómo saber cuáles son esas condiciones? El encuadre de tiempo y lugar donde se realizarán las actividades actúan como conteniendo al grupo, dando un marco de cierta seguridad, ya que todo trabajo grupal que se proponga analizar críticamente su práctica cotidiana conmueve y moviliza. Ahora bien, el cronograma de trabajo y un buen lugar de encuentro son necesarios pero no suficientes. Quien o quienes organizan y convocan a los talleristas deben tomar en cuenta a los van a participar. Las activida- des que seleccionaremos, los recursos que utilizaremos para incenti- var la participación, deben ser dispositivos adecuados a la realidad particular de los principales actores. Si son chicos o adolescentes, o si son vecinos del barrio, o médicos y psiquiatras, o maestros. Identificar el capital cultural que posee el grupo, es imprescindible para establecer la metodología de trabajo. Entendemos por capital cultural al conjunto de saberes, ha- bilidades, creencias, expectativas y deseos de los sujetos confi- gurado a través de su experiencia social y personal. El trabajo de taller presupone, entonces, desmenuzar, revisar, entrometerse en la vida cotidiana: qué hacemos, sentimos, pensamos. Y para desatar procesos críticos es preciso emplear dispositivos (recursos) adecuados a esa trama cultural propia del grupo. Por ejemplo: las técnicas dramáticas son dispositivos que ayudan a algunos grupos a expresar corpo- ralmente una determinada situación o problemática. Sin embargo, no pode- mos empezar un taller de capacitación docente planteando como técnica página 26 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 Jllptivadora una dramatización pues no es habitual ni reconocido el lugar de la expresión corporal en el sentido común docente. Más que motivar, .seguramente inhibiría. ~i los talleres, en cambio, se organizan para adoles- centes, deberemos encontrar aquellas actividades que le son gratas y promuevan su interés y participación. Como vemos, la estrategia no es una receta esquemática, sino que debe ser pensada en función de para qué y para quiénes se realizarán los talleres. b. Los pasos a seguir: Si los objetivos son nuestra meta, y la estrategia es nuestro camino, debemos entonces tener un mapa de ruta para realizar nuestro viaje. En !. esto justamente consiste un plan de actividades, una guía de los pasos que debemos seguir para llegar a nuestros objetivos. Antes de seguir, es preciso hacer una advertencia: los talleres, he- mos dicho, tienen por característica ser dinámicos, flexibles. Por lo tanto, cuando planteamos nuestro plan de actividades deberemos hacerlo de tal modo que no nos imponga un esquema rígido, sino que eventualmente podamos rectificar sobre la marcha los pasos que inicialmente pro- gramamos. Es dificil programar la producción de un grupo, sería como deter- minar de antemano los procesos que el grupo desplegará. Es casi imposi- ble determinar el proceso de producción, a menos que direccionemos el taller, imponiendo un sentido previamente fijado. Pero ello significa em- plear métodos impositivos: dirigir, conducir, imponer un proceso. Por el página 27
  • 16. Cuadernos de Capacitación Docente Año 1 - N" 1 contrario, el taller es un proceso, orientado por una metodología que tie- ne por eje la autonomía grupal. Lo que podemos hacer es anticipar probables derroteros, prever algunos momentos que sirvan para potenciar el trabajo, permitiendo orga- nizarlo. El sentido del taller no se impone, sino que se construye con los talleristas para que ·no quede librado a la improvisación. Si el taller pierde su sentido se toma inoperante es decir, pierde su íntencionalidad propositiva y no logra transformar aquello que nos propusimos. Cada taller cuenta con tres momentos específicos: Apertura: con la explicitación del encuadre de trabajo, los objeti- vos y las actividades de la jornada (y de la programación global si es el inicio de un trabajo prolongado) Desarrollo: ( previendo receso si fuera necesario) y en el que se llevan a cabo las actividades programadas. Estas no son fijas ya que, como se trata de una dinámica participativa, es preciso tener ductilidad en la propuesta para que los talleristas no sólo tengan opciones sino que inclu- sive puedan sugerir otras actividades no contempladas en la programación y que contribuyan al logro de los propósitos del taller en su conjunto. De ahí que la continuidad de los talleres tenga por exigencia la evaluación constante de su desarrollo y la participación de los presentes en la formu- lación de las tareas futuras. Cierre: con una evaluación de lajornada y programación de las acti- vidades del próximo encuentro página 28 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 Estos tres pasos son constantes pero varían las actividades confor- me los talleres cumplen con sus momentos metodológicos. Cada taller tiene entonces objetivos específicos, de acuerdo al proceso de produc- ción del grupo, a sus intereses y al desarrollo de la estrategia metodológica que se ha propuesto. c. La coordinación del taller: El trabajo de coordinación incluye la conformación de un equipo formado por el coordinador y el observador. La coordinación es una intervención compleja, que exige una atenclóíiperfuanente. Tiene doble función: *por~un lado,.atender al despliegue temático a través.deJos emergen- ~!!~$que los protagonistas relatan; *X~9:rotfo).~PJoCYs()gtypl,l~ su. relación con el conocimiento y a .¡,i."látrai:IÍá~mtefacciónal que se concreta en ese espacio de trabajo. En relación a la coordinación temática, el coordinador no debe per- der de vista la pertinencia de lo que se ~stá tratando, centrando el debate yta dis.cusiónsinque COarte la participación y los disensos. Centra la tarea cuando se tratan temas colaterales, o se desliza hacia otras temáticas. Toma en cuenta el encuadre para respetar los tiempos pautados por el grupo o modificándolo si es preciso, señala las diferencias de opinión para ayudar a identificar posturas. Aporta elementos teóricos aclarando dudas, o sugí- riendo lecturas. Realiza sintesis cuando ha sido unajornada muy producti- va o el trabajo ha sido disperso. Propone interrogantes cuando la produc- ción se detiene, sugiere aspectos que no se han tenido en cuenta, página 29
  • 17. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1 Al mismo tiempo, el coordinador debe tomar en cuenta los aspectos interaccionales del grupo, desplegando las contradicciones (haciéndolas visibles, o señalándolas), las diferencias de opinión que se endurecen dilematizando e impidiendo el diálogo. El coordinador debe garantizar la democratización del diálogo incentivando la intervención de cada uno de los participantes para evitar que se monopolice la palabra o que ~lgu~?s miembros se mantengan'silenciosos. Es importante que la coordmaclOn no tome partido en las discusiones para no inducir la toma de decisio~es, aunque puede aportar elementos que lo facilite cuando no se logra ~~bar a conclusiones. Un error común es acelerar al grupo para la resoluclOn de los temas. Y es un error porque a veces la ansiedad por encontrar solucio- nes tropieza con la necesidad del grupo de avanzar en un ~roceso que tiene ritmo propio. esto es lo que llamamos respetar los tIempos del grupo. La coordinación grupal se cumple entonces comprendiendo el mo- vimiento del grupo, favoreciendo la operatividad, señalando los obstácu- los y resaltando aspectos resistenciales que obstaculizan el proceso grupal y, por sobre todas las cosas, apuntalando la ~xpresión d: la autonomía, sugiriendo el aporte de las experiencias práctIcas y valonzando el saber acumulado. Este equipo también se constituye con un observador que regi~t~a el acontecer del grupo. Colabora en la planificación de los taller~s: partICI- pando en la formulación del encuadre de trabajo, en la elaboracI~n de los materiales y recursos auxiliares. En los talleres elabora un regIstro en donde asienta por escrito 10 que sucede en el taller: lo que se hace, lo q~e se dice 10 que se resuelve. Este registro es importante porque permIte sistem~tizar el proceso de producción del grupo permitie~do recupe~~ lo más significativo e identificar lo principal de lo secundano en relacIon a los propósitos que orientan al taller. página 30 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 _N°, 1 Tanto el coordinador como el observador pueden ser miembros del grupo, elegidos por sus participantes o bien personas externas que actúen como co-operadores de la producción grupal. Muchas veces, apelar a coordinadores externos ayuda a que la coordinación realice una lectura desinteresada de los acontecimientos cotidianos colaborando con los pro- cesos de objetivación de la práctica, aportando aspectos no tenidos en cuenta por el grupo porque lo cotidiano muchas veces resulta obvio o natural. Aspectos éstos, ya veremos, que son esenciales para la compren- sión de la realidad escolar y su posibilidad de transformación. página 31
  • 18. Cuadernos de Capacitación Docente - Afio 1 - N° 1 N LOS MOMENTOS CLAVES DEL TALLER Los momentos metodológicos del taller son: a. Descripción de la vida cotidiana escolar b. Tematización y problematización c. Conceptualización e interpretación. d. Proyecto, implementación, evaluación. página 32 Cuadernos de Capacitación Docente Año 1 - N° 1 A. La descripción de la vida cotidiana escolar: Partimos de un supuesto: no es posible modificar lo que ino se conoce. De ahí la importancia de convertir 10 habitual en objeto de,~ono­ cimiento. Lo que sabemos de nuestra realidad diaria es parc~al, incomple- to, y está sesgado por nuestras impresiones personales. Así,r.i ues, el taller permite convertir lo rutinario o lo que hacemos todos los día en objeto de nuestra indagación. Describir la vida cotidiana escolar es objetivar nuestra práctica. El primer momento del taller es la fase des- criptiva. ¿Qué significa esto? Significa que el grupo se dispone a analizar detalladamente lo que pasa a diario, los acontecimientos y situaciónes que se suceden habitualmente. Aunque parezca obvio, es notable cómo tende- mos a naturalizar nuestras acciones y el sentido que otorgamos a las cosas que hacemos, a tal punto, que son obvias y a la vez desconocidas. ¿Cómo se realiza? Pensemos un momento qué significa hacer un análisis crítico: en primer lugar, analizar significa descomponer, desarro- llar y desplegar todos los elementos que integran una situación, hecho o problema (por ejemplo: cómo sucedió, quiénes participaron, en qué mo- mento, qué se dijo, qué versiones hay sobre lo que pasó, cuáles fueron las consecuencias, el malestar que produjo o la gratificación obtenida, etc). En segundo lugar, es un análisis crítico, o sea que implica cuestionar y cuestionarse respecto de los acontecimientos, rememorar en detalle cada uno de los aspectos de nuestro protagonismo (qué fue lo que me alteró, cómo reaccioné, qué dije, cómo lo expresé, cómo afectó a los otros, qué me afectó más, etc) El análisis crítico no es evaluativo, no tiene por intención bus- página 33
  • 19. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 car culpables, ni calificar a los actores. Por el contrario, significa rom- per con los prejuicios, con las impresiones subjetivas irracionales, hacer- las explícitas, objetivarlas, entre todos, intentando armar un mapa de la realidad en el que estén contenidos los aportes de cada uno de los miem- bros del grupo. De modo que la descripción se construye colectivamente con el apor- te de los participantes en el taller, poniendo cada uno, y con la ayuda de todos, lo que vive, siente, hace y piensa en su práctica escolar diaria, inte- rrogando su propia experiencia: ¿qué hago?, ¿cuándo? ¿cómo? ¿?on quién? e interrogando nuestras vivencias: ¿a qué temo? ¿cuáles han SIdo los lo- gros? ¿qué me disgusta? ¿qué piensan de mí? ¿cómo me relaciono con los otros? La descripción se realiza a través de técnicas e instrumentos que permiten reconocer la realidad que queremos estudiar. La observación es la principal técnica que se utiliza en esta fase. Observar es examinar detenidamente, es reparar, advertir, mirar con atención, contemplar detalladamente lo que sucede. Por supuesto, resulta más fácil observar a los demás que a uno mis- mo. Sin embargo, las posibilidades de transformar aspectos de nuestra práctica va de la mano de nuestra actitud critica hacia lo que hacemos. La observación puede ser externa, como cuando alguien ajeno a la institución observa sin estar involucrado directamente en la situación ob- servada. En nuestro caso, estamos hablando de observación participan- página 34 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 te porque proponemos observar el mismo lugar donde trabajamos. Es decir, participamos en el proceso que intentamos observar. La observación funda entonces la descripción, le brinda los ele- mentos, la información necesaria para reconstruir los hechos cotidia- nos. Empezamos relatando 10 que nos sucede. Los hechos, situaciones, episodios vistos y/o vividos por los participantes. Narramos los hechos rutinarios, 10 las preguntas claves: qué pasó, cuándo, quiénes intervinie- ron, en qué lugar, qué otros elementos intervienen, cómo sucedió, etc. Se sorprenderán la cantidad de información que poseen gracias a la delibera- da observación prestada a los hechos. Este ejercicio permite valorar, jerarquizar el análisis critico como recurso imprescindible para compren- der qué pasa en nuestra vida cotidiana escolar. Es el primer paso para resolver positivamente las prácticas escolares que nos afligen. La narrativa docente permite identificar los principales emer- gentes, es decir, aquellos aspectos de la realidad que son signi- ficativos para los sujetos Los relatos o la narrativa que se va construyendo permite ir desplegando los acontecimientos, acumulando situaciones y hechos que en forma desordenada desarrolla el grupo a medida que se interna en la reconstrucción de la vida cotidiana. Conocemos la dificultad que tenemos los maestros para asentar por escrito 10 que sabemos y observamos. Este obstáculo tan común nos resta capacidad de reflexión, nos traba la posibi- lidad de objetivar nuestra práctica y por ende, la capacidad de operar sobre nuestra propia realidad laboral. Así que recomendamos página 35
  • 20. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N' 1 ii AGARRAR EL LAPIZ YTOMAR NOTA JI Como en algún momento dijimos, el grupo se ha planteado un obje- tivo de trabajo, de modo que la descripción de lo cotidiano apunta a iden- tificar los emergentes principales vinculados al objeto que el grupo se ha propuesto entender y modificar. La descripción permitirá ir recortando, identificando el o los problemas que se intentan resolver. Si 10 vamos haciendo por escrito, evitamos volver sobre asuntos ya trabajados, com- pletar el análisis con nuevos elementos y ayudar a nuestra memoria, que en el fragor de la lucha diaria va perdiendo los detalles. Cuando hemos relatado con suficiente detalle, llega el momento de ordenar la cantidad de información que disponemos y que se presenta como una masa caótica, desordenada y con cierta incoherencia. Los emer- gentes (aquello que se muestra, lo que aparece), es en realidad sólo una parte, un segmento, sólo lo que «emerge» de la realidad cotidiana. Si nos ponemos a pensar, es prácticamente imposible relatar con precisión la to- talidad de las prácticas cotidianas. De ahí que debe hacerse un esfuerzo para orientar esa descripción hacia los aspectos de la realidad que nos interesa en particular. Pero, al mismo tiempo, no recortar tanto la realidad cotidiana que nos queda fragmentada. Los hechos tienen que ver con la institución total de modo que no escatimemos detalles. B. Tematización y problematización: página 36 Cuadernos dc Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 El paso siguiente, pues, es intentar ordenar, dar sentido a la infor- mación disponible. Si volvemos sobre 10 que se ha narrado nos encontra- mos con una serie de emergentes que conforman una trama de lo que pasa en la escuela. Veamos cómo superamos este momento metodológico y nos centramos en las temáticas más importantes para el grupo. Este es un momento que crea confusión por la disparidad de elementos, por la multiplicidad de cuestiones, por las diferencias de opiniones que hay res- pecto de esos hechos. La vida diaria es muy variada a la vez que rutinaria así es que pode- mos pasamos mucho tiempo relatando 10 que pasa, pudiendo llegar a ser repetitivos y sin que podamos llegar a ninguna conclusión y, peor aún, sin poder resolver nada. Como muchos dicen «quedarnos en el bla bla bla». llega el momento de revisar los emergentes que han surgi- do y proceder a seleccionar aquellos que se consideren más significativos y relevantes para el grupo. Este es el momento denominado tematización. La tematización como momento metodológico requiere de la utili- zación de ciertas técnicas que permita que la selección de los emergentes más relevantes no esté teñida por nuestros propios sentimientos, por nuestra subjetividad. Es un momento que permite centrar nuestra mirada sobre los acontecimientos con el objeto de precisar cuáles son los aspectos del o los problemas realmente relevantes. Para identificar cuáles de los emer- gentes se corresponden a los objetivos del grupo, se emplean tres crite- rios de selección: página 37
  • 21. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 1. El criterio de reiteración o frecuencia en la que aparecen los emergentes. La cantidad de veces que se menciona en los relatos y des- cripciones. A éstos se los denomina emergentes reiterados, y por sí solos no significan que sean los más importantes sino los que aparecen más cantidad de veces en los relatos. Son los emergentes más «visibles». 2. El criterio de. significación: un emergente significa- tivo es aquel que impacta a los docentes, algún hecho o situación que produce una conmoción, una influencia notable en la vida cotidiana. Pue- de ser expresión de un momento en todo el proceso de taller que luego no se reitera, pero que adquiere un sentido relevante que debe ser considera- do como elemento importante para la selección de las temáticas porque generalmente lo que conmueve tiene que ver con aspectos implícitamente importantes de la tarea escolar. 3. El criterio de estrategia: lo estratégico es definido por el diccio- nario como el arte de dirigir una operación. En nuestro caso se trata de tener presente cuál es nuestra intencionalidad en los talleres, cuáles son nuestros objetivos y colocarlos como criterio para seleccionar las temáti- cas. Tiene que ver con la direccionalidad de lo que estamos haciendo, con la intencionalidad del grupo. . En este sentido, es oportuno recordar que los talleres son un espa- ~1O de reflexión para la modificación de la realidad que nos afecta al con- Junto del grupo. Entonces, el criterio estratégico privilegia aquellos a.spec!os ~e la realidad cotidiana que aún sin ser reiterados o ser expre- slon slgmficativa de los sujetos, son claves para potenciar cambios en I ,. . a practica docente. Un ejemplo: nuestra tarea pedagógica nos embarga, nos d . . ~arga e Impotencia cuando no podemos resolver problemas de apren- dIzaJe :n los niños. A veces, una frase dicha por un niño, un gesto de un campanero o una ob ., . servaclOn casual puede transformarse en un recurso valioso paraencontraru .st . . , na PI a posItivamentetransformadora. Aun cuando página 38 Cuadernos dc Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 esta información no sea reiterada o no parezca significativa pata el con- junto. ¿Cómo se efectúa técnicamente la tematización? Es sencillo: del listado completo de emergentes que tenemos como resultado de nues- tro trabajo descriptivo, tenemos que aplicar estos tres criterios, intentan- do identificar los emergentes que aparezcan con mayor reiteración, los que posean mayor significación para el grupo y los que sean más estraté- gicos, a veces estos criterios se conjugan en unos pocos emergentes, a veces, aparecen más cantidad. Este ordenamiento nos obliga a clasificar la información (no se trata de analizar entonces sino de ordenar y priorizar) Lo cierto es que para ser objetivos en la selección, debemos ir dis- cutiendo cuidadosamente qué implicancia tiene cada emergente para la totalidad del grupo. Por eso es conveniente ver primero cuáles son los que aparecen con mayorfrecuencia, luego cuáles fueron los de mayor resonan- cia para el grupo y por último, someter esos emergentes al criterio de estrategia, para ver si el o los seleccionados son consensuados en el gru- po. Podemos poner el ejemplo de la campana rota. Un día se rompe la campana de la escuela, a partir de ese día se reitera el problema de cómo convocar a los chicos al recreo. La situación impacta, no sólo en los maes- tros sino en los chicos y en los ordenanzas que son los encargados de fijar la hora de recreo y la del aula. Pero, ¿es realmente significativo para el trabajo escolar? ¿Afecta la tarea docente, la práctica docente, el vínculo con los alumnos, el aprendizaje, los objetivos que nos hemos propuesto en nuestro trabajo? ASÍ, entonces, no resulta ser un emergente estratégi- co para pensar nuestra práctica docente. La tematización no es sl'lo la anlicación de criterios técnicos: supone un trabajo colectivo dt !matización de la realidad que hasta ahora hemos relatado. página 39
  • 22. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 Problematizar quiere decir convertir cada tema en un pro- blema, es cuestionar, es interrogar lo que está pasando y dimensionar sus consecuencias, cómo me afecta, cómo afecta a todos, de qué manera, cuándo, dónde, etc. A partir de la tematización, nuestro objeto comienza a tener límites más precisos, más acotados (como cuando enfocamos el lente de una cá- mara fotográfica: el paisaje, de difuso y vago, se vuelve más claro y nítido, también con contornos más precisos). Un aspecto central de la problematización es impedir que los obstá- culos y dificultades de nuestra práctica inunde nuestro trabajo reflexivo. Es tan importante observar y reconocer los aspectos negativos de nues- tras condiciones de trabajo como recuperar y valorizar las experiencias gratificantes. Los docentes, con frecuencia, experimentan situaciones producti- vas, creativas, gratificantes. En las prácticas cotidianas no todo es rutina, sinsabores o disgustos. Sin desconocer las condiciones desfavorables que poseen las instituciones escolares, es preciso no perder de vista la producción de prácticas alternativas que los docentes recrean permanentemente en la búsqueda de salidas. El trabajo de taller debe entonces contemplar siempre las instancias de recuperación de estas experiencias prácticas, porque ellas son seg~ramente el potencial más rico para producir cambios en forma delIberada y conciente. y decimos esto no porque estas experiencias carezcan de intencionalidad sino porque suelen ser dispersas, solitarias, poco valoradas institucionalmente. A tal punto son ignoradas, que a veces página 40 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 son autocensuradas por los docentes. Problematizar es también recuperar la capacidad produc- tiva del docente, valorando las experiencias prácticas, planteán- dose cómo, cuándo, con quiénes, qué recursos, sus resultados, logros y dificultades. Parte del trabajo de taller es entonces problematizar las experien- cias gratificantes potenciando los hallazgos, compartiendo los logros, intercambiando información e imprimiendo una corriente de optimismo respecto de la capacidad el grupo por lograr resolver los problemas. C. Conceptualización e interpretación: La descripción de la vida cotidiana escolar no se termina ahí (por- que la vida de la escuela no se termina, es un proceso tan rico como varia- do) por eso la tematización no es un momento cerrado, sino que debemos ser flexibles y no descartar las cosas que suceden en la escuela diariamen- te. El momento que sigue a la tematización se denomina concep- tualización e interpretación e implica un proceso de profundización en el proceso de conocimiento iniciado en la descripción y en la identifica- ción del tema-problema particular. Ahora se trata de intentar explicar, interpretar el fenómeno, de trascender el nivel de problematización (de cuestionarse acerca de cómo aparece para nosotros el tema) y de dar un contenido teórico a los términos que estamos usando para definir el tema. Las palabras tienen varios significados: el diccionario, el uso habitual o el página 41
  • 23. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 concepto teórico son tres formas de definirlas Conceptuallzar es convertir un término en un concepto teóri- co. Es transponer un momento descriptivo, apegado a lo empíri- co e internarse en un nivel de mayor abstracción y generaliza- ción Este momento metodológico es clave para trascender 10 empírico, 10 particular, 10 específico del problema tal como se expresa en nuestro inmediatez cotidiana. " ~onceptualizar es tratar con procesos de generalización y de inter- A pretación~!,~órica. ¿Qué queremos decir con esto? Queremos aludir a la . ""~~~currir a la acumulación social del conocimiento científico. . Nosotros como docentes, podemos conceptualizar nuestra manera de en- tender el fenómeno, intentando darle un sentido más generalizado y abstrac- to. Sin embargo, no debemos desconocer que podemos recurrir al cO,nocimiento elaborado y acumulado socialmente. Para ello es preciso consultar bibliografia especializada y/o a especialistas que nos den una mano en ubicar la fuente pertinente a 10 que estamos investigando. Los diccionarios nos dan una definición consensuada por la Academia de Le- tras pero los términos tienen significados ideológicos diversos que allí no son contemplados. Dependen de la interpretación que se haga de ellos. Es cierto que nuestra formación no nos ha prindado las nerramien- tas teóricas necesarias para comprender algúnas categorías teóricas com- plejas. Pero también es cierto que los ~~c~~~J!-!!~,,~~~,~J!,~tt!g,cP..!Ü!.fipal aliado en la comprensión de la realidad escolar. Recordemos 10 que pra~te:fIifu";Tp~inciplo:=e's"pr'eé[s~"t~oñocerTos'que queremos transformar. página 42 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 y este conocimiento no puede quedar apegado a nuestro modo natural de entender las cosas, es preciso apelar a la teoría Si nos resulta dificil acce- der a las categorías apropiadas al problema que nos ocupa, tenemos la posibilidad de consultar a especialistas, a bibliografia específica. No abundaremos en detalles sobre el tema: tanto si consultamos con expertos que saben más que nosotros sobre el tema porque 10 han investigado, como si nos atrevemos a consultar bibliografia accesible, 10 cierto es que la interpretación teórica no es inmediata y transparente. articulación entre los conceptos teóricos y nuestra realidad inmediata obliga a retomar permanentemente a nuestro conocimiento prácti eso, apelar a la teoría no quiere decir negar nuestros sabe completarlos, afirmarlos o en todo caso'rectificarlos si es que no guiado por argumentos poco fundados, equivocados o prejuicioso . La interpretación teórica entonces nos obliga a retomar a nuestra práctica cotidiana para efectuar un análisis aho- ra más completo, más profundo porque podemos acceder a aspectos de los fenómenos que no habíamos advertido en nuestras observaciones. Y nos permite comprender porqué pasan así las cosas y no de otra manera. La interpretación es justamente el proceso por el cual da- mos sentido teórico al problema que nos ocupa. Un aspecto muy importante en esta etapa del trabajo es tener en cuenta el carácter ideológico de los temas educativos. ¿Qué queremos decir con esto? Nos referimos a que los fenómenos sociales y con mayor razón los educativos, tienen un contenido político. No nos referimos a 10 página 43
  • 24. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 político partidario sino a la relación que existe entre el poder del estado y los intereses de las clases dominantes en orientar la forma de analizar los problemas. El conocimiento es una herramienta de transformación muy impor- tante. Es cierto, entonces, que se utiliza la escuela para imponer determi- nadas formas de analizar -la realidad. La actitud acrítica de los docentes ante los contenidos del currículum es una de las formas más comunes de neutralizar la capacidad crítica para analizar los problemas sociales. La escas!:!- importancia que se le ha brindado a la capacitación docente en la metodología de la enseñanza o en la producción de conocimientos en el aula, son formas ideológicas de manteneruna actitud pasiva ante el conoci- miento y por lo tanto una manera de conservar en los alumnos lá pasividad y acriticidad de lo que se aprende. El pensamiento crítico es tal vez el principal componente de la de- mocratización de la escuela. Provoquemos entonces la democratización en la capacitación docente desnudando el carácter ideológico de los pro- blemas para construir una nueva identidad profesional. D. Proyecto, implementación y evaluación: Este es el momento de mayor operatividad ya que se trata de tras- cender el proceso de conocimiento y problematización y de poner manos a la obra. Es el momento más importante del taller en términos de nuestra intencionalidad propositiva, es decir, de nuestra intención de modificar las condiciones de producción de nuestra práctica cotidiana. Muchas veces, nuestra ansiedad por modificar la situación o el pro- blema que nos produce malestar nos hace apresurar los pasos del taller, o página 44 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 • detenemos en algunos de sus momentos. Sucede con frecuencia. Es co- mún quedarse en la mera descripción pasando horas contando nuestras experiencias, sintiéndonos reconfortados porque nos sentimos escucha- dos, y encontramos a otros que también necesitan compartir sus experien- cias. Sinembargo, queda desplazada la intención original de operar deli- beradamente en la situación y nos quedamos en la catarsis: nos desahoga- mos, contamos nuestras crisis y luego retornamos, más tranquilos, pero a seguir con nuestra rutina. Es frecuente también encontrar compañeros docentes que, preocu- pados por formarse, hacen esfuerzos por leer e informarse. La bibliografia que hay en el mercado es tan vasta y a veces complicada que nos hace sentir ignorantes y torpes, nos sentimos impotentes ante tanta comple- jidad, que abandonamos las lecturas y retomamos a la rutina agravada ahora con la sensación de que la comprensión teórica es inalcanzable. Por eso, no perder de vista nuestros objetivos, es el principal recurso para facilitar cambios en nuestras prácticas. Compartiendo las dificultades y logros, concentrando nuestro esfuerzo cooperativo en problemas acotados, prioritarios, podemos centrar nuestra atención en los objetivos específicos que nos llevaron a organizar el taller. Pero ello también supone que no saltemos etapas. El voluntarismo es mal consejero si nos anima el propósito de cam- bio, porque generalmente va de la mano de la improvisación. En el apuro por querer cambiar las cosas, no somos suficientemente reflexivos, no ponemos cuidado en comprender qué nos está pasando, ni incorporamos aportes teóricos valiosos que permitan explicar los problemas. El costo final de las experiencias voluntaristas es altamente desgastante porque por 10 general buscamos soluciones mágicas, o coyunturales, superficiales y suelentener resultados poco satisfactorios, que nos dejanno sólo impoten- tes, sino desconfiados de las posibilidades de operar cambios. página 45
  • 25. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 Es muy dificil dar recomendaciones acerca de cómo formular las propuestas, implementarlas y evaluarlas, porque dependen de los propó- sitos, de las condiciones institucionales, del grupo que las pretenda for- mular y del carácter del cambio que quiere imprimir. Aún así podemos hacer algunas observaciones útiles para facilitar la toma de decisio- nes. La propuesta debe formularse en correspondencia a los objetivos que se propuso el taller. Qué queremos lograr es la primer definición. Pretender abordar en estas instancias colectivas el cambio institucional es condenar al proyecto a su fracaso. Debemos tener presen- te que no tenemos práctica en la formulación de proyectos colectivos que no estén impuestos institucionalmente. El plan de actividades, como todo proyecto, deberá contemplar no sólo los objetivos, sino también quiénes van a participar, qué activida- des se van a desarrollar, en qué plazos y con qué recursos. El taller se convierte entonces en una instancia de seguimiento crítico de la práctica propuesta: su reflexión rondará acerca de los lo- gros y dificultades que se presentan en su desarrollo, de modo que la propuesta no se abandone, se sostenga colectivameite aún cuando no todos los talleristas participen de la experiencia. Un errbr común es creer que una vez que se ha formulado un proyecto, el taller ya cumplió sus objetivos. Es tal vez su principal logro: sostener las propuestas, hacerlas posible, acompañando el esfuerzo, ayudando a resolver los obstáculos, observando que no se convierta en rutina. página 46 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - ~ 1 El carácter operativo de los talleres no obliga a sus participantes a intervenir en todas las propuestas que se formulen. Si el taller se consti- tuye con docentes de diversas escuelas, la propuesta puede implementarse con variaciones que enriquecen la socialización de su implementación. Si el taller se constituye con miembros de la misma comunidad escolar, los equipos docentes pueden formular propuestas conjuntas para la institu- ción o bien proyectos más acotados cuya articulación tendrán que pensar para que puedan enriquecer al colectivo y las experiencias no queden frag- mentadas. La evaluación constante de la marcha de los proyectos es por supuesto la manera más segura de garantizar su continuidad. página 47
  • 26. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 V EVALUANDO TALLERES: Es relevante revisar nuestra concepción de la evaluación. Tenemos que reconocer que nuestro sistema educativo ha generalizado un criterio de calificación del producto: se evalúa el resultado de cualquier actividad. Esta manera en realidad descalifica porque no admite la evaluación como un proceso que complementa el aprendizaje. Entendemos la evaluación como parte del proceso de pro- ducción de saberes La flexibilidad del esquema metodológico al que hemos aludido rei- teradamente obliga a estar atentos al desarrollo de la propuesta de trabajo del Taller. De ahí que no podemos concebir la evaluación sino como formando parte del proceso de construcción de conocimientos y como principal componente para direccionar la implementación de proyectos de acción. Teniendo en cuenta estas consideraciones podemos sin embargo, precisar diversas instancias evaluativas que acompañan el trabajo a lo lar- go de su implementación: 1. La evaluación de cada encuentro. Al cierre de cada taller, es preciso preguntarse qué objetivos específicos se lograron, cuáles fueron página 48 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 las dificultades y obstáculos y qué propuestas podemos hacer colectiva- mente para mejorar nuestro trabajo en el próximo encuentro. 2. La evaluación de la estrategia metodológica: ello permite efec- tuar un control colectivo sobre la marcha general de los talleres: si se han cumplido las expectativas, si hemos avanzado en la comprensión de las temáticas, si la descripción realizada es completa, exhaustiva, o si aún merece ser completada, si el tema elegido es pertinente es decir, si se corresponde con el problema que nos preocupa, si el grupo participa acti- vamente y ha podido construir un espacio democrático, si hemos logrado apropiarnos de categorías teóricas claves y nuestra comprensión de los hechos cotidianos se ha alimentado de nuevas formas de interpretarlo, en fin, si el taller ha logrado sus objetivos. 3. La evaluación de los proyectos que se hayan en acción revisan- do la propuesta y los avances realizados. Redireccionando sus aspectos menos positivos o dificultades no previstas. Se trata de acompañar críticamente a quienes se atreven a ensayar nuevas prácticas. 4. La evaluación final de los talleres llega con el cierre de la acti- vidad. La culminación de lo programado permitirá sentirse satisfecho de la tarea cumplida y podremos encarar con renovado impulso nuevas pro- puestas de trabajo. La evaluación no debe ser desvastadora. Siempre en- contraremos errores porque es inevitable y toda acción humana es perfec- tible. Sin embargo, debemos tener presente que nuestra mirada calificado- ra suele tendemos una trampa: nuestro DEBER SER es tan gigantesco y poderoso que muchas veces no podemos valorar los logros, los aprendi- zajes realizados, la capacidad creativa puesta a prueba y nuestra expe- riencia acumulada. Tengamos en cuenta que lo ideológico opera a través del sentido común: formas naturalizadas (acríticas) de pensar y actuar. página 49
  • 27. Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N" 1 Así que insistimos en recomendarles: revaloricemos nuestros saberes críticamente. Sin conformismos, con prepotencia de trabajo por- que La educación no es un punto de llegada, es en realidad un punto de partida que los maestros merecemos recuperar para convertir nuestra práctica profesional en un proceso creativo y gratifiCante. página 50 Cuadernos de Capacitación Docente - Año 1 - N° 1 BffiLIOGRAFIA CONSULTADA: Hevia, Ricardo y otros: «Talleres de educación democrática». PUE. Santiago de Chile. 1990. Achilli, E.; Ageno, R y Ossana E.: «La significación en la escuela de las propuestas estatales de participación y democratización. Investigación en talleres de educadores y estudio antropológico de la escuela», CRICSO, Rosario, 1988. Rodrigo Vera, G.: Marco global de los talleres de educación democrática», Cuadernos N° 3 PUE, Chile, 1988. Batallan, G.; Saleme, M.; García F.: «Taller de educadores: el mundo del niño y el aprendizaje escolar. Su incidencia en la reformulación del rol docente», FLACSO, 1986. Passel, S.: «Aula Taller», Aique, 1994. González Cuberes, Ma. T.: «Dicho y hecho. Atreverse con el taller y el grupo de reflexión», Aique, 1994. Landreani, Nélida: «Integración Escuela - Comunidad». Informe Final, Facultad de Ciencias de la Educación, UNER, 1995. página 51