El documento discute por qué las mujeres no estudian desarrollo de software, atribuyéndolo a la falta de referentes tecnológicos femeninos, problemas estructurales y roles de género. También describe la desigualdad de género en eventos tecnológicos y propone soluciones como hacer autocrítica, discriminación positiva, investigación y crear espacios seguros para las mujeres. Presenta algunos ejemplos históricos de pioneras en tecnología como referentes para las mujeres.