Este resumen describe una historia de dos hermanas, Vida y Muerte, que viven juntas en Galicia. Ambas asisten a bailes locales donde conocen pretendientes. Una noche, escuchan la música triste de un naufragio proveniente del mar. Al día siguiente, un pescador encuentra un acordeón intacto entre los restos. Vida se enamora del acordeonista y decide irse con él, rompiendo su promesa con su hermana Muerte de nunca separarse. Desde entonces, Muerte va por los caminos buscando
2. Esto no es un cuento", comenzó El Pintor, sino un sucedido. Y sucedió
en Galicia, en un lugar llamado Mandouro. Allí vivían dos hermanas,
solas, en una casa que daba al mar. Una hermana se llamaba Vida y la
otra Muerte. Eran dos mozas guapas, muy alegres, y se llevaban muy
bien.
3. Como tenían muchos pretendientes, hicieron un juramento: podían tener
aventuras con hombres, pero no se separarían nunca. Y así lo cumplían. Los
días de fiesta iban juntas al baile a un lugar que se llamaba Donaire, adonde iban
todos los mozos de la comarca.
4. Para llegar allí tenían que pasar por una marisma con mucho lodazal, así que las
hermanas iban con los zuecos puestos y llevaban en la mano los zapatos de
bailar para no mancharlos por el camino. Los de Vida eran negros, y los de Muerte
blancos, porque, aunque no lo creáis, la muerte calza zapatos blancos.
5. Pues bien, una noche de invierno crudísimo hubo un naufragio, porque este, como
sabéis, es un país de mucho naufragio. El barco hundido se llamaba Palermo, e iba
cargado de acordeones. La tempestad hundió el barco y arrastró el cargamento.
6. . El mar se llenó de acordeones y los hizo sonar al mecerlos en el oleaje. Aquellas
melodías llegaron hasta la costa empujadas por el viento, y las dos hermanas las
escucharon desde su casa. Eran melodías tristes, la música de un naufragio.
7. Por la mañana, los acordeones yacían en la playa del lugar, todos
destrozados. Todos menos uno, que encontró un joven pescador. Le pareció
que había tenido mucha suerte y decidió aprender a tocarlo. Tocaba tan bien
como el mismo océano. La hermana Vida vio al muchacho tocando en uno de
los bailes y se enamoró de él.
8. Se enamoró tanto que pensó que aquel amor por el acordeonista valía más que la
promesa que le había hecho a su hermana, así que Vida y el acordeonista huyeron
juntos. Muerte se quedó sola, y nunca se lo perdonó a su hermana.
9. Por eso ahora Muerte va y viene por los caminos, sobre todo los días de frío. Lleva
puestos sus zapatos blancos, porque ya digo que la Muerte calza de blanco, y se
para en las casas donde encuentra zuecos en la entrada y llama a la puerta para
preguntar: ¿sabe usted algo de un mozo acordeonista y de la puta de la Vida? Y a
quien pregunta, si no sabe nada, se lo lleva por delante.
10. Esta historia me la contaron en una taberna. Hay tabernas que son
universidades".
Manuel
11. Esta es una novela plagada de detalles
excelentes, cuentos que aúnan lo real
con lo mágico -me niego a calificarlo
de realismo mágico- de esa forma que
parece tan apropiada para el norte de
España. Rivas es un narrador
espléndido, con un dominio absoluto
de la palabra -al menos así aparece en
la traducción del gallego al español
de El lápiz del carpintero- con una
inteligencia enorme para contar
anécdotas, fábulas y cuentos a la
manera de un tapiz. Escenas
memorables son la comida que el
doctor Da Barca ofrece en la prisión a
una de los prisioneros o el final de la
historia del viejo contrabandista de
provincias convertido en cacique local
con aspiraciones a la respetabilidad:
"el poder, hija, el poder"