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El segundo viaje de Pablo

  1. Salto a Grecia El viaje de Pablo, Silas y Timoteo
  2. Llegó a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de una judía creyente, pero de padre griego. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso que fuera con él y, puesto que todos sabían que su padre era griego, por consideración a los judíos de la región, lo tomó y lo hizo circuncidar. Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Hechos 16, 1-4
  3. Timoteo Pablo y Silas pasan por las comunidades de Asia Menor comunicándoles la decisión tomada en Jerusalén sobre las prescripciones de la Ley. En Listra fichan al joven Timoteo, hijo de gentil y judía. ¿Por qué Pablo lo hace circuncidar? No estaba obligado a hacerlo. ¿Lo hace por agradar a los judíos que todavía no se han convertido a la fe en Jesús?
  4. Atravesaron Frigia y la región de Galacia, al haberles impedido el Espíritu Santo anunciar la palabra en Asia. Al llegar cerca de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió... Aquella noche, Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio, de pie, que le rogaba: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Hechos 16, 6-10
  5. El freno del Espíritu Solemos pensar en el Espíritu como un viento que empuja. Pero, en ocasiones, el Espíritu frena el paso para impedir un desvío. Pablo descubre que el Espíritu de Jesús le impide seguir predicando en Asia. En sueños, lo llama a dar el salto a Grecia, a tierra de los gentiles. Ya no debe demorarse más.
  6. Compañeros de Viaje En este segundo viaje por Asia, Pablo lleva a Silas, profeta de Jerusalén, y por el camino se les ha unido Timoteo, de Listra. En algún lugar también se encuentran con Lucas (a partir de Hechos 16, 10, en el relato aparece el «nosotros»). La evangelización es una tarea de equipo, de comunidad.
  7. Travesía hacia Macedonia Cruzan el Bósforo y saltan a tierras helenas. Pablo y sus compañeros toman la Via Egnatia, una calzada romana que cruza Macedonia y llega hasta las costas albanas, donde enlaza con la vía marítima hacia Roma. Ese es su destino.
  8. La Vía Egnatia en el siglo I Troade a ROMA
  9. Macedonia Se adentran en territorio gentil. En Asia, el Espíritu les ha mostrado que muchos judíos rechazan a Jesús, pero los gentiles se convierten y abrazan el evangelio. El reto ahora es alejarse del territorio judío y lanzarse a predicar a los gentiles que no conocen ni siquiera la fe de Israel.
  10. FILIPOS
  11. Mujeres en oración Segunda capital de Macedonia, Filipos es una ciudad comercial y próspera donde no hay sinagoga. Pablo, Silas y Timoteo van a un lugar de oración, al aire libre, donde se reúnen unas mujeres devotas, quizás prosélitas o simpatizantes del judaísmo. Hechos 16, 11-13.
  12. Restos de la antigua ciudad de Filipos
  13. Lidia, la empresaria Lidia escucha a Pablo y abre su corazón a sus enseñanzas. Es una mujer emprendedora, comerciante de púrpura, procedente de Asia Menor. Convencida, se hace bautizar, ella y toda su casa. Ofrece alojamiento a Pablo y a los suyos, «obligándolos» a estar en su hogar. Hechos 16, 14-15.
  14. La esclava liberada Una joven poseída por un espíritu es explotada por sus amos para sacar dinero con sus dotes adivinatorias. La muchacha se pone a gritar cada vez que ve pasar a Pablo y sus compañeros: «¡Estos hombres son siervos del Dios altísimo y nos traen la salvación!» Pablo, indignado, manda salir al demonio y la libera de la posesión. Hechos 16, 16-18
  15. Persecución y cárcel Los amos de la joven liberada, que pierden su fuente de ingresos, se enfurecen contra Pablo y lo denuncian a las autoridades de la ciudad por causar desorden público. Los magistrados ordenan apresar a Pablo y a Silas: los apalizan y los meten en la cárcel. Hechos 16, 19-24
  16. Terremoto y liberación De noche, en la celda, Pablo y Silas cantan himnos... Un terremoto sacude la tierra y las cadenas y los cerrojos saltan. ¡Están libres! El carcelero, desesperado y temiendo que todos los presos huyan, quiere suicidarse. Pablo lo detiene. Hechos 16, 25-28
  17. ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer para salvarme? El carcelero quiere huir no sólo de la muerte, sino de una vida sin esperanza ni propósito. Después de asegurar a los otros presos, busca a Pablo y a Silas y les pide ayuda. Los prisioneros ofrecen al carcelero la liberación. Hechos 16, 29-31
  18. Catequesis y bautismo En una sola noche, Pablo y Silas imparten una catequesis rápida al carcelero y a su familia. Todos se hacen bautizar y, de madrugada, ofrecen un banquete a los apóstoles para celebrarlo. La conversión siempre va seguida de una fiesta. Hechos 16, 32-34
  19. "Toda su casa" Lucas recoge varias conversiones en las que se dice que «la salvación llega a esta casa»: Zaqueo, Cornelio de Cesarea, Lidia de Filipos... y ahora, el carcelero. La conversión del padre o la madre de familia no significa que todos se conviertan, pero sí abre las puertas de la salvación a todos los que dependen de él: hijos, familiares, sirvientes y esclavos.
  20. Liberación y dignidad Las autoridades, asustadas por el terremoto y al saber que Pablo y Silas son ciudadanos romanos, quieren soltarlos discretamente. Pablo, ofendido, exige que los liberen en público y a pleno día. Hace valer sus derechos... pero quizás ha perdido la oportunidad de evangelizar también a estos magistrados, como lo hizo con el carcelero o con Sergio Paulo (Hechos 16, 35-39).
  21. Sacudirse las sandalias Los magistrados de Filipos les piden que abandonen la ciudad y así lo hacen. Se despiden de Lidia y del carcelero y se van. Pero dejan una incipiente comunidad, que irá creciendo. Pablo profesará un afecto especial a Filipos, será la comunidad que le dé menos problemas y más ayuda económica. Hechos 16, 39-40
  22. Tesalónica
  23. El intento de Pablo Pablo vuelve a intentarlo: durante tres sábados predica en la sinagoga de los judíos; unos pocos se convierten a Cristo, entre ellos un hombre notable llamado Jasón. Pero donde Pablo y Silas tienen más éxito es entre los gentiles y las damas notables de la ciudad. Muchos se convierten. Hechos 17, 1-4
  24. Denuncia y Fianza Los judíos denuncian a Pablo y sus compañeros ante los politarcas de Tesalónica: por desorden público, desacato al César y a Jasón por alojarlos en su casa. Pablo y Silas están escondidos, pero Jasón es arrastrado ante las autoridades y debe pagar una fianza para que los dejen marchar. Hechos 17, 5-9
  25. Berea
  26. Fe y Discusiones Huyendo de Tesalónica, pasan a Berea. De nuevo van directos a la sinagoga de los judíos. Estos, que «son generosos», aceptan escuchar y discuten largamente sobre lo que las escrituras dicen sobre el Mesías. Pero el resultado es el mismo: pocos judíos creen y, en cambio, muchos gentiles y mujeres paganas. Hechos 17, 10-12
  27. Huida por Mar Los judíos de Tesalónica van a Berea para disuadir a sus correligionarios y a la gente de creer en Jesús y en la predicación de Pablo y sus compañeros. Se dedican a «confundir a la multitud». Pablo es enviado a Atenas por mar. Pero Silas y Timoteo se quedan en Berea. Hechos 17, 13-14
  28. Una terrible ironía El salmo 2 habla de lo que Dios hará contra las naciones que conspiran contra su Ungido: dispersar y confundir. Los judíos de Tesalónica hacen lo mismo contra la ciudad de Berea, que acoge el evangelio.
  29. Salmo 2 ¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso? Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías: «Rompamos sus coyundas, sacudamos su yugo». El que habita en el cielo sonríe, el Señor se burla de ellos. Luego les habla con ira, los espanta con su cólera: «Yo mismo he establecido a mi Rey en Sión, mi monte santo».
  30. Soledad de Pablo Silas y Timoteo deciden quedarse en Berea. ¿Por qué? ¿Se ha dado alguna fricción o distancia con Pablo? El Espíritu impide a Pablo ir a Tesalia y se dirige en barco a Atenas. Por primera vez, se encontrará completamente solo en medio de un ambiente pagano.
  31. Discurso Fallido Dios avala a este hombre, pues lo ha resucitado de entre los muertos. Apenas habla de la resurrección, algunos griegos se burlan y los demás no quieren seguir escuchando. Pablo se marcha (Hechos 17, 32-33).
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