1. La Pintura del Quattrocento: Masaccio, Piero Della Francesca
y Botticelli.
En la pintura del Quattrocento encontramos las siguientes características:
- Naturalismo, interesado en captar al ser humano en su ambiente, y
realismo. Estas dos características hacen que exista un gran interés por el
estudio de la anatomía humana. La realidad se representa de forma
naturalista y veraz, aunque idealizada.
- Uso de las leyes de la perspectiva, tratando de conseguir mayor
profundidad del espacio gracias a la creación de un punto de fuga, hacia el
que tienden la mayoría de las líneas de la composición. La perspectiva
geométrica o lineal es un procedimiento que permitía controlar y
representar de manera científica la disminución aparente del tamaño de los
objetos a medida que se alejan del espectador; el principio básico sobre el
que descansa la perspectiva es el de que todas las líneas paralelas convergen
en un punto de fuga único situado en el horizonte. Esas líneas forman una
pirámide imaginaria que puede ser cortada en distintos planos. En esos
planos, los objetos representados reducen su tamaño proporcionalmente al
acercarse al vértice de la pirámide, dando la sensación de profundidad pero
donde las figuras del fondo aparecían con perfecta nitidez.
- Composición múltiple, es decir diversidad de escenas en la misma obra.
- Importancia del dibujo como delimitador de las formas.
- La utilización de la luz con la que conseguían mostrar el volumen de los
objetos o seres representados y que se apreciaran los planos de profundidad.
- En cuanto a los soportes, la mayoría de la producción sigue utilizando, al
igual que en el Gótico, pintura sobre tabla. Sin embargo, con el paso del
tiempo se empezó a usar el lienzo en Venecia, y más tarde en toda Italia.
- En lo relativo a las técnicas pictóricas, durante la primera mitad del siglo
XV se mantuvo la pintura al temple. Ya en la segunda mitad del siglo se
introdujo desde Flandes el óleo, que permitía pinturas mucho más
luminosas. Para la pintura mural se siguió empleando la técnica de pintura
al fresco.
- La temática sigue siendo religiosa en los frescos de los templos, pero
encontramos también temas mitológicos (desde una interpretación cristiana
de raíz neoplatónica) o alegóricos (ideas abstractas representadas como
imágenes). Se introduce el retrato como consecuencia del culto al ser
humano y del afán de los burgueses por inmortalizarse.
- Se consigue la introspección psicológica en los personajes.
Igualmente se consigue la armonía en las composiciones (normalmente
cerradas y de disposiciones triangulares que dan armonía y equilibrio); la
utilización de una luz diáfana y repartida de forma homogénea en la obra
(luz normalmente cenital que contribuye a la articulación de composiciones
ordenadas y estáticas), y colores igualmente armoniosos, sin estridencia
alguna, buscando siempre la complementaridad cromática.
Y en lo que se refiere a la representación del hombre y la naturaleza
podemos distinguir, sobre todo en el Quattrocento, dos tendencias, dos
corrientes, aunque a veces sea difícil adscribir a los pintores a una u otra,
pues incluso alguno de ellos realizan obras en los dos caminos:
2. - Una tendencia se caracteriza por intentar reflejar la corporeidad de las
figuras, por reflejar el ambiente en el que se mueven con toda exactitud. Las
figuras se hacen más corpóreas, más macizas, más quietas; firmemente
apoyadas sobre sus piernas adquieren a veces una monumentalidad
antigótica que expresa fuerza y energía, dignidad y seriedad, son más
compactas que frágiles y, más que elegantes, rudas.
Esta tendencia tiene sus representantes en Masaccio, Andrea del Castagno,
Piero de la Francesca y tendría su culminación en el s. XVI en la obra de
Miguel Ángel.
- La otra tendencia muestra entre sus representantes una cierta resistencia a
abandonar la tradición estilística del espiritualismo del gótico y el
decorativismo medieval, el aire soñador, alegre, coloreado y gentil de
algunas pinturas precedentes. La "elegancia", cierta espiritualidad, aunque
parezcan anticuadas ya para gran parte del público burgués, todavía es bien
vista por los sentimientos religiosos de una minoría considerable. Una
elegancia y espiritualidad conseguida a través de una sabia utilización de la
línea, es decir, del dibujo. Fra Angélico, Boticcelli… serían para algunos
sus representantes, aunque, como dijimos no faltan obras, en ambos pintores
en las dos líneas apuntadas.
1. NATURALISMO.
Captar al ser humano en su
ambiente
Realismo Vestimentas y anatomías
Introspección psicológica
Espacio Perspectiva geométrica
2. LUZ que consigue Volumen y profundidad
3. IMPORTANCIA DEL
DIBUJO
4. ARMONÍA COMPOSITIVA
5. COLORES ARMONIOSOS
6. LUZ DIÁFANA
7. TÉCNICAS Temple
Óleo
Fresco
8. SOPORTES Tabla
Muro
Lienzo después
9. TEMÁTICA Religiosa
fundamentalmente
Mitológica
Alegórica
Retratos