Este documento describe el proceso de liberación de rieles de una vía férrea mediante el uso de tensores hidráulicos. La liberación permite anular las tensiones térmicas en los rieles al permitir su dilatación libre a una temperatura determinada (generalmente entre 25°C y 35°C). El proceso implica cortar el riel en el centro de la sección a liberar, aplicar tracción con un tensor hidráulico para crear espacio para soldaduras, y ajustar las fijaciones para fijar el riel a la temperatura
2. Conocemos que la zona central de un RLS (aquella
comprendida entre zonas de respiración) debe quedar
siempre fija, es decir, no debe sufrir ninguna dilatación o
contracción cualesquiera sean las variaciones de
temperatura.
Debido a la variabilidad de temperaturas con que queda
armada una vía, para que las tensiones de origen térmico
queden dentro de límites admisibles es preciso fijar los
R.L.S. a una temperatura conveniente.
3. Por ello, los esfuerzos deben ser nulos en el riel a una
temperatura media comprendida entre las temperaturas
extremas que pueden ser alcanzadas en la red nacional:
5°C y +65°C, de donde la elección de la temperatura
óptima es de 30°C.
No obstante, se considera como aceptable una anulación
de los esfuerzos en el entorno de 25°C a 35°C.
La liberación de un R.L.S. es una operación que,
permitiendo su libre dilatación, anula todas las tensiones
susceptibles de existir, en el mismo momento de la
operación. Se efectúa en los dos rieles simultáneamente y
debe siempre ser efectuada cuando la vía posee una
resistencia longitudinal suficiente.
4. La liberación no puede ser efectuada si no se cumple con:
1. Estado geométrico correcto: cota definitiva y alineación.
2. Estabilización. Todo trabajo que necesita un levante o
desplazamiento de una vía en servicio, provoca una
desconsolidación.
3. Perfil de balasto adecuado. El anclaje de los durmientes
en el balasto, tanto en el sentido longitudinal como
también en el transversal, es el elemento
preponderante de la estabilidad de las vías con R.L.S.
5. No se debe liberar en una sola operación, una longitud
superior a 1200 m debido a los rozamientos que se
oponen a la libre dilatación del riel.
Se recurre al calentamiento artificial o a la tracción por
tensores hidráulicos.
6. EMPLEO DE TENSORES HIDRAULICOS
Permite obtener un estado de tensiones determinadas
mediante tracción del riel siempre que:
se opere a una temperatura inferior a la temperatura
neutra buscada (< 30°).
exista un anclaje suficiente en cada extremo, por ello
debe verificarse el ajuste correcto de las fijaciones en
zonas de anclaje (extremos).
9. 2. Partiendo desde el centro hacia los extremos, distribuir
los rodillos y colocarlos a la espera cada 10 a 15
durmientes.
3. Marcación de los puntos fijos sobre los durmientes,
cada 50 m partiendo de los extremos.
4. Verificación del apriete de las fijaciones en zonas de
anclaje.
5. Corte en la ubicación del tensor, aproximadamente en
el centro de la zona a liberar y en lo posible en una
soldadura.
10.
11. 6. Limpieza y aflojamiento de las fijaciones, colocación de
rodillos partiendo desde el corte hacia los extremos.
12. 7. Hacer vibrar toda la parte del riel aflojado, golpeando
el riel a uno y otro costado del hongo con una maza de
material que no dañe al riel para asegurar la anulación
de esfuerzos.
13. 8. Lectura de la temperatura t0, materialización de las
referencias sobre el riel partiendo del tensor y
digiriéndose hacia los extremos.
16. 11. Colocación en tensión de los rieles por tracción
mediante el tensor y cierre del espacio “a” a la
abertura necesaria para la soldadura.
17. 12. Verificación de alargamientos parciales obtenidos, se
admite en relación con el alargamiento teórico, una
tolerancia en ± 3 mm por zona de 50 m.
13. Verificación de desplazamiento total en zonas de
anclaje.
14. Ajuste de fijaciones desde el centro hacia los
extremos.
15. Ejecución de soldaduras.