1. 1. Los Lineamientos Curriculares de Educación Sexual Integral aprobados por el
Consejo Federal de Educación en mayo del 2008 son:
la promoción de la salud
la valoración de niños, niñas, y adolescentes como sujetos de
derecho
el respeto por la diversidad
el rechazo a todas formas de discriminación
la igualdad de oportunidades para varones y mujeres
el desarrollo de competencias psicosociales (expresión de
emociones y sentimientos, capacidad para tomar decisiones,
enfrentar presión de pares, el conocimiento de si mismo, las
relaciones interpersonales)
la afectividad, el conocimiento, valoración y cuidados del cuerpo
humano
los valores (solidaridad, amor, cooperación, respeto a la intimidad
propia y ajena, respeto por la vida e integridad de las personas y por
el desarrollo de actitudes responsables hacia la sexualidad)
la participación de los niños, niñas y adolescentes y de sus familias,
La sexualidad1 como concepto complejo nos conduce a pensar, en principio, en un
abordaje multidisciplinario de la temática desde la escuela y sus diversos espacios.
Por otro lado, la concepción de integralidad nos remite, entre otras cosas, a que no
sólo debe transmitirse información pertinente y actualizada sobre sexualidad, sino
que fundamentalmente deben promoverse competencias y capacidades que
permitan a los alumnos y a las alumnas emplear críticamente esa información,
para un ejercicio informado y consciente de la misma, acompañando de esta
manera su desarrollo integral.
2. Según momentos históricos el marco jurídico podría demandar lo siguiente; por
ejemplo, podemos pensar en formas sociales donde a las mujeres, se las
predispone a ser sumisas, frágiles, dependientes económica y psicológicamente.
Esto puede verse refrendado por la legislación vigente a través del
desconocimiento de sus derechos jurídicos o políticos (en otros momentos
históricos, la inexistencia del voto femenino o la imposibilidad de heredar, por
1. 1
El concepto de sexualidad es aludido por la Ley N° 26.150 (Ley Nacional de
Educación Sexual Integral) en donde abarca aspectos biológicos, psicológicos,
sociales, afectivos y éticos.
2. 2
ejemplo), además puede materializarse en la cotidianeidad familiar o laboral
(permanecer como única encargada de las tareas domésticas, la crianza de los
hijos, con un acceso restringido a espacios públicos, recibiendo menor
remuneración ante el mismo puesto de trabajo en relación a los varones o viendo
limitada sus posibilidades de decidir su proyecto de vida). Como contrapartida,
podemos pensar en formas sociales que sólo habilitan al varón, como tal, siendo
fuerte, arriesgado, ajeno a una supuesta sensibilidad femenina, reprimiendo la
expresión de sentimientos, alejado de la crianza de sus hijos, habitante privilegiado
de espacios laborales, públicos, tomando decisiones políticas, etc., estereotipos
que también limitan y restringen despliegues subjetivos diversos. Situar el lugar
desde el cual proponemos abordar la educación sexual integral implica, entre otras
cuestiones, hablar desde la perspectiva de los derechos humanos, incluyendo en
esta mirada aquellos ligados a promover la igualdad de oportunidades para
varones y mujeres. En este sentido los propósitos formativos que encabezan los
lineamientos curriculares de ESI lo retoman fuertemente, y en todos los
contenidos, desde el nivel inicial hasta la formación docente, está presente este
enfoque.
La sexualidad es una trama de múltiples hilos que “hacen” nuestra vida en tanto
humanos; es mucho más que un hecho o un conjunto de procesos biológicos,
aspectos que sin duda forman parte de ella, pero que se ven a su vez
continuamente transformados por prácticas sociales, procesos psicológicos,
decisiones políticas, marcos regulatorios, leyes, normas, disposiciones escritas y
tácitas, posiciones éticas, etcétera. Estas dimensiones están articuladas de manera
que no es fácil desanudarlas o diferenciarlas con total claridad. Sin embargo,
podemos mencionar y caracterizar a cada una de ellas a fin de que se comprendan
en su especificidad:
Dimensión biológica: Alude a los procesos anátomo-fisiológicos vinculados
con la sexualidad
Dimensión Psicológica: generalmente a los procesos que conforman
cuerpo y psiquismo en el seno de un conjunto de relaciones, inicialmente
familiares y luego en diferentes grupos sociales, forjando una identidad
sexuada
Dimensión Jurídica: Define los modos en que la sexualidad se inscribe en
normas y leyes, tácitas o explícitas, determinando y regulando nuestra vida
3. 3
cotidiana, ordenando, habilitando, prohibiendo, estableciendo lo que la
sexualidad humana es y/o puede ser, sus condiciones y alcances.
Dimensión ético-política: articula fuertemente con esta última ya que las
leyes se inscriben en el marco de políticas pensadas, a su vez, desde un
lugar ético.
Dimensión espiritual: se vinculaconla experienciareal yse relacionaconla
búsquedade sentidoalavidapropiadel serhumano
3. En este proceso, el “otro” siempre está allí, instituyendo la sexualidad a través de
la suya, brindando significados y sostén a partir de sí mismo. En este sentido, “la
infancia es el tiempo de instauración de la sexualidad humana”, es el tiempo de la
organización del psiquismo y de un modo humano de vincularse con otros, abierto
a nuevas re significaciones y en vías de transformación hacia nuevos niveles de
complejización posibles.
Es el sostén para convertirse en sujeto es, entonces, una trama tejida con gestos y
actos que ayudan a construir significados, caricias y palabras en el momento del
amamantamiento, miradas alentadoras del crecimiento y de la búsqueda
autónoma de las capacidades del niño y adolescente en diversos momentos de su
infancia y de su adolescencia, espacios de libertad para ensayar/se y límites
habilitantes para que las potencialidades se desplieguen.
Entendemos que las expectativas, roles y mandatos sociales y culturales que las
distintas sociedades construyen para varones y mujeres, en cada momento
histórico y contexto determinado, no son innatas2, sino que constituyen el
producto de interacciones sociales que se van dando en todas las instituciones que
habitamos las personas: la familia y la escuela, entre otras. Es en estas
instituciones en las cuales aprendemos a ser mujeres y varones y es en ellas en las
que proponemos una forma de mirar las interrelaciones que permita reconocer las
diferencias y visualizar las inequidades basadas en el género de las personas.
Los destinatarios son los infantes y los adolescentes, todas las personas tienen
derecho a recibir información y conocimientos debidamente validados por la
comunidad científica en lo que hace al cuidado, promoción y prevención de riesgos
y daños de la salud, el respeto por el cuerpo propio y ajeno, la prevención de
enfermedades infecto contagiosas y todo conocimiento que contribuya al ejercicio
2 Se refiere a aquello que resulta natural para un sujeto ya que nace con él mismo.
4. 4
de una sexualidad sana, responsable y plena. La perspectiva de derechos humanos
como marcos de la ESI alude a la obligatoriedad del estado garantizado.
Claramente la relación pedagógica implica pensar en la pedagogía del dialogo y la
confianza, debido que ello abre la puerta para que el alumno/a tenga una armonía con
el docente y pueda expresar temas sexuales o abordarlos de una manera más fluida, el
docente claramente tiene que tener una capacidad para poder discernir todas las
dudas o inquietudes que pueda llegar a plantear el adolescente siempre de una
manera educada y en un marco de respeto para ambos, nutriendo al estudiante
herramientas sexuales que le servirán el día de mañana en diferentes vivencias3.
(Fernández,1994.) Que alguien pueda saber qué quiere en su vida y cómo lograrlo, que se
sienta con derecho a decir no, a incidir en su realidad para lograr sus proyectos, necesita
un tipo de subjetividad cuya construcción no depende exclusivamente de su psiquismo”4.
Depende de un contexto que lo habilite, de su propia posición como sujeto conocedor de
sus derechos y de sus posibilidades de reconocer sus propias aspiraciones y desplegarlas en
relaciones de reconocimiento de otros. Para muchos niños, niñas y adolescentes esto
depende de los espacios que se les ofrezcan, a partir de la acción de adultos
comprometidos, de miradas habilitantes, de palabras y sostenes institucionales.
Cuestiones que pueden ser generadas desde procesos educativos que forjan subjetividad
responsable.
(D, 1994.) El “hacerse hombre”5 supone, en numerosas culturas, conquistar un estado
difícil y trabajoso, cruzar un umbral crítico mediante pruebas – en algunas culturas,
realmente cruentas y agotadoras – que tienen un carácter demostrativo, de esfuerzo y
sacrificio. El antropólogo D. Gilmore afirma que, en muchas sociedades se presentan tres
expectativas en relación con la masculinidad: la capacidad de fecundar, de proteger a los
que de él dependen y de mantener a sus familiares.
3 Experiencia que alguien vive y que de alguna manera entra a formar parte de su
carácter
5. 5
Sexualidad; estudia las características propias de una persona en términos
de genero, “Femenino y Masculino” o simplemente “Hombre y Mujer“
Magnitud; La dimensión refiere a la longitud, extensión o volumen que una línea,
superficie o cuerpo ocuparán