PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
Investigacion social
1. CAPÍTULO I
REALIDAD Y CONOCIMIENTO
1.1. Realidad y conocimiento
Corrientes de pensamiento contemporáneo aseguran que el mundo esta conformado por una
diversidad de “cosas” que se hallan tanto fuera como dentro de la experiencia. Dichas cosas
que expresan características tangibles e intangibles conforman la denominada “realidad” en
función de tres dimensiones: naturaleza, sociedad y pensamiento, extensiones que a la vez
engloban a cuatro estratos interrelacionados entre sí: lo inorgánico (cuerpos inanimados), lo
orgánico (vida vegetativa), lo cultural (vida humana) y lo psíquico (vida animada).
El hombre a diferencia del resto de los animales tiene la facultad de conocer, asimilar,
explicar y trasformar la realidad. Esta capacidad se halla determinada por dos de sus
cualidades principales: su conformación cerebral y su disposición para desarrollar procesos de
trabajo. En función de ambas cualidades el hombre ha sido capaz de razonar o abstraer las
diferentes dimensiones de la realidad, conocer los medios que sustentan su existencia,
distinguir el contenido de sus relaciones sociales, comprender el sentido de su propia
existencia y crear los bienes necesarios para su subsistencia (Rodríguez, Barrios y Fuentes,
1984). De esta puntualización se desprende que el hombre es el único ser vivo que se ha
creado a sí mismo gracias a su capacidad para desarrollar conscientemente la denominada
“práctica social”, la misma que incluye como aspectos fundamentales, por una parte, la acción
recíproca del hombre sobre la naturaleza y, por otra parte, la acción recíproca del hombre
sobre el hombre (Tecla y Garza, 1984). En esta línea de explicación precisar que desde sus
iniciales procesos de hominización el ser humano ha requerido del éxito en su práctica social,
esto con el afán de poder conocer, dominar y transformar la realidad en función de sus
necesidades materiales e inmateriales, siendo la objetividad de su pensamiento la base de este
éxito.
1.2. Desarrollo histórico del hombre
Comprender los procesos de producción y reproducción de la variedad de conocimientos que
han permitido al ser humano conocer la realidad, es decir, vislumbrar los saberes que le han
posibilitado transitar de lo desconocido hacia lo conocido, desde un conocimiento limitado e
imperfecto hasta un conocimiento profundo y preciso de las diferentes dimensiones de la
realidad, requiere de un análisis objetivo y sistemático de su desarrollo histórico desde el
punto de vista de su evolución física, tecnológica, cultural y social.
1.2.1. Evolución física
La interrogante acerca del origen del hombre ha dado lugar a la existencia de numerosas
teorías e hipótesis que transitan desde la visión creacionista hasta el enfoque evolucionista. En
función de este último punto de vista, la cosmogonía sostiene que la edad del universo es
5
2. superior a los 12.500 millones de años, la conformación del sistema solar tiene una edad
aproximada de 4.700 millones de años, la vida vegetativa y animal recién empieza hace
alrededor de 600 millones de años y la evolución del género humano data de
aproximadamente 5 millones de años. En esta línea evolucionista, la antropología física
sostiene que ya no es posible desconocer la ascendencia animal del ser humano, es decir, su
parentesco colateral con los antropomorfos, pues pertenece a la clase de los mamíferos, orden
de los primates, suborden antropoideo, familia hominidae y se sitúa dentro de esta familia en
la subfamilia de los homíninos.
El descubrimiento y el análisis de restos de fósiles homínidos han permitido a naturalistas y
antropólogos clasificar los fósiles humanos en tres grandes grupos: El grupo reciente o
moderno llamado neoantropo que se constituye en el antecedente más inmediato de los
grupos humanos conocidos como negroide, mongoloide y caucásico. El segundo grupo,
denominado paleantropo que representa genéticamente la forma humana más antigua y,
finalmente, se tiene al grupo arqueantropo que comprende a las últimas formas animales
antes de su transformación en ser humano (Urquidi, 1989).
Se sostiene que los preparativos de la humanidad prosperaron alrededor de 5 millones de años
atrás, los géneros “australopithecus” y “homo”, predecesores del género humano, aparecieron
aproximadamente entre 5 y 1 millón de años y se desarrollaron en el sureste de África.1 Restos
fosilizados del “australopithecus” revelan que este género fue una mezcla de rasgos simiescos
y humanos, pues presentaba un cuerpo de proporciones simiescas con una estatura de poco
más de un metro, una capacidad cerebral entre 350 y 400 centímetros cúbicos y una forma de
locomoción que utilizaba los dos pies. Además de ello, su dentadura tenía caninos menores y
molares recubiertos por una capa de esmalte más gruesa, rasgos que también se encuentran en
los humanos. Una especie posterior de homínido, el denominado “homo habilis” que ya
expresa ciertos rasgos humanos y la capacidad para construir algunas herramientas de trabajo,
aparece en el África subsahariana con una antigüedad que oscila entre los 2 y 1.5 millones de
años.2 Los fósiles de este género muestran una curiosa mezcla de rasgos, pues algunos
presentan cerebros y dientes relativamente grandes. En contraste, otros fósiles ostentan
dientes pequeños, pero unidos a pequeños cerebros. Sin embargo, a pesar de estas diferencias
fisonómicas lo común en estos restos fosilizados es el hallazgo de algunas herramientas de
piedra.
Posteriormente, entre 1.5 y 1 millón de años, surge la especie “homo erectus”, que se
constituye en el primer homínido en abandonar el África, para desarrollarse posteriormente en
Java, China y, probablemente, en parte de Europa. Los restos fosilizados encontrados
proporcionan evidencia de la existencia de este tipo de “homo” con un cerebro ya grande y
dientes pequeños. Asimismo, en esta especie se expresa una mayor capacidad para fabricar
herramientas de trabajo y consumir carne lo que sugiere una conducta más compleja y
eficiente. El “homo erectus” fue el escalón hacia el hombre moderno, conocido como el
1
El término Australopithecus significa literalmente “simio meridional” como referencia a Sudáfrica donde se encontraron
los primeros fósiles de esta especie.
2
El término homo habilis significa “hombre hábil”.
6
3. “homo sapiens” que se calcula apareció hace aproximadamente 600.000 años. 3 A pesar de los
adelantos tecnológicos, resulta difícil establecer con precisión cuándo se produjo esta
transición evolutiva, pues algunos fósiles de esta época han sido clasificados, por unos
científicos, como “homo erectus” tardíos y, por otros, como “homo sapiens”.
Este proceso de evolución humana que transita desde el “australopithecus” hasta llegar al
“homo sapiens”, estuvo acompañado de una serie de transformaciones físicas y biológicas en
términos de talla, peso, capacidad craneana, columna vertebral, pelvis, piernas, dentadura,
nariz, ojos y otros rasgos somáticos. En este lapso de tiempo, el tamaño del cerebro, es decir,
la masa encefálica se incrementa de 400 a 1.500 centímetros cúbicos. Asimismo, se
perfecciona el bipedalismo y se alcanza la postura erguida que ya posibilita la ubicación
adecuada de las cuerdas vocales y el uso más complejo de las manos. 4 Como bien lo
puntualiza Federico Engels, en su obra “El papel del trabajo en la transformación del mono en
hombre”, el desarrollo del cerebro y de los sentidos a su servicio, la creciente claridad de
conciencia, la capacidad de abstracción y de discernimiento cada vez mayores, reaccionaron a
su vez sobre el trabajo y la palabra, estimulando más y más y posibilitando que el hombre se
separe definitivamente del mono.
1.2.2. Evolución tecnológica
No obstante su ascendencia animal lo que permite al hombre diferenciarse de otras especies
zoológicas cercanas y parecidas, es su capacidad para transformar concientemente la
naturaleza, es decir, su disposición y habilidad para desarrollar procesos de trabajo mediante
el empleo de instrumentos artificiales de trabajo. Al respecto, la antropología cultural,
considerando el objeto y los instrumentos utilizados en el proceso de trabajo, divide el
desarrollo tecnológico de la prehistoria de la humanidad en dos grandes edades: La “edad de
piedra” y la “edad de los metales”. La primera es subdividida en tres grandes épocas: el
paleolítico, el mesolítico y el neolítico y, la segunda, es periodizada en dos grandes edades: la
edad de cobre y de bronce y la edad de hierro.
Hace aproximadamente unos 2.500.000 años a. C., en el período del paleolítico que
corresponde a la “edad de la piedra vieja”, el homo habilis gracias a la adaptación fisiológica
y la evolución neurológica del cerebro logra desarrollar una variedad de capacidades y una
versatilidad de comportamientos que le permiten constituirse en el primer homínido capaz de
crear ciertas herramientas de trabajo. Este remoto antepasado humano a través de simples
golpes preconcebidos logra modificar la forma de algunas piedras proporcionándoles cantos
afilados o puntas agudas que le permitan abrir cadáveres, romper huesos y extraer el tuétano
de algunos animales para su alimentación. Sin embargo, en este período, a pesar de estos
“notables avances”, los hombres aún eran buscadores y no productores de alimentos, además
aún vivían a la intemperie o en cavernas naturales y recurrían al fuego que era obtenido por
medios naturales.
3
El término homo sapiens significa “hombre sabio o inteligente”
4
La evolución del género humano moderno puede dividirse a grandes rasgos entre períodos: homo antiguo, homo medio y
homo moderno, la transición del homo medio al homo moderno se produjo en algún momento hace más de 200.000 años.
7
4. En el período mesolítico o la “edad media de la piedra” se advierte el advenimiento de nuevas
técnicas e instrumentos de trabajo, los hombres ya se refugian en excavaciones artificiales y
chozas construidas y, paralelamente, aprenden a producir el fuego por métodos de fricción. En
este período, el hecho más importante es el referido a los primeros intentos de cultivo
rudimentario y la elaboración de rústicos instrumentos de piedra. Posteriormente, en la época
del neolítico o la “edad de la piedra nueva”, al margen de la aparición de la piedra pulida, se
producen dos grandes cambios que modifican substancialmente la vida primitiva y posibilitan
el tránsito de grupos sociales nómadas hacia grupos sociales más sedentarios: el cultivo de las
plantas y la domesticación de los animales. 5 Estos dos cambios revolucionarios producidos
hace aproximadamente 10.000 años atrás se explican por los adelantos en la técnica humana
para producir nuevas armas e instrumentos de trabajo como ser hachas, lanzas, escoplos,
cuchillos, sierras, azadones, martillos y arpones. Este notable desarrollo en las fuerzas
productivas permite al hombre seleccionar semillas, cultivar plantas y domesticar animales, es
decir, inaugurar la agricultura y la ganadería, actividades que posibilitan que el antiguo
recolector y cazador se convierta en un productor de alimentos y en un ser capaz de
transformar la realidad en función de nuevas y crecientes necesidades.
En este período donde el hombre transita desde el paleolítico inferior hasta el paleolítico
superior, un hecho también trascendental para el proceso de hominizacion es el relativo al
descubrimiento del fuego hace aproximadamente medio millón de años. Este hallazgo que
permite al ser humano incrementar su dominio sobre la naturaleza posibilita, entre otras cosas,
calentar e iluminar cavernas, elaborar nuevas herramientas, ahuyentar animales, cocinar
alimentos y adquirir nuevos hábitos alimentarios.
En este nuevo contexto histórico social, alrededor del año 5.000 a.C., la llamada edad de los
metales sustituye gradualmente al neolítico, posibilitando el empleo de los metales, en
principio del cobre y el bronce y, posteriormente, del hierro. El uso de estos metales inaugura
los primeros pasos de la metalurgia caracterizada por la fabricación de nuevas herramientas de
trabajo, armas, sierras, hachas, clavos y vasijas. A estas remotas épocas también corresponde
el descubrimiento del arado, la vela y la rueda, cuya difusión provocará cambios radicales en
el proceso de hominización en el orden económico, técnico, social y cultural.
1.2.3. Evolución cultural
En el transcurso del paleolítico, el “homo habilis” con una capacidad craneal de 1.450
centímetros cúbicos ya fue capaz de caminar sin dificultad, manipular con precisión objetos,
cazar animales, preparar alimentos y fabricar herramientas de piedra y madera. Estas
capacidades vinculadas sobre todo al desarrollo del cerebro humano, en especial de la corteza
cerebral posibilita el pensamiento abstracto y la expresión oral a través del lenguaje que se
supone debe contar con alrededor de 30.000 a 40.000 años de existencia.
5
El cambio del hombre de cazador exclusivo a productor de alimentos tuvo repercusiones tan importantes que fue
calificado como “una gran revolución cultural”.
8
5. Hace aproximadamente 40.000 a.C., el “homo sapiens sapiens” ya adquiere la capacidad
cognoscitiva de reflejar testimonios de su vida cotidiana a través de la elaboración de una
serie de rústicos gráficos y dibujos que hoy representan las llamadas pinturas rupestres. Ya en
estas épocas prístinas, los artistas del paleolítico simbolizan aspectos sociales, como ser la
caza, la pesca y la vida en comunidad y, por otro lado, aspectos naturales de animales como el
mamut, el reno, el caballo y el bisonte. Pero, al margen de pintar realidades cotidianas,
también logran interpretar algunos rasgos musicales que evocan emociones o sentimientos
cotidianos que aunque todavía no expresan una forma o un sonido definido ya se constituyen
en una representación de expresión espiritual. Además de ello, el “homo sapiens sapiens” ya
imagina o profesa en seres o poderes sobrenaturales que simbolizan sucesos concretos de la
realidad, dando lugar a la conformación de lugares sagrados, sitios de adoración y ritos
religiosos que utilizan y ofrecen para recibir el favor de los dioses. De este modo, su
pensamiento simbólico ya se encuentra en el corazón de las tres características claves de la
cultura humana moderna: el lenguaje, el arte y la religión.
Estudios antropológicos plantean que la conformación del lenguaje humano, la domesticación
de plantas y animales y la constitución de sociedades agrarias y pastoriles, fueron hechos de
vital importancia en el posterior proceso de hominización y en la disposición de ciertos
atributos culturales que incluyen expresiones simbólicas más complejas como es el caso de la
escritura que tiene una antigüedad aproximada de 5.000 años. El advenimiento y el desarrollo
de esta nueva forma de comunicación social dará lugar a la aparición de los primeros
testimonios escritos que posibilitan la extinción de la denominada prehistoria y la emergencia
de la llamada historia.
1.2.4. Evolución social
Si bien no se tienen pruebas científicas fehacientes que establezcan fechas exactas se infiere
que desde épocas prístinas el hombre por naturaleza e instinto se ha visto obligado a
conformar grupos sociales. En realidad, desde el paleolítico inferior, el hombre expresa esta
su tendencia a componer pequeños grupos similares a los que conforman los antropomorfos
con el inicial propósito de recolectar frutos, raíces, yerbas y, posteriormente, pescar y cazar.
Recolectores, pescadores y cazadores se agrupaban en pequeñas familias conformando bandas
o grupos humanos nómadas integrados por treinta a cien individuos que se hallaban
vinculados por lazos consanguíneos y asociados a un determinado espacio territorial. Es
evidente, en este sentido, que el proceso de hominizacion se ha visto fuertemente favorecido
por el cultivo de las plantas y la domesticación de los animales, procesos que a la vez
posibilitaron que los hombres abandonen el nomadismo y logren conformar grupos sociales
cada vez más numerosos y más complejos. En relación a este proceso de hominización, Emily
Durkheim sostiene que la horda se constituye en el grupo social característico del paleolítico.
Este agregado social estaba conformado por veinte a treinta personas de ambos sexos y de
diversas edades, quienes se trasladaban de un lugar a otro en un área de dispersión más o
menos conocida con el afán de sobrevivir a través de la recolección de raíces, frutos silvestres
y la caza de animales. En estos grupos sociales vagamente organizados prevalecían relaciones
9
6. sexuales de carácter endogámico y no existían normas para establecer la filiación o el
parentesco, pues aún no se había establecido el sistema familiar del matriarcado ni del
patriarcado (Engels, 1984).
Con el transcurrir del tiempo se conforman otros grupos sociales como ser clanes, gens,
fratrías y tribus. Los clanes fueron grupos sociales más extensos con una filiación unilineal
materna de tal modo que la mujer se constituye en el centro de descendencia común de los
individuos y en cuyas manos se encuentra la administración del hogar y el poder,
imponiéndose la autoridad de la mujer sobre el hombre, las gens son sociedades gentilicias
donde la descendencia, herencia y sucesión patrilineal ya se encuentran determinadas por la
línea paterna debido a que el dominio del entorno familiar se centraliza en el padre o el
ascendiente varón de mayor edad. Al fraccionarse clanes y gens en grupos sociales semejantes
se instituyen las fratrías que conforman grupos sociales más extensos que no pierden el
sentido de comunidad y, posteriormente, se establecen las tribus que reúnen a numerosas
familias en un determinado territorio bajo ciertos rasgos culturales comunes. Con el trascurso
del tiempo la agrupación de varias tribus posibilita la emergencia de sociedades más definidas
y complejas que se ajustaban a una manera común de vivir y donde el gobierno viene a ser ya
una sentida necesidad.
El desarrollo material e intelectual de estas primitivas sociedades se expresa principalmente
en el desarrollo de las formas históricas de la familia, las relaciones conyugales, las relaciones
afectivas, los procesos de trabajo, el mejoramiento de los medios de producción, las fuerzas
productivas, los conocimientos, los procesos de socialización, la emergencia del lenguaje, la
religión, la música, el arte y en el esfuerzo por sistematizar el conocimiento de la realidad.
1.3. Necesidad, trabajo y conocimiento
El hombre como “ser social de necesidades” requiere para garantizar la sobrevivencia y la
reproducción de la especie humana satisfacer una serie de necesidades materiales e
inmateriales. En función de ello, debe producir y reproducir ciertos satisfactores tangibles e
intangibles a través del desarrollo de procesos de trabajo. Bajo esta directriz analítica
“materialista” se sostiene que el conocimiento como construcción social y asimilación de la
realidad se desenvuelve sobre la base de las necesidades humanas y, en gran medida, bajo la
influencia de la producción material, pues el hombre desde épocas muy remotas, al enfrentar y
someter a la naturaleza a sus principales necesidades la va conociendo y transformando
paulatina y progresivamente. En la línea de explicación del materialismo histórico, indicar que
el trabajo es la condición básica y fundamental de toda vida humana y lo es en tal grado que
hasta cierto punto el trabajo ha creado al propio hombre. En efecto, el conocimiento como
determinada actividad humana principalmente gira en torno a la búsquela de soluciones a
dificultades de alimentación, vestido, vivienda, protección, trabajo, socialización y otras
necesidades materiales e inmateriales. En este contexto de necesidad y trabajo, históricamente
el hombre siempre ha necesitado crear instrumentos de trabajo, conseguir alimentos, construir
viviendas, almacenar productos, seleccionar y conservar sus alimentos, establecer relaciones
10
7. sociales, crear instituciones y generar sistemas de valores, costumbres y creencias (Rodríguez
et al, 1984).
En épocas primitivas el escaso progreso de las fuerzas productivas se constituye en una gran
barrera para el perfeccionamiento del conocimiento, pero gracias al desarrollo de la práctica
social se fueron gradualmente desplegando nuevas habilidades, destrezas y capacidades
explicativas que optimizaron substancialmente las formas de satisfacer ciertas necesidades. El
progreso fue tan apresurado que en cierto nivel de desarrollo de la sociedad, el conocimiento
ya se llega a vincular a la administración del “poder” a través de un trasfondo ideológico y
político. En realidad, gracias al impulso del conocimiento surge una nueva división social del
trabajo que posibilita la separación del trabajo intelectual del trabajo manual.
1.4. Ciencia, conocimiento y desarrollo
El término ciencia deriva del latín “scientia” que etimológicamente significa “saber”,
“conocer” o “conocimiento”. La ciencia entendida como un determinado tipo de conocimiento
racional constituye un proceso histórico que tiene como primer esbozo “empírico” un umbral
remoto que coincide con el origen mismo de la humanidad y que con el transcurrir del tiempo
se expresa de un modo desigual y evolutivo que denota una constante reconstrucción
dialéctica de lo conocido y de lo que sé esta por conocer. En tal sentido, l a ciencia entendida
como una forma de conocimiento no se constituye en una realidad nueva, es tan antigua como
el esfuerzo y la preocupación humana por producir cosas que puedan satisfacer necesidades.
Sin embargo, el desarrollo del conocimiento no siempre estuvo ligado a la evolución de las
ciencias, pues la humanidad durante miles de años ha caminado guiada por las intuiciones, por
el instinto de conservación y por la necesidad de satisfacer necesidades elementales,
acudiendo frecuentemente como fuente de explicación al mito, la magia, lo teológico, lo
metafísico y lo sobrenatural.
Los esfuerzos por sistematizar el saber humano se remontan a tiempos prehistóricos, como lo
atestiguan las pinturas rupestres, los signos numéricos y los instrumentos fabricados por las
culturas del paleolítico, mesolítico y neolítico. Estas manifestaciones del conocimiento
“ordenado” fueron sobre todo de naturaleza práctica y sin una organización metódica,
coherente y lógica, principalmente destinadas a mejorar habilidades y destrezas vinculadas a
la fabricación de rústicas armas y herramientas de trabajo. Posteriormente, entre los años
5.000 y 3.000 a.C., surgen una serie de conocimientos racionales y sistematizados que
posibilitan la emergencia y el desarrollo de las civilizaciones precristianas de Egipto, Oriente,
India y China Estos cuatro epicentros de las civilizaciones antiguas desarrollaron
conocimientos vinculados principalmente a distinguir y establecer el tiempo y el espacio,
saberes que se expresan en la elaboración de calendarios y grandes construcciones o
edificaciones
En el marco histórico social del llamado modo de producción esclavista que caracteriza a la
sociedad grecorromana, la labor “erudita” de algunos filósofos permite modificar la división
social del trabajo estableciendo una división clasista entre el trabajo intelectual y el trabajo
11
8. manual.6 Bajo este contexto, los grupos sociales económicamente fuertes llegan a dominar el
trabajo intelectual cumpliendo funciones de dirección y de control en la economía, la
fiscalización del aparato estatal y la conformación de aparatos represivos e ideológicos que
refuerzan las relaciones de poder sobre determinados estratos sociales. En el otro extremo, se
ubican las clases sociales económicamente más deprimidas o pobres que sin mayores
posibilidades de especialización y profundización del conocimiento, únicamente son
destinadas a desarrollar actividades características del trabajo manual. Por ello, no resulta
casual que filósofos como Aristóteles y Platón, entre otros, justifiquen las desigualdades
socioeconómicas al sostener que estas divergencias son inherentes a la naturaleza humana
debido a que algunos hombres están predestinados a caer bajo el dominio de otros hombres.
Posteriormente, el desarrollo y la división clasista del conocimiento adoptan rasgos muy
particulares en los modos de producción feudal y capitalita. En la edad media o el feudalismo,
el conocimiento se enmarca dentro de una concepción escolástica conformada por un conjunto
de sistemas teológicos que “explican” la realidad a partir de la “fe” en las leyes divinas o las
sagradas escrituras. Surgen las ideas de San Agustín, Santo Tomás y de otros teólogos que
sostienen que el conocimiento se refleja y necesariamente se enmarca en torno a la religión
cristiana. Frente a esta concepción teológica, muchos autores sostienen que en esta época la
religión cristiana juega un papel bastante negativo al frenar el desarrollo del conocimiento y
conducir a la sociedad a la “oscuridad” y la “ignorancia”.
Posteriormente, la liberación y el desarrollo del conocimiento que transita desde la labor de
Copérnico y Bacón con el método experimental, pasando por los trabajos de Galileo y
Descartes hasta llegar a las representaciones intelectuales de los filósofos de la historia, hacen
posible la emergencia de un gran movimiento intelectual bajo los apelativos de la
“ilustración”, el “iluminismo” o el “racionalismo”. Este gran movimiento intelectual que
posibilita liberar al pensamiento de viejas premisas teológicas y metafísicas, prioriza la
“razón”, el “conocimiento” y es “iluminado”, por un lado, por las ideas sociales de Descartes,
Spinoza. Hobbes, Locke, Kant, Montesquieu, Diderot, Voltaire, Rosseau, entre otros y, por
otro lado, por los descubrimientos de Isaac Newton, Thomas Newcomen y James Watt.
Este “siglo de las luces” bajo la premisa de “atreverse a conocer” será el antecedente más
inmediato de dos grandes revoluciones. La revolución francesa y la revolución industrial se
constituyen en importantes procesos políticos y económicos que, por un lado, posibilitan la
constitución de nuevas tendencias en el pensamiento que postulan el respeto a la humanidad
y, por otro lado, provocan la emergencia de una sociedad industrial donde el conocimiento
científico se constituye en importante fuerza productiva y en capital cultural dirigido a
profundizar, en algunos casos y, en otros, a disminuir las brechas económicas y las
desigualdades sociales.
6
Platón postulaba que sólo debe permitirse que hombres y mujeres instruidos gobiernen al pueblo.
12
9. CAPÍTULO II
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
2.1. Relación cognoscitiva
El sentido común sugiere que el conocer es una actividad humana que posibilita adquirir
certeza de “algo” o de una “cosa”. En el plano de la epistemología o la teoría del
conocimiento, el conocer se constituye en un acto cognoscitivo por medio del cual el sujeto
aprehende o asimila al objeto, a través de una representación mental o una imagen que se
almacena en el cerebro siendo esta imagen susceptible de ser trasmitida mediante el lenguaje.
En esta línea de explicación, se formula que a partir del conocimiento el sujeto aprehende al
objeto y tiene en su conciencia una representación mental que ya es conocida y ya no tiene el
objeto mismo. El conocimiento como proceso cognoscitivo contempla dos elementos
fundamentales: el sujeto (que conoce) y el objeto (que es conocido). Por sujeto, se entiende a
la persona o al grupo de personas que elabora el conocimiento para “alguien” y/o pensando en
“alguien”, pues no se puede imaginar un conocimiento sin sujeto y sin que sea percibido por
la conciencia de “alguien”. Por otro lado, se sostiene que el conocimiento es siempre
conocimiento de “algo”, es decir, de alguna cosa material y/o inmaterial que recibe el nombre
de objeto del conocimiento (Sabino, 1998). La relación que se establece entre sujeto y objeto
resulta ser dinámica, constante y bastante contradictoria, pues el sujeto debe ubicarse frente al
objeto como algo externo, como algo fuera de sí, para así poder “aprehenderlo” al margen de
ciertos criterios valorativos de carácter subjetivo y etnocentrista. Asimismo, sujeto y objeto
son elementos que sucesivamente se oponen y se compenetran, se separan y se acercan y de la
relación que se instituye entre ambos nace el conocimiento que permite al hombre enfrentar la
realidad y desarrollar la denominada práctica social. Entre estos dos elementos del
conocimiento se encuentra lo que algunos autores denominan la “operación cognoscitiva”,
aspecto que implica el desarrollo de un proceso biopsicofisiológico que permite al sujeto
ponerse en contacto con el objeto y obtener algún tipo de representación mental de dicho
objeto.7
2.2. Tipos de conocimiento
En función del grado de veracidad y de certidumbre que obtenga el hombre de la realidad y de
los fenómenos que provoca se da la existencia de diversos tipos de conocimiento, en otras
palabras, la modalidad bajo la cual el sujeto determina la relación y la operación cognoscitiva
con un objeto específico hace posible la existencia de diferentes tipos de conocimiento.
Santiago Zorrilla et al (1999), habla de dos tipos de conocimiento: sensible y racional. El
primero, no solamente se encuentra en el hombre sino también en el resto de los animales y
hace referencia a los conocimientos que principalmente se los obtiene a través de los sentidos.
7
La operación cognoscitiva implica una actividad momentánea que se expresa en determinada forma de ver, oír y razonar.,
lo que permite obtener pensamientos que se expresan en ideas, imágenes y juicios.
13
10. En cambio, el segundo que es “privilegio” de los seres humanos esta vinculado a
representaciones mentales que requieren de ciertos procedimientos cognitivos.
Francisco Rodríguez et al (1984), sostienen que los conocimientos que se obtienen sobre la
realidad o determinado objeto están directamente relacionados con las actividades que
desarrollan las personas. En función de esta apreciación, habla de dos principales tipos de
conocimiento: el conocimiento empírico o espontáneo y el conocimiento científico.
Mario Tamayo y Tamayo (1990), divide el conocimiento en dos grandes tipos: el
conocimiento vulgar y el conocimiento científico. El conocimiento vulgar o cotidiano que
devela la realidad de un modo simple tal como “aparece” y el conocimiento científico que
resulta más complejo en vista de que “otorga” un determinado significado a la realidad.
Algunos autores, entre estos dos grandes tipos de conocimiento el vulgar y el científico,
introducen un tipo de conocimiento intermedio que recibe la denominación de conocimiento
de divulgación. En cambio, otros autores establecen la siguiente tipología: conocimiento
familiarizado, conocimiento de reproducción, conocimiento aplicativo y conocimiento
creativo o producido. Finalmente, en otros autores existe la tendencia a hablar de
conocimiento emocional y conocimiento racional.
2.2.1. Conocimientos elementales
Son los conocimientos que se dan en personas que trabajan y viven mediante el desarrollo de
ocupaciones simples, corresponden a esta categoría los conocimientos que se poseen, captan y
se adquieren en el transcurso de la vida cotidiana de manera innata, en forma espontánea,
mediante la transmisión simple, mecánica y la repetición empírica de algunos de sus procesos.
Así, por ejemplo, se tiene la alimentación, la respiración, el caminar, el hablar, el idioma
materno, etc.
2.2.2. Conocimientos experimentales
Son aquellos conocimientos ametódodicos y asistemáticos que tienen como origen la
actividad práctica y cotidiana de las personas, siendo su alcance limitado a ciertas
características, propiedades y relaciones. En algunos casos, este tipo de conocimiento puede
estar acompañado por un intento de explicación sin que dicha dilucidación sea necesariamente
comprobada o invalidada, es decir, contrastada con la evidencia lógica y/o empírica. Así, por
ejemplo: se tiene la información de los medios de comunicación y el conocimiento de ciertos
fenómenos físicos y naturales.
2.2.3. Conocimientos precientíficos
Estos conocimientos ya deducen ciertos principios racionales y lógicos sin llegar a una
completa formulación teórica y metodológica, lo que permite la posesión de ciertos datos e
información en forma relativamente incongruente, incompleta e insuficiente. Pese a ello, para
14
11. alcanzar este tipo de conocimiento se requiere de ciertos instrumentos especializados. Así, por
ejemplo, se tiene a la formación escolar.
2.2.4. Conocimientos científicos
Los conocimientos científicos son aquellos que conforman la ciencia y hacen referencia a
determinados ámbitos o dimensiones de la realidad social, espiritual y natural. Este tipo de
conocimiento ya exige el uso sistemático de la razón y la aplicación de ciertos principios
teóricos y metodológicos en términos de la aplicación del método y la técnica, es decir, se
apoya en la investigación y la metodología científica.
2.3. Definiciones del conocimiento científico
El concepto de conocimiento científico no tiene una definición única, global y totalizadora,
pues en la literatura especializada se hallan múltiples definiciones en función de diferentes
puntos de vista que responden a determinados criterios, enfoques y concepciones teóricas,
metodológicas, ideológicas y doctrinarias. Desde la perspectiva del marxismo, Federico
Engels sostiene que el conocimiento científico es la capacidad del ser humano de conocer y
transformar la realidad en función de sus propias necesidades. Por su parte, Carlos Marx,
afirma que el conocimiento científico es una actividad social que no solamente transforma la
realidad sino que como toda construcción social también transforma al propio investigador.
Francisco Rodríguez et al (1984), plantea que el conocimiento científico consiste en la
asimilación espiritual de la realidad objetiva y de sus leyes en el cerebro humano. Puntualiza,
que esta asimilación refleja de manera creadora, racional y activa los fenómenos, propiedades
y las leyes del mundo objetivo y tiene una existencia real en forma de sistema lingüístico.
Álvaro García (2000), dice que el conocimiento científico es una tipo de conocimiento de la
realidad que volviendo inteligibles determinados aspectos de esta realidad, cumple ciertas
características de procedimiento, construcción, exposición y verificación. Más adelante,
puntualiza que el conocimiento científico es una construcción humana que se constituye en un
conocimiento paralelo, simultáneo, complementario o contrapuesto a otro tipo de
conocimiento. Sin embargo, subraya que la diferencia entre el conocimiento científico y otras
formas de conocimientos no esta dada por el alcance o la huida de la “verdad”. 8 Bajo esta
directriz analítica, este autor, sostiene que la ciencia es un tipo de conocimiento que no
obtiene “verdades absolutas” de la realidad sino estructuras racionales para entenderla y
actuar sobre ella. Asimismo, afirma que la “verdad” del conocimiento no es nada más que la
forma de ordenar e interpretar las experiencias sensibles de nuestros vínculos con las cosas,
con la realidad, a fin de convertirlas en valores de uso humanos, en materia transformable
hacia un fin deseado, como son la comprensión de lo existente, el develamiento de su
movimiento interno, su aplicación tecnológica, su dominio, etc.
8
GARCIA, Álvaro: Apuntes críticos sobre método y conocimiento en las ciencias en Revista Temas Sociales Nº 21, La
Paz, UMSA, 2000.
15
12. Desde una óptica diferente, Mario Tamayo y Tamayo (1999), sostiene que el conocimiento
científico constituye un conjunto de conocimientos racionales, de tipo conjetural, que pueden
ser verdaderos o falsos, que se los obtiene metódicamente y se verifican en su constatación
con la realidad. Según este autor, este conjunto de conocimientos orgánicamente
sistematizados hacen referencia a determinados hechos y fenómenos de una misma naturaleza
y que son susceptibles de ser transmitidos utilizando un lenguaje conceptual. Son racionales
debido a que exigen el uso de la razón, la abstracción y la racionalidad en el proceso
cognoscitivo, situación que significa la aplicación coherente de determinados principios
lógicos a los datos proporcionados por la experiencia. Son conjetúrales porque pueden ser
verdaderos o falsos, lo cual supone que el conocimiento científico no es un conjunto de
verdades totalmente definitivas y absolutas. Consecuentemente con esta puntualización
manifiesta que no existe la certeza absoluta, pues el conocimiento constituye un proceso
histórico susceptible a la rectificación o el rechazo. Por ello, se expresa que la ciencia es
siempre conjetural, provisional y abierta a la duda. Son metódicas porque requieren de la
aplicación de ciertas exigencias metódicas y técnicas, pues no se trata de conocimientos
obtenidos al azar o producto de la casualidad, sino que más bien se trata de saberes alcanzados
de una manera sistemática. Son sistemáticos porque desarrollan y requieren de la aplicación
de una serie de métodos y técnicas de carácter científico con el propósito de resolver
problemas y dar respuestas sistemáticas a las interrogantes planteadas. Son controlados
porque pretenden justificar la validez de sus principios, resultados y enunciados teóricos con
la confrontación de la evidencia empírica o la realidad concreta, lo cual implica el desarrollo
de una verdadera praxis. Son orgánicamente sistematizados porque el conocimiento científico
no trabaja con conocimientos aislados y dispersos. Más al contrario, actúa con conocimientos
ordenados que son relacionados con nuevos conocimientos de una manera lógica y coherente.
Son particulares porque se refieren a hechos y fenómenos relativos a una misma naturaleza.
Es decir, están en función de objetos, datos y hechos de aspectos específicos de la realidad y
que guardan cierta uniformidad u homogeneidad. Son susceptibles de ser transmitidos a través
de un leguaje o vocabulario que le es propio, es decir, a partir de un lenguaje científico o
técnico que básicamente utiliza un sistema de comunicación basado en conceptos.
Independientemente de la óptica teórica de estas y otras definiciones, puntualizar que el
conocimiento científico (producto) es el objetivo de la ciencia y es el resultado de la
investigación (proceso) que utiliza una serie de métodos y técnicas de carácter científico que
hacen posible hacer más inteligible la realidad. El conocimiento científico es aquel tipo de
conocimiento que responde, además de la descripción del objeto (apariencia), a su sentido
conceptual (esencia), en otras palabras, señala y permite establecer no solamente cómo son las
cosas, sino básicamente el por qué se dan de una determinada manera las cosas.
2.4. Diferencias entre conocimiento empírico y científico
Si bien es cierto que la base del conocimiento científico es el conocimiento empírico es
también muy evidente de que entre ambos tipos de conocimiento existen diferencias
substanciales en función de los siguientes aspectos:
16
13. • El conocimiento empírico es adquirido en forma natural, mecánica, espontánea y
puede ser asimilado por cualquier miembro de la sociedad. Es más aún resulta ser
inherente a cualquier ser humano. En cambio, el conocimiento científico resulta ser
un “privilegio” que solamente lo adquieren algunos miembros de la sociedad.
• Para alcanzar el conocimiento empírico no se requiere del uso de instrumentos
especializados. En contraste, para asimilar el conocimiento científico es
imprescindible el empleo de dichos instrumentos especializados que se hallan
conformados por laboratorios, insumos, recursos humanos, recursos físicos, libros
especializados, metodologías, métodos, técnicas, teorías y conceptos.
• El conocimiento empírico no analiza la validez o la veracidad tanto de la información
y de los datos que recibe como de la fuente que las origina. En contraste, para el
concomiendo científico resulta fundamental la identificación, veracidad y validez de
la información y la fuente.
• El conocimiento empírico se halla generalmente más relacionado al trabajo manual o
no calificado. En cambio, el conocimiento científico esta más vinculado al trabajo
intelectual o capacitado. Por ello, algunos autores sostienen que la división del
conocimiento tiene un carácter de clase.
• El conocimiento empírico se reduce a la “apariencia” de los fenómenos, es decir, sólo
describe el “cómo” se dan o presentan las cosas. En cambio, el conocimiento
científico transita de la “apariencia” a la “esencia” de las cosas, es decir, explica el
“por qué” se dan algunos hechos o fenómenos.
• El conocimiento empírico se reduce a una descripción de los efectos. En contrate, si
bien el conocimiento científico es también descriptivo es fundamentalmente
explicativo y predicativo, lo cual implica que describe y explica los efectos por sus
causas y, en consecuencia, toda vez que identifica las causas surge ya la posibilidad
de la transformación.
• El conocimiento empírico establece un sistema de comunicación basado en un
lenguaje común que se expresa en “palabras”. En cambio, el conocimiento científico
utiliza un lenguaje conceptual o técnico que se pronuncia en “conceptos”. Por ello, se
sostiene que la labor intelectual es enteramente conceptual.
2.5. Elementos del conocimiento científico
El conocimiento científico esta conformado por una serie de elementos que se diferencian
entre sí, debido a que cada uno de ellos presenta características y funciones propias. Sin
embargo, esta división solamente se constituye en un recurso metodológico, pues en el
proceso cognoscitivo y en el proceso investigativo, dichos elementos se presentan de manera
simultánea y en forma interrelacionada e interdependiente. Revisando material bibliográfico
especializado se advierte que en los diferentes autores no existe un criterio generalizado para
establecer cuales son los principales elementos del conocimiento científico. Así, por ejemplo,
William Goode en su texto “Métodos de Investigación Social”, sostiene que los elementos
principales del conocimiento científico son: hechos, conceptos, hipótesis y teorías.
17
14. Restituto Sierra Bravo, en su obra “Epistemología, Lógica y Metodología”, señala que los
elementos esenciales del conocimiento científico están en función del contenido, el campo de
actuación y los procedimientos. Según este autor, el contenido del conocimiento científico se
halla conformado por un conjunto de conocimientos racionales que se expresan en forma de
conceptos, enunciados y razonamientos que interrelacionados entre sí conforman la
denominada teoría. Más adelante sostiene que el campo de actuación propio y único del
conocimiento científico esta conformado por la realidad concreta, es decir, por la naturaleza,
la sociedad y el pensamiento y con el propósito de establecer un conjunto de conocimientos
racionales y actuar sistemáticamente sobre la realidad, el conocimiento científico requiere de
diferentes procedimientos vinculados al método que viene a constituirse en uno de sus
elementos fundamentales. Por su parte, Francisco Rodríguez, Irina Barrios y Maria Teresa
Fuentes, en el libro “Introducción a la Metodología de las Investigaciones Sociales”.
puntualizan que el conocimiento científico se encuentra constituido por los siguientes
elementos: hechos, hipótesis, leyes y teorías.
Si bien estos tres autores mencionados muestran ligeras diferencias en relación a la
determinación de cuales son los principales elementos del conocimiento científico se observa
que este tipo de conocimiento esta básicamente conformado por los siguientes elementos:
• Los hechos que son los datos reales, objetivos y concretos de la realidad que sirven
para elaborar, confirmar o refutar teorías científicas. Estos hechos presentan las
siguientes características, son generales, observables, cuantificables, temporales,
espaciales y coercitivos.
• Los conceptos que se constituyen en unidades mínimas de pensamiento que expresan
y representan mentalmente el significado concreto de determinados aspectos y
fenómenos de la realidad.
• Las hipótesis que son las respuestas tentativas dirigidas a explicar anticipadamente
una situación problemática que nace de la observación de uno o de varios hechos o
fenómenos.
• Las leyes que resultan ser las hipótesis, teórica y empíricamente fundamentadas y
confirmadas. Algunas hipótesis alcanzan el rango o la categoría de ley debido a que
bajo determinadas condiciones alcanzan cierto grado de regularidad o generalización.
• Las teorías que son las encargadas de vincular sistemática y lógicamente en un
sistema teórico hechos, conceptos, hipótesis, leyes y métodos. En tal sentido,
corresponde a la teoría, unir e interrelacionar a los distintos elementos del
conocimiento científico con el propósito de comprender y explicar hechos y
fenómenos de la realidad.
2.6. Producción de conocimiento científico
La realidad es multidimensional, diversa y bastante compleja, hallándose en permanente
movimiento y transformación. Por ello, resulta dificultoso “asimilarla”, “aprehenderla” o
18
15. “comprenderla” como un “todo” de una manera definitiva y exacta a través de la simple
observación. En tal sentido, la complejidad y la multidimensionalidad de la realidad,
determina que el investigador se enfrente a una fuente inagotable de situaciones desconocidas
que demandan para su solución de la producción del conocimiento científico, es decir, de
procesos cognoscitivos que posibiliten mediante la investigación científica y la aplicación del
método científico transitar desde lo que se conoce hasta lo que se desconoce. Según Erick
Torrico (1993), el recorrido que presenta este proceso de producción de conocimientos
científicos es el siguiente:
• Determinación de conocimientos previos sobre una dimensión de la realidad.
• Reflexión sistemática sobre lo que se conoce y lo que se desconoce.
• Necesidad de ampliar los conocimientos existentes.
• Construcción del objeto de estudio.
• Identificación y formulación de problemas de investigación.
• Planteamiento de hipótesis de trabajo.
• Establecimiento de metodologías, métodos, técnicas y fuentes.
• Recolección de datos.
• Análisis y sistematización de datos.
• Evaluación en el plano teórico de las conclusiones obtenidas.
• Ampliación de los conocimientos previos.
De acuerdo a la lógica que sigue este proceso se evidencia que la investigación científica que
produce conocimiento científico se inaugura con la teoría y concluye también con la teoría,
pues cuando se obtienen nuevos resultados teóricos se esta nuevamente en condiciones de
efectuar una nueva investigación y así sucesivamente se avanza en el proceso de producción
de conocimientos.
2.7. Conocimiento e investigación científica
Para vislumbrar lo que es investigación científica es necesario partir de dos premisas: Por un
lado, que la realidad es multidimensional, multiformada, multideterminada y que se encuentra
en constante transformación y movimiento y, por otro lado, que el conocimiento nunca parte
de cero sino que siempre existe una base anterior de conocimientos previos acumulados. Bajo
estas dos premisas se percibe que la investigación científica se constituye en una construcción
humana que busca hacer inteligible los fenómenos de la realidad y que opera sobre la base de
ciertos conocimientos previos. En tal sentido, la investigación científica se convierte en uno
de los principales escenarios para la producción de conocimiento científico debido a que
arranca de un objeto de estudio operacionalmente delimitado como problema de investigación
y que a través de la aplicación de una adecuada metodología precisa cual es la información
necesaria para resolver las interrogantes o situaciones desconocidas que plantea. Como lo
plantea Rojas Soriano (1982), la investigación científica debe concebirse como una relación
dialéctica de conocimiento entre el objeto y el sujeto orientada a la construcción de conceptos
19
16. que se relacionen con un alto grado de validez o verdad con el objeto real que se investiga. En
tal sentido, todo esfuerzo de producción de conocimientos que cumple con las exigencias o las
reglas del método científico puede ser calificado como proceso investigativo. Sin embargo,
puntualizar que conocimiento científico no es igual o lo mismo que investigación científica.
El conocimiento científico es el objetivo de la investigación científica, lo primero es el
producto y lo segundo es su proceso de producción cuya materia prima es enteramente
conceptual y que para ponerse en marcha requiere de una fuerza de trabajo mental (Urrutia,
1974, p.19). En esta misma línea de explicación subrayar que entre la investigación científica
y el conocimiento científico se encuentra el método científico que garantiza la concreción de
ambos elementos.
2.8. Epistemología e investigación social
La epistemología o teoría del conocimiento trata de determinar, entre otras cosas, la estructura
lógica y los principios que rigen el conocimiento, así como también la relación exacta que se
establece entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. En la directriz analítica que plantea
Urrutia Boloña (1974) se expresa que la matriz fundamental de toda teoría del conocimiento
se la formula a través de la siguiente relación: (Sujeto. Objeto)
De acuerdo a esta relación, el conocimiento científico es un tipo de conocimiento contenido
en el sujeto, conocimiento que es científico en la medida que se adecua a su objeto, lo que da
lugar a la siguiente relación que enuncia “que la ecuación del sujeto al objeto produce un
conocimiento verdadero, es decir, científico”: (Sujeto. Objeto = Verdad)
Según Urrutia Boloña, esta segunda relación denota una relación dialéctica de verdad entre
sujeto y objeto en un proceso inacabado de construcción de la verdad, es decir, de la
adecuación de la relación cognitiva entre sujeto y objeto. Las variantes en la relación de estos
tres elementos dan lugar a una serie de representaciones filosóficas del conocimiento que
aparecen principalmente bajo la forma del empirismo y el formalismo. En la línea analítica de
este autor, el empirismo es una concepción filosófica que concibe que la verdad esta
contenida en el objeto. En tal sentido, la investigación debe buscar, constatar y extraer la
verdad del objeto. Así, la investigación simplemente se reduce a la constatación y el registro
de datos o hechos. Para Urrutia Boloña, la supresión del sujeto equivale a la negación de la
teoría y solamente lo transforma en un extractor de datos aparentes y particulares sobre el
comportamiento del objeto, niega el nivel teórico en la construcción del conocimiento y
reduce a la ciencia a un conocimiento estático, ahistórico y al margen de los conocimientos
previos acumulados que es la propia teoría.
El formalismo es una representación que concibe que la verdad esta contenida en el sujeto o
sea en la teoría. A partir de esta concepción, la investigación científica se convierte sólo en un
ejercicio formal demostrativo donde el objeto es innecesario y prescindible que puede ser
reemplazado por el concepto abstracto, con la supresión del objeto, los conceptos se
desvinculan de los hechos reales, se vuelven en normas universales aplicables a cualquier
objeto y, por lo tanto, susceptibles de ser tratados como una matemática formal (Urrutia,
20
17. 1974). En la directriz analítica de este autor, esta ruptura epistemológica no puede conducir al
conocimiento científico, pues no se considera las modificaciones dinámicas del objeto y se
pretende aplicar un ejercicio formal normativo a cualquier objeto dejando a un lado sus
particularidades propias y su movimiento.
Las críticas al empirismo y el formalismo han procedido desde diferentes puntos de vista,
dando lugar a la aparición de distintas formas de explicación epistemológica en la relación
“sujeto/objeto/verdad”. Para algunos autores la “verdad” surge de una relación dialéctica entre
sujeto y objeto, es decir, a través de una efectiva “praxis investigativa” que integra el cúmulo
de conocimientos contenidos en el sujeto y la dinámica y las características empíricas del
objeto. En cambio, otros autores sostienen que existe un suerte de “fetichización de la
verdad”, pues la ciencia es un tipo de conocimiento de la realidad que no obtiene “verdades”
sino estructuras racionales para aprenderla y actuar en ella (García, 2000).
2.9. Paradigmas y enfoques
La realidad y sus correspondientes dimensiones y extensiones resultan ser múltiples, bastante
complejas y escapan a la compresión global debido a la diversidad de fuerzas naturales,
sociales, económicas, políticas, culturales y espirituales que intervienen en su conformación,
desarrollo y transformación. Ante tal situación, el hombre desde que descubre su capacidad
cognoscitiva siempre ha intentando establecer explicaciones racionales que le permitan
conocer, describir, comprender e interpretar las regularidades que presenta la realidad y los
hechos o fenómenos naturales, sociales y espirituales que provoca. Dicho de otro modo,
históricamente la preocupación humana siempre estuvo dirigida a establecer las regularidades
que rigen el desenvolvimiento de la realidad y a predecir sus futuras transformaciones de
acuerdo a sus propios intereses y necesidades. En esté su intento, el hombre a lo largo de su
historia ha desarrollado permanentemente diferentes procesos y tipos de conocimiento o
representaciones intelectuales que han conducido a la emergencia de diferentes paradigmas
(teorías generales) y enfoques (teorías específicas).
Los paradigmas hacen referencia a las “matrices sociales o teorías generales” que se han
elaborado para interpretara la realidad social. En cambio, los enfoques se encuentran más
relacionados a las “teorías de rango medio” que derivan o brotan de dichas teorías generales.
En tal sentido, un enfoque es una perspectiva, una visión para representar la realidad social, en
sus distintos aspectos, expresado en un determinado trabajo teórico con el afán de determinar
los problemas investigados, los datos pertinentes, las técnicas empleadas y los tipos de
soluciones admitidas para resolver dichos problemas.
2.9.1. Paradigma
Según Pineda et al (1994), un paradigma es una concepción del objeto de estudio de una
ciencia, de los problemas generales a estudiar, de la naturaleza de sus métodos y técnicas, de
la información requerida y, finalmente, de la forma de explicar, interpretar y comprender,
según el caso, los resultados de la investigación realizada.
21
18. Kuhn (1976), sostiene que los paradigmas son relaciones científicas universalmente
reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a
una determinada comunidad científica. Por su parte, Ezequiel Ander-Egg (1999), define al
paradigma como un modelo teórico subyacente configurado por una constelación de valores,
creencias, problemas y técnicas que sirven para dirigir y ordenar el pensamiento en relación a
la interpretación o lectura que se hace de un conjunto de hechos o fenómenos. A partir de
estas precisiones conceptuales, puntualizar que un paradigma básicamente hace referencia a
una “matriz de pensamiento” establecida sobre una “posición filosófica” especifica que se
constituye en un modo particular de aproximarse a la realidad y en una determinada forma de
resolver hechos o fenómenos de un campo específico de la realidad. Sin embargo, subrayar
que un paradigma no sólo implica determinada posición teórica sino también incluye una
posición política e ideológica especifica debido a que se halla configurada por una estructura
de valores, creencias, pensamientos, concepciones y representaciones que sirven para dirigir y
ordenar el pensamiento en relación a la interpretación que se realiza de un conjunto de hechos
o fenómenos.
En el ámbito de las ciencias sociales no existe un paradigma único e irrefutable sino varios en
pugna y, en algunos casos, considerados como irreconciliables. Según Canales et al (1999), si
se establece una dicotomía entre los diferentes paradigmas sociales se puede hablar, por un
lado, de un modelo de explicación científica que sigue el canon de las ciencias naturales
(positivismo, empirismo) y, por otro lado, de un modelo diferente y opuesto que pone mayor
énfasis en las características sociales, culturales, económicas, psicológicas e históricas del
objeto así como al modo de aproximarse a él (fenomenológico, funcionalista, subjetivista).
Erick Torrico (1998), sostiene que en el ámbito de lo social existen cuatro principales
paradigmas teórico/sociales los cuales condicionan el proceso de producción del conocimiento
científico a través de la investigación científica, dichos paradigmas serian los siguientes:
estructural/funcionalismo, dialéctica crítica, estructuralismo y sistemismo. 9 Por su parte,
Davini et al (2000), sostiene que los paradigmas sociales se reducen a cuatro, cada uno de los
cuales supera al anterior pero no lo reemplaza, habla entonces de los paradigmas empirista,
subjetivista, crítico e integrado. En similar línea de explicación, otros autores señalan que el
marxismo, el análisis sistémico, el funcionalismo y el estructuralismo se constituyen en las
principales matrices teóricas sociales que permiten abordar los fenómenos que provoca la
realidad social.
2.9.2. Paradigma empírico/positivista
El positivismo como pensamiento filosófico fue formulado inicialmente por los filósofos
Augusto Comte y Herberth Spencer bajo la premisa de que solamente puede ser comprensible
lo que existe en la experiencia sensorial, es decir, que únicamente los hechos del mundo
9
TORRICO, Erick: Abordajes y Períodos de la Teoría de la Comunicación, 1ª ed., Ateneo, Buenos Aires, Grupo
Editorial NORMA, 2004.
22
19. exterior susceptibles de ser percibidos directamente por los sentidos se constituyen en la base
del conocimiento científico. Este planteamiento que prioriza el análisis de los hechos del
mundo exterior y el método que deriva de la base filosófica positivista en función de los
procedimientos de la observación, comparación, clasificación y experimentación, ha tenido
fuerte influencia en las ciencias naturales y sociales, sobre todo en los aspectos formales y
metodológicos (Ander-Egg, 1987). En la actualidad, el positivismo recibe la denominación de
“empirismo o positivismo lógico” bajo la característica fundamental de la observación de
manifestaciones fenoménicas visibles mediante la aplicación de instrumentos estadísticos que
posibilitan que la realidad sea fraccionada o fragmentada en variables e indicadores
susceptibles de ser medidos y controlados. El positivismo lógico como parte de la herencia de
la filosofía positivista de Comte plantea que “sólo se conoce aquello que nos permite conocer
las ciencias y que el único método de conocimiento es el propio de las ciencias naturales”
(Quezada et al 2001, p. 55)
2.9.3. Paradigma funcionalista
Es uno de los paradigmas más importantes para el estudio del sistema social o la sociedad, la
misma que es considerada como una red de grupos sociales que cooperan y operan en forma
sumamente ordenada en función de una serie de requisitos, reglas y valores compartidos por
la mayoría de sus miembros. La perspectiva funcionalista, sobre la base de las nociones de
“función” y “sistema”, postula que todo sistema social tiene ciertos requisitos y necesidades
manifiestas o latentes que deben ser satisfechas para que el sistema social funcione. Es
precisamente, en este sentido, que el análisis funcional sostiene “toda institución debe ser
explicada en términos de funcionalidad respecto a la satisfacción de dichas necesidades y toda
acción social debe orientarse al logro de esa funcionalidad mediante la eliminación de
desajustes de los elementos que forman parte del sistema social”. 10 Este paradigma también
vincula su análisis a la noción del equilibrio y el orden en la sociedad, pues sostiene que cada
grupo o institución social desempeña ciertas funciones que contribuyen a la producción y
reproducción de las estructuras sociales, favoreciendo el cambio social, fenómeno que si bien
altera el equilibrio social recobra su cause a través de dispositivos de adaptación y de control
social que evitan el desarrollo de comportamientos “disfuncionales” que puedan amenazar la
integración social.
2.9.4. Paradigma crítico
La dialéctica crítica o el materialismo histórico es otro de los paradigmas fundamentales para
el conocimiento de la realidad social. Este paradigma que tiene como soporte teórico el aporte
de los fundadores del marxismo, Carlos Marx y Federico Engels, considera a la explotación y
el conflicto de las clases sociales como las fuerzas fundamentales del desarrollo de la historia.
Bajo esta directriz analítica, se afirma que la historia de la humanidad no es más que la
historia de la lucha de clases. En esta perspectiva materialista de la historia, la proposición
central de este paradigma sostiene que el análisis del proceso de producción es la clave para
10
PARSONS, Talcott: El Sistema Social, 3ª ed. Madrid Alianza, 1988)
23
20. comprender la historia. Asimismo, el marxismo sostiene que para entender el desarrollo social
e histórico de la sociedad es preciso analizar el modo de producción dominante en
determinada sociedad. A partir de este argumento, una de las tesis fundamentales del
marxismo considera, por un lado, que el modo de producción de la vida material, condiciona
el proceso del conjunto de la vida social, política y espiritual y, por otro lado, que los hombres
tienen ideas que les permiten actuar y que estas nacen de las condiciones de existencia de vida
material en las cuales vive. Según este paradigma, estas condiciones de existencia de vida
material están determinadas por el lugar que ocupan en la sociedad o sea por su pertenencia a
una clase social, la misma que se halla determinada por las condiciones económicas en las
cuales evoluciona la sociedad. Estas puntualizaciones expresan que no es la conciencia de los
hombres la que determina su ser social, sino que es el ser social; quien determina la
conciencia social. Asimismo, que las relaciones de producción constituyen la base de la
sociedad.
2.9.5. Paradigma estructuralista
Este paradigma fue desarrollado a partir de los estudios antropológicos de Radclife Brown y
Claude Levy Strauss y los trabajos lingüísticos de Ferdinand Saussure. Para el paradigma
estructuralista el rasgo fundamental del hombre es el lenguaje mediante el cual se proyectan
conductas y pautas culturales que existen en la mente humana. Desde la perspectiva
estructuralista las interrelaciones que pueden percibirse objetivamente en los rasgos
culturales, en alguna medida son características relacionales que existen en las mentes de
quienes las produjeron. En tal sentido, todas las conductas y pautas culturales revelan hechos
significativos que están en las mentes de las personas, es decir, que han sido generadas por
profundas estructuras inconcientes que existen en la “mente” o las “mentes humanas” (Ander-
Egg, 1986). En esta perspectiva, Briones (1989), sostiene que el estructuralismo plantea
analizar cada problema, hecho, fenómeno o proceso social dentro de la estructura en la que se
encuentra y luego en estructuras más amplias, recorriendo todas las interdependencias
posibles, hasta llegar a la fuente última de todas las estructuras existentes, que es la estructura
del inconsciente humano.
2.9.6. Paradigma sistémico
Este paradigma denominado también “sistemismo” postula que el análisis de la realidad
requiere de una aproximación teórica y metodológica integradora y holística sustentada sobre
la base del concepto de sistema. Para este enfoque la realidad esta conformado por una serie
de suprasistemas, sistemas en sí y subsistemas, cuyos límites están demarcados por el tipo de
interacciones que se establecen entre sí. Los conceptos centrales de este paradigma son los
siguientes: sistema, ambiente, respuesta y retroalimentación. El sistema implica un conjunto
de elementos conectados por ciertas relaciones que se influyen recíprocamente mediante
determinados procesos característicos. El ambiente hace referencia al entorno extrasocietal e
intrasocietal que rodea el sistema que siendo este abierto recibe influencias procedentes de
este ambiente. La respuesta esta vinculada a las variaciones que se producen en las
estructuras y los procesos de un sistema, los mismos que se pueden interpretar
24
21. satisfactoriamente como esfuerzos alternativos constructivos o positivos generados por parte
de los miembros del sistema con el propósito de regular o hacer frente a una tensión que
procede de las fuentes ambientales tanto internas como externas y, finalmente, la
retroalimentación esta relacionada con la capacidad de un sistema para subsistir a una
tensión en función de la presencia y la naturaleza de la información y las demás influencias
que vuelven a los actores y a los que toman decisiones.
2.9.7. Enfoque
Según algunos autores (Ander-Egg, 1974, Pardinas, 1984 y Pereira, 2006), un enfoque
expresa la idea de distintas miradas y puntos de vista sobre aspectos particulares, atributos,
cualidades, capacidades o relaciones específicas entre elementos de un específico objeto de
estudio. El enfoque vendría a ser la manera de aproximarse al entendimiento de un objeto de
estudio y el modo de concebir y tratar dichas cuestiones desde los ámbitos teóricos y
empíricos, es decir, el enfoque resulta ser una aproximación teórica y metodológica. Por un
lado, teórica porque denota la intención sistemática y explicativa de la ocurrencia de los
hechos o fenómenos de la realidad a partir de la interrelación de definiciones, conceptos y
proposiciones y, por otro lado, metodológica porque implica modos de interrelación entre
sujeto y objeto de investigación. A partir de esas apreciaciones, se sostiene que la elección de
un determinado enfoque tiene un carácter subjetivo y una visión fragmentada de la realidad en
función de determinados intereses individuales y colectivos y, por otro lado, de particulares
posiciones ideológicas y políticas.
Erick Torrico (2004), sobre la base del planteamiento de Robert Merton, sostiene que existen
tres tipos de teorías sociales: generales o las de mayor alcance (paradigmas), de las cuales
derivan las teorías particulares (abordajes) y las teorías especificas que son cuadros teóricos
construidos con el afán de observar y examinar determinados fenómenos en espacios y
tiempos específicos (enfoques). A partir de estos referentes teóricos, indicar que un enfoque
hace referencia a una perspectiva, una orientación o un punto de vista que se asume para
representar y explicar una determinada realidad ubicada en el tiempo y el espacio.
2.9.8.
Enfoque cuantitativo y cualitativo
En el marco de las ciencias sociales, la mayoría de los autores coincide en expresar que
existen dos principales enfoques: el cuantitativo y el cualitativo. Al respecto, Rodney Pereira
(2006, p. 206), sostiene que “ambas perspectivas metodológicas difieren tanto en la estrategia
de recolección de la información como en su análisis y en su base metodológica”. En efecto,
el enfoque cuantitativo examina magnitudes, proporciones, es decir, cuantifica aspectos de la
realidad y de sus relaciones de causalidad con el afán de hallar regularidades o leyes sociales.
En contraste, el enfoque cualitativo analiza la conducta humana desde el punto de vista del
actor mediante la interpretación del lenguaje, experiencias, significados e interrelaciones
sociales. En otras palabras, el primer enfoque pone mayor énfasis en la “medición” y el
segundo enfoque pone mayor significado en la “interpretación”. Al momento de optar por un
25
22. determinado enfoque metodológico lo primero que se debe considerar son las características
de los objetivos formulados y el tipo de investigación a realizarse. Asimismo, un factor
importante que también es preciso tomar en cuenta esta vinculado al tipo de datos e
información que se espera recolectar, pues existe la posibilidad de alcanzar o producir
resultados descriptivos o interpretativos, es decir, medir con cierto grado de precisión ciertas
variables o indagar sobre saberes, opiniones, actitudes, prácticas, experiencias o significados
sociales individuales o colectivos.
Cuadro Nº 1
CARACTERÍSTICAS DE LOS ENFOQUES
CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS
26
23. Aspectos Cuantitativo Cualitativo
Base filosófica Positivismo, empirismo lógico, Fenomenologia,
y funcionalismo. interaccionismo simbólico e
historicismo.
Marco teórico Se define y construye al Se construye en diferentes
planificar la investigación. momentos de la investigación.
Doctrina Positivista. Constructivista.
Diseño Rígido y predeterminado. Flexible y emergente.
Tipo de análisis Deductivo. Inductivo.
Interés de análisis Cantidad (Cuánto, cuántos y con Cualidad (cómo se piensa,
qué frecuencia) siente y actúa)
Contexto o escenario Desconocido y artificial. Natural y familiar.
Objetivo Descripción. Interpretación.
Orientación Validar o refutar hipótesis de Generar hipótesis de trabajo.
trabajo.
Relación El sujeto es el que decide y el El sujeto y el objeto participan
sujeto-objeto objeto es tratado como pasivo. de la investigación y sufren
cambios.
Muestra Grande, aleatoria y Pequeña, no aleatoria y con
representativa. dificultades de
representatividad.
Instrumentos Boleta de encuesta, Entrevistas, grupos focales,
cuestionarios y ordenadores. historias de vida e historias de
caso.
Recolección de datos Estructurado y sistemático. Flexivo e interactivo marcado
por el desarrollo de la
investigación.
Información Proporciona porcentajes, Proporciona sentidos y
frecuencias y distribuciones. significados.
Análisis Cuantifica la realidad, la Interpreta el lenguaje,
intensidad del fenómeno y las discursos, experiencias y
relaciones de causalidad. significados.
Interpretación de Análisis estadístico desde una Análisis de contenido desde
datos perspectiva objetivista. una perspectiva subjetivista
Hallazgos Precisos, limitados, y Comprehensivos, holísticos y
reduccionistas. expansivos.
Alcance Averigua regularidades del Busca el significado de la
comportamiento humano. acción humana.
Resultados Busca establecer No intenta establecer
generalizaciones. generalizaciones.
27
24. CAPÍTULO III
INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
3.1. Consideraciones previas
Carlos Urrutia Boloña (1974), sostiene que la palabra constituye una representación gráfica o
sonora del lenguaje que expresa una idea o un pensamiento, pero que a diferencia del
concepto alcanza una diversidad de connotaciones o de significados en los diferentes
contextos de comunicación. Según este autor, la palabra es utiliza en la cotidianidad y se
constituye en la base material del lenguaje común o cotidiano de las personas, no exigiendo
mayor precisión en cuanto al significado que comunica. 11 En cambio, el concepto expresa una
idea rigurosamente elaborada que da cuenta de una realidad concreta en su estructura y su
movimiento, constituyéndose en un instrumento básico del lenguaje científico que requiere de
un determinado nivel de comprensión y que exige una significación única de la palabra
mediante la cual se expresa. En esta línea de explicación, define a la palabra como una unidad
lingüística mínima que posibilita la comunicación cotidiana y al concepto como una unidad
mínima de pensamiento lógico que revela una realidad concreta y que se integra a un sistema
teórico de una determinada disciplina científica. A partir de estos referentes explicativos en
torno a lo que se entiende por “palabra y “concepto”, se establece que existe una diferencia
substancial entre la “palabra investigación” y el “concepto investigación”. Etimológicamente,
el término investigación deviene del latín “in” que significa “en” y “vestigare” que significa
hallar, inquirir, seguir, indagar o vestigios. De allí, que en el lenguaje común o cotidiano la
palabra investigación es utilizada con la idea de un proceso o intento de exploración,
11
URRUTIA, Carlos: La Investigación Social en la Práctica del Trabajo Social, 2ª ed., Lima, CELATS, 1989.
28
25. búsqueda, indagación o averiguación de algo desconocido. Así, por ejemplo, se habla de
investigar porqué hay mucha delincuencia, investigar quién es el autor de un delito, investigar
dónde vive una persona e investigar cuál es el gusto o la preferencia de una persona. En
contraste, en el campo de la actividad científica, el concepto de investigación se refiere a una
determinada concepción del conocimiento y se constituye en un proceso reflexivo,
sistemático, controlado y crítico que tiene la finalidad de solucionar problemas y/o descubrir e
interpretar la realidad. Asimismo, en el campo epistemológico el concepto de investigación
implica establecer nexos causales entre hechos y fenómenos y supone determinar las
relaciones o las leyes que rigen determinado ámbito de la realidad.
En función de esta diferenciación semántica entre la palabra y el concepto y con el afán de no
confundir el nivel conceptual del significado de investigación a continuación se indican
algunas de sus características centrales:
• Parte de la construcción de un objeto de estudio operacionalmente delimitado como
problema de investigación.
• Constituye un proceso que permite plantear problemas y buscar soluciones mediante
una búsqueda que tiene un interés teórico o una preocupación práctica.
• Tiene una concepción metodológica que supone la aplicación de determinados
métodos y técnicas de investigación.
• Precisa cuál es la información necesaria para resolver las interrogantes planteadas.
• Exige comprobación y verificación de hechos o fenómenos estudiados mediante la
constatación empírica trascendiendo situaciones o casos particulares con la
posibilidad de efectuar generalizaciones.
• Como producto final se tiene necesariamente que expresar de forma escrita bajo la
forma de informe, monografía, tesis, proyecto, ensayo u otros trabajos académicos.
3.2. Definiciones de investigación
En la literatura especializada se observa la existencia de numerosas definiciones en relación al
concepto de investigación. Según Francisco Rodríguez et al (1983), toda investigación
científica se orienta hacia la solución de un determinado problema. Este colectivo de autores,
menciona que el investigador, al observar la realidad en sus múltiples manifestaciones y al
percibir fenómenos no esperados o desconocidos, descubre situaciones problemáticas que
necesariamente requieren respuestas lógicas y sistemáticas a partir del desarrollo de un
proceso de investigación.
Mario Bunge (1987), define a la investigación científica como un proceso sistemático que
busca respuestas a un problema formulado con el uso y la aplicación de diferentes métodos y
técnicas. Esta definición implica que la investigación es una actividad encaminada a hallar
respuestas sistemáticas a problemas formulados mediante el empleo de procedimientos
científicos.
29
26. Ezequiel Ander-Egg (1988), señala que la investigación constituye un procedimiento
reflexivo, sistemático, controlado y crítico que tiene como principal objetivo plantear
problemas y buscar respuestas. Más adelante este autor puntualiza que el interés de este
proceso puede ser teórico o práctico y como producto final se lo debe necesariamente expresar
de manera escrita.
Rodolfo Mandolfo (1990), dice que la investigación científica surge cuando se tiene la
conciencia de un problema y cuando nos sentimos obligados a buscar su solución. La
indagación realizada para alcanzar esa solución constituye la investigación propiamente dicha.
Ramiro Rivera (1990), afirma que la investigación científica es la orientación del
conocimiento a la observación estructurada de las conductas, de los fenómenos o de las cosas
con fines explicativos y predictivos. En este ámbito, la investigación consiste en preguntarse
por los problemas que confronta la realidad sobre el por qué de su existencia o su razón de
ser, es inquirir por las pruebas de lo que se dice ser verdadero o falso.
En función de las anteriores definiciones es posible establecer que toda investigación:
• Constituye un proceso que se inaugura con la formulación de un problema que se lo
expresa en términos de una interrogante que enuncia una situación desconocida.
• El desarrollo de este proceso busca hallar respuestas sistemáticas empleando una
adecuada metodología, en términos de métodos, técnicas y procedimientos.
• El resultado de este proceso que culmina con la solución de problemas o la
comprobación de hipótesis se lo debe expresar necesariamente en forma escrita.
3.3. Investigación social
En función de la mutidimensionalidad de la realidad y de los fenómenos que provoca es
posible identificar tres principales tipos de procesos investigativos: investigación bibliográfica
(ciencias humanas), investigación de campo (ciencias sociales) e investigación de laboratorio
(ciencias naturales). Santiago Zorrilla et al (1997), sobre la base de esta tipología, sostiene que
la investigación bibliográfica consiste en la búsqueda de las contribuciones culturales y
científicas del pasado o de la actualidad y puede ser efectuada en forma independiente o como
parte de las investigaciones de campo y de laboratorio. Asimismo, señala que la investigación
de campo se lo realiza básicamente en ciencias sociales con el propósito de recolectar y
sistematizar datos mediante instrumentos cuantitativos y cualitativos y que la investigación
de laboratorio, se lo efectúa principalmente en ciencias naturales a través de la aplicación de
instrumentos de precisión y experimentación.
José Armas en su texto “Teoría y Técnicas de Investigación Social”, sostiene que el objetivo
principal de la investigación social radica en el deseo de descubrir y explicar causalmente las
relaciones existentes entre diferentes hechos, fenómenos y procesos sociales. Así, por
ejemplo, una investigación social consiste en hallar respuestas válidas a las siguientes
30
27. interrogantes: ¿Por qué se producen las revoluciones sociales?; ¿Cuáles son los factores que
explican la baja productividad de una empresa?; ¿Qué factores psicosociales determinan la
incorporación del niño a la calle?; ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en las
luchas sindicales?; ¿Qué rol cumple el Trabajo Social en la labor institucional de las
Defensorias de la Niñez y Adolescencia?; ¿Qué dificultades económicas, sociales y culturales
emergen en poblaciones migrantes?; ¿Cómo las pandillas juveniles territorializan los espacios
públicos?, ¿Qué actividades disóciales desarrollan los menores callejeros? y ¿Cómo influyen
los programas infantiles de carácter violento en los imaginarios y las conductas de los niños y
las niñas?. Toda vez que se ha identificado y formulado los problemas sociales de
investigación en términos de interrogantes es necesario identificar la relación que se establece
entre las variables independientes, dependientes e intervinientes. Por ello, puntualizar que una
investigación social no significa otra cosa que la explicación sistemática y válida de un hecho
o de un fenómeno social como una relación abierta de variables.
La investigación social para ser considerada científica debe ser objetiva, controlada, dirigida,
imparcial, planificada, metodológica y dirigida a alcanzar determinados propósitos. Esto
implica que debe contener distintos niveles teóricos, metodológicos y empíricos, los mismos
que deben ser desarrollados bajo una determina secuencia lógica y sistemática. Una visión
general de estos aspectos que conforman la investigación social se ilustra en el siguiente
cuadro que contiene los argumentos explicativos de Julio Córdova.12
Cuadro Nº 2
VISIÓN GENERAL DE LA INVESTIGACIÓN
SOCIAL
Etapa Actividades Nivel
Tema
Objeto de estudio Teórico
Problema
Diseño
Hipótesis
Variables Metodológico
Indicadores
Instrumentos
Trabajo de campo Recolección de datos Técnico
Procesamiento de datos
Sistematización
Análisis Teoría
Interpretación
3.4. Niveles de investigación
El propósito de toda disciplina científica radica, por un lado, en explicar causalmente
relaciones y conexiones de un determinado fenómeno de la realidad y, por otro lado, en
formular leyes o establecer relaciones constantes entre determinado fenómenos de la realidad.
De esta manera, se hace posible predecir y determinar la apariencia del fenómeno "B" cuando
surge el fenómeno "A", es decir, en qué medida y cómo se establece un sistema de relaciones
12
CORDOVA, Julio: Técnicas cualitativas en investigación social, La Paz, PIEB, 2005
31
28. entre variables dependientes, independientes e intervinientes. Sin embargo, puntualizar que el
establecer nexos causales y formular leyes que rigen el desenvolvimiento de los fenómenos de
la realidad no se constituyen en los únicos propósitos de los trabajos científicos. En realidad,
hallar relaciones causales y formular leyes es solamente una posibilidad que se hace efectiva
con el desarrollo de distintos niveles avanzados de investigación. En la práctica, la mayoría de
las investigaciones sociales no se hallan encaminadas a formular y comprobar hipótesis que
pretenden alcanzar el rango de “ley” sino que se hallan básicamente orientadas a desarrollar
procesos investigativos que alcancen distintos niveles de conocimiento, como ser el nivel de
la descripción, el nivel de la clasificación y el nivel de la explicación.
3.4.1. Nivel de la descripción
La descripción considerada como la especificación o el detalle de ciertas representaciones o
características se llega a constituir en el primer nivel del conocimiento. Esta realidad se
justifica porque antes de establecer una relación entre una serie de hechos o fenómenos,
resulta imprescindible efectuar una descripción más o menos profunda y detallada de la mayor
parte de sus componentes, aspectos y dimensiones. A pesar de su carácter descriptivo es
preciso comprender que este nivel de investigación tiene una enorme importancia y es
precisamente descriptivo porque no pueden ser de otro modo, pues únicamente a partir de la
descripción y bajo esa modalidad es posible alcanzar un nivel superior, es decir, transitar
desde la clasificación hacia la explicación.
3.4.2. Nivel de la clasificación
Por regla general, se transita del nivel de la descripción a la explicación a través de un nivel
intermedio que es la clasificación. En realidad, se llega a la clasificación mediante la
comparación de características o cualidades de los fenómenos, es decir, mediante el
establecimiento de semejanzas y diferencias específicas, las mismas que al ser identificadas y
ordenadas con cierta precisión dan lugar a la determinación de ciertas clasificaciones o
tipologías. Sin embargo, puntualizar que descripción y clasificación no deben ser
considerados como dos momentos analíticos distintos y necesariamente sucesivos de un
proceso investigativo. De hecho, toda descripción adopta naturalmente el aspecto de la
clasificación, pues en la práctica la descripción y la clasificación se constituyen en procesos
entremezclados e interrelacionados.
3.4.3. Nivel de la explicación
Una vez descrito el fenómeno y ubicado al interior de una determinada tipología ya es posible
transitar y abordar un nivel superior que es la explicación científica, es decir, ya es factible
intentar establecer factores precipitantes, relaciones causales, estructuras internas,
correlaciones y tratar de formular o deducir leyes. Sin embargo, expresar que en ciencias
sociales son escasos los ámbitos donde metodológicamente se puede obrar de este modo. Por
ello, nuevamente puntualizar que son bastante reducidas las autenticas leyes sociales, lo que
32
29. en realidad prevalece es la tendencia a establecer explicaciones causales o determinar ciertas
correlaciones entre distintas variables.
3.5. Tipos de investigación
La literatura especializada ha clasificado a los procesos investigativos en una vasta tipología
en función de los siguientes criterios:
• Por los propósitos, alcances o fines de la investigación se habla de investigación pura
e investigación aplicada.
• Por la ubicación, el tiempo transcurrido o el alcance temporal en la recolección de
datos se tiene a la investigación longitudinal, investigación transversal, investigación
prospectiva, investigación retrospectiva, investigación diacrónica e investigación
sincrónica.
• Por la profundidad del estudio se tiene a la investigación exploratoria, investigación
descriptiva, investigación explicativa e investigación correlacional.
• Por la amplitud o la extensión del estudio se da la existencia de investigaciones
microsociales e investigaciones macrosociales.
• Por el tipo de fuentes que se utiliza en el proceso de recolección de datos e
información se habla de investigaciones primarias e investigaciones secundarias.
• Por el carácter o el enfoque de la investigación se tienen a las investigaciones
cuantitativas y las investigaciones cualitativas.
• Por los procedimientos y medios utilizados se tiene a la investigación científica,
investigación de campo, investigación bibliográfica e investigación de laboratorio.
• Por la naturaleza del proceso investigativo las investigaciones pueden ser
investigaciones empíricas, investigaciones experimentales, investigaciones
documentales e investigaciones sobre la base de encuestas.
• Por el alcance de los resultados las investigaciones pueden ser investigaciones piloto,
investigaciones monográficas, investigaciones de diagnóstico, investigaciones de
caso, investigaciones de sondeos de opinión e investigación de replicación.
• Por el grado de inferencia de las variables involucradas se habla de las
investigaciones experimentales e investigación no experimentales.
• Por el objeto de estudio se tienen investigaciones disciplinarias, institucionales y
sectoriales.
3.5.1. Investigación teórica o pura
Este tipo de investigación busca conocer y comprender con mayor profundidad determinado
ámbito de la realidad, es decir, se propone adquirir, incrementar o acumular conocimientos
teóricos acerca de un determinado tema, sin una mayor preocupación por la aplicación
práctica de los resultados obtenidos. En realidad la investigación teórica en sí no tiene un
propósito práctico inmediato sino más bien se halla orientada a la solución de problemas
33
30. teóricos y el deseo de saber o entender los hechos por la pura satisfacción del conocimiento
mismo. A la investigación teórica se la conoce también bajo la denominación de investigación
pura, básica, bibliográfica o clásica y se la considerada como una etapa previa e
imprescindible de la parte práctica, empírica o aplicada de la investigación.
3.5.2. Investigación aplicada
Este tipo de investigación esta en función de la parte práctica de toda disciplina científica y
tiene como propósito fundamental el generar un tipo de conocimiento útil, adaptable, factible
y aprovechable. Se caracteriza por tener un fin práctico debido a que evalúa situaciones,
diagnóstica necesidades y busca alternativas de solución a problemas específicos, es decir, se
halla orientada a la aplicación empírica de los conocimientos teóricos y, por lo tanto,
encaminada a identificar y resolver problemas concretos de la realidad cotidiana, buscando
soluciones factibles a través de la elaboración, por ejemplo, de planes, programas, proyectos,
diagnósticos e intervenciones de caso. La investigación aplicada recibe también la
denominación de estudio empírico y básicamente tiene el propósito de satisfacer necesidades
sociales concretas e incrementar el dominio intelectual del hombre sobre la naturaleza con
mayor eficiencia y racionalidad bajo el principio de mejorar las condiciones o la calidad de
vida del hombre recurriendo a la aplicación de la ciencia.
3.5.3. Investigación transversal
Este tipo de investigación recoge datos e información del objeto de estudio en determinado
momento del tiempo sin realizar un seguimiento del objeto de estudio a lo largo o en el
transcurso del tiempo. Se estudian variables simultáneamente en un determinado momento sin
considerar el tiempo como variable determinante, es decir, analiza, sistematiza y compara
hechos o fenómenos existentes estableciendo un corte en el tiempo, variable que no se
constituye en un aspecto importante para la descripción y explicación de dichos fenómenos.
3.5.4. Investigación longitudinal
Esta investigación se caracteriza por recoger información del objeto de investigación
mediante la práctica del seguimiento, es decir, analiza la acción del tiempo sobre las variables
involucradas en el problema identificado y formulado. En este tipo de investigación la
variable tiempo es de vital importancia ya sea porque una determinada variable se la observa
en un período dado o porque el comportamiento de la variable se la mide a través del tiempo
o, en otros casos, porque el tiempo es determinante en la relación causa/efecto.
3.5.5. Investigación retrospectiva
En este tipo de investigación se investiga los antecedentes, características, diferencias y
posibles causas de un determinado hecho o fenómeno mediante el registro de la
documentación e información ya existente. Esta situación supone que se analiza un hecho o
34
31. fenómeno que ocurrió en un momento anterior al diseño del estudio recurriendo a datos e
información ya registrada.
3.5.6. Investigación prospectiva
Esta investigación recolecta información a medida que transcurre el tiempo se diferencia de la
longitudinal porque no necesariamente el tiempo modifica o interviene en forma directa sobre
las variables estudiadas. En otras palabras, un estudio prospectivo parte del presente y se
extiende hacia el futuro durante un cierto período de tiempo, recolectando información y datos
de manera continua o periódica.
3.5.7. Investigación diacrónica
Llamada también longitudinal estudia hechos o fenómenos en un período de tiempo
prolongado con el propósito de analizar los cambios o las transformaciones que sufre en
relación a su emergencia, desenvolvimiento y desarrollo. En este tipo de estudio se analiza el
carácter histórico del fenómeno o el proceso con la intención de establecer causas, relaciones
y consecuencias, en la mayoría de los casos suele utilizarse la medición de ciertas variables
con el afán de evaluar o analizar la evolución de las mismas a través del tiempo.
3.5.8. Investigación sincrónica
Este tipo de investigación también conocido como transversal estudia determinado hecho o
fenómeno en un período de tiempo establecido, es decir, no considera a la variable “tiempo”
como la cuestión más importante sino que establece características del objeto de estudio y
cuantifica ciertas variables en un período de tiempo especifico, relativamente corto. La
cuestión central en este tipo de investigación es analizar un fenómeno en un determinado
momento analizando sus dimensiones, manifestaciones, aspectos y relaciones que se
instituyen en esa coyuntura específica.
3.5.9. Investigación científica
Se caracteriza por ser sistemática, controlada, empírica y crítica de las hipótesis planteadas en
torno a problemas identificados y formulados. Este tipo de investigación surge cuando la
experiencia y los conocimientos existentes hasta el momento ya resultan ser insuficientes para
resolver un determinado problema científico. En consecuencia, la búsqueda de respuestas es
controlada y sistemática con el propósito de producir nuevos conocimientos científicos
apelando a procesos de investigación científica.
3.5.10. Investigación de laboratorio
Se basa en pruebas o hipótesis derivadas de la teoría analizando las relaciones recíprocas de
las variables y sus operaciones. En este tipo de investigación se controla la variación en las
condiciones bajo las cuales se produce un determinado fenómeno, es decir, se tiende a
35