El documento describe los mecanismos de autorregulación del flujo sanguíneo renal y la tasa de filtración glomerular (FG), incluyendo la retroalimentación tubuloglomerular y la autorregulación miógena. La autorregulación permite mantener el flujo sanguíneo renal y la FG relativamente constantes a pesar de cambios en la presión arterial, lo que ayuda a evitar fluctuaciones extremas en la excreción renal.