El documento habla sobre la llamada de Dios a los creyentes de sacarlos de las tinieblas y llevarlos a su maravillosa luz. Sin embargo, advierte que no podemos permanecer en un estado tibio entre la luz y las tinieblas, y que incluso una pequeña cantidad de tinieblas nos impedirá heredar el reino de los cielos. Exhorta a los creyentes a entrar plenamente en la luz de Dios y alejarse completamente de las tinieblas para ser salvos.
1. Llamados de las tinieblas a la luz Admirable
1 Pedro 2:
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para
que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo,
pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro
tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero
ahora habéis alcanzado misericordia.
11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y
peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma,
Gálatas 5: (1 CORINTIOS 5: 7-13)
7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para
no obedecer a la verdad?
8 Esta persuasión no procede de aquel que os
llama.
9 Un poco de levadura leuda toda la masa.
10 Yo confío respecto de vosotros en el Señor,
que no pensaréis de otro modo; mas el que os
perturba llevará la sentencia, quienquiera que
sea.
Durante este estudio verificaremos :
¿Podemos estar en tinieblas y luz al
mismo tiempo como creyentes ?
¿Podemos tener un poquito de tinieblas
como creyentes en nuestra vida?
¿Si viene Cristo y nos encuentra con un
poquito de tinieblas, heredamos el reino
como quiera?
¿Qué es tibieza?
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. ¿La luz y las tinieblas pueden estar en
comunión o en armonía juntas?
Genesis 1:
1 En el principio creó Dios los cielos y
la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y
vacía, y las tinieblas estaban
sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la
faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena; y
separó Dios la luz de las
tinieblas.
2 Corintios 6:
14 No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿Y qué comunión la luz con
las tinieblas?
15 Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O
qué parte el creyente con el
incrédulo?
16 Y qué acuerdo hay entre el templo de
Dios y los ídolos? Porque vosotros
sois el templo del Dios viviente, como
Dios dijo: Habitaré y andaré entre
ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi
pueblo.
17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos,
y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis
lo inmundo; Y yo os recibiré,
18 Y seré para vosotros por Padre, Y
vosotros me seréis hijos e hijas, dice
el Señor Todopoderoso.
3. ¿A que nos llama Cristo? “Explicación con la lámpara de
nuestro cuerpo”
Lucas 11: (Mateo 5:27-30)
34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu
ojo es bueno, también todo tu cuerpo
está lleno de luz; pero cuando tu ojo es
maligno, también tu cuerpo está en
tinieblas.
35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti
hay, sea tinieblas.
36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de
luz, no teniendo parte alguna de
tinieblas, será todo luminoso, como
cuando una lámpara te alumbra con su
resplandor.
Juan 8:
12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la
luz del mundo; el que me sigue, no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida.
Efesios 5:
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas
ahora sois luz en el Señor; andad como
hijos de luz
9 (porque el fruto del Espíritu es en toda
bondad, justicia y verdad),
10 comprobando lo que es agradable al Señor.
11 Y no participéis en las obras infructuosas de
las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que
ellos hacen en secreto.
13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en
evidencia por la luz, son hechas
manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo.
14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que
duermes, Y levántate de los muertos, Y te
alumbrará Cristo.
4. ¿Que nos advierte Cristo?
Juan 3: (Isaías 29:18-24)
19 Y esta es la condenación: que la luz
vino al mundo, y los hombres amaron
más las tinieblas que la luz, porque
sus obras eran malas.
20 Porque todo aquel que hace lo malo,
aborrece la luz y no viene a la luz,
para que sus obras no sean
reprendidas.
21 Mas el que practica la verdad viene a
la luz, para que sea manifiesto que
sus obras son hechas en Dios.
Juan 12:
46 Yo, la luz, he venido al mundo, para
que todo aquel que cree en mí no
permanezca en tinieblas.
47 Al que oye mis palabras, y no las
guarda, yo no le juzgo; porque no he
venido a juzgar al mundo, sino a
salvar al mundo.
48 El que me rechaza, y no recibe mis
palabras, tiene quien le juzgue; la
palabra que he hablado, ella le
juzgará en el día postrero.
49 Porque yo no he hablado por mi
propia cuenta; el Padre que me
envió, él me dio mandamiento de lo
que he de decir, y de lo que he de
hablar.
50 Y sé que su mandamiento es vida
eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo
hablo como el Padre me lo ha dicho.
5. ¿Podemos estar en tinieblas siendo
Creyentes?
Romanos 13:
11 Y esto, conociendo el tiempo, que es
ya hora de levantarnos del sueño;
porque ahora está más cerca de
nosotros nuestra salvación que
cuando creímos.
12 La noche está avanzada, y se acerca el
día. Desechemos, pues, las obras de
las tinieblas, y vistámonos las armas
de la luz.
13 Andemos como de día,
honestamente; no en glotonerías y
borracheras, no en lujurias y lascivias,
no en contiendas y envidia,
14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no
proveáis para los deseos de la carne.
1 Pedro 5:
8 Finalmente, sed todos de un mismo
sentir, compasivos, amándoos
fraternalmente, misericordiosos,
amigables;
9 no devolviendo mal por mal, ni
maldición por maldición, sino por el
contrario, bendiciendo, sabiendo
que fuisteis llamados para que
heredaseis bendición.
10 Porque: El que quiere amar la vida Y
ver días buenos, Refrene su lengua
de mal, Y sus labios no hablen
engaño;
11 Apártese del mal, y haga el bien;
Busque la paz, y sígala.
12 Porque los ojos del Señor están sobre
los justos, Y sus oídos atentos a sus
oraciones; Pero el rostro del Señor
está contra aquellos que hacen el
mal.
6. ¿Si viene Cristo y nos encuentra con un poquito de
tinieblas, heredamos el reino como quiera?
1 Tesalonicenses 5:
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el
día del Señor vendrá así como ladrón en la
noche;
3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces
vendrá sobre ellos destrucción repentina,
como los dolores a la mujer encinta, y no
escaparán.
4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas,
para que aquel día os sorprenda como ladrón.
5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos
del día; no somos de la noche ni de las
tinieblas.
6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino
velemos y seamos sobrios.
7 Pues los que duermen, de noche duermen, y
los que se embriagan, de noche se
embriagan.
8 Pero nosotros, que somos del día, seamos
sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de
fe y de amor, y con la esperanza de salvación
como yelmo.
Santiago 3:
10 De una misma boca proceden
bendición y maldición. Hermanos
míos, esto no debe ser así.
11 Acaso alguna fuente echa por una
misma abertura agua dulce y
amarga?
12 Hermanos míos, ¿puede acaso la
higuera producir aceitunas, o la
vid higos? Así también ninguna
fuente puede dar agua salada y
dulce.
7. Un creyente en luz y en tiniebla se considera tibio = perdido con
conocimiento
Apocalipsis 3:
13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias.
14 Y escribe al ángel de la iglesia en
Laodicea: He aquí el Amén, el testigo
fiel y verdadero, el principio de la
creación de Dios, dice esto:
15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni
caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni
caliente, te vomitaré de mi boca.
17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo
necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y
desnudo.
Hebreos 12:
11 Es verdad que ninguna disciplina al presente
parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero
después da fruto apacible de justicia a los que
en ella han sido ejercitados.
12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las
rodillas paralizadas;
13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para
que lo cojo no se salga del camino, sino que sea
sanado.
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual
nadie verá al Señor.
15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar
la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de
amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados; 16 no sea que haya algún
fornicario, o profano, como Esaú, que por una
sola comida vendió su primogenitura. 17
Porque ya sabéis que aun después, deseando
heredar la bendición, fue desechado, y no hubo
oportunidad para el arrepentimiento, aunque
la procuró con lágrimas.
8. Entra a la luz de la purificación y si hay tinieblas en ti todavía corre a Cristo y
el te alumbrara y serás salvo, porque aun con un poquito de tinieblas
no heredaras el reino de los cielos
Tito 2:
11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado
para salvación a todos los hombres,
12 enseñándonos que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos,
vivamos en este siglo sobria, justa y
piadosamente,
13 aguardando la esperanza bienaventurada y
la manifestación gloriosa de nuestro gran
Dios y Salvador Jesucristo,
14 quien se dio a sí mismo por nosotros para
redimirnos de toda iniquidad y purificar
para sí un pueblo propio, celoso de
buenas obras.
15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda
autoridad. Nadie te menosprecie.
1 Corintios 6:
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de
Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni
los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan
con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los
borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos;
mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido
santificados, ya habéis sido justificados en el nombre
del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Efesios 5:
1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se
entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a
Dios en olor fragante.
3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se
nombre entre vosotros, como conviene a santos;
4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías,
que no convienen, sino antes bien acciones de
gracias.
5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o
avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de
Cristo y de Dios.
6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas
cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de
desobediencia.
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