El documento describe las señales de alarma del fracaso escolar y ofrece consejos para prevenirlo. Identifica varios tipos de problemas que pueden llevar al fracaso, como dificultades intelectuales, motivos emocionales o falta de hábitos de estudio. Recomienda que los padres actúen con decisión ante las señales de alarma para evitar consecuencias negativas, como pasar de curso con asignaturas suspendidas o desinterés por el colegio.
1. Fracaso
escolar
Selección de OrienTapas
con artículos de la orientadora
Ana Torres Jack
http://anatorresjack.weebly.com/
Ana Torres Jack - @anatjack
Licenciada en Psicología, Orientadora Educativa y Comunicadora
https://orientapas.blogspot.com/
2. miércoles, 10 de octubre del 2012 | la voz de la escuela orientación educativa >> 3
Anticiparse a los problemas
Cómo detectar las señales de alarma del fracaso escolar
Pasar de curso con materias pen-
dientes, odiar el colegio, tener una
baja comprensión lectora o estar siem-
pre en las nubes son solo algunas de
las señales de alarma típicas que sue-
len desembocar en un fracaso escolar
anunciado. Ignorar estos indicadores
de que algo va mal solo puede llevar-
nos ante situaciones límite en las que
intervenir con eficacia se hace cada
vez más difícil.
Ahora que estamos a principio de
curso, los padres que han detectado en
sus hijos algún problema relacionado
con sus estudios deben actuar con
decisión para evitar consecuencias
indeseables.
Estas son algunas de las situaciones
en las que hay que estar muy alerta:
■ «Mi hijo pasa de curso con algunas
asignaturas suspensas».
■ «Repite curso pero parece que no
le importa».
■ «Odia el colegio, le duele el estó-
mago todas las mañanas».
■ «Es como si no tuviera memoria, le
cuesta muchísimo retener los datos»
■ «Es muy impulsivo, no es capaz de
parar quieto»
■ «Los profesores me dicen que no
atiende, que está siempre en las nu-
bes»
■ «Escribir no es lo suyo: comete mu-
chas faltas de ortografía y tiene una
letra malísima».
■ «Odia los libros, le cuesta entender
lo que lee».
■ «Se organiza fatal, es muy desorde-
nado y no sabe estudiar»
■ «Es muy torpe con los movimientos,
y no tiene ninguna habilidad con las
manos (para escribir, dibujar,...).»
■ «Mi hijo casi siempre está solo, no
tiene amigos y lo pasa muy mal».
■ «Las matemáticas se le dan fatal,
no comprende los problemas que le
ponen».
■ «No es capaz de respetar a los pro-
fesores, ni a sus propios compañeros.
De hecho, el curso pasado le pusieron
algunas faltas de orden».
■ «Si quisiera estudiar, no tendría
ningún problema... pero es un vago
redomado».
En todos estos casos que acabamos
de describir, ¿qué puede estar fallan-
do? Aunque las variables que inter-
vienen en el rendimiento escolar son
muchas, se pueden agrupar en cinco
bloques:
■ Intelectuales. Son variables relacio-
nadas con un rendimiento intelectual
bajo, con trastornos específicos (dis-
lexia, discalculia, déficit de atención,
lesiones neurológicas), lesiones neu-
rológicas...
■ Orgánicas. Problemas físicos, o
enfermedades crónicas que provocan
absentismo escolar o cierto grado de
cansancio. Mala calidad del sueño, ali-
mentación incorrecta...
> APRENDER A APRENDER
ÁLVARO BALLESTEROS
Los nervios pueden afectar mucho al alumno, no solo ante un examen decisivo, sino también ante el estudio de una asignatura que se le resiste
> Ana T. Jack
anatjack@edu.xunta.es
■ Motivacionales. No sirve de nada
que tenga una inteligencia normal
o incluso por encima de la media si
no está motivado para aprender, si se
aburre en clase o si no tiene ningún
interés en los estudios.
■ Emocionales. Son factores muy va-
riados relacionadas con las carencias
afectivas, con la sobreprotección... Ni-
ños que han sufrido la pérdida de uno
o ambos progenitores, con padres muy
severos, con un mal ambiente familiar,
inseguros, impulsivos, con problemas
para acatar las normas...
■ Estratégicas. La falta de hábitos de
estudio y el desconocimiento de las
técnicas de trabajo intelectual son mu-
chas veces la causa del fracaso escolar.
Solo les falta aprender a aprender.
TEMA DEL MES: Claves para em-
pezar bien el curso.
ETAPA: Educación obligatoria.
LA FRASE: «Con frecuencia he
ganado la comprensión real de la
naturaleza de los padres mediante
el estudio de los hijos» (Sir Arthur
Conan Doyle).
COMPORTAMIENTOS QUE SE
DEBEN EVITAR: Taparse los ojos y
no actuar ante las señales de alar-
ma.
ALGUNAS CLAVES: La compren-
sión lectora, la expresión escrita,
las habilidades matemáticas y los
hábitos de estudio son los cuatro
pilares básicos que hay que refor-
zar para garantizar el éxito escolar.
PARA SABER MÁS: «Triunfar en la
escuela». Sandoval Prieto, García
Nieto y Cermeño González. Edito-
rial La Esfera de los libros. Este ma-
nual, que analiza el fracaso escolar
en primaria, secundaria y bachille-
rato, ofrece orientaciones prácti-
cas a las familias para ayudar a sus
hijos a superar las dificultades es-
colares.
ESCUELA DE PADRES
Un plan de acción en cuatro pasos
En cuanto han detectado la existencia de una situación de riesgo,
los padres pueden actuar de la siguiente forma:
1.º ¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
Hay que definir el problema para encon-
trarle una solución. Hay que hacer un es-
fuerzo por hacer una descripción operati-
va que ayude a separar el grano de la
paja. Es decir, no es suficiente con con-
cluir que es un vago. Es mejor hablar de
que no dedica tiempo suficiente al estu-
dio, que no obedece al profesor o que
pierde el material escolar por dejadez.
2.º ¿DESDE CUÁNDO EXISTE?
Es posible que la aparición de las dificul-
tades haya coincidido con el paso de un
nivel educativo a otro, o bien con un cam-
bio de colegio o con el nacimiento de un
hermano o la separación de los padres. O
que haya sido así desde el principio.
3.º ¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?
Saber la raíz del problema no siempre re-
sulta fácil, ni siquiera para los profesiona-
les de la educación. Muchas veces son
más de una las variables responsables de
la situación.
En un primer momento hay que descartar
las causas orgánicas (hipoacusia, proble-
mas de visión…), emocionales e intelec-
tuales con la ayuda de los profesionales
que correspondan (logopeda, neurólogo,
psicólogo, otorrino...).
4.º ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA
SOLUCIONARLO?
Hablar con los profesores, solicitar una
valoración psicopedagógica por parte del
orientador, dedicarle más tiempo y esta-
blecer unos hábitos de estudio efectivos
en casa son algunas de las primeras ac-
tuaciones que hay que poner en marcha.
Y, sobre todo, ser muy constantes en el
plan que de acción que se lleve a cabo.
3. miércoles, 21 de abril del 2010 | la voz de la escuela orientación educativa >> 3
Rendirse antes de tiempo
España es el tercer país de la Unión Europea con mayor tasa de abandono escolar
«Mamá, no quiero seguir estudiando»,
suelta Fernando a su perpleja madre a
la hora del desayuno. «Lo he pensado
bien y ya no pinto nada en la ESO, así
que lo dejo», continúa diciendo mien-
tras acaba tranquilamente su bol de
cereales. A su progenitora le entran
ganas de ponerse a chillar, o de darle
un bofetón, o de echarse a llorar... pero
se contiene. Sabe que de su reacción,
y de la de su marido, depende en gran
parte que su hijo vuelva a entrar en
razón y consiga acabar al menos la
educación obligatoria.
Y es que en estos últimos meses del
curso, con el cansancio acumulado en
el cuerpo, son muchos los adolescen-
tes que manifiestan su deseo de tirar
la toalla en lo que a estudios se refiere.
De hecho, España es el tercer país de
la Unión Europea con mayor nivel de
abandono escolar, solo por detrás de
Malta y Portugal, según se desprende
del informe del Instituto de Estudios
Económicos Early School Leavers,
elaborado a partir de los últimos
datos del Euroestat. Este estudio
revela que casi el 32% de los jóvenes
españoles de entre 18 y 24 años han
obtenido como máxima titulación el
graduado en Educación Secundaria
Obligatoria y no han continuado con
su formación.
Así que la pregunta es: ¿por qué
hay tantos adolescentes que deciden
abandonar sus estudios? Estas pueden
ser algunas razones.
■ Porque se sienten incapaces de
afrontar los estudios a causa de limi-
taciones personales, como dificultades
de aprendizaje, problemas de salud o
desconocimiento de la lengua. Pero
también puede responder a un exceso
de ansiedad y autoexigencia que los
lleva a no sentirse capaces de.
■ El entorno escolar: la mala relación
con el profesorado o con los compa-
ñeros así como la falta de recursos y
apoyo desde el centro educativo pue-
den motivar el abandono escolar. A
veces esta decisión sirve para escapar
de una situación de acoso escolar no
reconocida.
■ Razones familiares: la actitud de la
familia hacia el valor de la educación
condiciona también la continuidad o
abandono de las clases. Los problemas
familiares (separaciones, defunción de
algún miembro), unidos a la urgencia
por incorporarse al mundo laboral y
conseguir ingresos económicos, tam-
bién pueden precipitar la deserción
escolar.
■ Falta de voluntad para afrontar la
constancia y el esfuerzo que exige
la tarea de estudiar. Por mucho que
quiera la familia o que insistan los
profesores, si los alumnos no ponen
la voluntad necesaria para superar el
curso es inútil mantenerlos escolari-
zados a la fuerza. Los amigos y el en-
torno social de los estudiantes suelen
influir en esta decisión.
Así que la segunda cuestión es: ¿qué
pueden hacer los padres ante esta
situación? Pues, lo primero de todo,
escuchar las razones por las que su
hijo desea abandonar sus estudios y
conocer cuáles son sus planes inme-
diatos. Luego se puede dialogar con él
ayudándole a proyectar un futuro sin
estudios y con estudios. Es importante
mantener todo el tiempo una actitud
tranquila, alejada de dramatismos y
broncas. En el caso de que la causa
de esta decisión se deba a un exceso
de ansiedad hay que barajar otras
opciones como aprender técnicas
de relajación y técnicas de estudio,
pensar en repetir curso o intentar ac-
ceder a un programa de diversificación
curricular.
Pero, al final, si se ve que su decisión
de abandonar los estudios es firme,
es preferible ofrecer otras alternati-
vas, con ayuda del departamento de
Orientación, tal vez más acordes con
sus intereses y capacidades, como pue-
den ser los programas de cualificación
profesional inicial, las pruebas de ac-
ceso a los ciclos medios o la educación
para adultos.
> Ana T. Jack
anatjack@edu.xunta.es
Los que no
pisan el aula
El principal objetivo de cualquier sis-
tema educativo es que los alumnos
consigan el máximo nivel de formación
que puedan alcanzar, pero cumplirlo
solo es posible si los estudiantes per-
manecen en las aulas. En el tema del
absentismo escolar, España también
ocupa uno de los primeros puestos en
el ránking internacional: si en Europa,
como media, uno de cada cinco estu-
diantes falta a clase de forma regular,
en nuestro país «brillan por su ausen-
cia» uno de cada tres.
Estas pautas son las que se recomien-
da seguir a padres de absentistas:
■ Mentalizar a los hijos de que su asis-
tencia diaria a clase es un deber y una
obligación.
■ Hacerles ver que, además, es una ne-
cesidad para alcanzar el éxito escolar.
■ Facilitar al centro educativo los me-
dios para que los tengan informados a
diario de la asistencia a clase de sus hi-
jos (móvil, correo electrónico...).
■ Informar al tutor con antelación
cuando el alumno vaya a faltar por ra-
zones médicas u otros temas previstos.
■ No excusar nunca las faltas de asis-
tencia que no tengan justificación sufi-
ciente y dejar que los hijos asuman la
responsabilidad que se pueda derivar
de esas ausencias.
EXPLORANDO CAMINOS
Prevenir la problemática del absen-
tismo escolar es, precisamente, uno de
los principales ejes temáticos de las
Jornadas Internacionales de Orienta-
ción que organiza la Asociación Profe-
sional de Pedagogos de Galicia (Apega),
los días 23 y 24 de abril, en el Instituto
Tecnológico Empresarial de Caixa Gali-
cia (ronda de Nelle, 31, A Coruña).
■ La orientación académica y profesio-
nal para alumnos con necesidades es-
pecíficas, los nuevos títulos de la for-
mación profesional o los recursos en
Internet para el asesoramiento a pa-
dres y profesores son otros de los te-
mas que tendrán cabida en el programa
■ Las jornadas están dirigidas a profe-
sionales de la educación y a todas
aquellas personas interesadas en reali-
zar un acercamiento a estos temas re-
lacionados con la orientación. Más in-
formación en www.apega.org
> JORNADAS
DE ORIENTACIÓN
PACO RODRÍGUEZ
Prevenir el absentismo es uno de los ejes para evitar el abandono escolar
4. miércoles, 10 de junio del 2015 | la voz de la escuela orientación educativa >> 3
TEMA DEL MES: Las repeti-
ciones de curso.
ETAPA: Educación obligatoria
(primaria y ESO).
EL DATO: El 33 % de los alum-
nos españoles de 15 años ya
han repetido algún curso. En
Finlandia esta cifra no llega al
5 % (según datos PISA del
2012).
COMPORTAMIENTOS QUE SE
DEBEN EVITAR: Que la repeti-
ción de curso sea «más de lo
mismo» sin cambiar estrate-
gias ni metodologías.
ALGUNAS CLAVES:
■ Educación primaria: El profe-
sorado adopta la decisión so-
bre la promoción al finalizar
cada curso. Si el estudiante no
ha alcanzado las competencias
básicas puede permanecer un
año más en el mismo curso,
aunque esta medida solo se
puede adoptar una vez en toda
la etapa.
■ Educación secundaria: Los
estudiantes de ESO pueden re-
petir dos veces como máximo
dentro de la etapa y una sola
vez cada curso, excepto en 4.º
de ESO. Este se puede cursar
una tercera vez si no se ha re-
petido en cursos anteriores. No
promocionan los que suspen-
den tres o más asignaturas,
aunque de forma excepcional
el equipo docente puede auto-
rizar que un estudiante pase
con tres suspensos si conside-
ra que no le impedirán seguir
con éxito los estudios
posteriores.
PARA SABER MÁS:
http://bit.ly/1Gl4QQl
ESCUELA DE PADRES
¡Uf, mi hijo repite curso!
Pautas para enfocar en positivo esta medida educativa
Atrasamos de curso a los que van
más retrasados. Es decir, hacemos
repetir al alumnado en cuanto vemos
que no alcanzan el nivel esperado. Esta
es una vieja tendencia del sistema edu-
cativo español que ahora se ve aún
más reforzada por la Lomce: desde
este año es posible repetir cualquier
curso de educación primaria, no solo
los pares, como hasta ahora. La cues-
tión es: ¿sirve para algo esta medida?
La respuesta no es simple, ya que hay
que valorar uno por uno cada caso:
circunstancias personales, contexto,
dominio de competencias básicas, ca-
pacidad para progresar en el curso si-
guiente, adaptación al grupo... Pero en
la práctica esta medida extraordinaria
suele llegar cuando ya se han agotado
otro tipo de actuaciones (material de
apoyo, refuerzo educativo, colabora-
ción con la familia...) y se considera
que es la mejor decisión.
VENTAJAS
■ En el caso del alumnado con difi-
cultades de aprendizaje, puede permi-
tirle ajustar los objetivos a su nivel de
madurez, favoreciendo su autoestima
y motivación y rebajando el nivel de
estrés («Ahora sí que lo entiendo»).
■ Permite al alumno alcanzar las des-
trezas básicas necesarias para lograr
el éxito escolar («En el curso superior
no me hubiera enterado de nada»).
■ El alumno tiene una segunda opor-
tunidad para hacer las cosas bien y
cambiar de actitud («Esta vez haré las
cosas bien desde el principio»).
■ Permite que asuma las consecuen-
cias de su falta de responsabilidad, de
la falta de constancia o de una actitud
inadecuada («Jo, este es el resultado
de haberme rascado la barriga todo
el año»).
■ Facilita el establecimiento de nuevas
amistades y roles positivos dentro del
aula («Me alegro de no seguir en ese
grupo, todos me tenían por el payaso
de la clase»).
ALGUNOS DE SUS INCONVENIENTES
■ Separa al alumno del grupo de
alumnos de su edad («Madre mía,
¿tengo que compartir aula con estos
enanos?»).
■ Tiene otros efectos negativos rela-
cionados con la socialización y autoes-
tima: sensación de fracaso, problemas
de adaptación y pérdida de amigos
(«Me siento solo y fracasado»).
■ Hay alumnos que, pese a su esfuer-
zo y trabajo diario, no son capaces
de alcanzar los objetivos del curso,
por lo que la repetición les provoca
frustración, impotencia e inseguridad
(«Esforzarse no sirve de nada»).
■ A veces el efecto desmotivación y
baja autoestima hace que el segundo
año sea peor en comportamiento y
rendimiento que el primero («Por lo
menos, destaco por ser el gamberro,
no el torpe»).
En definitiva, cada caso es distinto.
Si esta segunda oportunidad va a con-
sistir en más de lo mismo y no hay un
plan individualizado para hacer las co-
sas de forma diferente, será un fracaso.
Pero a veces más vale una repetición
ÓSCAR VÁZQUEZ
La repetición de curso suele llegar cuando otras actuaciones, como las clases particulares, han fallado
> Ana T. Jack
anatjack@edu.xunta.es
(bien aprovechada) a tiempo que acu-
mular carencias y lagunas insalvables
a largo plazo.
Una segunda oportunidad
Cómo reaccionar ante un hijo que
anuncia que tiene que repetir curso:
1. Buscar las causas, evitando culpa-
bilizar a los profesores, a las malas
compañías o a la mala suerte. Es más
útil de cara al futuro detectar factores
internos en el propio estudiante, por
ejemplo: una mala base, dificultades de
aprendizaje, falta de estudio, falta de
interés, mala organización, problemas
de conducta, ausencia de método de
estudio, problemas familiares o perso-
nales que hayan podido incidir negati-
vamente en el rendimiento académico.
2. Explicarle al niño, sobre todo si
aún está en primaria, que la repeti-
ción no es un castigo, sino una segun-
da oportunidad para mejorar su pro-
greso escolar y para cambiar algunos
hábitos. Hay que plantearle en positivo
el horizonte que se le presenta para el
siguiente curso.
3. En caso de que la repetición se
deba a una falta de esfuerzo, hay que
ayudarlo a aceptar las consecuencias
de sus actos y a aprender de los erro-
res. No sirve de nada hacer un drama
de la repetición. Es mejor volcarse en
diseñar un plan de actuación de cara
al curso que viene que contemple un
cambio en la actitud hacia el estudio,
en la metodología de trabajo, en la asis-
tencia a clase o en el comportamiento.
4. Apoyar y animar a aquellos hijos
que, a pesar de haberse esforzado,
deben repetir debido a dificultades
de aprendizaje u otras variables de
difícil control (enfermedades, pro-
blemas familiares...). Hay que trans-
mitirles la idea de que si quieren,
pueden. Aunque para ello tengan que
hacer un doble esfuerzo.
5. Y, en general, no dramatizar. Esta
circunstancia suele ser mejor acep-
tada por los hijos (que la mayoría de
las veces se adaptan con naturalidad
al nuevo grupo) que por los propios
padres y madres.
De todo se aprende. Y sin duda, la
repetición puede ser una gran opor-
tunidad para mejorar.
5. miércoles, 16 de junio del 2010 | la voz de la escuela orientación educativa >> 3
FÁTIMA DAPENA
El verano ofrece una segunda oportunidad para hacer las cosas bien
Una vez en primaria y como máximo
dos en la ESO. Estas son las veces que un
alumno puede repetir curso antes de acabar
la enseñanza obligatoria por la vía ordina-
ria, siempre y cuando no haya cumplido los
18 años. A partir de ahí, existe la opción de
acceder a la educación de adultos, donde la
edad no es un obstáculo y la metodología
es algo distinta.
En estos últimos días de clase, hay mu-
chos estudiantes a los que la idea ya les
ronda la cabeza: sospechan (saben) que el
curso está perdido, y que por tanto estarán
obligados a permanecer un año más en el
mismo nivel. Los alumnos de primaria,
dentro de unos días, recibirán las notas fi-
nales, por lo que los que están en la cuerda
floja descubrirán si sus temores se confir-
man. Aunque en esta etapa el porcentaje
de repetidores es muy bajo, en la ESO la
cosa cambia. Según datos del Ministerio de
Educación, más del 40% del alumnado de 15
años ha repetido algún curso. La situación
es peor en el caso de los chicos: cerca de
la mitad se ha quedado sin promocionar
algún año, mientras que las chicas fraca-
san en un 35%. Y eso que tanto la OCDE
como la UE desaconsejan la medida de la
repetición por cara e ineficaz...
En todo caso, aprovechar de forma posi-
tiva esta segunda oportunidad para hacer
las cosas bien depende en gran medida de
la actuación de los padres y, por supuesto,
del propio alumno. Por ejemplo, algunas
cosas que se pueden hacer desde casa:
1Buscar las causas de la repetición de
curso, evitando culpabilizar a los pro-
fesores, a las malas compañías o a la mala
suerte. Es más útil de cara al futuro detectar
factores internos en el propio estudiante,
por ejemplo: una mala base, dificultades
de aprendizaje, falta de estudio, falta de
interés, mala organización, conductas dis-
ruptivas, ausencia de método de estudio,
problemas familiares o personales que
hayan podido incidir negativamente en el
rendimiento académico.
2Enseñar a los hijos a aceptar las conse-
cuencias de sus actos y a aprender de
los errores. En todo caso, no sirve de nada
hacer un drama de la repetición de curso.
Es mejor esforzarse en encontrar solucio-
nes de cara al curso siguiente.
Ana T. Jack
anatjack@edu.xunta.es
¡Ay, que repito curso!
Cómo aprovechar de forma positiva una segunda oportunidad
3Mentalizar al hijo que repite de la ne-
cesidad de realizar un cambio radical
en las actitudes hacia el estudio, en la
metodología de trabajo, en la asistencia a
clase y en el comportamiento.
4Apoyar y animar a aquellos hijos que,
a pesar de haberse esforzado, deben
repetir debido a dificultades de aprendizaje
u otras variables de difícil control. Por otro
lado, el simple hecho de repetir curso no
sirve de nada...
■ Cuando el alumno no tiene ninguna
intención de cambiar de actitud, de me-
jorar su método de trabajo o de dedicar
más horas al tiempo de estudio. En casos
así, la repetición de curso es un fracaso
anunciado.
■ Si se cae en un optimismo infundado:
«Bah, yo esto ya me lo sé, lo explicaron en
clase el año pasado». Una cosa es que le
suenen los contenidos y otra muy distinta
que los haya asimilado. Si ha repetido curso
es por algo.
■ Si se junta con otros repetidores y forman
la pandilla de los malos, perturbando el
normal desarrollo de las clases. Con esta
actitud, ellos mismos refuerzan su senti-
miento de incapacidad y fracaso. Aunque
no es lo habitual, hay algunos casos ex-
tremos en los que el alumno empeora su
comportamiento o incluso suspende más
asignaturas que el curso anterior.
En definitiva, más vale una repetición
(bien aprovechada) a tiempo que acumu-
lar carencias y dificultades quizá insalva-
bles a largo plazo.
Los que no
repiten pero...
Hay un porcentaje alto
de alumnos que cada
año pasan al siguiente cur-
so con una o dos materias
pendientes, por lo que co-
mienzan el año siguiente
«hipotecados».
PRIMARIA
En el caso del alumnado de
primaria, que no tiene exá-
menes de septiembre, es
importante que trabajen
esas asignaturas en verano
para comenzar el nuevo
curso con una mejor base.
También deben aprovechar
las vacaciones estivales los
que promocionan por im-
perativo legal. Es decir, los
que ya han repetido y, aun-
que suspenden, pasan al si-
guiente curso. El pronósti-
co de este alumnado es
muy negativo si no se ac-
túa a tiempo.
ESO
En el caso de los estudian-
tes de ESO hay que sopesar
otras alternativas, como
los programas de diversifi-
cación curricular o los pro-
gramas de cualificación
profesional inicial. Y es que
la receta de «más de lo
mismo» no siempre funcio-
na.
Hay estudiantes de ESO que,
sabiendo que van a repetir
curso porque les han quedado
muchas asignaturas para sep-
tiembre ya no hacen nada en
verano. De hecho, hay algunos
(por suerte, pocos), que deci-
den cogerse el año sabático ya
desde el primer trimestre pen-
sando: «Total, voy a repetir».
En este tipo de alumnado, el
hecho de plantearse un verano
sin hacer nada es contraprodu-
cente, ya que no tiene sentido
premiar así una conducta de
dejadez o apatía. Eso sí, debe-
rían centrarse solo en dos o
tres asignaturas instrumenta-
les para aumentar sus posibili-
dades de éxito el siguiente cur-
so. También pueden aprove-
char el tiempo para aprender a
estudiar, es decir, para adoptar
un método de estudio que aún
no dominan.
Pero hay otro tipo de alumnos
que, a pesar de haber puesto
todo de su parte, no pasan de
curso debido a sus dificultades
de aprendizaje o a otro tipo de
problemas personales. En estos
casos, hay veces que es mejor
aconsejarles que aprovechen el
verano para relajarse, relacio-
narse con los amigos, practicar
algún deporte o irse de campa-
mento, pero que se olviden de
los libros. Es una forma de re-
cargar pilas para, en septiem-
bre, empezar con fuerza.
¿Merece la pena estudiar en verano?
> BREVES
J. M. CASAL
En algunos casos es preferible desconectar
6. miércoles, 15 de junio del 2011 | la voz de la escuela orientación educativa >> 3
¿De qué sirve repetir?
Ventajas e inconvenientes de permanecer un año más en el mismo curso
Imaginemos una clase normal de 20
alumnos de cuarto de ESO. Según
las estadísticas oficiales, al menos siete
de ellos habrán necesitado repetir uno
o dos cursos hasta llegar a donde están.
Y eso sin contar con los que han aban-
donado por el camino. Situémonos en
el mismo nivel educativo en cualquier
país europeo: como mucho, y siempre
según las medias, solo nos encontra-
remos con 3 estudiantes con más edad
de la que les corresponde por nivel.
Así lo revela el último estudio de la
Comisión Europea, que sostiene que
al menos un 35,3% del alumnado es-
pañol de educación obligatoria arras-
tra un año académico, frente al 16%
de la media europea. Solo en Francia
(36,5%) y en Luxemburgo (36,1%) hay
más repetidores que en nuestro país...
pero no muchos más.
Este estudio pone de manifiesto lo
que en la práctica ya se evidenciaba:
que en el sistema educativo español
existe una clara tendencia a recurrir
a la permanencia en el mismo curso
como solución para los que no alcan-
zan los objetivos. Es decir, atrasamos
de curso a los que van más retrasados.
La pregunta es: ¿esta medida sirve para
algo?
VEAMOS SUS VENTAJAS
■ Permite al alumno alcanzar las des-
trezas básicas necesarias para lograr el
éxito escolar: «En el curso superior no
me hubiera enterado de nada».
■ El alumno tiene una segunda opor-
tunidad para hacer las cosas bien y
cambiar de actitud: «Esta vez haré las
cosas bien desde el principio».
■ Permite que asuma las consecuen-
cias de su falta de responsabilidad, de
la falta de constancia o de una actitud
inadecuada: «Jo, este es el resultado
de haberme rascado la barriga todo
el año».
■ En el caso del alumnado con difi-
cultades de aprendizaje, puede per-
mitirle ajustar los objetivos a su nivel
de madurez, favoreciendo su autoes-
tima y motivación: «Ahora sí que lo
entiendo».
■ Facilita el establecimiento de nuevas
amistades y roles positivos dentro del
aula: «Me alegro de no seguir en ese
grupo, todos me tenían por el payaso
de la clase».
Y SUS INCONVENIENTES
Y estos son algunos de sus inconve-
nientes:
■ Separa al alumno del grupo de alum-
nos de su edad: «Madre mía, ¿tengo
que compartir aula con estos enanos?».
■ Entre otros efectos negativos rela-
cionados con la socialización y autoes-
tima, sensación de fracaso, problemas
de adaptación y pérdida de amigos:
«Me siento solo y fracasado».
■ Hay alumnos que, pese a su esfuer-
zo y trabajo diario, no son capaces
de alcanzar los objetivos del curso,
por lo que la repetición les provoca
frustración, impotencia e inseguridad:
«Esforzarse no sirve de nada».
■ A veces el efecto desmotivación
hace que el segundo año sea peor en
comportamiento y rendimiento que el
primero: «Por lo menos, destaco por
ser el gamberro, no el torpe».
En definitiva, cada caso es distinto. Si
esta segunda oportunidad va a consis-
tir en más de lo mismo, será un fracaso.
Pero a veces más vale una repetición
(bien aprovechada) a tiempo que acu-
mular carencias y lagunas insalvables
a largo plazo.
> EVALUACIÓN FINAL
ELÍAS L. BENARROCH/EFE
Galicia es una de las comunidades autónomas con menor tasa de repetidores
> Ana T. Jack
anatjack@edu.xunta.es
■ TEMA: Las repeticiones de
curso.
■ ETAPA: Educación obligatoria
(primaria y ESO).
■ EL DATO: Galicia es una de
las comunidades autónomas
con menor tasa de repetidores,
según el Sistema Estatal de
Indicadores de la Educación.
■ COMPORTAMIENTOS QUE SE
DEBEN EVITAR: Permitir que un
alumno repita curso sin intro-
ducir ningún cambio en lo que
se refiere a su actitud, método
de trabajo o tiempo de estudio.
■ ALGUNAS CLAVES:
Educación primaria. El profeso-
rado adopta la decisión sobre
la promoción al finalizar cada
uno de los ciclos (2.º, 4.º o 6.º
de primaria). Si el estudiante
no ha alcanzado las competen-
cias básicas, puede permane-
cer un año más en el mismo
ciclo, aunque esta medida solo
se puede adoptar una vez en
toda la etapa.
Educación secundaria. Los
estudiantes de ESO pueden
repetir dos veces como
máximo dentro de la etapa y
una sola vez cada curso,
excepto en 4.º de ESO. Este se
puede cursar una tercera vez si
no se ha repetido en cursos
anteriores. No promocionan los
que suspenden tres o más
asignaturas, aunque de forma
excepcional el equipo docente
puede autorizar que un estu-
diante pase con tres suspensos
si considera que no le impedi-
rán seguir con éxito los estu-
dios posteriores.
ESCUELA DE PADRES
1Buscar las causas, evitando culpabilizar a los profesores, a las malas
compañías o a la mala suerte. Es más útil de cara al futuro detectar
factores internos en el propio estudiante, por ejemplo: una mala base,
dificultades de aprendizaje, falta de estudio, falta de interés, mala or-
ganización, problemas de conducta, ausencia de método de estudio,
problemas familiares o personales que hayan podido incidir negativa-
mente en el rendimiento académico.
2Ayudarle a aceptar las consecuencias de sus actos y a aprender de
los errores. No sirve de nada hacer un drama de la repetición de
curso. Es mejor esforzarse en encontrar soluciones de cara al curso
que viene.
3Concienciarle de la necesidad de realizar un cambio radical en las
actitudes hacia el estudio, en la metodología de trabajo, en la asis-
tencia a clase y en el comportamiento.
4Apoyar y animar a aquellos hijos que, a pesar de haberse esforzado,
deben repetir debido a dificultades de aprendizaje u otras variables
de difícil control (enfermedades, problemas familiares...).
PAUTAS PARA REACCIONAR ANTE UN HIJO QUE ANUNCIA QUE TIENE QUE REPETIR CURSO
Cómo ayudar desde casa
> PARA SABER MÁS
■ Orde do 23 de novembro
de 2007 pola que se regula
a avaliación na educación
primaria:
http://www.xunta.es/Dog/
Dog2007.nsf/FichaContenid
o/4A44E?OpenDocument
■ Orde de 21 de decembro
de 2007 pola que se regula
a avaliación na ESO:
http://www.xunta.es/Dog/
Dog2008.nsf/FichaConte-
nido/DCA?OpenDocument
7. miércoles, 28 de abril del 2010 | la voz de la escuela orientación educativa >> 3
Partir con ventaja desde casa
Que los padres se interesen por los estudios de sus hijos, así como por la orientación
de su futuro profesional, es un elemento clave para que alcance el éxito escolar
Conversar con los hijos, interesarse
por lo que hacen, dar importancia a
sus estudios y a su futuro profesional,
mantener un clima familiar agradable
y de confianza, marcarles límites y
colaborar con el centro educativo son
actitudes que contribuyen a mejorar su
rendimiento académico y su conducta
en el entorno escolar.
Por el contrario, prometerles
regalos a los hijos a condición de que
aprueben —en vez de preocuparse por
sus estudios—, consentirles todo y
criticar a la escuela o a los profesores
delante de ellos suele traducirse en
malos resultados académicos. Lo
dicen, de modo concluyente, múltiples
investigaciones sobre la incidencia de las
relaciones familiares en el rendimiento
escolar.
Y es que, está demostrado, los padres
son un elemento clave en la prevención
del fracaso escolar. Estas son algunas
actuaciones sencillas que pueden poner
de su parte para ayudar a que sus hijos
acaben con éxito el período de su vida
escolar.
A. DESDE LOS PRIMEROS AÑOS
■ Cuidar las condiciones físicas y
ambientales para que hagan los deberes:
proporcionarles el sitio adecuado,
respetar las horas de sueño, mantener
una alimentación sana, practicar
ejercicio físico...).
■ Estar al corriente de sus estudios y
tratar de descubrir las dificultades que
encuentren en las distintas materias.
■ Valorar más el esfuerzo, la dedicación
y la constancia en el trabajo escolar que
los resultados.
■ Evitar criticar las actuaciones
del profesorado o del propio centro
educativo delante de ellos.
■ Inculcar el valor del esfuerzo y de la
constancia como claves para alcanzar el
éxito escolar.
B. AL SOSPECHAR QUE ALGO VA MAL
■ Prestar atención a cualquier
característica preocupante, llamativa o
atípica en el aspecto físico, psicológico,
social o escolar.
■ Dar importancia a las primeras
señales de alarma: retraso madurativo,
dificultades con el lenguaje, falta de
esfuerzo, bajo rendimiento, problemas
de conducta, quejas de los profesores...
El hecho de restar importancia a las
llamadas de atención de los profesores
o dejar pasar el tiempo para ver si el
problema se resuelve por sí solo son
actitudes que suelen agravar las cosas.
Tampoco sirve de nada echar balones
fuera culpabilizando a los profesores o a
las malas compañías, cuando las causas
están en los propios hijos.
■ Aceptar el posible problema e indagar
acerca de él, acudiendo a la consulta de
especialistas (médicos, psicólogos,
foniatras, orientadores, profesores...)
que puedan confirmar o descartar la
sospecha.
C. CUANDO SE CONFIRMA UN PROBLEMA
■ Implicarse en su solución de forma
activa, no dejarlo en manos de los
demás.
■ Enfocar la situación de forma
constructiva, sin caer en una situación
de nerviosismo o de ansiedad que solo
agravaría el problema.
■ Colaborar con el centro educativo
(con el tutor, con el departamento de
Orientación) en todo lo que sea posible,
siguiendo las pautas que se ofrecen y
coordinando esfuerzos.
■ Acudir a especialistas que puedan
ayudar a orientar la intervención e
informar al centro educativo de todos
aquellos datos que resulten relevantes
en el ámbito escolar.
> Ana T. Jack
anatjack@edu.xunta.es
CARLOS OCAMPO
Lo que más incide en el rendimiento escolar es el interés de los padres por los estudios de sus hijos
LAS SEÑALES DE ALARMA
Estas son algunas señales ante las que,
si las detectan, los padres se deberían
poner rápidamente en alerta para preve-
nir el fracaso escolar de sus hijos:
■ No lee bien y le cuesta comprender lo
que lee.
■ Escribe mal y comete muchas faltas
de ortografía.
■ No entiende las matemáticas.
■ Se expresa muy mal.
■ Saca malas notas.
■ No le gusta ir a clase.
■ Los profesores le llaman la atención
constantemente.
■ No centra la atención.
■ No para de moverse.
■ No sabe organizarse a la hora de estu-
diar.
■ Suele estar siempre solo, no tiene
amigos.
Las claves
para triunfar
El nivel cultural y la profesión
de los padres son los dos
factores que más influyen en el
rendimiento de los alumnos. Y,
sin embargo, el número de es-
tudiantes que hay en cada aula,
el porcentaje de inmigrantes o
la ratio de alumnos por profesor
no influyen de forma directa en
el éxito escolar. Al menos estas
son las conclusiones que se
desprenden del informe realiza-
do por la Fundación de Estudios
de Economía Aplicada sobre los
datos de los alumnos de sexto
de primaria de la Comunidad de
Madrid en la prueba de conoci-
mientos y destrezas indispen-
sables.
Estas pruebas examinan cada
año al alumnado de sexto de
primaria de 1.200 centros públi-
cos, privados y concertados
para medir su nivel académico
en Lengua y Matemáticas. El es-
tudio, titulado «Los determi-
nantes del éxito en la educa-
ción primaria en España», no
detecta una mejora del rendi-
miento escolar en aulas con
poco alumnado.
Tampoco encuentra eviden-
cias de que los centros educati-
vos con un mayor porcentaje de
alumnado inmigrante obtengan
peores resultados. Lo que sí de-
muestra es que el nivel de for-
mación y la profesión ejercida
por los padres determina en
gran parte el éxito escolar de
sus hijos. Así, los estudiantes
con padres con títulos universi-
tarios destacan en todas las
áreas, sobre todo en Matemáti-
cas. Al igual que hijos de profe-
sionales de alta cualificación
(ejecutivos de empresas o fun-
cionarios), que también logran
mejores resultados que el resto.
VARIABLES DINÁMICAS
Al margen de los resultados
concretos obtenidos por este
estudio, en la actualidad la ten-
dencia de las investigaciones
en torno al tema de la influen-
cia del contexto familiar de los
alumnos se centra en el análi-
sis de las variables denomina-
das dinámicas, dado que estas,
al parecer, influyen de una ma-
nera más directa en los éxitos
académicos de los alumnos.
Dentro de este grupo de va-
riables destacan el clima y fun-
cionamiento del hogar, las acti-
tudes de los padres hacia los
estudios, el nivel de comunica-
ción, la implicación de la familia
en la educación y las expectati-
vas de los padres en relación al
futuro de sus hijos.