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INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR “DR. LUIS DÍAZ SOTO”
ABORDAJE VENOSO CENTRAL EN LOS PACIENTES CRÍTICOS.
AUTORES:
DRA. OSDALIS ARDISANA CRUZ*
DR. JULIO CESAR FRANCISCO PÉREZ**
DR. ERICK ALONSO GONZÁLEZ**
DRA. CARIDAD MACHADO BETARTE***
DR. ROBERTO FRANCISCO PÉREZ MOURE***
* Especialista de Primer Grado en MGI. Residente de 2do. Año en Medicina Crítica y
Emergencia Médica.
** Especialista de Primer Grado en MGI. Especialista de Primer Grado en Pediatría.
Diplomado en Cuidados Intensivos Pediátricos.
*** Especialista de Primer Grado en Pediatría. Diplomado en Cuidados Intensivos
Pediátricos
Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este, C. Habana, Cuba.
Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu
Resumen.
El niño críticamente enfermo presenta características que lo diferencian de otros niños
enfermos y requiere de la realización de diversos procederes con fines diagnósticos y
terapéuticas. El abordaje venoso profundo es actualmente uno de los procedimientos más
comunes en las unidades de cuidados intensivos pediátricos y constituye un paso esencial para
la utilización de gran variedad de técnicas de monitorización y tratamiento, debe ser realizado
por un personal experto, donde juega un papel primordial las habilidades del médico que realiza
el proceder en estos pacientes para garantizar su buen funcionamiento y para evitar
complicaciones. Con el objetivo de realizar una caracterización general de los pacientes con
abordaje venoso profundo y en nuestro servicio se realiza este estudio. La muestra estuvo
constituida por 55 pacientes, requirieron abordaje venoso profundo durante su ingreso en la
unidad de terapia intensiva pediátrica del ISMM Dr. Luis Díaz Soto en el período comprendido
de enero – diciembre 2003. Los resultados de análisis fueron obtenidos de un libro control
creado con este objetivo en nuestro servicio y las historias clínicas personales. El abordaje
venoso profundo se utilizó con mayor frecuencia en niños menores de 4 años (67%), sin
haberse obtenido distinción significativa en cuanto a sexo, el abordaje venoso profundo más
frecuente fue la vena femoral derecha (45%) y la neumonía con 17 pacientes, es la entidad
nosológica que más lo requirió, las complicaciones infecciosas predominaron sobre las
mecánicas.
Introducción.
El niño críticamente enfermo presenta características que lo diferencian de otros niños
enfermos y requiere de la realización de diversos procederes con fines diagnósticos y
terapéuticas (1,2). El abordaje venoso profundo es actualmente uno de los procedimientos más
comunes en las unidades de cuidados intensivos pediátricos (3,4). En los EE.UU. los médicos
insertan como promedio más de 5 millones de catéteres en venas centrales cada año (4). Estos
permiten la medición de variables hemodinámicas que no pueden ser medidas con exactitud por
métodos no invasivos y facilitan la administración de medicamentos y apoyo nutricional que no
se logra con seguridad a través de una vena periférica. Desafortunadamente el uso de catéteres
centro venosos están asociados con eventos adversos que son peligrosos para el paciente
(5,6); y de tratamientos costosos. Más del 15% de los pacientes que son sometidos a los
mismos hacen complicaciones. Las mecánicas se reportan entre el 5 y 19% y dentro de estas la
punción arterial, el hematoma y el neumotórax, son las más frecuentes durante la inserción (6-
8), las complicaciones infecciosas relacionadas con el catéter se originan por diferentes
mecanismos, infección del sitio de entrada, segundo por migración del patógeno a lo largo de la
superficie del catéter o por contaminación de la luz y la infección hematógena con el germen
original del catéter; estas aparecen entre el 5 y 26%, las mismas producen un incremento de la
morbilidad, mortalidad, estadía y aumento de los costos. Además deben ser realizados por un
personal experto, el nivel de experiencia reduce el riesgo de complicaciones. La inserción de un
catéter por un medico que ha realizado 50 ó más abordajes venosos reduce considerablemente
las complicaciones mecánicas (3,7). Existen diferentes tipos de catéteres impregnados con
sustancias antimicrobianas de una o varias luces. Por lo frecuente de su uso, es la motivación
fundamental para realizar este trabajo, en nuestra unidad de terapia intensiva pediátrica,
relacionando las variables: edad, sexo, entidad nosológica, el tipo de abordaje y determinar las
complicaciones.
Objetivos.
General:
Realizar una caracterización general de los pacientes con abordaje venoso en nuestro servicio.
Específicos:
1. Determinar edad, sexo de los pacientes con catéteres venosos centrales.
2. Identificar las entidades nosológicas y el tipo de abordaje.
3. Determinar las complicaciones más frecuentes.
Material y método.
Se realizó un estudio retrospectivo longitudinal y transversal con los pacientes hospitalizados en
la UTIP del ISMM Dr. “Luis Díaz Soto” que requirieron la realización de abordajes venosos
profundos, durante el período comprendido Enero – Diciembre 2003.
El universo estuvo constituido por 55 pacientes que requirieron su uso durante el ingreso en la
terapia intensiva.
Para realizar la caracterización se utilizaron las siguientes variables: edad, sexo, entidades
nosológicas, tipos de abordajes y complicaciones más frecuentes.
Los datos se obtuvieron a partir de los expedientes clínicos de los pacientes y del libro de
registro de ingreso de la sala. La información fue analizada mediante métodos y estadísticos
específicos y procesados en una computadora Pentium 4.
Resultados.
En la Tabla No. 1 se muestra la distribución de los pacientes según grupo de edades, de un
total de 55 pacientes que requirieron abordaje venoso profundo el 34% (19 casos) corresponde
a niños menores de un año (4,6).
La distribución de los pacientes según el sexo se muestra en la Tabla No. 2, donde no se
aprecia distinción significativa entre los sexos; el 51% pertenecía al sexo femenino.
En la Tabla No. 3 se demuestra que el abordaje venoso profundo más utilizado fue la vía de la
femoral derecha (1), de 75 abordajes realizados el 45% lo constituyó este tipo (34 casos)
seguido por la femoral izquierda. Cabe destacar que el número de abordajes es superior (75) al
número de pacientes (55), porque existieron pacientes que requirieron durante su ingreso en la
UTIP más de un abordaje venoso (3).
En el Gráfico No. 1 se muestra la distribución por entidades nosológicas de los 55 pacientes el
31% fueron pacientes con Neumonía Complicada (17). Otras entidades como la sepsis severa y
la deshidratación también predominaron pero de forma menos relevante.
Las entidades quirúrgicas no aparecen entre las más frecuentes porque nuestra UTIP no recibe
pacientes quirúrgicos electivos, sólo las urgencias.
Las complicaciones infecciosas predominaron sobre las mecánicas, de un total de 7
complicaciones el 86% (6 casos) fueron infecciosas, destacándose la infección por Cándidas y
Pseudomonas que aparecieron en pacientes de Larga estadía hospitalaria y con más de un
catéter venoso central lo que se refleja en el Gráfico No. 2.
Conclusiones.
1. La mayoría de los casos (34%) que requirieron abordaje venoso profundo fueron niños
menores de un año, sin obtenerse distinción significativa en cuanto a sexo.
2. El abordaje venoso profundo más utilizado en el período evaluado fue la canalización de la
femoral derecha (45%).
3. Los pacientes con abordaje venoso profundo presentaron complicaciones, donde las
infecciosas (86%) predominaron sobre las mecánicas.
4. De la muestra estudiada, los pacientes que requirieron abordaje venoso profundo en la
mayoría fueron los que padecieron la neumonía como entidad nosológica.
Bibliografía.
1. Raad I. Intravascular-catheter-related infections. Lancet 1998;351:893-8.
2. Pittet D, Tarara D, Wenzel RP. Nosocomial bloodstream infection in critically ill patients:
excess length of stay, extra costs, and attributable mortality. JAMA 1994; 271:1598-1601.
3. Arnow PM, Quimosing EM, Beach M. Consequences of intravascular catheter sepsis. Clin
Infect Dis 1993;16:778-84.
4. Richards MJ, Edwards JR, Culver DH, Gaynes RP. Nosocomial infections in medical
intensive care units in the United States. Crit Care Med 1999;27:887-92.
5. Merrer J, De Jonghe B, Golliot F et al. Complications of femoral and subclavian venous
catheterization in critically ill patients: a randomized controlled trial. JAMA 2001;286:700-7.
6. Sznajder JI, Zveibil FR, Bitterman H, Weiner P, Bursztein S. Central vein catheterization:
failure and complication rates by three percutaneous approaches. Arch Intern Med
1986;146:259-61.
7. Veenstra DL, Saint S, Saha S, Lumley T, Sullivan SD. Efficacy of antiseptic-impregnated
central venous catheters in preventing catheter-related bloodstream infection: a meta-
analysis. JAMA 1999;281:261-7.
8. Mansfield PF, Hohn DC, Fornage BD, Gregurich MA, Ota DM. Complications and failures of
subclavian-vein catheterization. N Engl J Med 1994;331:1735-8.
9. Raad I, Darouiche R, Dupuis J et al. Central venous catheters coated with minocycline and
rifampin for the prevention of catheter-related colonization and bloodstream infections: a
randomized, double-blind trial. Ann Intern Med 1997; 127:267-74.
ANEXOS.
Tabla No. 1: Distribución de los pacientes según grupos de edades.
Grupos etáreos No. de Casos %
Menor de 1 año 19 34
De 1 a 4 años 18 33
De 5 a 15 años 16 29
Mayores de 15 años 2 4
Total 55 100
Fuente: Historias clínicas.
Tabla No. 2: Distribución de los pacientes según sexo.
Sexo No. de Casos %
Femenino 19 34
Masculino 18 33
Total 55 100
Fuente: Historias clínicas.
Tabla No. 3: Distribución según tipo de abordaje realizado.
Tipo No. %
Femoral derecha 34 45
Femoral izquierda 15 20
Yugular Derecha 15 20
Yugular Izquierda 4 6
Disección venosa 7 9
Total 75 100
Fuente: Historias clínicas
Gráfico No. 1. Distribución por entidades nosológicas.
Fuente: Historias clínicas
Gráfico No. 2: Distribución por complicaciones
Fuente: Historias clínicas
INSTITUTO SUPERIOR DE CIENCIAS MÉDICAS “Dr. SERAFÍN RUIZ DE ZÁRATE RUIZ”
HOSPITAL PEDIÁTRICO UNIVERSITARIO “JOSÉ LUIS MIRANDA”
ACCIDENTES MORTALES EN EDAD PEDIÁTRICA EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS EN VILLA
CLARA (1984-2003)
AUTORES:
DR. JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ SANTOS*
DRA. NORMA GÓMEZ GARCÍA**
DR. ORESTE SUÁREZ MORALES***
DR. JOSÉ ANTONIO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ****
DR. JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ CUÉTARA*****
* Especialista de II Grado en Pediatría y Neurología. Profesor Auxiliar.
** Especialista de II Grado en Pediatría y Terapia Intensiva. Profesor Asistente.
*** Especialista de I Grado en Quemado y Cirugía Reconstructiva. Profesor Instructor.
**** Especialista de I Grado en Pediatría. Profesor Asistente.
***** Residente de 3er. año de Medicina General Integral.
Dirección de la institución: Avenida 26 de julio y 1ra. Rpto. Escambray. Santa Clara. Villa
Clara. Teléfono: 20 5794. e-mail: neuroinf@capiro.vcl.sld.cu
RESUMEN
Se realizó un estudio descriptivo de los 325 pacientes menores de 15 años fallecidos por
accidentes en la provincia de Villa Clara en el período 1984-2003. En una hoja de vaciamiento
de datos se les recogió a cada paciente: edad, sexo, procedencia, horario, día de la semana,
mes del año, lugar de ocurrencia, tipo de accidente y sitio anatómico afectado. El mayor riesgo
de morir de un niño cubano sano es el accidente. Los menores de 5 años, el sexo masculino y
los procedentes de área rural fueron los más afectados. Los accidentes mortales predominaron
en el horario de la tarde, los fines de semana, los meses de verano y en los periodos de receso
docente; la mayoría ocurrieron fuera del hogar. Los del tránsito (38,8%), las quemaduras, el
ahogamiento y las caídas fueron los más frecuentes. El cráneo, los traumas múltiples y las vías
aéreas constituyeron los sitios anatómicos más afectados. Se enfatiza en la importancia de
conocer los factores de riesgo que intervienen en la ocurrencia de los accidentes mortales y en
la necesidad de garantizar el cumplimiento del programa de morbilidad, mortalidad e invalidez
de los niños por accidentes.
INTRODUCCIÓN
Una mirada atenta a las estadísticas de los accidentes a escala mundial no deja de producirnos
sino alarma: en la mayor parte de los países aparecen entre las primeras causas de muerte
para todas las edades, aunque con una mayor incidencia en niños y niñas, jóvenes y adultos
mayores1,2
.
Por esta causa ocurre en nuestro planeta una muerte cada cinco segundos y un traumatismo
cada dos.3
La prevención de los accidentes debe considerarse una emergencia sanitaria, y también social,
debido a la elevada mortalidad, morbilidad y discapacidad que ocasionan y asimismo por el
elevado costo económico que directa o indirectamente representan. Y lo más importante, por la
enorme carga de sufrimientos humanos que comportan.
En Cuba ocupan la tercera causa de muerte en los menores de un año, la primera en el grupo
de 1 a 19, la segunda en el de 20 a 49, la cuarta en edades de 50 a 64 y la sexta en los de 65
años y más.4
Igualmente aparecen como la quinta causa de mortalidad en todas las edades, solo superados
por las enfermedades del corazón, los tumores malignos, la afección cerebro vascular y la
influenza y neumonía.4
Los accidentes no son tan accidentales, porque cuando se estudian profundamente las causas
que los originan, se descubre en un alto porcentaje que pudieron ser evitados.
En Cuba en el grupo de niños y niñas de 1 a 4 años por cada uno que fallece por una
enfermedad diarreica aguda, mueren 22 por accidentes; por un tumor maligno, 16; por una
meningoencefalitis bacteriana, 13; por cada infección respiratoria aguda 7.5
En los menores de un año la broncoaspiración alimentaria, cuerpos extraños y el colecho
(muerte por aplastamiento o ahogamiento, cuando el niño duerme entre personas mayores). De
1 a 4 años, tránsito, ahogamiento y sumersión, envenenamiento, caídas, broncoaspiración
alimentaria, corriente eléctrica, y fuego. De 5 a 9 años: tránsito, ahogamiento y sumersión,
golpeado por objetos, caídas, corriente eléctrica, rayo.5
En el grupo de 10 a 19 años, es decir en los adolescentes, los accidentes del tránsito y el
ahogamiento y sumersión totalizan un 80% de las causas de muerte.5
La frecuencia de accidentes mortales en nuestro medio, evitables en su gran mayoría, nos
motivó a realizar un estudio del comportamiento clínico epidemiológico de los niños fallecidos
por esta causa, con el objetivo de contribuir a la disminución de su mortalidad.
OBJETIVOS
General:
 Analizar el comportamiento de los niños y niñas fallecidos por accidentes en la provincia de
Villa Clara, en el período 1984-2003.
Específicos:
1. Determinar la mortalidad por accidentes según edad, sexo y procedencia.
2. Investigar horario, día de la semana, mes del año y lugar de mayor ocurrencia.
3. Conocer los tipos más frecuentes, así como los sitios anatómicos más afectados.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo del total de pacientes menores de 15 años fallecidos por
accidentes en la provincia de Villa Clara en el período 1984-2003.
En una hoja de vaciamiento de datos a cada paciente se les recogió edad, sexo, procedencia,
horario, día de la semana, mes del año, lugar de ocurrencia, tipo de accidente y sitio anatómico
afectado.
Para garantizar la calidad de la información se realizó una coordinación previa con los
Departamentos de Admisión, Estadística y Anatomía Patológica del Hospital Pediátrico
Universitario “José Luis Miranda” de Santa Clara, así como con el Sectorial Provincial de Salud
en Villa Clara.
Para calcular las tasas de mortalidad según edad, sexo y procedencia se utilizaron los datos de
la población aportados por el Censo de Población y Vivienda.
El procesamiento de la información se realizó en una Microcomputadora Pentium con Sistema
Operativo Windows 2000 en el Departamento de Computación del ISCM de Villa Clara.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el período 1984–2003 fallecieron en la provincia de Villa Clara 325 niños por accidentes para
un promedio de 16,3 por año.
Para los menores de un año la tasa de mortalidad infantil fue de 0,15 y para los preescolares de
0,9 por cada 10 000 (tabla 1).
Cuando el niño deambula quiere conocer lo que le rodea y se lanza cada vez más a empresas
más riesgosas sin tener en cuenta los peligros que le esperan.6
En la edad escolar los niños comienzan a practicar actividades fuera del hogar lo que les
proporciona mayor independencia y los hace más vulnerables a los accidentes.7
Según el sexo los varones fueron los más afectados para una tasa de 1,2 x cada 10 000
habitantes (tabla 2).
Los varones son más independientes, permanecen mayor tiempo fuera del hogar y sus juegos
son más activos, por lo que están más expuestos a sufrirlos7
.
Según la procedencia los de área rural fueron los más afectados para una tasa de 2,3 x cada 10
000 habitantes (tabla 3).
La literatura revisada coincide en que los accidentes mortales son más frecuentes en los niños
del campo que en los de la ciudad. Las zonas rurales tienen menos accidentes, pero más
víctimas6
.
En el horario de la tarde ocurrieron el 44,0% de los accidentes mortales, en los fines de semana
el 50,9% y en los meses de julio y agosto el 35,6%. En los meses con semanas de receso
docente tales como enero, abril y noviembre ocurrieron el 24,6% (tablas 4, 5 y 6).
El hecho de que un número importante de accidentes tengan lugar en la tarde, así como los
sábados y domingo, los meses de verano y en las semanas de receso escolar se relacionan
con la mayor libertad de los niños en estas épocas del año, en las cuales acuden a playas,
piscinas, ríos, parques, calles y campos para disfrutar de su tiempo libre8
.
El 64,2% de los accidente mortales ocurrieron fuera del hogar.
La literatura consultada señala que el hogar es el lugar donde con mayor frecuencia se
producen los accidentes en los niños preescolares, en tanto que los que ocurren en lugares
públicos tienen su mayor incidencia después de los 5 años de edad.8,9
Según el tipo de accidente los del tránsito ocurrieron en el 38,8%, las quemaduras en el 15,1%,
el ahogamiento en el 14,5% y las caídas en el 9,8%. Menos frecuentes fueron las intoxicaciones
exógenas, la broncoaspiración alimentaria, los cuerpos extraños, la electrocución y los
golpeados (tabla 7).
La alta frecuencia de accidentes del tránsito se atribuye a la indisciplina social en la vía pública,
así como a que la educación vial que posee la población es insuficiente y a que resulta escasa
la orientación que al respecto le brindan los padres a los hijos.
Ochenta y una personas de todas las edades perdieron la vida en los 296 accidentes del
tránsito ocurridos en el 2003 en Villa Clara, al tiempo que 372 resultaron lesionadas y las
pérdidas materiales ascendieron a 327 mil 481 pesos9
.
El pasado 7 de abril del presente año fue dedicado el Día Mundial de la Salud a la seguridad
vial con el lema: “No a los Accidentes del Tránsito”.
A nivel mundial fallecen más de 1 200 000 personas cada año por tal motivo10
.
A escala mundial cada dos minutos muere una persona por causa de un accidente del
tránsito10
.
Según el sitio anatómico el cráneo fue el más afectado (42,8%), seguido de los traumas
múltiples (29,2%) y las vías aéreas (18,8%) (Tabla 8).
Los accidentes mortales constituyen un importante problema de salud y de la sociedad por lo
que resulta necesario sensibilizar a toda la población, así como a las autoridades sanitarias y
civiles de escuelas, consejos populares y centros laborales en la realización de campañas de
prevención que contribuyan a reducir la ocurrencia de los mismos.
Tabla 1. Mortalidad por Accidentes en Villa Clara según edad de los pacientes (1984-2003)
Edad en años Nº Tasa de Mortalidad
Menor de 1 34 0,15 x 1 000
De 1 – 4 82 0,9 x 10 000
De 5 – 14 209 0,8 x 10 000
TOTAL 325 0,9 x 10 000
Fuente: Datos del estudio.
Tabla 2. Mortalidad por Accidentes en Villa Clara según sexo de los pacientes
(1984-2003)
Sexo Nº Tasa de Mortalidad
Masculino 208 1,2 x 10 000
Femenino 117 0,6 x 10 000
TOTAL 325 0,9 x 10 000
Fuente: Datos del estudio.
Tabla 3
Mortalidad por Accidentes en Villa Clara según procedencia de los pacientes (1984-2003)
Procedencia Nº Tasa de Mortalidad
Rural 181 2,3 x 10 000
Urbana 144 0,5 x 10 000
TOTAL 325 0,9 x 10 000
Fuente: Datos del estudio.
Tabla 4. Distribución según horario de ocurrencia del accidente
Villa Clara (1984-2003)
Horario Nº %
Madrugada 38 11,7
Mañana 63 19,4
Tarde 143 44,0
Noche 81 24,9
TOTAL 325 100.0
Fuente: Datos del estudio.
Tabla 5. Distribución según día de la semana.
Villa Clara (1984-2003)
Día de la semana Nº %
Domingo 89 27,4
Lunes 24 7,4
Martes 29 8,9
Miércoles 28 8,6
Jueves 31 9,5
Viernes 48 14,7
Sábado 76 23,5
TOTAL 325 100,0
Fuente: Datos del estudio.
Tabla 6. Distribución según meses del año.
Villa Clara (1984-2003)
Mes Nº %
Enero 31 9,5
Febrero 13 4,0
Marzo 22 6,8
Abril 35 10,7
Mayo 21 6,5
Junio 32 9,8
Julio 48 14,8
Agosto 61 18,8
Septiembre 19 5,8
Octubre 10 3,1
Noviembre 14 4,4
Diciembre 19 5,8
TOTAL 325 100,0
Fuente: Datos del estudio.
Tabla 7. Distribución según tipo de accidente
Villa Clara (1984-2003)
Tipo Nº %
Tránsito 126 38,8
Quemaduras 49 15,1
Ahogamiento 47 14,5
Caídas 32 9,8
Intoxicación exógena 21 6,5
Broncoaspiración 18 5,5
Cuerpo extraño 14 4,3
Electrocución 9 2,8
Golpeado 6 1,8
Otros 3 0,9
TOTAL 325 100,0
Fuente: Datos del estudio.
Tabla 8. Distribución según el sitio anatómico predominante.
Villa Clara (1984-2003)
Sitio anatómico Nº %
Cráneo 139 42,8
Múltiples 95 29,2
Vías aéreas 61 18,8
Tóraco-abdominal 19 5,8
Extremidades 11 3,4
TOTAL 325 100,0
Fuente: Datos del estudio.
CONCLUSIONES
1. El mayor riesgo de morir de un niño cubano sano es el accidente. Para los menores de un
año la tasa de mortalidad infantil fue de 0,15 y para los preescolares de 0,9 por cada 10
000.
2. Los varones y los procedentes de área rural fueron los más afectados; la mayoría ocurrieron
fuera del hogar.
3. Resulta insuficiente el trabajo de prevención de los accidentes fatales en la infancia. Se
mantienen como indicadores predominantes: el horario de la tarde, los fines de semana, los
meses de verano y los periodos de receso docente.
4. Los del tránsito, las quemaduras, el ahogamiento y las caídas fueron los tipos más
frecuentes.
5. El cráneo, los traumas múltiples y las vías aéreas constituyeron los sitios anatómicos más
afectados.
RECOMENDACIONES
1. Divulgar los resultados de esta investigación con la finalidad de demostrar la repercusión
social de los accidentes en la infancia así como para fortalecer el trabajo de prevención de
los mismos.
2. Continuar realizando investigaciones que permitan profundizar en el conocimiento de los
factores de riesgo relacionados con la ocurrencia de los accidentes mortales en los niños.
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enero 21; Historia: 8 (columna).
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2004. Disponible en: http://www.mundogur.com/ideas/reportaje.asp?fn=4DID=1068
8. Muerte en vacaciones. [Sitio en Internet] el país; 2001. Acceso el 14 de junio 2004.
Disponible en: http://www.elpaís.es.suplemento/domingo/200104221muerte.htm
9. Cuadrado B. Más de 80 fallecidos en accidentes del tránsito el pasado año en Villa Clara.
Periódico Vanguardia 2004 febrero14; La Salud: 8 (columna).
10. Alfonso C. No a los accidentes del tránsito. Periódico Trabajadores 2004 febrero 23; Salud:
15 (columna).
INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR "DR. LUIS DÍAZ SOTO"
ADN PEDIÁTRICO EN CUIDADOS INTENSIVOS.
AUTORES:
DRA. LAIDA MARÍA PONCE MARTÍNEZ. 1
DRA. MARITZA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ. 2
DR. JORGE LÓPEZ HERNÁNDEZ. 2
DRA. LUCRECIA CABRERA SOLÍS. 1
1. Especialista de 1er Grado en Pediatría. Profesora Instructora.
2. Especialista de 1er Grado en Pediatría.
Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este. C. Habana, Cuba.
Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu
RESUMEN
La nutrición enteral puede utilizarse en pacientes con un tracto gastrointestinal funcional para
suplementar la alimentación oral o reemplazarla del todo. Las indicaciones generales
comprenden la anorexia prolongada, la Malnutrición proteico-energética grave, el traumatismo
craneal y cervical o los trastornos que impiden una alimentación oral satisfactoria, el coma o el
estado mental deprimido, la insuficiencia hepática, y las afecciones graves como las
quemaduras, en las cuales las necesidades metabólicas son elevadas. Indicaciones específicas
pueden ser la preparación del intestino para la cirugía en pacientes en estado grave o
malnutridos como la Enteritis Necrotizante, el cierre de fístulas enterocutáneas y los trastornos
asociados con malabsorción intestinal.
La disponibilidad actual, ofrece una gran gama de posibilidades para poder nutrir al paciente por
vía digestiva, entre ellas tenemos el ADN Pediátrico, alimento libre de lactosa y gluten, derivado
de la leche, que permite un excelente sabor y muy fácil de digerir, que se ha utilizado en estos
últimos dos años y medio en 45 pacientes ingresados en la Unidad de Terapia Intensiva
pediátrica del ISMM "Dr. Luis Díaz Soto” que recibieron nutrición enteral, predominando su uso
en el menor de un año de edad, en niños tanto desnutridos como eutróficos, que ingresaron
con una entidad nosológica de tipo infecciosa, durante siete días, no existiendo complicaciones,
y en la totalidad de los pacientes se utilizo la vía Nasogástrica y el modo fue a débito continuo.
Considerándose el ADN Pediátrico una posibilidad terapéutica eficaz en la nutrición enteral en
el niño ingresado en cuidados intensivos
INTRODUCCIÓN.
La nutrición es uno de los determinantes más importantes del estado de salud de las
poblaciones, así lo ha reconocido la OMS.
La nutrición enteral puede utilizarse en pacientes con un tracto gastrointestinal funcional para
suplir la alimentación oral o reemplazarla del todo. Esto último está indicado en pacientes que
necesitan un aporte proteico y calórico intenso o en quienes no pueden o no quieren tomar el
suplemento oral. La nutrición enteral es más segura y menos costosa que la nutrición parenteral
total y es la vía preferida cuando la integridad del tracto gastrointestinal esta conservado. Las
indicaciones generales comprenden la anorexia prolongada, la Malnutrición proteico-energética
grave, el traumatismo craneal y cervical o los trastornos que impiden una alimentación oral
satisfactoria, el coma o el estado mental deprimido, la insuficiencia hepática, y las afecciones
graves como las quemaduras, en las cuales las necesidades metabólicas son elevadas.
Indicaciones específicas pueden ser la preparación del intestino para la cirugía en pacientes en
estado grave o malnutridos como la Enteritis Necrotizante, el cierre de fístulas enterocutáneas y
los trastornos asociados con malabsorción intestinal. (1)
En cuanto a la nutrición enteral propiamente dicha, las mezclas de alimentos naturales
triturados han dejado prácticamente de utilizarse para dar paso a las fórmulas de preparación
industrial, cuyas posibilidades de aplicación se han ampliado considerablemente, en los últimos
años, gracias al desarrollo de nuevas formulaciones y a los avances tanto en las técnicas de
abordaje del sistema digestivo, a través de sondas, como en la fabricación de materiales para
su administración. (2)
Recientemente en febrero del 2001, Behrens lanzó al mercado su línea de nutrición enteral
conformada por cinco fórmulas enterales, tres poliméricas y dos modulares ; dentro de las
poliméricas, se encuentran ADN Nutricomp, ADN Pediátrico ( para niños entre uno y diez años)
y ADN Fibra. Todas estas fórmulas son libres de lactosa, gluten y sacarosa, lo que permite un
excelente sabor y son muy fáciles de digerir, también se cuenta con dos fórmulas modulares,
una proteína, Caseinato de Calcio que contiene proteínas de alto valor biológico y otra fórmula a
base de carbohidratos, Modulo Calórico. (3)
Específicamente el ADN Pediátrico, es un alimento integral básico libre de lactosa y gluten, para
uso oral o enteral, derivado de la leche, enriquecido con aceites vegetales, vitaminas y
minerales, de baja osmolalidad. Formulado de acuerdo con las tendencias actuales de nutrición,
y cumple con las recomendaciones NRC (The National Research Council) y RDA (Recomended
Dietary Allowances). Se debe administrar a temperatura ambiente, por gravedad (bolsas
enterales) o por bomba de nutrición enteral. El goteo estará de acuerdo con el volumen indicado
para el lactante. En forma progresiva se debe aumentar el volumen y concentración de ADN
Pediátrico hasta obtener el aporte deseado. (3)
Durante los dos últimos años en nuestro servicio se ha estado utilizando con buenos resultados
el ADN Pediátrico, lo que nos ha motivado hacer un estudio de la evolución de los pacientes
que recibieron este tipo de nutrición.
OBJETIVOS.
GENERAL. Contribuir al conocimiento de la nutrición enteral en el paciente grave en nuestro
medio.
ESPECÍFICOS.
1. Estudiar en los pacientes que recibieron ADN Pediátrico como Nutrición Enteral la entidad
nosológica, edad y la valoración nutricional.
2. Determinar en el grupo de pacientes la estadía, la vía y el modo de administración del ADN
Pediátrico.
3. Enumerar las complicaciones presentada por los pacientes.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó un estudio retrospectivo de las historias clínicas de los 45 pacientes que ingresaron
en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP) del ISMM "Dr. Luis Díaz Soto”, de
noviembre del 2001 a abril del 2004 a los que se indicó Nutrición Enteral empleando ADN
Pediátrico.
Se registraron los datos: la edad, la valoración nutricional, la entidad nosológica, el tiempo que
fue usado, así como las vías y formas de administración.
Las edades de los pacientes oscilaron entre el menor de un año de edad y por encima de cuatro
años. Predominaron las enfermedades infecciosas. La vía de administración más empleada fue
por sonda nasogástrica (98%). Se empleó a debito continuo con ADN Pediátrico (100%). Los
datos obtenidos se procesaron aplicando la media porcentual para su comparación.
RESULTADOS
En el Cuadro No. 1 apreciamos como la mayoría de los pacientes en los que utilizamos la
administración del ADN Pediátrico como una forma de nutrición enteral al ingresar en la Unidad
de Terapia Intensiva presentaban una entidad infecciosa, donde la sepsis constituye la causa
fundamental de la disfunción múltiple de órganos, entre ellas la disfunción digestiva que se
manifiesta de distintas formas y requiere por lo general nutrición enteral precoz. (4)
En el Cuadro No. 2 observamos como el ADN Pediátrico se puede utilizar a cualquier edad,
predominando en el niño menor de un año, donde la inmadurez de su estado inmunológico lo
hace más susceptible a las infecciones, así como en los niños mayores de 4 años de edad que
sufren con más frecuencia traumatismo craneal seguido de estado comatoso y requieren de
nutrición enteral. (4,5)
En el Cuadro No. 3 señalamos que la mayoría de los pacientes que necesitaron la
administración de ADN Pediátrico eran eutróficos y se corresponde con la frecuencia de niños
casi adolescentes que ingresaron en nuestra Unidad de Terapia Intensiva en el período
estudiado, no obstante le sigue en segundo lugar los desnutridos, donde el apoyo nutricional
debe iniciarse rápidamente y ser diseñado en forma individual para evitar los efectos adversos
de la pérdida de masa muscular para facilitar la cicatrización y mejor respuesta inmune. (6)
En el Cuadro No. 4 destacamos como la mayoría de los pacientes utilizaron la administración
del ADN Pediátrico durante menos de siete días y existe un pequeño grupo que lo utilizó entre
siete y quince días, lo cual coincide con otras literaturas donde justifican la importancia de la
nutrición oral. (7)
En el Cuadro No. 5 podemos apreciar que en un 98% de los pacientes se utilizó la vía
nasogástrica para la administración del ADN Pediátrico, lo cual se corresponde con la totalidad
de las revisiones bibliográficas, donde se plantea que se inicia más precozmente y con escasas
complicaciones, constituyendo la técnica más común de alimentación. (3,8)
En el Cuadro No. 6 destacamos que en todos los pacientes para un 100% se utilizó la
administración del ADN Pediátrico a debito continuo a través de bomba de infusión, lo cual
constituye un método mejor tolerado y de elección cuando los pacientes no toleran los bolos o
alimentación intermitente. (3,9)
CONCLUSIONES
1. El ADN Pediátrico se utilizo con mayor frecuencia en el niño menor de un año.
2. La mayoría de los pacientes en que se utilizo el ADN Pediátrico eran eutróficos y
desnutridos.
3. El uso del ADN Pediátrico estuvo muy relacionado con las entidades de tipo infeccioso.
4. La duración del uso del ADN Pediátrico fue menor de una semana en la mayoría de los
pacientes.
5. La vía de administración del ADN más utilizada fue la Nasogástrica y el modo fue a débito
continuo en un 100% de los casos.
6. No hubo complicaciones con la administración del ADN Pediátrico.
7. El ADN Pediátrico constituye una posibilidad terapéutica eficaz en la nutrición enteral en el
niño ingresado en cuidados intensivos.
BIBLIOGRAFÍA.
1. Jolliet P et al. Enteral Nutrition in Intensive care patients: a practical approach, Clin Nutr
1999;18(1):47.
2. Aspen Board of Directors. Guidelines for the use of parenteral and enteral nutrition in adult
and pediatric patients. J Parenter Enteral Nutr 2002;26(1):130-8.
3. Felande IX Congreso Latinoamericano de Nutrición Parenteral y Enteral. Simposio:
Nutrición Asistida: ¿Cómo, Cuándo, Por Qué? En: Pineda Pérez S, Manresa D, Callejo
Hernández M et al. Soporte Nutricional Enteral con Nutricomp ADN Pediátrico. La Habana
2003:57-8.
4. García Pérez J, Pedrón Giner C. Nutrición Enteral en el niño críticamente enfermo. En:
Casado Flores J, Serrano González A. Editores. El niño críticamente enfermo. Madrid. Díaz
Santos; 1996:257-63.
5. Ruza F, Alvarado F, Delgado M. A, García S. Soporte nutricional en situaciones especiales.
En: Borrajo E, López M, Pajarón M. Nuevas perspectivas en nutrición infantil. Madrid.
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hospitalario. Rev Chil Pediatría 2002;73(3):248-56.
8. Beninga Morais T, Lucia Rocha Carvallo M et al. Hazard Analysis and Critical Control point
system approach in the environmental and procedural sources of contamination of enteral
feedings hospitals. JPEN 2000;24:296-303.
9. Vanek VW. Closed Versus Open Enteral Delivery Systems: A Quality Improvement study
2000;15(5):234-43.
CUADRO # 1. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ENTIDAD NOSOLÓGICA
ENTIDAD NOSOLÓGICA No PACIENTES %
INFECCIOSA 31 69
NO INFECCIOSA 14 31
TOTAL 45 100
GRAFICO # 1. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ENTIDAD NOSOLÓGICA
CUADRO # 2. DISTRIBUCIÓN POR GRUPOS ETÁREOS
EDAD No PACIENTES %
0 – 11 MESES 25 55
1 – 4 AÑOS 8 18
+ 4 AÑOS 12 27
TOTAL 45 100
GRAFICO # 2. DISTRIBUCIÓN POR GRUPOS ETÁREOS
CUADRO # 3. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VALORACIÓN NUTRICIONAL
VALORACIÓN
NUTRICIONAL
No PACIENTES %
 3 PERCENTIL 16 36
3 – 10 PERCENTIL 6 13
10 – 90 PERCENTIL 23 51
90 – 97 PERCENTIL -- --
+ 97 PERCENTIL -- --
TOTAL 45 100
GRAFICO # 3. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VALORACIÓN NUTRICIONAL
CUADRO # 4. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ESTADÍA
ESTADÍA No PACIENTES %
< 7 DÍAS 33 73
7 – 15 DÍAS 8 18
+ 15 DÍAS 4 9
TOTAL 45 100
GRAFICO # 4. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ESTADÍA
CUADRO # 5. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN No PACIENTES %
NASOGÁSTRICA 44 98
NASOYEYUNAL -- --
GASTROSTOMÍA -- --
YEYUNOSTOMÍA 1 2
TOTAL 45 100
GRAFICO # 5. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
CUADRO # 6.
DISTRIBUCIÓN SEGÚN FORMAS DE ADMINISTRACIÓN
FORMA ADMINISTRACIÓN No. DE PACIENTES %
DEBITO CONTINUO 45 100
INTERMITENTE -- --
TOTAL 45 100
INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR “DR. LUIS DÍAZ SOTO”.
ADOLESCENTE CRÍTICO. COMPORTAMIENTO EN UNA UNIDAD DE CUIDADOS
INTENSIVOS PEDIÁTRICOS (UCIP).
AUTORES:
DRA. LUCRECIA CABRERA SOLÍS. (1)
DRA. LAIDA MARÍA PONCE MARTÍNEZ. (1)
DR. JORGE LÓPEZ HERNÁNDEZ. (2)
DRA. MAGALY MARRERO GARCÍA. (3)
1- Especialista de Primer grado en Pediatría. Profesor Instructor.
2- Especialista de Primer grado en Pediatría. Diplomado de Terapia Intensiva.
3- Especialista de Primer grado en Pediatría. Profesor Instructor. Máster en Nutrición en
Salud Pública.
Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este. C. Habana, Cuba
Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu
RESUMEN:
La adolescencia es una etapa que trascurre entre la niñez y la adultez y se inicia
cronológicamente por lo cambios, que en la misma ocurre profunda transformaciones biológicas
psicológicas y sociales. En nuestro país los adolescentes constituyen un grupo poblacional
minoritario conformando el 13,7% del total en la actualidad. Dada la complejidad para el manejo
de los pacientes en esta etapa de la vida es que se ha desarrollado un movimiento dirigido a la
individualización de este grupo y a la elaboración y ejecución de programa integrales de salud
para los adolescentes, dentro de los cuales se encuentra insertado la asistencia del paciente
critico. Teniendo en cuenta esto se realizó un estudio descriptivo retrospectivo con el objetivo
general de definir el comportamiento de la morbi-mortalidad de los adolescentes ingresados en
la UCIP del centro en un período comprendido entre enero del 2003 a mayo del 2004,
obteniendo los datos del libro de registros de pacientes de este servicio y expresando los
resultados en tablas para sus fácil análisis. La muestra quedó conformada por 46 adolescentes
entre los 10 y 19 años de ambos sexos; predominando el grupo de 12 a 14 años (34,8%) y el
sexo masculino (54.3%). Las afecciones que originaron el ingreso de estos pacientes por orden
de frecuencia fueron las respiratorias (28.2%), las quirúrgicas y los politraumatizados (13%). La
valoración nutricional en la categoría de eutróficos (78.2%) fue predominante. El estado al
egreso de este grupo poblacional fue satisfactorio, siendo muy baja la mortalidad (4%) de la
serie.
INTRODUCCIÓN.
La adolescencia una etapa entre la niñez y la adultez que cronológicamente se inicia con los
cambios puberales y se caracteriza por profundas trasformaciones biológicas, psicológicas y
sociales. LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) ha definido como adolescencia
el periodo comprendido entre los 10 a 19 años y como juventud entre los 15 a 24 años (1).
Por consenso se han establecido tres periodo o fases:
 Prepuberal (primario) de 10 a 12 años.
 Puberal (medio) de 12 a 14 años.
 Postpuberal (tardío) de 15 a 19 años.
En 1981 los adolescentes constituían en Cuba el 23.9% y los jóvenes el 20.3% de la población,
valor que ha sufrido una reducción importante, dada la dinámica demográfica del país
conformando el 13.7% del total en la actualidad (2).
Si bien los diferentes sistemas y programas de salud incluían la problemática del adolescente
durante mucho tiempo fueron vistos como niños grandes por los pediatras o como adultos
pequeños por otros especialistas, no es hasta las últimas décadas que se desarrolla un
movimiento dirigido a la individualización de este grupo poblacional y al elaboración y ejecución
de programas integrales de salud para los adolescentes (3).
Desde el punto de vista de la salud integral, la adolescencia es crucial. Sin embargo, a nivel
mundial, la mortalidad baja de los adolescentes comparada con otros grupos poblacionales,
genera una percepción generalizada de que en esta etapa de la vida no se presentan
enfermedades y que por tanto, no es necesario dedicarle una atención especial a su salud.
En la política de nuestro Estado siempre se ha priorizado este grupo poblacional y a su
desarrollo y cuidado se han destinado recursos cuantiosos; varios organismos y organizaciones
de masas del país contemplan entre sus objetivos de trabajo la atención a los adolescentes.
Teniendo en cuenta el vuelco radical experimentado en los últimos años por el progreso
científico técnico a toda la práctica médica, pero muy especialmente a la asistencia del paciente
crítico, se hace necesario establecer las formas de actuación para este grupo etáreo, siendo
necesario hacer los ajustes pertinentes siguiendo siempre una estrategia clínica apropiada y pre
establecida que permita una eficaz y ordenada utilización de los recursos, con el máximo de
calidad de asistencia médica al adolescente lo cual repercute en la disminución de las tasas de
morbi- mortalidad en este sector de la población (4).
OBJETIVOS.
GENERAL: Definir el comportamiento de la morbi- mortalidad de los adolescentes ingresados
en la unidad de terapia intensiva pediátricas del Instituto de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz
Soto”.
ESPECÍFICOS:
1. Precisar edad y sexo de los adolescentes ingresados.
2. Identificar las principales afecciones de los adolescentes ingresados en la unidad de
terapia intensiva pediátrica.
3. Establecer la valoración nutricional de los adolescentes ingresados.
4. Destacar el estado al egreso de los pacientes adolescentes atendidos en la UTIP.
MATERIAL Y MÉTODO.
Se realizó un estudio retrospectivo y descriptivo sobre el comportamiento de los adolescentes
ingresados en la UTIP del ISMM Dr. Luis Díaz Soto en el período de enero del 2003 a mayo del
2004; se utilizaron los datos del libro de registros de pacientes ingresados de dicho hospital. Las
variables utilizadas fueron edad, sexo, valoración nutricional y estado al egreso. La muestra
quedó conformada por 46 pacientes que constituyeron el 9% del universo de los pacientes
ingresados en la UCIP en el período analizado. Los resultados se procesaron en un micro
computador EMC (Finlay-Militar) y los valores fueron expresados en tablas para su fácil análisis.
RESULTADOS.
Los adolescentes representaron el 9% del total de los pacientes ingresados en la UCIP en el
período analizado.
El comportamiento de los adolescentes según edad y sexo fue similar para los grupos etáreos
de 10 a 12 años y de 15 a 19 años lo que constituyó el 32.6% de la muestra respectivamente
predominando en ambos el sexo masculino (60%), mientras que en los adolescentes de 12 a 14
años hubo predominio de las hembras (56.3%); tales resultados coinciden con los mostrados
por otros autores (5,6). Tabla 1.
Las principales afecciones que motivaron el ingreso de los adolescentes en cuidados intensivos
fueron las relacionadas por procesos respiratorios (28.2%) siendo por orden de frecuencia las
más significativas dentro de este grupo las infecciones respiratorias agudas y el asma bronquial
severa.
Dicho comportamiento coincide con los resultados de otros trabajos realizados (6-8) donde se
sitúa a las infecciones respiratorias agudas como la primera causa de admisión de pacientes de
todas las edades en la UCIP, siendo esta a su vez la primera causa de consulta para el grupo
de 10 a 19 años al igual que para el resto de la población, sin repercusión en la mortalidad.
En segundo lugar se encontraron las afecciones tributarias de tratamiento quirúrgico (13%)
siendo las más relevantes las heridas por armas blancas y los traumas cráneo encefálico.
En la actualidad tenemos el traumatismo por si solo ha amenazado la vida de este grupo
poblacional; constituyendo uno de los principales problemas de salud catalogándose como una
de las grandes pandemias de nuestro tiempo (4).
El tercer lugar lo ocupo las afecciones medicas del sistema nervioso central (10.8%)
constituidas en las muestra por meningoencefalitis bacteriana, síndrome atáxico, Síndrome de
Guillaín Barré, epilepsia y hemorragia subaracnoidea, presentándose un caso de cada una de
las entidades mencionadas.
En orden de frecuencia se presentaron las intoxicaciones exógenas (6.5%) según plantea la
bibliografía consultada en este grupo etáreo está muy relacionado con trastornos conductuales,
disturbios psicológicos y con fines suicidas, siendo más frecuentes encontrarlas en la población
femenina (9,10).
Igual comportamiento en esta muestra tuvieron los trastornos del equilibrio hidroelectrolítico
siendo la deshidratación sin shock (6.5%) la principal forma de presentación como complicación
de la enfermedad diarreica aguda.
Otras entidades que motivaron causas de ingresos de adolescentes en la Unidad de Cuidados
Intensivos fueron la cetoacidosis diabética, la leptospirosis y el ahogamiento incompleto cada
uno con dos pacientes (4.3%).
En otras causas incluimos a otras afecciones como la cirrosis hepática autoinmune, la
insuficiencia mitral, el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y la crisis hipertensiva cada
uno con un sólo paciente. Tabla 2.
Se analizó el estado nutricional de los adolescentes ingresados y su comportamiento en
relación con el grupo etáreo. El 86% de los pacientes entre 10 y 12 años fueron eutróficos, el
6.5% delgados y otros 6.5% mal nutrido. Entre los 12 y 14 años también hubo predominio de los
adolescentes eutróficos (62.5%) siendo en este grupo donde hubo mayor cantidad de pacientes
delgadas (31.2%) y un mal nutrido (6%).
En los adolescentes comprendido entre 15 a 19 años el 86% resultó eutrófico hubo un mal
nutrido (6.5%) y otro obeso (6.5%). No hubo adolescentes en la categoría de sobre peso en
ningún grupo etáreo.
De forma general en la muestra la categoría eutrófico representó el 78. 3% lo cual
consideramos se deba a la acciones de prevención y promoción de salud que se realiza a nivel
de asistencia primaria, donde lo relacionado con la nutrición del niño y el adolescente juega un
papel primordial (11,12). Tabla 3.
En cuanto al estado del egreso en la muestra hubo 44 pacientes egresados vivos (96%) y sólo 2
fallecidos (4%), su distribución por sexo fue de la siguiente manera, dentro de los pacientes
egresados vivos tuvimos 20 pacientes femeninas (95.3%) y 24 del masculino (96%). Tabla 4.
Las causas de muerte fueron en el paciente masculino el ahogamiento y en la paciente
femenina las complicaciones digestivas (sangramiento) de las cirrosis autoinmune.
CONCLUSIONES.
1. Los adolescentes representaron el 9% del total de los pacientes ingresados en la UTIP
en el período analizado.
2. Los adolescentes comprendidos entre los 12 a 14 años predominaron en la muestra
(34.8%), Siendo la mayoría de sexo masculino (54.3%).
3. Las infecciones respiratorias fueron las principales afecciones que causaron el ingreso
de los adolescentes en al UTIP (28.2%), teniendo similar comportamiento de 10 a 19
años. Las afecciones quirúrgicas y los adolescentes politraumatizados (13%)
constituyeron otras causas frecuentes de admisión a la UTIP.
4. Los adolescentes eutróficos de ambos sexo constituyeron la mayoría (78.2%) de la
muestra en cuestión.
5. El estado al egreso de los adolescentes fue satisfactorio. La mortalidad fue baja
(4%), predominando los egresados vivos (96%); lo cual coincide con el comportamiento
a nivel mundial en este grupo poblacional
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Américas. Washington: Editora OPS/OMS; 1996.
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Publicaciones Médicas y Científicas. 2ª ed. 1983.p.57-96.
10. Valsecia M. Toxicología Pediátrica. Rev Arg Pediatría 1995;2(3):16-26
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12. OPS/OMS. Conocimientos actuales sobre nutrición. 6ª ed. Washington, DC: OPS/OMS.
Publicación Científica; 2000.p.375-84.
ANEXOS:
TABLA 1. DISTRIBUCIÓN SEGÚN EDAD Y SEXO DE LOS PACIENTES INGRESADOS.
Edad (años) SEXO
Femenino Masculino
N º % N º %
TOTAL
Nº %
10-12 6 40 9 60 15 32,6
12-14 9 56,3 7 43,7 16 34,8
15--19 6 40 9 60 15 32,6
Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica.
TABLA 2: PRINCIPALES AFECCIONES DE LOS ADOLESCENTES INGRESADOS EN UTIP.
Afecciones Total de casos
Número %
Respiratorias 13 28,2
Quirúrgicas 6 13
Politraumas 6 13
Neurológicas 5 10,8
Intoxicaciones exógenas 3 6,5
Deshidratación sin shock 3 6,5
Cetoacidosis Diabética 2 4,3
Leptospirosis 2 4,3
Ahogamiento Incompleto 2 4,3
Otras causas 4 9
TOTAL 46 100
Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica.
TABLA 3: ESTADO NUTRICIONAL SEGÚN GRUPO ETÁREO.
EDAD (años) Eutrófico
Nº
%
Delgado
Nº
%
Desnutrido
Nº
%
Obeso
Nº
%
10-12 13 86 1 6,5 1 6,5 0 0
12-14 10 62,5 5 31,2 1 6 0 0
15-19 13 86 0 0 1 6,5 1 6,5
TOTAL 36 78,2 6 13 3 6,5 1 2,1
Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica.
TABLA 4. ESTADO AL EGRESO DE LOS ADOLESCENTES INGRESADOS EN UTIP.
Estado Sexo
Femenino Masculino
Nº % Nº %
Vivos 20 95,3 24 96
Fallecidos 1 4,7 1 4
TOTAL 21 100 25 100
Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica.
INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR “DR. LUIS DÍAZ SOTO”.
CARACTERIZACIÓN DE LA VENTILACIÓN MECÁNICA EN TERAPIA INTENSIVA
PEDIÁTRICA.
AUTORES:
* DR. JULIO CESAR FRANCISCO PÉREZ.
** DRA. CARIDAD MACHADO BETART
* DR. ERICK ALONSO GONZÁLEZ.
***DRA. OSDALY ARDISANA CRUZ.
* Especialista de primer grado en Medicina General Integral. Especialista de primer grado
en Pediatría. Diplomado en Medicina Intensiva Pediátrica.
** Especialista de primer grado en Pediatría. Diplomado en Medicina Intensiva Pediátrica.
***Especialista de primer grado en Medicina General Integral. Residente de Segundo año
de Medicina Intensiva Pediátrica.
Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este, C. Habana, Cuba.
Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu
RESUMEN
La Ventilación Mecánica es una técnica de utilización frecuente en las Unidades de Cuidados
Intensivos, que permite garantizar un soporte ventilatorio ante situaciones de Insuficiencia
Respiratoria. Se realiza un estudio descriptivo, longitudinal y transversal en el período de enero
2002 a diciembre 2003 en el ISMM "Luis Díaz Soto", con el objetivo de caracterizar la
ventilación mecánica en Terapia Intensiva Pediátrica.
El universo estuvo constituido por 60 pacientes que requirieron su uso durante el ingreso,
obteniéndose como resultado que predominaron los menores de 1 año, del sexo masculino,
procedentes del cuerpo de guardia, 39 pacientes se ventilaron con el SERVO-900c, y la mayor
parte requirió de 3 a 7 días (45%), de ventilación, siendo las Neumonías y el Politrauma las
entidades nosológicas que más requirieron de ventilación y el 73.3% de los pacientes resultaron
vivo al egreso.
INTRODUCCIÓN
La ventilación mecánica es una técnica de utilización frecuente en las unidades de cuidados
intensivos que permite garantizar un soporte ventilatorio ante situaciones de insuficiencia
respiratoria, independientemente de cuál sea el origen de esta. Resulta una técnica agresiva, no
exenta de riesgos para el paciente, pero que comporta grandes beneficios para el mismo, al
mantener una situación respiratoria que ya había fracasado, por lo tanto es preciso conocer con
cierto detalle los fundamentos de su aplicación.
La primera referencia sobre la aplicación de un medio artificial para mantener la ventilación se
remonta a unos nueve siglos antes de Cristo (A.C.) apareciendo en el “Libro I de los Reyes”
(1,2).
Hipócrates, 400 años A.C., escribió un “Tratado sobre el aire” y menciona por primera vez la
intubación traqueal. A mediados del siglo XVII Smellice realiza la primera intubación traqueal
con un tubo metálico flexible. (3,4)
En 1864 Jones patenta uno de los primeros prototipos de Ventiladores de presión negativa
extratorácico.
En este siglo Braves utiliza presión positiva constante sobre la vía aérea superior durante la
cirugía.
En 1911, la casa Draeguer construyó un primer aparato (Pulmotor). En 1928 Drincer y Show,
diseñan un prototipo de pulmón de acero (Presión negativa extratorácica).
En 1931 Emmerson mejoró y construyó el pulmón de acero que tuvo un amplio uso y difusión
durante las epidemias de Poliomielitis de los años 40 (5,6).
Debido a las limitaciones en el cuidado de los pacientes se desarrollo en la década de los 40 y
los 50 la técnica de presión positiva intermitente con intubación endotraqueal.
A finales de los años 50 la casa Engstrom lanzó una serie de respiradores fundamentados en el
ciclado por volumen, con una curva de flujo sinusoidal (1,3,7).
A lo largo de los años 70, la electrónica se incorporó al funcionamiento de los respiradores
mejorando sus niveles de exactitud y seguridad, igualmente en esta época hizo su aparición los
respiradores específicos para el campo pediátrico (2,8,9).
En nuestra UTIP, existen 2 tipos de ventiladores mecánicos, el Servo 900 C y el Galileo, este
último de nueva generación que está diseñado para proporcionar ventilación asistida de
cuidados intensivos, a pacientes adultos, pediátricos, lactantes, con un peso corporal entre 2 y
200 Kg que dispone de modos convencionales de control de volumen y de control de presión,
así como una ventilación asistida adaptable.
Teniendo en cuenta estos aspectos y sabiendo que la ventilación mecánica no siempre es
efectiva, por lo que resulta necesario la búsqueda de nuevas alternativas o estrategias de
trabajo, se realiza un estudio caracterizando la ventilación mecánica en nuestro servicio.
OBJETIVOS
GENERAL: Realizar una caracterización de la Ventilación Mecánica en nuestro servicio.
ESPECÍFICOS:
1.- Relacionar en los pacientes ventilados las variables edad, sexo, procedencia y entidad
nosológica.
2.- Identificar el equipo de ventilación y el tiempo de ventilación.
3.- Relacionar mortalidad con procedencia de los pacientes.
4.- Establecer la mortalidad de los pacientes con ventilación mecánica.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realiza un estudio descriptivo, longitudinal y transversal en el período de enero 2002 –
diciembre 2003, en el ISMM “Luis Díaz Soto” con el objetivo de caracterizar la ventilación
mecánica, el universo estuvo constituido por 60 pacientes que requirieron su uso durante el
ingreso en nuestra terapia intensiva pediátrica.
Las unidades de análisis fueron un libro de control, diseñado para la recogida de la información
y las historias clínicas de cada paciente.
Las variables planteadas para realizar la caracterización de la ventilación mecánica fueron,
edad, sexo, procedencia y entidad nosológica, equipo de ventilación, tiempo de ventilación y
mortalidad; asociada al uso de la ventilación.
RESULTADOS
La tabla # 1 muestra la distribución por grupos etáreos, donde se aprecia que los menores de 4
años representan el 64% de los pacientes y dentro de estos los menores de 1 año con el 37%
(4,5).
Predominando el sexo masculino con 35 pacientes para un 58%, lo que se muestra reflejado en
la tabla # 2 (9,10).
En relación con la procedencia de los pacientes que requirieron ventilación mecánica, reflejado
en la tabla # 3, predominan los que llegan a nuestro servicio desde el Cuerpo de guardia del
hospital 37 pacientes para un 62%. Seguido de los que provenían de otros centros hospitalarios
16 para un 27%.
La distribución por entidades nosológicas aparece reflejada en la tabla #4, correspondiendo a
los pacientes politraumatizados y las neumonías con 9 pacientes (15%) cada una de ellas,
donde con mayor frecuencia se ventilaron, aunque no existen diferencias significativas con otras
entidades nosológicas (3,7).
El equipo de ventilación utilizado en estos pacientes con mayor frecuencia fue el Servo-900c en
39 pacientes para un 65%, solo el 35% (21) pacientes se ventilaron con el Galileo, debido a que
existen menos ventiladores de este tipo en nuestro servicio, y como equipo de ventilación nuevo
requiere de un adiestramiento del personal para su uso, mostrándose este dato en la tabla # 5.
El tiempo de ventilación se refleja en la tabla # 6, predominando los que la requirieron entre 3 y
7 días para un total de 27 pacientes que representan el 45%, y solo 21 pacientes se ventilaron
menos de 48 horas, lo que representa el 35%.
La relación mortalidad y procedencia se muestra en la tabla # 7. Los pacientes que llegaron a
nuestra sala de otros centros hospitalarios tuvieron el mayor % de fallecimiento 10 pacientes
(63%). Esto se produce porque son pacientes muy críticos que llegaron en malas condiciones y
su muerte se produce en las primeras horas o días de llegada.
La tabla # 8 muestra la mortalidad de los pacientes fallecidos, donde se refleja que el 73% de
los pacientes ventilados logran sobrevivir.
TABLA No. 1. Distribución por grupos etáreos
Edad No. de casos %
<1(a) 22 37
1-4(a) 16 27
5-15(a) 17 28
>15(a) 5 8
TOTAL 60 100
Fuente: Historias clínicas
TABLA No. 2. Distribución por sexo
Sexo No. de casos %
Masculino 35 58
Femenino 25 42
TOTAL 60 100
Fuente: Historias clínicas
TABLA No. 3. Distribución según procedencia.
Procedencia No. de casos %
Cuerpo de Guardia 37 62
Otros hospitales 16 27
Otras salas 7 11
TOTAL 60 100
Fuente: Historias clínicas
TABLA No. 4. Distribución por entidad nosológica
Entidad No. de casos %
POLITRAUMA 9 15
S.D.R.A 8 13
NEUMONÍAS 9 15
SEPSIS SEVERA 7 12
MEB 4 7
INTOXICACIONES
EXÓGENAS
4 7
STATUS CONVULSIVO 5 8
OTRAS 14 23
TOTAL 60 100
Fuente: Historias clínicas
TABLA No. 5. Equipo de ventilación
Equipo No. de casos %
SERVO 900 C 39 65
GALILEO 21 35
TOTAL 60 100
Fuente: Historias clínicas
TABLA No. 6. Tiempo de ventilación.
Tiempo No. de pacientes %
< 48 hrs. 21 35
3 – 7 Días 27 45
> 7 Días 12 20
TOTAL 60 100
Fuente: Historias Clínicas
TABLA No. 7. Mortalidad de los pacientes según procedencia.
Pacientes No. de casos %
Otros hospitales 10 63
Cuerpo de Guardia 4 25
Salas hospitalarias 2 12
TOTAL 16 100
Fuente: Historias Clínicas
TABLA No. 8. Mortalidad de los pacientes con ventilación mecánica.
No. de casos %
VIVOS 44 73
FALLECIDOS 16 27
TOTAL 60 100
Fuente: Historias Clínicas
CONCLUSIONES
1. El mayor número de pacientes ventilados fueron los menores de 1a, predominando el
sexo masculino y procedieron del cuerpo de guardia de nuestro hospital.
2. La entidad nosológica que con más frecuencia necesitó ventilación mecánica fueron los
pacientes politraumatizados y las neumonías.
3. El tiempo de ventilación fue menor de 7 días en el 80% de los pacientes.
4. La mortalidad de los pacientes ventilados fue del 27%. Predominando los que fueron
recibidos de otros centros hospitalarios con el 63%.
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HOSPITAL PEDIÁTRICO DOCENTE “JUAN MANUEL MÁRQUEZ”
CATETERISMO VENOSO CENTRAL. COMPORTAMIENTO EN UN AÑO DE TRABAJO.
AUTORES:
DR. IVÁN CRUZ-ÁLVAREZ CANTOS.*
DRA. ANA IVIS CRESPO BARRIOS.**
DRA. MARLENE ARBELO BÁEZ.***
* Especialista en Cirugía Pediátrica. Profesor Instructor.
** Especialista de 1er. Grado en Pediatría. Diplomada en Terapia Intensiva Pediátrica.
*** Especialista de 1er Grado en Medicina General Integral. Diplomada en Cardiología
Pediátrica. Residente de 3er Año de Medicina Intensiva y Emergencias.
Ave 31 y 76. Marianao, Ciudad de La Habana, Cuba.
e-mail: xiomi@infomed.sld.cu; aivis.crespo@infomed.sld.cu
Introducción:
El abordaje de las venas centrales data de principios de siglo, cuando en 1927 se utilizó para
cateterizar al bulbo superior de la vena yugular interna. Forsman se autointrodujo un catéter a
través de la vena cubital media derecha hasta la aurícula derecha, posteriormente se
continuaron desarrollando intentos en este sentido, hasta que Aubaniac en 1952 realiza y
describe la técnica de canalización de la vena subclavia por vía infraclavicular por punción
percutánea en adultos y posteriormente sería extendido a pacientes pediátricos en la década
del 80 al 90(1-6)
.
Desde sus comienzos el abordaje venoso profundo (AVP) percutáneo revolucionó el manejo del
paciente crítico y con el decursar del tiempo llegó a convertirse en el proceder invasivo más
utilizado en las unidades de cuidados intensivos (UCI), para sustituir en gran medida a las
disecciones venosas, las cuales además de presentar mayor número de complicaciones por día
de tratamiento, invalidan el vaso canalizado. La incidencia de infecciones por cánulas y
catéteres insertados en los vasos sanguíneos fue exagerada en el pasado, no obstante sigue
siendo una importante fuente de sepsis nosocomial.
Dado que en nuestro servicio la frecuencia del uso de abordajes venosos es bastante elevada,
decidimos realizar este trabajo con el objetivo de ver el comportamiento de los mismos así
como las complicaciones más frecuentes que de su uso se derivan para identificar nuestros
problemas y encaminar los protocolos de inserción y manejo de los catéteres centro venosos
hacia la solución de los mismos.
Objetivos:
1. Determinar la frecuencia de uso de catéter venoso percutáneo en nuestra unidad.
2. Conocer las causas más frecuentes que originan su colocación
3. Precisar las complicaciones que de su uso se derivan.
Material y Métodos:
Se efectuó un estudio prospectivo a todos los pacientes que fueron admitidos en la UCIP del
Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez durante el año 2003 y se les realizo abordaje venoso
percutáneo en algún momento de su estadía. Para ello se confeccionó una encuesta en la cual
además de los datos generales del paciente se recogieron las complicaciones, la vía utilizada,
los gérmenes aislados, tiempo de permanencia y los cultivos de la punta de los catéteres
incubados positivos sin bacteriemias (colonización).
En todos los casos se aplicó el protocolo de implantación con la utilización de catéteres Vigon
de una vía, con extremas medidas de asepsia y antisepsia previo lavado con agua y jabón de la
zona; en todos los casos se utilizó como antiséptico local yodo y alcohol; una vez insertado se
cubrió con torunda de gasa y se curó el sitio de punción a las 48 horas y luego diariamente con
alcohol; se tomaron muestras de cultivo de sangre en los casos en que aparecieran
manifestaciones clínicas sugestivas de infección, así como en el momento de retirar el catéter
se obtuvieron muestras para hemocultivo y cultivo de la punta del catéter. En aquellos casos en
que aparecieran manifestaciones clínicas sin foco séptico aparente y se pudiese prescindir de la
utilización del catéter, se tomaron muestras para el cultivo de sangre y del catéter y luego se
retiró éste independientemente de los días de permanencia.
Resultados:
De un total de 786 pacientes que se admitieron en la UCIP en el año 2003,170 recibieron
abordajes profundos lo cual representa un 21.6%, de ellos 92 para un (54%) eran del sexo
masculino y 78 (49%) eran del sexo femenino. En cuanto al comportamiento por edades hubo
37 pacientes menores de un año (21.8%), 32 entre 1 y 4 años (18.8%), 59 de 5 a 9 años
(34.7%) y 42 de 10 o más años (24.7%) (Tabla1). Es de señalar que hubo un elevado porciento
de abordajes en niños menores de un año si tenemos en cuenta que solo abarca un año de
vida.
Entre las causas que ocasionaron la colocación de un catéter central estuvo en primer lugar la
necesidad de administrar drogas y fluidos 51(30%) ya sea necesidad de pasar volúmenes o
aminas presoras. En segundo lugar las intervenciones quirúrgicas 35 (20.6%), administración
de antibióticos 31 (18.2%), imposibilidad de canalizar venas periféricas 24 (14.1%), necesidad
de medir presión venosa central 15 (8.9%) y la administración de nutrición parenteral total 14
(8.2%). (Tabla 2).
La vía que más se utilizo fue la femoral 103 pacientes (60.6%), seguida de la subclavia 39
(22.9%) y por último la yugular interna 28 (16.5%). (50.5%). (Tabla 3). La femoral es la vía que
más se usa en nuestro servicio por ser la de menos riesgos. Las complicaciones más
frecuentemente encontradas fueron la punción arterial 32 (44.4%), seguida de las infecciones
relacionadas con el uso del catéter 15 (20.9%), 13 catéteres fueron colonizados lo que
representa el (18%), 9 pacientes desarrollaron trombosis venosas (12.5%), en 2 ocasiones los
catéteres migraron (2.8%) y en un paciente ocurrió un neumotórax (1.4%). Al relacionar las
complicaciones encontradas con la vía utilizada vemos que la femoral fue la que más
complicaciones tuvo 53 en total, (73.6%), lo que debe relacionarse con el hecho de que a su
vez fue la vía más utilizada.
Discusión:
La distribución de los pacientes por grupo de edades es principalmente en niños menores de 4
años lo cual no coincide con nuestros resultados lo que pudiera estar influido por el hecho de
ser nuestra unidad polivalente y donde no se ingresan recién nacidos.
El tipo de material varía en dependencia de la función y la duración del catéter. El poliuretano se
prefiere al polietileno a causa de su elasticidad y menor trombogenicidad pero reporta una
mayor tasa de infección con relación a los de silicón. Los de larga duración deben ser de silicón,
material más utilizado por ser más fuerte y relativamente inerte, manteniendo su flexibilidad, es
biocompatible y menos trombogénico (4,5)
.
Pueden ser de una o varias luces, lo que permite la utilización simultánea de drogas, fluidos y
monitorización. La desembocadura de las luces en el vaso puede ser en cañón de escopeta o
separada (4)
.
Nosotros utilizamos el de poliuretano y de una luz pues es con el que contamos.
Los CVC se utilizan a corto y a largo plazo. Dentro de sus usos a corto plazo tenemos:
monitorización hemodinámica, reposición de volumen, nutrición parenteral, administración de
drogas inotrópicas, reanimación cardiopulmonar, exsanguíneo transfusión, hemodiálisis,
plasmaféresis, terapia trombolítica, imposibilidad de acceso periférico y dentro de sus usos a
largo plazo tenemos nutrición parenteral prolongada, quimioterapia y manejo de pacientes
crónicos (2,4,5)
. En nuestro trabajo encontramos un alto número de pacientes en los que se uso
debido a intervenciones quirúrgicas lo cual no coincide con estos trabajos.
La vía venosa que más se utiliza en los trabajos revisados es la yugular y la subclavia y en
nuestro servicio es la femoral porque es la que menor cantidad de complicaciones tiene.
El cateterismo venoso profundo tiene un gran número de complicaciones tanto desde el punto
de vista mecánico como séptico (7-19)
. La infección de los CVC es una de las causas principales
de sepsis en las Unidades de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP), se reportan de un 5- 20% de
los pacientes (7)
. La infección se clasifica en local, colonización y sepsis (7)
. La tasa de
colonización del catéter varía del 2 al 34%. (8-11)
La complicación mecánica ocurre en un 6 a
20% de los CVC colocados (12)
. Estas complicaciones incluyen: migración, mala posición,
oclusiones, fracturas, retiro inadvertido, enrollamiento en el corazón, neumotórax, hidrotórax,
hemotórax, embolismo, arritmias, trombos de aurícula derecha, endocarditis bacteriana y
taponamiento cardiaco. La migración y la mala posición son las más comunes (5)
. La mortalidad
por estas complicaciones es elevada (6)
esto coincide con los resultados obtenidos en este
trabajo.
Conclusiones:
1. El 21.6% de los pacientes admitidos en nuestro servicio en el año 2003 requirieron abordaje
venoso profundo percutáneo.
2. Dentro de las causas que llevaron a su colocación en primer lugar estuvo la necesidad de
administrar drogas y volumen, en segundo lugar las intervenciones quirúrgicas y en tercer lugar
la necesidad de administrar antibióticos.
3. Las complicaciones mas observadas fueron la punción arterial, seguida de las infecciones
relacionadas con el catéter.
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Anexos:
Tabla 1. Distribución de los pacientes según edad y sexo.
Sexo
Grupo de edad Masculino % Femenino % Total
Menores de 1 año 21 56.7 16 43.3 37(21.8%)
De 1 a 4 años 18 56.2 14 43.8 32(18.8%)
De 5 a 9 años 29 49.1 30 50.9 59(34.7%)
10 y más años 24 57.1 18 42.9 42(24.7%)
Total 92 54.1 78 45.9 170(100%)
Fuente: Historias Clínicas.
Tabla 2. Causas de colocación de abordaje profundo.
Causas Numero Porciento
Administración de fluidos y drogas 51 30
Intervenciones Quirúrgicas 35 20.6
Antibióticoterapia 31 18.2
Imposibilidad de canalizar vena periférica 24 14.1
Medir PVC 15 8.9
Nutrición Parenteral Total 14 8.2
Total 170 100
Fuente: Historias Clínicas.
Tabla 3. Vías de acceso empleadas.
Vía de acceso Número Porciento
Femoral 103 60.6
Subclavia 39 22.9
Yugular Interna 28 16.5
Total 170 100
.Fuente: Historias Clínicas
Tabla 4. Relación de las complicaciones con la vía utilizada.
Complicación Subclavia Yugular Femoral Total Porciento
Punción Arterial 2 3 27 32 44.4
Infección relacionada
con el catéter
1 2 12 15 20.9
Colonización del catéter 6 2 5 13 18
Trombosis Venosa 9 9 12.5
Ruptura y Migración 2 2 2.8
Neumotórax 1 1 1.4
Total 10 7 55 72 100
Fuente: Historias Clínicas.
HOSPITAL PEDIÁTRICO “GENERAL MILANÉS”.
DEUDA DE VOLUMEN EN PACIENTES QUIRÚRGICOS EN LA SALA DE TERAPIA
INTENSIVA. BAYAMO 2000 – 2003
AUTORES:
* ORESTE MOJENA MOJENA.
** EVELIO HERNÁNDEZ ROSABAL.
** ANNIE DE R. BARRERO CABRERA.
*** LEIDA GONZÁLEZ ALVARES.
**** REBECA JIMÉNEZ MOJENA.
*Especialista de Primer Grado en Pediatría. Intensivista. Instructor. Jefe del Grupo
Provincial de Pediatría y de la Comisión de Terapia Intensiva Pediátrica de Granma.
** Residentes de Pediatría.
***Especialista de Primer Grado en Pediatría. Intensivista. Miembro de la Comisión de
Terapia Intensiva de Granma.
****Licenciada en Enfermería. Diplomada en Pediatría y en Terapia Intensiva Pediátrica.
Miembro Adjunto de la SOCUENF.
Bayamo, Granma, Cuba. Teléfono: 42-7654.
E- mail: ormomo.grm@infomed.sld.cu
RESUMEN
Se realizó un estudio descriptivo con el universo de pacientes ingresados en Unidad de
Cuidados Intensivos del Hospital Pediátrico “General Milanés “de Bayamo, Granma, que tenían
como diagnóstico principal el Postoperatorio Mediato, en los años 2000 –2003 , seleccionando
como muestra los 29 Pacientes, que presentaron como otro problema asociado la deuda de
volumen con el objetivo de conocer las principales manifestaciones clínicas ,e intervenciones
terapéuticas y su relación con el manejo Pre y Transoperatorio, así como también en el post-
operatorio inmediato. El 72,1% de los caso habían recibido cirugía abdominal ,el 19,1% post-
traumatismo craneoencefálico. El 55,9% fueron operaciones urgentes .El 77,9% de los casos
tuvieron un tiempo quirúrgico mayor de una hora. La Solución Salina unida a la combinación de
ella con la Dextrosa al 5% fueron las más usadas en un 38,2% como Fluidoterapia
Transoperatoria, donde en más del 80% de los casos los líquidos se administraron a menos de
20 ml/ Kg/hora, el 73,5% de los pacientes tardaron más de una hora en llegar a la Terapia
después de ser operado. Se concluye que la Deuda de volumen fue frecuentemente encontrada
en los pacientes operados ingresados en Cuidados Intensivos.
INTRODUCCIÓN
La cirugía es una agresión para el cuerpo que afecta la capacidad del individuo para satisfacer
todas las demandas básicas, las metas de la atención médica consisten en lograr que el acto
operatorio sea lo más seguro y cómodo para el paciente, evitar el desarrollo de complicaciones
postoperatorias y ayudar al enfermo a enfrentar la agresión o estrés. (1)
La atención preoperatoria en pediatría se realiza de forma multidisciplinaria y permite de una
manera organizada la valoración del niño que va a ser intervenido quirúrgicamente, al realizar
buenas prácticas clínicas, se tienen como objetivo disminuir el riesgo quirúrgico perioperatorio y
están dirigidas a todo el equipo de salud que intervienen desde la indicación del proceder
quirúrgico hasta la total recuperación del postoperatorio mediato, todo esto favorece una mejor
recuperación en el postoperatorio y disminuyen las posibilidades de complicaciones, permite
que muchas cirugías se realicen de forma ambulatoria con los beneficios que esto significa para
el niño, la familia y la institución. (2)
La evaluación clínica preanestésica realizada por el pediatra es de enorme importancia para el
niño y para el equipo médico. Es obvio destacar que el cirujano pediatra tiene un papel
fundamental en esta tarea. Esta atención preanestésica incluye adecuada anamnesis, examen
físico y exámenes complementarios. (3)
Debe prestarse especial atención a la hipertensión arterial, estudiarla y normalizarla antes del
proceder quirúrgico, las malformaciones cardiovasculares deben ser bien identificadas, es de
vital importancia la profilaxis de la endocarditis bacteriana. (4)
El equipo de salud debe ofrecer toda información al niño y a sus padres con el objetivo de
mejorar la comunicación cirujano-paciente-familia. La urgencia es una excepción, desplaza el
consentimiento informado y se antepone el valor vida al valor decisión. (5)
Entre los factores que aumentan el riesgo quirúrgico y anestésico tenemos: el mal estado físico,
lactantes menores de 6 meses, cirugías de urgencias y complicadas y la duración prolongada
de la anestesia y la operación. (6)
La cirugía de urgencia siempre implica riesgo quirúrgico aumentado. Cuando la situación del
paciente es de gravedad se impone la actuación inmediata por parte del cirujano. (7)
Durante el acto anestésico los reflejos respiratorios se encuentran abolidos, la mayor parte de
los agentes anestésicos inhalatorios producen irritación de las vías respiratorias, el uso de
narcóticos y relajantes musculares deprime la respiración produciendo ectasia de secreciones,
broncoespasmo y atelectasias. (8)
La cirugía siempre causa pérdidas de líquidos corporales, espacios intersticiales, vasos
sanguíneos y células porque se cortan tejidos y se ponen en acción los mecanismos del cuerpo
que conservan el agua, se pierde potasio a través de las células dañadas y eliminado por la
orina. La hiperventilación en el postoperatorio inicial también contribuye a la pérdida inicial de
ácidos debido a que por los pulmones se expulsa ácido carbónico y agua. Existen factores de
riesgo que agravan estas pérdidas como son: alteraciones de la ingesta de líquidos, en su
eliminación normal, la temperatura corporal excesivamente alta entre otras. (9)
Los nuevos esquemas de ayuno han demostrado que cantidades de líquidos claros (agua con
azúcar, te, jugos de naranja, de manzana), que no superen los 3ml/Kg. de peso administrados
2-3 horas antes de la inducción anestésica aseguran un vaciamiento gástrico efectivo, estos
niños que toman líquidos claros tienen menor volumen gástrico residual con pocas variaciones
del pH, por lo que se puede postular que los ayunos prolongados no mejoran el vaciamiento
gástrico y contribuyen a la aparición de efectos indeseables como irritabilidad, ansiedad,
hipoglucemia y deshidratación. Se exceptúan de estos tiempos aquellos casos en que la
evacuación gástrica este prolongada (traumatizados, daño neurológico y obstrucción pilórica.
Los lactantes amamantados pueden recibir el pecho hasta 3 horas antes de la cirugía y los
alimentados con formula hasta 4 horas antes. (10,11)
Durante la intervención puede administrarse sangre, plasma, solución salina u otros expansores
de volumen, la magnitud de las perdidas debe ser evaluada por un cirujano de experiencia
mientras se realiza la intervención. Deben tenerse en cuenta una serie de factores para la
hidratación del paciente quirúrgico dentro de los cuales encontramos: tipo de operación (electiva
o urgente), tipo de intervención. Tiempo quirúrgico y accidentes, edad del paciente, estado
hidroelectrolítico y ácido básico preoperatorio, hidratación transoperatoria y tipo de
postoperatorio (fisiológico o patológico). (12)
La elección de una solución endovenosa depende del propósito que se persigue. En términos
generales se administra para lograr uno de los siguientes objetivos: administrar agua,
electrolitos y nutrientes para satisfacer las demandas diarias, reponer el agua perdida y corregir
los déficit electrolíticos. El error más frecuente al administrar líquidos parenterales durante y
después de la intervención es el aporte excesivo especialmente de dextrosa. (13)
En el postoperatorio neuroquirúrgico se ha detectado un aumento importante del consumo
energético por ello tan pronto se supere la fase inicial de estrés se debe iniciar la alimentación
parenteral seguida o acompañada de nutrición enteral continua, mediante sonda, tan pronto el
transito digestivo lo permita. Si existe riesgo importante de aspiración pulmonar se puede
valorar la nutrición enteral transpilórica. El estado nutritivo del paciente juega un papel decisivo
en su recuperación postoperatoria. (14)
Durante años se ha aceptado que la desnutrición es una causa importante de morbimortalidad
de pacientes intervenidos quirúrgicamente. En fechas recientes se ha demostrado que la
desnutrición calórico proteica se acompaña de retraso en la cicatrización y disminución de la
resistencia a infecciones, por lo tanto es importante determinar el estado nutricional de cada
paciente como parte de la valoración preoperatorio integral del mismo. (15)
En el postoperatorio debe limitarse los ingresos en las primeras 24 horas, posteriormente se
reanuda paulatinamente el tratamiento habitual de mantenimiento. El tratamiento
hidroelectrolítico durante este periodo depende en gran parte de la respuesta, completa, pero
previsible del organismo ante el traumatismo, a través de las modificaciones en la excreción de
agua y sodio y de la aparición concomitante de complicaciones habituales o no previstas
debidas a la cirugía. El estado clínico del paciente es el que impone las necesidades de líquidos
y electrólitos, que en último término aparece como consecuencia final de estos procesos.
(16,17)
Algunos niños tienen niveles elevados de ADH en sangre durante postoperatorio, debido a un
síndrome inadecuado de hormona antidiurética o una respuesta inadecuada a la restricción de
líquidos y la consiguiente reducción de volumen. Si el descenso de la diuresis después de la
intervención es consecuencia de un SIHAD, el paciente mantendrá una volemia normal, un
estado circulatorio normal, su peso será estable o ligeramente elevado y su excreción urinaria
de sodio será alta. Si el niño tiene oliguria relacionada con el tercer espacio y una perdida
verdadera de volumen intravascular habrá una excreción urinaria disminuida de sodio
acompañado de signos clínicos de hipovolemia como son: pérdida de peso, taquicardia,
cambios de turgencia cutánea y del riego sanguíneo periférico, así como hipotensión arterial.
(18,19)
Este tipo de pacientes debe ser vigilado muy de cerca en las primeras 48 horas, necesitan
precauciones especiales para satisfacer sus necesidades fisiológicas básicas y evitar las
complicaciones postoperatorias. Después de la intervención debe suspenderse la vía oral en un
periodo de 24-48 horas, considerándose una vía opcional para reponer estas perdidas la
parenteral, por la cual se administran soluciones cristaloides y coloide, en el último caso se
logra una expansión más intensa y duradera porque permanece mayor intervalo en el interior de
los vasos. (20)
La factibilidad de nuestro trabajo está determinada en conocer algunos factores relacionados
con la deuda de volumen de los pacientes operados que fueron ingresados en la UTIP en el
periodo estudiado que tuvieron como motivo de ingreso fundamental el postoperatorio mediato,
que por las características de nuestra institución el paciente es operado en el hospital clínico
quirúrgico Carlos. M. de Céspedes y posteriormente trasladado a nuestra unidad pediátrica,
llega acompañado por lo general del médico anestesista y de la enfermera del Sistema Integral
de Urgencia Médica (SIUM) con una remisión escrita que adjunta todo lo relacionado con el
acto operatorio. Al hacer la recepción, es común detectar diferentes trastornos
hidroelectrolíticos presentes que en la mayoría de los casos no son descritas por el médico que
prestó asistencia y el que lo traslada, la deuda de volumen detectada clínicamente sobresale
como segundos diagnósticos la cual en muchas ocasiones no puede ser comprobada o
especificada por exámenes de laboratorio (Gasometría e Ionograma) por no estar disponibles.
Ante esta situación la correcta observación por parte del médico y la enfermera juega un papel
preponderante en la monitorización de estos niños.
Resultó motivante, conocer el resultado del trabajo del personal médico y de enfermería para
darle solución a este problema por lo que se realizó esta investigación que describe las
acciones concretas en aras de mejorar la calidad de la atención medica en el momento de
corregir estos desequilibrios.
OBJETIVOS
General: Describir algunos factores asociados a la deuda de volumen con que ingresan los
pacientes quirúrgicos en la UTIP de Bayamo.
Específicos:
 Conocer las manifestaciones clínicas más frecuentes y el diagnóstico previo al ingreso
en la UTIP.
 Relacionar el estado de hidratación al ingreso en la terapia con el tipo de operación,
tiempo quirúrgico y expansores de volumen utilizados en el transoperatorio.
 Determinar el tiempo transcurrido desde la operación hasta la llegada a la sala de
terapia intensiva relacionado con su estado de hidratación.
 Señalar otras complicaciones.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo con el total de pacientes operados que ingresaron en la unidad
de terapia intensiva en los años 2000-2003, lo que constituyó el universo de nuestro trabajo.
Para la recolección de los datos, se revisaron las historias clínicas de estos pacientes
evaluando tres momentos fundamentales, el preoperatorio, transoperatorio y el postoperatorio
inmediato (sala de recuperación) y en la sala de cuidados intensivos.
Se tuvieron en cuenta las siguientes variables.
En el preoperatorio
 Edad comprendida entre 1 mes a 14 años
 Peso de acuerdo a la edad
 Diagnóstico
 Síntomas y signos más frecuentes
En el transoperatorio
 Tipo de operación. Se especificó si electiva o urgente
 Cantidad de líquidos administrados y tipo de mezcla utilizada
 Tiempo quirúrgico: se reflejó el tiempo que media desde que se inicia la intervención
quirúrgica hasta que finaliza, según informe operatorio
En cuidados intensivos
 Fecha y hora que se recibe
 Tiempo transcurrido desde la operación hasta el ingreso
 Tiempo de recuperación del desequilibrio
 Otras complicaciones
Los datos fueron procesados por método de los palotes expresando los resultados en números
absolutos y por cientos, en diferentes tablas y gráficos.
RESULTADOS
En el estudio realizado encontramos que de los 68 pacientes operados ingresados en la sala de
Terapia Intensiva ,29 presentaron deuda de volumen en el postoperatorio mediato ,que
representó un 42,6% ,de ellos con cirugía abdominal y/o digestiva en un 72,1% ,seguida de la
cirugía craneoencefálica en un 19,1% y otros diagnósticos solo en un 8,8% (Tabla # 1) .
Tabla No. 1- DIAGNÓSTICOS PREOPERATORIO.
Cirugía
Abdominal
y/o digestiva
Cirugía del S.N.C.
y/o
Craneoencefálico
Otros Total
No. % No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
23 33.9 6 8.8 0 0 29 42.6
Sin deuda de
Volumen
26 38.2 7 10.3 6 8.8 39 57.4
Total 49 72.1 13 19.1 6 8.8 68 100
Fuente: Historias Clínicas.
Como síntomas y signos preoperatorios fundamentales el vómito se presentó en un 26,5%, el
dolor abdominal en un 23,6%, y en menor número la fiebre en un 11,8%, unido a la constipación
en un 8,8%. (Tabla # 2).
Tabla No. 2- SÍNTOMAS Y SIGNOS PREOPERATORIOS MÁS FRECUENTES.
Vómito
Dolor
Abdominal
Fiebre
Constipació
n
No. % No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
5 7.4 8 11.8 2 2.9 3 4.4
Sin deuda de
Volumen
13 19.1 8 11.8 6 8.9 3 4.4
Total 18 26.5 16 23.6 8 11.8 6 8.8
Fuente: Historias Clínicas.
Al analizar la Tabla # 3, observamos que la Solución Salina combinada con la Dextrosa al 5%,
fueron las más usadas en el Transoperatorio, en el 38,2% de los casos seguidas de otras
soluciones en un 16,9%, y en el 15%, la Dextrosa al 5% respectivamente.
Tabla No. 3- MEZCLAS O SOLUCIONES EXPANSORAS UTILIZADAS EN EL
TRANSOPERATORIO.
Dextrosa
5%
Solución
Salina
0.9%
Dextrosa
+
Solución
Salina
Glóbulos Otros
No. % No. % No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
7 10.2 11 16.2 11 16.2 4 5.9 4 5.9
Sin deuda de
Volumen
8 11.8 15 22 15 22 4 5.9 7 10.3
Total 15 22 26 38.2 26 38.2 8 11.8 11 16.2
Fuente: Historias Clínicas.
En cuanto al Tiempo Quirúrgico debemos destacar que predominó entre uno a dos horas ,en un
64,7% representando más de la mitad de la muestra estudiada ,diferencias significativas se
observaron en el de menos de una hora con un 22,1% ,y en más de 2 horas con un 13,2%
(Tabla # 4).
Tabla No. 4- TIEMPO QUIRÚRGICO
Menos de 1
hora
De 1 a 2 horas
Más de 2
horas
Total
No. % No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
4 5.9 19 27.9 6 8.8 29 42.6
Sin deuda de
Volumen
11 16.2 25 36.8 3 4.4 39 57.4
Total 15 22.1 44 64.7 9 13.2 68 100
Fuente: Historias Clínicas.
Como se puede apreciar en la Tabla # 5, el 55,9% de las Intervenciones Quirúrgicas fueron
urgentes, y el 44% electivas.
Tabla No. 5- TIPO DE OPERACIÓN.
Electivo Urgente Total
No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
10 14.7 19 27.9 29 42.6
Sin deuda de
Volumen
20 29.4 19 27.9 39 57.4
Total 30 44.1 38 55.8 68 100
Fuente: Historias Clínicas.
Llama la atención que en solo el 19% de los pacientes los líquidos durante el Transoperatorio
se administraron a más de 20ml/Kg/hora, en un 45,6% se usaron a menos de 10 ml/Kg/hora y
en un 35,2% de 10-20 ml/kg/hora. (Tabla # 6).
Tabla No. 6- INGRESOS ADMINISTRADOS DURANTE EL TRANSOPERATORIO.
Menos de 10
ml/kg/h
De 10 a 20 ml/kg/h
Más de 20
ml/kg/h
Total
No. % No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
16 23.5 7 10.2 6 8.8 29 42.6
Sin deuda de
Volumen
10 14.7 17 25 12 17.6 39 57.4
Total 26 38.2 24 35.3 18 26.5 68 100
Fuente: Historias Clínicas.
El tiempo transcurrido desde la operación hasta su llegada a la UTIP, se comportó de la
siguiente forma, con un 51,4% de una a dos horas, 26,5% menos de 1 hora, y más de 2 horas
el 22%. (Tabla # 7).
Tabla No. 7- TIEMPO TRANSCURRIDO DESDE LA OPERACIÓN HASTA SU LLEGADA A
LA UTIP.
Menos de 1
hora
De 1 a 2 horas
Más de 2
horas
Total
No. % No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
4 5.9 16 23.5 9 13.2 29 42.6
Sin deuda de
Volumen
14 20.6 19 27.9 6 8.8 39 57.4
Total 18 26.5 35 51.4 15 22 68 100
Fuente: Historias Clínicas
El tiempo de recuperación del desequilibrio predominó en el intervalo de 6 a 12 horas con un
19,1%, seguido en orden de frecuencia por el de menos de 6 horas con un 16,2%. (Tabla # 8).
Tabla No. 8- TIEMPO DE RECUPERACIÓN DEL DESEQUILIBRIO.
Tiempo No. %
Menos de 6 horas 11 16.2
De 6 a 12 horas 13 19.1
Más de 12 horas 4 5.9
Total 28 41.2
Fuente: Historias Clínicas.
En la Tabla # 9 se observó que las complicaciones se presentaron en pocos casos, siendo las
infecciones las más frecuentes en un 5,9%, nuevos desequilibrios solo en el 1,5%, y se
reintervinieron solamente el 2,9% de los pacientes. (Tabla # 9).
Tabla No. 9- COMPLICACIONES EN LA UTIP.
Nuevo
Desequilibri
o
Infecciones
Reintervenc
iones
Otras
No. % No. % No. % No. %
Con deuda de
Volumen
1 1.5 3 4.4 2 2.9 5 7.4
Sin deuda de
Volumen
0 0 1 1.5 0 0 3 4.4
Total 1 1.5 4 5.9 2 2.9 8 11.8
Fuente: Historias Clínicas
CONCLUSIONES
1. La cirugía con sintomatología abdominal y/o digestiva está asociada frecuentemente a la
deuda de volumen en el postoperatorio mediato.
2. Las soluciones cristaloides fueron mayormente usadas para expandir volumen durante el
acto operatorio, aunque en los pacientes que necesitaron reposición más intensa y duradera
se usaron coloides.
3. Más de la mitad de los pacientes con signos de deshidratación al ingreso en terapia
recibieron menos 10 ml/kg de expansores durante el transoperatorio.
4. La cirugía de urgencias, el tiempo quirúrgico con más de dos horas y la mayor permanencia
en la sala de recuperación fueron factores favorecedores de la deuda de volumen.
5. Los pacientes que tuvieron presente la contracción de volumen, fueron más vulnerables a
otras complicaciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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México: Interamericana; 1986. p.599-605.
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6- Behrmam RE, Vaughan VC, Nelson W, editors. Tratado de pediatría. 14ª ed. México:
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editor. Asthma. Philadelphia: Lippincott-Raven; 1997.
9- Kozier B, Erb G. Líquidos y electrolitos: Parte II; Planificación y actuación para el equilibrio de
Líquidos, electrolitos y ácido-base. Enfermería profesional. 2ª ed. T-II. Madrid: Ed.
Interamericana; 1989.p.841.
10- Cote ChJ, Todres ID, Ryan JF. Evaluación preoperatoria del paciente pediátrico. En: Cote
Ch, Ryan J, Todres D, Goudsouzian N, editores. Anestesia en Pediatría. 2ª ed. Ciudad
México: Interamericana; 1994.p.41-59.
11- Wikinski JA. Consultorio de evaluación preoperatoria. Con anestesia. Edición especial;
1995.
12- Smltzer SC, Bare BG. Fluidoterapia parenteral en enfermería médico quirúrgica. 8a ed.
México, DF: Mc Graw-Hill Interamericana; 1998.Vol I.p.239.
13- Behrman KA. Fluidoterapia perioperatoria. En: Nelson W, editor. Tratado de pediatría. 15ª
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14- Ruza. F. Cuidados postoperatorios en cirugía neurológica del niño. Cuidados intensivos
pediátricos. 2ª ed. Madrid: Norma Sl; 1994.p.598.
15- Regalado García E. Factores generales en la hidratación del paciente quirúrgico. Manual
práctico. Ciudad Habana: Editorial Ciencias. Médicas; 1989.p.107.
16- Schreiner MS; Triebwaser A, Keon TP. Ingestion of liquids compared with postoperative
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17- Collin VJ. Valoración y preparación postanestésica en su: Anestesiología de Collin. TJ.
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18- Schreiner MS. Preoperative and postoperative fasting in children. Clin Pediatr North Am
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19- Smiltzer. SC, Bare BG. Equilibrio y desequilibrio hidroelectrolítico. Enfermería médico-
quirúrgica de Bronner y Suddarth 8ª ed. Vol I. México: McGraw-Hill Interamericana; 1998.
20- Gil Ruviera ED. Shock. Taponamiento cardiaco. Enfermería. S.U. urgencias en enfermería
3ª ed. Madrid. Valencia: ed: Difusión, avances de enfermería; 2000.p.156-7.
HOSPITAL PEDIÁTRICO DOCENTE “JUAN MANUEL MÁRQUEZ”.
DIABETES INSÍPIDA EN LA UCIP. ENERO – OCTUBRE DEL 2003
AUTORES:
LIC. NÉSTOR SÁNCHEZ MOREIRA. *
LIC. SHIRLEY BATISTA BATISTA. *
LIC. CARLOS EDUARDO ROBAINA AGUILERA. **
DR. ROBERTO GERÓNIMO ÁLVAREZ. ***
DRA. LISETTE LÓPEZ GONZÁLEZ. ****
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  • 1. INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR “DR. LUIS DÍAZ SOTO” ABORDAJE VENOSO CENTRAL EN LOS PACIENTES CRÍTICOS. AUTORES: DRA. OSDALIS ARDISANA CRUZ* DR. JULIO CESAR FRANCISCO PÉREZ** DR. ERICK ALONSO GONZÁLEZ** DRA. CARIDAD MACHADO BETARTE*** DR. ROBERTO FRANCISCO PÉREZ MOURE*** * Especialista de Primer Grado en MGI. Residente de 2do. Año en Medicina Crítica y Emergencia Médica. ** Especialista de Primer Grado en MGI. Especialista de Primer Grado en Pediatría. Diplomado en Cuidados Intensivos Pediátricos. *** Especialista de Primer Grado en Pediatría. Diplomado en Cuidados Intensivos Pediátricos Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este, C. Habana, Cuba. Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu Resumen. El niño críticamente enfermo presenta características que lo diferencian de otros niños enfermos y requiere de la realización de diversos procederes con fines diagnósticos y terapéuticas. El abordaje venoso profundo es actualmente uno de los procedimientos más comunes en las unidades de cuidados intensivos pediátricos y constituye un paso esencial para la utilización de gran variedad de técnicas de monitorización y tratamiento, debe ser realizado por un personal experto, donde juega un papel primordial las habilidades del médico que realiza el proceder en estos pacientes para garantizar su buen funcionamiento y para evitar complicaciones. Con el objetivo de realizar una caracterización general de los pacientes con abordaje venoso profundo y en nuestro servicio se realiza este estudio. La muestra estuvo constituida por 55 pacientes, requirieron abordaje venoso profundo durante su ingreso en la unidad de terapia intensiva pediátrica del ISMM Dr. Luis Díaz Soto en el período comprendido de enero – diciembre 2003. Los resultados de análisis fueron obtenidos de un libro control creado con este objetivo en nuestro servicio y las historias clínicas personales. El abordaje venoso profundo se utilizó con mayor frecuencia en niños menores de 4 años (67%), sin haberse obtenido distinción significativa en cuanto a sexo, el abordaje venoso profundo más frecuente fue la vena femoral derecha (45%) y la neumonía con 17 pacientes, es la entidad nosológica que más lo requirió, las complicaciones infecciosas predominaron sobre las mecánicas. Introducción. El niño críticamente enfermo presenta características que lo diferencian de otros niños enfermos y requiere de la realización de diversos procederes con fines diagnósticos y terapéuticas (1,2). El abordaje venoso profundo es actualmente uno de los procedimientos más comunes en las unidades de cuidados intensivos pediátricos (3,4). En los EE.UU. los médicos insertan como promedio más de 5 millones de catéteres en venas centrales cada año (4). Estos permiten la medición de variables hemodinámicas que no pueden ser medidas con exactitud por métodos no invasivos y facilitan la administración de medicamentos y apoyo nutricional que no
  • 2. se logra con seguridad a través de una vena periférica. Desafortunadamente el uso de catéteres centro venosos están asociados con eventos adversos que son peligrosos para el paciente (5,6); y de tratamientos costosos. Más del 15% de los pacientes que son sometidos a los mismos hacen complicaciones. Las mecánicas se reportan entre el 5 y 19% y dentro de estas la punción arterial, el hematoma y el neumotórax, son las más frecuentes durante la inserción (6- 8), las complicaciones infecciosas relacionadas con el catéter se originan por diferentes mecanismos, infección del sitio de entrada, segundo por migración del patógeno a lo largo de la superficie del catéter o por contaminación de la luz y la infección hematógena con el germen original del catéter; estas aparecen entre el 5 y 26%, las mismas producen un incremento de la morbilidad, mortalidad, estadía y aumento de los costos. Además deben ser realizados por un personal experto, el nivel de experiencia reduce el riesgo de complicaciones. La inserción de un catéter por un medico que ha realizado 50 ó más abordajes venosos reduce considerablemente las complicaciones mecánicas (3,7). Existen diferentes tipos de catéteres impregnados con sustancias antimicrobianas de una o varias luces. Por lo frecuente de su uso, es la motivación fundamental para realizar este trabajo, en nuestra unidad de terapia intensiva pediátrica, relacionando las variables: edad, sexo, entidad nosológica, el tipo de abordaje y determinar las complicaciones. Objetivos. General: Realizar una caracterización general de los pacientes con abordaje venoso en nuestro servicio. Específicos: 1. Determinar edad, sexo de los pacientes con catéteres venosos centrales. 2. Identificar las entidades nosológicas y el tipo de abordaje. 3. Determinar las complicaciones más frecuentes. Material y método. Se realizó un estudio retrospectivo longitudinal y transversal con los pacientes hospitalizados en la UTIP del ISMM Dr. “Luis Díaz Soto” que requirieron la realización de abordajes venosos profundos, durante el período comprendido Enero – Diciembre 2003. El universo estuvo constituido por 55 pacientes que requirieron su uso durante el ingreso en la terapia intensiva. Para realizar la caracterización se utilizaron las siguientes variables: edad, sexo, entidades nosológicas, tipos de abordajes y complicaciones más frecuentes. Los datos se obtuvieron a partir de los expedientes clínicos de los pacientes y del libro de registro de ingreso de la sala. La información fue analizada mediante métodos y estadísticos específicos y procesados en una computadora Pentium 4. Resultados. En la Tabla No. 1 se muestra la distribución de los pacientes según grupo de edades, de un total de 55 pacientes que requirieron abordaje venoso profundo el 34% (19 casos) corresponde a niños menores de un año (4,6). La distribución de los pacientes según el sexo se muestra en la Tabla No. 2, donde no se aprecia distinción significativa entre los sexos; el 51% pertenecía al sexo femenino.
  • 3. En la Tabla No. 3 se demuestra que el abordaje venoso profundo más utilizado fue la vía de la femoral derecha (1), de 75 abordajes realizados el 45% lo constituyó este tipo (34 casos) seguido por la femoral izquierda. Cabe destacar que el número de abordajes es superior (75) al número de pacientes (55), porque existieron pacientes que requirieron durante su ingreso en la UTIP más de un abordaje venoso (3). En el Gráfico No. 1 se muestra la distribución por entidades nosológicas de los 55 pacientes el 31% fueron pacientes con Neumonía Complicada (17). Otras entidades como la sepsis severa y la deshidratación también predominaron pero de forma menos relevante. Las entidades quirúrgicas no aparecen entre las más frecuentes porque nuestra UTIP no recibe pacientes quirúrgicos electivos, sólo las urgencias. Las complicaciones infecciosas predominaron sobre las mecánicas, de un total de 7 complicaciones el 86% (6 casos) fueron infecciosas, destacándose la infección por Cándidas y Pseudomonas que aparecieron en pacientes de Larga estadía hospitalaria y con más de un catéter venoso central lo que se refleja en el Gráfico No. 2. Conclusiones. 1. La mayoría de los casos (34%) que requirieron abordaje venoso profundo fueron niños menores de un año, sin obtenerse distinción significativa en cuanto a sexo. 2. El abordaje venoso profundo más utilizado en el período evaluado fue la canalización de la femoral derecha (45%). 3. Los pacientes con abordaje venoso profundo presentaron complicaciones, donde las infecciosas (86%) predominaron sobre las mecánicas. 4. De la muestra estudiada, los pacientes que requirieron abordaje venoso profundo en la mayoría fueron los que padecieron la neumonía como entidad nosológica. Bibliografía. 1. Raad I. Intravascular-catheter-related infections. Lancet 1998;351:893-8. 2. Pittet D, Tarara D, Wenzel RP. Nosocomial bloodstream infection in critically ill patients: excess length of stay, extra costs, and attributable mortality. JAMA 1994; 271:1598-1601. 3. Arnow PM, Quimosing EM, Beach M. Consequences of intravascular catheter sepsis. Clin Infect Dis 1993;16:778-84. 4. Richards MJ, Edwards JR, Culver DH, Gaynes RP. Nosocomial infections in medical intensive care units in the United States. Crit Care Med 1999;27:887-92. 5. Merrer J, De Jonghe B, Golliot F et al. Complications of femoral and subclavian venous catheterization in critically ill patients: a randomized controlled trial. JAMA 2001;286:700-7. 6. Sznajder JI, Zveibil FR, Bitterman H, Weiner P, Bursztein S. Central vein catheterization: failure and complication rates by three percutaneous approaches. Arch Intern Med 1986;146:259-61. 7. Veenstra DL, Saint S, Saha S, Lumley T, Sullivan SD. Efficacy of antiseptic-impregnated central venous catheters in preventing catheter-related bloodstream infection: a meta- analysis. JAMA 1999;281:261-7. 8. Mansfield PF, Hohn DC, Fornage BD, Gregurich MA, Ota DM. Complications and failures of subclavian-vein catheterization. N Engl J Med 1994;331:1735-8. 9. Raad I, Darouiche R, Dupuis J et al. Central venous catheters coated with minocycline and rifampin for the prevention of catheter-related colonization and bloodstream infections: a randomized, double-blind trial. Ann Intern Med 1997; 127:267-74.
  • 4. ANEXOS. Tabla No. 1: Distribución de los pacientes según grupos de edades. Grupos etáreos No. de Casos % Menor de 1 año 19 34 De 1 a 4 años 18 33 De 5 a 15 años 16 29 Mayores de 15 años 2 4 Total 55 100 Fuente: Historias clínicas. Tabla No. 2: Distribución de los pacientes según sexo. Sexo No. de Casos % Femenino 19 34 Masculino 18 33 Total 55 100 Fuente: Historias clínicas. Tabla No. 3: Distribución según tipo de abordaje realizado. Tipo No. % Femoral derecha 34 45 Femoral izquierda 15 20 Yugular Derecha 15 20 Yugular Izquierda 4 6 Disección venosa 7 9 Total 75 100 Fuente: Historias clínicas Gráfico No. 1. Distribución por entidades nosológicas. Fuente: Historias clínicas
  • 5. Gráfico No. 2: Distribución por complicaciones Fuente: Historias clínicas INSTITUTO SUPERIOR DE CIENCIAS MÉDICAS “Dr. SERAFÍN RUIZ DE ZÁRATE RUIZ” HOSPITAL PEDIÁTRICO UNIVERSITARIO “JOSÉ LUIS MIRANDA” ACCIDENTES MORTALES EN EDAD PEDIÁTRICA EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS EN VILLA CLARA (1984-2003) AUTORES: DR. JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ SANTOS* DRA. NORMA GÓMEZ GARCÍA** DR. ORESTE SUÁREZ MORALES*** DR. JOSÉ ANTONIO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ**** DR. JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ CUÉTARA***** * Especialista de II Grado en Pediatría y Neurología. Profesor Auxiliar. ** Especialista de II Grado en Pediatría y Terapia Intensiva. Profesor Asistente. *** Especialista de I Grado en Quemado y Cirugía Reconstructiva. Profesor Instructor. **** Especialista de I Grado en Pediatría. Profesor Asistente. ***** Residente de 3er. año de Medicina General Integral. Dirección de la institución: Avenida 26 de julio y 1ra. Rpto. Escambray. Santa Clara. Villa Clara. Teléfono: 20 5794. e-mail: neuroinf@capiro.vcl.sld.cu RESUMEN Se realizó un estudio descriptivo de los 325 pacientes menores de 15 años fallecidos por accidentes en la provincia de Villa Clara en el período 1984-2003. En una hoja de vaciamiento de datos se les recogió a cada paciente: edad, sexo, procedencia, horario, día de la semana, mes del año, lugar de ocurrencia, tipo de accidente y sitio anatómico afectado. El mayor riesgo de morir de un niño cubano sano es el accidente. Los menores de 5 años, el sexo masculino y los procedentes de área rural fueron los más afectados. Los accidentes mortales predominaron en el horario de la tarde, los fines de semana, los meses de verano y en los periodos de receso docente; la mayoría ocurrieron fuera del hogar. Los del tránsito (38,8%), las quemaduras, el ahogamiento y las caídas fueron los más frecuentes. El cráneo, los traumas múltiples y las vías aéreas constituyeron los sitios anatómicos más afectados. Se enfatiza en la importancia de conocer los factores de riesgo que intervienen en la ocurrencia de los accidentes mortales y en
  • 6. la necesidad de garantizar el cumplimiento del programa de morbilidad, mortalidad e invalidez de los niños por accidentes. INTRODUCCIÓN Una mirada atenta a las estadísticas de los accidentes a escala mundial no deja de producirnos sino alarma: en la mayor parte de los países aparecen entre las primeras causas de muerte para todas las edades, aunque con una mayor incidencia en niños y niñas, jóvenes y adultos mayores1,2 . Por esta causa ocurre en nuestro planeta una muerte cada cinco segundos y un traumatismo cada dos.3 La prevención de los accidentes debe considerarse una emergencia sanitaria, y también social, debido a la elevada mortalidad, morbilidad y discapacidad que ocasionan y asimismo por el elevado costo económico que directa o indirectamente representan. Y lo más importante, por la enorme carga de sufrimientos humanos que comportan. En Cuba ocupan la tercera causa de muerte en los menores de un año, la primera en el grupo de 1 a 19, la segunda en el de 20 a 49, la cuarta en edades de 50 a 64 y la sexta en los de 65 años y más.4 Igualmente aparecen como la quinta causa de mortalidad en todas las edades, solo superados por las enfermedades del corazón, los tumores malignos, la afección cerebro vascular y la influenza y neumonía.4 Los accidentes no son tan accidentales, porque cuando se estudian profundamente las causas que los originan, se descubre en un alto porcentaje que pudieron ser evitados. En Cuba en el grupo de niños y niñas de 1 a 4 años por cada uno que fallece por una enfermedad diarreica aguda, mueren 22 por accidentes; por un tumor maligno, 16; por una meningoencefalitis bacteriana, 13; por cada infección respiratoria aguda 7.5 En los menores de un año la broncoaspiración alimentaria, cuerpos extraños y el colecho (muerte por aplastamiento o ahogamiento, cuando el niño duerme entre personas mayores). De 1 a 4 años, tránsito, ahogamiento y sumersión, envenenamiento, caídas, broncoaspiración alimentaria, corriente eléctrica, y fuego. De 5 a 9 años: tránsito, ahogamiento y sumersión, golpeado por objetos, caídas, corriente eléctrica, rayo.5 En el grupo de 10 a 19 años, es decir en los adolescentes, los accidentes del tránsito y el ahogamiento y sumersión totalizan un 80% de las causas de muerte.5 La frecuencia de accidentes mortales en nuestro medio, evitables en su gran mayoría, nos motivó a realizar un estudio del comportamiento clínico epidemiológico de los niños fallecidos por esta causa, con el objetivo de contribuir a la disminución de su mortalidad. OBJETIVOS General:  Analizar el comportamiento de los niños y niñas fallecidos por accidentes en la provincia de Villa Clara, en el período 1984-2003.
  • 7. Específicos: 1. Determinar la mortalidad por accidentes según edad, sexo y procedencia. 2. Investigar horario, día de la semana, mes del año y lugar de mayor ocurrencia. 3. Conocer los tipos más frecuentes, así como los sitios anatómicos más afectados. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio descriptivo del total de pacientes menores de 15 años fallecidos por accidentes en la provincia de Villa Clara en el período 1984-2003. En una hoja de vaciamiento de datos a cada paciente se les recogió edad, sexo, procedencia, horario, día de la semana, mes del año, lugar de ocurrencia, tipo de accidente y sitio anatómico afectado. Para garantizar la calidad de la información se realizó una coordinación previa con los Departamentos de Admisión, Estadística y Anatomía Patológica del Hospital Pediátrico Universitario “José Luis Miranda” de Santa Clara, así como con el Sectorial Provincial de Salud en Villa Clara. Para calcular las tasas de mortalidad según edad, sexo y procedencia se utilizaron los datos de la población aportados por el Censo de Población y Vivienda. El procesamiento de la información se realizó en una Microcomputadora Pentium con Sistema Operativo Windows 2000 en el Departamento de Computación del ISCM de Villa Clara. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En el período 1984–2003 fallecieron en la provincia de Villa Clara 325 niños por accidentes para un promedio de 16,3 por año. Para los menores de un año la tasa de mortalidad infantil fue de 0,15 y para los preescolares de 0,9 por cada 10 000 (tabla 1). Cuando el niño deambula quiere conocer lo que le rodea y se lanza cada vez más a empresas más riesgosas sin tener en cuenta los peligros que le esperan.6 En la edad escolar los niños comienzan a practicar actividades fuera del hogar lo que les proporciona mayor independencia y los hace más vulnerables a los accidentes.7 Según el sexo los varones fueron los más afectados para una tasa de 1,2 x cada 10 000 habitantes (tabla 2). Los varones son más independientes, permanecen mayor tiempo fuera del hogar y sus juegos son más activos, por lo que están más expuestos a sufrirlos7 . Según la procedencia los de área rural fueron los más afectados para una tasa de 2,3 x cada 10 000 habitantes (tabla 3). La literatura revisada coincide en que los accidentes mortales son más frecuentes en los niños del campo que en los de la ciudad. Las zonas rurales tienen menos accidentes, pero más víctimas6 .
  • 8. En el horario de la tarde ocurrieron el 44,0% de los accidentes mortales, en los fines de semana el 50,9% y en los meses de julio y agosto el 35,6%. En los meses con semanas de receso docente tales como enero, abril y noviembre ocurrieron el 24,6% (tablas 4, 5 y 6). El hecho de que un número importante de accidentes tengan lugar en la tarde, así como los sábados y domingo, los meses de verano y en las semanas de receso escolar se relacionan con la mayor libertad de los niños en estas épocas del año, en las cuales acuden a playas, piscinas, ríos, parques, calles y campos para disfrutar de su tiempo libre8 . El 64,2% de los accidente mortales ocurrieron fuera del hogar. La literatura consultada señala que el hogar es el lugar donde con mayor frecuencia se producen los accidentes en los niños preescolares, en tanto que los que ocurren en lugares públicos tienen su mayor incidencia después de los 5 años de edad.8,9 Según el tipo de accidente los del tránsito ocurrieron en el 38,8%, las quemaduras en el 15,1%, el ahogamiento en el 14,5% y las caídas en el 9,8%. Menos frecuentes fueron las intoxicaciones exógenas, la broncoaspiración alimentaria, los cuerpos extraños, la electrocución y los golpeados (tabla 7). La alta frecuencia de accidentes del tránsito se atribuye a la indisciplina social en la vía pública, así como a que la educación vial que posee la población es insuficiente y a que resulta escasa la orientación que al respecto le brindan los padres a los hijos. Ochenta y una personas de todas las edades perdieron la vida en los 296 accidentes del tránsito ocurridos en el 2003 en Villa Clara, al tiempo que 372 resultaron lesionadas y las pérdidas materiales ascendieron a 327 mil 481 pesos9 . El pasado 7 de abril del presente año fue dedicado el Día Mundial de la Salud a la seguridad vial con el lema: “No a los Accidentes del Tránsito”. A nivel mundial fallecen más de 1 200 000 personas cada año por tal motivo10 . A escala mundial cada dos minutos muere una persona por causa de un accidente del tránsito10 . Según el sitio anatómico el cráneo fue el más afectado (42,8%), seguido de los traumas múltiples (29,2%) y las vías aéreas (18,8%) (Tabla 8). Los accidentes mortales constituyen un importante problema de salud y de la sociedad por lo que resulta necesario sensibilizar a toda la población, así como a las autoridades sanitarias y civiles de escuelas, consejos populares y centros laborales en la realización de campañas de prevención que contribuyan a reducir la ocurrencia de los mismos. Tabla 1. Mortalidad por Accidentes en Villa Clara según edad de los pacientes (1984-2003) Edad en años Nº Tasa de Mortalidad Menor de 1 34 0,15 x 1 000 De 1 – 4 82 0,9 x 10 000 De 5 – 14 209 0,8 x 10 000 TOTAL 325 0,9 x 10 000
  • 9. Fuente: Datos del estudio. Tabla 2. Mortalidad por Accidentes en Villa Clara según sexo de los pacientes (1984-2003) Sexo Nº Tasa de Mortalidad Masculino 208 1,2 x 10 000 Femenino 117 0,6 x 10 000 TOTAL 325 0,9 x 10 000 Fuente: Datos del estudio. Tabla 3 Mortalidad por Accidentes en Villa Clara según procedencia de los pacientes (1984-2003) Procedencia Nº Tasa de Mortalidad Rural 181 2,3 x 10 000 Urbana 144 0,5 x 10 000 TOTAL 325 0,9 x 10 000 Fuente: Datos del estudio. Tabla 4. Distribución según horario de ocurrencia del accidente Villa Clara (1984-2003) Horario Nº % Madrugada 38 11,7 Mañana 63 19,4 Tarde 143 44,0 Noche 81 24,9 TOTAL 325 100.0 Fuente: Datos del estudio. Tabla 5. Distribución según día de la semana. Villa Clara (1984-2003) Día de la semana Nº % Domingo 89 27,4 Lunes 24 7,4 Martes 29 8,9 Miércoles 28 8,6 Jueves 31 9,5 Viernes 48 14,7 Sábado 76 23,5 TOTAL 325 100,0 Fuente: Datos del estudio. Tabla 6. Distribución según meses del año. Villa Clara (1984-2003) Mes Nº % Enero 31 9,5 Febrero 13 4,0
  • 10. Marzo 22 6,8 Abril 35 10,7 Mayo 21 6,5 Junio 32 9,8 Julio 48 14,8 Agosto 61 18,8 Septiembre 19 5,8 Octubre 10 3,1 Noviembre 14 4,4 Diciembre 19 5,8 TOTAL 325 100,0 Fuente: Datos del estudio. Tabla 7. Distribución según tipo de accidente Villa Clara (1984-2003) Tipo Nº % Tránsito 126 38,8 Quemaduras 49 15,1 Ahogamiento 47 14,5 Caídas 32 9,8 Intoxicación exógena 21 6,5 Broncoaspiración 18 5,5 Cuerpo extraño 14 4,3 Electrocución 9 2,8 Golpeado 6 1,8 Otros 3 0,9 TOTAL 325 100,0 Fuente: Datos del estudio. Tabla 8. Distribución según el sitio anatómico predominante. Villa Clara (1984-2003) Sitio anatómico Nº % Cráneo 139 42,8 Múltiples 95 29,2 Vías aéreas 61 18,8 Tóraco-abdominal 19 5,8 Extremidades 11 3,4 TOTAL 325 100,0 Fuente: Datos del estudio. CONCLUSIONES 1. El mayor riesgo de morir de un niño cubano sano es el accidente. Para los menores de un año la tasa de mortalidad infantil fue de 0,15 y para los preescolares de 0,9 por cada 10 000.
  • 11. 2. Los varones y los procedentes de área rural fueron los más afectados; la mayoría ocurrieron fuera del hogar. 3. Resulta insuficiente el trabajo de prevención de los accidentes fatales en la infancia. Se mantienen como indicadores predominantes: el horario de la tarde, los fines de semana, los meses de verano y los periodos de receso docente. 4. Los del tránsito, las quemaduras, el ahogamiento y las caídas fueron los tipos más frecuentes. 5. El cráneo, los traumas múltiples y las vías aéreas constituyeron los sitios anatómicos más afectados. RECOMENDACIONES 1. Divulgar los resultados de esta investigación con la finalidad de demostrar la repercusión social de los accidentes en la infancia así como para fortalecer el trabajo de prevención de los mismos. 2. Continuar realizando investigaciones que permitan profundizar en el conocimiento de los factores de riesgo relacionados con la ocurrencia de los accidentes mortales en los niños. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Jordán JR. Los accidentes son un problema de salud. Rev Cubana Pediatr 1990;62(2):165- 7. 2. Rassi R. Vísteme despacio. Periódico Granma 2003 abril 27; Nacionales: 3 (columna). 3. Viñas JA. Accidentes en la infancia. Estudio epidemiológico de mil casos; factores ambientales. Rev Cubana Pediatr 1990;62(2):213-22. 4. Galá MN, Hautrive I. Antídoto contra una epidemia. Periódico Trabajadores 2004 marzo 29; Nacionales: 2 (columna). 5. De la Osa J. El mayor riesgo de morir un niño sano es el accidente. Periódico Granma 2004 enero 21; Historia: 8 (columna). 6. Accidentes. Una importante causa de mortalidad en España. [sitio en Internet] Pacosta; 2002. Acceso el 14 de junio 2004. Disponible en: http://www.pacosta.com/evalie/.htm 7. Accidentes en el hogar. [sitio en Internet] 2003 Mundo reportaje; 2003. Acceso el 14 de junio 2004. Disponible en: http://www.mundogur.com/ideas/reportaje.asp?fn=4DID=1068 8. Muerte en vacaciones. [Sitio en Internet] el país; 2001. Acceso el 14 de junio 2004. Disponible en: http://www.elpaís.es.suplemento/domingo/200104221muerte.htm 9. Cuadrado B. Más de 80 fallecidos en accidentes del tránsito el pasado año en Villa Clara. Periódico Vanguardia 2004 febrero14; La Salud: 8 (columna). 10. Alfonso C. No a los accidentes del tránsito. Periódico Trabajadores 2004 febrero 23; Salud: 15 (columna). INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR "DR. LUIS DÍAZ SOTO" ADN PEDIÁTRICO EN CUIDADOS INTENSIVOS. AUTORES: DRA. LAIDA MARÍA PONCE MARTÍNEZ. 1 DRA. MARITZA GONZÁLEZ RODRÍGUEZ. 2 DR. JORGE LÓPEZ HERNÁNDEZ. 2 DRA. LUCRECIA CABRERA SOLÍS. 1
  • 12. 1. Especialista de 1er Grado en Pediatría. Profesora Instructora. 2. Especialista de 1er Grado en Pediatría. Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este. C. Habana, Cuba. Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu RESUMEN La nutrición enteral puede utilizarse en pacientes con un tracto gastrointestinal funcional para suplementar la alimentación oral o reemplazarla del todo. Las indicaciones generales comprenden la anorexia prolongada, la Malnutrición proteico-energética grave, el traumatismo craneal y cervical o los trastornos que impiden una alimentación oral satisfactoria, el coma o el estado mental deprimido, la insuficiencia hepática, y las afecciones graves como las quemaduras, en las cuales las necesidades metabólicas son elevadas. Indicaciones específicas pueden ser la preparación del intestino para la cirugía en pacientes en estado grave o malnutridos como la Enteritis Necrotizante, el cierre de fístulas enterocutáneas y los trastornos asociados con malabsorción intestinal. La disponibilidad actual, ofrece una gran gama de posibilidades para poder nutrir al paciente por vía digestiva, entre ellas tenemos el ADN Pediátrico, alimento libre de lactosa y gluten, derivado de la leche, que permite un excelente sabor y muy fácil de digerir, que se ha utilizado en estos últimos dos años y medio en 45 pacientes ingresados en la Unidad de Terapia Intensiva pediátrica del ISMM "Dr. Luis Díaz Soto” que recibieron nutrición enteral, predominando su uso en el menor de un año de edad, en niños tanto desnutridos como eutróficos, que ingresaron con una entidad nosológica de tipo infecciosa, durante siete días, no existiendo complicaciones, y en la totalidad de los pacientes se utilizo la vía Nasogástrica y el modo fue a débito continuo. Considerándose el ADN Pediátrico una posibilidad terapéutica eficaz en la nutrición enteral en el niño ingresado en cuidados intensivos INTRODUCCIÓN. La nutrición es uno de los determinantes más importantes del estado de salud de las poblaciones, así lo ha reconocido la OMS. La nutrición enteral puede utilizarse en pacientes con un tracto gastrointestinal funcional para suplir la alimentación oral o reemplazarla del todo. Esto último está indicado en pacientes que necesitan un aporte proteico y calórico intenso o en quienes no pueden o no quieren tomar el suplemento oral. La nutrición enteral es más segura y menos costosa que la nutrición parenteral total y es la vía preferida cuando la integridad del tracto gastrointestinal esta conservado. Las indicaciones generales comprenden la anorexia prolongada, la Malnutrición proteico-energética grave, el traumatismo craneal y cervical o los trastornos que impiden una alimentación oral satisfactoria, el coma o el estado mental deprimido, la insuficiencia hepática, y las afecciones graves como las quemaduras, en las cuales las necesidades metabólicas son elevadas. Indicaciones específicas pueden ser la preparación del intestino para la cirugía en pacientes en estado grave o malnutridos como la Enteritis Necrotizante, el cierre de fístulas enterocutáneas y los trastornos asociados con malabsorción intestinal. (1) En cuanto a la nutrición enteral propiamente dicha, las mezclas de alimentos naturales triturados han dejado prácticamente de utilizarse para dar paso a las fórmulas de preparación industrial, cuyas posibilidades de aplicación se han ampliado considerablemente, en los últimos años, gracias al desarrollo de nuevas formulaciones y a los avances tanto en las técnicas de abordaje del sistema digestivo, a través de sondas, como en la fabricación de materiales para su administración. (2)
  • 13. Recientemente en febrero del 2001, Behrens lanzó al mercado su línea de nutrición enteral conformada por cinco fórmulas enterales, tres poliméricas y dos modulares ; dentro de las poliméricas, se encuentran ADN Nutricomp, ADN Pediátrico ( para niños entre uno y diez años) y ADN Fibra. Todas estas fórmulas son libres de lactosa, gluten y sacarosa, lo que permite un excelente sabor y son muy fáciles de digerir, también se cuenta con dos fórmulas modulares, una proteína, Caseinato de Calcio que contiene proteínas de alto valor biológico y otra fórmula a base de carbohidratos, Modulo Calórico. (3) Específicamente el ADN Pediátrico, es un alimento integral básico libre de lactosa y gluten, para uso oral o enteral, derivado de la leche, enriquecido con aceites vegetales, vitaminas y minerales, de baja osmolalidad. Formulado de acuerdo con las tendencias actuales de nutrición, y cumple con las recomendaciones NRC (The National Research Council) y RDA (Recomended Dietary Allowances). Se debe administrar a temperatura ambiente, por gravedad (bolsas enterales) o por bomba de nutrición enteral. El goteo estará de acuerdo con el volumen indicado para el lactante. En forma progresiva se debe aumentar el volumen y concentración de ADN Pediátrico hasta obtener el aporte deseado. (3) Durante los dos últimos años en nuestro servicio se ha estado utilizando con buenos resultados el ADN Pediátrico, lo que nos ha motivado hacer un estudio de la evolución de los pacientes que recibieron este tipo de nutrición. OBJETIVOS. GENERAL. Contribuir al conocimiento de la nutrición enteral en el paciente grave en nuestro medio. ESPECÍFICOS. 1. Estudiar en los pacientes que recibieron ADN Pediátrico como Nutrición Enteral la entidad nosológica, edad y la valoración nutricional. 2. Determinar en el grupo de pacientes la estadía, la vía y el modo de administración del ADN Pediátrico. 3. Enumerar las complicaciones presentada por los pacientes. MATERIAL Y MÉTODO Se realizó un estudio retrospectivo de las historias clínicas de los 45 pacientes que ingresaron en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP) del ISMM "Dr. Luis Díaz Soto”, de noviembre del 2001 a abril del 2004 a los que se indicó Nutrición Enteral empleando ADN Pediátrico. Se registraron los datos: la edad, la valoración nutricional, la entidad nosológica, el tiempo que fue usado, así como las vías y formas de administración. Las edades de los pacientes oscilaron entre el menor de un año de edad y por encima de cuatro años. Predominaron las enfermedades infecciosas. La vía de administración más empleada fue por sonda nasogástrica (98%). Se empleó a debito continuo con ADN Pediátrico (100%). Los datos obtenidos se procesaron aplicando la media porcentual para su comparación.
  • 14. RESULTADOS En el Cuadro No. 1 apreciamos como la mayoría de los pacientes en los que utilizamos la administración del ADN Pediátrico como una forma de nutrición enteral al ingresar en la Unidad de Terapia Intensiva presentaban una entidad infecciosa, donde la sepsis constituye la causa fundamental de la disfunción múltiple de órganos, entre ellas la disfunción digestiva que se manifiesta de distintas formas y requiere por lo general nutrición enteral precoz. (4) En el Cuadro No. 2 observamos como el ADN Pediátrico se puede utilizar a cualquier edad, predominando en el niño menor de un año, donde la inmadurez de su estado inmunológico lo hace más susceptible a las infecciones, así como en los niños mayores de 4 años de edad que sufren con más frecuencia traumatismo craneal seguido de estado comatoso y requieren de nutrición enteral. (4,5) En el Cuadro No. 3 señalamos que la mayoría de los pacientes que necesitaron la administración de ADN Pediátrico eran eutróficos y se corresponde con la frecuencia de niños casi adolescentes que ingresaron en nuestra Unidad de Terapia Intensiva en el período estudiado, no obstante le sigue en segundo lugar los desnutridos, donde el apoyo nutricional debe iniciarse rápidamente y ser diseñado en forma individual para evitar los efectos adversos de la pérdida de masa muscular para facilitar la cicatrización y mejor respuesta inmune. (6) En el Cuadro No. 4 destacamos como la mayoría de los pacientes utilizaron la administración del ADN Pediátrico durante menos de siete días y existe un pequeño grupo que lo utilizó entre siete y quince días, lo cual coincide con otras literaturas donde justifican la importancia de la nutrición oral. (7) En el Cuadro No. 5 podemos apreciar que en un 98% de los pacientes se utilizó la vía nasogástrica para la administración del ADN Pediátrico, lo cual se corresponde con la totalidad de las revisiones bibliográficas, donde se plantea que se inicia más precozmente y con escasas complicaciones, constituyendo la técnica más común de alimentación. (3,8) En el Cuadro No. 6 destacamos que en todos los pacientes para un 100% se utilizó la administración del ADN Pediátrico a debito continuo a través de bomba de infusión, lo cual constituye un método mejor tolerado y de elección cuando los pacientes no toleran los bolos o alimentación intermitente. (3,9) CONCLUSIONES 1. El ADN Pediátrico se utilizo con mayor frecuencia en el niño menor de un año. 2. La mayoría de los pacientes en que se utilizo el ADN Pediátrico eran eutróficos y desnutridos. 3. El uso del ADN Pediátrico estuvo muy relacionado con las entidades de tipo infeccioso. 4. La duración del uso del ADN Pediátrico fue menor de una semana en la mayoría de los pacientes. 5. La vía de administración del ADN más utilizada fue la Nasogástrica y el modo fue a débito continuo en un 100% de los casos. 6. No hubo complicaciones con la administración del ADN Pediátrico. 7. El ADN Pediátrico constituye una posibilidad terapéutica eficaz en la nutrición enteral en el niño ingresado en cuidados intensivos. BIBLIOGRAFÍA.
  • 15. 1. Jolliet P et al. Enteral Nutrition in Intensive care patients: a practical approach, Clin Nutr 1999;18(1):47. 2. Aspen Board of Directors. Guidelines for the use of parenteral and enteral nutrition in adult and pediatric patients. J Parenter Enteral Nutr 2002;26(1):130-8. 3. Felande IX Congreso Latinoamericano de Nutrición Parenteral y Enteral. Simposio: Nutrición Asistida: ¿Cómo, Cuándo, Por Qué? En: Pineda Pérez S, Manresa D, Callejo Hernández M et al. Soporte Nutricional Enteral con Nutricomp ADN Pediátrico. La Habana 2003:57-8. 4. García Pérez J, Pedrón Giner C. Nutrición Enteral en el niño críticamente enfermo. En: Casado Flores J, Serrano González A. Editores. El niño críticamente enfermo. Madrid. Díaz Santos; 1996:257-63. 5. Ruza F, Alvarado F, Delgado M. A, García S. Soporte nutricional en situaciones especiales. En: Borrajo E, López M, Pajarón M. Nuevas perspectivas en nutrición infantil. Madrid. Ediciones Ergon; 1995:339-41. 6. Souba WW. Nutritional Support. The New Eng I Med 1997;336:41-8. 7. Kehr J, Castillo L, Morales B et al. Contaminación microbiana de fórmulas enterales de uso hospitalario. Rev Chil Pediatría 2002;73(3):248-56. 8. Beninga Morais T, Lucia Rocha Carvallo M et al. Hazard Analysis and Critical Control point system approach in the environmental and procedural sources of contamination of enteral feedings hospitals. JPEN 2000;24:296-303. 9. Vanek VW. Closed Versus Open Enteral Delivery Systems: A Quality Improvement study 2000;15(5):234-43. CUADRO # 1. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ENTIDAD NOSOLÓGICA ENTIDAD NOSOLÓGICA No PACIENTES % INFECCIOSA 31 69 NO INFECCIOSA 14 31 TOTAL 45 100 GRAFICO # 1. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ENTIDAD NOSOLÓGICA
  • 16. CUADRO # 2. DISTRIBUCIÓN POR GRUPOS ETÁREOS EDAD No PACIENTES % 0 – 11 MESES 25 55 1 – 4 AÑOS 8 18 + 4 AÑOS 12 27 TOTAL 45 100 GRAFICO # 2. DISTRIBUCIÓN POR GRUPOS ETÁREOS CUADRO # 3. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VALORACIÓN NUTRICIONAL VALORACIÓN NUTRICIONAL No PACIENTES %  3 PERCENTIL 16 36 3 – 10 PERCENTIL 6 13 10 – 90 PERCENTIL 23 51 90 – 97 PERCENTIL -- -- + 97 PERCENTIL -- -- TOTAL 45 100 GRAFICO # 3. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VALORACIÓN NUTRICIONAL
  • 17. CUADRO # 4. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ESTADÍA ESTADÍA No PACIENTES % < 7 DÍAS 33 73 7 – 15 DÍAS 8 18 + 15 DÍAS 4 9 TOTAL 45 100 GRAFICO # 4. DISTRIBUCIÓN SEGÚN ESTADÍA CUADRO # 5. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VÍAS DE ADMINISTRACIÓN VÍAS DE ADMINISTRACIÓN No PACIENTES % NASOGÁSTRICA 44 98 NASOYEYUNAL -- -- GASTROSTOMÍA -- -- YEYUNOSTOMÍA 1 2 TOTAL 45 100 GRAFICO # 5. DISTRIBUCIÓN SEGÚN VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
  • 18. CUADRO # 6. DISTRIBUCIÓN SEGÚN FORMAS DE ADMINISTRACIÓN FORMA ADMINISTRACIÓN No. DE PACIENTES % DEBITO CONTINUO 45 100 INTERMITENTE -- -- TOTAL 45 100 INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR “DR. LUIS DÍAZ SOTO”. ADOLESCENTE CRÍTICO. COMPORTAMIENTO EN UNA UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS PEDIÁTRICOS (UCIP). AUTORES: DRA. LUCRECIA CABRERA SOLÍS. (1) DRA. LAIDA MARÍA PONCE MARTÍNEZ. (1) DR. JORGE LÓPEZ HERNÁNDEZ. (2) DRA. MAGALY MARRERO GARCÍA. (3) 1- Especialista de Primer grado en Pediatría. Profesor Instructor. 2- Especialista de Primer grado en Pediatría. Diplomado de Terapia Intensiva. 3- Especialista de Primer grado en Pediatría. Profesor Instructor. Máster en Nutrición en Salud Pública. Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este. C. Habana, Cuba Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu RESUMEN: La adolescencia es una etapa que trascurre entre la niñez y la adultez y se inicia cronológicamente por lo cambios, que en la misma ocurre profunda transformaciones biológicas psicológicas y sociales. En nuestro país los adolescentes constituyen un grupo poblacional minoritario conformando el 13,7% del total en la actualidad. Dada la complejidad para el manejo de los pacientes en esta etapa de la vida es que se ha desarrollado un movimiento dirigido a la individualización de este grupo y a la elaboración y ejecución de programa integrales de salud para los adolescentes, dentro de los cuales se encuentra insertado la asistencia del paciente critico. Teniendo en cuenta esto se realizó un estudio descriptivo retrospectivo con el objetivo general de definir el comportamiento de la morbi-mortalidad de los adolescentes ingresados en la UCIP del centro en un período comprendido entre enero del 2003 a mayo del 2004, obteniendo los datos del libro de registros de pacientes de este servicio y expresando los resultados en tablas para sus fácil análisis. La muestra quedó conformada por 46 adolescentes entre los 10 y 19 años de ambos sexos; predominando el grupo de 12 a 14 años (34,8%) y el sexo masculino (54.3%). Las afecciones que originaron el ingreso de estos pacientes por orden de frecuencia fueron las respiratorias (28.2%), las quirúrgicas y los politraumatizados (13%). La valoración nutricional en la categoría de eutróficos (78.2%) fue predominante. El estado al egreso de este grupo poblacional fue satisfactorio, siendo muy baja la mortalidad (4%) de la serie.
  • 19. INTRODUCCIÓN. La adolescencia una etapa entre la niñez y la adultez que cronológicamente se inicia con los cambios puberales y se caracteriza por profundas trasformaciones biológicas, psicológicas y sociales. LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) ha definido como adolescencia el periodo comprendido entre los 10 a 19 años y como juventud entre los 15 a 24 años (1). Por consenso se han establecido tres periodo o fases:  Prepuberal (primario) de 10 a 12 años.  Puberal (medio) de 12 a 14 años.  Postpuberal (tardío) de 15 a 19 años. En 1981 los adolescentes constituían en Cuba el 23.9% y los jóvenes el 20.3% de la población, valor que ha sufrido una reducción importante, dada la dinámica demográfica del país conformando el 13.7% del total en la actualidad (2). Si bien los diferentes sistemas y programas de salud incluían la problemática del adolescente durante mucho tiempo fueron vistos como niños grandes por los pediatras o como adultos pequeños por otros especialistas, no es hasta las últimas décadas que se desarrolla un movimiento dirigido a la individualización de este grupo poblacional y al elaboración y ejecución de programas integrales de salud para los adolescentes (3). Desde el punto de vista de la salud integral, la adolescencia es crucial. Sin embargo, a nivel mundial, la mortalidad baja de los adolescentes comparada con otros grupos poblacionales, genera una percepción generalizada de que en esta etapa de la vida no se presentan enfermedades y que por tanto, no es necesario dedicarle una atención especial a su salud. En la política de nuestro Estado siempre se ha priorizado este grupo poblacional y a su desarrollo y cuidado se han destinado recursos cuantiosos; varios organismos y organizaciones de masas del país contemplan entre sus objetivos de trabajo la atención a los adolescentes. Teniendo en cuenta el vuelco radical experimentado en los últimos años por el progreso científico técnico a toda la práctica médica, pero muy especialmente a la asistencia del paciente crítico, se hace necesario establecer las formas de actuación para este grupo etáreo, siendo necesario hacer los ajustes pertinentes siguiendo siempre una estrategia clínica apropiada y pre establecida que permita una eficaz y ordenada utilización de los recursos, con el máximo de calidad de asistencia médica al adolescente lo cual repercute en la disminución de las tasas de morbi- mortalidad en este sector de la población (4). OBJETIVOS. GENERAL: Definir el comportamiento de la morbi- mortalidad de los adolescentes ingresados en la unidad de terapia intensiva pediátricas del Instituto de Medicina Militar “Dr. Luis Díaz Soto”. ESPECÍFICOS: 1. Precisar edad y sexo de los adolescentes ingresados. 2. Identificar las principales afecciones de los adolescentes ingresados en la unidad de terapia intensiva pediátrica. 3. Establecer la valoración nutricional de los adolescentes ingresados.
  • 20. 4. Destacar el estado al egreso de los pacientes adolescentes atendidos en la UTIP. MATERIAL Y MÉTODO. Se realizó un estudio retrospectivo y descriptivo sobre el comportamiento de los adolescentes ingresados en la UTIP del ISMM Dr. Luis Díaz Soto en el período de enero del 2003 a mayo del 2004; se utilizaron los datos del libro de registros de pacientes ingresados de dicho hospital. Las variables utilizadas fueron edad, sexo, valoración nutricional y estado al egreso. La muestra quedó conformada por 46 pacientes que constituyeron el 9% del universo de los pacientes ingresados en la UCIP en el período analizado. Los resultados se procesaron en un micro computador EMC (Finlay-Militar) y los valores fueron expresados en tablas para su fácil análisis. RESULTADOS. Los adolescentes representaron el 9% del total de los pacientes ingresados en la UCIP en el período analizado. El comportamiento de los adolescentes según edad y sexo fue similar para los grupos etáreos de 10 a 12 años y de 15 a 19 años lo que constituyó el 32.6% de la muestra respectivamente predominando en ambos el sexo masculino (60%), mientras que en los adolescentes de 12 a 14 años hubo predominio de las hembras (56.3%); tales resultados coinciden con los mostrados por otros autores (5,6). Tabla 1. Las principales afecciones que motivaron el ingreso de los adolescentes en cuidados intensivos fueron las relacionadas por procesos respiratorios (28.2%) siendo por orden de frecuencia las más significativas dentro de este grupo las infecciones respiratorias agudas y el asma bronquial severa. Dicho comportamiento coincide con los resultados de otros trabajos realizados (6-8) donde se sitúa a las infecciones respiratorias agudas como la primera causa de admisión de pacientes de todas las edades en la UCIP, siendo esta a su vez la primera causa de consulta para el grupo de 10 a 19 años al igual que para el resto de la población, sin repercusión en la mortalidad. En segundo lugar se encontraron las afecciones tributarias de tratamiento quirúrgico (13%) siendo las más relevantes las heridas por armas blancas y los traumas cráneo encefálico. En la actualidad tenemos el traumatismo por si solo ha amenazado la vida de este grupo poblacional; constituyendo uno de los principales problemas de salud catalogándose como una de las grandes pandemias de nuestro tiempo (4). El tercer lugar lo ocupo las afecciones medicas del sistema nervioso central (10.8%) constituidas en las muestra por meningoencefalitis bacteriana, síndrome atáxico, Síndrome de Guillaín Barré, epilepsia y hemorragia subaracnoidea, presentándose un caso de cada una de las entidades mencionadas. En orden de frecuencia se presentaron las intoxicaciones exógenas (6.5%) según plantea la bibliografía consultada en este grupo etáreo está muy relacionado con trastornos conductuales, disturbios psicológicos y con fines suicidas, siendo más frecuentes encontrarlas en la población femenina (9,10).
  • 21. Igual comportamiento en esta muestra tuvieron los trastornos del equilibrio hidroelectrolítico siendo la deshidratación sin shock (6.5%) la principal forma de presentación como complicación de la enfermedad diarreica aguda. Otras entidades que motivaron causas de ingresos de adolescentes en la Unidad de Cuidados Intensivos fueron la cetoacidosis diabética, la leptospirosis y el ahogamiento incompleto cada uno con dos pacientes (4.3%). En otras causas incluimos a otras afecciones como la cirrosis hepática autoinmune, la insuficiencia mitral, el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y la crisis hipertensiva cada uno con un sólo paciente. Tabla 2. Se analizó el estado nutricional de los adolescentes ingresados y su comportamiento en relación con el grupo etáreo. El 86% de los pacientes entre 10 y 12 años fueron eutróficos, el 6.5% delgados y otros 6.5% mal nutrido. Entre los 12 y 14 años también hubo predominio de los adolescentes eutróficos (62.5%) siendo en este grupo donde hubo mayor cantidad de pacientes delgadas (31.2%) y un mal nutrido (6%). En los adolescentes comprendido entre 15 a 19 años el 86% resultó eutrófico hubo un mal nutrido (6.5%) y otro obeso (6.5%). No hubo adolescentes en la categoría de sobre peso en ningún grupo etáreo. De forma general en la muestra la categoría eutrófico representó el 78. 3% lo cual consideramos se deba a la acciones de prevención y promoción de salud que se realiza a nivel de asistencia primaria, donde lo relacionado con la nutrición del niño y el adolescente juega un papel primordial (11,12). Tabla 3. En cuanto al estado del egreso en la muestra hubo 44 pacientes egresados vivos (96%) y sólo 2 fallecidos (4%), su distribución por sexo fue de la siguiente manera, dentro de los pacientes egresados vivos tuvimos 20 pacientes femeninas (95.3%) y 24 del masculino (96%). Tabla 4. Las causas de muerte fueron en el paciente masculino el ahogamiento y en la paciente femenina las complicaciones digestivas (sangramiento) de las cirrosis autoinmune. CONCLUSIONES. 1. Los adolescentes representaron el 9% del total de los pacientes ingresados en la UTIP en el período analizado. 2. Los adolescentes comprendidos entre los 12 a 14 años predominaron en la muestra (34.8%), Siendo la mayoría de sexo masculino (54.3%). 3. Las infecciones respiratorias fueron las principales afecciones que causaron el ingreso de los adolescentes en al UTIP (28.2%), teniendo similar comportamiento de 10 a 19 años. Las afecciones quirúrgicas y los adolescentes politraumatizados (13%) constituyeron otras causas frecuentes de admisión a la UTIP. 4. Los adolescentes eutróficos de ambos sexo constituyeron la mayoría (78.2%) de la muestra en cuestión. 5. El estado al egreso de los adolescentes fue satisfactorio. La mortalidad fue baja (4%), predominando los egresados vivos (96%); lo cual coincide con el comportamiento a nivel mundial en este grupo poblacional
  • 22. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Organización Panamericana de La Salud: La salud de los adolescentes y jóvenes en las Américas. Washington: Editora OPS/OMS; 1996. 2. Ministerio de Salud Pública. Anuario Estadístico 2002. Ciudad Habana: Ed. MINSAP; 2003. 3. Ministerio de Salud Pública. Programa nacional de atención integral a la salud de adolescentes. Ciudad Habana: MINSAP; 2000. 4. Organización Panamericana de la Salud. Salud del Adolescente. OPS/OMS Washington; 1995. 5. Moreno E. Lineamientos para la programación de la salud integral del adolescente y módulos de atención. Washington: OPS/OMS; 1996.p.3-24. 6. Dailey RH, Simon B, Young GP. The airway: Emergency Management. St Louis: Mosby- Year Book; 1998.p.110-25. 7. Denny FW, Clyde WA. Acute respiratory trade infections: En: Nelson V, editor. Tratado de Pediatría. Barcelona; 1999.p.1026. 8. Loret J et al. Protocolos Terapéuticos del Servicios de Urgencia Hospitalaria de la Santa Cruz y San Pablo. Barcelona: Glax; 1992.p.25-30. 9. Gisbel CJA. Toxicología. Calabring. Medicina Legal y Toxicología. Ciudad México: Publicaciones Médicas y Científicas. 2ª ed. 1983.p.57-96. 10. Valsecia M. Toxicología Pediátrica. Rev Arg Pediatría 1995;2(3):16-26 11. Porrata Maury C, Hernández Triana M, Argüelles JM. Recomendaciones nutricionales y guías de alimentación para la población cubana. La Habana: INHA; 1996.p.11-2. 12. OPS/OMS. Conocimientos actuales sobre nutrición. 6ª ed. Washington, DC: OPS/OMS. Publicación Científica; 2000.p.375-84. ANEXOS: TABLA 1. DISTRIBUCIÓN SEGÚN EDAD Y SEXO DE LOS PACIENTES INGRESADOS. Edad (años) SEXO Femenino Masculino N º % N º % TOTAL Nº % 10-12 6 40 9 60 15 32,6 12-14 9 56,3 7 43,7 16 34,8 15--19 6 40 9 60 15 32,6 Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica. TABLA 2: PRINCIPALES AFECCIONES DE LOS ADOLESCENTES INGRESADOS EN UTIP. Afecciones Total de casos Número % Respiratorias 13 28,2 Quirúrgicas 6 13 Politraumas 6 13 Neurológicas 5 10,8 Intoxicaciones exógenas 3 6,5 Deshidratación sin shock 3 6,5 Cetoacidosis Diabética 2 4,3
  • 23. Leptospirosis 2 4,3 Ahogamiento Incompleto 2 4,3 Otras causas 4 9 TOTAL 46 100 Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica. TABLA 3: ESTADO NUTRICIONAL SEGÚN GRUPO ETÁREO. EDAD (años) Eutrófico Nº % Delgado Nº % Desnutrido Nº % Obeso Nº % 10-12 13 86 1 6,5 1 6,5 0 0 12-14 10 62,5 5 31,2 1 6 0 0 15-19 13 86 0 0 1 6,5 1 6,5 TOTAL 36 78,2 6 13 3 6,5 1 2,1 Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica. TABLA 4. ESTADO AL EGRESO DE LOS ADOLESCENTES INGRESADOS EN UTIP. Estado Sexo Femenino Masculino Nº % Nº % Vivos 20 95,3 24 96 Fallecidos 1 4,7 1 4 TOTAL 21 100 25 100 Fuente: Libro de pacientes ingresados en Terapia Intensiva Pediátrica. INSTITUTO SUPERIOR DE MEDICINA MILITAR “DR. LUIS DÍAZ SOTO”. CARACTERIZACIÓN DE LA VENTILACIÓN MECÁNICA EN TERAPIA INTENSIVA PEDIÁTRICA. AUTORES: * DR. JULIO CESAR FRANCISCO PÉREZ. ** DRA. CARIDAD MACHADO BETART * DR. ERICK ALONSO GONZÁLEZ. ***DRA. OSDALY ARDISANA CRUZ. * Especialista de primer grado en Medicina General Integral. Especialista de primer grado en Pediatría. Diplomado en Medicina Intensiva Pediátrica. ** Especialista de primer grado en Pediatría. Diplomado en Medicina Intensiva Pediátrica. ***Especialista de primer grado en Medicina General Integral. Residente de Segundo año de Medicina Intensiva Pediátrica.
  • 24. Dirección: Carretera Monumental Km. 1 ½. Habana del Este, C. Habana, Cuba. Teléfono: 95-4251. Correo electrónico: ismmds@infomed.sld.cu RESUMEN La Ventilación Mecánica es una técnica de utilización frecuente en las Unidades de Cuidados Intensivos, que permite garantizar un soporte ventilatorio ante situaciones de Insuficiencia Respiratoria. Se realiza un estudio descriptivo, longitudinal y transversal en el período de enero 2002 a diciembre 2003 en el ISMM "Luis Díaz Soto", con el objetivo de caracterizar la ventilación mecánica en Terapia Intensiva Pediátrica. El universo estuvo constituido por 60 pacientes que requirieron su uso durante el ingreso, obteniéndose como resultado que predominaron los menores de 1 año, del sexo masculino, procedentes del cuerpo de guardia, 39 pacientes se ventilaron con el SERVO-900c, y la mayor parte requirió de 3 a 7 días (45%), de ventilación, siendo las Neumonías y el Politrauma las entidades nosológicas que más requirieron de ventilación y el 73.3% de los pacientes resultaron vivo al egreso. INTRODUCCIÓN La ventilación mecánica es una técnica de utilización frecuente en las unidades de cuidados intensivos que permite garantizar un soporte ventilatorio ante situaciones de insuficiencia respiratoria, independientemente de cuál sea el origen de esta. Resulta una técnica agresiva, no exenta de riesgos para el paciente, pero que comporta grandes beneficios para el mismo, al mantener una situación respiratoria que ya había fracasado, por lo tanto es preciso conocer con cierto detalle los fundamentos de su aplicación. La primera referencia sobre la aplicación de un medio artificial para mantener la ventilación se remonta a unos nueve siglos antes de Cristo (A.C.) apareciendo en el “Libro I de los Reyes” (1,2). Hipócrates, 400 años A.C., escribió un “Tratado sobre el aire” y menciona por primera vez la intubación traqueal. A mediados del siglo XVII Smellice realiza la primera intubación traqueal con un tubo metálico flexible. (3,4) En 1864 Jones patenta uno de los primeros prototipos de Ventiladores de presión negativa extratorácico. En este siglo Braves utiliza presión positiva constante sobre la vía aérea superior durante la cirugía. En 1911, la casa Draeguer construyó un primer aparato (Pulmotor). En 1928 Drincer y Show, diseñan un prototipo de pulmón de acero (Presión negativa extratorácica). En 1931 Emmerson mejoró y construyó el pulmón de acero que tuvo un amplio uso y difusión durante las epidemias de Poliomielitis de los años 40 (5,6). Debido a las limitaciones en el cuidado de los pacientes se desarrollo en la década de los 40 y los 50 la técnica de presión positiva intermitente con intubación endotraqueal. A finales de los años 50 la casa Engstrom lanzó una serie de respiradores fundamentados en el ciclado por volumen, con una curva de flujo sinusoidal (1,3,7).
  • 25. A lo largo de los años 70, la electrónica se incorporó al funcionamiento de los respiradores mejorando sus niveles de exactitud y seguridad, igualmente en esta época hizo su aparición los respiradores específicos para el campo pediátrico (2,8,9). En nuestra UTIP, existen 2 tipos de ventiladores mecánicos, el Servo 900 C y el Galileo, este último de nueva generación que está diseñado para proporcionar ventilación asistida de cuidados intensivos, a pacientes adultos, pediátricos, lactantes, con un peso corporal entre 2 y 200 Kg que dispone de modos convencionales de control de volumen y de control de presión, así como una ventilación asistida adaptable. Teniendo en cuenta estos aspectos y sabiendo que la ventilación mecánica no siempre es efectiva, por lo que resulta necesario la búsqueda de nuevas alternativas o estrategias de trabajo, se realiza un estudio caracterizando la ventilación mecánica en nuestro servicio. OBJETIVOS GENERAL: Realizar una caracterización de la Ventilación Mecánica en nuestro servicio. ESPECÍFICOS: 1.- Relacionar en los pacientes ventilados las variables edad, sexo, procedencia y entidad nosológica. 2.- Identificar el equipo de ventilación y el tiempo de ventilación. 3.- Relacionar mortalidad con procedencia de los pacientes. 4.- Establecer la mortalidad de los pacientes con ventilación mecánica. MATERIAL Y MÉTODO Se realiza un estudio descriptivo, longitudinal y transversal en el período de enero 2002 – diciembre 2003, en el ISMM “Luis Díaz Soto” con el objetivo de caracterizar la ventilación mecánica, el universo estuvo constituido por 60 pacientes que requirieron su uso durante el ingreso en nuestra terapia intensiva pediátrica. Las unidades de análisis fueron un libro de control, diseñado para la recogida de la información y las historias clínicas de cada paciente. Las variables planteadas para realizar la caracterización de la ventilación mecánica fueron, edad, sexo, procedencia y entidad nosológica, equipo de ventilación, tiempo de ventilación y mortalidad; asociada al uso de la ventilación. RESULTADOS La tabla # 1 muestra la distribución por grupos etáreos, donde se aprecia que los menores de 4 años representan el 64% de los pacientes y dentro de estos los menores de 1 año con el 37% (4,5). Predominando el sexo masculino con 35 pacientes para un 58%, lo que se muestra reflejado en la tabla # 2 (9,10). En relación con la procedencia de los pacientes que requirieron ventilación mecánica, reflejado en la tabla # 3, predominan los que llegan a nuestro servicio desde el Cuerpo de guardia del hospital 37 pacientes para un 62%. Seguido de los que provenían de otros centros hospitalarios 16 para un 27%.
  • 26. La distribución por entidades nosológicas aparece reflejada en la tabla #4, correspondiendo a los pacientes politraumatizados y las neumonías con 9 pacientes (15%) cada una de ellas, donde con mayor frecuencia se ventilaron, aunque no existen diferencias significativas con otras entidades nosológicas (3,7). El equipo de ventilación utilizado en estos pacientes con mayor frecuencia fue el Servo-900c en 39 pacientes para un 65%, solo el 35% (21) pacientes se ventilaron con el Galileo, debido a que existen menos ventiladores de este tipo en nuestro servicio, y como equipo de ventilación nuevo requiere de un adiestramiento del personal para su uso, mostrándose este dato en la tabla # 5. El tiempo de ventilación se refleja en la tabla # 6, predominando los que la requirieron entre 3 y 7 días para un total de 27 pacientes que representan el 45%, y solo 21 pacientes se ventilaron menos de 48 horas, lo que representa el 35%. La relación mortalidad y procedencia se muestra en la tabla # 7. Los pacientes que llegaron a nuestra sala de otros centros hospitalarios tuvieron el mayor % de fallecimiento 10 pacientes (63%). Esto se produce porque son pacientes muy críticos que llegaron en malas condiciones y su muerte se produce en las primeras horas o días de llegada. La tabla # 8 muestra la mortalidad de los pacientes fallecidos, donde se refleja que el 73% de los pacientes ventilados logran sobrevivir. TABLA No. 1. Distribución por grupos etáreos Edad No. de casos % <1(a) 22 37 1-4(a) 16 27 5-15(a) 17 28 >15(a) 5 8 TOTAL 60 100 Fuente: Historias clínicas TABLA No. 2. Distribución por sexo Sexo No. de casos % Masculino 35 58 Femenino 25 42 TOTAL 60 100 Fuente: Historias clínicas TABLA No. 3. Distribución según procedencia. Procedencia No. de casos % Cuerpo de Guardia 37 62 Otros hospitales 16 27 Otras salas 7 11 TOTAL 60 100 Fuente: Historias clínicas
  • 27. TABLA No. 4. Distribución por entidad nosológica Entidad No. de casos % POLITRAUMA 9 15 S.D.R.A 8 13 NEUMONÍAS 9 15 SEPSIS SEVERA 7 12 MEB 4 7 INTOXICACIONES EXÓGENAS 4 7 STATUS CONVULSIVO 5 8 OTRAS 14 23 TOTAL 60 100 Fuente: Historias clínicas TABLA No. 5. Equipo de ventilación Equipo No. de casos % SERVO 900 C 39 65 GALILEO 21 35 TOTAL 60 100 Fuente: Historias clínicas TABLA No. 6. Tiempo de ventilación. Tiempo No. de pacientes % < 48 hrs. 21 35 3 – 7 Días 27 45 > 7 Días 12 20 TOTAL 60 100 Fuente: Historias Clínicas TABLA No. 7. Mortalidad de los pacientes según procedencia. Pacientes No. de casos % Otros hospitales 10 63 Cuerpo de Guardia 4 25 Salas hospitalarias 2 12 TOTAL 16 100 Fuente: Historias Clínicas TABLA No. 8. Mortalidad de los pacientes con ventilación mecánica. No. de casos %
  • 28. VIVOS 44 73 FALLECIDOS 16 27 TOTAL 60 100 Fuente: Historias Clínicas CONCLUSIONES 1. El mayor número de pacientes ventilados fueron los menores de 1a, predominando el sexo masculino y procedieron del cuerpo de guardia de nuestro hospital. 2. La entidad nosológica que con más frecuencia necesitó ventilación mecánica fueron los pacientes politraumatizados y las neumonías. 3. El tiempo de ventilación fue menor de 7 días en el 80% de los pacientes. 4. La mortalidad de los pacientes ventilados fue del 27%. Predominando los que fueron recibidos de otros centros hospitalarios con el 63%. BIBLIOGRAFÍA 1. Harrison RA. Monitoring respiratory mechanics. Crit Care Clin 1995;11:151-67. 2. Slutsky AS. Chairman Consensus Comprence on mechanical. Ventilation January 28 – 30, 1993 at. Northbrook, Illinois, USA. Part 2 intensive care Med 1994;20:150-62. 3. Fackler JC, Arnold JH, Nichols DG. Acute respiratory distress syndrome. En: Nichols DG, editor. Textbook Paediatric intensive care. St. Louis, USA: Mosby; 1996.p.197-233. 4. Ruza F. Ventilación mecánica mediante presión positiva intermitente. En: Ruza F, editor. Tratado de cuidados intensivos pediátricos. 2ª ed. Madrid: Editorial Norma; 1994. 5. Tobin MJ. Respiratory monitoring in the intensive. Care unit Am Rev Respir Dis 1998;138:1625-42. 6. Angus DC, Linde Zwirble WT, Liddickerj J et al. Epidemiology of severe sepsis in the United States: Analysis of incidence, outcome, and associated costs of care. Crit Care Med 2001;29:1303-10. 7. Fernández A. Monitorización de pacientes sometidos a ventilación mecánica. En: Casado J, Serrano A, editores. Niño críticamente enfermo. Madrid: Díaz de Santos; 1996.p.87-120. 8. Silverman M, Stocrs J. Paediatric pulmonary function. En: Hughes JMB, Bried NB, editores. Lung function tests: Physiological principles and clinical applications. Philadelphia: WB Saunders; 1999.p.163-83. 9. Rivers E, Nguyen B, Peterson E. Early Goal – directed therapy in the treatment of severe sepsis and septic shock. N Engl J Med 2001;345(19):1368-77. 10. Sly DD, Lanteri CJ, Hayden MJ, Morgan WJ. Respiratory function testing in infants and other noncooperative subjects. En: Taussing LM, Landau Li, editores. Paediatric respiratory medicine. St Louis: Mosby; 1999.p.194-205. HOSPITAL PEDIÁTRICO DOCENTE “JUAN MANUEL MÁRQUEZ” CATETERISMO VENOSO CENTRAL. COMPORTAMIENTO EN UN AÑO DE TRABAJO. AUTORES: DR. IVÁN CRUZ-ÁLVAREZ CANTOS.* DRA. ANA IVIS CRESPO BARRIOS.** DRA. MARLENE ARBELO BÁEZ.*** * Especialista en Cirugía Pediátrica. Profesor Instructor. ** Especialista de 1er. Grado en Pediatría. Diplomada en Terapia Intensiva Pediátrica.
  • 29. *** Especialista de 1er Grado en Medicina General Integral. Diplomada en Cardiología Pediátrica. Residente de 3er Año de Medicina Intensiva y Emergencias. Ave 31 y 76. Marianao, Ciudad de La Habana, Cuba. e-mail: xiomi@infomed.sld.cu; aivis.crespo@infomed.sld.cu Introducción: El abordaje de las venas centrales data de principios de siglo, cuando en 1927 se utilizó para cateterizar al bulbo superior de la vena yugular interna. Forsman se autointrodujo un catéter a través de la vena cubital media derecha hasta la aurícula derecha, posteriormente se continuaron desarrollando intentos en este sentido, hasta que Aubaniac en 1952 realiza y describe la técnica de canalización de la vena subclavia por vía infraclavicular por punción percutánea en adultos y posteriormente sería extendido a pacientes pediátricos en la década del 80 al 90(1-6) . Desde sus comienzos el abordaje venoso profundo (AVP) percutáneo revolucionó el manejo del paciente crítico y con el decursar del tiempo llegó a convertirse en el proceder invasivo más utilizado en las unidades de cuidados intensivos (UCI), para sustituir en gran medida a las disecciones venosas, las cuales además de presentar mayor número de complicaciones por día de tratamiento, invalidan el vaso canalizado. La incidencia de infecciones por cánulas y catéteres insertados en los vasos sanguíneos fue exagerada en el pasado, no obstante sigue siendo una importante fuente de sepsis nosocomial. Dado que en nuestro servicio la frecuencia del uso de abordajes venosos es bastante elevada, decidimos realizar este trabajo con el objetivo de ver el comportamiento de los mismos así como las complicaciones más frecuentes que de su uso se derivan para identificar nuestros problemas y encaminar los protocolos de inserción y manejo de los catéteres centro venosos hacia la solución de los mismos. Objetivos: 1. Determinar la frecuencia de uso de catéter venoso percutáneo en nuestra unidad. 2. Conocer las causas más frecuentes que originan su colocación 3. Precisar las complicaciones que de su uso se derivan. Material y Métodos: Se efectuó un estudio prospectivo a todos los pacientes que fueron admitidos en la UCIP del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez durante el año 2003 y se les realizo abordaje venoso percutáneo en algún momento de su estadía. Para ello se confeccionó una encuesta en la cual además de los datos generales del paciente se recogieron las complicaciones, la vía utilizada, los gérmenes aislados, tiempo de permanencia y los cultivos de la punta de los catéteres incubados positivos sin bacteriemias (colonización). En todos los casos se aplicó el protocolo de implantación con la utilización de catéteres Vigon de una vía, con extremas medidas de asepsia y antisepsia previo lavado con agua y jabón de la zona; en todos los casos se utilizó como antiséptico local yodo y alcohol; una vez insertado se cubrió con torunda de gasa y se curó el sitio de punción a las 48 horas y luego diariamente con alcohol; se tomaron muestras de cultivo de sangre en los casos en que aparecieran manifestaciones clínicas sugestivas de infección, así como en el momento de retirar el catéter se obtuvieron muestras para hemocultivo y cultivo de la punta del catéter. En aquellos casos en
  • 30. que aparecieran manifestaciones clínicas sin foco séptico aparente y se pudiese prescindir de la utilización del catéter, se tomaron muestras para el cultivo de sangre y del catéter y luego se retiró éste independientemente de los días de permanencia. Resultados: De un total de 786 pacientes que se admitieron en la UCIP en el año 2003,170 recibieron abordajes profundos lo cual representa un 21.6%, de ellos 92 para un (54%) eran del sexo masculino y 78 (49%) eran del sexo femenino. En cuanto al comportamiento por edades hubo 37 pacientes menores de un año (21.8%), 32 entre 1 y 4 años (18.8%), 59 de 5 a 9 años (34.7%) y 42 de 10 o más años (24.7%) (Tabla1). Es de señalar que hubo un elevado porciento de abordajes en niños menores de un año si tenemos en cuenta que solo abarca un año de vida. Entre las causas que ocasionaron la colocación de un catéter central estuvo en primer lugar la necesidad de administrar drogas y fluidos 51(30%) ya sea necesidad de pasar volúmenes o aminas presoras. En segundo lugar las intervenciones quirúrgicas 35 (20.6%), administración de antibióticos 31 (18.2%), imposibilidad de canalizar venas periféricas 24 (14.1%), necesidad de medir presión venosa central 15 (8.9%) y la administración de nutrición parenteral total 14 (8.2%). (Tabla 2). La vía que más se utilizo fue la femoral 103 pacientes (60.6%), seguida de la subclavia 39 (22.9%) y por último la yugular interna 28 (16.5%). (50.5%). (Tabla 3). La femoral es la vía que más se usa en nuestro servicio por ser la de menos riesgos. Las complicaciones más frecuentemente encontradas fueron la punción arterial 32 (44.4%), seguida de las infecciones relacionadas con el uso del catéter 15 (20.9%), 13 catéteres fueron colonizados lo que representa el (18%), 9 pacientes desarrollaron trombosis venosas (12.5%), en 2 ocasiones los catéteres migraron (2.8%) y en un paciente ocurrió un neumotórax (1.4%). Al relacionar las complicaciones encontradas con la vía utilizada vemos que la femoral fue la que más complicaciones tuvo 53 en total, (73.6%), lo que debe relacionarse con el hecho de que a su vez fue la vía más utilizada. Discusión: La distribución de los pacientes por grupo de edades es principalmente en niños menores de 4 años lo cual no coincide con nuestros resultados lo que pudiera estar influido por el hecho de ser nuestra unidad polivalente y donde no se ingresan recién nacidos. El tipo de material varía en dependencia de la función y la duración del catéter. El poliuretano se prefiere al polietileno a causa de su elasticidad y menor trombogenicidad pero reporta una mayor tasa de infección con relación a los de silicón. Los de larga duración deben ser de silicón, material más utilizado por ser más fuerte y relativamente inerte, manteniendo su flexibilidad, es biocompatible y menos trombogénico (4,5) . Pueden ser de una o varias luces, lo que permite la utilización simultánea de drogas, fluidos y monitorización. La desembocadura de las luces en el vaso puede ser en cañón de escopeta o separada (4) . Nosotros utilizamos el de poliuretano y de una luz pues es con el que contamos.
  • 31. Los CVC se utilizan a corto y a largo plazo. Dentro de sus usos a corto plazo tenemos: monitorización hemodinámica, reposición de volumen, nutrición parenteral, administración de drogas inotrópicas, reanimación cardiopulmonar, exsanguíneo transfusión, hemodiálisis, plasmaféresis, terapia trombolítica, imposibilidad de acceso periférico y dentro de sus usos a largo plazo tenemos nutrición parenteral prolongada, quimioterapia y manejo de pacientes crónicos (2,4,5) . En nuestro trabajo encontramos un alto número de pacientes en los que se uso debido a intervenciones quirúrgicas lo cual no coincide con estos trabajos. La vía venosa que más se utiliza en los trabajos revisados es la yugular y la subclavia y en nuestro servicio es la femoral porque es la que menor cantidad de complicaciones tiene. El cateterismo venoso profundo tiene un gran número de complicaciones tanto desde el punto de vista mecánico como séptico (7-19) . La infección de los CVC es una de las causas principales de sepsis en las Unidades de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP), se reportan de un 5- 20% de los pacientes (7) . La infección se clasifica en local, colonización y sepsis (7) . La tasa de colonización del catéter varía del 2 al 34%. (8-11) La complicación mecánica ocurre en un 6 a 20% de los CVC colocados (12) . Estas complicaciones incluyen: migración, mala posición, oclusiones, fracturas, retiro inadvertido, enrollamiento en el corazón, neumotórax, hidrotórax, hemotórax, embolismo, arritmias, trombos de aurícula derecha, endocarditis bacteriana y taponamiento cardiaco. La migración y la mala posición son las más comunes (5) . La mortalidad por estas complicaciones es elevada (6) esto coincide con los resultados obtenidos en este trabajo. Conclusiones: 1. El 21.6% de los pacientes admitidos en nuestro servicio en el año 2003 requirieron abordaje venoso profundo percutáneo. 2. Dentro de las causas que llevaron a su colocación en primer lugar estuvo la necesidad de administrar drogas y volumen, en segundo lugar las intervenciones quirúrgicas y en tercer lugar la necesidad de administrar antibióticos. 3. Las complicaciones mas observadas fueron la punción arterial, seguida de las infecciones relacionadas con el catéter. Bibliografía: 1. Cervera M, Fernández M, Dolz M, Herráez JV, Remar A, Fenollosa B. Estudio clínico comparativo de tres tipos de catéteres de implantación venosa central (I). Maniobrabilidad y rendimiento general. Med Intensiv 1998;12(7):369-75. 2. Rollo J, Campistol JM, Almirall J, Cases A, Montolin J, Revert LL. Complicaciones precoces asociadas a la cateterización de la vena subclavia como acceso vascular para hemodiálisis. Med Intensiv 1998;12(2):85-8. 3. Casado Flores J, Baja J, Martino R, Valdivieso A. Canalización venosa central en pediatría. Riesgos y beneficios. Rev Esp Pediatr 1995;51(306):499-509. 4. Caballero A, Hernández HP. Cateterización venosa profunda. En: Terapia intensiva. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 1988.p.31-60. 5. Parker PM. Central venous catheterization different for children. Am Surg 1995; 61(12):1028. 6. Vorger G. Cateter intervenosos e infecciones. Med Clin 1984;82:846-8. 7. Ramos L. Yugular interna izquierda: una vena complicada. Med Intensiv 1988; 12(1):63. 8. Gabella C, Torres C, Nodarse M, Irragorri C. Riesgo de sepsis inducida por abordaje venoso profundo. Rev Cubana Enferm 1991;7(2):121-9.
  • 32. 9. Hamton AA, Sherertz RJ. Infecciones en puntos de acceso vascular en pacientes hospitalizados. Clin Quirur Norteam 1988;1:63-77. 10. Montejo JC, Servert J, Blesa AL, Franco N, Cardenal C, Cabezas J. Complicaciones unidas a la canulación venosa central. Resultados de un estudio prospectivo. Med Intensiv 1986;10(1):28-32. 11. Milano G, Calvo C, Rodríguez F, Martínez C, Castilla M, Martínez A. Cateterización percutánea venosa central en pediatría: comparación entre el acceso por vía femoral, subclavia y yugular interna. Rev Esp Pediatr 1988;44(262):393-7. 12. Sánchez F, Perset H. Cateterización de venas profundas a través de la piel. Experiencia en 70 niños. Rev Cubana Pediatr 1981;53(3):252-7. 13. Rodríguez N, Alastrué A, Camps IM, Salvá JA, Gener J, Tomasa A. Incidencias de embolia aérea por catéter venoso central. Med Intensiv 1988;(Ext):258. 14. Izurra JJ, Iturralde J, Serón C, Domínguez J, Rodríguez J, Sánchez I. Neumotórax en una UMI: estudio de 250 casos. Med Intensiv 1987;11(6):327-30. 15. Santana L. Cateterización venosa profunda en pacientes pediátricos. Rev Finlay 1988;4:66-72. 16. Cervera M, Fernández M, Dolz M, Belda R, Romar A, Fenollosa B. Estudios clínico- comparativos de 3 tipos de catéteres de implantación venosa central (II) Complicaciones mecánicas y sépticas. Med Intensiv 1988;12(7):376-9. 17. Domínguez R, Alonso A, Pérez A, Pérez M. Uso del cateterismo venoso central percutáneo en cuidados intensivos pediátricos. Nuestra experiencia. Rev 3 Diciembre 1991;5(3):263-8. 18. Rivas J, Alonso Y, Pérez I, Acosta C, Jiménez L. Cateterismo percutáneo en el niño: estudio de 44 pacientes. Rev Cubana Pediatr 1975;47(3):417-27. 19. García S. Cateterización percutánea de las venas yugular interna y subclavia en pediatría. An Esp Pediatr 1980;13:779. Anexos: Tabla 1. Distribución de los pacientes según edad y sexo. Sexo Grupo de edad Masculino % Femenino % Total Menores de 1 año 21 56.7 16 43.3 37(21.8%) De 1 a 4 años 18 56.2 14 43.8 32(18.8%) De 5 a 9 años 29 49.1 30 50.9 59(34.7%) 10 y más años 24 57.1 18 42.9 42(24.7%) Total 92 54.1 78 45.9 170(100%) Fuente: Historias Clínicas. Tabla 2. Causas de colocación de abordaje profundo. Causas Numero Porciento Administración de fluidos y drogas 51 30 Intervenciones Quirúrgicas 35 20.6 Antibióticoterapia 31 18.2 Imposibilidad de canalizar vena periférica 24 14.1 Medir PVC 15 8.9 Nutrición Parenteral Total 14 8.2 Total 170 100
  • 33. Fuente: Historias Clínicas. Tabla 3. Vías de acceso empleadas. Vía de acceso Número Porciento Femoral 103 60.6 Subclavia 39 22.9 Yugular Interna 28 16.5 Total 170 100 .Fuente: Historias Clínicas Tabla 4. Relación de las complicaciones con la vía utilizada. Complicación Subclavia Yugular Femoral Total Porciento Punción Arterial 2 3 27 32 44.4 Infección relacionada con el catéter 1 2 12 15 20.9 Colonización del catéter 6 2 5 13 18 Trombosis Venosa 9 9 12.5 Ruptura y Migración 2 2 2.8 Neumotórax 1 1 1.4 Total 10 7 55 72 100 Fuente: Historias Clínicas. HOSPITAL PEDIÁTRICO “GENERAL MILANÉS”. DEUDA DE VOLUMEN EN PACIENTES QUIRÚRGICOS EN LA SALA DE TERAPIA INTENSIVA. BAYAMO 2000 – 2003 AUTORES: * ORESTE MOJENA MOJENA. ** EVELIO HERNÁNDEZ ROSABAL. ** ANNIE DE R. BARRERO CABRERA. *** LEIDA GONZÁLEZ ALVARES. **** REBECA JIMÉNEZ MOJENA. *Especialista de Primer Grado en Pediatría. Intensivista. Instructor. Jefe del Grupo Provincial de Pediatría y de la Comisión de Terapia Intensiva Pediátrica de Granma. ** Residentes de Pediatría. ***Especialista de Primer Grado en Pediatría. Intensivista. Miembro de la Comisión de Terapia Intensiva de Granma. ****Licenciada en Enfermería. Diplomada en Pediatría y en Terapia Intensiva Pediátrica. Miembro Adjunto de la SOCUENF. Bayamo, Granma, Cuba. Teléfono: 42-7654. E- mail: ormomo.grm@infomed.sld.cu
  • 34. RESUMEN Se realizó un estudio descriptivo con el universo de pacientes ingresados en Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Pediátrico “General Milanés “de Bayamo, Granma, que tenían como diagnóstico principal el Postoperatorio Mediato, en los años 2000 –2003 , seleccionando como muestra los 29 Pacientes, que presentaron como otro problema asociado la deuda de volumen con el objetivo de conocer las principales manifestaciones clínicas ,e intervenciones terapéuticas y su relación con el manejo Pre y Transoperatorio, así como también en el post- operatorio inmediato. El 72,1% de los caso habían recibido cirugía abdominal ,el 19,1% post- traumatismo craneoencefálico. El 55,9% fueron operaciones urgentes .El 77,9% de los casos tuvieron un tiempo quirúrgico mayor de una hora. La Solución Salina unida a la combinación de ella con la Dextrosa al 5% fueron las más usadas en un 38,2% como Fluidoterapia Transoperatoria, donde en más del 80% de los casos los líquidos se administraron a menos de 20 ml/ Kg/hora, el 73,5% de los pacientes tardaron más de una hora en llegar a la Terapia después de ser operado. Se concluye que la Deuda de volumen fue frecuentemente encontrada en los pacientes operados ingresados en Cuidados Intensivos. INTRODUCCIÓN La cirugía es una agresión para el cuerpo que afecta la capacidad del individuo para satisfacer todas las demandas básicas, las metas de la atención médica consisten en lograr que el acto operatorio sea lo más seguro y cómodo para el paciente, evitar el desarrollo de complicaciones postoperatorias y ayudar al enfermo a enfrentar la agresión o estrés. (1) La atención preoperatoria en pediatría se realiza de forma multidisciplinaria y permite de una manera organizada la valoración del niño que va a ser intervenido quirúrgicamente, al realizar buenas prácticas clínicas, se tienen como objetivo disminuir el riesgo quirúrgico perioperatorio y están dirigidas a todo el equipo de salud que intervienen desde la indicación del proceder quirúrgico hasta la total recuperación del postoperatorio mediato, todo esto favorece una mejor recuperación en el postoperatorio y disminuyen las posibilidades de complicaciones, permite que muchas cirugías se realicen de forma ambulatoria con los beneficios que esto significa para el niño, la familia y la institución. (2) La evaluación clínica preanestésica realizada por el pediatra es de enorme importancia para el niño y para el equipo médico. Es obvio destacar que el cirujano pediatra tiene un papel fundamental en esta tarea. Esta atención preanestésica incluye adecuada anamnesis, examen físico y exámenes complementarios. (3) Debe prestarse especial atención a la hipertensión arterial, estudiarla y normalizarla antes del proceder quirúrgico, las malformaciones cardiovasculares deben ser bien identificadas, es de vital importancia la profilaxis de la endocarditis bacteriana. (4) El equipo de salud debe ofrecer toda información al niño y a sus padres con el objetivo de mejorar la comunicación cirujano-paciente-familia. La urgencia es una excepción, desplaza el consentimiento informado y se antepone el valor vida al valor decisión. (5) Entre los factores que aumentan el riesgo quirúrgico y anestésico tenemos: el mal estado físico, lactantes menores de 6 meses, cirugías de urgencias y complicadas y la duración prolongada de la anestesia y la operación. (6) La cirugía de urgencia siempre implica riesgo quirúrgico aumentado. Cuando la situación del paciente es de gravedad se impone la actuación inmediata por parte del cirujano. (7)
  • 35. Durante el acto anestésico los reflejos respiratorios se encuentran abolidos, la mayor parte de los agentes anestésicos inhalatorios producen irritación de las vías respiratorias, el uso de narcóticos y relajantes musculares deprime la respiración produciendo ectasia de secreciones, broncoespasmo y atelectasias. (8) La cirugía siempre causa pérdidas de líquidos corporales, espacios intersticiales, vasos sanguíneos y células porque se cortan tejidos y se ponen en acción los mecanismos del cuerpo que conservan el agua, se pierde potasio a través de las células dañadas y eliminado por la orina. La hiperventilación en el postoperatorio inicial también contribuye a la pérdida inicial de ácidos debido a que por los pulmones se expulsa ácido carbónico y agua. Existen factores de riesgo que agravan estas pérdidas como son: alteraciones de la ingesta de líquidos, en su eliminación normal, la temperatura corporal excesivamente alta entre otras. (9) Los nuevos esquemas de ayuno han demostrado que cantidades de líquidos claros (agua con azúcar, te, jugos de naranja, de manzana), que no superen los 3ml/Kg. de peso administrados 2-3 horas antes de la inducción anestésica aseguran un vaciamiento gástrico efectivo, estos niños que toman líquidos claros tienen menor volumen gástrico residual con pocas variaciones del pH, por lo que se puede postular que los ayunos prolongados no mejoran el vaciamiento gástrico y contribuyen a la aparición de efectos indeseables como irritabilidad, ansiedad, hipoglucemia y deshidratación. Se exceptúan de estos tiempos aquellos casos en que la evacuación gástrica este prolongada (traumatizados, daño neurológico y obstrucción pilórica. Los lactantes amamantados pueden recibir el pecho hasta 3 horas antes de la cirugía y los alimentados con formula hasta 4 horas antes. (10,11) Durante la intervención puede administrarse sangre, plasma, solución salina u otros expansores de volumen, la magnitud de las perdidas debe ser evaluada por un cirujano de experiencia mientras se realiza la intervención. Deben tenerse en cuenta una serie de factores para la hidratación del paciente quirúrgico dentro de los cuales encontramos: tipo de operación (electiva o urgente), tipo de intervención. Tiempo quirúrgico y accidentes, edad del paciente, estado hidroelectrolítico y ácido básico preoperatorio, hidratación transoperatoria y tipo de postoperatorio (fisiológico o patológico). (12) La elección de una solución endovenosa depende del propósito que se persigue. En términos generales se administra para lograr uno de los siguientes objetivos: administrar agua, electrolitos y nutrientes para satisfacer las demandas diarias, reponer el agua perdida y corregir los déficit electrolíticos. El error más frecuente al administrar líquidos parenterales durante y después de la intervención es el aporte excesivo especialmente de dextrosa. (13) En el postoperatorio neuroquirúrgico se ha detectado un aumento importante del consumo energético por ello tan pronto se supere la fase inicial de estrés se debe iniciar la alimentación parenteral seguida o acompañada de nutrición enteral continua, mediante sonda, tan pronto el transito digestivo lo permita. Si existe riesgo importante de aspiración pulmonar se puede valorar la nutrición enteral transpilórica. El estado nutritivo del paciente juega un papel decisivo en su recuperación postoperatoria. (14) Durante años se ha aceptado que la desnutrición es una causa importante de morbimortalidad de pacientes intervenidos quirúrgicamente. En fechas recientes se ha demostrado que la desnutrición calórico proteica se acompaña de retraso en la cicatrización y disminución de la resistencia a infecciones, por lo tanto es importante determinar el estado nutricional de cada paciente como parte de la valoración preoperatorio integral del mismo. (15)
  • 36. En el postoperatorio debe limitarse los ingresos en las primeras 24 horas, posteriormente se reanuda paulatinamente el tratamiento habitual de mantenimiento. El tratamiento hidroelectrolítico durante este periodo depende en gran parte de la respuesta, completa, pero previsible del organismo ante el traumatismo, a través de las modificaciones en la excreción de agua y sodio y de la aparición concomitante de complicaciones habituales o no previstas debidas a la cirugía. El estado clínico del paciente es el que impone las necesidades de líquidos y electrólitos, que en último término aparece como consecuencia final de estos procesos. (16,17) Algunos niños tienen niveles elevados de ADH en sangre durante postoperatorio, debido a un síndrome inadecuado de hormona antidiurética o una respuesta inadecuada a la restricción de líquidos y la consiguiente reducción de volumen. Si el descenso de la diuresis después de la intervención es consecuencia de un SIHAD, el paciente mantendrá una volemia normal, un estado circulatorio normal, su peso será estable o ligeramente elevado y su excreción urinaria de sodio será alta. Si el niño tiene oliguria relacionada con el tercer espacio y una perdida verdadera de volumen intravascular habrá una excreción urinaria disminuida de sodio acompañado de signos clínicos de hipovolemia como son: pérdida de peso, taquicardia, cambios de turgencia cutánea y del riego sanguíneo periférico, así como hipotensión arterial. (18,19) Este tipo de pacientes debe ser vigilado muy de cerca en las primeras 48 horas, necesitan precauciones especiales para satisfacer sus necesidades fisiológicas básicas y evitar las complicaciones postoperatorias. Después de la intervención debe suspenderse la vía oral en un periodo de 24-48 horas, considerándose una vía opcional para reponer estas perdidas la parenteral, por la cual se administran soluciones cristaloides y coloide, en el último caso se logra una expansión más intensa y duradera porque permanece mayor intervalo en el interior de los vasos. (20) La factibilidad de nuestro trabajo está determinada en conocer algunos factores relacionados con la deuda de volumen de los pacientes operados que fueron ingresados en la UTIP en el periodo estudiado que tuvieron como motivo de ingreso fundamental el postoperatorio mediato, que por las características de nuestra institución el paciente es operado en el hospital clínico quirúrgico Carlos. M. de Céspedes y posteriormente trasladado a nuestra unidad pediátrica, llega acompañado por lo general del médico anestesista y de la enfermera del Sistema Integral de Urgencia Médica (SIUM) con una remisión escrita que adjunta todo lo relacionado con el acto operatorio. Al hacer la recepción, es común detectar diferentes trastornos hidroelectrolíticos presentes que en la mayoría de los casos no son descritas por el médico que prestó asistencia y el que lo traslada, la deuda de volumen detectada clínicamente sobresale como segundos diagnósticos la cual en muchas ocasiones no puede ser comprobada o especificada por exámenes de laboratorio (Gasometría e Ionograma) por no estar disponibles. Ante esta situación la correcta observación por parte del médico y la enfermera juega un papel preponderante en la monitorización de estos niños. Resultó motivante, conocer el resultado del trabajo del personal médico y de enfermería para darle solución a este problema por lo que se realizó esta investigación que describe las acciones concretas en aras de mejorar la calidad de la atención medica en el momento de corregir estos desequilibrios.
  • 37. OBJETIVOS General: Describir algunos factores asociados a la deuda de volumen con que ingresan los pacientes quirúrgicos en la UTIP de Bayamo. Específicos:  Conocer las manifestaciones clínicas más frecuentes y el diagnóstico previo al ingreso en la UTIP.  Relacionar el estado de hidratación al ingreso en la terapia con el tipo de operación, tiempo quirúrgico y expansores de volumen utilizados en el transoperatorio.  Determinar el tiempo transcurrido desde la operación hasta la llegada a la sala de terapia intensiva relacionado con su estado de hidratación.  Señalar otras complicaciones. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio descriptivo con el total de pacientes operados que ingresaron en la unidad de terapia intensiva en los años 2000-2003, lo que constituyó el universo de nuestro trabajo. Para la recolección de los datos, se revisaron las historias clínicas de estos pacientes evaluando tres momentos fundamentales, el preoperatorio, transoperatorio y el postoperatorio inmediato (sala de recuperación) y en la sala de cuidados intensivos. Se tuvieron en cuenta las siguientes variables. En el preoperatorio  Edad comprendida entre 1 mes a 14 años  Peso de acuerdo a la edad  Diagnóstico  Síntomas y signos más frecuentes En el transoperatorio  Tipo de operación. Se especificó si electiva o urgente  Cantidad de líquidos administrados y tipo de mezcla utilizada  Tiempo quirúrgico: se reflejó el tiempo que media desde que se inicia la intervención quirúrgica hasta que finaliza, según informe operatorio En cuidados intensivos  Fecha y hora que se recibe  Tiempo transcurrido desde la operación hasta el ingreso  Tiempo de recuperación del desequilibrio  Otras complicaciones Los datos fueron procesados por método de los palotes expresando los resultados en números absolutos y por cientos, en diferentes tablas y gráficos. RESULTADOS En el estudio realizado encontramos que de los 68 pacientes operados ingresados en la sala de Terapia Intensiva ,29 presentaron deuda de volumen en el postoperatorio mediato ,que representó un 42,6% ,de ellos con cirugía abdominal y/o digestiva en un 72,1% ,seguida de la cirugía craneoencefálica en un 19,1% y otros diagnósticos solo en un 8,8% (Tabla # 1) .
  • 38. Tabla No. 1- DIAGNÓSTICOS PREOPERATORIO. Cirugía Abdominal y/o digestiva Cirugía del S.N.C. y/o Craneoencefálico Otros Total No. % No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 23 33.9 6 8.8 0 0 29 42.6 Sin deuda de Volumen 26 38.2 7 10.3 6 8.8 39 57.4 Total 49 72.1 13 19.1 6 8.8 68 100 Fuente: Historias Clínicas. Como síntomas y signos preoperatorios fundamentales el vómito se presentó en un 26,5%, el dolor abdominal en un 23,6%, y en menor número la fiebre en un 11,8%, unido a la constipación en un 8,8%. (Tabla # 2). Tabla No. 2- SÍNTOMAS Y SIGNOS PREOPERATORIOS MÁS FRECUENTES. Vómito Dolor Abdominal Fiebre Constipació n No. % No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 5 7.4 8 11.8 2 2.9 3 4.4 Sin deuda de Volumen 13 19.1 8 11.8 6 8.9 3 4.4 Total 18 26.5 16 23.6 8 11.8 6 8.8 Fuente: Historias Clínicas. Al analizar la Tabla # 3, observamos que la Solución Salina combinada con la Dextrosa al 5%, fueron las más usadas en el Transoperatorio, en el 38,2% de los casos seguidas de otras soluciones en un 16,9%, y en el 15%, la Dextrosa al 5% respectivamente. Tabla No. 3- MEZCLAS O SOLUCIONES EXPANSORAS UTILIZADAS EN EL TRANSOPERATORIO. Dextrosa 5% Solución Salina 0.9% Dextrosa + Solución Salina Glóbulos Otros
  • 39. No. % No. % No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 7 10.2 11 16.2 11 16.2 4 5.9 4 5.9 Sin deuda de Volumen 8 11.8 15 22 15 22 4 5.9 7 10.3 Total 15 22 26 38.2 26 38.2 8 11.8 11 16.2 Fuente: Historias Clínicas. En cuanto al Tiempo Quirúrgico debemos destacar que predominó entre uno a dos horas ,en un 64,7% representando más de la mitad de la muestra estudiada ,diferencias significativas se observaron en el de menos de una hora con un 22,1% ,y en más de 2 horas con un 13,2% (Tabla # 4). Tabla No. 4- TIEMPO QUIRÚRGICO Menos de 1 hora De 1 a 2 horas Más de 2 horas Total No. % No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 4 5.9 19 27.9 6 8.8 29 42.6 Sin deuda de Volumen 11 16.2 25 36.8 3 4.4 39 57.4 Total 15 22.1 44 64.7 9 13.2 68 100 Fuente: Historias Clínicas. Como se puede apreciar en la Tabla # 5, el 55,9% de las Intervenciones Quirúrgicas fueron urgentes, y el 44% electivas. Tabla No. 5- TIPO DE OPERACIÓN. Electivo Urgente Total No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 10 14.7 19 27.9 29 42.6 Sin deuda de Volumen 20 29.4 19 27.9 39 57.4 Total 30 44.1 38 55.8 68 100
  • 40. Fuente: Historias Clínicas. Llama la atención que en solo el 19% de los pacientes los líquidos durante el Transoperatorio se administraron a más de 20ml/Kg/hora, en un 45,6% se usaron a menos de 10 ml/Kg/hora y en un 35,2% de 10-20 ml/kg/hora. (Tabla # 6). Tabla No. 6- INGRESOS ADMINISTRADOS DURANTE EL TRANSOPERATORIO. Menos de 10 ml/kg/h De 10 a 20 ml/kg/h Más de 20 ml/kg/h Total No. % No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 16 23.5 7 10.2 6 8.8 29 42.6 Sin deuda de Volumen 10 14.7 17 25 12 17.6 39 57.4 Total 26 38.2 24 35.3 18 26.5 68 100 Fuente: Historias Clínicas. El tiempo transcurrido desde la operación hasta su llegada a la UTIP, se comportó de la siguiente forma, con un 51,4% de una a dos horas, 26,5% menos de 1 hora, y más de 2 horas el 22%. (Tabla # 7). Tabla No. 7- TIEMPO TRANSCURRIDO DESDE LA OPERACIÓN HASTA SU LLEGADA A LA UTIP. Menos de 1 hora De 1 a 2 horas Más de 2 horas Total No. % No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 4 5.9 16 23.5 9 13.2 29 42.6 Sin deuda de Volumen 14 20.6 19 27.9 6 8.8 39 57.4 Total 18 26.5 35 51.4 15 22 68 100 Fuente: Historias Clínicas El tiempo de recuperación del desequilibrio predominó en el intervalo de 6 a 12 horas con un 19,1%, seguido en orden de frecuencia por el de menos de 6 horas con un 16,2%. (Tabla # 8). Tabla No. 8- TIEMPO DE RECUPERACIÓN DEL DESEQUILIBRIO.
  • 41. Tiempo No. % Menos de 6 horas 11 16.2 De 6 a 12 horas 13 19.1 Más de 12 horas 4 5.9 Total 28 41.2 Fuente: Historias Clínicas. En la Tabla # 9 se observó que las complicaciones se presentaron en pocos casos, siendo las infecciones las más frecuentes en un 5,9%, nuevos desequilibrios solo en el 1,5%, y se reintervinieron solamente el 2,9% de los pacientes. (Tabla # 9). Tabla No. 9- COMPLICACIONES EN LA UTIP. Nuevo Desequilibri o Infecciones Reintervenc iones Otras No. % No. % No. % No. % Con deuda de Volumen 1 1.5 3 4.4 2 2.9 5 7.4 Sin deuda de Volumen 0 0 1 1.5 0 0 3 4.4 Total 1 1.5 4 5.9 2 2.9 8 11.8 Fuente: Historias Clínicas CONCLUSIONES 1. La cirugía con sintomatología abdominal y/o digestiva está asociada frecuentemente a la deuda de volumen en el postoperatorio mediato. 2. Las soluciones cristaloides fueron mayormente usadas para expandir volumen durante el acto operatorio, aunque en los pacientes que necesitaron reposición más intensa y duradera se usaron coloides. 3. Más de la mitad de los pacientes con signos de deshidratación al ingreso en terapia recibieron menos 10 ml/kg de expansores durante el transoperatorio. 4. La cirugía de urgencias, el tiempo quirúrgico con más de dos horas y la mayor permanencia en la sala de recuperación fueron factores favorecedores de la deuda de volumen. 5. Los pacientes que tuvieron presente la contracción de volumen, fueron más vulnerables a otras complicaciones. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1- Witter Du Gas R. Cuidados pre y postoperatorios. Tratado de Enfermería Práctica. 4ª ed. México: Interamericana; 1986. p.599-605.
  • 42. 2- Maxwell L, Deshpande J, Wetzel R. Preoperative evaluation of children. Clin Pediatr North Am 1994;41:93-100. 3- Fisher OA, Feldman M, Wilson M. Pediatrics responsibilities for preoperative evaluation. J Pediatr 1994;1215:675-6. 4- Kofman CD. La atención prequirúrgica en pediatría. Arch Arg Pediatr 1992;90:341-4. 5- Aberastury A. EL psicoanálisis del niño y sus aplicaciones. BS As: Ed Paiodos; 1988 6- Behrmam RE, Vaughan VC, Nelson W, editors. Tratado de pediatría. 14ª ed. México: Interamericana; 1992.p.907-8. 7- Cohen MM, Cameron CB. Should you cancel the operation when a child has an upper respiratory tract infection. Anesth Analg 1999;282-8. 8- Klaus K, George J, Headley W. Preoperative and postoperative consideration. En: Barnes RJ, editor. Asthma. Philadelphia: Lippincott-Raven; 1997. 9- Kozier B, Erb G. Líquidos y electrolitos: Parte II; Planificación y actuación para el equilibrio de Líquidos, electrolitos y ácido-base. Enfermería profesional. 2ª ed. T-II. Madrid: Ed. Interamericana; 1989.p.841. 10- Cote ChJ, Todres ID, Ryan JF. Evaluación preoperatoria del paciente pediátrico. En: Cote Ch, Ryan J, Todres D, Goudsouzian N, editores. Anestesia en Pediatría. 2ª ed. Ciudad México: Interamericana; 1994.p.41-59. 11- Wikinski JA. Consultorio de evaluación preoperatoria. Con anestesia. Edición especial; 1995. 12- Smltzer SC, Bare BG. Fluidoterapia parenteral en enfermería médico quirúrgica. 8a ed. México, DF: Mc Graw-Hill Interamericana; 1998.Vol I.p.239. 13- Behrman KA. Fluidoterapia perioperatoria. En: Nelson W, editor. Tratado de pediatría. 15ª ed. Madrid: Mc Graw. Hill Interamericana; 1998.Vol I.p.268. 14- Ruza. F. Cuidados postoperatorios en cirugía neurológica del niño. Cuidados intensivos pediátricos. 2ª ed. Madrid: Norma Sl; 1994.p.598. 15- Regalado García E. Factores generales en la hidratación del paciente quirúrgico. Manual práctico. Ciudad Habana: Editorial Ciencias. Médicas; 1989.p.107. 16- Schreiner MS; Triebwaser A, Keon TP. Ingestion of liquids compared with postoperative fasting in paediatric out patients. Anesthesiology 1994;593-4. 17- Collin VJ. Valoración y preparación postanestésica en su: Anestesiología de Collin. TJ. Ciudad Habana: Científico Técnica; 1992.p.130-2. 18- Schreiner MS. Preoperative and postoperative fasting in children. Clin Pediatr North Am 1994:41. 19- Smiltzer. SC, Bare BG. Equilibrio y desequilibrio hidroelectrolítico. Enfermería médico- quirúrgica de Bronner y Suddarth 8ª ed. Vol I. México: McGraw-Hill Interamericana; 1998. 20- Gil Ruviera ED. Shock. Taponamiento cardiaco. Enfermería. S.U. urgencias en enfermería 3ª ed. Madrid. Valencia: ed: Difusión, avances de enfermería; 2000.p.156-7. HOSPITAL PEDIÁTRICO DOCENTE “JUAN MANUEL MÁRQUEZ”. DIABETES INSÍPIDA EN LA UCIP. ENERO – OCTUBRE DEL 2003 AUTORES: LIC. NÉSTOR SÁNCHEZ MOREIRA. * LIC. SHIRLEY BATISTA BATISTA. * LIC. CARLOS EDUARDO ROBAINA AGUILERA. ** DR. ROBERTO GERÓNIMO ÁLVAREZ. *** DRA. LISETTE LÓPEZ GONZÁLEZ. ****