Proponen la eliminación del Consejo de la Magistratura
Marchas mochas
1. MARCHAS MOCHAS
Marcos Pérez Esquer
23 de Septiembre de 2016
Hace unos días los mexicanos fuimos testigos de la denominada “marcha por la
familia”. Este sábado habrá otra. Llaman mucho la atención estos eventos porque, en
nombre de la familia, en realidad lo que vemos es una virulenta manifestación en
contra de los matrimonios igualitarios, misma que se exacerba a través de las redes
sociales digitales. El argumento de los organizadores en el sentido de que marchan
para proteger la institución de la familia no tiene ni pies ni cabeza. Que yo sepa, no hay
iniciativa ni propuesta alguna que prohiba o atente contra la familia tradicional, y
tampoco hay planteamiento alguno que vulnere el derecho de los padres de educar a
sus hijos conforme a sus convicciones como señalan algunos; muy a tiempo quedaron
suficientemente desacreditados los rumores de que la SEP pretendía incluir
materiales sexuales explícitos o la llamada “ideología de género” en los contenidos
educativos, rumores que –intuyo- han sido propagados en buena medida por los
propios organizadores de las marchas.
Lo que sí hay, como ya comentamos en alguna columna anterior, es una iniciativa
presidencial para aprobar los matrimonios igualitarios, mismos que por otra parte, ya
fueron aprobados por la Suprema Corte, de tal suerte que la iniciativa de marras no
tiene mas objeto que facilitar la aplicación de la ley. Marchar en “defensa de la familia”
solo porque existe una iniciativa sobre matrimonios igualitarios, sería tanto como
marchar para defender la educación pública gratuita solo porque existen escuelas
privadas; en nada atentan estas contra aquella, son dos modelos que perfectamente se
complementan y brindan mas opciones a los ciudadanos; así, la familia tradicional y
los matrimonios igualitarios perfectamente pueden convivir para que cada quien
forme la familia que le plazca conforme a sus preferencias y a su libertad.
Francamente no veo de qué forma la existencia de otros modelos de familia atente
contra mi familia, en cambio, la prohibición de los matrimonios gays sí que atenta
contra la libertad, los derechos y la dignidad humana de los homosexuales.
Se que muchos de los que marchan lo hacen de buena fe, y como personas merecen
todo mi respeto, y no se diga su libertad de expresar y manifestar lo que esté en sus
convicciones, pero lamentablemente, me parece que están sido manipulados por los
organizadores. Muchos de los marchistas efectivamente creen que la SEP incorporará
materiales “inadecuados” para los niños en los cuadernos escolares, y otros muchos,
simplemente creen la versión de los líderes de la iglesia en el sentido de que los
matrimonios igualitarios de algún modo ponen en riesgo a sus familias tradicionales.
Ninguno ve con claridad que estas marchas en realidad no son a favor de nada sino en
contra de los matrimonios igualitarios, por lo tanto, son discriminantes,
fundamentalistas, radicales y violatorias de las libertades y los derechos humanos de
muchas personas. En una palabra, se trata de marchas mochas.