2. INTRODUCCIÓN
• Aquí unos pequeños secretos caseros para hacer que la
parrillada se convierta en una tarea más amable. Así, con
menos preocupaciones, uno puede dedicarse más a
inspirarse y a tratar de entender el arte tras un buen asado.
3. Prender el fuego y mantenerlo
Un buen truco para prender el carbón, es usar una botella de vino vacía
envuelta ajustadamente con anillos de papel de diario. Trate de que los anillos
de papel lleguen casi hasta el gollete de la botella. Póngala al medio de la parrilla
y distribuya el carbón a los costados. Luego, saque la botella y rellene el círculo
de papel con más hojas de diarios enrolladas fuertemente -que queden unos
espirales de papel denso- o con chips de madera. Enciéndalos. Ese es un gran
comienzo para el fuego.
4. Un tip más acerca del fuego
• Si quiere un poco más de ayuda, haga
un montoncito con los carbones que
ya encendió y con otros que no se
hayan prendido y ponga encima una
lata abierta por los dos costados (deje
un pequeño pedacito de la tapa del
costado que irá mirando hacia usted,
así tiene un lugar donde tomar la lata y
sacarla). La lata hará de tiro o
chimenea, y ayudará a que el resto del
carbón se prenda.
5. Limpiar la parilla
Una parrilla limpia es requisito indispensable para un buen asado. Primero
asegúrese de limpiarla cada vez que una parrillada llegue a su fin. Un cepillo
metálico es una gran herramienta para esto. Y lo otro, claro, es limpiarla justo
antes de comenzar un asado. Prenda el fuego, espere a que la parrilla ya esté
caliente -lo suficiente para que las grasas pegadas salgan fácil, pero no tanto
como para que su mano no aguante estar cerca de la parrilla- y luego parta una
cebolla por la mitad. Con la carne de la cebolla limpie la superficie de la rejilla.
Para esto también puede usar un limón partido por la mitad o la grasa que haya
sacado de alguno de los cortes de carne que vaya a usar.
6. Especiar el fuego
• No solo la carne se puede aliñar. Poner hierbas aromáticas o incluso sal sobre
las brasas en las que está asando es una buena manera de darle un sabor
único a su parrillada. Un puñado de romero y tomillo puede hacer maravillas
y hace un tiempo leí un artículo del New York Times donde contaban de un
chef belga que usa una mezcla de semillas de cilantro, juniper berries,
romero, bolitas de pimienta y otras hierbas secretas para hacer de sus asados
una experiencia memorable.
7. Ablando la carne
• Si tiene un corte de carne que es muy
sabroso pero no especialmente tierno,
use una salsa para marinar. Siempre
ayuda. Si lo que tiene entre manos es
un trozo de cordero no muy joven,
marínelo también en vino blanco, ajo y
hierbas aromáticas (romero y tomillo
siempre a la cabeza), para que la carne
se ablande y se vaya algo del sabor
fuerte de la carne.
8. Sellar y salar
• Si su asado consta de trozos de carne tiernos y jugosos, no es necesario
marinar. Se sorprenderá del sabor espléndido de un buen corte de carne.
Ahora, la sal no se transa. La gran pregunta es cuándo ponerla. Mucha gente
sala la carne antes de ponerla al fuego, el problema con este método es que
se pierde parte de la jugosidad del corte. Hay que gente que la sala mientras
la asa.
9. Más consejos sobre la sal
• Un buen agregado es sellar la carne, por lado y lado, antes de comenzar a
echar la sal (que tiene que ser gruesa). Para sellar la carne use el fuego
bastante alto, espere que el corte suelte la sangre y entonces voltéelo y ponga
la sal. Aleje un poco la rejilla del fuego y espere que el centro de la carne se
ase lentamente, con los jugos saltando en el interior. Si quiere, puede especiar
el fuego.
10. No pinche la carne
• Use un tenedor para saber que la carne
está lista, pero no la pinche ni la corte
porque la hará perder jugo. Use el tenedor
como si fuera un estetoscopio de médico.
Apóyelo sobre la carne y haga presión. Si
la carne está muy blanda es que le falta
cocción. Si la siente elástica es que ya ha
llegado a su punto medio (el preferido de
muchos, con los jugos haciendo fiesta en el
centro del trozo de carne) y si la carne está
firme es que ya está bien cocida.
11. Ahora ya puedes disfrutar de
un gran asado…
Gracias por leernos, esperamos que estos
consejos puedan servirte para sorprender a
tus comensales con el mejor asado que
alguna vez hayan probado.