El documento describe las cualidades de una educadora parvularia, incluyendo gozar de buena salud física y mental para enfrentar la actividad continua con niños preescolares, comprender y respetar al niño como persona y actuar con tranquilidad y respeto, y ser un ejemplo conductual para los niños y la comunidad.
2. Gozar de buena salud física y mental, ya que el trabajo
con preescolares exige una actividad continua y además
deben enfrentar múltiples reacciones.
Comprender y respetar al niño como persona.
Actuar dentro de un marco de tranquilidad y respeto.
Ofrecer una imagen agradable, limpia y cordial.
3. Apertura al cambio.
Respetar la iniciativa de los niños.
Tener la sensibilidad que le permita descubrir y aprovechar las
potencialidades del niño.
Valorar la importancia que esta etapa tiene en la formación del ser
humano.
4. No olvidar que la educadora es un ejemplo conductual, como
persona y como profesional en la comunidad