La placenta previa es una condición en la que la placenta se inserta anormalmente en la parte baja del útero, cerca o cubriendo parcial o totalmente el cuello uterino, lo que aumenta el riesgo de hemorragias durante el embarazo y el parto. Se presenta en aproximadamente 4 de cada 1000 embarazos. El diagnóstico se realiza mediante ultrasonido transvaginal. El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir un manejo expectante o una cesárea.
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S
e conoce como
placenta previa a
una condición en
la que la inserción
de la placenta ocurre de
forma anormal. Esta ano-
malía se da en el segmen-
to inferior del útero, cerca
del orificio cervical inter-
no, que es la zona donde
ocurre el borramiento y
dilatación durante el tra-
bajo de parto, y en ocasio-
nes cubre parcial o total-
mente el orificio cervical
interno.
Esta condición anómala
de la inserción de la pla-
centa ocurre en casi cuatro de cada mil embarazos; en
México se han reportado casos entre el 3% y 5% de las
gestaciones.
Se presenta un aumento significativo en la posibilidad
de hemorragias desde el segundo trimestre hasta la
resolución del embarazo, lo cual expone a la paciente
a una transfusión de sangre, incisión quirúrgica como
la cesárea y, en ocasiones, a la necesidad de ser some-
tida a una histerectomía obstétrica (extirpar el útero) y
con ello a que aumenten los días de estancia intrahos-
pitalaria.
Este padecimiento se da en mayor número en personas
con antecedentes de cirugía uterina previa, mujeres
mayores de 35 años, así como en mujeres multíparas
(que han tenido más de tres partos) en comparación
con las nulíparas (ninguno).
PLACENTA
PREVIA
SALUD
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Se han reconocido como factores de riesgo las siguien-
tes condiciones:
• Fertilización tardía
• Respuesta alterada del endometrio
• Edad materna avanzada
• Multiparidad
• Embarazos múltiples
• Cirugía uterina previa
• Vascularidad defectuosa
Causas
Las causas reales de esta anomalía aún se descono-
cen. Se mencionan varios eventos relacionados, como
la implantación tardía del huevo, disminución de la ca-
pacidad del endometrio, así como otras alteraciones
endometriales (capa funcional del útero) que son cau-
sadas por anormalidades en la vasculatura endome-
trial y decidual, provocadas por tumores, cicatrices y
trastornos circulatorios.
Cuando previamente existe un antecedente de cesá-
rea o placenta previa, el riesgo es cuatro veces mayor.
Además, es un factor que puede provocar una patolo-
gía en la placenta denominada placenta acreta hasta
en 24%, el cual se va incrementando con el número de
cesáreas previas.
Clasificación:
Existen varias clasificaciones. A continuación, mencio-
namos las más comunes y funcionales:
Inserción baja. Es cuando el borde inferior de la
placenta se encuentra en el segmento uterino inferior,
pero a más de 7cm de
distancia del orificio cer-
vical interno.
Previa marginal.Cuan-
do el borde placentario
inferior se encuentra en
el segmento uterino infe-
rior, a menos de 7cm del
orificio cervical interno.
Previa parcial. Cuando
la placenta cubre el ori-
ficio cervical interno y el
cuello se encuentra ce-
rrado, pero cuando existe
dilatación igual o mayor
a 3cm, sólo la cubre par-
cialmente.
Previa total. La placenta
cubre la totalidad del ori-
ficio cervical interno aún
con dilatación avanzada.
Durante la primera fase
del trabajo de parto, una
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Por Dr. Jesús E. Luján Irastorza
Médico Ginecólogo-Obstetra
y Medicina de la Reproducción Humana
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placenta de inserción baja puede volverse marginal y
una marginal convertirse en parcial.
Diagnóstico:
• Desde el punto de vista clínico, el sangrado trans-
vaginal de variable magnitud durante la segunda mi-
tad del embarazo, es el signo para el diagnóstico de
la placenta previa; lo característico de este sangrado
es que se presenta de manera súbita y no causa dolor,
incluso en presencia de contracciones uterinas.
• El mecanismo por el cual se presenta el sangrado es
mecánico por desprendimiento placentario.
Durante el desprendimiento del borde placentario y
de la separación de las vellosidades coriales, se pue-
de desarrollar un sangrado de origen fetal. Detectar la
presencia de eritrocitos fetales es importante desde el
punto de vista de inmunización, así como en algunos
casos de pérdida sanguínea fetal importante.
El hecho de que no se presente un sangrado antes del
trabajo de parto no descarta el diagnóstico de placen-
ta previa, ya que hasta el 10% de los casos del primer
episodio de sangrado se presenta durante el mismo.
Por lo general, los episodios de hemorragia mejoran y
desaparecen con el manejo. Sin embargo, en ocasio-
nes el episodio puede ser tan importante que requiere
de interrupción inmediata del embarazo. El estado ge-
neral de la paciente con esta condición médica va en
relación directa con la magnitud de la hemorragia.
Existen diversas condiciones médicas que deben ser des-
cartadas y deben diferenciarse de la placenta previa:
• Desprendimiento prematuro de la placenta nor-
moinserta
• Ruptura del seno marginal
• Ruptura uterina
• Cáncer de cérvix
• Pólipos y discrasias san-
guíneas
Actualmente el diagnós-
tico de la mayoría de las
placentas previas es rea-
lizado mediante ultraso-
nografía rutinaria del se-
gundo trimestre, por vía
vaginal. Este ultrasonido
transvaginal en cualquier
edad gestacional debe
considerarse el procedi-
miento estándar de oro
para diagnosticar placen-
ta previa, ya que la vía
transabdominal presenta
inconvenientes en la co-
rrecta localización pla-
centaria, describiéndose
hasta 60% de relocaliza-
ción por vía transvaginal.
El diagnóstico ultrasono-
gráfico presenta 2 pasos
“críticos”.
1. Clasificar el tipo de
placenta previa. (“Pro-
puesta actual”).
2. Descartar acretismo
(“Examen dirigido”).
Cuando hay placenta pre-
via, el ultrasonografista
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debe preguntar directamente por el antecedente de
cesárea.
El manejo de la placenta previa se puede dar de dos
maneras, según el tipo y estado de la paciente:
Expectante
• Hemorragia leve
• Sin complicaciones
• Transfusión sanguínea
• Tocolíticos
• Inductores de madurez fetal
• Cerclaje (no ha demostrado utilidad)
Intervencionista
• Hemorragia abundante
• Cérvix distendido
• Embarazo de término
• El trabajo de parto sea incontrolable
Resolución por vía vaginal
• Inserción baja de placenta
• Presentación cefálica
• Sangrado leve
• En este caso, vigilar la hipoxia fetal (disminución de
la oxigenación del feto).
Resolución mediante cesárea
• Previa marginal, total o parcial
• Hemorragia grave
• Distocias de presentación y situación
• El tipo de incisión indicada en el útero dependerá de
la situación.
El pronóstico para ambos (madre e hijo)
• Materno: El pronóstico es bueno, siempre y cuando
exista atención oportuna.
• Fetal: Encontramos diversas causas de muerte como
prematurez, hemorragia y accidentes del cordón. Estas
anomalías se asocian con anomalías congénitas graves.
Existen complicaciones
maternas como:
• Hemorragia
• Sx. de Seehan (disfun-
ción global de la glándula
hipófisis secundaria a he-
morragia)
• Atonía uterina
• Acretismo placentario
• Riesgo de infección
• Tromboembolismo
Complicaciones fetales
• Distocias (parto difícil)
• Prematurez
• Hemorragia fetal
• Sufrimiento fetal
• Trauma obstétrico
Un control prenatal ade-
cuado con seguimiento
ultrasonográfico y con
base en los signos clíni-
cos es fundamental para
identificar esta condi-
ción que complica hasta
un 5% de los embarazos.
La información detallada
de las condiciones de la
inserción de la placen-
ta, la presencia de he-
morragia y el estado de
salud de la paciente son
elementos clave para el
éxito en el manejo de
esta condición.
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