2.
La Iglesia nos manda echar en
este día una mirada al cielo, a
esa turba magna, a esa
muchedumbre incontable de
Santos, integrado por todos
cuantos acá en la tierra se
desasieron de los bienes
caducos y fueron mansos,
misericordiosos, puros,
pacíficos y perseguidos por
Cristo. Entre esos millones de
Justos a quienes hoy honramos
y que fueron sencillos fieles de
Jesús en la tierra, están
muchos de los nuestros,
parientes, amigos, miembros
de nuestra familia parroquial, a
los cuales van hoy dirigidos
nuestros cultos.
3.
L a Sagrada Biblia llama
"Santo" a aquello que
está consagrado a Dios.
La Iglesia Católica ha
llamado "santos" a
aquellos que se han
dedicado a tratar de que
su propia vida le sea lo
más agradable posible a
Nuestro Señor.
4.
E n el cielo están San Chofer
de bus y Santa Lavandera de
ropa. San Mensajero y Santa
Secretaria. Santa Madre de
familia y San Gerente de
Empresa. San Obrero de
construcción y San Agricultor.
San Colegial y Santa
Estudiante. Santa Viuda,
Santa Solterona, Santa Niña y
Santa Anciana. San
Sacerdote, San Obispo, San
Pontífice, San Limosnero, San
Celador, Santa Cocinera, San
Arrendatario y San Millonario,
y muchos más que amaron a
Dios y cumplieron sus deberes
de cada día.
5.
Los santos no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos
ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos,
viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos, unos muy
inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros
fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido santos
desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y
se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron,
y decidieron ser felices siguiéndolo.
6.
Ser santos es
querer seguir a
Jesús, actuar
como él, hacer el
bien como él,
amar como él.
SER SANTO ES
SER AMIGO DE
JESÚS.
9. La tradición de rezar por
los muertos se remonta
a los primeros tiempos
del cristianismo, en
donde ya se honraba su
recuerdo y se ofrecían
oraciones y sacrificios
por ellos.
Cuando una persona
muere, ya no es capaz
de hacer nada para
ganar el cielo; sin
embargo, los vivos sí
podemos ofrecer
nuestras ORACIONES.
10.
Las tradiciones
populares con tintes
religiosos, como las del
día de Difuntos, están
en riesgo de
desaparecer, porque los
referentes culturales de
nuestros antecesores
distan de los de muchos
jóvenes de hoy.
El desinterés por
conocerlas y no ser
participantes de las
mismas es cada vez
mayor.
11. El cementerio, en
estos dos primeros
días de noviembre,
es donde asoman
las más inusitadas
manifestaciones y
los más extraños
encuentros entre
vivos y muertos.
15.
Crisantemos: flores típicas para el día de
los difuntos. Hoy día ya no predominan
tanto como hace algunos años y se ven
claveles, gladiolos etc…
16.
Otro elemento simbólico que se hace
manifiesto este día son las velas. Las
velas encendidas, según cuenta la
tradición, iluminaban el camino que tenían
que seguir las almas de los difuntos para
llegar a este otro mundo
17. Una parte de la humanidad, culturalmente
significativa, considera que el invierno, la estación más
lúgubre y fría la “muerte” de la naturaleza, se inicia 40
días después del equinoccio de otoño (22 de Sept) con
la celebración de unas fiestas que llamamos de Todos
los Santos y de los Fieles Difuntos.
Es el momento de rendir culto a los muertos, y eso se
vincula con la vuelta de sus almas durante esos días y
diversas manifestaciones de su presencia entre
nosotros.
20. Aparte
de las ya mencionadas y típicas
castañas características de esta época del
año. Podemos encontrar en cualquier
pastelería que se precie los buñuelos de
viento (cuenta la tradición que cuando te
comes un buñuelo sacas un alma del
purgatorio).
21.
.
Y los “huesos de santo”, que son dulces de azúcar y huevo
que fingen el canibalismo sacro; si uno se come a los muertos
simbólicamente, es porque los quiere y no les tiene miedo