Las hojas fabrican su propio alimento a través de la fotosíntesis usando la luz del sol, el aire y el agua. La fotosíntesis convierte la energía solar, el agua y el dióxido de carbono en oxígeno y energía que las plantas necesitan para vivir. Las flores son los órganos reproductores de las plantas y cumplen funciones como la polinización y la fecundación para producir semillas a través de la unión del polen y el óvulo.