Superar la crisis sin golpear al pueblo_Pronunciamiento_v2.docx
1. Superar la crisis sin golpear al pueblo
y unirnos por la defensa de la vida, la salud y el trabajo
Nosencontramos enuna segunda ola de contagios por la COVID19. Según cifras del SINADEF,
han perdido la vida por esta causa más de 100,000 peruanos y peruanas hasta el momento.
Somos el país con la tasa de fallecidos más alta del mundo. Pero el impacto no ha sido el
mismo para todos. El rostro más cruel del sistema capitalista se ha visto en el Perú: es el
pueblo trabajador el más golpeado. La encrucijada es mortal. Sin ningún tipo de apoyo
económico, el pueblo se ve obligado a trabajar y a contagiarse, pues de no hacerlo, viene el
hambre;y si llegael contagio, tocalidiarcon hospitales colapsados,faltade oxígeno, medicinas
a precios inflados y clínicas privadas que extorsionan sin ningún pudor a nuestras familias.
Tanto Vizcarra como Sagasti han intentado ocultar su incompetencia echando la culpa a la
población.Es cierto que hay gente irresponsable que no toma medidas de cuidado, pero eso
no explicalatragediaque vivimos.Laverdadesque la cuarentena inicial fracasó por no cuidar
el empleoni asegurarel ingresode lasfamilias.A losbonosfocalizadosse destinóquince veces
menos recursos que al apoyo a las empresas. Estas últimas, en especial las grandes, optaron
masivamente porlasuspensiónperfectayrecibieronmillonariosapoyos financieros, como las
garantías otorgadas mediante Reactiva Perú, con un valor de 60 mil millones de soles.
Una vez fracasada la cuarentena, se envió al contagio a la población con una irresponsable
reactivacióneconómicacuandoestábamos en el pico de contagios. Hoy la economía sigue en
crisis,crecennuevamenteloscasos de contagio y entre el hambre y el virus, cientos de miles
han optado por seguir trabajando, con resignación y temor. Entre la vida y la economía, ha
predominado la economía; es decir, la ganancia de un puñado de empresarios.
Esto debe terminar.Urge implementarmedidasinmediataspara enfrentar la crisis sin golpear
al pueblo, poniendo por delante la vida, la salud y el trabajo. Entre ellas, proponemos las
siguientes:
1. Vacunación masiva de la población, realizada de forma exclusiva por el Estado.
Intervención estatal de las clínicas, laboratorios, farmacias y plantas de oxígeno para
poner toda la capacidad médica nacional al servicio de la atención pública de la
emergencia. Inversióndecididaenlaatenciónprimariade salud. Nadiedebe morir por
no contar con dinero.
2. Impuestoespecial alariqueza,fin de exoneraciones tributarias a grandes empresas y
cobro de deudaspendientesconel Estado.La crisisdebenfinanciarla los más ricos, no
los trabajadores con su CTS, sus fondos de pensiones o sus ahorros familiares.
3. Derogación de la suspensión perfecta de labores y prohibición de despidos y ceses
colectivos mientras dure la emergencia. Para asegurar la continuidad del empleo,
serán necesarios apoyos específicos a micro y pequeñas empresas, otorgados
directamente sin pasar por la especulación de los bancos con recursos públicos. Las
empresas grandes y el Estado no tienen justificación alguna para despedir, dejar de
renovar contratos o reducir salarios.
4. Cuarentena estricta a nivel nacional con implementación de un bono universal
personal de 1,000 solesmensualesatodapersonamayorde 18 años.El costo del bono
sería apenas de la tercera parte de lo destinado a Reactiva Perú y un impuesto a la
riqueza podría financiarlo por dos meses sin dificultad.
5. Suspensióndelcobrode serviciospúblicos y deudas financieras a personas naturales,
apoyo decidido a ollas comunes y comedores populares y programa nacional de
2. SEDAPALorientadoaproveerde agua mediante camiones cisterna a todos los barrios
que hoy no cuentan con acceso a la red pública.
La entrega de un bono universal, la protección del empleo y el apoyo a microempresas
permitiránnosoloque lasmedidasde cuarentenafuncionen y frenemos la segunda ola hasta
que sea masiva la vacunación, sino que también permitirán una reactivación económica
apoyada en la demanda interna. Al mismo tiempo, la acción decidida del Estado, haciendo
frente a la ambición privada, hará posible que el derecho a la vida y la salud no estén
condicionadosporel dinero,comodebieraser en cualquier sociedad mínimamente solidaria.
Sinembargo, esta vía es incomprensible para un gobierno neoliberal como el actual. Sagasti,
Vizcarra y sus antecesores, obedecen a los intereses de grandes corporaciones que amasan
fortunas a costa del país hace varias décadas. Para vencerlos debemos tener más fuerza que
ellos. Es necesario, por tanto, que las organizaciones del campo popular nos unamos en una
plataformaunitariaanivel nacional,concapacidadde hacersentirla vozmayoritaria.Nuestros
problemas son comunes y también nuestros enemigos, debemos trabajar juntos.
Al mismotiempo, lasfuerzassocialistas debemos discutir seriamente nuestra unidad política
con una perspectiva de largo plazo. Las crisis sanitaria y económica son parte de una crisis
mayor: la crisis del régimen neoliberal de dominación y del sistema económico capitalista.
Estamos viviendo un cambio de época y la posibilidad de que lo transitemos en un sentido
revolucionario requiere de organizaciones fuertes capaces de dar orientación, como
instrumento político de la clase trabajadora. Es la tarea histórica que se nos pone al frente y
nuestrodeber en esta severa crisis que golpea a nuestro pueblo. Pongamos manos a la obra.
¡Por una salida a la crisis que no golpee al pueblo!
¡Construir poder popular en defensa de la vida, la salud y el trabajo!
¡Por un proceso popular constituyente que ponga fin al neoliberalismo!
¡Por la unidad política de las organizaciones socialistas!
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