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  1. 378.7281 R114 Rabe Rendón, Byron Alfredo El movimiento que transformó la Facultad de Arquitectura. CRA. Guatemala: Facultad de Arquitectura, DIFA, USAC, 2022. 430 p. ; 25.4 cm ISBN 1. Educación superior 2.Historia de la Facultad de Arquitectura 3. Desarrollo académico 4. Plan de Estudios de Arquitectura 5. Modelos educativos. 6. Movimientos estudiantiles. Agradecimiento A las Maestras Amanda López, Diana Rosales, Ingrid Molina y miembros del Archivo General de la USAC que facilitaron el acceso a la información. A mi hija Karla por su tesonero trabajo y dedicación en el diseño, diagra- mación e impresión. A quienes proporcionaron fotografías, mención especial a las históricas imágenes de Jorge Rousselin y a las obtenidas del archivo de Oscar Eduardo Barillas por conducto del Dr. Edgar Barillas, así como las valiosas caricaturas de Ramiro García (†) y Sergio Duarte. A quienes ayudaron a identificar a las personas en las fotografías. A los entrevistados (todos identificados al final del libro) que me permitieron complementar la información documental obtenida y, a todos aquellos que de una forma u otra, aportaron a este proceso.
  2. Dirección de Investigación de la Facultad de Arquitectura Universidad de San Carlos de Guatemala Dr. Arq. Byron Alfredo Rabe Rendón 2022 El movimiento que transformó la Facultad de Arquitectura. CRA
  3. Contenido Presentación 1 Introducción 11 01. Antecedentes 19 El origen 21 Fundación de la Facultad 25 Inician los años sesenta 29 Los Estudios Generales 31 Se suspenden los Estudios Generales 36 Los acomodos urgentes 40 02. Preámbulo 49 El nuevo contexto universitario 50 El escenario interno 52 El cerco político académico 55 Un acelerante para el rompimiento 59 Un plan de cambio acompaña la toma del edificio 65 El espaldarazo del Consejo Superior Universitario 70 Las causas del rompimiento 72 03. Un vehemente inicio 79 La instalación del CRA 82 Renuncia el Decano 91 Reacciones ante el rechazo de la renuncia 95 La búsqueda del retorno a la normalidad 104 La toma de rectoría y el cambio de decisión 107 La negativa ante otra decisión del CSU 110 Rechazo a la exhortación de renuncia 113 Entre estira y encoge 115
  4. 04. Las Propuestas 119 El Proyecto de Reestructuración de Arquitectura 124 Reinician las clases y el movimiento avanza 128 El CSU aprueba el Plan de Estudios 132 El modelo de autogobierno 134 El Plan de Estudios 1972 137 05. Acciones para consolidar el CRA 149 El inicio del nuevo Plan se retrasa 151 Dificultosas convocatorias a elecciones 153 Dos permisos que aturden 156 Una cuestionada evaluación docente 157 Sustitución de los cuadros docentes 166 Cambio de la directiva del Claustro 169 El bloqueo de las elecciones 171 Se cierra el cerco 176 06. La desintegración 181 La decisión sobre el sistema de gobierno 183 Reclamos, anulaciones y renuncias 188 El CSU toma el control de la Facultad 190 Insatisfacciones y alternativa 192 07. La intervención 197 Asume la Comisión de Dirección y Administración 198 Los permisos de los catedráticos titulares 203 Nuevos cambios a nivel nacional y universitario 205 La purga de los catedráticos titulares 207 Reorganización académica 210 Las nuevas elecciones 213 Con el camino despejado 218
  5. 08. Retomando el rumbo 223 Tábano 226 Inicia la nueva gestión 231 La Unidad Técnico-Académica de Arquitectura 235 Reacondicionamiento del currículo 236 Nuevas contradicciones 239 09. Fisuras en el nuevo paradigma 247 La renuncia del Consejo de Facultad 248 Primer CONEVAL 256 Los reclamos estudiantiles 266 Un paradigma en crisis 269 10. El sismo abrió una senda alterna 275 Las primeras acciones de Arquitectura 278 El Plan de integración Académica 1976 281 Las dificultades para implementar el PIA 76 283 El Plan de Integración para el segundo semestre 286 Exigencias y tambaleos 290 Las grietas que dejó el sismo 292 11. Discordia y desencanto 299 Los conflictos internos se incrementan 300 El rompimiento con la línea directiva del CRA 302 El desmantelamiento de la base del CRA 306 El modelo transformador se desploma 307 12. Postrimerías de una época 313 Recurso de Amparo 315 La opinión de otros actores 319 Investigación y dictamen de la Comisión 321 Una cruda realidad 325 Hacia el final de una difícil gestión 327 La segunda purga y sus consecuencias 333
  6. 13. Escenarios inciertos 339 Las nuevas vinculaciones de Tábano 342 Asumen nuevas autoridades 344 La represión se intensifica 345 Un oscuro panorama 347 14. El afán por la reestructura 351 Asume el Decano para el período 1979-1982 353 La evaluación del CRA 355 El Plan de Trabajo 1979-1983 359 La reforma curricular de 1980 363 Otro frustrado Coneval 366 Un freno al acelerado arranque 368 15. Entre el asedio y la barbarie 373 Inicia otro año de delirio y muerte 374 Tras la Semana Santa no se hizo la calma 375 Unidades Secretas de Autodefensa Estudiantil 377 Las secuelas de una masacre 379 Las resistencias se asfixian 382 16. Del sueño al letargo 387 Una escalada de ausencias, permisos y renuncias 388 La rebelión del Decano 392 Las respuestas del CSU y la Junta Directiva 400 La definitiva salida del Rector 402 El retorno que no llegaría 404 Reflexiones 411 Referencias 422 Bibliografía 424 Entrevistas 429
  7. Índice de Figuras Figura. 1.1 Inauguración de la Facultad de Arquitectura, 5 de septiembre de 1958. Figura 1.2 Arq. Roberto Aycinena, Decano agosto 1958 - marzo 1965. Figura 1.3 Arq. Jorge Montes Córdova, Decano marzo 1965-mayo 1969. Figura 1.4 Arq. Carlos Asensio Wunderlich, Decano 1969-1973. Figura 1.5 Primer Congreso Centroamericano de Estudiantes de Arquitectura, 1969. Figura 2.1 Julio Fonseca, representante estudiantil ante el CSU 1972. Figura 2.2 Durante la toma del a Facultad en la mañana del 22 de abril de 1972. Figura 2.3 Titular de prensa, toma de la Facultad de Arquitectura de la USAC. Primera plana de Diario El Gráfico, abril de 1972. Figura 2.4 Asamblea General de Estudiantes, 1972. Figura 2.5 Preparando carteles de protesta. 1972. Figura 2.6 El entierro de las estructuras, abril de 1972. Figura 3.1 Acto de instalación del CRA en el Salón de Actos de Ingeniería. Mayo de 1972. Figura 3.2 Trabajo de análisis y discusión por un grupo de estudiantes 1972. Figura 3.3 Reunión de asesoría al proceso de renovación curricular. 1972. Figura 3.4 Asamblea General de Estudiantes para solicitar la renuncia del decano. Julio de 1972. Figura 4.1 Grupos de trabajo, 1972. Figura 4.2 Reuniones de trabajo, 1972. Figura 4.3 Reunión resolutiva del CRA. 1972. Figura 4.4 Reunión resolutiva del CRA. 1972. Figura 4.5 Portada del Proyecto de Reestructuración, producto del CRA, 1972. Figura 4.6 Integrantes del directorio del CRA. Figura 4.7 Reunión en aula. 1972. Figura 4.8 Red curricular del Plan 1972. Figura 5.1 Trabajo de procesamiento de información, 1972. Figura 5.2 En espera del reinicio, 1972. Figura 5.3 Panfleto de crítica a un precandidato a decano, 1973. Autor: Sergio Duarte. Figura 5.4 Profesores y líderes estudiantiles en proceso de organización. Figura 5.5 Panfleto de crítica al Claustro de catedráticos, 1973. Figura 6.1 Presentación ante el CSU. 1972 Figura 7.1 Reunión de trabajo. 1972 Figura 7.2 Estudiantes reunidos en un salón de dibujo. Figura 7.3 Plan de Estudios 1972. Figura 7.4 Arq. Lionel Méndez Dávila, Decano 1974- 1979. Figura. 8.1 Mural: Los gorilas al zoológico, los hombres al poder. En Ciudad Universitaria, zona12.
  8. Figura 8.2 Mural: Estudiante sospecho que te vas a graduar de explotador. En Ciudad Universitaria, zona12. Figura 8.3a Sección oeste del Mural al interior del Edificio T2 de la Facultad de Arquitectura. Figura 8.3b Sección norte del Mural al interior del Edificio T2 de la Facultad de Arquitectura. Figura 8.3c Sección este del Mural al interior del Edificio T2 de la Facultad de Arquitectura. Figura 8.3d Sección sur del Mural al interior del Edificio T2 de la Facultad de Arquitectura. Figura 8.4 Portada y directorio de la Revista Tábano No. 2, mayo de 1975. Figura 8.5 Grupo de teatro experimental de arquitectura, 1973. Figura 8.6 Organización por niveles para la Unidad 3.2. Figura 9.1 El reino de la oportunidad, crítica a las autoridades de la Farusac. Figura 9.2 La loba, crítica a las autoridades de la Farusac. Figura. 9.3 Cartel promocional del Primer Coneval, programado inicialmente para mayo de 1975. Figura 9.4a / 9.4b Primer carnaval, crítica al primer Congreso de Evaluación de la Facultad de Arquitectura, Coneval. Figura 9.5a /9.5b Primer carnaval. Crítica al primer Coneval. Figura 9.6a / 9.6b Primer carnaval. Crítica al primer Coneval. Figura 9.7a /9.7b Primer carnaval. Crítica al primer Coneval. Figura 9.8 Miembros de la constituyente de AEDA, 1975. Figura 10.1 Un descanso durante las tareas de descombramiento en Santiago Sacatepéquez, 1976. Figura 11.1 Sátira con los personajes que integraban parte del cuerpo administrativo y académico de la facultad, la mayoría de ellos renunció a sus cargos directivo. Figura 12.1 Asamblea general de estudiantes de Arquitectura, mayo de 1978. Figura 12.2 Huelga estudiantil en la Facultad de Arquitectura, mayo de 1978. Figura 12.3 Asamblea general de estudiantes de Arquitectura, mayo de 1978. Figura 12.4 Asamblea general de estudiantes de Arquitectura, mayo de 1978. Figura 12.5 Huelga estudiantil en la Facultad de Arquitectura, mayo de 1978. Figura 14.1 Arq. Gilberto Castañeda, Decano 1979- 1980. Figura 16.1 Mural: Hay un camino que recorrer, la revolución. En Ciudad Universitaria, zona12. Figura 16.2 Mural: No era tras la muerte a lo que fuimos. !Es tras la vida!
  9. Índice de tablas Tabla 7.1 Nómina de catedráticos que iniciaron el ciclo lectivo de 1974 por Áreas de conocimientos. Tabla 7.2 Organización por Áreas y Unidades de conocimiento. Tabla 7.3 Coordinación Académica a partir de junio de 1974. Tabla 8.1 Integrantes de los órganos paritarios de la Facultad de Arquitectura en 1975. Tabla 8.2 Nómina de catedráticos de 1975 por Áreas y Unidades. Tabla 8.3 Algunas críticas a los actores y el proceso. Tabla 10.1 Nómina de catedráticos de 1976 por Áreas y Unidades. Tabla 11.1 Descripción cronológica de los hechos que en 1976 llevaron a las renuncias de los directivos e interrupción del proceso. Tabla 12.1 Nómina de catedráticos y ayudantes de cátedra de 1977 por Áreas y Unidades. Tabla 12.2 Percepción sobre los resultados académicos del CRA Tabla 1.1 Opiniones sobre los estudios básicos en la EEG. Tabla 2.1 Opiniones sobre las causas que llevaron al movimiento. Tabla 3.1 La percepción sobre el tema político ideológico. Tabla 4.1 La percepción sobre los aportes sociales del CRA. Tabla 4.2 Plan de Estudios 1972 por ciclo, asignaturas y prerrequisitos. Tabla 4.3 La percepción sobre los aportes académicos y las nuevas relaciones. Tabla 5.1 Catedráticos contratados que iniciaron el ciclo lectivo de 1972 con el Plan 1969 según materias impartidas y centro educativo de graduación. Tabla 5.2 Catedráticos Titulares que iniciaron en 1972 según materias impartidas y centro educativo de graduación. Tabla 5.3 Catedráticos contratados en el ciclo lectivo de 1973 (Planes 69 y 72)según materias impartidas y centro educativo de graduación.
  10. Mural Ciudad Universitaria
  11. Escenarios inciertos 338
  12. Escenarios inciertos 339 487. Historia de El Salvador, Tomo II, 215. Entre 1977 y 1979 se dieron varios cambios que afectaron el escenario político, social y académico. Entre ellos, la nueva presidencia de los Estados Unidos que inició a principios de 1977 y llegaba con variantes sustantivas en las políticas del gobierno que afectarían a Centroamérica. En Guatemala, en 1978, asumiría un gobierno militar de ultraderecha que evidenciaría su poca simpatía hacia la Universidad. Ese mismo año, llegaría a la Universidad un Rector relacionado con el partido comunista que, desde un principio, marcaría su oposición hacia el gobierno militar, posteriormente en 1979, asumiría un Decano de Arquitectura que intentaría levantar la bandera social del CRA. Aestepanoramasesumaríandossucesosdentrodelistmocentroamericano, el triunfo de la revolución Sandinista en Nicaragua, en julio de 1979 y el golpe de Estado al presidente de El Salvador, general Carlos Humberto Romero, en octubre de ese mismo año. Ese golpe tenía condiciones particulares, había sido dado por un grupo de militares que redactaron una proclama con una de las más categóricas denuncias de las injusticias que se había conocido en El Salvador. La proclama de la Junta Militar se comprometía a detener la violencia, anunciaba medidas para lograr una distribución equitativa de la riqueza nacional, que incluían una reforma agraria, a la banca y al comercio exterior, que coincidían con las banderas de la izquierda.487 Todo matizaba desventajas para el gobierno militar en Guatemala y vaticinaba una consolidación de las fuerzas de izquierda en la región. ESCENARIOS INCIERTOS
  13. Escenarios inciertos 340 El nuevo presidente de los Estados Unidos, James Carter, sostenía que enfrentar al comunismo mundial y los movimientos subversivos latinoamericanos, con medios de lucha, no haría sino avivarlos. La política exterior de Carter se basaba en dos ejes: defender los derechos humanos en especial contra las acciones de los gobiernos del continente que más actividades represivas realizaban y, promover una serie de reformas que pretendían quitar la razón de ser de la insurgencia comunista. «Realizaba parte de su programa contra lo que el Departamento de Estado percibía como el dominio de una cerrada oligarquía insensible a los justos reclamos populares».488 El Departamento de Estado elaboró un informe en el que señalaba a Guatemala como uno de los países del continente americano en donde más se violaban los derechos humanos. Esto generó una fuerte presión sobre el gobierno guatemalteco. El general Laugerud García no estuvo dispuesto a aceptar los condicionamientos, por lo que renunció a la ayuda militar estadounidense y denunció la Doctrina Carter como una intervención. 489 Durante los primeros años del gobierno de Laugerud se había favorecido la apertura hacia la organización social y reducido los ataques contra los universitarios, pero la situación comenzó a cambiar en la última parte del período. El 8 de junio de 1977 fue asesinado el licenciado Mario López Larrave cuando salía de su oficina y se dirigía a sus labores docentes en la Facultad de derecho. López Larrave había sido Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. El CSU se pronunciaría indicando que el asesinato Mario López Larrave y el de otros ciudadanos y profesionales, habían sido grotescas maniobras, 488. Carlos Sabino, Guatemala la Historia silenciada (1944-1989). Tomo II, El dominó que no cayó. Guatemala: Grafiatec. 2018. 298. 489. ASIES. Compendio de Historia de Guatemala, 53.
  14. Escenarios inciertos 341 ya conocidas en los círculos políticos, que trataban de distraer la opinión pública de los problemas de fondo que afligían al pueblo, y además constituían expresiones sangrientas destinadas a aterrorizar a las fuerzas democráticas, que trataban de luchar por la libre expresión de sus ideas. 490 El CSU con un categórico planteamiento manifestó la posición que la Universidad mantendría durante los años siguientes. Hizo un llamado a los universitarios (profesores, estudiantes y profesionales), a todos los organismos y entidades representativas de tales sectores, a los trabajadores universitarios, a los obreros y campesinos del país, y en general a la ciudadanía, para que cerraran filas en defensa de sus derechos, y no se dejaran amedrentar por ese nuevo hecho sangriento que enlutaba a la institución y al pueblo guatemalteco. 491 Pero ese comunicado no evitaría nuevos hechos de sangre. Ese año serían asesinados los estudiantes Aníbal Caballeros y Robin García. El cuerpo de García sería descubierto el 4 de agosto de 1977, con heridas de bala y evidencias de haber sido salvajemente torturado. El nombre de este último sería utilizado para designar a una nueva agrupación universitaria, el Frente Estudiantil Robin García (FERG) que se relacionaría con el movimiento guerrillero. El FERG se vincularía con un radical colectivo estudiantil de Arquitectura, el grupo Tábano. El 31 de marzo de 1978 asumiría como nuevo Rector, el Lic. Saúl Osorio, que continuaría con el acompañamiento de los movimientos sociales y debería afrontar las crecientes presiones del gobierno militar. En tanto que el 1 de julio asumiría como presidente de la República el general Romeo Lucas García, dando inicio a una gestión que sería cuestionada por las políticas de represión y violencia dirigidas a diversos sectores de la población. A veces pienso que nuestro ánimo disminu- yó y la problemática del país consumió lo poco que aún nos quedaba. Luis Estrada 490. CSU 18/1977 de 8 de junio. 491. Ídem.
  15. Escenarios inciertos 342 Las nuevas vinculaciones de Tábano 492. Vázquez, Militantes clandestinos, 9. 493. Ibid, 10. Ese mismo año un grupo enfrentado internamente con el Comité central del Partido Comunista creía que se estaban dando las condiciones históricas para cambiar el enfoque político del partido hacia acciones encaminadas con la lucha armada. Los principales criterios que defendían esa tesis incluían el proceso democrático seguido por Chile, que había sido violentamente interrumpido por Pinochet, lo que había puesto en evidencia lo inoperante de la estrategia política de la vía democrática; el surgimiento y fortalecimiento de diversos grupos guerrilleros en Latinoamérica y África; la derrota de Estados Unidos en Vietnam y la nueva orientación de la política de Carter que vaticinaban un panorama favorable para llegar al poder por la vía revolucionaria. Ante este contexto, los jóvenes comunistas consideraban «el liderazgo del Comité central del Partido Comunista de Guatemala como una banda de burócratas estalinistas, a quienes no les importaba dejar el pueblo sin armas para hacer la revolución, o mínimamente para defenderse y responder a la acción represiva estatal. En sentido contrario, para los comunistas los guerrilleros eran bandas de terroristas, aventureros, divertidos, mesiánicos, cookies, con ninguna idea de la estrategia de guerra, cuyo accionar iba a llevar al país un baño de sangre».492 Apartirdeoctubrede1978,estegruposelanzóaconstruirunaorganización que adoptó el nombre de su antigua casa: Partido Guatemalteco del Trabajo PGT, agregándole las siglas del Partido Comunista PC, PGT-PC. En su definición, disputarían al partido comunista el nombre, pero lo reencauzaríanhacialoqueconsiderabansuverdaderatransformacióncomo una organización armada, política y militar. También iba a ser conocido como la Comisión Militar del Partido Comunista, el PGT-COMIL.493 Durante la segunda parte de la década de los 70, el grupo Tábano de Arquitectura, se había convertido en un colectivo con fuerte presencia en la Universidad. La activa participación del grupo llamaría la atención de diversas organizaciones universitarias y extrauniversitarias. En el ámbito político interno había establecido comunicación con FRENTE que, si bien estaba realizando un trabajo de organización social y estudiantil, no participaba de la lucha armada y tenía vínculos con el ala conservadora del PGT.
  16. Escenarios inciertos 343 Posteriormente iniciaría un vínculo con el FERG, identificado como el ala estudiantildelEGPyrelacionadoconunaprácticapolíticamásradical.Estas dos posiciones, la visión política y la visión armada, estaban generando diferencias importantes entre las organizaciones universitarias. Tábano se había vinculado con FRENTE, pero ante los movimientos y esperanzas que se estaban poniendo en la lucha armada, un importante sector de la agrupación de Arquitectura se identificaría con la ideología del FERG con el que establecieron una coalición. Esto llevaría a que parte de los integrantes de Tábano rompieran con FRENTE, lo que dividió al grupo. El grupo estudiantil había tenido una etapa de transición anterior a la ruptura de la Comisión militar del PGT con el comité central. Durante los siguientes años la radicalización sería estrepitosa, según lo advierte el estudiante de Arquitectura, Marcel Arévalo: «Tábano, se involucró de lleno en la parte política con el FERG y en la parte clandestina con la COMIL. […] Ellos, me parece, que tuvieron, digamos, un proceso de “clandestinización” mucho más radical y más rápido. Pero a la vez que pasaron a un trabajo clandestino, pasaron a un trabajo militar más intenso».494 Varios de los participantes iniciales en Tábano, se retirarían de la organización por no coincidir con las nuevas orientaciones del grupo. Otros, por el contrario, se mantendrían y aportarían activamente a la nueva estrategia. «Los estudiantes y profesores de Arquitectura, miembros de la asociación, participaron de manera activa en los procesos políticos de la USAC, y muchos de ellos militaron clandestinamente en alguna organización revolucionaria, principalmente en el PGT y en el EGP».495 «El acercamiento con la Comil, y el radicalismo con que se condujeron muchos miembros de Tábano fueron esenciales para mantener el trabajo cuando se fundó el PGT- PC, pues la labor que desarrolló la Universidad la extendió al aparato de propaganda del partido, al cual varios miembros de la organización estudiantil se incorporaron y desempeñaron tareas adscritas a esa comisión, incluida la creación del periódico Claridad». 496 494. Vázquez, 150. 495. Ídem. 496. Ibid, 157.
  17. Escenarios inciertos 344 Asumen nuevas autoridades El 28 de septiembre de 1977 el CSU acordó hacer la convocatoria para las elecciones de Rector para el período 1978-1982 las cuales se realizarían el 23 de enero del siguiente año.497 Participaron en el proceso cuatro candidatos, uno de ellos era el Decano de Arquitectura. El proceso de elecciones a Rector estuvo lleno de conflictos en los que surgirían recriminaciones y acusaciones. Debido a eso el Rector, Dr. Valdeavellano, indicó que «no acepta que para llegar a ese fin se atropelle la dignidad de nadie ni se ejerzan actos coactivos», aclaró que no se quedaría un minuto más del período para el que fue electo. 498 Y así lo hizo a pesar del retraso que se daría en el proceso. Los resultados fueron claros, de 154 votos emitidos, 80 fueron para Saúl Osorio y 59 para Bernardo Lemus. Los otros dos contendientes obtendrían un voto cada uno y el resto se distribuyó entre votos nulos, votos en blanco y abstenciones.499 El principal candidato opositor, Bernardo Lemus, sería asesinado el 29 de enero de 1981. El 31 de marzo de 1978 asumiría el Licenciado Saúl Osorio Paz. Había sido Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de 1974 a 1978 y pertenecía a las generaciones universitarias formadas durante la década de la Revolución de Octubre en las que participó como dirigente estudiantil.500 A Osorio Paz se le relacionaba directamente con el Partido Guatemalteco del Trabajo PGT, lo que fue considerado por las organizaciones sociales como un factor favorable para la lucha que se estaba impulsando, en tanto que, para el gobierno militar constituiría un claro frente de oposición. 497. CSU 13/1977 de 28 de septiembre. 498. CSU 2/1978 de 18 de enero. 499. CSU 11/1978 de 16 de marzo. 500. Cazali, 410.
  18. Escenarios inciertos 345 La represión se intensifica En cumplimiento con sus fines la Universidad publicó varios estudios sobre temas de interés social, entre ellos el alza al precio del pasaje y la creación de una Secretaría de minería de hidrocarburos y energía nuclear cuyos sustentos, consideraba, podrían afectar los intereses nacionales. Pero la participación de la Universidad no quedaría sólo en estudios. Tuvo una importante intervención en las luchas populares, destacando la relativa a impedir el aumento del precio del pasaje en el transporte urbano en la capital que concluyó con la revocación de la decisión del Concejo Municipal y que fue asumido como un triunfo político del movimiento popular. Las luchas y el apoyo a las acciones sociales tuvieron como respuesta el incremento de la persecución y asesinato de universitarios y líderes sociales. En los círculos académicos se sabía que esta serie de atentados respondía a la posición ante los temas sociales. Tal fue la preocupación que el 18 de octubre el CSU constituyó una comisión específica para la seguridad de los universitarios compuesta por el Rector, el Secretario general y los Decanos, que se encargaría de trazar las políticas de comportamiento y medidas de seguridad que permitieran el libre desenvolvimiento de las actividades docentes. Pero tan sólo dos días después de esa resolución, los universitarios serían atacados directamente en medio de una creciente impunidad. El 20 de octubre sería asesinado, en pleno día y ante cientos de personas, el Secretario general de la Asociación de Estudiantes Universitarios, Oliverio Castañeda de León. El Consejo Superior Universitario decretó cinco días de duelo, exigió que las autoridades procedieran de inmediato a poner a disposición de los tribunales a los responsables de ese vil hecho criminal y protestó enérgicamente contra las fuerzas del gobierno que «muestran indiferencia ante los hechos de represión criminal que vive el país». El Consejo también consideró diversas amenazas contra sus miembros, provenientes de organizaciones clandestinas. 501 Dos semanas después sería desaparecido el sucesor de Oliverio Castañeda, Antonio Ciani García. También serían amenazados, perseguidos y asesinados miembros de distintas asociaciones estudiantiles, así como otros universitarios entre autoridades, profesores y estudiantes que, en poco tiempo y debido a amenazas y asesinatos, tendrían que abandonar el país o desconectarse de la actividad universitaria. 501. CSU 43-78/ de 21 de octubre.
  19. Escenarios inciertos 346 En sesión del CSU del 14 de noviembre de 1978, el Rector informó sobre las aclaraciones hechas al presidente de la República, que había declarado que la Universidad de San Carlos era un foco de subversión y que pretendía derrocar al gobierno: …la Universidad de San Carlos ante las declaraciones del general Fernando Romeo Lucas presidente de la República hace las siguientes aclaraciones: 1. Cómo norma de comportamiento, la Universidad de San Carlos es partidaria del diálogo y de la paz nacional, al tenor de sus normas éticas, científicas y culturales; 2. Desde el inicio de la actual administración universitario se ha impulsado el diálogo con el señor presidente de la República como medio de intercomunicar los puntos de vista del Estado y su principal institución cultural, como es la misma Universidad […] 3. En la historia de Guatemala jamás puede hablarse de la Universidad como foco de subversión y mucho menos de asumir una actitud “berrinchuda”. Los hechos violentos ocurridos en el país han sido promovidos por sectores ajenos a la Universidad; 4. La Universidad de San Carlos es una institución pluralista en la que se dan las distintas formas de pensamiento, ya que no constituye un cenáculo cerrado a las opiniones de quienes la dirigen, por el contrario, su más alto orgullo en materia científica, filosófica y cultural es contemplar en su comunidad una múltiple riqueza de opiniones de las que pueden atestiguar sus graduados o estudiantes que trabajan dentro o fuera del gobierno de la República. 5. Las gestiones de carácter financiero que ante el Organismo Legislativo, en su carácter de uno de los organismos del Estado, ha formulado la Universidad de San Carlos, tiene como sentido positivo y esencial atender la formación de recursos humanos que el país necesite. Cualquier negativa en este sentido sólo sería en perjuicio de la formación de esos recursos y consecuentemente contra el desarrollo nacional; la colaboración de la USAC, en ese desarrollo, puede constatarse con los servicios que viene prestando a través de sus egresados y estudiantes. 502 En los primeros meses de 1979 serían asesinados dos líderes social demócratas. En enero el Dr. Alberto Fuentes Mohr y en marzo, el Lic. Manuel Colom Argueta. En febrero también sería asesinado del Lic. Manuel Lisandro Andrade Roca que había aparecido en la lista de los universitarios amenazados de muerte. El CSU manifestó su preocupación por que las amenazas dirigidas a los universitarios se cumplían en la forma más vil, cobarde, alevosa y con garantizada impunidad. Se tenía clara la conjura que existía en contra de la Universidad.503 502. CSU 43-78/ de 14 de noviembre. Aclaraciones del Rector. 503. CSU 4-78/ de 15 de febrero. Manifiesto.
  20. Escenarios inciertos 347 Un oscuro panorama El nuevo gobierno guatemalteco había asumido el poder en un escenario afectado por diversos hechos en el contexto internacional, como la reciente derrota en Vietnam y la llegada del presidente Jimmy Carter. A eso se sumaría el triunfo de la revolución Sandinista en Nicaragua, el golpe de Estado en El Salvador por una Junta Militar que hacía proclamas de izquierda, en tanto que se fortalecía la lucha guerrillera en el hermano país. A nivel interno había que agregar que, durante el gobierno de Laugerud García, se había favorecido la apertura hacia la organización social que mostraba un franco desarrollo y que la gestión se había centrado hacia la atención de la crisis del terremoto de 1976 que favoreció la disminución de la lucha contra la guerrilla. Además, la cancelación de la ayuda militar de EE. UU. habían dejado una sensación de fragilidad en el ejército. El surgimiento del ala militar, proveniente de un grupo disidente del PGT y de sus vinculaciones con organizaciones guerrilleras estimuló la participación de grupos estudiantiles que proclamaban una pronta victoria del movimiento revolucionario en Guatemala. Los movimientos guerrilleros de la región confiaban en que la teoría del dominó se aplicaría y que podrían llegar al poder por medio de las armas. Pero la respuesta del régimen militar fue endurecer más las reacciones y generar estrategias de represión y terror para evitar lo que consideraba como el avance del marxismo en el país. A partir del asesinato del Secretario general de la AEU en octubre de 1978, se rompieron los patrones que hasta ese momento se había dado en este tipo de atentados. Seincrementaríalapersecuciónyelasesinatodelíderesestudiantiles, profesionales e intelectuales que apoyaban a los distintos movimientos y sectores sociales. Se divulgarían las listas negras de las siguientes víctimas con claras amenazas de muerte, que tristemente se constataría, no eran simples amenazas. Ante la escalada de persecución y muerte, el movimiento social, la representatividad estudiantil y la respuesta institucional universitaria se iría reduciendo. Se podía observar el efecto creciente de la intimidación, las organizaciones populares fueron desmanteladas, la AEU actuaba en la clandestinidad, las asociaciones estudiantiles estaban sin sus lideres, las autoridades y profesores se ausentaban, pedían permiso o salían al exilio, muchos estudiantes se ausentaban o se retiraban. Se estaban reduciendo las fortalezas académico-políticas provenientes de la Universidad. Un nuevo Decano llegaría en un momento que se mostraba poco favorable para impulsar las políticas propias de la filosofía del movimiento de transformación, pero de igual manera iniciaría la gestión con el impulso de planes concretos.
  21. El afán por la reestructura 350
  22. El afán por la reestructura 351 Desde los años 60 en diferentes universidades de América latina se había presentado periodos de crisis académico-políticas, enfrentamientos estudiantiles y docentes, denuncias y búsqueda de destitución de las autoridades y pugnas que reclamaban cambios sustantivos. En la Facultad de Arquitectura de la USAC se había ido gestando un movimiento estudiantil desde finales de los sesenta, que se fue fortaleciendo hasta destronar de la dirección a los creadores de la carrera. El movimiento del CRA se convirtió en un ejemplo de organización estudiantil para plantear propuestas innovadoras que se vincularan con el desarrollo social y rompieran con los tradicionales paradigmas educativos. Pero el célebre movimiento había tenido una serie de altibajos que no le permitieron alcanzar los objetivos formulados. En algunos casos esto se debió a los bloqueos sistemáticos de estudiantes y docentes; en otros, los mismos generadores del proceso dejaron el escenario, redujeron el impulso inicial o cambiaron de intereses; pero, en especial fue la permanente tendencia a las confrontaciones, que se hicieron tan intensas las que impidieron avanzar. Habían pasado seis años desde el comienzo de la implementación del CRA, varias evaluaciones se intentaron o se hicieron a medias. Se incrementaron las críticas, surgieron protestas estudiantiles y oposiciones de los docentes y muchas de las situaciones que habían generado el movimiento permanecían iguales. Aunque se tenía una distinta concepción de la arquitectura y su función en la sociedad, había suficientes indicadores de que el proceso tenía problemas que debían ser solucionados. El rompimiento que se había dado a finales de 1976 hasta el momento no había sido debidamente atendido, pero se esperaba que con el cambio de autoridades pudiera darse una nueva oportunidad al proceso transformador. EL AFÁN POR LA REESTRUCTURA
  23. El afán por la reestructura 352 Figura 14.1 Arq. Gilberto Castañeda, Decano 1979-1980. Foto: archivos Farusac.
  24. El afán por la reestructura 353 Asume el Decano para el período 1979-1983 504. CSU 10/1979 de 28 de marzo. El Arq. Gilberto Castañeda asumiría como Decano de la Facultad de Arquitectura para el período 1979-1983.504 Al igual que su antecesor, había llegado sin la participación de ningún otro contendiente. Ahora tendría la oportunidad de retomar los principios del CRA por los que había luchado desde su época estudiantil, pero su orientación hacia las causas sociales en un contexto de alta conflictividad y represión no vislumbraba buenos augurios para la ejecución de los proyectos que deseaba seguir impulsando. A la llegada del Decano lo acompañaban en la Junta Directiva, los vocales 1 y 2, arquitectos Miguel Ángel Santa Cruz y Francisco Chavarría Smeaton y asumirían como vocales 4 y 5 los estudiantes Conrado Leal y Edgar Estrada. El Secretario de la nueva Junta Directiva sería el Lic. Fernando Noriega quien era profesor de Física en la Facultad. En otros niveles fungían como representante estudiantil ante el Consejo de Facultad Miguel Ángel Zea y como representantes estudiantiles ante el Comité evaluador de la Facultad de Arquitectura Héctor Hernández y Álvaro Hernández. El nuevo Decano había sido uno de los estudiantes que impulsó el proceso de reestructuración y luego, ya graduado, ocupó diversos cargos en la primera etapa de su implementación. Estas responsabilidades le fueron proporcionando distintas experiencias, conocimientos y mayor amplitud para el análisis de los fenómenos políticos y académicos de la Facultad de Arquitectura, lo que brindaba una nueva oportunidad para poder impulsar la reestructura según los principios del CRA. AligualqueconelanteriorDecano,sehabíancreadomuchasexpectativas. El período recién iniciado parecía un nuevo momento para reencauzar un proceso que demandaba una evaluación objetiva y transparente. El Decano mostraba que estaba consciente de ello y tenía el interés de retomar la senda.
  25. El afán por la reestructura 354 Lo primero que hizo fue someter a la discusión de toda la Facultad, una propuesta de plan general de trabajo que, luego, al tomar posesión y conocer las observaciones y diferencias aparecidas a lo largo de la discusión se traduciría en la estrategia para orientar el plan de trabajo. En la introducción del documento se señala: «debemos tener claridad que el compromiso asumido requiere de un trabajo importante, colectivo y solidario, entre todos los integrantes de la Facultad y estar compenetrados de su papel y futuro, de manera tal que este trabajo nos lleve a precisar y fijar en la práctica una posición clara ante país, la que -tal como el Congreso de Reestructuración de Arquitectura (CRA) lo planteará- se inscribe en una visión crítica de la realidad».505 505. Castañeda, 47.
  26. El afán por la reestructura 355 La evaluación del CRA El CRA había iniciado el llamado proceso de transformación que buscaba abandonar la visión elitista de la arquitectura y realizar la práctica profesional consecuente con los intereses populares en respuesta a las necesidades y demandas de esos sectores mayoritarios. Se había logrado alcanzar una reorientación teórica conforme a la filosofía de la USAC, pero todavía no se habían logrado los propósitos inicialmente planteados. Seisañosdespuéssehacíaprecisorevisarloslineamientosparalaformación profesional del arquitecto, así como de los mecanismos y contenidos para llevar a cabo dicha formación. Esos temas constituían, en ese momento, una seria preocupación en el seno de la Facultad de Arquitectura. Para dar respuesta a las diversas inquietudes, se impulsó una primera evaluación que formaría parte del Plan de trabajo que se pretendía promover.506 Desde que se inició el plan de estudios en 1973, se habían hecho una serie de evaluaciones y propuestas, pero no se había logrado una interpretación integral. Uno de los esfuerzos más significativos, fue el primer Congreso de Evaluación de la Facultad de Arquitectura en 1975. En este primer Coneval surgieron algunas propuestas, revisiones parciales de la estructura académica, del funcionamiento y de los distintos mecanismos para orientar las acciones formuladas durante el congreso de restructuración, así como, de la orientación y resultados a nivel académico. No obstante, el evento de evaluación se convirtió en la palestra para el enfrentamiento entre diferentes sectores, de tal manera que no se llegó a profundizar en las causas esenciales de la problemática, aunque se observaron algunos de los efectos materializados en acusaciones y contracusaciones. El segundo Coneval que debía realizarse en 1977, se fue retardando por distintos motivos y, a esas alturas no había podido concretarse. En 1979 se pretendía superar las diferencias y deficiencias que tenía el proceso evolutivo del plan de transformación y para ello se necesitaba tomar algunos criterios del planteamiento inicial, entre ellos el proceso de evaluación permanente. 506. FARUSAC 604 /1979 de 17 de abril. Anexo Estrategia para orientar el Plan de trabajo 1979-1983.
  27. El afán por la reestructura 356 En ese momento se tenía la percepción de que los postulados del CRA, visibilizados durante terremoto de febrero de 1976, continuaban vigentes. La reacción ante la catástrofe había demostrado la potencialidad del modelo para responder a los requerimientos sociales. Sin embargo, en los últimos años no se había tenido la misma proyección ni capacidad organizativa que se dio durante el terremoto, mas bien, había sido un período de estancamiento, tanto a nivel de proyección externa como de desarrollo interno, que fue marcado por enfrentamientos e intereses políticos que robaron la atención de lo esencial para el desarrollo integral de la Facultad. La evaluación realizada al inicio de la gestión recabó algunos de los informes ya elaborados y actualizó diversos elementos de la problemática. En general se refería al modelo de gestión, al desarrollo docente, a la problemática estudiantil, a la estructura curricular y a la respuesta ante la realidad social vigente.507 Lo primero que se mencionaba era la incompatibilidad que existía entre el modelo creado por el proceso de reestructura y el modelo aprobado, así como sus propósitos y contenidos. Se señalaban errores de inicio y errores de proceso, desde la frustrada estructura del autogobierno, hasta el desempeño de los organismos paritarios, sus distintos momentos y evoluciones. La relación entre profesor-estudiante que se propugnaba dentro de un marco de libertad, responsabilidad y compromiso mutuo, había sido sustituida por una oposición entre profesor y estudiante. Esto había contribuido a la ineficacia de la paridad en un sentido amplio, y bloqueado la potencialidad del trabajo conjunto. Fue por eso por lo que los organismos de gestión paritario, en especial el Consejo de Facultad, afectados también por la falta de una clara dirección, habían carecido del empuje y de la visión que se esperaba. Se apuntaba que, a lo largo de esos años del proceso de transformación, no se habían generado los mecanismos y condiciones apropiadas para la formación y promoción del personal docente dentro de la concepción del proyecto de restructura. En tanto que el estudiante, considerado como el elemento humano que daba sentido a la Facultad, era mayoritariamente trabajador y el tiempo que dedicaba al estudio era limitado, al igual que el rendimiento que alcanzaba. 507. FARUSAC 623 5.4/1979 de 24 de julio. Anexo, 3.
  28. El afán por la reestructura 357 Se resaltaba que, en ese momento, la realidad del país difería notablemente de cuando se inició el proceso de reestructura. Por lo que, en un marco de desarrollo capitalista con nuevas facetas y requerimientos, la Universidad y la Facultad no podían permanecer impasibles y debían evaluarse y dimensionarse estos temas. El documento exponía los síntomas de lo que se llamaba la crisis por incompatibilidad, entre ellos la apatía estudiantil y docente ante la incomprensión y desconocimiento del proyecto de restructura; la sensación de pérdida del oficio, el conflicto entre lo social y lo técnico; la falta de una evaluación del producto del proceso formativo, es decir del profesional egresado y, el funcionamiento de un plan que había obedecido a la incapacidad de su conducción, a la anarquía e irracionalidad verificables en el contenido, régimen trimestral, traslapes curriculares y horarios, repeticiones temáticas, sobrecarga académica, entre otros. 508 En cuanto al pensum, no se había logrado expresar la coherencia necesaria, ni el nivel de contenido que le demandaban los objetivos de la Facultad. No se había logrado, en los niveles requeridos por el proyecto de restructura, la síntesis entre lo técnico y lo social y, entre la teoría y la práctica. Los propósitos no siempre se habían traducido en una secuencia lógica. Algunas asignaturas parecían no corresponder al ciclo en que se encontraban ubicadas y no respondían a las demandas que los niveles de integración solicitaban. Además, el Pensum creaba una recarga académica y no ofrecía las condiciones para el adecuado desarrollo de algunas asignaturas, ni para las líneas de especialización que se ofrecían. Año con año, de manera creciente, se hacían propuestas en relación con las necesidades de modificación del pensum, que incluían los contenidos de los cursos, los créditos, los trimestres, modificaciones al taller síntesis, el EPS y otros temas relacionados. Se admitía que de 1973 a 1979 dichos intentos «habían proliferado aun cuando también, fracasado, por lo que se debía comprender que algo subyacía en la concepción del proyecto original que meditaba un replanteo, pero también se percibía que los mecanismos que podrían dar validez a tales iniciativas no existían, no se daban o habían sido bloqueados».509 508. FARUSAC 623 5.4/1979. 509. Ídem
  29. El afán por la reestructura 358 Por otro lado, no se revelaba, de manera consciente y amplia, mayor impulso a los programas de investigación y extensión. Parecía que la Facultad se encontraba ajena al acontecer diario del país y al movimiento de la sociedad, salvo en algunos cursos y programas, como el EPS. Tambiénsehacíaénfasisenlageneralizadaineficienciadelaadministración, las limitaciones para la acción y los recortes presupuestarios. En conclusión, el informe señalaba que aparte del lastre que todo lo anterior representaba, se estaba ante una escuela sin escuela, que carecía de una corriente de pensamiento que orientara, diera coherencia y que tradujera el ideario de la Reestructura, a la práctica académica y administrativa, en el quehacer de la Facultad como institución responsable de la formación de arquitectos orientados hacia un compromiso con el desarrollo que requiere el país. El futuro de la Facultad dependería de una concepción clara y correcta de la arquitectura y de su práctica profesional que diera coherencia a sus acciones. 510 Sin embargo, no se trataba sólo de definir las particularidades que el proceso había tenido, esta evaluación era el punto de partida para la consecución del compromiso con los intereses populares y la comprensión de la realidad que se vivía para realizar un trabajo, “por lo menos consciente y por tanto responsable”. La filosofía institucional debía jugar un papel preponderante y sostenerse en el criterio de que la Universidad tiene la responsabilidad primaria de formar cuadros profesionales útiles al desarrollo del país dentro de la realidad que este ofrecía. El planteamiento pretendía retomar la visión ideológico-política en la que se sostenía que el desarrollo del país debía significar, además del crecimiento económicoqueevidentementeexistíaenGuatemala,unacorrectayadecuada distribución de la riqueza que garantizara el bienestar y el mejoramiento constante y permanente de las condiciones de vida de la población. Ante esta realidad se debía reconocer que, a la Universidad y la Facultad en particular, no le queda otro recurso, al menos a nivel institucional, que denunciar la injusticia, oponerse a ella y propugnar por su desaparición. Ese nivel de compromiso debía ser el principal acicate para alcanzar una mayor capacidad profesional, entendida dentro de esta comprensión de la realidad. 511 510. FARUSAC 623 5.4/1979 511. Ídem.
  30. El afán por la reestructura 359 El Plan de Trabajo 1979-1983 El 1 de agosto de 1979, el Decano, por medio de un comunicado compartió un documento en el que se recogía la estrategia que habría de orientar el trabajo de la Facultad durante el período 1979-1983. 512 Planteaba que era resultado de las discusiones en torno al Plan general de trabajo que, en su versión preliminar, había sido sometido a la consideración de todos los integrantes de la Facultad, con la participación, especialmente valiosa, de profesores y estudiantes y que había sido sancionado favorablemente por la Junta Directiva. El ambicioso plan de trabajo definía los distintos criterios para el período de gestión y formulaba los elementos de partida enfocados en el compromiso, la participación y la solidaridad, pero, sobre todo, en los principios emanados del CRA. Se constituía en un instrumento que requería de un trabajo importante, colectivo y solidario, entre todos los que integraban la Facultad y estaban compenetrados de su papel y futuro con una posición clara ante el país y una visión crítica de la realidad. La coyuntura mostraba algunas condiciones que favorecían la implementación de la nueva estrategia. Entre ellas una optimista percepción de que, por primera vez en el proceso de reestructuración, la correlación de fuerzas al interior de la Facultad permitía hablar de la confluencia de un sector amplio de estudiantes, profesionales y personal administrativo y de servicio, con posibilidades crecientes de incidir positivamente en los organismos de decisión. Además, se había comprendido que en el transcurso se había generado una estructura formal relativamente precoz, que había obstaculizado las posibilidades de enriquecimiento y desarrollo. Las condiciones indicaban que era el momento, para reorientar el proceso y la organización institucional de la Facultad, sobre la base del análisis y replanteo de las funciones establecidas dentro de la estructura de gobierno definidas por el CRA. La actualización y desarrollo de la restructuración eran determinantes al igual que el fortalecimiento del gobierno paritario. 512. Estrategia para orientar el Plan de Trabajo 1979-1983. Facultad de Arquitectura, USAC. El Plan fue incluido en el punto 5.4 del Acta 623.
  31. El afán por la reestructura 360 Esto requería de un deslinde claro de las funciones de Junta Directiva, como organismo de representación y administración institucional y, del Consejo de Facultad, como responsable del fortalecimiento y desarrollo del plan de reestructuración. Esta demarcación se había tratado de promover, sin éxito, desde que fuera autorizada la figura paralela para la dirección académica. A estas alturas se razonaba que el poder formal y el poder real en la Facultad, por la naturaleza de sus organismos, la dinámica del proceso, así como por su estructura organizativa, no podía ni debía ejercerse sino sobre la base de una dirección orgánica y centralizada (no sobre personas), bajo el concepto de participación y responsabilidad generales compartidas. Esta centralización debía ser resultado de criterios y directrices ampliamente debatidas y mayoritariamente apoyadas, es decir, mediante una participación con responsabilidades aceptadas. El principal objetivo del Plan general era el desarrollo del proceso de reestructuración iniciado en 1972. Se pretendía alcanzarlo sobre la base de una acción consciente, sistemática y sostenida que considerara, simultáneamente, el avance logrado con el CRA, que ofreciera condiciones favorables para orientar a la Facultad dentro de un compromiso con los intereses populares, considerando que la situación del país ya no era la misma que en 1972. Para alcanzar el objetivo central era preciso orientar la gestión administrativa de la Facultad en el periodo 1979-1983; hacer explícitas las principales acciones a realizar en dicho periodo, procurando la mayor racionalidad, tanto en su conjunto como en las secuencias en que debían darse y, facilitar el establecimiento de un compromiso conjunto entre quienes participaran de la actividad de la Facultad para el cumplimiento de tales acciones, desde su concepción e implementación, hasta su desarrollo y evaluación. Se había diseñado una estrategia que demandaba la definición de una política de dirección, de una política educativa, la actualización del Plan de Estudios y la revisión del Plan General de Trabajo.513 513. Facultad de Arquitectura, USAC. Estrategia para orientar el Plan de Trabajo 1979-1983, agosto de 1979, 10.
  32. El afán por la reestructura 361 La política de dirección debía ser concebida como una orientación sostenida y a largo plazo, que definiera a la vez, los mecanismos para su evaluación constante. Su finalidad era el mantenimiento de una orientación ideológica y de un cumplimiento orgánico y funcional de la Facultad para garantizar el adecuado apoyo a su política educativa. Demandaba interpretar el papel de los órganos de dirección, coordinación y administración y del análisis de los niveles jerárquicos, atribuciones y funciones de dichos organismos. La política educativa al igual que la política dirección sería sostenida y a largo plazo y, principalmente, su evaluación descansaría en la consulta y confrontación permanente con la realidad, para una realimentación constante. La reorientación educativa se haría con el concurso de estudiantes y profesores, así como, de los profesionales de la arquitectura. Por tanto, era importante el establecimiento y desarrollo de los vínculos entre la Facultad y sus egresados. Paraeldesarrollodelapolíticaeducativaeranecesarioestablecerlarelación con el plan de estudios y la necesidad de su actualización, se requería del estudio de las tendencias de desarrollo del capitalismo en Guatemala, del desarrollo de la rama de la construcción y de las distintas formas de ocupación del territorio; así como del estudio de la práctica profesional de la arquitectura en Guatemala y la determinación del perfil profesional del arquitecto, de la naturaleza de su práctica y sus contradicciones. Se consideraba necesario también, la caracterización del claustro de la Facultad y sus criterios en relación con el proceso formativo y la situación del país y, la caracterización de los estudiantes de la Facultad y de sus expectativas en relación con el proceso formativo y su futuro desempeño profesional. Además, se consideraba determinante la interpretación del proyecto de reestructura y su desarrollo conceptual actualizado sobre la arquitectura; la definición de objetivos de comportamiento profesional en función de los distintos desempeños posibles para el arquitecto, según las características del momento y previsibles para el futuro inmediato.
  33. El afán por la reestructura 362 La actualización del plan de estudios comprendería, principalmente, el análisis de los objetivos generales y específicos de la Facultad; de su organización y funcionamiento; la definición de las áreas de conocimiento y de los niveles de integración, su expresión en las formas de enseñanza aprendizaje; así como la posibilidad y conveniencia de establecer carreras técnicas intermedias y estudios de posgrado. Se le daba particular importancia, al apoyo a la investigación y la extensión, entendidas como actividades particulares y específicas de la Facultad y complementarias entre sí, y a la generación de conocimientos. Con base en estos análisis, se haría una descripción general del currículo y se establecerían los recursos necesarios y el grado de compresión y cumplimiento que debía tener y darse a los objetivos de la Facultad. La revisión del plan general de trabajo 1979-1983 se haría con base en el establecimiento de la compatibilidad de los aspectos anteriores y las necesidades y requerimientos planteados para la implementación de los programas. La revisión del Plan se haría definiendo los programas permanentes y los proyectos por realizar. Para implementar el Plan se plantearon tres fases. La primera fase, de transición, constituía la base del trabajo a desarrollar en la Facultad y que sería definido con precisión en la segunda fase, esta debería estar alcanzada en 1979. En esta se debería abarcar los diversos estudios y diagnósticos. La segunda fase, de definición, fijaba la posición de la Facultad en relación con la formación del arquitecto y la realidad del país, entendida como una realidad dinámica y por tanto para reflexión permanente, y debía estar definida en 1980. Para esto se recurriría, a la definición de la política de direccióndelaFacultad;lapolíticaeducativa;elplandeestudios,ylarevisión del plan de trabajo para introducir los requerimientos de implementación que las acciones anteriores determinaran. La tercera fase, de desarrollo, constituía la puesta en marcha de la totalidad de directrices definidas en las fases anteriores. Se realizaría de 1980 en adelante.514 La planificación realizada, la experiencia acumulada en el ámbito académico político y administrativo a lo largo de la última década y la coyuntura a lo interno de la Escuela, anunciaban resultados categóricos para el proceso de desarrollo de la Facultad de Arquitectura. Sin embargo, condiciones externas a la Facultad afectarían directamente en la actividad político- académica de la Universidad, y dificultarían el desarrollo del Plan trazado y alcanzar los resultados esperados. 514. Facultad de Arquitectura, USAC. Estrategia para orientar el Plan de Trabajo 1979-1983, agosto de 1979, 8, 9 y 10.
  34. El afán por la reestructura 363 La reforma curricular de 1980 Con un norte definido se abrirían procesos de comunicación con los distintos sectores de la Facultad. La primera reunión sería con la Junta Directiva de la AEDA el 17 de abril de 1979, fecha en que los estudiantes solicitaron se les concediera un tiempo semanal para reunirse con los estudiantes dentro del horario de actividades y así estimular la permanencia de los estudiantes, se les brindara colaboración para retomar el segundo Coneval y realizar el tercer Congreso de Estudiantes de Arquitectura de Centroamérica.515 En enero de 1980 la Coordinación Académica planteó algunas modificaciones al pensum de estudios que llamó Reforma Curricular para 1980. La Junta Directiva considerando las diversas deficiencias confrontadas en el Pensum de estudio y buscando realizar las correcciones mínimas necesarias que, dada su naturaleza, resultaban urgentes, acordó realizar una serie de cambios curriculares que tendrían vigencia a partir de esa fecha. 516 En esencia la llamada Reforma Curricular consistió en trasladar cursos a otra ubicación dentro de la red, convertir algunos de trimestrales a semestrales, integrar varias materias, cambiar nombres y establecer nuevos prerrequisitos. Salvo el curso de Métodos de Investigación, los contenidos o enfoques continuaron siendo los mismos. A mediados de marzo se aprobó el anteproyecto de Normas y procedimientos para las propuestas de puntos de tesis. 517 El 2 de mayo de 1979 se integró una Comisión de Trabajo que haría la revisión de los materiales producidos por la Facultad en torno al proceso de restructuración, sistematizándolos y analizándolos en un primer nivel. Sobre esa base se buscaba sentar condiciones para futuras discusiones sobre la política educativa y de dirección de la Facultad. «El trabajo estaba prácticamente finalizado a mediados de 1980, pero dada la escalada represiva que el gobierno del general Lucas lanzó contra la Universidad, en el marco de una ofensiva general contra el pueblo organizado, el documento final ya no se elaboró».518 515. FARUSAC 604 /1979 de 17 de abril. 516. FARUSAC 1-80 5.3/1980 de 17 de enero. 517. FARUSAC 10-80 5.1/1980 de 17 de marzo 518. Castañeda, 48.
  35. El afán por la reestructura 364 En abril la Junta Directiva aprobó el Programa de Práctica Profesional en el área Metropolitana de Guatemala PPM, que fue presentado a Junta Directiva por el arquitecto Eduardo Aguirre Cantero, a quien nombró coordinador solicitándole preparar el reglamento correspondiente para su conocimiento y posterior envío al CSU.519 Previamente, en forma experimental se había aprobado que el estudiante Obdulio Villeda realizara el primer PPM.520 TambiénseanalizaríaelproyectodecreacióndelCentrodeInvestigación de la Facultad de Arquitectura (CIFA), presentado por el Arq. Roberto Morales Juárez, coordinador del Programa de Investigación Territorial, que sería aprobado por Junta Directiva.521 El CIFA se constituiría en la unidad académica de la Facultad a la que correspondería la realización y coordinación de la investigación que en los campos de la arquitectura se realizaran. Se enfocaría, principalmente, en temas sobre la ocupación territorial, la transformación del ambiente, la producción de objetos arquitectónicos, las teorías del diseño y, las tecnologías y materiales de construcción. Estos temas debían estar enmarcados en el contexto de la realidad nacional con una perspectiva histórica y con una visión crítica. Para la implementación de la investigación se plantearon cinco programas permanentes de investigación: sobre el territorio; la problemática metropolitana; materiales y técnicas de construcción, la problemática de la vivienda y de los asentamientos humanos y sobre la teoría e historia de la arquitectura y el diseño. Cada programa se organizaría con un enfoque interdisciplinario y estaría a cargo de un coordinador y del personal profesional especializado y auxiliar necesarios.522 En medio de este marco de propuestas para el desarrollo académico, la Junta Directiva dejaría constancia de la inusitada escalada de represión desatada contra la Universidad, especialmente a partir de febrero. Se informó que el Consejo Superior Universitario había hecho varias publicaciones sin que aparentemente hubieran contribuido a disminuir dicha escalada. 523 En la Facultad, el jueves 10 de abril, se había celebrado una asamblea general para tratar la situación de la violencia. También se dejó constancia del secuestro y asesinato del arquitecto Horacio Flores García, 519. FARUSAC 13-80 7.11980 de 22 de abril. 520. FARUSAC 10-80 4.8/1980 de 17 de marzo. 521. FARUSAC 14-80 5.2/1980 de 28 de abril. 522. Acuerdo de Creación del Centro de Investigaciones de la Facultad de Arquitectura (CIFA) Disponible en el Anexo del Acta de Junta Directiva 14-80 del 28 de abril. 523. FARUSAC 12-80 4.1/1980 de 19 de abril.
  36. El afán por la reestructura 365 coordinador del programa de EPS de esta Facultad. La Junta Directiva acordó «mantener e intensificar la actividad docente facultativa para evitar que el propósito de los enemigos de la Universidad de San Carlos pueda cumplirse». 524 La Unidad de Planificación de Arquitectura (UPA) había sido creada por acuerdo de Junta Directiva en octubre del año anterior.525 Pero inició su funcionamiento en marzo de 1980, constituyéndose como un organismo asesor de la Facultad con carácter permanente, cuyos fines, objetivos y funciones apuntaban a brindar lineamientos y criterios para orientar la actividad global de la escuela y explicitar las decisiones y medidas a tomar. La UPA presentaría un documento que contenía una propuesta para el diagnóstico de la Facultad y su perspectiva futura.526 El documento planteaba que luego de las primeras evaluaciones que habían sido realizadas, se reconocía que el sentir general en ese momento era que el modelo educativo trazado durante el CRA había presentado diversas dificultades y que, en algunos casos, las limitaciones estaban en relación con su aplicación práctica. Además, se observaba que las nuevas promociones de estudiantes y el mismo personal docente, mostraban un desconocimiento e incomprensión del proceso de restructuración. Esto no era posible resolverlo únicamente brindando información, porque el problema no era estrictamente técnico, también tenía componentes de orden teórico y político. Con base en esos criterios la primera tarea que debía realizar la UPA, consistía en la elaboración de un diagnóstico preliminar de la Facultad. Esto se valoraba como condición básica, tanto para la definición de su papel en el proceso de transformación de la escuela, como para la realización del segundo Coneval en el cual se demandaría la participación de todos los niveles y sectores facultativos. 524. FARUSAC 12-80 4.1/1980 de 19 de abril. 525. FARUSAC 631/1979 de 25 de octubre. 526. Análisis crítico de la situación actual de la Facultad de Arquitectura y su perspectiva futura: el papel de la unidad de planificación en dicho proceso. Facultad de Arquitectura, USAC. Marzo de 1980. Disponible en el Anexo del Acta de Junta Directiva 11-80 del 25 de marzo.
  37. El afán por la reestructura 366 Otro frustrado Coneval Se planteó que era urgente y prioritario crear las condiciones necesarias para impulsar el Coneval y contar con información sobre la situación de la Facultad y su perspectiva futura. Para lograrlo se propusieron varios objetivos. Entre ellos, elaborar el diagnóstico preliminar de la Facultad de Arquitectura. Esto sería a partir de la elaboración de diagnósticos sectoriales y haciendo un análisis crítico de su tendencia histórica, su situación actual y sus implicaciones futuras. El otro objetivo perseguía formular, con base en ese diagnóstico preliminar, los criterios y lineamientos estratégicos para incidir en los aspectos negativos y reforzar los positivos. Dichos lineamientos constituirían las bases para la fundamentación del plan de desarrollo de la escuela que se presentaría para su análisis en el siguiente Coneval, que se consideraba realizar a mediados del año. Había una clara intención de realizar el segundo Coneval por lo que se había realizado una convocatoria para iniciarlo el 14 de julio de 1980.527 Pero ante diversos atrasos y falta de participación, la Junta Directiva recibiría un informe del comité organizador, en el cual se advertía que en ese momento se estaba terminando la labor docente del semestre y estaban próximas las vacaciones de medio año. A eso se sumaba el cansancio y el ambiente de violencia que se vivía en Guatemala y la incertidumbre sobre la validez del evento, lo que había limitado que la comisión se reuniera con la eficacia requerida. 527. FARUSAC 17-80 /1980 de 2 de junio.
  38. El afán por la reestructura 367 La comisión reunida con cuatro de sus miembros tomó la determinación de plantear a la Junta Directiva la inconveniencia de efectuar el referido evento en las circunstancias vigentes. Entre las causas explicadas estaban la falta de interés y colaboración de los docentes para integrar las comisiones. Además, las características propias del evento generarían una amplia participación y concentración de personas, lo que podría favorecer una manipulación política externa al evento o la posibilidad de una confrontación interna entre sectores. Asimismo, se tenía la responsabilidad por la integridad física de los organizadores, ponentes y personal administrativo que participarían. Se argumentaba que cualquier resolución a que llegara el congreso sería caduca a corto plazo, ya que la realidad que se estaba viviendo rebasaría cualquier esquema con una rapidez casi inmediata.528 En atención a la situación explicada la Junta Directiva acordó realizar el segundo Coneval en una futura oportunidad, solicitando que se evaluara la situación nacional y facultativa permanentemente. Se pidió a la comisión organizadora presentar una propuesta para la realización del segundo Coneval a más tardar el 31 de julio. La Junta Directiva también manifestó la preocupación por la falta de colaboración e interés de las personas nombradas para integrar las diferentes comisiones y convocó a una reunión del claustro que debía celebrarse 15 de julio para informar sobre estas resoluciones.529 Pero esta asamblea ya no sería posible debido a el terrible suceso que tendría lugar un día antes. 528. Informe de la Comisión Organizadora del II CONEVAL. Anexo en Acta 20-80 del 10 de julio de 1980. 529. FARUSAC 20-80 5.3/1980 de 10 de julio.
  39. El afán por la reestructura 368 Un freno al acelerado arranque Gilberto entró con mucha fuerza, con mucho entusiasmo, comenzamos a reorientar la facultad combinando el tema social con lo técnico. Creo que se hizo un buen trabajo. Eduardo Aguirre. A finales de marzo de 1979 había tomado posesión como Decano, el arquitecto Gilberto Castañeda que en sus propuestas planteaba corregir las deficiencias padecidas durante el proceso de reestructura. Partiría de evaluaciones exploratorias hechas durante los años anteriores, que se fueron enriqueciendo durante los primeros meses de su gestión. Contaba con un plan de trabajo, estrategias para implementarlo, claridad sobre lo que se quería hacer para retomar los principios originales del CRA y adaptarlos al nuevo contexto. Además, se tenía la percepción de una mayor apertura de los distintos sectores y se anunciaba la voluntad política de la nueva administración. Las evaluaciones realizadas habían permitido elaborar algunos perfiles sobre la situación identificada. Se mantenía el criterio de que los temas principales a atender eran el modelo de gestión, el desarrollo docente, la problemática estudiantil, la estructura curricular y la forma en que se estaba respondiendo a la realidad social.
  40. El afán por la reestructura 369 Para revisar y hacer las modificaciones al modelo y llegar a planteamientos consensuados, sobre los diversos temas, era preciso formalizar el segundo congreso de evaluación que debía haberse realizado dos años antes. En tanto esto sucedía la administración avanzaba aceleradamente con sus propuestas y proyectos. Durante 1980 se habían aprobado diversas modificaciones al pensum, fijado las normas y procedimientos para la aprobación de propuestas de puntos de tesis, se había instituido la Unidad de Planificación de Arquitectura UPA, creado el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura (CIFA), se había realizado una evaluación del EPS y aprobado el Programa de Práctica Profesional en el área Metropolitana de Guatemala PPM, y se estaba organizando el segundo Coneval que debería llevar a niveles más específicos, los criterios de evaluación y reorganización del proceso de transformación de manera participativa y paritaria. No obstante, el proceso no mantendría el apoyo esperado. Las condiciones que se vivían afectaban el ánimo de los actores y el Coneval comenzó a tener tropiezos lo que fue retrasando su inicio. Parecía que la fortuna no se prestaba para acompañar la ansiada evaluación con la que se suponía se lograrían los consensos necesarios para continuar con la transformación. La violencia y la represión alterarían la ruta trazada y desvincularían a la comunidad facultativa de los objetivos académicos del CRA. Pronto las preocupaciones serían de otra índole y distraerían el quehacer facultativo de manera significativa. Otras terribles situaciones estaban por venir.
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  44. Entre el asedio y la barbarie 373 Al inaugurarse la década de los ochenta Nicaragua se encaminada por el rumbo socialista en tanto que Panamá se mostraba como un fuerte aliado del nuevo régimen nicaragüense. En El Salvador se robustecía la ofensiva marxista que, tendría efectos en el ánimo revolucionario guatemalteco, que, con una guerrilla unificada, incrementaba su optimismo sobre tomar el poder en poco tiempo. El gobierno militar se había visto afectado por el escaso apoyo externo y un creciente aislamiento que había sido acentuado por su política de intensa represión a los sectores sociales. El país lidiaba con una difícil situación económica que no se había presentado en varias décadas. En ese momento era difícil predecir el futuro favorable para el gobierno del general Lucas. Todo parecía conjugarse para que la reiterada teoría del dominó, se hiciera realidad y, finalmente, cayera el ejército guatemalteco. Sin embargo, lo que parecía ser un camino trazado, fluiría por diferentes sendas. Los acontecimientos enardecerían a los movimientos contrainsurgentes que, en una estrategia de violentas respuestas y acciones de anticipación, respondieron con un incremento del terror, represión y desconcierto que se orientaría a los movimientos sociales y universitarios. La Universidad advertiría como, de manera descarada y cruel, crecían los ataques en su contra. A los universitarios los marcaría la angustia, la incertidumbre y la muerte. La represión minaría las resistencias de varios sectores universitarios. Finalmente, ante la protesta y resistencia de los sectores más combativos, la violentada universidad y sus autoridades, serían comprometidas a modificar las bases académico-políticas y a evidenciar cambios en su posición institucional en el enfrentamiento, con tal de reducir la agresión y la sangre universitaria. ENTRE EL ASEDIO Y LA BARBARIE
  45. Entre el asedio y la barbarie 374 Inicia otro año de delirio y muerte Durante la lección inaugural del primer semestre de 1980 en la Facultad de Arquitectura, se dio espacio para que varios campesinos indígenas fueran oídos. El 31 de enero estos mismos campesinos acompañados de estudiantes universitarios ocuparían la Embajada de España. Esta toma sería de trascendencia internacional y tendría serias repercusiones políticas y económicas para el gobierno guatemalteco. Las fuerzas de seguridad intervinieron en la Embajada, lo que provocó el incendio del recinto diplomático y la muerte de quienes se encontraban dentro, incluyendo dos conocidos profesionales, estudiantes universitarios, personal de la embajada y los campesinos que habían ocupado la sede de esa misión extranjera. El 1 de febrero el único sobreviviente de la toma del Embajada Gregorio Yuxá fue secuestrado. Posteriormente, su cadáver apareció en la ciudad universitaria, con perforaciones de bala en el cráneo, como un claro mensaje hacia los académicos. El siguiente día fue asesinado el presidente de la Asociación de Estudiantes de Medicina, Gustavo Adolfo Hernández y el estudiante de derecho Jesús España. La violencia contra la Universidad se extendió al interior del país. En la madrugada de 16 de febrero fue allanado el Centro universitario de Oriente -CUNORI-, con sede en la ciudad de Chiquimula. Un grupo de individuos portando ametralladoras penetraron al recinto y se dedicaron a destruir mobiliario, sustraer documentos y pintar rótulos con amenazas de muerte a docentes y estudiantes. Otros casos que revelaron la pretensión de las fuerzas represivas de desestabilizar a la Universidad fue el asesinato de licenciado Hugo Rolando Melgar, asesor jurídico de la institución. El director del Instituto de investigaciones económicas y sociales, licenciado Julio Alfonso Figueroa y su esposa la Trabajadora Social Margarita de Figueroa fueron ejecutados durante la última semana de marzo.
  46. Entre el asedio y la barbarie 375 Tras la Semana Santa no se hizo la calma 530. Siete Días en la USAC, 21 de abril de 1980. 531. Siete Días en la USAC, 21 de abril de 1980. La Semana Mayor había dado un respiro. Pero al renovarse las labores universitarias, también reinició la matanza. El 8 de abril fue asesinado el presidente de la Asociación de Estudiantes de Humanidades, Marco Antonio Urízar. El día siguiente fue el catedrático universitario y asesor de organizaciones campesinas, Johny Dahinten. El jueves 10 fue perseguido y acribillado el estudiante Mario Roberto Toledo. El viernes 11 fueron secuestrados el arquitecto Horacio Alberto Flores, coordinador del EPS de Arquitectura y el ingeniero Víctor Hugo Valdés, sus cadáveres se encontraron un día después, con evidencias de tortura y una nota que decía «así comenzaron y así terminaron los del EGP y PGT».530 Marzo y abril dejarían un saldo trágico para la Universidad. El órgano informativo de la Universidad hizo un recuento de 24 universitarios que sufrieron la violencia en aquellos dos nefastos meses. 531 Este clima de violencia producía alarma y desconcierto en la población universitaria, generaba incertidumbre sobre las labores académicas y administrativas y pronto afectaría la cabeza del gobierno de la Universidad. Las amenazas hacia el Rector y la persecución y asesinato de algunos de sus colaboradores cercanos harían que, a finales de abril, intempestivamente, Osorio dejara el país y solicitara al Decano más antiguo, el Lic. Leonel Carrillo Reevs, que se hiciera cargo de la rectoría e informara al CSU de la situación. El 1 de mayo, fecha en que las organizaciones populares celebran el día del trabajo, varios universitarios y dirigentes sindicales fueron asesinados o secuestrados. El 19 de mayo el profesor de la Facultad de Arquitectura, arquitecto Otto Diemek, fue asesinado. Este hecho tenía connotaciones distintas ya que la víctima era hijo del exjefe de la Policía Militar Ambulante el coronel
  47. Entre el asedio y la barbarie 376 Julio Oscar Diemeck. «…para algunos parece ser el inicio de una respuesta violenta de los sectores más radicales de la izquierda ante lo que ellos consideraban los agentes del enemigo. Si este fuera el caso tendríamos ya una muestra el proceso degenerativo al que el movimiento popular había llegado: hacer justicia con sus propias manos, utilizando para ello los mismos medios y mecanismos de los cuerpos represivos».532 Los asesinatos de estudiantes y profesores continuarían durante mayo y junio. Otro crimen que indudablemente tenía como propósito amedrentar al personal administrativo fue el del licenciado Luis Felipe Mendizábal, director del Departamento del Registro y Estadística, ya que este no participaba en actividades políticas. El mensaje era que cualquier funcionario de la Universidad estaba expuesto a ser asesinado, por el simple hecho de trabajar en la institución.533 Como parte de las actividades intimidatorias contra la Universidad fue allanada la sede de la Facultad de Veterinaria por supuestos integrantes del Ejército Secreto Anticomunista que dejaron una nota con amenazas firmada por las siglas ESA. 532. Álvarez, 253. 533.Cazali, 419.
  48. Entre el asedio y la barbarie 377 UnidadesSecretasdeAutodefensaEstudiantil 534. Juan Carlos Vásquez, Militantes Clandestinos, 191. 535. Prensa Libre, 12 de junio de 1980. 2. https:// www.prensalibre.com/ hemeroteca/desconocido- es-linchado-y-quemado-en- campus-de-la-usac/ 536. Comunicado de Gobierno, del 11 de junio de 1980. El 10 de junio de 1980 el estudiante Víctor Valverth, representante de ingeniería ante el CSU, fue víctima de un ataque armado en las instalaciones de la USAC. Mientras era atendido en el Centro Médico de la Universidad, un grupo de encapuchados detuvo a dos individuos, a quienes señalaron como responsables del atentado en contra de Valverth. En la avenida Petapa, a un costado de la Universidad, una turba prendió fuego a uno de los detenidos. Posteriormente, el ejército disparó contra las instalaciones del Centro médico universitario, mientras la policía iniciaba un cateo para detener a Víctor Manuel y a tres estudiantes más. «Valverth fue recluido en un centro médico de la zona 10, custodiado por miembros del Tercer Cuerpo de la policía, y consignado al juzgado tercero de paz penal, bajo los cargos de plagio, vejación y asesinato. El estudiante herido fue asilado por el gobierno de Costa Rica para salvar su vida».534 En los medios se publicó que un supuesto confidencial había muerto tras ser linchado y lanzado a una hoguera en la avenida Petapa frente a la Universidad de San Carlos. El autodenominado grupo “Unidades Secretas de Autodefensa Estudiantil” se atribuyó el atentado e identificó a la víctima como confidencial de la Zona militar general Santa María.535 El gobierno por medio de un comunicado condenó enérgicamente lo que destacaba como «repugnante y ominoso crimen perpetrado la tarde del pasado martes en las instalaciones de la Universidad de San Carlos cuando una turba de estudiantes extremistas golpeó y quemó viva a una persona a la que antes vejaron y “sentenciaron” al estilo de los tribunales populares comunistas». Consideraba repudiable la salvaje actitud asumida por los subversivos estudiantes universitarios al haber cometido un crimen, con características salvajes e inhumanas, nunca ocurrido en historia de la criminalidad del país. Rechazaba las acusaciones de que la víctima hubiese sido miembro de un cuerpo de seguridad del Estado y advertía que agotaría los medios a su alcance para capturar a los responsables del hecho tan cruel cometido en la ciudad universitaria, que ponía en muy mal predicado la categoría moral de quienes diciéndose estudiantes y profesores de un centro de enseñanza superior actuaban sin consideración a elementales principios de los derechos humanos.536
  49. Entre el asedio y la barbarie 378 Los medios estudiantiles afirmaron desconocer la identidad de los integrantes de las Unidades Secretas de Autodefensa Estudiantil que lincharon y luego causaron las quemaduras de Adán Melgar. La Asociación de Estudiantes Universitarios y la Asociación de Estudiantes de Ingeniería emitieron comunicados en los cuales condenaban el ataque contra Valverth, estudiante de último año de ingeniería eléctrica, expresidente de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería y representante estudiantil ante el Consejo Superior Universitario. Ambas organizaciones calificaron a las Unidades Secretas de Autodefensa Estudiantil «como grupo extremista que busca comprometer la autonomía de la Universidad, ya que este tipo de acciones únicamente servían de provocación para el cierre de la Universidad».537 Posteriormente un hombre se comunicó por vía telefónica a la redacción de un diario y dijo ser miembro de las unidades de autodefensa de la Universidad de San Carlos de Guatemala afirmando «daremos el mismo tratamiento, o sea ajusticiaremos a todos los orejas que capturemos en la USAC».538 537. Prensa Libre, 12 de junio de 1980. 2. https:// www.prensalibre.com/ hemeroteca/desconocido- es-linchado-y-quemado-en- campus-de-la-usac/ 538. Ídem.
  50. Entre el asedio y la barbarie 379 Las secuelas de una masacre En la mañana del 14 de julio, alrededor de las 8:45 horas, cuando era mayor la afluencia estudiantil, un grupo de individuos armados, que se movilizaban en varios vehículos, penetraron hasta el frente de la rectoría de la Universidad y ametrallaron indiscriminadamente a los estudiantes que en ese momento bajaban de los autobuses urbanos. Fallecieron 8 Jóvenes universitarios y varios resultaron heridos. La matanza no sólo indignó a los universitarios y grupos sociales, también a la comunidad internacional. El CSU, se reunió de emergencia para analizar la situación para lo que escuchó a distintos sectores. Una delegación del claustro de la Facultad de Ciencias Médicas planteó el cierre total de la Universidad. También propuso paros a nivel hospitalario y exhortar a otros sectores a acuerparlos. Los dirigentes del STUSC, plantearon que no estaban de acuerdo con el cierre temporal de la Universidad porque esa acción no suspendería los ataques y las fuerzas enemigas de la Universidad podrían jugar un papel de salvadores de la institución al procurar su apertura. En todo caso, si se aprobara un cierre temporal, exigían que se hiciese, previamente un referéndum de todos los sectores que componían la comunidad universitaria. No obstante, advertían que lucharían porque la Universidad siguiera abierta. Consideraban que una solución era la búsqueda de la participación conjunta de todos los sectores universitarios en la defensa de la autonomía, la cual podría ser la organización de comités de defensa, a nivel interno.539 Pero el Consejo decidió que se hiciera una declaración pública en la cual se aclararan las noticias deformadas que emitieron varios órganos de comunicación; un paro de labores de 48 horas en señal de duelo; solicitar al gobierno de la República que para el miércoles 16 diera la respuesta a las interrogantes de la comunidad universitaria entre ellas, qué garantías se ofrecían a los trabajadores y estudiantes universitarios, cuál era la opinión del gobierno sobre la masacre perpetrada en la Ciudad universitaria y si estaba el presidente en disposición de dialogar con la Universidad de San Carlos por medio de sus autoridades.540 539. USAC 31-80 /1980 de 14 de julio. 540. Ídem.
  51. Entre el asedio y la barbarie 380 En la sesión del 16 de julio de 1980, el Rector en funciones, Ing. Raúl Molina,541 informó que la conferencia de prensa se había realizado ese día por la mañana y que las interrogantes que se habían hecho al gobierno no habían tenido respuesta. Luego se dio audiencia a representantes de la AEU y del STUSC que propusieron la formación de comisiones de emergencia en todas las unidades académicas y centros regionales para coordinar las tareas necesarias ante la crisis. Impulsar jornadas universitarias, un seminario sobre la situación de la USAC y sus perspectivas inmediatas y la promoción de diversos pronunciamientos. Impulsaban la organización y participación de toda la comunidad universitaria en la discusión de la situación actual y en la actuación futura como la única forma de asestarle efectivas derrotas a la política terrorista gubernamental contra la Universidad. Para el movimiento revolucionario hubiera sido un momento propicio para la organización estudiantil a todo nivel dentro de la USAC. Pero el Consejo estaba teniendo permanentes cambios en su estructura y dirección, se reflexionaba sobre los ataques sufridos y la participación que se debía tener como institución. Luego de una amplia y prolongada discusión, el Consejo resolvió no llevar a cabo, por el momento, ningún referéndum o seminario; solicitar a la Comisión Coordinadora del Consejo entablar un diálogo con la AEU y el STUSC; que se publicara y diera a conocer que, concluido el periodo de duelo y protesta decretado por el Consejo, se reanudarían las labores, por lo que no habría cierre de la Universidad o suspensión de actividades.542 No se aprobarían las comisiones de emergencia, ni se promovería la organización interna para repeler la violencia, pero se iniciarían acercamientos con el gobierno para establecer un posible diálogo. La represión había hecho efecto y las autoridades ya no deseaban que continuara el baño de sangre de los universitarios. 541. El Decano de ingeniería, asumió 14 de julio de 1980, el mismo día de la masacre y entregaría el cargo al Lic. Romeo Alvarado el 1 de agosto. 542. USAC 32-80 3/1980 de 16 de julio.
  52. Entre el asedio y la barbarie 381 El 6 de agosto dentro de la Ciudad Universitaria, desde las 10 horas hasta después de las 6 de la tarde un grupo de unos 12 individuos a bordo de dos o tres vehículos se dedicó a escandalizar, provocar y amenazar a las personas. Uno de ellos vestido de mujer, algunos con armas de fuego y los demás con machetes. Esporádicamente hacían disparos al aire por lo que las autoridades universitarias solicitaron la intervención de la Policía Nacional. El nuevo Rector en funciones envió una nota al director de la Policía Nacional en la que informaba que cuando se llamó a las radiopatrullas, respondieron «que tenían órdenes superiores para no ingresar a la Ciudad Universitaria porque “corrían riesgo de ser quemados vivos” […] el incidente no tuvo mayores consecuencias que, posteriormente, todos hubiéramos tenido que lamentar y que habría causado un mayor distanciamiento entre instituciones que, felizmente han llegado al punto de abrir las puertas de un diálogo franco y constructivo. […] La negativa de colaboración, o de cumplir con su deber por parte del cuerpo de radio patrullas, podría conducir a males mayores que, tanto las autoridades universitarias como usted, deseamos fervientemente evitar. En consecuencia, creemos conveniente que, de suscitarse hechos semejantes, el personal de esa dirección general nos preste su pronta y eficaz cooperación».543 Esta nota llama la atención por varias razones, entre ella la solicitud que se hiciera para el ingreso de la policía a la ciudad universitaria, luego el sarcasmo de la respuesta de que “corrían riesgo de ser quemados vivos”, y finalmente el recordatorio de que, “felizmente se había llegado al punto de abrir las puertas de un diálogo franco y constructivo”. Sin duda, algo estaba cambiando al interior de la Universidad y no agradaría a muchos de los actores universitarios, a los movimientos sociales y a las fuerzas revolucionarias. 543. Nota del Rector en funciones al director general de la Policía Nacional coronel German Chupina, del 7 de agosto de 1980. Ref. R.441-80.
  53. Entre el asedio y la barbarie 382 Las resistencias se asfixian Los triunfos y luchas de la izquierda a nivel mundial fueron generando esperanzas en las organizaciones sociales y revolucionarias guatemaltecas, muchos miembros de las organizaciones guerrilleras llegaron a vaticinar un triunfo revolucionario en corto tiempo. El supuesto auge que tendría el movimiento guerrillero apoyado en la teoría del dominó, más que doblegar al gobierno militar, hizo que tomara acciones represivas que generarían el suficiente terror para reducir el apoyo social de los distintos sectores involucrados. Pocos pudieron anticipar la vorágine de violencia que se venía. El gobierno militar no estaba dispuesto al avance socialista en el país y tomarían las acciones necesarias para impedirlo. La supuesta debilidad del gobierno luquista sería reivindicada con acciones de mano dura y violencia extrema. La contrainsurgencia consideró fundamental bloquear las acciones políticas de la guerrilla, como la toma de la embajada de España, por medio de acciones que rompían los cánones aceptados internacionalmente. También consideraron determinante mermar la participación de la Universidad, que, por su calidad institucional, daban un invaluable apoyo a las luchas sociales. Se perseguiría a cualquier líder que se opusiera al modelo vigente, a cualquier intelectual que hiciera planteamientos con base en pensamientos de izquierda. Los asesinatos contra los universitarios proliferaron y el liderazgo estudiantil sería minado. La organización y el apoyo universitario se estaba desmoronando. No era para menos, la Universidad fue atacada cruelmente y sin consideraciones de ningún tipo, no importó su institucionalidad, no importó su trascendencia, no importó nada. Se convirtió en un objetivo estratégico para debilitar la lucha armada y política que se había fortalecido desde los últimos años de la gestión de Laugerud. Las repuestas de los grupos rebeldes como el linchamiento de un supuesto oreja o confidencial, o el asesinato de representantes de la derecha, generarían reacciones más duras hasta llegar a la fatídica fecha del 14 de julio de 1980. Esta fecha fue el punto de quiebre. El terror haría mella, el sacrificio de inocentes no podía continuar y comenzaría un proceso reflexivo de reajuste para reducir los ataques hacia la institución. Para responder a la masacre se generaron diversidad de propuestas, entre ellas un referéndum para el cierre de la Universidad, la formación de comisiones de emergencia en todas las unidades académicas, la realización de seminarios de análisis, elaboración de pronunciamientos y
  54. Entre el asedio y la barbarie 383 otras acciones que permitieran asestar una efectiva derrota a la política terrorista gubernamental contra la Universidad. Pero el CSU no aprobó ninguna de las propuestas y la Universidad seguiría abierta. A pesar de los llamados a la resistencia por parte del sector organizado estudiantil y laboral, se terminó realizando un cuestionado diálogo, que muchos afirmaron se convertiría en una muestra de la debilidad de la institución. Numerosos universitarios fueron marcados, amenazados, secuestrados o asesinados. La mayoría lo sería por sus ideales y no porque participaran en la lucha armada. Algunos partieron al exilio y otros más se incorporaron a guerrilla como única forma de sobrevivir o de responder a los ataques sufridos. En este panorama de abandono y con la pérdida de líderes y de la base intelectual, se había socavado la resistencia institucional y la Universidad sería obligada a cambiar su política de abierta participación en el movimiento social. El movimiento de izquierda, que había dominado en los últimos años, estaba perdiendo el control político del CSU. Luego de diez años de lucha y de la pérdida de intelectuales, docentes, estudiantes y funcionarios, la Universidad había sido herida y se encontraba exhausta. Pronto los líderes que todavía se oponían abiertamente al gobierno saldrían al exilio o del panorama universitario y se irían minado los pocos focos de resistencia académica que iban quedando. A partir de ese momento trató de retomarse un enfoque académico y deslindarse de la acción política. Las “negociaciones” que se tuvieron con el gobierno no fueron públicas, pero se hizo evidente la merma en la participación institucional de la Universidad en las luchas sociales al igual que los ataques sistemáticos hacia esta. Las batallas que se seguirían dando en la Universidad serían más de índole individual o sectaria. La institución seguiría rechazando la violencia como medio de alcanzar el poder. Pero la violencia no había terminado. Ahora se acrecentarían las confrontaciones a lo interno de la Universidad, por sectores que buscaban retener o recuperar el control. Seguirían las revanchas e incluso los asesinatos, que en algunos casos afectarían también a quienes no apoyaban el movimiento social y revolucionario. Era inminente la dimisión del Rector en el exilio, al igual que de otros funcionarios en distintos niveles. Renunciaría el Decano de Veterinaria y también se iría, negándose a renunciar otro Decano.
  55. Del sueño al letargo 386 Figura 16.1 Mural: Hay un camino que recorrer, la revolución. En Ciudad Universitaria, zona12. Archivo Fotográfico de Oscar Eduardo Barillas.
  56. Del sueño al letargo 387 544. Castañeda, entrevista. El auge de la violencia y las crecientes amenazas habían impactado fuertemente en el ánimo de la comunidad de Arquitectura. El 11 de abril de 1980 había sido secuestrado, torturado y asesinado el Coordinador de EPS, Arq. Horacio Flores. El 19 de mayo también fue asesinado el catedrático Arq. Otto Diemeck en la entrada de la ciudad Universitaria. A uno se le acusaba de ser parte del EGP y al otro de apoyar al Gobierno. Varios docentes y estudiantes de Arquitectura estaban siendo amenazados y comenzaron a intimidarse ante los distintos sucesos que el terrible año había traído consigo. Algunos directivos y profesores renunciaron a sus cargos, otros pidieron permiso, otros más se ausentarían de sus labores. Muchos estudiantes abandonarían las aulas y otros más, que contaban con los recursos suficientes, cambiarían de Universidad para continuar con sus estudios. Según Castañeda los militares habían aprendido de la experiencia de El Salvador: «Cuando intervinieron la universidad nacional se les vino un paquetazo enorme para administrarla. El ejército guatemalteco, mucho más inteligente, decidió que no se iba a meter. Lo que hizo fue que los mismos universitarios hiciéramos la chamba. ¿y cómo lo logró? matando, secuestrando o ahuyentando a la gente para que se fuera al exilio. Esa esa era la fórmula: Al opositor encierro, entierro o destierro. Y lo aplicaron con mucha eficiencia». 544 DEL SUEÑO AL LETARGO
  57. Del sueño al letargo 388 Una escalada de ausencias, permisos y renuncias 545. Amenaza escrita al coordinador de la Unidad de Planificación de Arquitectura. 546. FARUSAC 22-80 5.2/1980 de 5 de agosto. Ver nota en el Anexo firmada por los arquitectos Guillermo Porras, Eduardo Aguirre, Olivia Chan, Carlos Palacios, Manuel Pinelo, Mario Benfeldt, René de León, Luis Fernando Pepió, Edgardo Torres y Julio Fonseca. 547. FARUSAC 23-80 5.6/1980 de 7 de agosto. ...su vida, como la de las personas que giran a su alrededor corren la suerte que nosotros dispongamos, pues en nuestras manos está disponer el momento justo de la ejecución, en vista de que tenemos control absoluto de sus movimientos. 545 La Junta Directiva había estado conociendo diversas solicitudes individuales de permiso. Al inicio de junio de 1980 el Arq. Guillermo Roldán renunció al cargo de Vocal 3 de Junta Directiva. En la sesión del 5 de agosto se conoció y aprobó la renuncia del coordinador de la Unidad 2.1, arquitecto Marcelino González. También se conoció la suspensión de actividades docentes de diez profesores del Taller Síntesis de Nivel Medio y se revisó la petición que hicieran por medio de una carta colectiva. Denunciaban que varios integrantes de ese claustro habían sido objeto de amenazas de muerte si no interrumpían sus actividades docentes. Por lo que solicitaban que se suspendieran las actividades docentes de la Facultad durante un mes en tanto durara esa incierta situación. 546 Ante la peculiar solicitud de suspender las actividades de toda la Facultad, la Junta Directiva consideró que el tema debía seguirse evaluando y consultar con el personal administrativo y de servicios, la coordinación académica y la AEDA. La Junta Directiva reconoció que era innegable el derecho de toda persona a buscar la preservación de su vida, principalmente si se consideraba el terror generalizado que había provocado la violencia contra la Universidad. Sin embargo, opinaba que la medida adoptada por los catedráticos de Taller síntesis era unilateral e inconsulta y con efectos negativos que podrían trasladarse a otros sectores además de que constituían incumplimiento de las normas universitarias. Por otra parte, dada la importancia de las asignaturas involucradas y de los ciclos afectados con dicha medida, incidía en la Facultad como un todo, debilitando las posibilidades para continuar en el desempeño de las actividades académicas. Agregó que, al haber sido adoptada sin previo conocimiento y discusión de alternativas de solución, se habían dificultado y retardado la toma de decisiones en virtud de las consultas que habían tenido que hacerse y la complejidad que la situación había creado. 547 Fue un pánico total,a mi mujer y mis hijos los entrenaba para resguardarse ante un ataque.Amenazaron también a Fernando Pepió, a Julio Fonseca y otros que no recuerdo.Mas bien,la amenaza fue a nuestras esposas a quienes les dijeron que si poníamos un pie en la universidad nos mataban. Eduardo Aguirre
  58. Del sueño al letargo 389 548. FARUSAC 24-80 4.1/ de 12 de agosto. 549. Ídem. 550. FARUSAC 25-80 3.1/ de 18 de agosto. Se consideraba que la propuesta de que el paro fuera extendido a toda la Facultad no resolvía más que, el problema particular de un sector de la Universidad, que no daba salida a la crisis de acoso y represión de que era objeto y podía constituir otro motivo de conflicto para la institución. La Junta Directiva con base en las reflexiones, así como el consenso recogido de los diversos sectores de la Facultad, acordó pedir a los profesores de Taller Síntesis de Nivel Medio que, a más tardar el lunes 18 de agosto, definieran su situación en relación a su responsabilidad docente con la Facultad; pedir a los estudiantes y personal docente y administrativo en general que, en atención a las consideraciones hechas, brindaran su aporte positivo para la solución definitiva del problema planteado; hacer público el acuerdo informando, tal como lo solicitaron los catedráticos, al Consejo Superior Universitario.548 En la misma sesión se dio lectura de una nota enviada por otro grupo de catedráticos, esta vez de la Unidad de Medios de Comunicación, que, debido a la inseguridad personal de sus miembros, solicitaban permiso para ausentarse de su actividad docente por un mes. Junta directiva con base en lo determinado en el caso de los catedráticos de Taller Síntesis, no autorizó el permiso. 549 A partir del 18 de agosto sería el Decano el que dejaría de asistir. El Vocal 1, arquitecto Miguel Ángel Santa Cruz asumió la conducción de Junta Directiva. En dicha sesión Castañeda presentó la primera solicitud de permiso del lunes 18 al viernes 22 de agosto. En su nota expresaba: «sin intención de abundar en razones, mismas que he explicado en extenso al arquitecto Miguel Ángel Santa Cruz, Vocal primero de esta Junta Directiva, circunscribo las mismas a la necesidad que tengo de tomar distancia en relación a la grave crisis en que se encuentra sumida actualmente nuestra Universidad y como causa de la misma, nuestra Facultad».550 Castañeda hizo referencia a los acontecimientos relacionados con la decisión de varios catedráticos de Taller Síntesis, de no continuar con su actividad docente por la amenaza de muerte recibida, así como de otros casos similares con otros miembros de la Facultad. Puntualizaba: «me conducen a hacer un análisis sereno de nuestra condición como autoridades facultativas universitarias enfrentadas a un fenómeno cuyas Nos comenzamos a llamar y nos dimos cuenta de que había sido a varias personas y concluimos que era una estrategia para cerrar la Universidad y generar bochinches. E.Aguirre.
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