3. Nació y murió en Roma, 540-604.
San Gregorio es uno de los cuatro
grandes Padres latinos.
4. San Gregorio I
Fue un hombre
profundamente místico. La
Iglesia romana alcanzó,
gracias a él, un gran
prestigio en todo
occidente. Después de él
muchos Papas quisieron
titularse “siervo de los
siervos de Dios”.
5. De joven
Se dedicó a la
política y fue
prefecto de Roma.
Luego se hace
monje y propaga
la Regla
benedictina.
6. En 579 el Papa Pelagio II
Lo envía de apocrisiario –una
especie de embajador- a
Constantinopla, donde
permanece 6 años. Allí conoció a
Leandro de Sevilla con quien
mantuvo correspondencia. A su
regreso fue secretario del Papa
Pelagio, y, a su muerte es elegido
Papa por el clero y por el pueblo.
7. En un mercado público de Roma vio que unos
hombres iban a ser vendidos como esclavos
Los cautivos eran altos, bellos de rostro
y rubios. Preguntó de dónde
provenían, y le contestaron: “Son
anglos”. “Non angli sed angeli”, señaló
Gregorio. Este episodio lo motivó a
enviar misioneros al norte, trabajo que
estuvo a cargo de Agustín de
Canterbury. A una pregunta de San
Agustín le contestó que no
destruyeran los santuarios paganos,
“límpienlos”, dijo; es decir, hay que re-
dedicarlos.
8. En el año 600
Ordenó que se recopilaran los
himnos y cánticos cristianos
primitivos, conocidos también
como Antífonas, Salmos o
Himnos. Luego se perdió esa
recopilación.
Contribuyó a la evolución del
canto gregoriano.
9. Benedicto XVI recordó
Este Papa y Doctor de la Iglesia
"no se muestra nunca
preocupado por trazar una
doctrina ‘suya’: prefiere hacerse
eco de la enseñanza tradicional
de la Iglesia sobre el camino que
es necesario recorrer para llegar a
Dios".
A través de San Gregorio Magno
se confirma que la humildad es la
medida de la grandeza.
10. San Gregorio Magno
Afirma que el cristiano cuando lee las Escrituras
"no debe conseguir solamente conocimientos
teóricos, sino más bien el alimento cotidiano
para su alma" e "insiste con fuerza en esta
función del texto sacro: acercarse a la Escritura
simplemente para satisfacer el deseo de
conocimiento significa ceder a la tentación del
orgullo".
"La humildad intelectual es la primera regla para
quienes quieren penetrar en las realidades
sobrenaturales partiendo de los libros sagrados.
Por otra parte, cuando se trata de la Palabra de
Dios, comprender no es nada, si la comprensión
no lleva a la acción", indicó.
11. Job En el "Comentario moral a Job",
siguiendo la tradición patrística,
San Gregorio Magno "examina el
texto sacro con un triple enfoque:
literal, alegórico y moral. El ideal
moral consiste siempre en realizar
una armoniosa integración entre
palabra y acción, pensamiento y
compromiso, y dedicación a los
propios deberes. Ese gran Papa
traza para el creyente un
proyecto completo de vida, que
constituirá durante la Edad Media
una Summa de la moral cristiana".
12. “Regla Pastoral”
En su texto más conocido, la "Regla Pastoral", San Gregorio
"se propone delinear la figura del obispo ideal, maestro y
guía de su rebaño. El obispo es ante todo "el predicador"
por excelencia y como tal debe ser ante todo un ejemplo
para los demás" y recuerda que "para una acción pastoral
eficaz es necesario que conozca a los destinatarios y
adapte sus intervenciones a la situación de cada uno".
Además, "insiste en el deber que tiene el Pastor de
reconocer su propia miseria, para que el orgullo no haga
vano, ante los ojos del Juez Supremo, el bien cumplido".
13. El arte de las artes es el cuidado de
las almas
Todas estas preciosas indicaciones demuestran
el elevado concepto que San Gregorio tiene
del cuidado de las almas, que define "el arte de
las artes". En el diseño teológico que Gregorio
desarrolla en sus obras, pasado, presente y
futuro son relativos. Lo que más le importa es el
arco completo de la historia de la salvación que
sigue su curso entre los oscuros meandros del
tiempo. Para él, los guías de las comunidades
cristianas deben comprometerse a examinar los
eventos a la luz de la Palabra de Dios.
14. Benedicto XVI recordó que en las
relaciones que el Papa Gregorio
"cultivó con los patriarcas de Antioquía,
Alejandría y Constantinopla reconoció y
respetó siempre sus derechos, evitando
cualquier interferencia que limitase su
autonomía legítima" y "si en su situación
histórica se opuso al título de Patriarca
Ecuménico para el Patriarca de
Constantinopla lo hizo porque se preocupaba
de la unidad fraternal de la Iglesia universal y,
sobre todo, por su convicción profunda de
que la humildad era la virtud fundamental de
todo obispo y más aún de un patriarca".
15. Benedicto XVI afirma
"cultivó con los patriarcas de Antioquía, Alejandría y
Constantinopla reconoció y respetó siempre sus
derechos, evitando cualquier interferencia que limitase
su autonomía legítima" y "si en su situación histórica se
opuso al título de Patriarca Ecuménico para el Patriarca
de Constantinopla lo hizo porque se preocupaba de la
unidad fraternal de la Iglesia universal y, sobre todo, por
su convicción profunda de que la humildad era la virtud
fundamental de todo obispo y más aún de un
patriarca".
16. Concluyó Benedicto XVI
Aunque el deseo de San
Gregorio hubiera sido el de "vivir
como un monje en permanente
coloquio con la Palabra de
Dios, por amor suyo se hizo
servidor de todos en un tiempo
lleno de tribulaciones y
sufrimientos: siervo de los
siervos. Por eso fue "Grande" y
nos enseña cuál es la medida
de la verdadera grandeza"