Una organización realiza acciones de rescate de comida excedente de eventos, empresas y fábricas, que luego entrega a comedores, hogares y merenderos para evitar que sea desechada. En 2017 recuperaron y entregaron un total de 345 toneladas de alimento.

1. 08 . Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina
Solidaridad!
Plato lleno
Una organización realiza acciones de rescate de comida excedente de eventos, empre-
sas y fábricas, que luego entrega a comedores, hogares y merenderos para evitar que
sea desechada. En 2017 recuperaron y entregaron un total de 345 toneladas de alimento.

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A
ctúan en Buenos Aires, pero
tienen réplicas del progra-
ma en San Martín de los An-
des (Neuquén), Montevideo
(Uruguay), San Pablo (Brasil) y Costa Rica.
Bajo el lema que muchos escuchamos
desde chicos en nuestras casas “La co-
mida no se tira”, la organización Plato
lleno actúa como intermediaria entre
quienes solicitan un rescate de alimen-
to y niños y adultos que lo necesitan y
están en situación de vulnerabilidad.
El proyecto no está enfocado en la lu-
cha contra el hambre, sino en el res-
peto por el alimento para evitar su
desperdicio. Para Plato lleno, que la
comida no se tire a la basura es un va-
lor que antes se tenía muy presente y
que se fue perdiendo con el tiempo.
Los comienzos
El proyecto, que hoy cuenta con un
equipo de coordinadores y otro de vo-
luntarios que se reparten los rescates,
nació en 2013. La idea fue de Alexis
Vidal y Paula Martino, dos amigos vin-
culados a la organización de eventos,
que un día tomaron conciencia de la
cantidad de comida que sobraba y de-
cidieron hacer algo al respecto.
Rafael Barrio, uno de los actuales
coordinadores de la ONG, recuerda la
primera vez que llamó a un catering
conocido y le hizo la propuesta de ir
a rescatar el alimento que sobraba.
“Fuimos, lo buscamos, lo entregamos...
y no podíamos creer lo fácil que era”.
Ahí empezó todo. Comenzaron a sumar-
se más empresas de catering, crearon
una página en Facebook, le dieron difu-
sión en los medios y el proyecto comen-
zó a hacerse cada vez más conocido.
“Cuando tenés contacto con un catering
web directamente. Tanto quienes soli-
citan el rescate de comida (empresas,
catering de eventos, fábricas) como
quienes la reciben (comedores, hoga-
res y merenderos), no tienen que pagar
ningún costo por el servicio. Este es un
principio muy importante dentro del
proyecto: “Plato lleno bajo ninguna cir-
cunstancia le va a cobrar un peso a una
institución receptora”, remarca Rafael.
Quienes reciben los alimentos, saben
muy bien cómo aprovecharlos. El co-
y sabés que se tira comida de primera ca-
lidad, no lo podés creer, y decís, aprove-
chémosla, hagamos algo con esto. Si no
se puede repartir entre los mozos, llevé-
mosla a algún lugar", agrega Rafael. Eso
fue lo que les dio el impulso inicial.
Un servicio sin costo
Los receptores del alimento rescatado
son organizaciones que son designadas
por el proyecto, pero además, las insti-
tuciones pueden anotarse en la página

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medor La casita de la Virgen, el me-
rendero Gabimar, el comedor Don Se-
gundo Sombra y Que Nunca nos falte
son las cuatro instituciones que se en-
cuentran registradas en un documento
en la página web de la asociación, con
la referencias de sus responsables.
Mes a mes Plato lleno informa en su pá-
gina de facebook la cantidad de solici-
tantes que participaron, la cantidad de
receptores y la cantidad de kilos de co-
mida rescatados y entregados. Además
se publican los informes de la cantidad
de dinero que ingresa y lo que se gasta.
Los solicitantes
Sin dar nombres, Rafael cuenta el
caso de un lugar en Puerto Madero
que diariamente da de comer a más
de 500 empleados de distintas em-
presas de la zona y todos los días
tiene un gran excedente de comida
de alta calidad y en excelente esta-
do. “Nunca saben exactamente cuánto
les queda, porque es un comedor muy
grande. Ellos lo embalan y lo freezan y
nosotros vamos dos veces por semana
a recoger entre 40 y 50 kg. de alimento
que lo llevamos a un comedor”.
El Mercado Central les avisa de la can-
tidad de cajones de fruta y verdura que
no se llegan a vender, la empresa Fargo
entrega panes que vencen en el día, y
las facturas de una panadería en Olivos
van directo a un comedor donde los
chicos las comen en la merienda.
Algunos festivales gastronómicos como
la Feria Masticar, en Ciudad de Buenos
Aires o la feria Con Boca, realizada en
Maipú, Mendoza, también han partici-
pado como solicitantes para el resca-
te de alimento.
La logística
Cuando el proyecto comenzó, el lugar
del rescate de la comida y la institu-
ción receptora tenían que estar a una
corta distancia y se debía entregar el
alimento de manera rápida para cui-
dar la cadena de frío. Actualmente,
cuentan con una camioneta refrige-
rada que compraron con dinero que
ganaron en un concurso, y con ella
realizan los rescates y las entregas a
las instituciones receptoras.
En Plato lleno hay varias áreas de tra-
bajo y la logística es una de las más
importantes. En ese área, Laura, su
responsable, se encarga de coordinar
Solidaridad!

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Los rescatistas, como se llaman quie-
nes van en búsqueda del alimento,
trabajan vestidos con cofias, barbijo,
delantal y guantes, y manipulan los
alimentos con el mayor cuidado y res-
peto posible, para que llegue en las
mejores condiciones al receptor.
Donaciones y formas
de colaborar
Plato lleno recibe donaciones
de dinero de parte de patroci-
nadores y particulares que ha-
cen su aporte mensual con su
tarjeta de crédito. “Con $100
pesos se rescatan 7 kg diarios de
comida”, explica Rafael.
También reciben donaciones de
materiales como bolsas de plás-
tico, contenedores y todo lo ne-
cesario para el kit de los rescates,
y se puede colaborar también,
sumándose como rescatista.
Contacto:
www.platolleno.org
www.facebook.com/ProyectoPlatoLleno
proyectoplatolleno@gmail.com
los rescates de comida y de llamar a
los rescatistas voluntarios. Además,
ella es la que cuenta con los conoci-
mientos bromatológicos necesarios,
que adquirió en un curso especializa-
do, y se los transmite al resto del gru-
po a la hora de realizar las acciones.
“No es una ciencia, solo hay que obser-
var el alimento y estar atento. El curso
de bromatología es necesario para te-
ner un criterio básico, pero en general
el alimento está en excelentes condicio-
nes. Nunca está mal”, aclara Rafael.