2. El Pitbull es una raza, no es una raza, es el
nombre de un grupo en el que se mezclan
determinadas características compartidas por
determinados perros… Uff, tanto se dice al
respecto y pocos son los que logran ponerse de
acuerdo. ¿Lo cierto? Sí, lo cierto es que todas
estas razas de aspecto similar, aunque algunas
características diferentes, tienen un ancestro en
común y un origen demasiado difuso para
expresarlo de manera certera.
3. • ¿Los hechos? Se supone que el Pitbull tiene su
origen en el Imperio Romano, o al menos lo tienen
algunos de sus parientes que luchaban en los
ejércitos de Roma. Tanta era su ferocidad y su
desempeño al frente de las tropas, que estos
canidos pasaron a formar parte de los espectáculos
de divertimento para la sociedad de la época. “Pan
y circo” para todos, y los perros luchando en la
arena.
4. • Siguiendo con las suposiciones, de alguna manera,
ejemplares de este tipo de perro sanguinario llegaron a
Gran Bretaña y comenzaron a ser utilizados por los
carniceros para manejar a los toros. Si traducimos la
palabra “toro” del español al inglés, obtenemos un término
que ha formado parte del nombre de esta y otras razas
afines: “bull”. Conocidos como “bulldogs”, estos perros
comenzaron a luchar contra los toros en peleas organizadas
por sus dueños, para mostrar el desempeño de sus
mascotas. En este punto debemos aclarar algo: el bulldog
de aquellas épocas poco tiene que ver con el Bulldog Inglés
actual. En cambio su fisonomía era muy similar a los
Pitbulls que conocemos en estos tiempos, aunque eran
mucho más grandes y feroces.
5. • A estos encuentros se los llamaban “bull-baitings” y tuvieron gran
popularidad entre los siglos X y XVII. Además de los toros, el oso era
uno de los oponentes preferidos por los seguidores de este
sangriento “deporte”. Se cree que como muchos “criadores” de
aquella época mantenían la discreción para no revelar cómo
obtenían ejemplares tan grandes, fuertes y feroces, este secreto de
sumario llevó a que no se pueda rastrear completamente el origen
de este animal.
• Por suerte, en 1835 el gobierno de Inglaterra prohíbe estas peleas.
Pero la sed de sangre y acción no estaba acabada, y la nueva
genialidad consistía en meter en una fosa a los animales para que
luchen contra ratas. El que más ratas mataba en menos tiempo era
el ganador. La palabra “fosa” en inglés se traduce como “pit”, de
aquí la unificación para formar la palabra “pitbull”.
6. • La clandestinidad imperaba por aquella época, y
rápidamente los antiguos organizadores encontraron otra
manera de demostrar el coraje de sus perros, por lo que
lograron hacerlos pelear entre ellos. Era el triunfador el que
quedaba vivo. Este tipo de peleas era más simple de pasar
desapercibida, pero para luchar en las mismas, se
requerían perros más ligeros, aunque igualmente fuertes.
En este punto hay muchas teorías circulando, sin embargo
la más probable es la que asegura que para conseguir esta
ligereza en los animales, se comenzaron a cruzar bulldogs
con terriers, perros delgados y ágiles que se usaban para
cazar bajo tierra, con el fin de que lograran introducirse en
las madrigueras. De aquí surgiría la última palabra que
compone el nombre oficial de estos perros: Pitbull Terrier.
7. • Debido a su relación con las peleas clandestinas, la
American Kennel Club (AKC), una asociación prestigiosa que
reunía a las razas de perros reconocidas hasta el momento,
se niega a incluir al Pitbull en su lista. En reacción a su
negativa, surge el United Kennel Club (UKC), que permitía
anotar a todas aquellas razas excluidas de la otra
asociación. En esa época el Pitbull Terrier pasó a ser la cara
del escudo de esta organización.
• Tuvieron que pasar muchos años para que la AKC sumara
esta raza a sus filas; fue en la década del sesenta y lo
inscribió con otro nombre, para evitar la relación con su
mala reputación de antaño: American Staffordshire Terrier,
en honor al condado inglés en donde esta raza se habría
originado.
8. • Digamos entonces que por aquella época el
mismo perro estaba inscripto con diferentes
nombres, en dos asociaciones distintas. Pero
con el paso del tiempo y las diferentes cruzas,
el American Staffordshire Terrier llegó a
diferenciarse del (ahora también) American
Pitbull Terrier, aunque mucha gente, aún hoy
en día, los confunda, y asocie estas dos razas y
alguna más (como por ejemplo el Bull Terrier)
bajo el simple nombre de “pitbulls”.