Ensayo sobre la idea de una conformación de la cultura mexicana que considera: en la conformidad de la nacionalidad la influencia indígena se dio en una porción mínima.
(Hecho en preparatoria, compartido para otros estudiantes).
Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Cultura mexicana como matizada
1. 0
ÉTICA Y VALORES
Cultura mexicana
como matizada
Ricardo Zavalla García-Mauricio Súarez Ortiz-José Manuel
Ortiz Solis-José Luis Fernandez
14/11/2016
2. 1
Índice
1.- Introducción…………………………………………….2
2.- Desarrollo……………………………………………….3
a. Perspectiva histórica……………………………………3
b. Consolidación del mestizaje y silencio indígena……….4
c. Reconocimiento legal de la pluralidad…………………4
d. Los grupos indígenas: comunidad y supervivencia……5
e. Diversidad de manifestaciones culturales en México….6
f. La riqueza lingüística…………………………………...7
g. Consideraciones sobre el español de México…………..9
h. Las religiones……………………………………………9
3.- Conclusión……………………………………………..10
4.- Bibliografía…………………………………………….11
3. 2
Introducción
La Búsqueda de lo que nos es propio, de lo que nos distingue de otras culturas y
que constituye propiamente nuestra identidad como nación, ha sido una
preocupación que se ha hecho expresa tanto en el ámbito de la literatura como en
la filosofía nacional.
El sentimiento de nacionalidad, este de sentirse parte entrañable de una nación
con perfiles propios se ha ido conformando a través de nuestra historia, una
historia en gran medida común a la de los demás pueblos latinoamericanos. Ya en
1815 Simón Bolívar, en uno de sus escritos conocido como: “La carta de Jamaica”
se preguntaba:
“¿Qué somos: indios, europeos, americanos?; es decir, ¿Cuál es nuestra
verdadera identidad?”
Parece ser que nosotros no podemos decir que somos indígenas puros, ya que
fuimos conquistados y evangelizados por los españoles o los europeos, a pesar de
que restos de nuestros ancestros indígenas afectan directamente nuestra
conformación histórica. Como bien lo dijo Bolívar, la búsqueda de nuestra
identidad nos plantea un problema. Este problema ha admitido diversas teorías,
una de ellas es “La cultura mexicana como matizada”, teoría de la que hablaremos
principalmente.
La cultura mexicana como matizada, considera que en la conformidad de la
nacionalidad la influencia indígena se dio en una porción mínima. Esta teoría se
llama “Matizada” porque admite que nuestra cultura apenas fue bien distribuida o
matizada por el elemento indígena; se funda la conocida tesis que sostiene que
cuando dos culturas entran en contacto la superior anula a la inferior casi por
completo.
El concepto de cultura “matizada” no implica una fusión o un verdadero mestizaje
cultural, sino más bien una vaga influencia que el indio ha ejercido durante cuatro
siglos.
4. 3
Desarrollo
Perspectiva histórica
En el curso de su desarrollo, México ha sido un país pluricultural. Al contrario de lo
que se ha supuesto, la población indígena previa a la conquista no era un bloque.
Un centro de habla Náhuatl dominaba política y culturalmente a un conjunto de
culturas diferentes, con dioses, lenguas y costumbres distintos. Además, antes
habían existido otras culturas de gran influencia, por ejemplo la tolteca, cuya
memoria era reverenciada como sinónimo de privilegio, o la teotihuacana, cuyo
centro urbano ha fascinado durante siglos a los visitantes.
Para las autoridades civiles de España, que implantaron durante los siglos XVI,
XVII y XVIII su propia cultura en estas regiones de América, todos los grupos
autóctonos eran iguales y pasaron a la historia oficial como colectividad genérica.
Las diferencias sólo fueron señaladas por los religiosos de la época. Durante el
proceso de evangelización éstos enseñaron muchas cosas nuevas a los indios y,
a la vez, aprendieron aspectos de la cultura indígena, como la herbolaria, de
enorme interés para la farmacopea posterior.
Los españoles y su cultura se insertaron en las estructuras indígenas haciendo o
no uso de la violencia. Al mezclarse con la población autóctona gestaron una
nueva manifestación cultural que sólo hasta el siglo XIX se asumiría como
mexicana: el mestizaje. La sociedad mestiza, en principio hija de la española y la
indígena, se amplió al unirse con los grupos negros traídos a la Colonia como
esclavos para trabajar en la selva o en las plantaciones de los españoles. También
fueron significativos los asiáticos -especialmente filipinos y chinos- dedicados al
comercio, que llegaban a la costa del Pacífico en los buques procedentes del
Oriente. Otro grupo de importancia estaba integrado por los judíos, muchas veces
perseguidos por la Inquisición, que temía por la certeza de su fe y necesitaba los
capitales de los semitas, quienes desde la Edad Media habían competido con la
Iglesia en el negocio de los préstamos. Con estas mezclas y de una manera
imprevista la sociedad mexicana adquirió una dimensión pluricultural que, poco a
poco, a través de tres siglos de dominio español, se fue manifestando en los usos
y costumbres de la población.
En el siglo XIX y a principios del XX llegaron otros grupos extranjeros importantes
y algunos establecieron sus propias ciudades o poblados. Tal fue el caso de los
franceses, ingleses, alemanes, rusos y estadounidenses. Luego se instalaron en el
país grupos japoneses y de origen palestino o libanés, que se desempeñaron en el
área del comercio.
5. 4
Consolidación del mestizaje y silencio indígena
Paralelo a todos estos grupos minoritarios se consolidó el mestizaje, mientras el
sector indígena de la población, duramente golpeado a principios de siglo XX, se
mantuvo silencioso durante casi una centuria para reivindicar sus derechos como
cultura autóctona. A pesar de los avances en el ámbito de la alfabetización,
México cuenta todavía, a comienzos del siglo XXI, con un significativo sector de su
población adulta -entorno al 10 %- analfabeta, debido a que gran parte de la
comunidad indígena no sabe leer y escribir español, la lengua oficial. El pueblo
mestizo, por su parte, habla una lengua "mexicana", con raíces prehispánicas y
castizas, que el literato Ignacio Manuel Altamirano defendió en el siglo XIX.
Sin embargo, los grupos indígenas se caracterizan por su resistencia. En cierta
medida son políglotos, pues amén de conservar su propia lengua (a veces, como
el maya, sumamente complicado a nivel gramatical) hablan español o lo
entienden, aunque no pueden leerlo o escribirlo. Al tiempo que la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reporta
un elevado nivel de analfabetismo tomando al español como idioma oficial, se
hablan 66 lenguas indígenas, correspondientes a buen número de comunidades
culturales. Entre ellas destacan náhuatl, maya, zapoteco, mixteco, tzeltal, tzotzil,
otomí, totonaco, huasteco, mazateco, chol y chinanteco.
En teoría el mosaico cultural indígena sobrevive amparado por un gobierno laico y
un pueblo predominantemente católico, aunque no exento de cierto sincretismo ni
a salvo del avance de diversos grupos protestantes que en algunas regiones del
país, como el sudeste, ha llegado a causar enfrentamientos armados. Uno de los
casos más sintomáticos es el de Chiapas. Las estadísticas de afiliación religiosa
reportaban un 91.21 por ciento de católicos en 1970, mientras que para 1980 y
1990 la proporción había retrocedido a 76.87 y 67.62 por ciento respectivamente
para ceder terreno a las religiones protestantes, según reportaba el Instituto
Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI). La diversidad de origen,
lenguas, religión y tradiciones son los factores determinantes para la pluralidad
cultural de México.
Reconocimiento legal de la pluralidad
La naturaleza pluricultural de la nación mexicana está asentada en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos que, tras la reforma de 2001, en su
artículo 2 establece: "La Nación tiene una composición pluricultural sustentada
originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de
poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la
colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas,
culturales y políticas, o parte de ellas. La conciencia de su identidad indígena
deberá ser criterio fundamental para determinar a quiénes se aplican las
disposiciones sobre pueblos indígenas.
Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen una
unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio y que reconocen
6. 5
autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres. El derecho de los
pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional
de autonomía que asegure la unidad nacional. El reconocimiento de los pueblos y
comunidades indígenas se hará en las constituciones y leyes de las entidades
federativas, las que deberán tomar en cuenta, además de los principios generales
establecidos en los párrafos anteriores de este artículo, criterios etno-lingüísticos y
de asentamiento físico." Además de esta declaración de principios, el artículo
incluye dos grandes apartados en los que quedan recogidas las formas de su
implementación. En el primero se establecen los ámbitos en los que los pueblos
indígenas tienen derecho a la libre determinación y a la autonomía. En el segundo
quedan expuestas las obligaciones que corresponden a la Federación, los estados
y los municipios en relación al establecimiento de instituciones y políticas que
garanticen la vigencia de los derechos de los indígenas, las que deberán ser
diseñadas y operadas conjuntamente con ellos.
Los grupos indígenas: comunidad y supervivencia
Sólo una porción mínima de las etnias indígenas mexicanas se halla por completo
exenta del mestizaje. Hay características físicas comunes que comparten con
todos los indios de Mesoamérica. El color de la piel va del amarillo claro al amarillo
oscuro o tostado. Los ojos suelen ser de color café, y su forma mongoloide
confirma el origen asiático de los primeros pobladores del Continente.
El doblez del párpado superior, la elevación del ángulo externo del ojo por encima
del ángulo interno y el lagrimal oculto tras un repliegue de la piel son otros signos
distintivos. Los indígenas tienen cabello oscuro y ralo, raramente son calvos,
aunque su cara y cuerpo son lampiños. Casi todos pertenecen al tipo sanguíneo
O. Son mesorrinianos y braquicéfalos. Su estatura oscila entre 1.55 y 1.74 m. Se
considera que en el mestizaje el elemento indígena ha predominado sobre el
elemento europeo, por ello es común hallar alguna de esas características en
personas de piel blanca o de tipo caucásico.
Aunque en el país sobreviven 66 culturas indígenas, muchas de ellas están
asimiladas a la vida seudo-urbana de la aldea mestiza. Hay otras más
importantes, que para su estudio es preferible ubicar en sus asentamientos
regionales originarios, pues separarlas de acuerdo con la división política de la
República Mexicana es motivo de confusión. Las comunidades indígenas
funcionan internamente como pequeñas "repúblicas" donde los poderes se
equilibran alrededor de las decisiones del consejo de ancianos, considerados los
miembros del grupo con más experiencia.
En esas organizaciones destacan varias figuras representativas. El guerrero tiene
fuerte carga mística. El sacerdote se encarna en el representante de la Iglesia
católica. El médico o curandero conoce en profundidad las propiedades
terapéuticas de plantas y sustancias animales y puede, según esto, comunicarse
con las divinidades y los ancestros protectores de cada grupo. La anciana
representa a la Tierra. También sobresalen el comerciante y el responsable
administrativo, quien rara vez permanece en el puesto más de un año.
7. 6
Gracias a sus figuras representativas y al modo de organizarse, muchas
comunidades han defendido su autonomía dentro de la estructura administrativa
general del país. Desconocen los límites políticos impuestos por el Estado y se
mantienen en movimiento dentro de un territorio que tradicionalmente les
perteneció. Un ejemplo de ello es el caso de los triquis que, si bien están
básicamente ubicados en el estado de Oaxaca, también se les encuentra en
Puebla; o el de los huastecos, que viven en la unión de los estados de Veracruz,
San Luis Potosí, Tamaulipas e Hidalgo. A partir de estas precisiones, el estudio de
los pueblos indígenas se realiza de una forma menos tradicional pero más
comprensiva de la esencia de su organización y distribución territorial.
Diversidad de manifestaciones culturales en México
La naturaleza pluricultural de la nación mexicana nos permite identificar y valorar a
los diversos grupos sociales, regionales y étnicos, manteniendo una postura de
respeto y comprensión hacia la diversidad de sus orígenes, lenguas, religión,
costumbres, tradiciones, etcétera.
Son numerosos los indígenas que viven en el país.
Los diversos grupos étnicos son herederos directos de las culturas prehispánicas;
mientras valoramos aquellas culturas a través de sus portentosos vestigios:
pirámides, monumentos, códices y otros testimonios, ignoramos a sus herederos,
muchas veces marginándolos y explotándolos.
Para dar una somera idea del mosaico cultural que nos caracteriza como nación,
mencionaremos algunos grupos étnicos representativos:
▪ Los tarahumaras: Habitan lo que se conoce como la Sierra Tarahumara,
en el estado de Chihuahua. Se ha caracterizado por conservar en una
forma pura sus costumbre y tradiciones.
▪ Los seris, yaquis y mayos: Estos grupos habitan en el estado de Sonora.
Sobreviven cerca de 700 mil indígenas de ésta comunidad.
▪ Los otomíes: Habitan en los estados de México, Hidalgo, Puebla y
Veracruz. Según las últimas estadísticas dadas a conocer hay un total de
280,233 personas que hablan lengua otomí.
▪ Los huastecos: Son habitantes de los estados de Tamaulipas, San Luis
Potosí, Hidalgo y Veracruz. Su población se estima en 120,379 personas.
▪ Los nahuas: Constituyen un grupo mayoritario, pues 1,197,328 individuos
están ligados a ésta cultura y hablan el náhuatl. La mayor concentración de
este grupo se encuentra en los estados de Morelos, Puebla, Tlaxcala y
México.
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▪ Zapotecas: Habitan el estado de Oaxaca. La barrera idiomática es tan
grande que se han llegado a contar hasta 20 variantes del zapoteco.
▪ Los tzotziles: Estos grupos habitan el estado de Chiapas donde
encontramos una variada población indígena conformada por zoques,
tojolabas, mames, entre otros. Predominan los tzotziles y los tzetzales. La
población indígena de éste estado constituye 13.6% del total de habitantes.
Una constante en las comunidades indígenas es la preocupación por la muerte,
sobre la cual surgen diversos mitos, cultos y tradiciones.
La riqueza lingüística
Un rasgo distintivo del fenómeno pluricultural mexicano es la gran cantidad de
lenguas indígenas que persisten en ciertas localidades y que difícilmente se
integran al español, lengua oficial de la República. Aunque los grupos que las
hablan son reducidos en cuanto a número de personas, la riqueza lingüística del
México prehispánico parece desafiar las novedades del español, cada vez más
deteriorado a causa de la penetración estadounidense y a pesar de los esfuerzos
de la Academia Mexicana de la Lengua. El registro de las casi setenta lenguas
indígenas que persisten se debe a los trabajos del Instituto Nacional Indigenista,
creado en 1940 por iniciativa del presidente Lázaro Cárdenas para atender en
general todos los aspectos de este sector de la población: en 2003 este organismo
fue relevado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas.
Clasificación de las lenguas indígenas
Familia Subfamilia Grupo Subgrupo Lenguas
I. Hokano-
coahuilteca
yumana de Baja California paipai, kiliwa, cucapá, cochimí
seri seri
tequistlateca tequistlateca o chontal de Oaxaca
II. Chinanteca del ojiteco chinanteco de Ojitlán
chinanteco de Usila
de Quiotepec chinanteco de Quiotepec
chinanteco de Yolox
de Palantla chinanteco de Palantla
chinanteco de Valle Nacional
Lalana chinanteco de Lalana
chinanteco de Latani
chinanteco de Petlapa
III. Otopame pame pame del norte, pame del sur
chichimeca chichimeca jonaz
otomiana otomi, mazahua
matlatzincana matlatzinca, ocuilteco
9. 8
IV. Oaxaqueña zapotecana serrano del norte zapoteco de Villalta
zapoteco vijano
zapoteco del rincón
de los valles centrales y el Istmo zapoteco vallista, tehuano
de las sierras del sur zapoteco de Cuixtla, solteco
Chatino y papabuco chatino, papabuco
mixtecana mixteco mixteco mixteco de la costa
mixteco de la Mixteca Alta
mixteco de la Mixteca Baja
mixteco de la zona mazateca
mixteco de Puebla
cuicateco cuicateco
trique trique
amuzgo amuzgo
mazatecana mazateco, chocho o popoloca
ixcateco
V. Mangueña chiapaneco
VI. Huave huave
VII. Tlapaneca tlapaneca
VIII. Tolonaca totonaca, tepehua
IX. Mixe mixe, zoque, popoluca
X. Maya irik huasteco
winik yaxqué maya peninsular
(-yucateco- y -lacandón-)
yaxhé chol, chontal, tzetzal, tzotzil
tojolabal
raxché mame, teco
motocintleco motocintleco
XI. Yutoazteca sonorense pimano pima alto, tepehuán
tarahumara-
cahita
tarahumara-varohio
cahita (-yaqui- y -mayo-)
cora-huichol cora, huichol
aztecano náhuatl (-náhuatl-, -azteca-,
-mexicano- o -mexicanero-)
XII. Cuitlateca cuitlateca
XIII. Tarasca tarasco o purepecha
XIV. Algonquina kikapú
10. 9
Consideraciones sobre el español de México
Como tantos otros elementos significativos de la cultura nacional, el lenguaje
corriente es resultado del sincretismo entre la cultura española y las culturas
indígenas previas a la Conquista. Aunque el español ha manifestado un claro
predominio sobre las otras lenguas, en México se ha visto influenciado por éstas,
tanto en el uso de términos de raíces indígenas, como en el empleo de ciertos
vicios gramaticales. Tal es el caso de la frecuente aplicación de diminutivos a
cualquier palabra, no necesariamente a un sustantivo: adjetivos calificativos o,
incluso, verbos. El sufijo que se añade representa tanto disminución como
afectividad.
Hay también una serie de palabras locales diferenciadas geográficamente con
respecto a los vocablos empleados en España; es decir, palabras distintas que
desplazan a las españolas sin perder su significado. Algunos de los casos son(se
menciona primero el vocablo mexicano y después la palabra española):
“banqueta” por “acera”, “chabacano” por “albaricoque”, “canijo por “astuto”,
“camión” por “autobús”, “cubeta” por “balde”, “traje de baño” por “bañador”, “tina”
por “bañera”, “foco” por “bombilla”, “cacahuate” por “cacahuete”, “cerillo” por
“cerilla”, “regadera” por “ducha”, “de pelos” por “excelente”, “chícharo” por
“guisante”, entre otros varios ejemplos.
El español de México ha sufrido el impacto del inglés. El grado es mayor por la
cercanía geográfica de México con Estados Unidos
Las religiones
La vida cotidiana del México prehispánico sólo se concebía en relación con los
dioses de cada cultura. Las comunidades indígenas han mantenido ese estrecho
vínculo, pese a haber adoptado el credo católico que, al principio, les fue ofrecido
por la orden franciscana en el siglo XVI. Ésta tuvo la capacidad de involucrarse
con la población y vivir con ella, a la vez que se convirtió en “maestra” de la
comunidad. A ese propósito contribuyeron los agustinos, los dominicos y los
jesuitas.
Desde su llegada, la presencia del clero estuvo relacionada con hechos
significativos de la historia de México. Un ejemplo es el papel que desempeñaron
los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos en el movimiento del
Independencia. Otro ya en pleno siglo XX, fue el movimiento cristero, que
combatió los intentos del presidente Plutarco Elías Calles para formar una iglesia
cismática que fuera guiada por el Estado mexicano y no por el Vaticano. Pero la
importancia de la religión no se limitó a grandes episodios históricos y siempre fue
patente de la vida cotidiana, el diario transcurrir de las actividades en una
ranchería, una localidad, una comunidad indígena o incluso en grandes ciudades
como Monterrey, Guadalajara y la capital de la República.
A lo largo de la historia, el clero católico en México se ha preocupado por el
bienestar de la población, manteniendo su compromiso con las personas más
necesitadas, con las causas de una sociedad que en más de una ocasión ha
designado a los representantes eclesiásticos como tatas, “padres” o “abuelos”.
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Conclusión
Las diversas culturas prehispánicas realmente tuvieron influencia en el desarrollo
de la cultura que actualmente tenemos, pero lo hicieron de una manera leve.
Se puede decir que las culturas se fusionaron totalmente, se sintetizaron logrando
que la cultura española se modificara grandemente, que se logró al mestizaje
llegando a una homogeneidad racial, o incluso que no logramos aceptar aún, de
manera total a la cultura española, pero por lo que se puede observar la cultura
española y el catolicismo ganaron, nuestra cultura antigua quedo corrompida por
ideas religiosas nuevas y el conocimiento de nuevos ídolos como la destrucción de
los antiguos siendo sus generaciones actuales ahora marginadas, segregadas y
excluidas.
Admiramos los vestigios de los que ya no están, pero no apreciamos los
conocimientos que poseen los que aún viven.
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Bibliografía
Ética y Valores, ESCOBAR, Valenzuela Escobar; ARREDONDO,
Campos José y ALBARRÁN, Vázquez Mario.
Editorial Patria. México, 2016. Tercera Edición
134 páginas. P.p. 110-112
DE GISPERT, Carlos y GÁRRIZ, José
Nuestro País. Enciclopedia temática.
No. de tomos: 6 Tomo No. 4
No. de páginas: 768 P.p 625-652
Grupo Océano. España 2008