1. DIA DE LA PRIMAVERA Y DE LA JUVENTUD: 23 DE SETIEMBRE
Cada 23 de setiembre se celebra el inicio de la
estación más mágica del año: la primavera. Y no
sólo eso, también es una fecha oportuna para
festejar la amistad y la juventud. La analogía no
puede ser mejor: la naturaleza renace mostrando su
armonía y la juventud, llena de energía, proyecta el
mejor momento en la vida de un ser humano para
realizar todo con optimismo.
También se ve a la primavera como la estación más enamoradiza del año. El amor y
la amistad son dos palabras que siempre se tienen presentes en los discursos
ofrecidos por los colegios y demás instituciones los 23 de setiembre. Lo cierto es
que no son apreciaciones subjetivas sino más bien están ligadas con la aparición del
calor y el embellecimiento de la naturaleza, dos factores que propician la mayor
relación entre las personas. ¿Quién alguna vez no ha aprovechado la primavera
para salir de la ciudad al campo? Es rico salir de paseo aunque sea un domingo de
primavera para gozar de las flores y las mariposas, de los pajaritos que cantan más
temprano, del sol que calienta pero no quema…
Digamos que hoy el Perú es un país joven que pasa por la mejor de sus primaveras.
Se sabe que estamos en una etapa de crecimiento económico y que además la
identidad nacional se está consolidando como nunca antes. Los peruanos
demostramos que el mundo puede ser nuestro si queremos, vemos el lado
optimista de las situaciones y esto nos hace “eternos seres primaverales”, idealistas
y luchadores. Sigamos dándole por el lado amigable a todo lo que se nos presente y
vamos a tener dentro de muy poco una nación sólida como las piedras en las que se
forjó el gran imperio de los Incas.
No por nada tenemos al norte del país la ciudad de la eterna primavera: Trujillo y
más arribita está Chiclayo, la capital de la amistad. Son dos pruebas más de la
riqueza cultural, natural y espiritual que Dios le ha entregado a esta gran nación.
Fuente: blog.pucp.edu.pe
2. Virgen de las Mercedes
La Virgen de La Merced fue llamada por Su
Santidad el Papa Juan Pablo II en su primera
visita al Perú en 1985, “La Estrella de la Fe y
de la Evangelización”.
Esta Sagrada Imagen vio su culto nacer durante
la época de la Evangelización constituyente,
cuando Francisco Pizarro llegó al Perú y fue
acompañado por religiosos de la Orden de La
Merced, quienes se trazaron la meta de
cimentar sus labores evangélicas y la
inspiración al culto a la Madre de Dios, bajo la
advocación de “María de Las Mercedes”.
Cuenta la historia que un día 24 de septiembre
en horas de la noche, incursionó en nuestro
puerto una flota inglesa conformada por los
piratas más famosos de la época, invadiéndolo y aprovechando la fuga del
vecindario, no sin antes experimentar toda suerte de manifestaciones de pánico,
desesperación e importancia ante los intrusos.
Según los testigos de aquellos tiempos, cuyo testimonio registra la Historia, los
ingleses entrenados para la destrucción y el pillaje, y dueños de la situación, se
apropiaron de las riquezas y luego incendiaron la ciudad, para luego organizar sus
acostumbradas orgías de triunfo bajo las actitudes morbosas y sanguinarias del
pirata George Anson.
El Jefe de la Escuadra inglesa, quiso completar el cuadro de destrucción e intentó
robar la Sagrada Imagen de Las Mercedes. Pero no pudo. Fuerzas misteriosas
agitaron el mar haciendo huir a los invasores. Frustrada su maligna intención,
Anson presa de una ira incontenible, dio una violenta estocada a la
Virgen marcándola en el cuello, señal que hasta ahora perdura como testimonio
de la acción sacrílega de los ingleses, quienes se vieron precisados a arrojarla al
mar.
Pasados algunos días, la Sagrada Efigie fue encontrada varada en una playa
paiteña, por un grupo de pescadores, quienes avisaron a la población, que más
tarde organizaron una gran procesión con profundas manifestaciones de júbilo y
emoción religiosa. El Pueblo de esa época jubiloso y lleno de fe, estuvo varios
días maravillado por lo que consideraban un milagro del Cielo.
3. Este episodio marcaría para siempre la gran veneración de los paiteños y de los
visitantes que atraídos por los sucesos, llegaron a Paita por centenares a dar
realce a la Festividad; organizándose las primeras peregrinaciones que
continuaron hasta nuestros días.
Se atribuye a la Escuela Quiteña la escultura de la efigie. No sólo artistas sino
religiosos admiran la expresión del rostro de la Sagrada Imagen, donde
sobresalen la dulzura y la belleza. Así luce la Virgen de Paita y su actitud divina
que se traduce al observar sus brazos abiertos (…) llamado de Jesucristo cuando
se dirigen los cristianos que buscan una última esperanza: “VENGAN A MÍ TODOS
LOS QUE ESTÁN CASADOS Y AGOBIADOS, Y YO LOS ALIVIARÉ”. Tal es el mensaje
de paz y esperanza que buscan los peregrinos que hoy acuden a esta Festividad.