El pirata Barba Morada y sus viajes en el pacifico
1. El pirata barba morada y sus viajes en el
océano pacifico
Autora: Rocisel Sáez
2. En la Inglaterra del Siglo XVI surcó los
mares del pacifico, el terrible y malvado
pirata llamado Barbamorada así se
llamaba este hombrecito, que antes tenía
su barba blanca. Era un hombre alto de
contextura gruesa con muchas arrugas,
voz fuerte , una pata de madera y con su
fiel loro Pirata Negro se la pasaba en el
puerto de la isla Galápagos, refugios de
los piratas . En ocasiones con melancolía
veía llegar y salir barcos, y a muchos
marineros conocía y ellos le contaban sus
aventuras en los mares del pacifico, ruta
poco explorada para la época, hasta que
un día él se decidió y enrumbo su barco
de tres velas con rumbo desconocidos con
una tripulación de hombres fieles y
valientes
3. Los días pasaban con tranquilidad, hasta que una media
tarde, una tormenta marina los atacó el subcapitán sufrió un
accidente que lo mandó por la borda desapareciendo en
medio del mar, siendo ascendido el primer marinero al cual
le decían Juan el loco, guerrero de día y de noche. Un buen
día Barbamorada, estaba en el mástil deleitándose con el
paisaje, cuando observó algo flotando, se lanzó al mar y
descubrió una botella, la cual contenía un mapa del tesoro.
Pensando las cosas detenidamente, se decidió a seguir en
esta aventura con el apoyo de la tripulación, tomó su
brújula y enrumbó la ruta marcada en el mapa, temerosos
porque los territorios no habían sido visitados por muchos
marineros la tripulación titubeó, pero el capitán con fiereza
a los amotinados mando a bajar y los otros con él
continuaron su camino. Pasado este episodio triste, a la
semana de navegar siempre hacia el oeste con vientos de
frente y pequeñas formaciones sorteaban los contratiempos.
4. Todos alegres cantaban la canción del
capitán, “Somos marineros de alta mar,
nada nos asusta, a nada le tememos, solo
el hombre podrá detenernos, pero nuestro
corazones jamás serán anclados, guijou
guijou”. Aún recordaban con tristeza
cuando salieron de la bahía negra último
refugio conocido por ellos, siguiendo la
corriente del oeste se dirigieron hacia
una isla ubicada en medio de la nada,
desembarcaron y allí encontraron un
cofre con algunas monedas y la leyenda
¡Cuidado viajero con las sirenas, ellas
solo te atrapan, la única forma de pasarla
es no haber olvidado sus canciones!.
Con un buen viento de este a oeste se
zarparon, a un sitio denominado
Calavera, porque han acaecidos muchos
naufragios en esa zona atribuido a
fuerzas sobrenaturales hasta ahora
desconocida.
Todo iba bien hasta que llegaron a
una fuerte corriente que los
absorbió hacia una enorme cueva,
ese lugar es denominado por los
lugareños como la cueva del
tiempo, en ella se siente una
atmósfera extraña y los marineros
sufren los más terribles recuerdos
de cosas pasadas que los
atormentan, y al salir de la misma
se asombran de encontrarse con
barco de más de 300 años de
antigüedad.
5. El temor invade a la tripulación al
sentirse atrapados pero Barbamorada
manda a izar vela para recobrar
velocidad. Estando en este proceso se
posa en la cubierta un hermoso
guacamayo multicolor, que le dice al
capitán “Para lograr tu meta debes
seguir un poco más,”, terminado esto
desapareció en una luz brillante ante el
asombro de todos, la tripulación
comenzó a sentir miedo pero
Barbamorada les infundió confianza a
pesar que él también estaba preocupado
acerca de que si era correcto proseguir,
su mayor temor era fracasar ante sus
hombres.
6. Contentos y más animados continuaron camino, rumbó al tesoro, en el
mar negro apareció una de las cosas más temidas por los marineros, un
barco fantasma que es un barco que navega sin rumbó, porque su
tripulación desapareció misteriosamente por algunos de los peligros de
los mares, mandó el capitán a preparar los cañones y estar en defensiva
por si era necesario atacar, o repeler cualquier ataque, pero el barco
fantasma, ante su ojos atónitos, se hundió delante de ellos, apareciendo
una terrible neblina que a todos dejo casi ciegos, varados por la
imposibilidad de seguir sin ver el rumbo dos semanas estuvieron, hasta
que una fuerte brisa se llevó, todas las nubes despejando el panorama
para ellos.
7. Observando el mapa el capitán
mandó a tomar rumbó suroeste, hacia
la isla que marcaba el mapa, al llegar
observaron viejas y derruidas
construcciones hechas por la mano
del hombre. Ese lugar está marcado
como el sitio donde reposa el tesoro,
ya en medio de la travesía de pronto
un ruido de canciones femeninas
invade el ambiente los marineros
hipnotizados oyen ese canto desde
las rocas, donde hermosas sirenas
posan para ellos. Su canción era algo
así , nuestros corazones son suyos,
nuestra riquezas son solo para ti, ven
mi marinero para hacerte feliz, ya la
mayoría estaba bajo el embrujo de las
sirenas y todos estaban ya dispuesto a
enrumbar el paso y los otros el barco
hacia esas rocas sus perdición si
encallaba el mismo.
La situación estaba casi perdida, y el
capitán sacó unos viejos papeles que
encontró en un cofre, recordando que
el loro en secreto le dijo
Esta será tu protección
En voz alta leyó su contenido:
“Sirenas del oeste ante ti estamos
humildes y respetuosos, te ordenamos
en nombre de los dioses nuevos y
antiguos que vuelvan a sus
aposentos, dejando esté presente en
forma de oro, como tributo por pasar
por sus mares, les ordeno volver en el
momento de lanzar esta copa de
oro”. En esto lanzo la copa y las
sirenas desaparecieron junto a la
niebla
8. Salvados los hombres por su Capitán llegaron a la isla donde, en medio de
los restos, encontraron la señal que marcaba el sitio donde estaba el gran
cofre del tesoro que les permitió a todos vivir felices con sus familias. Los
tripulantes no volvieron al mar. Porque las riquezas eran incalculables no era
solo un cofre eran más de 100 enterrados en ese sitio, tesoro de las sirenas
acumulado a lo largo de los años, cargado el barco volvieron a sus hogares y
muchos de ellos renunciaron al mar al sentirse satisfechos, pero el capitán
barba morada siempre vivió en el mismo, hasta que su espíritu voló libre para
siempre.