1. evo luciona, crece y mejora con el tiem-po
si se maneja correctamente desde
sus inicios, y que además ofrecía una
ruta para encontrarse por el mundo
con gente con gustos afines y similar
pasión.
En 1981 se convirtió en la primera
enológa argentina con título, diplo-mada,
además, con altos honores. “Era
un mundo mucho más difícil, donde
no había otro lugar para la mujer que
no fuera laboratorio, en cambio hoy
tiene un lugar y es respetada como
enóloga para hacerse cargo de bo-degas”,
explica.
Primero en Cafayate, donde pasó
varios años y nacieron sus dos hijos,
Balbo fue trascendental en la trans-formación
de los vinos de la provincia
de Salta. Luego regresó a Mendoza
para involucrarse en proyectos de fa-milia,
que pausaría para emprender
asesorías enológicas y de exportación
en reputadas bodegas en y fuera de
Argentina. “En cada etapa de mi vida
he tenido mentores y personas que
han tenido una fuerte influencia en
mí”, dice.
Pero su inquietud por sacar ade-lante
una bodega propia persistía, con
lo que tras veinte años de trabajar en
diversas facetas del vino -de su ela-boración
a su comercialización- , que le
permitieron estar a la vanguardia en
estilos de vinos y tendencias de mer-cado,
y ganar experiencia e intuición
para desarrollarse y tener éxito como
enóloga-empresaria, a partir de 1999
empezó a dar forma a Dominio del
Plata, una bodega dedicada a la ela-boración
de vinos de alta gama, pro-yecto
que tomó su nombre del altísimo
cerro Plata que corona el paisaje de su
bodega en el corazón de Mendoza y con
el que consagró su trabajo enológico de
muchos años.
Poco a poco comenzó a conquistar
mercados con sus vinos limpios, equi-librados,
con taninos amables y buenos
finales, pero con elegancia y capas de
complejidad que invitan a reflexionar y
mantener el entusiasmo desde el pri-mero
al último sorbo, que es así como
define a los vinos que demanda el
mercado hoy.
“Los 15 años de Dominio del Plata
ha sido una trayectoria muy rápida y
de un crecimiento extraordinario, y
que de alguna manera ha sido ver-tiginoso.
Haberlo conducido durante
este tiempo es lo que me llena de
orgullo ”, afirma quien describe a su
bodega como a su tercer hijo, un sueño
hecho realidad.
Allí elabora cuatro líneas de vinos
premium: Críos, jóvenes con fruta fres-ca,
buen balance y concentración; los
BenMarco; los Susana Balbo, elegantes,
complejos y sofisticados; y Nosotros,
ensamblajes de las mejores barricas
que rinden tributo al esfuerzo de todos
los que aportan a la creación de sus
botellas.
Maestra en el arte del ensamblaje y
el juego de fusiones de uva, tipos de
madera y tostados, piensa que los
blends son el súmmum del talento del
enólogo para jugar con la expresión de
uvas, suelos y alturas, permitiendo
resaltar equilibradamente las cuali-dades
de cada vino, logrando una
perfecta armonía y sinfonía de sa-bores.
¿Uvas preferidas? No tiene, por-que
opina que cada variedad tiene
personalidad y aptitud para distintas
ocasiones, y si en algo cifra la ventaja
competitiva de Argentina es preci-samente
en ese amplio abanico de
vides expresivas del terroir y los di-versos
microclimas del país.
Pionera en muchas cosas y tren-dsetter
con los vinos rosados, del logro
que más orgullosa se siente como pro-fesional
del vino es haber establecido a
la blanca torrontés como una variedad
de alta calidad capaz de elaborar vinos
de alta gama.
¿VALE MÁS TÉCNICA
O SENSIBILIDAD?
“Soy muchísimo más humanista que
científica, pero considero que la hu-manidad
y las relaciones entre los
hombres deben guiarse por un co-nocimiento
científico que nos permita
ser más justos en las relaciones hu-manas.
La sensibilidad es absoluta-mente
más importante porque todas
las decisiones se toman por degus-tación,
interviniendo, fundamental-mente,
los sentidos”, dice quien ha
acaparado portadas de la prensa in-ternacional
y en 2012 fue escogida una
de las mujeres más influyentes del
vino en el mundo.
¿Elaboración? La define a medias
entre experiencia e intuición feme-nina.
“La experiencia marca una ten-dencia
de lo que debemos evitar para
no fallar y la intuición nos permite
elegir nuevos caminos y nuevos cur-sos
de trabajo para innovar”, subraya
quien no cree que haya vinos “fe-meninos”,
sino vinos, y consumido-res
femeninos y consumidores mas-culinos
que eligen en base a sus
preferencias.
Su bodega es de líneas limpias y
sencillas, y en su área social conviven el
acogedor restaurante “Osadía de
Crear”, con los más deliciosos man-jares
criollos y mediterráneos, y el
espacio personal de la bodeguera, sin-cero,
pulcro, práctico y con un ho-rizonte
de viñas.
Además de los nuevos proyectos en
botella en permanente cocción, a la
Susana Balbo de fogones le gusta la
cocinar “de todo” y está presta a pre-parar
para los suyos “lo que le pidan”.
Desde hace algunos años sus hijos José
y Ana se incorporaron al retrato de
LA BODEGA Dominio del Plata
en Mendoza, Argentina.
bodega, uno como enólogo y otra en su
administración. “Mis hijos eligieron
libremente participar en Dominio del
Plata. Mi relación con ambos es muy
buena como madre y como jefa. Por
supuesto como jefa a veces es más
difícil, ya que es muy complicado se-pararme
de mi rol de madre, pero para
ello tengo un gerente general y todo un
equipo de gerentes que trabajan en un
pie de igualdad con ellos y evito los
roces innecesarios”, dice.
Determinada, da a respetar su es-tilo
y, aunque tenga la última palabra,
tiene muy en cuenta la opinión de su
equipo, que participa activamente en
los procesos de la bodega. Destaca su
vocación de servicio y se define como
trabajadora incansable, de las que
mueren con las botas puestas aunque
no necesariamente sea haciendo vi-no.
“Tengo una personalidad fuerte,
pero no hubiese sido posible hacer
todo lo que he hecho sin tenerla”.
Su trabajo en bodega lo compa-gina
con la presidencia de Wines of
Argentina, organización dedicada a
promover el vino argentino en el
exterior y a ayudar a orientar la
estrategia exportadora del país. Sus
prioridades en este mandato son con-ciliar
sin fisuras a la nueva gene-ración
de elaboradores con la más
experimentada, a fin de compaginar
experiencia con nuevas ideas, tanto
en la creación de nuevos productos,
como en la comunicación del vino a
los nuevos consumidores.
“El futuro de las generaciones de
enólogos y de la nueva enología ar-gentina
está estrechamente vincu-lada
con lo que sucede en los mer-cados
y con la capacidad que posee
esta nueva generación de enólogos,
muy talentosos, de tomar la expe-riencia
de nosotros los más viejos, y
agregarle su impronta de juventud y
nuevos estilos”, afirma la enóloga,
quien ha estado tres veces en Puerto
Rico, un destino que le encanta y al
que está segura regresará.
¿C ONOCE AL PAPA FRANCISCO?
¿LO INVITARÍA A VENDIMIAR
EN DOMINIO DEL PLATA?
“Lo conozco y desde luego que lo
invitaría. Y en la mesa le serviría vino
malbec, del que sé es fanático”, de-clara.
Siendo el Papa técnico quí-mico,
apasionado del tango y Piaz-zolla,
seguro que con el loco berretín
de la Balada, también le convidaría a
un valsecito bailador.
sRosa María González Lamas
gSuministradas
A PARTIR DE 1999 empezó a dar forma a Dominio del Plata, proyecto con el que
Susana Balbo consagró su trabajo enológico de muchos años.
CONQUISTA MERCADOS con sus vinos limpios, equilibrados, con taninos amables y
buenos finales, pero con elegancia y capas de complejidad.
¿EL ABORACIÓN?
Susana Balbo la
define a medias
entre experiencia e
intuición femenina.
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