La recuperación del amor en una pareja es posible mediante la terapia de pareja, la cual ayuda a las parejas a cuidar los tres vértices del amor - la pasión, la complicidad y el compromiso - y a fortalecer su comunicación y resolución de problemas. Aunque es ideal que ambos miembros participen, la terapia también puede beneficiar a la pareja si solo uno asiste inicialmente, ya que puede generar cambios positivos que motiven al otro miembro a unirse. La implicación de ambos es importante pero no absolutamente necesaria para que
2. ¿ES POSIBLE RECUPERAR LA
LLAMA DEL AMOR?
• Las relaciones de pareja pasan por distintas fases que hacen
que las emociones y sentimientos en relación al otro vayan
cambiando, en una primera fase de enamoramiento las ganas
de estar juntos, la ilusión por compartirlo todo, de
besarse, abrazarse, tener relaciones sexuales, contarse sus
problemas, compartir sus experiencias, escucharse con interés
genuino,….son muy intensas, pero esa fase es efímera a los 3 ó
5 años máximo se empieza a pasar a una fase de amor en la
que todo lo anterior existe pero de manera menos intensa e
imperiosa, la relación se consolida y se elabora un proyecto de
futuro o se llega al desencanto y la ruptura.
3. ¿ES POSIBLE RECUPERAR LA
LLAMA DEL AMOR?
• Si pasada la primera fase de enamoramiento la pareja cuida
de los tres vértices del amor, es decir, cuidan la pasión, la
búsqueda conjunta de placer, la complicidad, comunicación, la
intimidad disfrutan de su tiempo de ocio juntos, se sientes
apoyados, atendidos, cuidados y comprometidos en la
relación, se vivencian picos de enamoramiento que recuerdan
a lo vivido en el enamoramiento, pero lo habitual es que la
intensidad emocional varíe por el paso del tiempo de relación
y la evolución normal de las parejas. La intervención
mediante la terapia favorece la aparición de dichos picos y
dota a los miembros de la pareja de recursos que hacen que la
probabilidad de repetirse aumente.
4. ¿CUÁNDO PLANTEAR LA
VISITA A UN TERAPEUTA?
• Por desgracia las parejas llegan a terapia cuando llevan
meses, incluso años sufriendo por no saber resolver los
problemas que afectan a su relación. Cada vez es menos
gratificante estar juntos y tardan más en recuperarse de sus
crisis y discusiones. Se posicionan como poseedores de la
razón y les cuesta entender y aceptar la visión del otro, así
dejan de ser un equipo que se ayuda y apoya y el otro se
convierte en el enemigo de quien tienen que defenderse para
que no les haga más daño. Cuanto antes se acuda a terapia
menos se deteriora la relación. Ser conscientes de que solos
no saben resolver sus problemas es el punto de inflexión que
les anima a buscar ayuda profesional especializada.
5. ¿CÓMO SE DESARROLLAN
ESTAS TERAPIAS?
• En la terapia de pareja se conjuga
la aceptación del otro, la
conciencia de que ambos sufren
y son víctimas de su incapacidad
para llegar a acuerdos y pactos
que generen acercamiento. Las
diferencias propias de cualquier
pareja formada por dos personas
distintas, máxime si son de
distinto sexo, se convierten en
incompatibilidades si no saben
manejarlas como un equipo que
comparten objetivos e intereses.
Identificar sus trampas y
movilizar sus recursos desde la
aceptación de dichas diferencias
es el objetivo de la terapia.
6. ¿ES NECESARIA LA ABSOLUTA
IMPLICACIÓN DE LOS MIEMBROS?
• Podemos pensar que los problemas que tenemos en la
relación no son nuestros, sino que se deben a la forma de ser
del otro; de manera que si el otro no cambia, no hay solución.
• Sin embargo, hay un principio básico en una relación: si uno
de los componentes cambia su comportamiento de forma
decidida y con fuerza, al otro no le quedará más remedio que
cambiar para adaptarse. Responde a la máxima: si quieres que
algo cambie, cambia tú. Porque la pareja se comporta con
nosotros de acuerdo a cómo nos comportamos nosotros con
ella o cómo dejamos que ella se comporte con nosotros. Si no
cambiamos nuestro comportamiento, no lograremos que la
relación cambie.
7. ES NECESARIA LA ABSOLUTA
IMPLICACIÓN DE LOS MIEMBROS?
• Lo más común es que a la hora de iniciar una terapia de pareja
acudan ambos a una primera entrevista conjunta en la que se
avalúa el motivo de consulta, los problemas que cada uno
plantea y los objetivos que quieren lograr en la relación
mediante la terapia, se inicia, así un trabajo terapéutico que
implica a los dos miembros de la pareja desde el principio.
Pero esta no es la realidad de todas las parejas en crisis, es
habitual encontrar reticencias en uno de los miembros, que se
niega a buscar ayuda. Las excusas que pone son muy variadas:
creer que ningún extraño le puede ayudar, culpar al otro de
todos los problemas y no ser él quien necesita ayuda, por
desinterés, etc. Es probable que entonces, el que está
interesado desista y deje de buscar esa ayuda externa y
especializada.
8. ES NECESARIA LA ABSOLUTA
IMPLICACIÓN DE LOS MIEMBROS?
• Si acude sólo uno de los dos miembros de la pareja el
terapeuta de pareja también puede ayudar, puede entrenar al
implicado y generar cambios que el miembro reticente puede
valorar como buenos y adecuados, e incluso puede motivarle
para acudir a terapia al ver que es útil. El que acude a terapia
también puede trasladar lo aprendido en terapia al reticente y
motivarle igualmente. La cuestión es que el reticente vea
cambios en el implicado y sea testigo de las mejoras que se
van haciendo gracias a la terapia. Por ejemplo, que es más
comunicativo, tienes más detalles, se queja menos, valora más
mis esfuerzos, escucha mejor cuando le cuento mis cosas, …y
todo esto desde que va a terapia.
9. ES NECESARIA LA ABSOLUTA
IMPLICACIÓN DE LOS MIEMBROS?
• La terapia se inicia con el objetivo de cambiar la relación para
que mejore y se consolide, recuperando, quizás, la ilusión que
los unió. Pero, aunque es difícil, puede darse el problema de
que los cambios no le gusten al que no acude a terapia. Es útil
conocer el porqué de tales reticencias, a veces es por miedo a
lo desconocido, otras por malas experiencias con otras
terapias, ideas respecto a la terapia que no se ajustan a la
realidad, por eso ir de avanzadilla puede ser la mejor manera
de eliminar esas ideas y dar una oportunidad a una terapia
que les puede ayudar a salir de la crisis, conocerse, aceptarse
y entenderse mejor para, así poder ser felices juntos.
10. LOS PRINCIPALES PROBLEMAS
• Las dificultades para
manejarse con sus
diferencias, los
problemas de
comunicación y la
infidelidad son los temas
más recurrentes en la
terapia. Por áreas, los
problemas con las
familias políticas, la
economía y la
adaptación a los cambios
posteriores a la llegada
de los hijos también son
frecuentes.