La Navidad en la década de 1940-1950 en la casa del abuelo de la autora era una celebración más íntima y sencilla que la actual. La familia se reunía para una cena que consistía en sopa, gallo guisado y patatas fritas, seguido de frutos secos y rosca para el postre. Luego de la cena, las familias del pueblo se juntaban en una casa para cantar villancicos junto al fuego. El día de Navidad, los niños recibían pequeños regalos como rosquillas de anís para