1. D.R. 2003, JORGE EDGARDO BORJAS GARCÍA
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LUJOS DE UN DIRECTIVO
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de despreciar lo que ignora.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de olvidar preparase, actualizarse y educarse,
pese al puesto que ostenta.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de despreciar las sugerencias de su personal,
de sus pares y personal de otras áreas.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de ser paternalista y condescendiente con el
personal que no genera valor.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de crear un área de confort en estos tiempos de
dinamismo.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de que su área se aísle de la organización,
creyendo que es la única que genera valor.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de crear un área elitista que nuble el juicio de su
personal, en detrimento del resto de la organización.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de ser prepotente, soberbio y creyente de que
todo lo sabe.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de ser operativo a costa de desarrollar y
superar el negocio.
Un Directivo NO DEBE DARSE EL LUJO de tener preferencias o mostrar parcialidad.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de crecer como persona y desarrollar su inteligencia
emocional.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de conocer a su gente, convivir con ellos y aprender
de ellos.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de escuchar a su personal.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de preparar, desarrollar e impulsar a su gente.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de ser inteligente, sabio, fuerte y humilde.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de ser flexible, convivir con el cambio, el caos, la
ambigüedad, la complejidad y la incertidumbre.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de tomar la responsabilidad y obligaciones que el
puesto le confiere.
Un Directivo DEBE DARSE EL LUJO de trabajar con pasión, sin descuidar su CALIDAD
DE VIDA.