8. Comienza con el Domingo de Ramos, anticipo del triunfo pascual, simbolizado en los ramos, para proseguir luego con la celebración de la pasión y terminar con la celebración de la Eucaristía. El Triduo Pascual: Jueves, Viernes y Sábados Santos, que forman un todo que culmina en la Vigilia Pascual. El Jueves Santo, el centro, la institución de la Eucaristía, nueva pascua y su puesta en práctica del lavatorio de los pies, proclamado o representado . El Viernes Santo, que es una celebración de la Pasión del Señor, resumen de dos tipos de oficios: Uno occidental (la Pasión) y otro oriental (la veneración triunfal de la cruz). En este día no se celebra la Eucaristía, nada más se distribuye la Comunión en la celebración. El Sábado Santo es un día en que la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, su descenso a los infiernos (al sepulcro) y esperando su resurrección. Tampoco en este día se celebra la Eucaristía. Por la noche del Sábado Santo, se celebra la solemne Vigilia Pascual, una noche de vela en honor del Señor. Es la “madre de todas las vigilias”. Durante la Vigilia Pascual, la Iglesia espera la resurrección del Señor y celebra los sacramentos de la iniciación cristiana. El domingo de resurrección es el tercer día del Triduo Pascual. Es el domingo de los domingos. Los cincuenta días de Pascua (Cincuenta Pascual), van del domingo de Pascua hasta Pentecostés, se celebran como un “gran domingo”, con alegría exultante. Es tiempo de la presencia y de la experiencia del Señor Resucitado entre los suyos. Pentecostés es la culminación del Tiempo Pascual, en el que se da el don del Espíritu Santo y nace la Iglesia.