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Tanatología, bioética y las 5 fases del duelo
1. TANATOLOGÍA
BIOÉTICA
2DO DIPLOMADO DE BIOÉTICA
DIAZ SAINZ MARCO ANTONIO
Universidad Nacional Autónoma de México
Universidad Autónoma de Sinaloa
Facultad de Filosofía y Letras
2. TANATOLOGÍA E HISTORIA
• Griego: thanatos que significa la muerte y logos que significa
estudio, tratado, discurso, etcétera.
• Etimológicamente se define como la ciencia encargada de encontrar sentido al proceso de la muerte.
• La meta tanatológica no es ni dar consejos ni consuelos si no que “ayudar a morir bien o con calidad”.
Objetivos de la tanatología:
Atención al aspecto psicológico del enfermo
Atención a su aspecto social
Atención al aspecto espiritual
3. TANATOLOGÍA E HISTORIA
• Antecedentes históricos:
• Época medieval: las órdenes religiosas eran las que trataban a los
enfermos terminales.
• Siglo XVI: se forman los primeros hospicios.
• Siglo XIX 1842: se forman los primeros albergues en Francia, para
enfermos de cáncer.
• Siglo XX: se forman los primeros hospicios en Inglaterra.
4. TANATOLOGÍA E HISTORIA
• Fases del duelo
• Elisabeth Kübler-Ross pionera en tanatología en su libro llamado “Sobre la muerte y los
moribundos”, en el cual se baso en una serie de investigaciones que realizó en hospitales,
menciona las 5 fases del duelo:
• Negación y aislamiento
• Ira
• Pacto
• Depresión
• Aceptación
5. NEGACIÓN Y AISLAMIENTO
• “Me siento bien, esto no me puede estar pasando a mí”. La
negación es un mecanismo de defensa temporal ante una
noticia inesperada e impactante. Como tal defensa
temporal, pronto irá siendo sustituida por una aceptación
parcial.
Paciente medico a medico
“No podemos mirar el sol todo el tiempo,
no podemos enfrentarnos a la muerte todo el tiempo”
6. IRA
• La negación es sustituida por la rabia, la envidia y el resentimiento; surgen todos los
por qué. Es una fase difícil de afrontar para los familiares y personas próximas, porque
la ira se activa contra todo y contra todos. Suelen quejarse de cualquier cosa, muchas
veces de manera injusta; todo es criticable. En otros momentos, la ira se torna en dolor
y lágrimas, culpa o vergüenza. La familia y quiénes rodean a la persona no deben
tomar esta ira como algo personal, sino que deben comprender las razones que la
activan; así evitarán reaccionar a su vez también con ira, y alimentar la conducta hostil
del doliente.
¿Por qué yo? ¿Por qué no habría podido ser el?
7. PACTO
• «Dios, déjame vivir al menos para ver a mis hijos graduarse», «haré cualquier cosa por
un par de años más».
• La tercer etapa involucra la esperanza de que la persona puede de alguna manera
posponer o retrasar la muerte. Psicológicamente, la persona está diciendo: «Entiendo
que voy a morir, pero si solamente pudiera tener más tiempo...»
8. DEPRESIÓN
• «Estoy tan triste, ¿por qué hacer algo?»; «voy a morir, ¿qué sentido tiene?»; «extraño a mis seres
queridos, ¿por qué seguir?»
• En esta fase, la persona se debilita, adelgaza, aparecen otros síntomas y se verá invadida por una
profunda tristeza. Este proceso permite a la persona moribunda desconectarse de todo sentimiento de
amor y cariño. Es contraproducente intentar animarla y sugerirle mirar las cosas por el lado positivo:
Esto significaría que no debería pensar en su duelo y sería absurdo decirle que no esté triste. Si se le
permite expresar su dolor, le será más fácil la aceptación final y estará agradecida de que se le acepte sin
decirle constantemente que no esté triste. Es una etapa en la que se necesita mucha comunicación
verbal, se tiene mucho para compartir. Tal vez se transmite más acariciando la mano o simplemente
permaneciendo en silencio a su lado. Son momentos en los que la excesiva intervención de los que la
rodean para animarla, dificultarán su proceso de duelo.
9. ACEPTACIÓN
• Quien ha pasado por las etapas anteriores, en las que pudo expresar sus sentimientos -
su envidia por los que no sufren este dolor, la ira y la depresión- contemplará el próximo
devenir con más tranquilidad. No hay que confundirse y creer que la aceptación es una
etapa feliz: en un principio está casi desprovista de sentimientos. Comienza a sentirse
una cierta paz, se puede estar bien solo o acompañado, no se tiene tanta necesidad de
hablar del propio dolor… la vida se va imponiendo.
10. ¿CÓMO PUEDE AYUDAR EL MÉDICO EN SU
RELACIÓN CON EL PACIENTE?
“Ayudar al enfermo terminal a vivir
gratamente, sin dolor y respetando sus
exigencias eticas”
Dra. Elizabeth Kubler Ross