Si bien el entorno en el que se desempeñan las empresas es algo que no se puede controlar, se debe conocer. No es fácil, pero se puede. Se debe dedicar recursos para conocerlo y para entenderlo. Para esto se seleccionan aquellas variables externas que afectan a la compañía y se profundiza en el análisis de cada una de ellas. De este análisis resultan las principales oportunidades y amenazas a la que está expuesta la empresa.