El hijo le agradece a sus padres por darle la vida y una buena educación. También les da las gracias por cuidarlo cuando está enfermo o triste, y por enseñarle a tener amigos y compartir con ellos. Finalmente, pide a sus padres que le den más responsabilidades para que se sienta seguro, y que le ayuden a entender que sus acciones tienen consecuencias tanto positivas como negativas, no enfocándose sólo en sus errores.