Saber leer es una exigencia de las sociedades modernas. Sin embargo, hay una importante diferencia entre saber leer y la práctica efectiva de la lectura. La habilidad de la lectura es una necesidad pragmática que permite la realización de actividades básicas, desplazarse de un punto a otro, hacer compras y llevar a cabo tareas cotidianas, pero además el hábito de la lectura es un instrumento importante para el ejercicio de la ciudadanía y de la participación social.