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2
COMO EL VIENTO
CABALGANDO AL SOL
Primera antología de la literatura de
Salamanca de Monterrico (1966 -2018)
FRANCISCO LEÓN (Antologador)
JAIME GAMARRA ZAPATA (Editor)
3
ÍNDICE
Prólogo 5
Introducción 11
POESÍA:
Álvaro Sarco 21
Andrea Cabel 27
Charo Arroyo 37
Delfina Paredes 41
Denisse Santisteban 51
Eduardo Gutiérrez Medina 59
Gino Dueñas 63
Haydeé Bravo 67
Hernán Flores 71
Iván Segura 77
Luis Alberto Rondón 83
Luis Yáñez 89
Mary Eliana García Calderón 95
Piero Montaldo 101
Ricardo Cano Kriete 105
Sebastián Ufor 115
Susan Morales 121
Wherner Díaz 125
NARRATIVA:
Bruno Vagner 131
Francisco León 137
Jorge Luis Chamorro 143
José Güich 151
4
José Luis Guardia 159
Max Tannert 169
Rafo Ráez 176
Vitko Novi 183
ENSAYO:
Jorge Núñez del Prado 195
Julio Mendívil 203
Luis Heysen 213
Raúl Rosales 219
Rodrigo Montoya 227
Anexos y fotos 235
Bibliografía 240
5
PRÓLOGO
Para sociólogos como Zygmunt Bauman1
, Guy Bajoit2
y Daniel
Bell3
, los signos y las imágenes distintivas de esta época
posmoderna han de buscarse en las toneladas de basura y
desechos industriales así como en la indolencia y la frivolidad
de las generaciones más jóvenes (millennials). Estamos
pasando de un modelo cultural industrial a uno donde el
nuevo tótem y soberano es el consumidor. De este modo: “El
poder del consumidor es enorme y lo que los mercados
muestran es que esa capacidad ha conducido a innovaciones
impresionantes que redundan en calidades y precios nunca
antes imaginados. Y el poder radica en la libertad de elegir”4
.
A diferencia de épocas pasadas, existe “la radical separación
entre la estructura social (el orden técnico-económico) y la
cultura”. Aunque, en nuestro caso concreto, tal vez debamos
viajar desde la urbe caótica hacia las serranías para
percatarnos de que esa radical separación no es del todo
certera.
En la posmodernidad la categoría “clase social” ha sido
relegada por otras categorías, entre ellas la “red social”. Para
Javier Díaz-Albertini: “Una red social es la forma que asumen
las relaciones o vínculos entre los actores de un conjunto
social determinado. Las redes pueden interpretarse como
1
BAUMAN, Zygmunt. Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus
parias. Barcelona, Paidós Ibérica, 2005.
2
BAJOIT, Guy. Todo cambia. Análisis sociológico del cambio social y
cultural en las sociedades contemporáneas. Santiago de Chile, LOM,
2003.
3
BELL, Daniel. Las contradicciones culturales del capitalismo. Alianza
Editorial, 2006.
4
BULLARD, Alfredo. “Código de consumo: el discreto encanto del
socialismo”. Recuperado el 15/01/19 de: www.bullardabogados.pe
6
medios para acceder a recursos y oportunidades, ya que en
toda interacción humana existe algún tipo de intercambio
que puede variar desde lo más intangible y espiritual, hasta la
permuta específica de bienes, servicios o mercancías”5
.
El espacio del barrio y sus “mitos fundacionales” son muy
necesarios si hablamos del proceso de individuación en esta
época grisácea. Ahí están y siguen resistiendo.
La urbe de desasosiego está dejando de ser un lugar de
reconocimiento del otro y de socialización de los grupos
primarios para convertirse en un recinto de los malls y los
edificios inteligentes. Quienes hemos tenido el privilegio y la
dicha de crecer en un barrio típico solo podemos rememorar
los “buenos tiempos” y perennizarlo en nuestros poemas. La
urbe posmoderna nos es cada vez más extraña y distante,
pues “cada vez más habitantes de la ciudad, al perder sus
referentes culturales, inseguros y desconfiados, la utilizan
menos, restringen los espacios en que se mueven, los
territorios en que se reconocen; es decir, no disfrutan
plenamente de la ciudad como espacio de interacción
social”6
.
La presente antología es una reivindicación del espacio
íntimo e histórico del barrio. Reivindicamos conscientemente
ese espacio tradicional de lugar de la memoria histórica y de
la mitología urbana. Para Joseph Campbell “la mitología es la
patria de las musas, las inspiradoras del arte y de la poesía.
5
DÍAZ-ALBERTINI F., Javier. Redes cercanas. El capital social en Lima.
Lima, Fondo editorial de la Universidad de Lima, 2010, p. 172.
6
ARANDA DIOSES. “Las cambiantes formas de sociabilidad y de
construcción de identidades en Lima metropolitana”. En: Debates
en Sociología. Nº 32, 2007, p. 112.
7
Ver la vida como un poema y a ti participando en un poema,
eso es lo que el mito hace por ti”7
.
Pero mejor hablemos de los autores aquí seleccionados.
Hay un tono contestatario en algunos poetas de esta
muestra. Es el caso del poeta, antiguo dirigente universitario
y exsindicalista Ricardo Cano. Sus sorprendentes poemas son
un alegato lúcido y una afirmación de nuestra identidad
telúrica y dionisiaca, en consonancia con tradiciones
culturales propias del Ande. Cano fue el ideólogo principal del
grupo artístico-literario Red Artística Salamanca (RAS). El
poeta Sebastián Ufor también perteneció a la RAS y sus
primeros poemas tienen referencias a su vida cotidiana. Su
poética está influenciada por la estética ciberpunk y por la
beat generation. Sus versos al barrio de Salamanca saben
conjugar mitología urbana y realismo descarnado. Denisse
Santisteban también se vincula a la RAS a partir del 2001. Su
constancia en el quehacer poético se ha visto recompensada
el año pasado por la aparición de Memorias Habaneras, su
primer libro de poemas. La nostalgia por el territorio añorado,
ergo perdido, es un tema central en su poética, incluso si ese
territorio es el cuerpo del amado. Celebramos esta feliz
aparición.
Escritores que esperan un reconocimiento y merecen ser
conocidos por el gran público son además Gino Dueñas, Luis
Alberto Rondón, Piero Montaldo, Wherner Díaz, Susan
Morales y Max Tannert. Rondón tiene una envidiable
bibliografía y currículo literario, pero intuimos las razones de
que sea un autor aún por descubrir. Max Tannert es un
escritor cercano al colectivo de poetas de la RAS. El presente
libro que prologamos tiene el propósito de presentar al gran
7
CAMPBELL, Joseph. El poder del mito. Barcelona, Emecé Editores,
1991, p. 92.
8
público, en especial a los jóvenes lectores, a la gran pléyade
de autores (poetas, narradores y ensayistas), algunos de los
cuales vienen publicando desde la segunda mitad de los 60,
todos vecinos del barrio limeño de Salamanca.
Siendo un escritor con significativo reconocimiento y
consciente de su labor, Francisco León no ha dejado de
transitar por los circuitos alternativos (v. gr. contraculturales,
aunque esta palabra hoy en día está algo desfasada) que
escapan de la cultura oficial. Esto explica además su confianza
en las editoriales independientes y autónomas. Cuenta ya con
varios libros publicados y ha incursionado con éxito en el
campo de la investigación sociohistórica. Tiene en su haber
novelas publicadas por importantes editoriales locales.
Otro caso de escritor reconocido y requerido es el de José
Abelardo Güich. Su trabajo como crítico literario goza de
amplio reconocimiento entre los estudiosos de la Literatura y
de las Ciencias Sociales en nuestro medio. El barrio de
Salamanca siempre está presente en sus cuentos como la
musa inseparable que acompaña al creador inefable.
Mención aparte merece el poeta y maestro arequipeño
Luis Yáñez. Algunos de sus poemas, los más emblemáticos,
son como himnos antiguos de combate (pensamos en “Hijos
del pueblo”), que ya pertenecen al imaginario popular, que
sabe tan bien rememorar las luchas y las conquistas sociales
de un pueblo enérgico. Vivió durante varios años en
Salamanca y ha dejado su estela en el barrio y por doquiera
que ha transitado. Sus poemas han aparecido en antologías
famosas (v. gr. Repertorio poético arequipeño. Antología
básica) y en revistas de tiraje modesto. Lo reconocemos como
un auténtico maestro de las generaciones jóvenes.
Escritores que no son del todo desconocidos y cuentan
con una relativa fama son Haydeé Bravo, Jorge Luis
Chamorro, Charo Arroyo, José Luis Guardia, Delfina Paredes
9
(primera actriz nacional) y Hernán Flores. Gracias al trabajo
de promoción cultural de los escritores de la RAS, algunos de
estos últimos nombrados han podido ser descubiertos por los
jóvenes de Salamanca entre el 2001 y 2008.
Una poeta que ha publicado en los últimos años es Mary
Eliana García. Una apuesta por la contención y la concisión es
notoria en sus poemas, que rechazan deliberadamente la
retórica y la pirotecnia verbal inocua. En ese sentido, se
acerca a una tradición en la poesía peruana que elude la
omnipresencia del coloquialismo y lo narrativo.
Andrea Cabel es una poeta que parte de las pulsiones y
deconstruye sin pretensiones un logos común a todos. Su
libro Las falsas actitudes del agua es imprescindible para
entender la poesía posmoderna actual así como la
cartografía/grietas de una joven escritora que ha despertado
un gran interés de los críticos.
El presente trabajo se completa con los ensayistas del
campo de las Ciencias Sociales y Humanidades. Intelectuales
de la talla de Rodrigo Montoya, Luis Heysen, Julio Mendívil,
Raúl Rosales, entre otros, completan este trabajo de
“arqueología” literaria. El que tiene más prestigio académico
es Rodrigo Montoya. Su libro 100 años del Perú y de José
María Arguedas (2011) es clave para entender los grandes
cambios sociales y culturales en el Perú iniciados en la
segunda mitad del siglo XX y cómo estos fueron avizorados
por José María Arguedas en sus obras capitales.
Márlet Ríos
Editor.
10
Primeras viviendas de Salamanca de Monterrico. Circa 1961.
Fuente archivo del autor.
11
INTRODUCCIÓN
Fue por dos motivos que me decidí a elaborar el libro Como el
viento cabalgando al sol8
, primera antología de la literatura
de Salamanca de Monterrico9
(1966 -2018). El primero, la
nostalgia. Como decía el poeta Cátulo: Fulsere quondam
candidi tibi soles, o en otro tiempo, soles radiantes brillaban
para ti. Sí, es la nostalgia por un pasado “literario” ya
acontecido e irrecuperable; de un caminar con los amigos por
calles angostas y parques interconectados, portando
imágenes y sueños que esperábamos sean bendecidos por la
diosa de la fortuna, en un tiempo compartido con escritores y
poetas cuando aún funcionaba el Centro Cultural Red
Artística Salamanca (RAS) y la revista La City. El segundo, el
reconocimiento a un talento que de no ser por esta obra
permanecería velado, ignorado por muchos, ya que varios de
los escritores aquí compilados, aunque no todos claro está10
y
a decir verdad una minoría, pertenecen a esa “oscura
periferia” del mundo literario limeño “oficial”, cuyo corazón
se ubica en un circuito específico que abarca distritos como
Barranco, Miraflores y una parte del Centro Histórico del
Lima.
8
Frase tomada de un poema de Ricardo Cano Kriete, vate
compilado en este libro.
9
Urbanización ubicada en el distrito de Ate, en Lima-Perú. Fue
fundada el 1 de marzo de 1962, construida por la International
Basic Economic Company (IBEC) de la Rockefeller Foundation. Su
presidente Rodman Rockefeller en persona entregó las primeras
casas.
10
Como el lector irá descubriendo en las páginas de este libro, han
vivido y viven en Salamanca de Monterrico escritores y artistas de
reconocida trayectoria nacional e internacional, que nunca dejaron
de identificarse con el barrio.
12
De esta fusión entre la nostalgia, que para mí tiene el
color de cielos atardecidos con tonalidades rojizas,
festoneadas de azules, lilas y dorados en veranos de
Salamanca, y brindar un merecido reconocimiento es que el
poeta talareño Márlet Ríos y yo, buscamos lograr un “justo
medio” en esta muestra de carácter histórico. Situamos el
inicio de nuestro recorte temporal en el año 1966, por ser el
de la aparición de la primera revista que hemos registrado,
hasta la actualidad.
En lo personal, he realizado tres ediciones de La historia
de Salamanca de Monterrico y de Salamanca Sixties, un
estudio del rock en la clase media de Lima; que son un aporte
a lo que se podría denominar microhistoria, un rescate de las
pequeñas voces (Ranajit Guha dixit). Es en este marco de
referencia que sitúo el presente trabajo Urbi et Orbi y que
busca establecer un diálogo con la literatura peruana-urbano-
limeña, mediante la muestra de autores disímiles,
enmarcados en un espacio geográfico determinado y con una
identidad muy fuerte.
Lo acontecido aquí, a nivel de producción de objetos
culturales, es sorprendente debido a la cantidad y calidad,
tanto acerca del barrio como materia de estudio, o por
escritores que viven, o vivieron, aquí y lo utilizan como
motivo poético11
.
11
Existen además, autores de libros de texto que no hemos
reseñado, pero que creemos importante mencionar como a Juan
Castillo Morales (RIP), autor de Historia del Perú y del Mundo,
Ciencias Sociales, Personal Social, etc. Para distintos grados de
educación. El señor Ángel Marín del Águila (RIP), que junto con Juan
Augusto Benavides Estrada, Óscar Díaz Alva y Justiniano Benavides
Estrada fue autor de la enciclopedia Escuela Nueva(que sabemos
tuvo un trabajo poético que no hemos podido recuperar), y Luis
13
Destacamos que, en la década del 2000, en esta
producción se vieron envueltos poetas que no vivían en
Salamanca12
pero formaban parte de las “redes” que se
estableció con otros distritos a través de la revista La City y
sobre todo gracias a la labor de difusión cultural del Centro
Cultural Red Artística Salamanca (RAS).
La RAS, como se le conoció, fue fundada en el 2002 y
funcionó en su local propio de López de Gamarra 154 (casa
de la actriz Sandra Bajac) hasta el 2006. Fue el único centro
cultural reconocido por el Municipio de Ate-Vitarte13
.
Yáñez Pacheco, el único antologado como poeta, autor de Cuentos
Peruanos.
12
Aquí debemos mencionar a Carlos Claver Castillo, (Nacer/Born,
poemas, San Francisco, año 2000, edición limitada), poeta limeño
radicado en San Francisco y cuya hermana vivía en Salamanca. Él
participó en muchos recitales de la RAS, además de ser publicado
en la revista La City; a Daniel Padilla (Callao), a Pool Carbajal (Los
Olivos), poeta y director de la revista Sombras y Gritos, nacida bajo
la lógica y el impulso de La City; Ricardo Marquina (San Borja).
Todos ellos cantaron al barrio como Daniel Padilla en su
“Salamanca Winter song”: Aquí soy luz de vida /me alzo sobre un
cielo sin nubes / para coronarme libre / Libre, libre, como el vuelo de
las aves; o Pool Carbajal en “Dedicado a Salamanca”: Sus veredas
plastificadas / volverán a ser escuchadas / en cintas
monocromáticas / como oraciones / en los senderos cubiertos de
grass; o Ricardo Marquina en “Salamanca”: Las noches
salamanquinas me ocultaron / de esa gente que estorbaba mi
andar.
13
La consolidación legal del C.C.RAS. tuvo como artífice al señor
Hugo Ríos Zerpa que trabajaba en la Agencia Municipal de
Salamanca de Monterrico. Es interesante ya que Ríos fue desde
muy joven un activista cultural barrial. En la década del 60 fundó
el grupo de teatro Arlequín y colaboró con la revista Salamanca,
tal como años después lo hizo en La City. Siguiendo con esta
lógica de “vaso comunicante generacional” cumplido por la RAS
14
En la RAS se brindó espacio a las más diversas
manifestaciones artísticas y culturales sin ningún tipo de
censura y sin argollas. Acontecieron desde funciones de
teatro a conciertos de rock, con bandas importantes como El
Viejo, Piero Bustos, entre otros. Hubo exposiciones de arte;
cine, experimental y comercial, musicales como el festival de
Woodstock; talleres para niños y recitales poéticos14
. El año
2006 unieron esfuerzos la RAS y la Asociación de Propietarios
y Residentes de Salamanca de Monterrico APRUSM, bajo la
presidencia del señor Rolando Salas Manrique, amante de las
artes y declamador de poesía. Así, el 1° de marzo de 2008 se
consolidó la Primera Filial de la Casa del Poeta Peruano
(CADELPO), que presidí, en el local de la APRUSM y que dio
un gran impulso a la literatura local.
Existe además, una destacada tradición hemerográfica de
revistas y hasta periódicos, que se inicia casi en paralelo con
se debe mencionar la ayuda de Jorge “Coco” Pajares, director de
Rayo Iris junto a Homero “El loco” Morey, y activista cultural en
la década del 80. Él y Ríos se sumaron a los artistas de la
generación del 2000, como Marcos Palacios y Pedro Mo, en ese
nuevo esfuerzo.
14
La RAS estuvo conformada de modo permanente por los
siguientes artistas/promotores culturales: Ricardo Cano Kriete, “El
Trota”, Márlet Ríos, Sebastián Ufor, el rapero Pedro Mo, Daniel
Padilla, “El pollo maldito”, Pool Carbajal, Gino Dueñas, Denisse
Santisteban, Sandra Bajac y quien suscribe esta introducción. El
grupo literario RAS se presentó en varios lugares de Lima, tales
como Viernes Literarios, Poesía en el Centro, Alameda Chabuca
Granda, Centro Cultural La Noche de Lima, Wayo´s de Barranco,
Auditorio de Ciencias Sociales de San Marcos, presentaciones con el
grupo Zonarte de Los Olivos, en el Instituto Araoz Pinto del Callao,
eventos de Derechos Humanos, etc. En estos eventos siempre dejó
muy en claro su ideología contestataria.
15
16
la creación Salamanca de Monterrico y en el que los primeros
vecinos pudieron plasmar su voz sus anhelos y reclamos.
La revista más antigua que tengo en mi archivo es Nueva
Urbe y data de 1966 (Año 1, N° 3, septiembre-octubre, precio
dos soles, a solo cuatro años de fundada la urbanización). Era
dirigida por el periodista y escritor José Alejandro Sabogal
Jorge, pariente del pintor José Sabogal, que junto a sus
hermanos fueron los primeros propietarios.
Salamanca, fue dirigida por Walter Orellana desde 1967.
En esta publicación ya puede encontrarse no solo noticias
sociales, políticas y deportivas sino también literarias. El
número 4, del 7 de septiembre de 1967, tenía una sección
llamada “Literarias” en la que se reseñaba el Diccionario
Enciclopédico del Perú, Dioses y hombres de Huarochirí y
aparecía el poema Canto coral a Túpac Amaru de Alejandro
Romualdo (P. 15), y la sección: “Cuento infantil de la
quincena”, El hijo del carbonero (P.17).
Tenemos ejemplares de la revista Salamanca hasta 1969.
En 1970 aparece la revista Illari, y para el número 6 de junio
de 1971 ya se distribuía a nivel Lima15
. A mediados de la
década del 80 aparece en la lógica de los fanzines y la cultura
del rock subterráneo el fanzine Rock del Verano, de Jorge
“Coco” Pajares y Homero “El loco” Morey. Estaba dedicado a
promover los conciertos del mismo nombre y publicaba
canciones de las bandas locales, entre ellas la de Rafo Ráez y
de temas clásicos del rock, así como textos de Og Mandino y
Kalil Jibrán por citar un ejemplo. A fines de esa década
aparece el único periódico local del que no encontramos
ningún ejemplar. Nos referimos al Bate, editado, publicación
15
Para julio de 1973, la revista tenía una sección llamada “El rincón
de los poetas”. En el número 8, año IV, de aquel año, página 27,
publican el poema “Canción de los ojos tristes” de Winston Orrillo
(1965).
17
financiada y distribuida por Homero “El loco” Morey. Según
testimonio de “Coco” Pajares alrededor del Bate se nucleó
uno de los primeros círculos poéticos de la zona.
En abril de 1992 hallamos la revista Salamanca,
homónima de la antes mencionada pero en un formato ya de
revista formal.
En el 2001 se inicia la publicación de la revista La City, la
primera, y la única hasta el momento, dedicada íntegramente
a la difusión de la literatura y la poesía. Hasta el N° 4
aparecíamos como directores Ruy Morales Robertti, y yo. La
City evolucionó del fanzine al formato revista a full color y en
papel couché a lo largo de sus 33 números y en un periodo de
14 años ininterrumpidos. En esta revista han publicado la
mayoría de los autores que aparecen en la presente muestra,
lo cual habla del nivel de compromiso y la fuerza de la
identidad barrial. Salamanca sería, interviniendo el concepto
acuñado por Benedict Anderson, una microcomunidad
imaginada. En definitiva una patria dentro de la patria.
Esta antología permite acercarse a la literatura urbano-
limeña, de un barrio en particular, escrita desde el último
tercio del siglo anterior con un conocimiento profundo. La
obra ha sido separada por tres ejes temáticos: poesía,
narrativa y ensayo. Los autores han sido colocados, en cada
apartado, por orden alfabético.
Francisco León
Antologador
18
19
POESÍA
20
21
Álvaro Sarco (Lima, 1970): Cursó estudios en la Pontifica
Universidad Católica del Perú (PUCP) y en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Ha publicado
numerosos artículos en diarios y revistas. Editó en el 2006 un
voluminoso compendio sobre la vida y obra del poeta
arequipeño Alberto Hidalgo titulado: Alberto Hidalgo, El
genio del desprecio. Materiales para su estudio. Prepara dos
libros, uno de cuentos y otro de ensayos.
22
S/T
El humo va por el recuerdo arrastrándome
igual a un vago reflejo de tristeza ajena
desde la noble densidad del árbol gemelo
desde lo lejano y oscuro
ave de paso entre los vastos confines
viajo a la paz de mi isla antes de arder.
(Publicado en revista La City, Año 2 N° 4, Salamanca 2002.
S/N).
23
NOCTURNO
I
Aquí la penumbra
y yo fiel como ninguno
a la memoria del vaso
o a la magia del líquido
a la señal del alivio
a la suavidad del error
a las flores últimas de tinieblas rojas
y a las visiones que pierdo
y recupero en el vino
II
Parque de tenue luz entretejida
de lejanía asomada en la espesura monótona
de hojas comparables al recuerdo insistente
de vuelo a las ramas donde me refugio
de viento y pasos en las vías desiertas
de voz apagada en la levedad dispersa
de hondo perfume desde los sueños distantes
de suave delirio por alguna pendiente
de flor reclinada en el mar que emerge
de noche en el silencio que inunda las cosas
III
Noche ya habituada a sus galerías
noche que empieza como un viaje incierto
noche donde estoy sin saber cómo salir
noche en la forma de estas casas ruinosas
24
noche de altas luces tristemente aisladas
noche de parques y alrededores de pájaros
noche aprendida en las ramas ensombrecidas
noche sin descanso y música recuperada
noche menos irreal que estas líneas inútiles
noche por el declive que he trazado en mi vida
25
26
PERÚ
País o cielo reflejado en un lago imposible,
país de sombras y arcoíris, de aves y estaciones,
de ciudades de piedra,
de cóndores que nos miran desde lejos.
País hondo como una quebrada y más alto que el sol,
de amistades numerosas y esperanzas sin límite,
de historia perdida en la memoria de los árboles,
más allá de los sueños,
allí donde empieza la palabra.
Cuando leo tus páginas se detienen las horas,
como un puente colgante sobre el río generoso.
Y otra lluvia desde adentro estremece la vigilia,
rosas de luz sobre el mar,
pumas cavilando tus parajes.
Entre los cerros tu música repite a los hombres,
el origen del fruto, el mensaje perdido de la patria.
Porque a tu lado el niño crece a tu medida,
sin tristeza y mirando tu universal horizonte,
tu retrato exacto en los muros del tiempo,
la savia de tu suelo,
la paz de tu nombre que amanece.
27
Andrea Cabel García (Lima, 1982): Poeta, periodista y crítica
literaria. Obtuvo el doctorado y la maestría en Literatura
Latinoamericana en la Universidad de Pittsburgh, Estados
Unidos. Es licenciada en Literatura Hispanoamericana por la
Pontificia Universidad Católica del Perú. También es
diplomada en Periodismo político y Análisis cultural por la
Universidad Antonio Ruiz de Montoya, donde también siguió
el Diplomado en Interculturalidad y Pueblos indígenas
amazónicos. Ha obtenido las prestigiosas becas a la
investigación: Provost Humanities Fellowship (2011- 2012),
Andrew Mellon Fellowship (2015-2016), y dos becas de
trabajo de campo (2012 y 2015) para desarrollar sus
proyectos en la Amazonía peruana otorgadas por el Centro de
Estudios Latinoamericanos (CLAS) de la Universidad de
Pittsburgh. Ha publicado los siguientes poemarios: A dónde
volver. Poemas reunidos (2016), Las falsas actitudes del agua,
que tuvo dos ediciones (2006 y 2007), y una en México, DF
(2015); la plaqueta Uno rojo en la Colección Underwood
(PUCP) en el 2009 y 2012; y Latitud de fuego (2011). Participa
de diversas antologías internacionales y nacionales de poesía.
28
LYRICA 500 MG
Era un día de tantas lyricas, uno con luces en el cielo y sonidos
comiéndose al mar.
Yo hubiera querido ser una ventana
o una letra escribiendo tu nombre en cualquier pared.
Hubiera querido ser tantas cosas,
y solo fui esta palidez inexplicable
este supuesto vientre sosteniendo el tendón de tu dedo
meñique
esta supuesta llamada a media noche esperando tus dientes
callados.
Mientras no estás, las casas en Craig se llenan de copos
morados de papel,
copos que miran tus botas rojas
tus botas rotas pisando el frío
pisando el día que amanece al otro año
con velas y maullidos dispersos, con papeles impresos que
dicen cualquier cosa.
—Tu boca y tu nariz: espacios intersectándose
imprecisamente—
Quería darte la sombra de este objeto
la boca de este ojo que estalla, el cielo de este animal que te
ha buscado
que se ha peinado con saliva
y que soñando con algún silbido
ha cruzado esa pista gigante, sin luz, esta pista que lleva al fin
del mundo,
29
por donde las setentayunos as y ces, desprenden su pulpa
para quemar un sueño.
(Publicado en “El dominical”. Suplemento de El Comercio.
Lima: diciembre, 2015).
30
TU HABITACIÓN MORADA EN PUEBLO LIBRE
¿Y si de pronto huyeran
el valor y el destino
-como alas- de este pájaro
que me lleva a los vientos
o a la muerte?
César Calvo
Como la última luz de esta hebra que nace de mi mano
abierta,
Recuerdo tu espacio,
Con sus puertas abiertas y cerradas
Con carteles de letras furiosas
Con una red y una espada,
con un balón que mata la ausencia de una paloma retozando
Como la voz de una ambulancia que socorre la madrugada
Recuerdo las células de tu rostro cuando tenías frío,
Cuando tocabas las paredes con la punta de tus manos,
Esperando los maullidos o una letra ambizurda provocándote
algo,
Algo, una mirada, un silencio.
Un beso de vaca en medio de las flores y del sol, algo.
Encuéntrame ahora, en ese espacio donde guardas agua,
donde guardas maletas y viajes, donde me guardas en alguna
pared, en algún olvido
Mírame a lo lejos como yo te miro desde este lugar en el que
me visto como tú
31
En el que coso mis dientes, mis ojos y camino en equilibrio
Como lo haces tú entre tus dos curvas.
Ese reino de tus dos ojos inmensos que gotean
Esa bóveda que busca crecer en otra parte,
esa herida que no alcanza a ver su fondo, y que se adelgaza
Y que rasguña y germina,
Esa es tu caja, dentro de mil otras cajas.
Tu caja fuerte,
Esa es tu habitación morada en pueblo libre.
Ese es el lugar donde puedo oler el sabor dulce de tu alma.
(Publicado en A dónde Volver. Paroxismo: México DF, 2016).
32
POSTRE DE LIMÓN
Debajo de tus manos todo adquiría forma
La mirada de una flecha
La temperatura de una cocina amarilla
La mesa con bancos para gatos
El hombre que comía mazamorras mientras se reía
Y tú que volvías al día siguiente bajo la forma de un dulce
relleno
de fresa, o guanábana
O como mochi cubierto de miel.
Mi corazón coloca mantequilla en el molde
Se desprende para entrar al horno
Se recuesta entre el azúcar y la harina,
Mi corazón ácido amarillo y ácido
Encerrado en la noche, en tu sonrisa o en la mía, encerrado,
Atado en dos caras
Atado como un ave sin brazos para amasar, sin ojos
para medir las yemas y los huevos
de la espuma que crece
dulce como tu sonrisa, como tu mirada a las seis de la tarde
como tu caligrafía en un pilot de cero punto cinco
como el espacio tibio en la cama que dejas ácido, que dejas
muerto
que dejas verde, como la cartuchera en tu bolso negro.
mi hija ha muerto, y solo pienso en sus manos
cuando alzadas nadaban celebrando una vida, la mía, la suya,
una sola.
(Publicado en A dónde Volver. Paroxismo: México DF, 2016).
33
34
HOWARD IN WATERWORKS
La piel del departamento se deshoja
El terreno se desliza, se apoya en el aire,
Y me enciendo y me apago, como una bomba o un sueño
Seis bolsas de ropa, cables, plásticos para las ventanas,
seis bolsas con cosas nuestras que no cambian como
cambiamos nosotras.
Entre la lluvia y la muerte he vendido nuestras cosas,
vendí por ejemplo, nuestras conexiones a distancia,
y nuestros platos.
Vendí también mi escritorio, donde me sentaba a dibujar el
azar,
vendí el sofá que no conociste y el aire de la enredadera que
sembré en mi cabeza.
Conservo zapatillas que nunca has visto, capaces de correr
hasta donde tu nombre no existe, conservo poesía vertical,
horizontal, poesía que se adapta al movimiento del agua en la
pileta del punto que intersecta nuestros tres ríos.
He subido en el rojo setentaycinco para buscar peces y
monedas.
He subido para vender y comprar todas las cosas que eran
nuestras y ahora son de nadie. He subido, y no has estado en
ninguna parada, te he buscado en otros idiomas y he arañado
la fuente, el agua,
he visto cómo un oso proyecta la sombra del día en una
metáfora mal escrita.
35
Y he olvidado todas tus frases, toda tu luz encendida cuando
abres el cielo frente a Waterworks.
He olvidado la forma aérea de tu cuerpo cuando me
abandonas,
Y comienzo a morder la distancia de esta palabra suspendida
y el futuro de mis ojos que se cierran.
(Publicado en A dónde Volver. Paroxismo: México DF, 2016).
36
37
Charo Arroyo (Lima, 1950): Es correctora de profesión y
periodista. Ha publicado artículos, crónicas y cuentos en Lima
y el interior. Sus relatos aparecen en Como una espada en el
aire (Azul Editores, 2015).
38
AZÁNGARO
Camino cada noche hacia la esquina
que cómplice ayer nos cobijaba,
buscando tu presencia que se esconde
y allí encuentro tu sombra
congelada en el tiempo.
Nada ha cambiado, sigo viendo
las mismas caras mustias
que agitaban mi angustia y tu coraje:
el viejo cigarrero, la mujer de los choclos
y el niño lustrabotas que siempre nos reía.
Sé que tú no estarás,
pero con fe de luna cada noche
me llego a nuestra esquina y solo encuentro
soledades de muro, soledades de piedra
soledades de esquina, soledad de cemento.
Visito este pequeño rincón de nuestras vidas
para solo encontrar, lluvia en el rostro
permanente figura de tu ausencia
tu persistente sombra
el fantasma que evoca tu presencia.
Sé que tú no estarás hoy ni mañana
pero sigo llegando hasta esta esquina
prendo de la espera, empedernida
soledad de piedra, llanto de cemento
tu recuerdo late en estos muros.
Mis pasos aran
con surcos de tristeza la vereda.
39
SOLEDAD
Mis días se suceden perezosos
danzan las horas
mi lengua languidece en su caverna.
Crece diáfano el silencio
me grita, me tortura
a su rumor mueren las flores.
Sufro como una castañuela
huérfana de su mitad madera.
La lluvia estalla en mis pestañas
cristales rotos
y mis manos la esconden
del estupor ajeno.
Recorro la esperanza y no te encuentro
camino hacia la aurora cada día
y solo me oscurezco.
Luna de soledad, luna de hielo
en medio de la noche y sus conjuros
inauguro caminos y todos te contienen.
Dolor de tu estatura
me agoto hasta el clamor.
Mi corazón, caballo solitario
galopa entre paredes.
40
TOMADA DE TU MANO
Yo podría vivir atada a tu memoria
y tomada de tu mano recorrer los recodos
de todos los caminos orillados de greda
de todas las estrellas a mil años de luz
de todos los crepúsculos y de los horizontes
de todos los barrancos con furor en el fondo
de todas las mañanas con ojos de sonámbula
de todos los océanos con islas nacaradas
de todas las selváticas llanuras verde mar
de todas las honduras más negras que la noche.
Y de todos los valles que enamoran la lluvia
y de todos los cielos de celestes incógnitas
y de todos los lejanos países ignorados
y de todos los parques escándalo de amores
y de todas las casas donde impera el arrojo
y de todos los bosques con ocultos colmillos
y de todos los cerros portadores de historia
y de los cementerios por igual pena y gloria.
Tomada de tu mano regreso a ser la niña
de lápices en ristre
puedo pasar la vida, la vida que me queda,
la vida que te entrego
tomada de tu mano.
41
Delfina Paredes (Arequipa-Mollendo, 1934): Considerada
como la Primera Actriz del Perú, estudió en la Escuela
Nacional de Arte Escénico (ENAE) entre 1956 y 1957. Cursó
estudios en la Universidad San Antonio Abad de Cusco y la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, de
donde se gradúa en Química industrial. En 1975 estrena
Evangelina su personaje más exitoso en el teatro y la
televisión. Ha trabajado en una gran cantidad de obras y
películas y obtenido premios a nivel nacional e internacional.
Como declamadora su especialidad es la obra de César
Vallejo. Llegó a vivir a Salamanca el 22 de julio de 1962, a
solo cuatro meses de fundada. Es una actriz comprometida
con las causas sociales y las luchas reivindicativas del pueblo
peruano.
42
AYUDA HUMANITARIA
Señor blanco de acerados bolsillos,
fariseo en tiempos cibernéticos,
caballero del jet, del celular, que con verdes papeles
renuevas espejismos del arrugado globo de Colón...
Lady, mister, madame
que frecuentas el templo
para orar en inglés, alemán, español o japonés,
Sonríes...
ni una brizna perturba tu conciencia
(bien es verdad que a su férreo blindaje
Un rayo láser no le haría mella)
Sonríes...
¡Albricias! Las naves ya partieron,
quebrantarán las aguas de los mares antiguos
hoy mosaico viscoso y descartable,
que en uniforme ritmo balancea
a medusas, desechos radioactivos,
ondas oleaginosas...
¡Las naves ya partieron
colmados van sus vientres de “ayuda humanitaria!
Las coincidencias industriales
se yerguen henchidas con la Fe
y la Esperanza, que retienen
y resuelven sus conflictos teologales
portando Caridad subvencionada
que silencie el yeyuno de los menesterosos.
¡Albricias, se establezca la paz “Urbi et Orbi”!
Tus naves arribaron,
y a mi pueblo altivo y pionero
pretendes transformar en pordiosero.
43
Te llevaste por siglos sus entrañas,
el sudor impregnado en minerales,
la sangre combinada en albas pacas.
Y al son de panderetas y campana
llegaron los repartos.
“Reparto”, inicial eslabón de latrocinios,
Tenebroso dragón de dos cabezas,
Una, que vomitaba espejos y abalorios,
Otra, látigo y fuego, que se lamía el oro.
La Mita y Reducción exprimieron mi raza
y en obrajes, los pies aprisionados
de mujeres ¡ah urdiembre mascullada!
de majtachas ¡ah trama interrogante!
varas y varas y leguas de bayeta sometiste.
Mas, el andino indoblegable poncho,
en telar clandestino matizó sus colores
y el socavón no pudo eliminar ni airampo ni nogal.
Enajenar pretendes la papa y el maíz
en cajas de “potato y cornflakes”.
No hay materia que no hayas sustraído,
no hay riqueza, que voraz, no hayas tomado
¿Ayuda Humanitaria y a doblar la rodilla?
Mi pueblo da traspiés, no se mira la cara,
gatea, dizque al ritmo de la “modernidad”
pero vendrán los tiempos, la esfera gira y gira
de mil revoluciones en un siglo.
El Runa será hombre,
runa y más hombre al mismo tiempo;
sin detener su ritmo liará, su pretérito y
evolución, en un segundo,
se erguirá en sus dolores,
alcanzará su brazo la esperanza,
44
el Punto de Fuga, necesario,
la palanca que mueve el Universo.
(Noviembre de 1992 – Inédito).
45
46
FOSA COMÚN
No romperá el clarín, los aires de la tarde,
no vibrarán palabras meciendo tu recuerdo,
no se abrirán los labios para el “Ego te absolvo”.
No habrá flores, ni amigos, ni tendrás funeral.
Te negarán tres veces el abuelo, el hermano.
Y tornado en aullido ahogará la caverna
el grito de tu madre.
Cubrirá al fustán negro q´ello, ccomer pollera
de la mujer que queda con tus hijos proscritos.
Fracturado tu cuerpo, se enredará en cabellos,
en húmeros, en falanges.
Perderás tus anteojos, un testículo, el poncho
y sobrará un zapato para tu metatarso.
Epitelios amigos soldarán tus heridas,
tus huellas digitales las tomará el vecino
y una masa de barro, de cal, de desperdicios
-mortaja colectiva- rescoldará imprecisa
esta fosa común.
Larga será la noche del oprobio y olvido
Índices afilados te apuntarán culpable;
Tú lo sabías, cierto; soldaste el corazón.
Maniataste tus dudas...
¡Muchacho de veinte años
fruto y entraña de esta tierra mía!
¡Liaste tu bagaje impaciente
para alcanzar justicia y repartir el pan,
para unir las parcelas de la Patria escindida
y matar el soborno, la adulación, el hurto
y rescatar tu nombre y nuestros nombres!
Y... ahora?
¿Qué de tu contradictoria permanente mirada?
47
¿Qué de tus ccolla células majtacha?
¿Qué de cincelar en tus huesos la esperanza?
Carga y peso de mi alma, fuerza y voz de tu masa
Materia, luz, tierra y sonido; bramido en mis entrañas
Vocal sin consonante en runa simi.
Pachamama, tan solo, acuna tus proyectos
cautela tus neuronas, zurcirá tus despojos
¡Y el Areche oriental,
rechinando los dientes en el Juicio Final,
observará pasmado la ascensión,
en el Credo anunciada,
de tu alma combativa, llevando de la mano,
tu cuerpo acribillado!
(Publicado en revista La City, Año 3 N° 11, Salamanca 2003.
P.8).
48
ESA TU QUERIDA PIEL
Buey o becerro nacido entre los riscos y punas,
Bebedor en claros puquios,
Retozón entre la hierba de perenne crisocola
¿Por dónde anduvo tu piel que así devino culpable?
¿Quién extrañó tus pasos de fraterna manada?
¿Qué inclemente camal silenció tus mugidos?
¿Qué poza de tanino acunó tus despojos
para tensar tu piel ante un sol sorprendido?
No llegaste a vitrinas de tiendas luminosas
En oscuro almacén te encontró el zapatero
con vituallas cereales y metrallas made in USA
donde tu heroica estirpe germinada en el Ande
ni el nativo talón tatuado en mil senderos
acompasan al ritmo de ese orden industrial.
¿Te negaste –intento inútil– a calzarlos?
¿Qué férula te obligó a enfundarlos cautivos?
¡Quién lo podrá informar!
Avanzaste sonora presionando
las lajas sonoras del cuartel.
“Los Cabitos” le llaman, agrediendo a la historia.
Desde allí, como uncido al arado, ajena tu opinión,
te desplazaron por callejas, colinas y quebradas,
aplastando las chozas y sembríos,
al maíz ancestral, sin oír su reclamo
a la papa querida, occlladita en la tierra.
Por senderos candentes
y enhiesta paja brava,
triturando, pateando, humillando
platos, enseres, cucharas,
49
gallinas, cuyes y llamas
y humillando, también, ¿a tu pesar?
Ponchos, chullos y polleras...
Buey o becerro que vienes de esa misma tierra roja,
¡Tu piel, tu querida piel
se ha tornado en suela impía!
Occlladita = abrigada, acunada.
(Agosto de 1992 – Inédito).
50
51
Denisse Santisteban Valle (Lima, 1981): Su seudónimo
poético es Dhanaisha. Autodidacta literaria, se destacó en
poesía y cuento desde la etapa escolar. Continúa
desarrollando su arte a través de los años, como poeta
invitada en recitales a nivel nacional e internacional.
Recientemente publicó su poemario Memorias Habaneras
(Ángeles de papel editores, Lima, 2018) y participó en la XIII
edición de la antología poética Palabras sin fronteras de la
Universidad Ricardo Palma. Ha sido parte de la Red Artística
de Salamanca y colaboró con la revista La City.
52
DESER-TU
A Imran
Lluvia densa, cae,
noche negra,
alma partida en cien,
quinientos, mil
gramos de soledad
que no alcanzan,
abismo emocional
que oscurece
ante la lámpara extinta,
mi yo que no es yo,
ni tú, ni sombras fúnebres
de lo que fuimos.
Eternidad, segundo intenso,
estaciones febriles
en el brillo de los ojos,
en los labios trémulos
que se enredaban
como galaxias en el cosmos.
Universos de cuerdas de seda
envolviéndonos, inmortales,
océanos y oasis en el profundo
de tu voz al atardecer,
el calor que aún me abrasa
en las dunas de tus brazos,
Sahara eterno, cielo estrellado.
Abro los ojos y la tormenta
cae, partiendo en dos
el cielo de mis párpados,
53
que rememoran con ansias
e infinita nostalgia
el lugar que no recorrerá más:
Tu extensa y ardiente geografía.
54
55
DESER-TU
A Imran
Lluvia densa, cae,
noche negra,
alma partida en cien,
quinientos, mil
gramos de soledad
que no alcanzan,
abismo emocional
que oscurece
ante la lámpara extinta,
mi yo que no es yo,
ni tú, ni sombras fúnebres
de lo que fuimos.
Eternidad, segundo intenso,
estaciones febriles
en el brillo de los ojos,
en los labios trémulos
que se enredaban
como galaxias en el cosmos.
Universos de cuerdas de seda
envolviéndonos, inmortales,
océanos y oasis en el profundo
de tu voz al atardecer,
el calor que aún me abrasa
en las dunas de tus brazos,
Sahara eterno, cielo estrellado.
Abro los ojos y la tormenta
cae, partiendo en dos
el cielo de mis párpados,
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que rememoran con ansias
e infinita nostalgia
el lugar que no recorrerá más:
Tu extensa y ardiente geografía.
57
VICEVERSA
Me gustas donde te quiero,
te quiero donde me gustas,
te quiero aun si me disgustas,
me gustas con desespero.
Me gustas cuando lo callas,
te quiero cuando lo dices,
te quiero en tus ratos felices,
me gustas con tus murallas.
Me gustas liberal,
te quiero cautivo,
te quiero esquivo,
me gustas literal.
Me gustas ausente,
te quiero conmigo,
te quiero castigo,
me gustas ardiente.
Me gustas solitario,
te quiero imperfecto,
te quiero insurrecto,
me gustas libertario.
Me gustas así, idealista,
te quiero en mí albergado,
te quiero total y extasiado,
me gustas humano y artista.
Me gustas de abrigo,
te quiero diamante,
te quiero de amante,
me gustas de amigo.
58
Me gustas con tus matices,
te quiero en tu esplendor,
te quiero en el dolor,
me gustas con cicatrices.
Me gustas cuando te pienso,
te quiero cuando me piensas,
te quiero en horas intensas,
me gustas en el silencio.
Me gustas inexplicable,
te quiero cuando me miras,
te quiero cuando suspiras,
me gustas inolvidable.
Me gustas cielo profundo,
te quiero mar adentro,
te quiero en mi centro,
me gustas en mi mundo.
(Memorias Habaneras, Ángeles de papel editores, Lima,
2018. P. 14).
59
Eduardo Gutiérrez Medina (Lima, 1979): Músico, productor y
cineasta. Se dedica a la realización audiovisual para cine, TV y
publicidad. Escribe ficción desde los 10 años. Ganó un
concurso de guion para ficción en el año 2002, evento de
CineCorp. En la actualidad escribe para publicidad y guiones
para proyectos de cine. Tiene en preparación un libro de
cuento poético y un poemario de sus poemas cortos, para
este 2019.
60
LA SOLEDAD DEL VIENTO
Recorro las praderas sin reparo,
pero no las puedo hacer mías.
Guío a los mares al encuentro
con su destino y sin embargo,
no puedo encontrar el mío.
No dejo de existir
en el alba ni en el frío
de la penumbra,
pero me pierdo sin edad
en el anochecer de los sentidos
cobijando día a día,
mi eterna soledad.
61
62
EL ÁRBOL Y EL ERMITAÑO
Y un día por fin el árbol lo extrañó.
Dejó de sentir esa extraña saciedad egoísta en su ser;
Y pensó, en qué sería de él.
Ese ermitaño, que día a día,
le daba sombra a su plenitud
en perfecta lejanía.
El árbol sintió su olor, su esencia, pero no estaba más.
Sintió desazón, confusión e imperfección,
Pero nunca más esa soledad cómplice en su corazón.
Por fin entendía esa nostalgia sin par
Comprendió sus oraciones
Y sus lecturas aletargadas de estrellas sin mar.
Ese ermitaño que después de muchas lunas nunca más
volvió;
pero que le dejó esa humana sensación,
en su corazón inmortal...
63
Gino Dueñas (Lima, 1963): Poeta salamanquino de la
generación del 80. Estudió Letras en San Marcos y abogacía.
Prefiere mantener sus datos en reserva e indica que solo
escribe por una necesidad interior, sin ánimo de ser
conocido. Ha sido parte de la Red Artística de Salamanca y
colaboró con la revista La City.
64
ESPINA
Me abandonaste
cuando empezaba a ser
como querías,
a sonreír
como me enseñaste.
cuando hablábamos
de un mundo para los dos.
Ahora,
Tu amor es el asesino
más amado;
estoy recorriendo
de arriba abajo la ciudad
sin hallarte,
solamente puedo medir
el tamaño de mi soledad
en tantos lugares donde estuvimos
y aunque
todo este día te espero
nunca llegas.
(Publicado en revista La City, Año 2 N° 5, Salamanca 2002.
P.7).
65
EL JUGADOR
Puedo tener esos cuerpos
que la noche me ofrece,
puedo convertir mis venas
en ríos de alcohol
o multiplicar mis sentidos
en un paraíso artificial,
pero,
no puedo entrar
al parque de diversiones
en que vives,
aunque soborne a tus amigos
para que te dejen sola,
aunque te imponga un nuevo juego
donde sea el único ganador,
no puedo detener esos dados
que tiras en mi corazón.
(Publicado en revista La City, Año 4 N° 16, Salamanca 2004.
P.2).
66
VOCABULARIO
Hay palabras amigas
que te tocan perfectamente
otras
pasan a tu lado
como transeúntes distraídos,
hay otras palabras
a quienes nadie las llama,
van rápidamente hacia ti
y se prenden de tus manos
como niños mendigos,
pero,
hay palabras escondidas
que te esperan
en cualquier esquina...
y se clavan en tu carne
como feroces puñales
brillantes de dolor!
(Publicado en revista La City, Año 2 N° 6, Salamanca 2002.
P.7).
67
Haydeé Bravo (Lima, 1965): Estudió teatro en la Universidad
Federico Villarreal. En 1984 inicia su carrera de periodismo en
la Universidad San Martín de Porres, donde forma parte del
grupo de su primer grupo de poesía y publica trípticos.
Trabajó en la revista Caretas. Estudió cine en el taller de
Armando Robles Godoy. Vivió en París y otras ciudades
europeas. Publicó los poemarios Todos los aeropuertos
conducen a París (Lluvia Editores, 2001) y Bitácora del cuerpo
(Paracaídas Editores, 2010).
68
DESENCANTO
Soy la sirena que perdió su encanto
porque tú cambiaste la mirada a otras playas.
Rompiste el hechizo.
Solo me queda regresar a la migraña
con las cortinas cerradas,
sola
entre sábanas blancas.
(BRAVO Haydeé, Todos los aeropuertos conducen a París,
Lluvia Editores, Lima, 2001. P. 21).
69
70
EXISTES
Y solo esa es tu magia.
Existir.
Pasearte desnudo por el mundo
con esos hermosos ojos de ayer
y tu magnífica estupidez estival.
(BRAVO Haydeé, Todos los aeropuertos conducen a París,
Lluvia Editores, Lima, 2001. P. 35).
71
Hernán Flores (Surmpampa, Piura 1947): Sociólogo graduado
en la Universidad Nacional del Centro en Huancayo. Magíster
en Administración y Gerencia Social en la Universidad
Nacional Federico Villarreal. Ha sido columnista en los diarios
La Voz y Correo de Huancayo, Unidad, Momento, El Nacional,
Cambio, Liberación, entre otros. A nivel cultural, en
Huancayo desarrolló una intensa actividad. Con el poemario
Estaciones Humanas (inédito), obtuvo el II lugar en los Juegos
Florales de dicha casa de estudios. Fundador de los grupos
culturales y musicales Warma y Agua Fresca. Es autor de los
poemarios Alejandra entre los huertos (Edición del autor,
1977), De la noche al día (Ediciones Exordio, 1988), Ebriedad
de ser (Arteidea Editores, Lima, 2009). Su obra ha sido
compilada en dos ocasiones en la mítica revista La Tortuga
Ecuestre. En la actualidad se desempeña como docente de
posgrado en la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima.
Reside en Salamanca de Monterrico desde hace doce años.
72
I
Yo conocí tus ojos en la lluvia
Éramos parte del viento
y proclamamos
amor
la oceánica locura del mar
en la fiesta de países lejanos.
Yo conocí tus ojos en la lluvia
Y nos ordenaron abandonar
la exigencia
por florecer el día venidero
Yo conocí tus ojos en la lluvia.
(Publicado en Alejandra entre los huertos, edición del autor).
73
SIEMPRE VENDRÁ UN TIEMPO DE CAMINOS
A Eleonore
Voy en busca de los ojos del mundo.
Por el tiempo
el corazón arde
en la luz vertiginosa de la mirada.
Sed y sombra para morir
en caminos y oasis.
Yo no quiero para mí
Un volcán –océano de lava ardiendo–
y mientras tanto crece
la ausencia con tu sombra.
¡Oh neurona de la vida
en la memoria!
A noventa kilómetros
crece el poema (por instante)
en las Pampas de Nazca:
Sombras, reptiles y arenas
y los astros escriben el misterio
en la soledad y los vientos.
El movimiento de las hojas
dibuja un caballo azul
volando hacia la luna
y el agua-marina
74
baña tu cuerpo en el verano.
¡Oh marítima
y loca tentación del deseo!
Mariposa roja
Entre las redes de mis sueños.
(Publicado en La Tortuga Ecuestre, Año XII, Lima, mayo de
1990, N° 62. Sin número de página).
75
76
SOLO LA NOCHE
Otra vez tus ojos,
pero la misma noche.
La tierra abre su bondad de tumba:
sepulcro tibio
como piedra de verano en el desierto.
Allí
no hay caminos
solo el silencio amado
de los vientos
remolinos
arenas musicales
ciego dromedario de la muerte.
Dónde están las campanas
de iglesias sepultureras
sin sacerdote
de rizos monocordes
con sus historias de lamento
y burla implacable.
La noche
es un lagarto hambriento.
Solo la noche.
(Publicado en Ebriedad de ser, Arteidea Editores, Lima, 2009.
P. 22).
77
Iván Segura (Lima, 1970): Realizó estudios de Derecho en la
Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) y de
Traducción en la Universidad Ricardo Palma. Ganó los Juegos
Florales de Poesía de dicha casa de estudios en dos
oportunidades. Publica Bosque de Formas (Edición del autor).
Fue uno de los fundadores del grupo literario Noble Katerba
de inicios de los 90. En 2002 viaja a Francia para estudiar una
maestría en traducción e interpretación y estudios de cultura
y literatura de los países angloparlantes. Ha aparecido en el
compilatorio Presencia vital, Noble Katerba (Casa Barbieri
Editores, 2007).Ha traducido autores franceses como a
Jacques Roubaud. Tiene en proyección los poemarios
Conjuntos inorgánicos y Aislamiento vibratorio. Radica en
Francia. Ha participado en los recitales organizados por la
Red Artística Salamanca y fue publicado en la revista La City
en varias oportunidades.
78
S/T
Un año ha pasado en tu garganta.
El verano te aplastó con sus flores,
con sus mares de oscura belleza (cáscaras de plátano y arena
son elevadas a un altar
de luz, de olas,
de suciedad, de tristeza).
El otoño llegó luego, derrumbando
los racimos del sueño,
cubriendo con sombras de hojas secas
el poco pasto de estos jardines
enterrados en destino presente.
Después
el invierno vino y,
como un niño rebelde,
arrastró papeles de juego
y sábanas,
despeinó tu cuerpo
como a las desnudas ramas de los árboles.
Y los árboles
se fueron llenando de flores al llegar la primavera,
y ya por entonces tú sentías
el cansancio del que sale de su tiempo en busca de otro
tiempo.
Ahora de nuevo llega el verano
y uno empieza por tragar la saliva y el sudor en silencio.
Ahora de nuevo levantarse pegajoso
y esperar la llegada
de los otoños, de los inviernos, de las primaveras.
Esperar la llegada
mirando las playas al ocaso,
dando
79
largas caminatas para acordarse del olvido
y olvidarse
del recuerdo.
(Publicado en revista La City, Año1 N° 2, Salamanca 2001.
P.10. Tomado de Bosque de formas).
80
81
S/T
el poema
no regresa a la memoria se pierde
en los alrededores de la casa
pero es el mismo
y su lugar en el vacío
es el mismo
a medianoche invade mi cama
hay silencio
escucho la vacuidad
leo el movimiento
de los astros
en el techo se prolonga el cielo
que es infinito
y que deseo
hay
entre estrella y estrella
una oscuridad que deseo lamer
en el color de las estrellas
está el poema que no regresa a la memoria
y no me importa
el color de las estrellas
es el resultado de la fusión de billones de
billones de átomos iguales a los míos
82
y estoy feliz
mi cama es transparente
si cierro los ojos no hay movimiento aparente
pero sigo el viaje
y ya no tiene fin
(Publicado en revista La City, Año2 N° 6, Salamanca 2002.
P.4).
83
Luis Alberto Rondón Márquez (Huari, Áncash, 1937-
Alemania, 2018): Estudió en la Escuela de Pedagogía de la
Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y se gradúa de
normalista en 1960. Ingresa a la Facultad de Letras de esa
misma universidad. Fue alumno del Teatro Universitario de
San Marcos. Fue dirigente del Centro Cultural Huari, del
Centro Universitario Huari, de la Federación Universitaria
Ancashina y de la Red Artística Salamanca, donde ocupó
varios cargos, como encargado del área de letras y fiscal.
Colaboró con la revista La City, órgano de la Red Artística
Salamanca. Publicó los libros: Marfil, poemas del
existencialismo (Lima, 1964), Del alba al mar, poemas de la
síntesis (Lima, 1970), Tríptico en primavera, antología poética
(Lima, 1992), El silencio de la piedra, testimonio literario
poético (Lima, 2005), Yo niño, poemas para la niñez y la
juventud, (Lima, 2005). Cuentos de mi tierra, primera parte
(Lima, 2005), entre otros. Asimismo dirigió varias revistas
como Paz y trabajo, Wari runa, La voz rosarina y Literatus ad
Verbum.
84
SE ALEJAN LAS NAVES
La resaca espumosa del mar
solo desperdicios nos dejó,
y plumas de aves muertas.
Siete naves se alejan,
sin dejarnos sus adioses
ni las estelas tras de sí.
La tarde arrebolada
se pierde en lontananza,
cuando se hunde el disco de oro.
¿Volverán las naves a la mañana siguiente,
como vuelve el sol, tras la aurora?
Tal vez no, porque eran naves fantasmas.
(Tríptico en primavera, poemas completos, corregidos y
aumentados, Del alba al mar, Lima, 2008. P. 151).
85
86
20
Yo no sé tocar
la astilla de tus huesos,
si tus panes se multiplican
en el hambre.
Sin embargo,
tus cigarros sufrirán
como un ídolo destronado.
mendigando los aplausos
de los balcones desiertos.
Tu corbata,
-lengua del corazón-
Ya no lucirá los días
domingueando las caricias.
Tus zapatos rotos.
gastados en los caminos de la tierra,
Jadeantes y locos,
Reclamarán los clavos de su crucifixión.
Y mis solapas y mis pañuelos,
ya no podrán resistir,
el caluroso frío de tu ausencia.
(Marfil, edición especial, “Bodas de oro”, Lima, 2014. P. 57).
87
LA ANDINA
Y, tú, andina
emerges con tu seno
abrazado de trenzas...
Y, tú, lucero
bajas cargando
en tus vértebras el arco...
El camino
es relámpago petrificado
y apunta a la hacienda...
Caña dulce
de los valles del patrón
eres, andina...
(Tríptico en primavera, poemas completos, corregidos y
aumentados, Del alba al mar, Lima, 2008. P. 172).
88
LA SOLEDAD DE LA ESPERANZA
Llega el alba
crucificando los huesos
cerca, muy cerca del mar.
La soledad entre ambos
es callejón de sonoros ecos
verdeando la esperanza
del mañana.
Sin embargo,
el alba despierta
a los pueblos; y el mar,
acalla la soledad.
Son entonces,
músculos de la vida;
¡Alba y mar!...
Gritos de la existencia:
¡Silencio y soledad!
(Tríptico en primavera, poemas completos, corregidos y
aumentados, Del alba al mar, Lima, 2008. P. 118).
89
Luis Yáñez Pacheco (Arequipa, 1931): Poeta, maestro e
incansable promotor cultural. Es autor de Nueva poesía
arequipeña (1955), Nuestra Ventana (1963), con prólogo de
Alberto Hidalgo y difusor de la narrativa peruana con su obra
Cuentos Peruanos (2 volúmenes 1970). Sus poemas han sido
recogidos en Poesía revolucionaria del Perú. Antología
(Ediciones América Latina, 1966) y en Repertorio poético
arequipeño. Antología básica (Gobierno Regional de
Arequipa, 2010). Director de la revista Canto General.
90
AREQUIPA, TU NOMBRE
He preguntado por ti
todas las tardes;
y sé que eso no basta.
Ciertamente,
no basta
que en medio de la ausencia
me ponga a deletrear
el libro de las tardes.
Pero para llegar
hasta tu nombre,
Arequipa,
debo desenredar la luz oscura
y el tiempo
y los gorriones:
ruidosa pena
que arde en la verdura.
Para llegar a ti
debo desenredar
también tu nombre.
Entonces,
sin testigos,
en calma,
como un rumor que en la mañana brota,
encontraré tu nombre
hecho una espina rota,
rota en mi corazón,
clavada en mi alma.
(Publicado en revista La City, Año 7 N° 20, Salamanca 2008.
P.4).
91
ARTE POÉTICA
Por si acaso,
por si necesitáis
mi filiación
para que las teorías y la metafísica
no sean requisitorias
contra mi muerte,
voy a decir
cómo se escribe un verso.
Nacer a la vida
y ser apaleado
Cruzar con urgencia la niñez
y ser apaleado
Amar
y ser apaleado
Estar en la verdad
y ser apaleado
Una pausa
porque el lomo del hombre
no es tan fuerte.
(Publicado en revista La City, Año 7 N° 20, Salamanca 2008.
P.3).
92
EL CAMINO
Hermoso es el camino
que lleva a la ciudad,
rodeado de montañas
cuyas cimas
besan el cielo.
Un gran camino
por donde se abren paso
todos los hombres,
los que siguen la huella del sol,
los que nunca se detienen
y
saben que la luz
se alza temprano
al otro lado de las tinieblas.
En la ciudad
espera el amor
que
luego vivirá
junto a nosotros.
El camino es la vida
y tú y yo,
los nuevos caminantes
que heredarán
la Tierra.
(Publicado en revista La City, Año 7 N° 20, Salamanca 2008.
P.4).
93
SERÁ UN VIAJE DE TREN
Para qué disponer
el viejo mapa
del tiempo
si hay un andamio trunco
que exhibe las horas
enlutadas.
Y para qué nombrar
cosas y gentes
más allá de su sol
y de su tiempo.
Tal vez un sueño
asalte a la esperanza
y vuelque la ceniza
de la patria
en los sueños.
Tal vez pase esta hora
en que el poeta no canta,
este dulce silencio
que criba la distancia.
II
Será un viaje de tren
bajo la noche
con novias,
con hermanos,
con lluvia intensa
y trigo en las montañas.
94
Será un viaje de tren,
cercana el alba,
con saúcos,
con ríos,
con luz dispersa
entre las cosas diarias.
95
Mary Eliana García Calderón (Lima, 1979): Periodista por la
Universidad Jaime Bausate y Meza. Escribió para los diarios
Liberación, Crónica Viva, la revista Lado B y el Suplemento
“Variedades” del diario El Peruano. Dirigió el fanzine Afuera.
Cuenta con varios años de experiencia como periodista
especialista en planes de desarrollo, campañas
comunicacionales con enfoque de derechos, desarrollo e
inclusivo. Actualmente es directora de Dos Cero Cinco
Comunicaciones, tribuna desde la que gestiona eventos
culturales de promoción de nuestra cultura y música con
especial atención a la música andina. Ha publicado poemas
en diversos fanzines, boletines y revistas peruanas y
argentinas. Ha publicado los poemarios: Extenso (Calcomanía,
2011), Sobresaltos (Grupo Editorial Caja Negra, 2012) y El
Centro de tu amor (Grupo Editorial Caja Negra, 2015).Sus
libros han sido presentados en la Feria del Libro de Lima,
Feria Ricardo Palma de Miraflores, la Feria Internacional del
libro de Trujillo, Feria Internacional del Libro de Ayacucho,
Feria del libro de San Borja y expuestos en la Feria
Internacional del Libro Guadalajara México y la Feria del Libro
de Antofagasta, Chile. En el año 2018, sus textos fueron
incluidos en la antología poética rumano-española
Extramuros en la latina manzana.
96
INTERROGANTE
Sigues Cargando
Desolado
El error de tus lamentos.
Morderás la furia interna,
Años doloridos.
¿Cambiarás sueños por
vida?
(Publicado en Extenso, Calcomanía, 2011. P.15).
97
INTERROGANTE II
Me ahogo en el azul
Intento trepar la colina
Descubro la esencia del viento.
Sospecho que aún no te has ido
¿Es amor acaso?
¿O es el ocaso,
amor?
(Publicado en Extenso, Calcomanía, 2011. P.19).
INTERROGANTE IV
¿Hay algo más puro
Que las ganas de
No serlo?
(Publicado en Extenso, Calcomanía, 2011. P.29).
98
SOY EL POEMA
Soy el poema
Que vence a la muerte.
Mis líneas se escriben,
En un mundo
Que compromete su tiranía.
Mis versos
Sufren libertad
Y se refugian en tus afectos.
Defienden la voz oculta,
Que se enfrenta
En cada horda de lucha,
En cada mundo que crea.
Soy el poema
Que indigna.
Paseo mis versos
Entre roces y llantos
Y te confronta
Con asombro.
Arden mis palabras
En devota ceguera,
Arden mis lamentos en completa libertad.
(Publicado en Sobresaltos, Grupo Editorial Caja Negra, 2012.
P.37).
99
100
DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA
Me declaro libre de toda culpa (la mía y la tuya)
y abrazo los años
en que todo fue aprender.
Me declaro limpia de pecado
porque todo lo hice convencida.
No cargo más el llanto de mis pesadillas,
desde que dejé la cruz en una fogata.
Ya no acojo las penas,
y el odio no viste mi piel.
Ya no hay condena,
solo equilibrio y búsqueda.
Me declaro lista y ansiosa
por la vida que nace,
seré ave extensa
y reinaré
absoluta.
Me declaro independiente,
Me declaro en ilusión
me declaro en rebeldía,
Poeta soy.
(Publicado en Centro de tu amor, Grupo Editorial Caja Negra,
2015. P.43).
101
Piero Montaldo (Lima, 1973): Comunicador, músico, gestor
cultural. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la
Universidad de Lima. Ganó el I Festival Claro de música
peruana (2008), categoría criollo. Considerado uno de los
más sensibles trovadores peruanos, fusiona trova, jazz, bossa
con ritmos peruanos de la costa y de la sierra. Es director de
Azul Editores. Tiene dos discos editados En mi calle (2000) y
Vivo (2003). Ha tocado en diversas universidades y escenarios
de Lima, Arequipa y Cuzco, también en países como España y
Cuba (Casa de las Américas). Ha sido antologado en el libro
Fronteras Imaginarias – sexta antología binacional
ecuatoriano-peruana de poesía contemporánea (2009) y en
Como una espada en el aire (Azul Editores, Lima, 2015).
102
GENERACIONES
Esta voz
es mi padre
Canto su latir
en M i M a y o r
Lágrima dormida
brota del viento
luz
muerte
tiempo sin retorno
Hoy
mi Silencio
vive
a través de tu mirada
Así
e t e r n i d a d.
103
EL AVIÓN
Elevo mis brazos,
trato de alcanzar el avión más precioso.
Estoy de puntillas
y falta mucho.
Arriba del librero descansa polvoriento
p
e
r
y t
Soy el pequeño
el enano
el niño
Sigo en lo alto
y nadie se da cuenta
Me siento King Kong
104
LA MUSA
¿Cómo sonará tu silencio?
Será fruto rojo
la espera del tiempo
Sonrisa fresca
de cabellos al mar
Cuerpo de luz
resplandeciente
Solo perfume
brota de tus manos
y mis oídos
Naufragan
tus labios
105
Ricardo Cano Kriete (Pampas-Tayacaja, Huancavelica, 1950):
Fue secretario general de la Federación Universitaria de San
Marcos, gana los juegos florales de poesía en 1970. Premiado
viaja a Cuba, donde conoce a Fidel Castro en La Habana. Se
dedica a la lucha sindical en Cuajones y es nombrado
secretario general de la Federación de Cobre de Cuajones.
Tras un largo caminar en la actualidad se dedica a la
literatura, totalmente fuera de un sistema del cual descree,
aunque muchas revistas han publicado sus trabajos de
investigación y análisis de la realidad. Ideólogo de la Red
Artística de Salamanca. Publicó el poemario Desaprendizaje
(Grupo Editorial RAS, 2012) y el cuaderno de trabajo Sobre el
racismo y otras adicciones (Grupo Editorial RAS, 2013).
106
S/T
Silencio…
entre mis manos
desnudando el hondo pesar
de mis huesos
y la razón.
Silencio
ensueño arrancado
en tiempos hechos
dolor y rebeldía.
Silencio…
extraño intuyes
la censura
y te arropas apurado.
107
108
S/T
Cuando a mi noche
llegue la luz perenne
nada comenzará
ni estará concluido
Solo algo en mí
se estará
haciendo todo
Solo algo en mí
se estará
haciendo nada
¿Y de significados?
de significados
no tendré
más el recuerdo.
(Publicado en revista La City, Año1 N° 1, Salamanca 2001.
P.6).
109
VEO CAER LA LLUVIA
Veo caer la lluvia
Me descalzo
humilde ante ella
Me entrego
El temor, la costumbre
El guarecerme
Ya para mí
no tienen significado
Mi piel se viste
de lluvia fresca
generadora
del húmero ancestral
genético de la tierra
Asciende a mí
el eterno mensaje
del cósmico camino humano.
Me visto de hojas
Que me dicen
No necesitas aprendizaje
Me visto de lodo
de fango
y de canto
de aves
que no saben
de ruta, Pitágoras
y sin embargo
cruzan el espacio
cumpliendo serenamente
su propio sino
110
Me visto
de viento
sin temor a perder
mis máscaras
No sé en qué
parte de mi camino
se diluyeron y desintegraron
Para dejarme aquí solo… solo… solo
gritando desesperado
mi originalidad
mi existencia
y el deseo de
ser escuchado
Sin máscaras
disfraces ni apariencias
he quedado
sin hombre
sin respeto
ni consideración
sin rencor
sin odio
sin envidia
Veo caer la lluvia
Me hastía
Me enerva
El tedio y la rutina
Ya no tienen significado
Mi piel
se viste de lluvia
111
encanto admiración
y novedad
Veo caer…
la lluvia
Soy la lluvia
alimentando el río
donde aplacaron su sed… su hambre
los Cañaris
y el bandolero Morón
Soy la lluvia
que cae y humedece
la fría estepa
de mi alma triste.
Soy la lluvia
que alimenta y reverdece
este bronco y poderoso espíritu
que ya tantas tempestades
ha pasado
Soy la lluvia
que humedece
mi silencio
y el camino
andado
que serpentea
la certeza
de mi partida.
Veo caer la lluvia
que el viento agita
y empuja
para bañar
los Apus
112
que serena y sensualmente
responden con el vaho
de sus entrañas
que guardan
ancestros
de un tiempo sin gloria
como queja
o recuerdo
de un imperio
aculturizado, marginado
Yo me aculturicé
por decisión propia
me marginaron
porque no se acepta
no se entiende
un ser que encuentra
su propia divinidad
Veo caer la lluvia
veo caer culturas
modas, snobismos
veo caer imperios
estados y dictaduras
No veo aún señor
el tiempo en que…
caen las máscaras
e hipocresía.
Soy la lluvia…
¡Que después
regresará!
Para florecer
113
nuevas primaveras
donde los humanos
discurrirán libres
como el viento
cabalgando al sol.
114
115
Sebastián Ufor (Lima, 1980): Poeta del grupo literario Red
Artística Salamanca. Ha publicado poemas en las siguientes
revistas literarias: La City, Socialismo y Participación y
Sombras y Gritos. Ha publicado los poemarios Confundiendo
héroes con fantasmas (Grupo Editorial Red Artística
Salamanca, Lima, 2007) y Sobre dioses, guerreros y lobos
(Grupo Editorial Red Artística Salamanca, Lima, 2012).
116
CYBER DARK
Arcana ciudadela gótica,
gobiernas desde el cielo,
relegaste a los dioses
por tu tecnología,
tu magia es la más
grande que existe,
no quieres mostrarnos tus secretos,
pero sí tus proezas.
Como la maldición
en que envolviste
al pueblo que gobiernas.
Ellos te temen,
y a la vez te alaban.
Tus puertas están cerradas
para ese pueblo
medieval y gótico.
Pero cuéntanos de tus proezas.
Cómo se reemplazó
a la muerte absoluta
por una muerte parcial.
En ese pueblo, que está
anclado a la tierra
por su ignorancia.
No como tú y tu gente
que gobiernan desde los cielos
Pero háblanos
de ese ignorante pueblo
de ciudadanos zombis,
que visten ropas oscuras
y colores muertos
de tiempos pasados.
117
También háblanos
de los guerreros suburbanos,
con atuendos y armaduras
que recuerdan a los legendarios
y míticos postpunks.
O si no,
háblanos de cómo erradicaron
a los que ya no pueden morir,
al exilio,
a que formen tribus urbanas,
cuéntanos cómo los echaron
del pueblo,
y los hicieron vivir
en ruinas abandonadas,
y sin querer,
descubrir los orígenes.
Orígenes que ustedes
los oscuros arcanos conocen.
Orígenes descubiertos en manuscritos
por los guerreros postpunk.
Orígenes desenterrados de ruinas
por sombríos inmortales.
Orígenes que el pueblo gótico ignora.
Por ti Cyber Dark.
Por hacerles creer
que tu tecnología es magia.
Que tú, arcana ciudadela gótica,
eras una nube gris.
Que el planeta recién
había sido creado,
cuando habían pasado millones de años.
Que ustedes eran dioses,
cuando tu sangre era la misma
118
del pueblo gótico.
Nunca los sacaste de la barbarie.
Cyber Dark,
siempre te lavaste las manos.
Es gracioso,
con toda tu ciencia, tu magia,
no pudiste ver tu final.
Cazadores anarquistas y
reyes guerreros del acero,
se unieron a tus tenebrosos
inmortales y suburbanos
guerreros postpunk.
Toda tu oscuridad
no bastó para ocultarte.
Cyber Dark, no eras la única.
Tus dioses no eran los más grandes,
tu magia no era la más poderosa.
Había otros reinos,
otras naciones.
Existían otros guerreros suburbanos,
que anteriormente pelearon
infinidad de guerras casi eternas,
y habían vencido.
Y ahora te vencieron a ti.
No contabas con el hechizo
supremo:
fortaleza, valor, temple, actitud.
Actitud, la cual no absorbiste
de tus suburbanos guerreros,
a quienes despreciabas.
Ahora eres una nación más
de guerreros e inmortales,
que siempre debieron gobernar.
119
Cyber Dark, hubieras sido más humana,
te caracterizabas por zombis y máquinas.
Arcana ciudadela gótica,
Tú sí que erradicaste la vida,
Cyber Dark.
(Sobre dioses, guerreros y lobos, Grupo Editorial Red Artística
Salamanca, RAS. Lima, 2012. P.5).
120
121
Susan Morales (Lima, 1973): Periodista graduada de la
Universidad Jaime Bausate y Meza. Fue durante muchos años
editora de la revista especializada en arquitectura Arkinka.
Asimismo, ha sido colaboradora de la revista La City y de la
Casa del Poeta Peruano Filial Salamanca de Monterrico.
Actualmente se dedica a la difusión de saberes ancestrales en
su centro Pacha Warmi.
122
VIENES A MÍ
Vienes a mí, Josué
como mágico relámpago destellante ante mis ojos
vibrante como tempestad en ciernes.
Vienes a mí
y aún presiento que la distancia
entre nosotros es vacía e infinita.
Vienes a mí, mi caballero andante
galopando entre multitudes
abriendo paso al hereje,
mendigo,
poeta,
maldito
indigno,
reivindicando a los hombres olvidados por esta putrefacta
sociedad
que se dice ser rica, pobre, mezquina, honesta
dueña de sí misma, prostituta y extranjera.
Vienes a mí
y te veo desde lejos, bañado de lirios y amapolas
y te veo desde lejos, dejando de ser niño
descubriendo en tu entorno silencioso, agonizante,
metafórico y absurdo
las inconsistencias de la vida
el porqué de las desdichas
la alegría de los inocentes
y el llanto de los indomables.
Vienes a mí, amor eterno, amor sincero, amor sin miedo
123
y una parte de mí está reflejada en tus ojos marrones,
cual rito de Eros y Afrodita
sembrando recuerdos en tu memoria
para que cuando llegue el día
en que mis ojos no vean la luz de este mundo
regrese a ti
como rayo de esperanza
como luciérnaga en la noche
y despierte a tu lado, diciéndote cuánto te quiero.
(Publicado en revista La City, Año 7, N° 22, Salamanca, 2008.
P.7).
124
SECUENCIA
Y tu recuerdo
se escribe hoy en mi frente
como pétalo hiriente
que empuña la sal.
Y tu recuerdo se hace noche
como la suave melodía,
del llanto agónico
del ave lastimada por la soledad.
Y tu recuerdo
se hace día, y
lentamente
mis sentidos se despiertan.
En ese instante,
en ese segundo,
tu recuerdo se vuelve
¿Vida?
¡Vida!...
Violación imperfecta de la muerte.
(Publicado en revista La City, Año 4 N° 18, Salamanca, 2004.
P.3).
125
Wherner Díaz (Juanjí, 1962): Estudió docencia en la
Universidad Nacional Federico Villarreal, especializándose en
la enseñanza de Literatura. Es uno de los primeros
colaboradores, de la revista de literatura La City de
Salamanca de Monterrico. Publicaba con el seudónimo de
Spacio Negro.
126
S/T
Resuena el enjambre
cual eco de dedos crujientes
como de felino fue el salto
y la palabra se encaramó
en la página
que hoy es el
lecho del verso.
(Publicado en revista La City, Año1 N° 1, Salamanca, 2001.
P.5).
127
128
S/T
Quiero pronunciar tu nombre
Quiero gritarlo...
Quiero escribirlo en el firmamento
entre los cirros y los nimbos.
Y se entere el mundo todo
que de amor correspondido
en un suspiro infinito
tú y yo nos fusionaremos.
Entonces...
vibrará la naturaleza
al compás de nuestros besos.
Cimentará sus bases el universo
en la armonía de nuestra unión
en la paz y el amor;
en el tú y en el yo.
Y la nueva raza surgirá
de Ti y de Mí.
(Publicado en revista La City, Año1 N° 2, Salamanca, 2001.
P.11).
129
NARRATIVA
130
131
Bruno Vagner (Lima, 1978): Estudió primaria en el colegio
María de la Encarnación, de Salamanca, y secundaria en el
colegio La Inmaculada. Cursó estudios en la Universidad de
Lima, Universidad San Martín y Universidad Nacional Mayor
de San Marcos (UNMSM). Ha publicado en blogs locales y del
extranjero: www.escritoenmayuscula.blogspot.com y
www.korrientefluyendo.blogspot.com.
132
TRISTE DESENLACE ANUNCIADO
Emociones encontradas brotaron de mi corazón al recordarla,
recordar su desprecio, dicho así, tal cual.
No, no estaba listo, no por la edad sino porque mi enorme
sensibilidad en cuanto a este tipo de emociones, llámese así
al amor no correspondido, me hacían una indefensa víctima
ante la desazón, el daño casi mortal, que lleva el saberse un
mequetrefe, una persona insignificante para la mujer que
por una corazonada, un cúmulo de señales diversas, se pensó
era la única, y no por un breve espacio de tiempo, sino por
mucho, infinitos años, pues para serles sincero quería
decirles que esto ya estaba superado. Puro engaño,
autoengaño y demás postres. Seguía, y aún después de
relatarles el último capítulo de este melodrama, aunque ya
más parece una tragedia griega, aunque por momentos les
parezca a algunos una ridiculez, una estúpida
malinterpretación de lo que es realmente el amor, yo me lo
explico como una suerte de, ya no sensibilidad, sino
hipersensibilidad, así de enorme, la cual viene siendo, y es,
motivo de que mi vida se haya ido en caída libre. Todo por
un sueño, de opio, según los entendidos, a los cuales solo
puedo decirles que se vayan muy lejos, pues, cada uno es un
rompecabezas tan difícil de armar, en orden de catalogar, y
yo, creo, soy un rompecabezas al cual le faltan piezas
fundamentales, que aquella vampiresa hurtó de las
profundidades de mi inocente, ella también inocente pero
congénitamente una devoradora de hombres, quienes para
muchos son seres fuertes, casi superhombres, pero esto es
solo superficial, una máscara, pues hurgando bien se llega a
la única verdad que explica el asunto, y es que estos
guerreros se postran desarmados ante el altar de la diosa a
quien le rinden pleitesía y es difícil realmente explicar por
133
qué, pero es así de simple, los de esta estirpe se dejan
vapulear, casi destrozar por el amor.
Luego de muchos años de autoexilio por tres países
distintos, de haber pasado de estudiante pobre, a proletario,
a empleado, a casi mendigo, a parrandero bohemio por
despecho, adicto a distintas sustancias, pues volvía a Lima, no
derrotado como muchos pensaban por el pequeño detalle de
no tener ni para el taxi que me llevase a la casa de mis
abuelos (mis únicos parientes cercanos que quedaban en mi
ciudad que pudieran darme alojamiento), y no tener por más
pertenencias que una pequeña maleta con ropa vieja y cuatro
cuadernos con poemas y cuentos, que había yendo
componiendo y relatando durante mi travesía en ultramares.
No, no era un buen creador, ni de poemas ni de cuentos,
pero poco me importaba lo que algunos de los llamados
entendidos en el asunto opinaban de mi creación literaria; el
redactar, el releer mis escritos, junto a cierto tipo de música y
el café y los cigarrillos, fueron mis más grandes compañeros
durante mis años más solitarios en el extranjero. No, no tuve
ni tengo amigos ya, solo limosnas de afecto de familiares
cercanos, pues fui prescindiendo de vínculos amicales por
tedio, por incomprensión, para luego, y así de claro lo digo,
por sentirme nulamente comprendido por los que
buenamente trataron de acercarse a este ser defectuoso, uno
de los accidentes más lacrimosamente parecido a película
trágica hindú.
Y así, nadie fue a recibirme al aeropuerto el día de mi
llegada, algo tan triste como que nadie te despidiese en tu
partida (cosa que me sucedió), a pesar de que al dejar la
última ciudad en la que me encontraba, en Europa, nevaba,
y, para remate, el primer tramo de mi viaje lo hice en tren,
desde una estación tipo película en blanco y negro, donde
134
solo faltaron las lágrimas de un ser querido, o como un
restaurante vacío a la hora de la comida.
Tenía, por indicación de mis padres, que tomar un taxi,
que mi abuelo pagaría a mi llegada a su casa, y tenía que
buscar qué haría en mi ciudad, nada de vagancias, fue la
advertencia principal de mis progenitores, a trabajar o a
trabajar, no querían oír que, nuevamente, había encontrado
mi vocación y que quería estudiar Astrofísica o Historia del
Arte, nada, por las puras, ya estaban más que cansados de
salvarme el pellejo cada vez que quedaba casi en la calle por
mi inestabilidad, por mi ser voluble, impredecible, que tantas
veces rogara porque le lanzaran el salvavidas que lo salve del
naufragio, del zozobrante futuro que ya casi era lo único que
se veía venir.
Pero esta vez sí había motivo para el cambio geográfico, y
fue debido a casi una epifanía que tuve, luego de que en la
última ciudad europea donde residí, antes de tomar la
decisión de volver a mi patria, una gitana, una noche de luna
llena, exactamente hacía dos meses atrás, el día diez de
diciembre del año anterior a mi regreso, por los alrededores
de la catedral de dicha ciudad, me leyera la mano, pensé que
solo por lástima, ya que andaba borracho y más pelado que
cualquier indigente con algo de dignidad, buscando colillas en
el suelo, hambriento, con frío, en esa despejada y gélida
noche invernal.
La gitana al ver, quizás tuviera también ese don, que mi
alma borracha de vino barato era más triste que cualquiera y
cada uno de los árboles de Navidad muertos, luego de haber
sido utilizados con fines de diversión y consumismo,
malinterpretando su real significado, del mundo. Y esto
describe casi con exactitud lo que era yo, un ser utilizado por
otro, por tenerme de souvenir, como un trofeo de caza, un
135
animal fantástico cuya cabeza no servía ni como objeto
ornamental.
Luego de que dicha gitana, brevemente, me dijera, antes
de tomar mi mano, que en mis ojos se veía mucho dolor, un
alma enferma, cogió mi mano y solo me dijo, o pensé
entenderle así, que debía, cuanto antes, volver al lugar donde
todo empezó a pudrirse en mi corazón, en mi alma dolorida.
Que lo haga cuanto antes, pues de no ser así podía ir
pensando en las flores que quería para mis exequias.
Al día siguiente, durmiendo en el piso de la habitación de
estudiante de un alma caritativa que conocí en una juerga,
decidí, luego de despertar de una terrible pesadilla, en la que
la gitana era un ángel del Señor, en el cual a duras penas
creía, quien me daba un ultimátum, vuelve, acláralo,
soluciónalo o desaparece, siendo aniquilado por algo que se
saldría de control más temprano que tarde.
Llegué a la casa de mis abuelos, mi abuelo al verme, me
saludó fríamente, a sabiendas de casi todos los detalles de mi
caótica travesía por otros países, pensando que le llegaba,
que un anciano como él ya no podía aguantar.
Mi abuela, por otro lado, un ser puro, de luz, ni bien me
vio, me estrechó en sus brazos desde la silla de ruedas en la
que se encontraba desde ya hacía un par de años. Me abrazó
y besó como si llegara un héroe, me dio la bendición, se quitó
el escapulario que llevaba y me lo dio, diciendo que le pidiera
a la Virgen del Carmen para que me cobije, y dé protección.
Esto último hizo que, y en raras ocasiones había sucedido en
los últimos años, mi fe se reactivara y muy sentidamente
fuese directo a la que iba a ser mi habitación y orara, a Dios
Padre y a la Virgen María, por ayuda, tan solo con un Padre
Nuestro y un Ave María, pero con el corazón encendido, con
todo mi ser presto a librar la última batalla de la Gran Guerra
que ya casi perdía.
136
Tomé la decisión de tomar al toro por las astas. Tenía el
teléfono de su casa memorizado, sus padres me
reconocerían, debían acordarse de aquel casi niño
adolescente que rendía tributo a su hija, quizás se
compadecerían de este penitente y me dieran cualquier
información que tanto a gradecería me brindaran de mi
Unicornio Azul.
Me armé de valor, le pedí a mi abuelo que me prestara su
teléfono para llamar a una amiga. Con todo mi ser en ascuas,
en posición de defensa ante el que pensaba yo sería otro
golpe de humillación, marqué, número a número, sintiendo
cómo me iba descomponiendo, mi voz, mi cuerpo, mi mente,
mi alma, mi ser, mi chispa divina, mi parte del universo que
era yo, aunque insignificante, toda la eternidad, mi eternidad,
empezando a congelarse, temiendo llegar al cero absoluto,
para así, de una vez por todas enfrentar mi destino… la
desaparición.
Al identificarme, con nombre y apellido, grado de relación
con mi amada, para pasar luego a preguntar directamente
por su paradero, escuché, acto seguido a todo esto, cómo
empezaba a sollozar incomprensiblemente la persona al otro
lado de la línea.
“Soy su madre. ¿No sabías que tuvo un accidente y murió
hace dos meses, exactamente el día de su cumpleaños? El
diez de diciembre del año pasado”.
137
Francisco León (Lima, 1975): Escritor y promotor cultural.
Cursó estudios de Literatura en la UBA (Universidad de
Buenos Aires). Presidente y fundador de la asociación cultural
Red Artística Salamanca. Fundador, con Ruy Morales
Robertti, de la revista de literatura La City de Salamanca de
Monterrico. Ha publicado los libros: Resplandor Púrpura,
novela corta, (Grupo Editorial RAS, Lima, 2004); el poemario
Ad Gloriam (Arteidea Editores, Lima, 2006); el trabajo de
investigación: La historia de Salamanca de Monterrico tomo I
(Grupo Editorial RAS, Lima, 2006); el plaquette Sandra,
(Maribelina Editores, Lima, 2009); el poemario temático
Summer Screams (Hipocampo Editores, 2009); La historia de
Salamanca de Monterrico tomo III editado por el Municipio
de Ate (Lima, 2012); la investigación Historia de Sangallaya
(Asociación Distrital Sangallaya, Lima, 2012); la novela Tigres
de Papel (Editorial Altazor, Lima, 2013); Resplandor Púrpura,
segunda edición, (G4eneration, Buenos Aires, 2014);
Salamanca Sixties Un estudio sobre el rock en la Clase Media
de Lima(Editorial Selección Gallera, 2014); Los Stones, novela,
(Animal Literario, Lima, 2016); Song From Lima, poesía,
(Korriente A editores, Lima, 2017); Wanka Rock, historia del
rock en Huancayo de 1959-1979, (Korriente A editores, Lima,
2017); Manco Inca y la gran guerra por la reconquista (Zafiro
Editores, Lima, 2018); Cartagena Road, nouvelle de ciencia
ficción (Korriente A editores, Lima, 2019); La universidad
popular Gonzáles Prada de Vitarte, creación de ciudadanía
desde lo subalterno (1921 – 1930) (Municipalidad de Ate,
2019). Tayta, Cáceres y el secreto de la traición, nouvelle,
(Cacho & León editores, 2019). Es editor de la revista Open
Cusco.
138
LOS FLOYD
(Capítulo del libro Resplandor Púrpura)
Se apartó de la vereda; un angosto camino de tierra lo
condujo al centro del parque. Allí sentado en la hierba, se
concentró en sacar una canción de Pink Floyd. Desde un
arbusto la cara lo miró fijo, conchas coloridas y húmedas
decoraban su frente. Pet se sorprendió y sintió la extrañeza
de los primeros seres al ver aparecer a la serpiente. La cara
llegó, flotando entre símbolos y risas.
—Tú no eres de aquí —le dijo.
Luego de tomar una posición que, creía, fue la que
encontró a Buda camino a la iluminación, continuó.
—Voy a decirte un secreto —la guitarra calló.
“Hace un año o algo así, iba a inaugurase la nueva iglesia;
lo primero que se pensó fue hacer un show para recaudar
fondos. Después de la misa dominical, el cura dijo:
—Tiene que ser un concierto con algún grupo importante.
Y el cura que decían estaba medio loco porque comía
carne en Viernes Santo y tocaba campanas imaginarias antes
del té 12am, pidió sugerencias, Entonces, los feligreses más
jóvenes, dijeron por molestar:
—¡Traigamos a los Floyd!
Sin inmutarse anotó el nombre en una libreta, luego se
fue. Volvió al instante, cargando la cesta para limosnas:
—Hermanos, colaboren; necesitamos dinero para traer a
los Pink Floyd.
Decía, al pasar entre las bancas.
La gente lo miró extrañada mientras colocaba las
monedas.
Al día siguiente me contaron lo sucedido y sin saber por
qué estuve entre los primeros en ayudarlo a preparar los
carteles para el concierto, el cual se llevaría a cabo en plena
139
140
avenida. Los pegamos por todo Salamanca. Coloridos afiches
reposaron en descascaradas paredes y postes de fierro.
Causaron conmoción al principio, pero luego fueron tomados
como una broma.
El día del concierto estaba ansioso. Anochecía y busqué a
los amigos para ir; se rieron en mi cara.
—No vas a creerle a ese viejo loco; además hay una fiesta
en...
No me importó, fui solo. La avenida estaba en penumbra.
A lo lejos distinguí una estructura de madera que serviría de
escenario. El barrio lucía desierto. El cura se acercó triste y
me dijo:
—Lástima que no haya mucha gente, pero todavía es
temprano.
Sobre la tarima unos hombres se afanaban en colocar
equipos monstruosos; nunca vi algo así. Después de un rato,
los conectaron, pero la sobrecarga de corriente generó un
apagón y la noche quedó aún más oscura. Luego, oí
maldiciones en inglés. En ese momento recortadas sus
sombras contra la luna, bendecidos por la pálida luz de la
luna, los vi aparecer. Barret contemplaba absorto el cielo,
reían y fumaban yerba. Los plomos subieron bancas y
guitarras acústicas al escenario. Gigantescos cirios negros
bendecidos por el Papa, que serán los únicos en brindar luz el
día del juicio final, fueron encendidos y colocados en las
cuatro esquinas del escenario. No salía de mi asombro. Me
acerqué. Mason afinaba una mrdanga con el encendedor. Me
paré frente a Barret. Este abrió mi boca y colocó un ácido. El
cura prendió incienso. No sé cuánto tiempo estuve allí. Las
más hermosas y largas melodías brotaron esa noche; raras e
inéditas canciones en una zapada cósmica y continua; la
creación fue reinventada con el suave toque de las guitarras.
Parecía que el universo entero reclamó su parte. Ahogados en
141
la delirante locura Floyd, caracoles lésbicos se dejaron caer al
suelo y produjeron acompasados crashes; aves nocturnas
volaron sobre nuestras cabezas lanzando melódicos gritos.
Los perros, que siempre ladran de madrugada, fungían de
coro en algunos momentos. Pasado un indeterminado
número de espacios de tiempo, Barret cogió una cítara
mientras Wright, sin verlo, se colocaba en las rodillas un
armonio. Waters aceitó su armónica y la noche se preparó
para morir acogida por un extraño slow blues.
El sonido quedó colgado en los cables de luz, se fusionó
con los geranios que desde ese momento y solo aquí paren
flores psicodélicas.
Amanecía, cuando los Floyd bajaron del escenario; el cura
ensombrecido, casi tanto como al saber que el alma inmortal
era basura inexistente, remarcó lastimero: no alcanzará ni
para mis campanas. Se fue ese mismo año, nunca más
supimos de él”.
—Ahora puedes seguir con tu música —le dijo el Barón
Rampante.
(Resplandor Púrpura, editada por G4eneration, Buenos Aires,
2014. P.P. 14-18).
142
143
Jorge Luis Chamorro (Lima, 1976): Narrador, poeta, y artista
audiovisual. Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Autor
de los libros Tendencia al Nirvana (Colmillo blanco, 2000), El
Primer Beso (Sarita cartonera, Lima, 2004), ¿Puedo tocar?
(San Marcos, Lima, 2006, reeditado en 2008) y El Hombre que
vestía elegante (Mandarina, Lima, 2011) y el poemario La
disciplina del silencio (Camu Camu Ediciones, Lima, 2016).Sus
videos han sido expuestos en "Bienal de la Habana", Cuba;
"Vía Satélite", América Latina y España; "Infusión", Alemania;
"No Helden", "Psicosocial", y "Acciones Directas", Lima,
Arequipa, Trujillo (Perú) y Bogotá, Colombia. Sus videos se
encuentran en: Colección Galería Caixa Forum (Barcelona),
Instituto Cervantes (Berlín-Múnich), El Eje (Bogotá, Colombia)
y videoteca de Alta Tecnología Andina (Perú) Premio
Humboldt de Alemania en Perú, 2003. Finalista de Pasaporte
para un artista, Francia, 2007.Actualmente, realiza y edita
videos a artistas y bandas de música, instituciones públicas y
privadas locales y extranjeras. Dirige el sello de creación
artística MANDARINA y es creador del festival Lima mon
Amour.
144
¿TE SOBRA POR AHÍ, UN SOL?
Ya no sé qué hacer para escapar de casa. El reloj marca las
diez y quince de la noche, y ya todos deben estar en la cancha
de cuarta etapa: La 24. Muero por salir. Tengo veinte soles.
Los robé de la cartera de Janis, mi hermana mayor. Debo huir
antes de que se dé cuenta, pero no puedo.
—¿Hasta qué hora vas a estar con la televisión encendida?
—me pregunta mi madre.
—Solo un rato más... —le contesto tratando de no mirarla,
sentado en el sofá, de perfil a ella.
Siento ansiedad.
Ahora mi madre entra a su dormitorio para llorar. La
imagino nítidamente: se mira en el espejo y se pregunta por
qué tuvo que parir un hijo como yo.
Lo siento mamá.
En la televisión no hay nada bueno. Nunca lo hubo. La
producción nacional es y será una reverenda cagada.
En el bolsillo derecho de mi pantalón tengo la llave de la
casa, y solo dos metros me separan de la calle. Hoy es martes
y en la veinticuatro ya están corriendo bates, mixtos y tiros.
El trago no es problema. El señor Napo vende anisado a un
sol, en botella no retornable.
Janis se levanta para ir al baño y ni siquera me pide que
apague el televisor al verme de espaldas, mirando la calle por
entre las persianas. Tampoco me dice nada acerca de sus
veinte soles. El reloj marca las diez y media de la noche: ya no
puedo aguantar las ganas de fugar de casa. Mis pies tiemblan
al igual que las rodillas. La luna ha dejado de notarse y
escucho aullidos agudos: mis tripas.
Dejo de ver la calle. Me siento nuevamente en el sillón.
Cambio el canal para aplacar mis ansias. Es obvio que no
145
pretendo quedarme sentado comiéndome los pellejos de los
dedos de mis manos, viendo la televisión.
Suena el timbre del teléfono y me hace saltar.
—Aló —contesto susurrando.
—Hola... —me saluda Mía, mi enamorada.
—...Hola mi amor —respondo por inercia.
—¿Te pasa algo?
—No. Es que me había quedado dormido aquí en la sala...
—Estaba pensando en ti...
—Yo soñaba contigo... —vuelvo a mentir.
—Te llamaba para decirte que te quiero mucho...
—¿Es necesario que me lo digas?
—No, creo que no...
Es cierto, la amo: pero, en este momento, no me importa
nada más que calmar esta necesidad. Lamento tanto no
haber podido seguir hablando contigo. Ojalá que mi madre no
se haya despertado al escuchar el timbre del teléfono, salga a
verme, y nuevamente empiece a llorar frente al espejo. ¿Me
entiendes, Mia?
Estoy perdiendo los papeles.
—¡Feliz cumpleaños” —me dice susurrando.
—Aún no lo es...
—Pero falta poco...
Dan las once de la noche y aún creo que mamá llora en su
dormitorio mientras Janis no deja de roncar. Emite un sonido
que me escarapela el cuerpo. Mi padre debe estar trabajando
en las calles para pagar algo de lo que le pide el juez por el
juicio de alimentos, ganado por mamá hace varios años. Es
taxista. No vive con nosotros; pero, según mi hermana, nos
sigue de lejos, cuidándonos como un ángel guardián, sin
llegar a espiarnos.
Dos gotas de sudor recorren mi frente haciéndome saber
que la noche transcurre y que aún no me he podido meter
146
nada a la cabeza. Sé muy bien que mamá sospecha que
quiero salir pero no puedo delatarme.
Varios silbidos circundan mi casa. Tebas, mi perro, percibe
mi angustia y empieza a llorar. Es una constante. Mi tío
Alfredo, policía retirado, me lo regaló hace dos años. No
muerde, solo ladra al oler la droga que fumo en casa cuando
no está mamá ni Janis.
Ya son las once y media. Dentro de poco será mi
cumpleaños número 16. Debo celebrarlo fuera de casa,
porque mañana seguro estaré rodeado de gente sana. De
repente Omar trae un falso, pero me sentiría muy incómodo
de estar armando delante de Mía, de mi familia, de mis
amigos del colegio —todos pitucos y haciendo alarde de
haber probado de todo—. Qué risa. Si conocieran la angustia
en carne propia.
Se hace tarde. Debo salir.
Buenas noches, mamá.
La moto está con el tanque lleno, pero no saldré en ella ni
aunque la encienda a unas cuadras de casa. No deseo ser el
punto blanco en medio de la noche. Además, los días de
semana son peligrosos. La policía suele pedirte documentos
por cualquier motivo; si te encuentran duro, entonces te
piden dinero: y si no tienes qué darles, entonces te mandan
directo a limpiar los inodoros de los baños de la comisaría; y
si te hallan aunque sea un paco de grifa, cloro o pay, puedes
ganarte quince días en la Torre Uno. Si eres menor de edad —
es mi caso—, puedes ir directo a Maranguita (correccional de
menores).
Ya estoy con toda la gente de la 24. Nadie habla. Unos
cortan palitos de fósforo para insertarlos en el pucho del
cigarro sin filtro, para fumar pasta mezclada con tabaco —le
llaman “Tola”—. Otros mezclan pasta con marihuana y lo
147
148
rolean con una envoltura de papel higiénico o en Rizla, si hay
suerte —le dicen “Misterio”—. Algunos inhalan cloro —
“Clorets”—. Qué deprimente y qué necesario para todos...
—¡Marca, Sed! —me susurra Fonz con los ojos abiertos y
brillantes. Rojos.
—... Sed, un trago por tu diablo —habla Chucky,
intentando romper el obediente hielo de la dureza, con la
cara torcida. Cuadriculado.
Es mi primer cumpleaños que lo paso con puros
drogadictos en una cancha de fulbito asquerosa y
deprimente. En el colegio, me paran diciendo que las drogas
son malas y destruyen la vida, pero aquí y en la china, todos
las usan. Los íconos de Hollywood casi siempre se ven
enredados a la heroína, cocaína o marihuana. Ni hablar de
Europa.
Y aquí, en donde me hallo varado, solo desean tomar,
fumar y jalar con el poco dinero que tengo. En verdad, ya
sacié mi angustia, pero no sé por qué no me puedo ir.
También me siento vacío. Qué diría Mía si me viese en el
estado en el que me encuentro. Estoy con a boca abierta y los
labios secos, apestando a marihuana, a cloro y a alcohol.
Estoy en todo.
La noche ha transcurrido violentamente. Mi angustia por
tomar, fumar o inhalar, me llama cada media hora. Y en un
abrir y cerrar de ojos me doy cuenta de que las manecillas de
mi reloj han avanzado con suma rapidez. Me avisas que son
las cinco de la mañana. Los cuculíes inician su rutinaria bulla.
Ese cántico desgarrador me entristece y me hace pensar en
cómo llegaré a casa; me hace pensar en mamá; me hace
pensar en qué ruta tomaré para llegar sin que nadie me vea
así: decrépito y asqueroso.
—Ya me voy. Nos vemos... —me despido de todos.
—Sed,... ¿te sobre por ahí, un sol? —me pregunta Chucky.
149
—Toma —le contesto en voz baja, alcanzándole un sol—.
Nos vemos.
Cada paso que doy en dirección a casa, suena fuerte por el
silencio de la calle Garcilaso de la Vega. Esta es la única vía
donde nadie me podrá ver y donde nadie podrá saber de mis
ojeras, de mi ropa sucia y maloliente. Solo me queda llegar a
casa cuanto antes, acostarme e intentar no pensar en nada ni
en nadie. Esperar que esta dureza y este insomnio, producto
de tantas sustancias que me penetran, cesen.
No puedo dormir. Veo cómo el cielo se cambia de ropaje y
se cubre de celeste. Un rayo de sol entra a mi habitación, por
entre la cortina, avisándome que ya no podré dormir, y que
será difícil borrar estas ojeras y el maltrato que siente mi
cuerpo a causa de la mala noche.
Y mi cumpleaños, y sin un sol en el bolsillo...
150
151
José Güich (Lima, 1963): Estudió Literatura en la Pontificia
Universidad Católica del Perú (PUCP). Ganó una beca del
CONICET de Argentina para perfeccionarse en estudios
literarios. Se ha desempeñado como periodista y crítico en
diversos medios nacionales, como los diarios El Comercio y La
República y la revista Caretas. Es uno de los más destacados
especialistas y cultores de la ciencia ficción y la narrativa
fantástica en el Perú. Lo anecdótico es que en sus libros
aparece, casi siempre, Salamanca de Monterrico como el
lugar donde transcurren algunas de sus historias. Es autor de
Año Sabático (Lima, 2000), El Mascarón de proa (Editorial San
Marcos, Lima, 2006), Los espectros nacionales (Editorial San
Marcos, Lima, 2008), El visitante (QG Editores. Empresa
Periodística Nacional, Lima, 2012), Control Terrestre (Editorial
Altazor, Lima 2013) y de las novelas El misterio de la Loma
Amarilla (Editorial San Marcos, Lima 2009) y El misterio del
Barrio Chino (Editorial San Marcos, Lima, 2013). Publica
además El sol infante, (EMECÉ del Sur, Lima, 2018).Relatos
suyos aparecen en compilados como El cuento peruano 1990-
2000 (PETROPERU, Departamento de Relaciones Públicas:
Eds. Copé, 1983-2001 (Lima, Industrial gráfica, 2001), El
cuento peruano 2001-2010 (PETROPERU, Departamento de
Relaciones Públicas: Eds. Copé, Lima, 2013), etc. Es coautor
de libros de crítica literaria peruana, publicados por el Fondo
Editorial de la Universidad de Lima tales como En la comarca
oscura (Lima, 2006), Ciudades ocultas (Lima, 2007), Umbrales
y márgenes (Lima, 2010), Espléndida Iracundia (Lima, 2012).
Como el viento cabalgando al sol
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Como el viento cabalgando al sol

  • 1. 1
  • 2. 2 COMO EL VIENTO CABALGANDO AL SOL Primera antología de la literatura de Salamanca de Monterrico (1966 -2018) FRANCISCO LEÓN (Antologador) JAIME GAMARRA ZAPATA (Editor)
  • 3. 3 ÍNDICE Prólogo 5 Introducción 11 POESÍA: Álvaro Sarco 21 Andrea Cabel 27 Charo Arroyo 37 Delfina Paredes 41 Denisse Santisteban 51 Eduardo Gutiérrez Medina 59 Gino Dueñas 63 Haydeé Bravo 67 Hernán Flores 71 Iván Segura 77 Luis Alberto Rondón 83 Luis Yáñez 89 Mary Eliana García Calderón 95 Piero Montaldo 101 Ricardo Cano Kriete 105 Sebastián Ufor 115 Susan Morales 121 Wherner Díaz 125 NARRATIVA: Bruno Vagner 131 Francisco León 137 Jorge Luis Chamorro 143 José Güich 151
  • 4. 4 José Luis Guardia 159 Max Tannert 169 Rafo Ráez 176 Vitko Novi 183 ENSAYO: Jorge Núñez del Prado 195 Julio Mendívil 203 Luis Heysen 213 Raúl Rosales 219 Rodrigo Montoya 227 Anexos y fotos 235 Bibliografía 240
  • 5. 5 PRÓLOGO Para sociólogos como Zygmunt Bauman1 , Guy Bajoit2 y Daniel Bell3 , los signos y las imágenes distintivas de esta época posmoderna han de buscarse en las toneladas de basura y desechos industriales así como en la indolencia y la frivolidad de las generaciones más jóvenes (millennials). Estamos pasando de un modelo cultural industrial a uno donde el nuevo tótem y soberano es el consumidor. De este modo: “El poder del consumidor es enorme y lo que los mercados muestran es que esa capacidad ha conducido a innovaciones impresionantes que redundan en calidades y precios nunca antes imaginados. Y el poder radica en la libertad de elegir”4 . A diferencia de épocas pasadas, existe “la radical separación entre la estructura social (el orden técnico-económico) y la cultura”. Aunque, en nuestro caso concreto, tal vez debamos viajar desde la urbe caótica hacia las serranías para percatarnos de que esa radical separación no es del todo certera. En la posmodernidad la categoría “clase social” ha sido relegada por otras categorías, entre ellas la “red social”. Para Javier Díaz-Albertini: “Una red social es la forma que asumen las relaciones o vínculos entre los actores de un conjunto social determinado. Las redes pueden interpretarse como 1 BAUMAN, Zygmunt. Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Barcelona, Paidós Ibérica, 2005. 2 BAJOIT, Guy. Todo cambia. Análisis sociológico del cambio social y cultural en las sociedades contemporáneas. Santiago de Chile, LOM, 2003. 3 BELL, Daniel. Las contradicciones culturales del capitalismo. Alianza Editorial, 2006. 4 BULLARD, Alfredo. “Código de consumo: el discreto encanto del socialismo”. Recuperado el 15/01/19 de: www.bullardabogados.pe
  • 6. 6 medios para acceder a recursos y oportunidades, ya que en toda interacción humana existe algún tipo de intercambio que puede variar desde lo más intangible y espiritual, hasta la permuta específica de bienes, servicios o mercancías”5 . El espacio del barrio y sus “mitos fundacionales” son muy necesarios si hablamos del proceso de individuación en esta época grisácea. Ahí están y siguen resistiendo. La urbe de desasosiego está dejando de ser un lugar de reconocimiento del otro y de socialización de los grupos primarios para convertirse en un recinto de los malls y los edificios inteligentes. Quienes hemos tenido el privilegio y la dicha de crecer en un barrio típico solo podemos rememorar los “buenos tiempos” y perennizarlo en nuestros poemas. La urbe posmoderna nos es cada vez más extraña y distante, pues “cada vez más habitantes de la ciudad, al perder sus referentes culturales, inseguros y desconfiados, la utilizan menos, restringen los espacios en que se mueven, los territorios en que se reconocen; es decir, no disfrutan plenamente de la ciudad como espacio de interacción social”6 . La presente antología es una reivindicación del espacio íntimo e histórico del barrio. Reivindicamos conscientemente ese espacio tradicional de lugar de la memoria histórica y de la mitología urbana. Para Joseph Campbell “la mitología es la patria de las musas, las inspiradoras del arte y de la poesía. 5 DÍAZ-ALBERTINI F., Javier. Redes cercanas. El capital social en Lima. Lima, Fondo editorial de la Universidad de Lima, 2010, p. 172. 6 ARANDA DIOSES. “Las cambiantes formas de sociabilidad y de construcción de identidades en Lima metropolitana”. En: Debates en Sociología. Nº 32, 2007, p. 112.
  • 7. 7 Ver la vida como un poema y a ti participando en un poema, eso es lo que el mito hace por ti”7 . Pero mejor hablemos de los autores aquí seleccionados. Hay un tono contestatario en algunos poetas de esta muestra. Es el caso del poeta, antiguo dirigente universitario y exsindicalista Ricardo Cano. Sus sorprendentes poemas son un alegato lúcido y una afirmación de nuestra identidad telúrica y dionisiaca, en consonancia con tradiciones culturales propias del Ande. Cano fue el ideólogo principal del grupo artístico-literario Red Artística Salamanca (RAS). El poeta Sebastián Ufor también perteneció a la RAS y sus primeros poemas tienen referencias a su vida cotidiana. Su poética está influenciada por la estética ciberpunk y por la beat generation. Sus versos al barrio de Salamanca saben conjugar mitología urbana y realismo descarnado. Denisse Santisteban también se vincula a la RAS a partir del 2001. Su constancia en el quehacer poético se ha visto recompensada el año pasado por la aparición de Memorias Habaneras, su primer libro de poemas. La nostalgia por el territorio añorado, ergo perdido, es un tema central en su poética, incluso si ese territorio es el cuerpo del amado. Celebramos esta feliz aparición. Escritores que esperan un reconocimiento y merecen ser conocidos por el gran público son además Gino Dueñas, Luis Alberto Rondón, Piero Montaldo, Wherner Díaz, Susan Morales y Max Tannert. Rondón tiene una envidiable bibliografía y currículo literario, pero intuimos las razones de que sea un autor aún por descubrir. Max Tannert es un escritor cercano al colectivo de poetas de la RAS. El presente libro que prologamos tiene el propósito de presentar al gran 7 CAMPBELL, Joseph. El poder del mito. Barcelona, Emecé Editores, 1991, p. 92.
  • 8. 8 público, en especial a los jóvenes lectores, a la gran pléyade de autores (poetas, narradores y ensayistas), algunos de los cuales vienen publicando desde la segunda mitad de los 60, todos vecinos del barrio limeño de Salamanca. Siendo un escritor con significativo reconocimiento y consciente de su labor, Francisco León no ha dejado de transitar por los circuitos alternativos (v. gr. contraculturales, aunque esta palabra hoy en día está algo desfasada) que escapan de la cultura oficial. Esto explica además su confianza en las editoriales independientes y autónomas. Cuenta ya con varios libros publicados y ha incursionado con éxito en el campo de la investigación sociohistórica. Tiene en su haber novelas publicadas por importantes editoriales locales. Otro caso de escritor reconocido y requerido es el de José Abelardo Güich. Su trabajo como crítico literario goza de amplio reconocimiento entre los estudiosos de la Literatura y de las Ciencias Sociales en nuestro medio. El barrio de Salamanca siempre está presente en sus cuentos como la musa inseparable que acompaña al creador inefable. Mención aparte merece el poeta y maestro arequipeño Luis Yáñez. Algunos de sus poemas, los más emblemáticos, son como himnos antiguos de combate (pensamos en “Hijos del pueblo”), que ya pertenecen al imaginario popular, que sabe tan bien rememorar las luchas y las conquistas sociales de un pueblo enérgico. Vivió durante varios años en Salamanca y ha dejado su estela en el barrio y por doquiera que ha transitado. Sus poemas han aparecido en antologías famosas (v. gr. Repertorio poético arequipeño. Antología básica) y en revistas de tiraje modesto. Lo reconocemos como un auténtico maestro de las generaciones jóvenes. Escritores que no son del todo desconocidos y cuentan con una relativa fama son Haydeé Bravo, Jorge Luis Chamorro, Charo Arroyo, José Luis Guardia, Delfina Paredes
  • 9. 9 (primera actriz nacional) y Hernán Flores. Gracias al trabajo de promoción cultural de los escritores de la RAS, algunos de estos últimos nombrados han podido ser descubiertos por los jóvenes de Salamanca entre el 2001 y 2008. Una poeta que ha publicado en los últimos años es Mary Eliana García. Una apuesta por la contención y la concisión es notoria en sus poemas, que rechazan deliberadamente la retórica y la pirotecnia verbal inocua. En ese sentido, se acerca a una tradición en la poesía peruana que elude la omnipresencia del coloquialismo y lo narrativo. Andrea Cabel es una poeta que parte de las pulsiones y deconstruye sin pretensiones un logos común a todos. Su libro Las falsas actitudes del agua es imprescindible para entender la poesía posmoderna actual así como la cartografía/grietas de una joven escritora que ha despertado un gran interés de los críticos. El presente trabajo se completa con los ensayistas del campo de las Ciencias Sociales y Humanidades. Intelectuales de la talla de Rodrigo Montoya, Luis Heysen, Julio Mendívil, Raúl Rosales, entre otros, completan este trabajo de “arqueología” literaria. El que tiene más prestigio académico es Rodrigo Montoya. Su libro 100 años del Perú y de José María Arguedas (2011) es clave para entender los grandes cambios sociales y culturales en el Perú iniciados en la segunda mitad del siglo XX y cómo estos fueron avizorados por José María Arguedas en sus obras capitales. Márlet Ríos Editor.
  • 10. 10 Primeras viviendas de Salamanca de Monterrico. Circa 1961. Fuente archivo del autor.
  • 11. 11 INTRODUCCIÓN Fue por dos motivos que me decidí a elaborar el libro Como el viento cabalgando al sol8 , primera antología de la literatura de Salamanca de Monterrico9 (1966 -2018). El primero, la nostalgia. Como decía el poeta Cátulo: Fulsere quondam candidi tibi soles, o en otro tiempo, soles radiantes brillaban para ti. Sí, es la nostalgia por un pasado “literario” ya acontecido e irrecuperable; de un caminar con los amigos por calles angostas y parques interconectados, portando imágenes y sueños que esperábamos sean bendecidos por la diosa de la fortuna, en un tiempo compartido con escritores y poetas cuando aún funcionaba el Centro Cultural Red Artística Salamanca (RAS) y la revista La City. El segundo, el reconocimiento a un talento que de no ser por esta obra permanecería velado, ignorado por muchos, ya que varios de los escritores aquí compilados, aunque no todos claro está10 y a decir verdad una minoría, pertenecen a esa “oscura periferia” del mundo literario limeño “oficial”, cuyo corazón se ubica en un circuito específico que abarca distritos como Barranco, Miraflores y una parte del Centro Histórico del Lima. 8 Frase tomada de un poema de Ricardo Cano Kriete, vate compilado en este libro. 9 Urbanización ubicada en el distrito de Ate, en Lima-Perú. Fue fundada el 1 de marzo de 1962, construida por la International Basic Economic Company (IBEC) de la Rockefeller Foundation. Su presidente Rodman Rockefeller en persona entregó las primeras casas. 10 Como el lector irá descubriendo en las páginas de este libro, han vivido y viven en Salamanca de Monterrico escritores y artistas de reconocida trayectoria nacional e internacional, que nunca dejaron de identificarse con el barrio.
  • 12. 12 De esta fusión entre la nostalgia, que para mí tiene el color de cielos atardecidos con tonalidades rojizas, festoneadas de azules, lilas y dorados en veranos de Salamanca, y brindar un merecido reconocimiento es que el poeta talareño Márlet Ríos y yo, buscamos lograr un “justo medio” en esta muestra de carácter histórico. Situamos el inicio de nuestro recorte temporal en el año 1966, por ser el de la aparición de la primera revista que hemos registrado, hasta la actualidad. En lo personal, he realizado tres ediciones de La historia de Salamanca de Monterrico y de Salamanca Sixties, un estudio del rock en la clase media de Lima; que son un aporte a lo que se podría denominar microhistoria, un rescate de las pequeñas voces (Ranajit Guha dixit). Es en este marco de referencia que sitúo el presente trabajo Urbi et Orbi y que busca establecer un diálogo con la literatura peruana-urbano- limeña, mediante la muestra de autores disímiles, enmarcados en un espacio geográfico determinado y con una identidad muy fuerte. Lo acontecido aquí, a nivel de producción de objetos culturales, es sorprendente debido a la cantidad y calidad, tanto acerca del barrio como materia de estudio, o por escritores que viven, o vivieron, aquí y lo utilizan como motivo poético11 . 11 Existen además, autores de libros de texto que no hemos reseñado, pero que creemos importante mencionar como a Juan Castillo Morales (RIP), autor de Historia del Perú y del Mundo, Ciencias Sociales, Personal Social, etc. Para distintos grados de educación. El señor Ángel Marín del Águila (RIP), que junto con Juan Augusto Benavides Estrada, Óscar Díaz Alva y Justiniano Benavides Estrada fue autor de la enciclopedia Escuela Nueva(que sabemos tuvo un trabajo poético que no hemos podido recuperar), y Luis
  • 13. 13 Destacamos que, en la década del 2000, en esta producción se vieron envueltos poetas que no vivían en Salamanca12 pero formaban parte de las “redes” que se estableció con otros distritos a través de la revista La City y sobre todo gracias a la labor de difusión cultural del Centro Cultural Red Artística Salamanca (RAS). La RAS, como se le conoció, fue fundada en el 2002 y funcionó en su local propio de López de Gamarra 154 (casa de la actriz Sandra Bajac) hasta el 2006. Fue el único centro cultural reconocido por el Municipio de Ate-Vitarte13 . Yáñez Pacheco, el único antologado como poeta, autor de Cuentos Peruanos. 12 Aquí debemos mencionar a Carlos Claver Castillo, (Nacer/Born, poemas, San Francisco, año 2000, edición limitada), poeta limeño radicado en San Francisco y cuya hermana vivía en Salamanca. Él participó en muchos recitales de la RAS, además de ser publicado en la revista La City; a Daniel Padilla (Callao), a Pool Carbajal (Los Olivos), poeta y director de la revista Sombras y Gritos, nacida bajo la lógica y el impulso de La City; Ricardo Marquina (San Borja). Todos ellos cantaron al barrio como Daniel Padilla en su “Salamanca Winter song”: Aquí soy luz de vida /me alzo sobre un cielo sin nubes / para coronarme libre / Libre, libre, como el vuelo de las aves; o Pool Carbajal en “Dedicado a Salamanca”: Sus veredas plastificadas / volverán a ser escuchadas / en cintas monocromáticas / como oraciones / en los senderos cubiertos de grass; o Ricardo Marquina en “Salamanca”: Las noches salamanquinas me ocultaron / de esa gente que estorbaba mi andar. 13 La consolidación legal del C.C.RAS. tuvo como artífice al señor Hugo Ríos Zerpa que trabajaba en la Agencia Municipal de Salamanca de Monterrico. Es interesante ya que Ríos fue desde muy joven un activista cultural barrial. En la década del 60 fundó el grupo de teatro Arlequín y colaboró con la revista Salamanca, tal como años después lo hizo en La City. Siguiendo con esta lógica de “vaso comunicante generacional” cumplido por la RAS
  • 14. 14 En la RAS se brindó espacio a las más diversas manifestaciones artísticas y culturales sin ningún tipo de censura y sin argollas. Acontecieron desde funciones de teatro a conciertos de rock, con bandas importantes como El Viejo, Piero Bustos, entre otros. Hubo exposiciones de arte; cine, experimental y comercial, musicales como el festival de Woodstock; talleres para niños y recitales poéticos14 . El año 2006 unieron esfuerzos la RAS y la Asociación de Propietarios y Residentes de Salamanca de Monterrico APRUSM, bajo la presidencia del señor Rolando Salas Manrique, amante de las artes y declamador de poesía. Así, el 1° de marzo de 2008 se consolidó la Primera Filial de la Casa del Poeta Peruano (CADELPO), que presidí, en el local de la APRUSM y que dio un gran impulso a la literatura local. Existe además, una destacada tradición hemerográfica de revistas y hasta periódicos, que se inicia casi en paralelo con se debe mencionar la ayuda de Jorge “Coco” Pajares, director de Rayo Iris junto a Homero “El loco” Morey, y activista cultural en la década del 80. Él y Ríos se sumaron a los artistas de la generación del 2000, como Marcos Palacios y Pedro Mo, en ese nuevo esfuerzo. 14 La RAS estuvo conformada de modo permanente por los siguientes artistas/promotores culturales: Ricardo Cano Kriete, “El Trota”, Márlet Ríos, Sebastián Ufor, el rapero Pedro Mo, Daniel Padilla, “El pollo maldito”, Pool Carbajal, Gino Dueñas, Denisse Santisteban, Sandra Bajac y quien suscribe esta introducción. El grupo literario RAS se presentó en varios lugares de Lima, tales como Viernes Literarios, Poesía en el Centro, Alameda Chabuca Granda, Centro Cultural La Noche de Lima, Wayo´s de Barranco, Auditorio de Ciencias Sociales de San Marcos, presentaciones con el grupo Zonarte de Los Olivos, en el Instituto Araoz Pinto del Callao, eventos de Derechos Humanos, etc. En estos eventos siempre dejó muy en claro su ideología contestataria.
  • 15. 15
  • 16. 16 la creación Salamanca de Monterrico y en el que los primeros vecinos pudieron plasmar su voz sus anhelos y reclamos. La revista más antigua que tengo en mi archivo es Nueva Urbe y data de 1966 (Año 1, N° 3, septiembre-octubre, precio dos soles, a solo cuatro años de fundada la urbanización). Era dirigida por el periodista y escritor José Alejandro Sabogal Jorge, pariente del pintor José Sabogal, que junto a sus hermanos fueron los primeros propietarios. Salamanca, fue dirigida por Walter Orellana desde 1967. En esta publicación ya puede encontrarse no solo noticias sociales, políticas y deportivas sino también literarias. El número 4, del 7 de septiembre de 1967, tenía una sección llamada “Literarias” en la que se reseñaba el Diccionario Enciclopédico del Perú, Dioses y hombres de Huarochirí y aparecía el poema Canto coral a Túpac Amaru de Alejandro Romualdo (P. 15), y la sección: “Cuento infantil de la quincena”, El hijo del carbonero (P.17). Tenemos ejemplares de la revista Salamanca hasta 1969. En 1970 aparece la revista Illari, y para el número 6 de junio de 1971 ya se distribuía a nivel Lima15 . A mediados de la década del 80 aparece en la lógica de los fanzines y la cultura del rock subterráneo el fanzine Rock del Verano, de Jorge “Coco” Pajares y Homero “El loco” Morey. Estaba dedicado a promover los conciertos del mismo nombre y publicaba canciones de las bandas locales, entre ellas la de Rafo Ráez y de temas clásicos del rock, así como textos de Og Mandino y Kalil Jibrán por citar un ejemplo. A fines de esa década aparece el único periódico local del que no encontramos ningún ejemplar. Nos referimos al Bate, editado, publicación 15 Para julio de 1973, la revista tenía una sección llamada “El rincón de los poetas”. En el número 8, año IV, de aquel año, página 27, publican el poema “Canción de los ojos tristes” de Winston Orrillo (1965).
  • 17. 17 financiada y distribuida por Homero “El loco” Morey. Según testimonio de “Coco” Pajares alrededor del Bate se nucleó uno de los primeros círculos poéticos de la zona. En abril de 1992 hallamos la revista Salamanca, homónima de la antes mencionada pero en un formato ya de revista formal. En el 2001 se inicia la publicación de la revista La City, la primera, y la única hasta el momento, dedicada íntegramente a la difusión de la literatura y la poesía. Hasta el N° 4 aparecíamos como directores Ruy Morales Robertti, y yo. La City evolucionó del fanzine al formato revista a full color y en papel couché a lo largo de sus 33 números y en un periodo de 14 años ininterrumpidos. En esta revista han publicado la mayoría de los autores que aparecen en la presente muestra, lo cual habla del nivel de compromiso y la fuerza de la identidad barrial. Salamanca sería, interviniendo el concepto acuñado por Benedict Anderson, una microcomunidad imaginada. En definitiva una patria dentro de la patria. Esta antología permite acercarse a la literatura urbano- limeña, de un barrio en particular, escrita desde el último tercio del siglo anterior con un conocimiento profundo. La obra ha sido separada por tres ejes temáticos: poesía, narrativa y ensayo. Los autores han sido colocados, en cada apartado, por orden alfabético. Francisco León Antologador
  • 18. 18
  • 20. 20
  • 21. 21 Álvaro Sarco (Lima, 1970): Cursó estudios en la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP) y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Ha publicado numerosos artículos en diarios y revistas. Editó en el 2006 un voluminoso compendio sobre la vida y obra del poeta arequipeño Alberto Hidalgo titulado: Alberto Hidalgo, El genio del desprecio. Materiales para su estudio. Prepara dos libros, uno de cuentos y otro de ensayos.
  • 22. 22 S/T El humo va por el recuerdo arrastrándome igual a un vago reflejo de tristeza ajena desde la noble densidad del árbol gemelo desde lo lejano y oscuro ave de paso entre los vastos confines viajo a la paz de mi isla antes de arder. (Publicado en revista La City, Año 2 N° 4, Salamanca 2002. S/N).
  • 23. 23 NOCTURNO I Aquí la penumbra y yo fiel como ninguno a la memoria del vaso o a la magia del líquido a la señal del alivio a la suavidad del error a las flores últimas de tinieblas rojas y a las visiones que pierdo y recupero en el vino II Parque de tenue luz entretejida de lejanía asomada en la espesura monótona de hojas comparables al recuerdo insistente de vuelo a las ramas donde me refugio de viento y pasos en las vías desiertas de voz apagada en la levedad dispersa de hondo perfume desde los sueños distantes de suave delirio por alguna pendiente de flor reclinada en el mar que emerge de noche en el silencio que inunda las cosas III Noche ya habituada a sus galerías noche que empieza como un viaje incierto noche donde estoy sin saber cómo salir noche en la forma de estas casas ruinosas
  • 24. 24 noche de altas luces tristemente aisladas noche de parques y alrededores de pájaros noche aprendida en las ramas ensombrecidas noche sin descanso y música recuperada noche menos irreal que estas líneas inútiles noche por el declive que he trazado en mi vida
  • 25. 25
  • 26. 26 PERÚ País o cielo reflejado en un lago imposible, país de sombras y arcoíris, de aves y estaciones, de ciudades de piedra, de cóndores que nos miran desde lejos. País hondo como una quebrada y más alto que el sol, de amistades numerosas y esperanzas sin límite, de historia perdida en la memoria de los árboles, más allá de los sueños, allí donde empieza la palabra. Cuando leo tus páginas se detienen las horas, como un puente colgante sobre el río generoso. Y otra lluvia desde adentro estremece la vigilia, rosas de luz sobre el mar, pumas cavilando tus parajes. Entre los cerros tu música repite a los hombres, el origen del fruto, el mensaje perdido de la patria. Porque a tu lado el niño crece a tu medida, sin tristeza y mirando tu universal horizonte, tu retrato exacto en los muros del tiempo, la savia de tu suelo, la paz de tu nombre que amanece.
  • 27. 27 Andrea Cabel García (Lima, 1982): Poeta, periodista y crítica literaria. Obtuvo el doctorado y la maestría en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos. Es licenciada en Literatura Hispanoamericana por la Pontificia Universidad Católica del Perú. También es diplomada en Periodismo político y Análisis cultural por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, donde también siguió el Diplomado en Interculturalidad y Pueblos indígenas amazónicos. Ha obtenido las prestigiosas becas a la investigación: Provost Humanities Fellowship (2011- 2012), Andrew Mellon Fellowship (2015-2016), y dos becas de trabajo de campo (2012 y 2015) para desarrollar sus proyectos en la Amazonía peruana otorgadas por el Centro de Estudios Latinoamericanos (CLAS) de la Universidad de Pittsburgh. Ha publicado los siguientes poemarios: A dónde volver. Poemas reunidos (2016), Las falsas actitudes del agua, que tuvo dos ediciones (2006 y 2007), y una en México, DF (2015); la plaqueta Uno rojo en la Colección Underwood (PUCP) en el 2009 y 2012; y Latitud de fuego (2011). Participa de diversas antologías internacionales y nacionales de poesía.
  • 28. 28 LYRICA 500 MG Era un día de tantas lyricas, uno con luces en el cielo y sonidos comiéndose al mar. Yo hubiera querido ser una ventana o una letra escribiendo tu nombre en cualquier pared. Hubiera querido ser tantas cosas, y solo fui esta palidez inexplicable este supuesto vientre sosteniendo el tendón de tu dedo meñique esta supuesta llamada a media noche esperando tus dientes callados. Mientras no estás, las casas en Craig se llenan de copos morados de papel, copos que miran tus botas rojas tus botas rotas pisando el frío pisando el día que amanece al otro año con velas y maullidos dispersos, con papeles impresos que dicen cualquier cosa. —Tu boca y tu nariz: espacios intersectándose imprecisamente— Quería darte la sombra de este objeto la boca de este ojo que estalla, el cielo de este animal que te ha buscado que se ha peinado con saliva y que soñando con algún silbido ha cruzado esa pista gigante, sin luz, esta pista que lleva al fin del mundo,
  • 29. 29 por donde las setentayunos as y ces, desprenden su pulpa para quemar un sueño. (Publicado en “El dominical”. Suplemento de El Comercio. Lima: diciembre, 2015).
  • 30. 30 TU HABITACIÓN MORADA EN PUEBLO LIBRE ¿Y si de pronto huyeran el valor y el destino -como alas- de este pájaro que me lleva a los vientos o a la muerte? César Calvo Como la última luz de esta hebra que nace de mi mano abierta, Recuerdo tu espacio, Con sus puertas abiertas y cerradas Con carteles de letras furiosas Con una red y una espada, con un balón que mata la ausencia de una paloma retozando Como la voz de una ambulancia que socorre la madrugada Recuerdo las células de tu rostro cuando tenías frío, Cuando tocabas las paredes con la punta de tus manos, Esperando los maullidos o una letra ambizurda provocándote algo, Algo, una mirada, un silencio. Un beso de vaca en medio de las flores y del sol, algo. Encuéntrame ahora, en ese espacio donde guardas agua, donde guardas maletas y viajes, donde me guardas en alguna pared, en algún olvido Mírame a lo lejos como yo te miro desde este lugar en el que me visto como tú
  • 31. 31 En el que coso mis dientes, mis ojos y camino en equilibrio Como lo haces tú entre tus dos curvas. Ese reino de tus dos ojos inmensos que gotean Esa bóveda que busca crecer en otra parte, esa herida que no alcanza a ver su fondo, y que se adelgaza Y que rasguña y germina, Esa es tu caja, dentro de mil otras cajas. Tu caja fuerte, Esa es tu habitación morada en pueblo libre. Ese es el lugar donde puedo oler el sabor dulce de tu alma. (Publicado en A dónde Volver. Paroxismo: México DF, 2016).
  • 32. 32 POSTRE DE LIMÓN Debajo de tus manos todo adquiría forma La mirada de una flecha La temperatura de una cocina amarilla La mesa con bancos para gatos El hombre que comía mazamorras mientras se reía Y tú que volvías al día siguiente bajo la forma de un dulce relleno de fresa, o guanábana O como mochi cubierto de miel. Mi corazón coloca mantequilla en el molde Se desprende para entrar al horno Se recuesta entre el azúcar y la harina, Mi corazón ácido amarillo y ácido Encerrado en la noche, en tu sonrisa o en la mía, encerrado, Atado en dos caras Atado como un ave sin brazos para amasar, sin ojos para medir las yemas y los huevos de la espuma que crece dulce como tu sonrisa, como tu mirada a las seis de la tarde como tu caligrafía en un pilot de cero punto cinco como el espacio tibio en la cama que dejas ácido, que dejas muerto que dejas verde, como la cartuchera en tu bolso negro. mi hija ha muerto, y solo pienso en sus manos cuando alzadas nadaban celebrando una vida, la mía, la suya, una sola. (Publicado en A dónde Volver. Paroxismo: México DF, 2016).
  • 33. 33
  • 34. 34 HOWARD IN WATERWORKS La piel del departamento se deshoja El terreno se desliza, se apoya en el aire, Y me enciendo y me apago, como una bomba o un sueño Seis bolsas de ropa, cables, plásticos para las ventanas, seis bolsas con cosas nuestras que no cambian como cambiamos nosotras. Entre la lluvia y la muerte he vendido nuestras cosas, vendí por ejemplo, nuestras conexiones a distancia, y nuestros platos. Vendí también mi escritorio, donde me sentaba a dibujar el azar, vendí el sofá que no conociste y el aire de la enredadera que sembré en mi cabeza. Conservo zapatillas que nunca has visto, capaces de correr hasta donde tu nombre no existe, conservo poesía vertical, horizontal, poesía que se adapta al movimiento del agua en la pileta del punto que intersecta nuestros tres ríos. He subido en el rojo setentaycinco para buscar peces y monedas. He subido para vender y comprar todas las cosas que eran nuestras y ahora son de nadie. He subido, y no has estado en ninguna parada, te he buscado en otros idiomas y he arañado la fuente, el agua, he visto cómo un oso proyecta la sombra del día en una metáfora mal escrita.
  • 35. 35 Y he olvidado todas tus frases, toda tu luz encendida cuando abres el cielo frente a Waterworks. He olvidado la forma aérea de tu cuerpo cuando me abandonas, Y comienzo a morder la distancia de esta palabra suspendida y el futuro de mis ojos que se cierran. (Publicado en A dónde Volver. Paroxismo: México DF, 2016).
  • 36. 36
  • 37. 37 Charo Arroyo (Lima, 1950): Es correctora de profesión y periodista. Ha publicado artículos, crónicas y cuentos en Lima y el interior. Sus relatos aparecen en Como una espada en el aire (Azul Editores, 2015).
  • 38. 38 AZÁNGARO Camino cada noche hacia la esquina que cómplice ayer nos cobijaba, buscando tu presencia que se esconde y allí encuentro tu sombra congelada en el tiempo. Nada ha cambiado, sigo viendo las mismas caras mustias que agitaban mi angustia y tu coraje: el viejo cigarrero, la mujer de los choclos y el niño lustrabotas que siempre nos reía. Sé que tú no estarás, pero con fe de luna cada noche me llego a nuestra esquina y solo encuentro soledades de muro, soledades de piedra soledades de esquina, soledad de cemento. Visito este pequeño rincón de nuestras vidas para solo encontrar, lluvia en el rostro permanente figura de tu ausencia tu persistente sombra el fantasma que evoca tu presencia. Sé que tú no estarás hoy ni mañana pero sigo llegando hasta esta esquina prendo de la espera, empedernida soledad de piedra, llanto de cemento tu recuerdo late en estos muros. Mis pasos aran con surcos de tristeza la vereda.
  • 39. 39 SOLEDAD Mis días se suceden perezosos danzan las horas mi lengua languidece en su caverna. Crece diáfano el silencio me grita, me tortura a su rumor mueren las flores. Sufro como una castañuela huérfana de su mitad madera. La lluvia estalla en mis pestañas cristales rotos y mis manos la esconden del estupor ajeno. Recorro la esperanza y no te encuentro camino hacia la aurora cada día y solo me oscurezco. Luna de soledad, luna de hielo en medio de la noche y sus conjuros inauguro caminos y todos te contienen. Dolor de tu estatura me agoto hasta el clamor. Mi corazón, caballo solitario galopa entre paredes.
  • 40. 40 TOMADA DE TU MANO Yo podría vivir atada a tu memoria y tomada de tu mano recorrer los recodos de todos los caminos orillados de greda de todas las estrellas a mil años de luz de todos los crepúsculos y de los horizontes de todos los barrancos con furor en el fondo de todas las mañanas con ojos de sonámbula de todos los océanos con islas nacaradas de todas las selváticas llanuras verde mar de todas las honduras más negras que la noche. Y de todos los valles que enamoran la lluvia y de todos los cielos de celestes incógnitas y de todos los lejanos países ignorados y de todos los parques escándalo de amores y de todas las casas donde impera el arrojo y de todos los bosques con ocultos colmillos y de todos los cerros portadores de historia y de los cementerios por igual pena y gloria. Tomada de tu mano regreso a ser la niña de lápices en ristre puedo pasar la vida, la vida que me queda, la vida que te entrego tomada de tu mano.
  • 41. 41 Delfina Paredes (Arequipa-Mollendo, 1934): Considerada como la Primera Actriz del Perú, estudió en la Escuela Nacional de Arte Escénico (ENAE) entre 1956 y 1957. Cursó estudios en la Universidad San Antonio Abad de Cusco y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, de donde se gradúa en Química industrial. En 1975 estrena Evangelina su personaje más exitoso en el teatro y la televisión. Ha trabajado en una gran cantidad de obras y películas y obtenido premios a nivel nacional e internacional. Como declamadora su especialidad es la obra de César Vallejo. Llegó a vivir a Salamanca el 22 de julio de 1962, a solo cuatro meses de fundada. Es una actriz comprometida con las causas sociales y las luchas reivindicativas del pueblo peruano.
  • 42. 42 AYUDA HUMANITARIA Señor blanco de acerados bolsillos, fariseo en tiempos cibernéticos, caballero del jet, del celular, que con verdes papeles renuevas espejismos del arrugado globo de Colón... Lady, mister, madame que frecuentas el templo para orar en inglés, alemán, español o japonés, Sonríes... ni una brizna perturba tu conciencia (bien es verdad que a su férreo blindaje Un rayo láser no le haría mella) Sonríes... ¡Albricias! Las naves ya partieron, quebrantarán las aguas de los mares antiguos hoy mosaico viscoso y descartable, que en uniforme ritmo balancea a medusas, desechos radioactivos, ondas oleaginosas... ¡Las naves ya partieron colmados van sus vientres de “ayuda humanitaria! Las coincidencias industriales se yerguen henchidas con la Fe y la Esperanza, que retienen y resuelven sus conflictos teologales portando Caridad subvencionada que silencie el yeyuno de los menesterosos. ¡Albricias, se establezca la paz “Urbi et Orbi”! Tus naves arribaron, y a mi pueblo altivo y pionero pretendes transformar en pordiosero.
  • 43. 43 Te llevaste por siglos sus entrañas, el sudor impregnado en minerales, la sangre combinada en albas pacas. Y al son de panderetas y campana llegaron los repartos. “Reparto”, inicial eslabón de latrocinios, Tenebroso dragón de dos cabezas, Una, que vomitaba espejos y abalorios, Otra, látigo y fuego, que se lamía el oro. La Mita y Reducción exprimieron mi raza y en obrajes, los pies aprisionados de mujeres ¡ah urdiembre mascullada! de majtachas ¡ah trama interrogante! varas y varas y leguas de bayeta sometiste. Mas, el andino indoblegable poncho, en telar clandestino matizó sus colores y el socavón no pudo eliminar ni airampo ni nogal. Enajenar pretendes la papa y el maíz en cajas de “potato y cornflakes”. No hay materia que no hayas sustraído, no hay riqueza, que voraz, no hayas tomado ¿Ayuda Humanitaria y a doblar la rodilla? Mi pueblo da traspiés, no se mira la cara, gatea, dizque al ritmo de la “modernidad” pero vendrán los tiempos, la esfera gira y gira de mil revoluciones en un siglo. El Runa será hombre, runa y más hombre al mismo tiempo; sin detener su ritmo liará, su pretérito y evolución, en un segundo, se erguirá en sus dolores, alcanzará su brazo la esperanza,
  • 44. 44 el Punto de Fuga, necesario, la palanca que mueve el Universo. (Noviembre de 1992 – Inédito).
  • 45. 45
  • 46. 46 FOSA COMÚN No romperá el clarín, los aires de la tarde, no vibrarán palabras meciendo tu recuerdo, no se abrirán los labios para el “Ego te absolvo”. No habrá flores, ni amigos, ni tendrás funeral. Te negarán tres veces el abuelo, el hermano. Y tornado en aullido ahogará la caverna el grito de tu madre. Cubrirá al fustán negro q´ello, ccomer pollera de la mujer que queda con tus hijos proscritos. Fracturado tu cuerpo, se enredará en cabellos, en húmeros, en falanges. Perderás tus anteojos, un testículo, el poncho y sobrará un zapato para tu metatarso. Epitelios amigos soldarán tus heridas, tus huellas digitales las tomará el vecino y una masa de barro, de cal, de desperdicios -mortaja colectiva- rescoldará imprecisa esta fosa común. Larga será la noche del oprobio y olvido Índices afilados te apuntarán culpable; Tú lo sabías, cierto; soldaste el corazón. Maniataste tus dudas... ¡Muchacho de veinte años fruto y entraña de esta tierra mía! ¡Liaste tu bagaje impaciente para alcanzar justicia y repartir el pan, para unir las parcelas de la Patria escindida y matar el soborno, la adulación, el hurto y rescatar tu nombre y nuestros nombres! Y... ahora? ¿Qué de tu contradictoria permanente mirada?
  • 47. 47 ¿Qué de tus ccolla células majtacha? ¿Qué de cincelar en tus huesos la esperanza? Carga y peso de mi alma, fuerza y voz de tu masa Materia, luz, tierra y sonido; bramido en mis entrañas Vocal sin consonante en runa simi. Pachamama, tan solo, acuna tus proyectos cautela tus neuronas, zurcirá tus despojos ¡Y el Areche oriental, rechinando los dientes en el Juicio Final, observará pasmado la ascensión, en el Credo anunciada, de tu alma combativa, llevando de la mano, tu cuerpo acribillado! (Publicado en revista La City, Año 3 N° 11, Salamanca 2003. P.8).
  • 48. 48 ESA TU QUERIDA PIEL Buey o becerro nacido entre los riscos y punas, Bebedor en claros puquios, Retozón entre la hierba de perenne crisocola ¿Por dónde anduvo tu piel que así devino culpable? ¿Quién extrañó tus pasos de fraterna manada? ¿Qué inclemente camal silenció tus mugidos? ¿Qué poza de tanino acunó tus despojos para tensar tu piel ante un sol sorprendido? No llegaste a vitrinas de tiendas luminosas En oscuro almacén te encontró el zapatero con vituallas cereales y metrallas made in USA donde tu heroica estirpe germinada en el Ande ni el nativo talón tatuado en mil senderos acompasan al ritmo de ese orden industrial. ¿Te negaste –intento inútil– a calzarlos? ¿Qué férula te obligó a enfundarlos cautivos? ¡Quién lo podrá informar! Avanzaste sonora presionando las lajas sonoras del cuartel. “Los Cabitos” le llaman, agrediendo a la historia. Desde allí, como uncido al arado, ajena tu opinión, te desplazaron por callejas, colinas y quebradas, aplastando las chozas y sembríos, al maíz ancestral, sin oír su reclamo a la papa querida, occlladita en la tierra. Por senderos candentes y enhiesta paja brava, triturando, pateando, humillando platos, enseres, cucharas,
  • 49. 49 gallinas, cuyes y llamas y humillando, también, ¿a tu pesar? Ponchos, chullos y polleras... Buey o becerro que vienes de esa misma tierra roja, ¡Tu piel, tu querida piel se ha tornado en suela impía! Occlladita = abrigada, acunada. (Agosto de 1992 – Inédito).
  • 50. 50
  • 51. 51 Denisse Santisteban Valle (Lima, 1981): Su seudónimo poético es Dhanaisha. Autodidacta literaria, se destacó en poesía y cuento desde la etapa escolar. Continúa desarrollando su arte a través de los años, como poeta invitada en recitales a nivel nacional e internacional. Recientemente publicó su poemario Memorias Habaneras (Ángeles de papel editores, Lima, 2018) y participó en la XIII edición de la antología poética Palabras sin fronteras de la Universidad Ricardo Palma. Ha sido parte de la Red Artística de Salamanca y colaboró con la revista La City.
  • 52. 52 DESER-TU A Imran Lluvia densa, cae, noche negra, alma partida en cien, quinientos, mil gramos de soledad que no alcanzan, abismo emocional que oscurece ante la lámpara extinta, mi yo que no es yo, ni tú, ni sombras fúnebres de lo que fuimos. Eternidad, segundo intenso, estaciones febriles en el brillo de los ojos, en los labios trémulos que se enredaban como galaxias en el cosmos. Universos de cuerdas de seda envolviéndonos, inmortales, océanos y oasis en el profundo de tu voz al atardecer, el calor que aún me abrasa en las dunas de tus brazos, Sahara eterno, cielo estrellado. Abro los ojos y la tormenta cae, partiendo en dos el cielo de mis párpados,
  • 53. 53 que rememoran con ansias e infinita nostalgia el lugar que no recorrerá más: Tu extensa y ardiente geografía.
  • 54. 54
  • 55. 55 DESER-TU A Imran Lluvia densa, cae, noche negra, alma partida en cien, quinientos, mil gramos de soledad que no alcanzan, abismo emocional que oscurece ante la lámpara extinta, mi yo que no es yo, ni tú, ni sombras fúnebres de lo que fuimos. Eternidad, segundo intenso, estaciones febriles en el brillo de los ojos, en los labios trémulos que se enredaban como galaxias en el cosmos. Universos de cuerdas de seda envolviéndonos, inmortales, océanos y oasis en el profundo de tu voz al atardecer, el calor que aún me abrasa en las dunas de tus brazos, Sahara eterno, cielo estrellado. Abro los ojos y la tormenta cae, partiendo en dos el cielo de mis párpados,
  • 56. 56 que rememoran con ansias e infinita nostalgia el lugar que no recorrerá más: Tu extensa y ardiente geografía.
  • 57. 57 VICEVERSA Me gustas donde te quiero, te quiero donde me gustas, te quiero aun si me disgustas, me gustas con desespero. Me gustas cuando lo callas, te quiero cuando lo dices, te quiero en tus ratos felices, me gustas con tus murallas. Me gustas liberal, te quiero cautivo, te quiero esquivo, me gustas literal. Me gustas ausente, te quiero conmigo, te quiero castigo, me gustas ardiente. Me gustas solitario, te quiero imperfecto, te quiero insurrecto, me gustas libertario. Me gustas así, idealista, te quiero en mí albergado, te quiero total y extasiado, me gustas humano y artista. Me gustas de abrigo, te quiero diamante, te quiero de amante, me gustas de amigo.
  • 58. 58 Me gustas con tus matices, te quiero en tu esplendor, te quiero en el dolor, me gustas con cicatrices. Me gustas cuando te pienso, te quiero cuando me piensas, te quiero en horas intensas, me gustas en el silencio. Me gustas inexplicable, te quiero cuando me miras, te quiero cuando suspiras, me gustas inolvidable. Me gustas cielo profundo, te quiero mar adentro, te quiero en mi centro, me gustas en mi mundo. (Memorias Habaneras, Ángeles de papel editores, Lima, 2018. P. 14).
  • 59. 59 Eduardo Gutiérrez Medina (Lima, 1979): Músico, productor y cineasta. Se dedica a la realización audiovisual para cine, TV y publicidad. Escribe ficción desde los 10 años. Ganó un concurso de guion para ficción en el año 2002, evento de CineCorp. En la actualidad escribe para publicidad y guiones para proyectos de cine. Tiene en preparación un libro de cuento poético y un poemario de sus poemas cortos, para este 2019.
  • 60. 60 LA SOLEDAD DEL VIENTO Recorro las praderas sin reparo, pero no las puedo hacer mías. Guío a los mares al encuentro con su destino y sin embargo, no puedo encontrar el mío. No dejo de existir en el alba ni en el frío de la penumbra, pero me pierdo sin edad en el anochecer de los sentidos cobijando día a día, mi eterna soledad.
  • 61. 61
  • 62. 62 EL ÁRBOL Y EL ERMITAÑO Y un día por fin el árbol lo extrañó. Dejó de sentir esa extraña saciedad egoísta en su ser; Y pensó, en qué sería de él. Ese ermitaño, que día a día, le daba sombra a su plenitud en perfecta lejanía. El árbol sintió su olor, su esencia, pero no estaba más. Sintió desazón, confusión e imperfección, Pero nunca más esa soledad cómplice en su corazón. Por fin entendía esa nostalgia sin par Comprendió sus oraciones Y sus lecturas aletargadas de estrellas sin mar. Ese ermitaño que después de muchas lunas nunca más volvió; pero que le dejó esa humana sensación, en su corazón inmortal...
  • 63. 63 Gino Dueñas (Lima, 1963): Poeta salamanquino de la generación del 80. Estudió Letras en San Marcos y abogacía. Prefiere mantener sus datos en reserva e indica que solo escribe por una necesidad interior, sin ánimo de ser conocido. Ha sido parte de la Red Artística de Salamanca y colaboró con la revista La City.
  • 64. 64 ESPINA Me abandonaste cuando empezaba a ser como querías, a sonreír como me enseñaste. cuando hablábamos de un mundo para los dos. Ahora, Tu amor es el asesino más amado; estoy recorriendo de arriba abajo la ciudad sin hallarte, solamente puedo medir el tamaño de mi soledad en tantos lugares donde estuvimos y aunque todo este día te espero nunca llegas. (Publicado en revista La City, Año 2 N° 5, Salamanca 2002. P.7).
  • 65. 65 EL JUGADOR Puedo tener esos cuerpos que la noche me ofrece, puedo convertir mis venas en ríos de alcohol o multiplicar mis sentidos en un paraíso artificial, pero, no puedo entrar al parque de diversiones en que vives, aunque soborne a tus amigos para que te dejen sola, aunque te imponga un nuevo juego donde sea el único ganador, no puedo detener esos dados que tiras en mi corazón. (Publicado en revista La City, Año 4 N° 16, Salamanca 2004. P.2).
  • 66. 66 VOCABULARIO Hay palabras amigas que te tocan perfectamente otras pasan a tu lado como transeúntes distraídos, hay otras palabras a quienes nadie las llama, van rápidamente hacia ti y se prenden de tus manos como niños mendigos, pero, hay palabras escondidas que te esperan en cualquier esquina... y se clavan en tu carne como feroces puñales brillantes de dolor! (Publicado en revista La City, Año 2 N° 6, Salamanca 2002. P.7).
  • 67. 67 Haydeé Bravo (Lima, 1965): Estudió teatro en la Universidad Federico Villarreal. En 1984 inicia su carrera de periodismo en la Universidad San Martín de Porres, donde forma parte del grupo de su primer grupo de poesía y publica trípticos. Trabajó en la revista Caretas. Estudió cine en el taller de Armando Robles Godoy. Vivió en París y otras ciudades europeas. Publicó los poemarios Todos los aeropuertos conducen a París (Lluvia Editores, 2001) y Bitácora del cuerpo (Paracaídas Editores, 2010).
  • 68. 68 DESENCANTO Soy la sirena que perdió su encanto porque tú cambiaste la mirada a otras playas. Rompiste el hechizo. Solo me queda regresar a la migraña con las cortinas cerradas, sola entre sábanas blancas. (BRAVO Haydeé, Todos los aeropuertos conducen a París, Lluvia Editores, Lima, 2001. P. 21).
  • 69. 69
  • 70. 70 EXISTES Y solo esa es tu magia. Existir. Pasearte desnudo por el mundo con esos hermosos ojos de ayer y tu magnífica estupidez estival. (BRAVO Haydeé, Todos los aeropuertos conducen a París, Lluvia Editores, Lima, 2001. P. 35).
  • 71. 71 Hernán Flores (Surmpampa, Piura 1947): Sociólogo graduado en la Universidad Nacional del Centro en Huancayo. Magíster en Administración y Gerencia Social en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ha sido columnista en los diarios La Voz y Correo de Huancayo, Unidad, Momento, El Nacional, Cambio, Liberación, entre otros. A nivel cultural, en Huancayo desarrolló una intensa actividad. Con el poemario Estaciones Humanas (inédito), obtuvo el II lugar en los Juegos Florales de dicha casa de estudios. Fundador de los grupos culturales y musicales Warma y Agua Fresca. Es autor de los poemarios Alejandra entre los huertos (Edición del autor, 1977), De la noche al día (Ediciones Exordio, 1988), Ebriedad de ser (Arteidea Editores, Lima, 2009). Su obra ha sido compilada en dos ocasiones en la mítica revista La Tortuga Ecuestre. En la actualidad se desempeña como docente de posgrado en la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima. Reside en Salamanca de Monterrico desde hace doce años.
  • 72. 72 I Yo conocí tus ojos en la lluvia Éramos parte del viento y proclamamos amor la oceánica locura del mar en la fiesta de países lejanos. Yo conocí tus ojos en la lluvia Y nos ordenaron abandonar la exigencia por florecer el día venidero Yo conocí tus ojos en la lluvia. (Publicado en Alejandra entre los huertos, edición del autor).
  • 73. 73 SIEMPRE VENDRÁ UN TIEMPO DE CAMINOS A Eleonore Voy en busca de los ojos del mundo. Por el tiempo el corazón arde en la luz vertiginosa de la mirada. Sed y sombra para morir en caminos y oasis. Yo no quiero para mí Un volcán –océano de lava ardiendo– y mientras tanto crece la ausencia con tu sombra. ¡Oh neurona de la vida en la memoria! A noventa kilómetros crece el poema (por instante) en las Pampas de Nazca: Sombras, reptiles y arenas y los astros escriben el misterio en la soledad y los vientos. El movimiento de las hojas dibuja un caballo azul volando hacia la luna y el agua-marina
  • 74. 74 baña tu cuerpo en el verano. ¡Oh marítima y loca tentación del deseo! Mariposa roja Entre las redes de mis sueños. (Publicado en La Tortuga Ecuestre, Año XII, Lima, mayo de 1990, N° 62. Sin número de página).
  • 75. 75
  • 76. 76 SOLO LA NOCHE Otra vez tus ojos, pero la misma noche. La tierra abre su bondad de tumba: sepulcro tibio como piedra de verano en el desierto. Allí no hay caminos solo el silencio amado de los vientos remolinos arenas musicales ciego dromedario de la muerte. Dónde están las campanas de iglesias sepultureras sin sacerdote de rizos monocordes con sus historias de lamento y burla implacable. La noche es un lagarto hambriento. Solo la noche. (Publicado en Ebriedad de ser, Arteidea Editores, Lima, 2009. P. 22).
  • 77. 77 Iván Segura (Lima, 1970): Realizó estudios de Derecho en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) y de Traducción en la Universidad Ricardo Palma. Ganó los Juegos Florales de Poesía de dicha casa de estudios en dos oportunidades. Publica Bosque de Formas (Edición del autor). Fue uno de los fundadores del grupo literario Noble Katerba de inicios de los 90. En 2002 viaja a Francia para estudiar una maestría en traducción e interpretación y estudios de cultura y literatura de los países angloparlantes. Ha aparecido en el compilatorio Presencia vital, Noble Katerba (Casa Barbieri Editores, 2007).Ha traducido autores franceses como a Jacques Roubaud. Tiene en proyección los poemarios Conjuntos inorgánicos y Aislamiento vibratorio. Radica en Francia. Ha participado en los recitales organizados por la Red Artística Salamanca y fue publicado en la revista La City en varias oportunidades.
  • 78. 78 S/T Un año ha pasado en tu garganta. El verano te aplastó con sus flores, con sus mares de oscura belleza (cáscaras de plátano y arena son elevadas a un altar de luz, de olas, de suciedad, de tristeza). El otoño llegó luego, derrumbando los racimos del sueño, cubriendo con sombras de hojas secas el poco pasto de estos jardines enterrados en destino presente. Después el invierno vino y, como un niño rebelde, arrastró papeles de juego y sábanas, despeinó tu cuerpo como a las desnudas ramas de los árboles. Y los árboles se fueron llenando de flores al llegar la primavera, y ya por entonces tú sentías el cansancio del que sale de su tiempo en busca de otro tiempo. Ahora de nuevo llega el verano y uno empieza por tragar la saliva y el sudor en silencio. Ahora de nuevo levantarse pegajoso y esperar la llegada de los otoños, de los inviernos, de las primaveras. Esperar la llegada mirando las playas al ocaso, dando
  • 79. 79 largas caminatas para acordarse del olvido y olvidarse del recuerdo. (Publicado en revista La City, Año1 N° 2, Salamanca 2001. P.10. Tomado de Bosque de formas).
  • 80. 80
  • 81. 81 S/T el poema no regresa a la memoria se pierde en los alrededores de la casa pero es el mismo y su lugar en el vacío es el mismo a medianoche invade mi cama hay silencio escucho la vacuidad leo el movimiento de los astros en el techo se prolonga el cielo que es infinito y que deseo hay entre estrella y estrella una oscuridad que deseo lamer en el color de las estrellas está el poema que no regresa a la memoria y no me importa el color de las estrellas es el resultado de la fusión de billones de billones de átomos iguales a los míos
  • 82. 82 y estoy feliz mi cama es transparente si cierro los ojos no hay movimiento aparente pero sigo el viaje y ya no tiene fin (Publicado en revista La City, Año2 N° 6, Salamanca 2002. P.4).
  • 83. 83 Luis Alberto Rondón Márquez (Huari, Áncash, 1937- Alemania, 2018): Estudió en la Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y se gradúa de normalista en 1960. Ingresa a la Facultad de Letras de esa misma universidad. Fue alumno del Teatro Universitario de San Marcos. Fue dirigente del Centro Cultural Huari, del Centro Universitario Huari, de la Federación Universitaria Ancashina y de la Red Artística Salamanca, donde ocupó varios cargos, como encargado del área de letras y fiscal. Colaboró con la revista La City, órgano de la Red Artística Salamanca. Publicó los libros: Marfil, poemas del existencialismo (Lima, 1964), Del alba al mar, poemas de la síntesis (Lima, 1970), Tríptico en primavera, antología poética (Lima, 1992), El silencio de la piedra, testimonio literario poético (Lima, 2005), Yo niño, poemas para la niñez y la juventud, (Lima, 2005). Cuentos de mi tierra, primera parte (Lima, 2005), entre otros. Asimismo dirigió varias revistas como Paz y trabajo, Wari runa, La voz rosarina y Literatus ad Verbum.
  • 84. 84 SE ALEJAN LAS NAVES La resaca espumosa del mar solo desperdicios nos dejó, y plumas de aves muertas. Siete naves se alejan, sin dejarnos sus adioses ni las estelas tras de sí. La tarde arrebolada se pierde en lontananza, cuando se hunde el disco de oro. ¿Volverán las naves a la mañana siguiente, como vuelve el sol, tras la aurora? Tal vez no, porque eran naves fantasmas. (Tríptico en primavera, poemas completos, corregidos y aumentados, Del alba al mar, Lima, 2008. P. 151).
  • 85. 85
  • 86. 86 20 Yo no sé tocar la astilla de tus huesos, si tus panes se multiplican en el hambre. Sin embargo, tus cigarros sufrirán como un ídolo destronado. mendigando los aplausos de los balcones desiertos. Tu corbata, -lengua del corazón- Ya no lucirá los días domingueando las caricias. Tus zapatos rotos. gastados en los caminos de la tierra, Jadeantes y locos, Reclamarán los clavos de su crucifixión. Y mis solapas y mis pañuelos, ya no podrán resistir, el caluroso frío de tu ausencia. (Marfil, edición especial, “Bodas de oro”, Lima, 2014. P. 57).
  • 87. 87 LA ANDINA Y, tú, andina emerges con tu seno abrazado de trenzas... Y, tú, lucero bajas cargando en tus vértebras el arco... El camino es relámpago petrificado y apunta a la hacienda... Caña dulce de los valles del patrón eres, andina... (Tríptico en primavera, poemas completos, corregidos y aumentados, Del alba al mar, Lima, 2008. P. 172).
  • 88. 88 LA SOLEDAD DE LA ESPERANZA Llega el alba crucificando los huesos cerca, muy cerca del mar. La soledad entre ambos es callejón de sonoros ecos verdeando la esperanza del mañana. Sin embargo, el alba despierta a los pueblos; y el mar, acalla la soledad. Son entonces, músculos de la vida; ¡Alba y mar!... Gritos de la existencia: ¡Silencio y soledad! (Tríptico en primavera, poemas completos, corregidos y aumentados, Del alba al mar, Lima, 2008. P. 118).
  • 89. 89 Luis Yáñez Pacheco (Arequipa, 1931): Poeta, maestro e incansable promotor cultural. Es autor de Nueva poesía arequipeña (1955), Nuestra Ventana (1963), con prólogo de Alberto Hidalgo y difusor de la narrativa peruana con su obra Cuentos Peruanos (2 volúmenes 1970). Sus poemas han sido recogidos en Poesía revolucionaria del Perú. Antología (Ediciones América Latina, 1966) y en Repertorio poético arequipeño. Antología básica (Gobierno Regional de Arequipa, 2010). Director de la revista Canto General.
  • 90. 90 AREQUIPA, TU NOMBRE He preguntado por ti todas las tardes; y sé que eso no basta. Ciertamente, no basta que en medio de la ausencia me ponga a deletrear el libro de las tardes. Pero para llegar hasta tu nombre, Arequipa, debo desenredar la luz oscura y el tiempo y los gorriones: ruidosa pena que arde en la verdura. Para llegar a ti debo desenredar también tu nombre. Entonces, sin testigos, en calma, como un rumor que en la mañana brota, encontraré tu nombre hecho una espina rota, rota en mi corazón, clavada en mi alma. (Publicado en revista La City, Año 7 N° 20, Salamanca 2008. P.4).
  • 91. 91 ARTE POÉTICA Por si acaso, por si necesitáis mi filiación para que las teorías y la metafísica no sean requisitorias contra mi muerte, voy a decir cómo se escribe un verso. Nacer a la vida y ser apaleado Cruzar con urgencia la niñez y ser apaleado Amar y ser apaleado Estar en la verdad y ser apaleado Una pausa porque el lomo del hombre no es tan fuerte. (Publicado en revista La City, Año 7 N° 20, Salamanca 2008. P.3).
  • 92. 92 EL CAMINO Hermoso es el camino que lleva a la ciudad, rodeado de montañas cuyas cimas besan el cielo. Un gran camino por donde se abren paso todos los hombres, los que siguen la huella del sol, los que nunca se detienen y saben que la luz se alza temprano al otro lado de las tinieblas. En la ciudad espera el amor que luego vivirá junto a nosotros. El camino es la vida y tú y yo, los nuevos caminantes que heredarán la Tierra. (Publicado en revista La City, Año 7 N° 20, Salamanca 2008. P.4).
  • 93. 93 SERÁ UN VIAJE DE TREN Para qué disponer el viejo mapa del tiempo si hay un andamio trunco que exhibe las horas enlutadas. Y para qué nombrar cosas y gentes más allá de su sol y de su tiempo. Tal vez un sueño asalte a la esperanza y vuelque la ceniza de la patria en los sueños. Tal vez pase esta hora en que el poeta no canta, este dulce silencio que criba la distancia. II Será un viaje de tren bajo la noche con novias, con hermanos, con lluvia intensa y trigo en las montañas.
  • 94. 94 Será un viaje de tren, cercana el alba, con saúcos, con ríos, con luz dispersa entre las cosas diarias.
  • 95. 95 Mary Eliana García Calderón (Lima, 1979): Periodista por la Universidad Jaime Bausate y Meza. Escribió para los diarios Liberación, Crónica Viva, la revista Lado B y el Suplemento “Variedades” del diario El Peruano. Dirigió el fanzine Afuera. Cuenta con varios años de experiencia como periodista especialista en planes de desarrollo, campañas comunicacionales con enfoque de derechos, desarrollo e inclusivo. Actualmente es directora de Dos Cero Cinco Comunicaciones, tribuna desde la que gestiona eventos culturales de promoción de nuestra cultura y música con especial atención a la música andina. Ha publicado poemas en diversos fanzines, boletines y revistas peruanas y argentinas. Ha publicado los poemarios: Extenso (Calcomanía, 2011), Sobresaltos (Grupo Editorial Caja Negra, 2012) y El Centro de tu amor (Grupo Editorial Caja Negra, 2015).Sus libros han sido presentados en la Feria del Libro de Lima, Feria Ricardo Palma de Miraflores, la Feria Internacional del libro de Trujillo, Feria Internacional del Libro de Ayacucho, Feria del libro de San Borja y expuestos en la Feria Internacional del Libro Guadalajara México y la Feria del Libro de Antofagasta, Chile. En el año 2018, sus textos fueron incluidos en la antología poética rumano-española Extramuros en la latina manzana.
  • 96. 96 INTERROGANTE Sigues Cargando Desolado El error de tus lamentos. Morderás la furia interna, Años doloridos. ¿Cambiarás sueños por vida? (Publicado en Extenso, Calcomanía, 2011. P.15).
  • 97. 97 INTERROGANTE II Me ahogo en el azul Intento trepar la colina Descubro la esencia del viento. Sospecho que aún no te has ido ¿Es amor acaso? ¿O es el ocaso, amor? (Publicado en Extenso, Calcomanía, 2011. P.19). INTERROGANTE IV ¿Hay algo más puro Que las ganas de No serlo? (Publicado en Extenso, Calcomanía, 2011. P.29).
  • 98. 98 SOY EL POEMA Soy el poema Que vence a la muerte. Mis líneas se escriben, En un mundo Que compromete su tiranía. Mis versos Sufren libertad Y se refugian en tus afectos. Defienden la voz oculta, Que se enfrenta En cada horda de lucha, En cada mundo que crea. Soy el poema Que indigna. Paseo mis versos Entre roces y llantos Y te confronta Con asombro. Arden mis palabras En devota ceguera, Arden mis lamentos en completa libertad. (Publicado en Sobresaltos, Grupo Editorial Caja Negra, 2012. P.37).
  • 99. 99
  • 100. 100 DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA Me declaro libre de toda culpa (la mía y la tuya) y abrazo los años en que todo fue aprender. Me declaro limpia de pecado porque todo lo hice convencida. No cargo más el llanto de mis pesadillas, desde que dejé la cruz en una fogata. Ya no acojo las penas, y el odio no viste mi piel. Ya no hay condena, solo equilibrio y búsqueda. Me declaro lista y ansiosa por la vida que nace, seré ave extensa y reinaré absoluta. Me declaro independiente, Me declaro en ilusión me declaro en rebeldía, Poeta soy. (Publicado en Centro de tu amor, Grupo Editorial Caja Negra, 2015. P.43).
  • 101. 101 Piero Montaldo (Lima, 1973): Comunicador, músico, gestor cultural. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Lima. Ganó el I Festival Claro de música peruana (2008), categoría criollo. Considerado uno de los más sensibles trovadores peruanos, fusiona trova, jazz, bossa con ritmos peruanos de la costa y de la sierra. Es director de Azul Editores. Tiene dos discos editados En mi calle (2000) y Vivo (2003). Ha tocado en diversas universidades y escenarios de Lima, Arequipa y Cuzco, también en países como España y Cuba (Casa de las Américas). Ha sido antologado en el libro Fronteras Imaginarias – sexta antología binacional ecuatoriano-peruana de poesía contemporánea (2009) y en Como una espada en el aire (Azul Editores, Lima, 2015).
  • 102. 102 GENERACIONES Esta voz es mi padre Canto su latir en M i M a y o r Lágrima dormida brota del viento luz muerte tiempo sin retorno Hoy mi Silencio vive a través de tu mirada Así e t e r n i d a d.
  • 103. 103 EL AVIÓN Elevo mis brazos, trato de alcanzar el avión más precioso. Estoy de puntillas y falta mucho. Arriba del librero descansa polvoriento p e r y t Soy el pequeño el enano el niño Sigo en lo alto y nadie se da cuenta Me siento King Kong
  • 104. 104 LA MUSA ¿Cómo sonará tu silencio? Será fruto rojo la espera del tiempo Sonrisa fresca de cabellos al mar Cuerpo de luz resplandeciente Solo perfume brota de tus manos y mis oídos Naufragan tus labios
  • 105. 105 Ricardo Cano Kriete (Pampas-Tayacaja, Huancavelica, 1950): Fue secretario general de la Federación Universitaria de San Marcos, gana los juegos florales de poesía en 1970. Premiado viaja a Cuba, donde conoce a Fidel Castro en La Habana. Se dedica a la lucha sindical en Cuajones y es nombrado secretario general de la Federación de Cobre de Cuajones. Tras un largo caminar en la actualidad se dedica a la literatura, totalmente fuera de un sistema del cual descree, aunque muchas revistas han publicado sus trabajos de investigación y análisis de la realidad. Ideólogo de la Red Artística de Salamanca. Publicó el poemario Desaprendizaje (Grupo Editorial RAS, 2012) y el cuaderno de trabajo Sobre el racismo y otras adicciones (Grupo Editorial RAS, 2013).
  • 106. 106 S/T Silencio… entre mis manos desnudando el hondo pesar de mis huesos y la razón. Silencio ensueño arrancado en tiempos hechos dolor y rebeldía. Silencio… extraño intuyes la censura y te arropas apurado.
  • 107. 107
  • 108. 108 S/T Cuando a mi noche llegue la luz perenne nada comenzará ni estará concluido Solo algo en mí se estará haciendo todo Solo algo en mí se estará haciendo nada ¿Y de significados? de significados no tendré más el recuerdo. (Publicado en revista La City, Año1 N° 1, Salamanca 2001. P.6).
  • 109. 109 VEO CAER LA LLUVIA Veo caer la lluvia Me descalzo humilde ante ella Me entrego El temor, la costumbre El guarecerme Ya para mí no tienen significado Mi piel se viste de lluvia fresca generadora del húmero ancestral genético de la tierra Asciende a mí el eterno mensaje del cósmico camino humano. Me visto de hojas Que me dicen No necesitas aprendizaje Me visto de lodo de fango y de canto de aves que no saben de ruta, Pitágoras y sin embargo cruzan el espacio cumpliendo serenamente su propio sino
  • 110. 110 Me visto de viento sin temor a perder mis máscaras No sé en qué parte de mi camino se diluyeron y desintegraron Para dejarme aquí solo… solo… solo gritando desesperado mi originalidad mi existencia y el deseo de ser escuchado Sin máscaras disfraces ni apariencias he quedado sin hombre sin respeto ni consideración sin rencor sin odio sin envidia Veo caer la lluvia Me hastía Me enerva El tedio y la rutina Ya no tienen significado Mi piel se viste de lluvia
  • 111. 111 encanto admiración y novedad Veo caer… la lluvia Soy la lluvia alimentando el río donde aplacaron su sed… su hambre los Cañaris y el bandolero Morón Soy la lluvia que cae y humedece la fría estepa de mi alma triste. Soy la lluvia que alimenta y reverdece este bronco y poderoso espíritu que ya tantas tempestades ha pasado Soy la lluvia que humedece mi silencio y el camino andado que serpentea la certeza de mi partida. Veo caer la lluvia que el viento agita y empuja para bañar los Apus
  • 112. 112 que serena y sensualmente responden con el vaho de sus entrañas que guardan ancestros de un tiempo sin gloria como queja o recuerdo de un imperio aculturizado, marginado Yo me aculturicé por decisión propia me marginaron porque no se acepta no se entiende un ser que encuentra su propia divinidad Veo caer la lluvia veo caer culturas modas, snobismos veo caer imperios estados y dictaduras No veo aún señor el tiempo en que… caen las máscaras e hipocresía. Soy la lluvia… ¡Que después regresará! Para florecer
  • 113. 113 nuevas primaveras donde los humanos discurrirán libres como el viento cabalgando al sol.
  • 114. 114
  • 115. 115 Sebastián Ufor (Lima, 1980): Poeta del grupo literario Red Artística Salamanca. Ha publicado poemas en las siguientes revistas literarias: La City, Socialismo y Participación y Sombras y Gritos. Ha publicado los poemarios Confundiendo héroes con fantasmas (Grupo Editorial Red Artística Salamanca, Lima, 2007) y Sobre dioses, guerreros y lobos (Grupo Editorial Red Artística Salamanca, Lima, 2012).
  • 116. 116 CYBER DARK Arcana ciudadela gótica, gobiernas desde el cielo, relegaste a los dioses por tu tecnología, tu magia es la más grande que existe, no quieres mostrarnos tus secretos, pero sí tus proezas. Como la maldición en que envolviste al pueblo que gobiernas. Ellos te temen, y a la vez te alaban. Tus puertas están cerradas para ese pueblo medieval y gótico. Pero cuéntanos de tus proezas. Cómo se reemplazó a la muerte absoluta por una muerte parcial. En ese pueblo, que está anclado a la tierra por su ignorancia. No como tú y tu gente que gobiernan desde los cielos Pero háblanos de ese ignorante pueblo de ciudadanos zombis, que visten ropas oscuras y colores muertos de tiempos pasados.
  • 117. 117 También háblanos de los guerreros suburbanos, con atuendos y armaduras que recuerdan a los legendarios y míticos postpunks. O si no, háblanos de cómo erradicaron a los que ya no pueden morir, al exilio, a que formen tribus urbanas, cuéntanos cómo los echaron del pueblo, y los hicieron vivir en ruinas abandonadas, y sin querer, descubrir los orígenes. Orígenes que ustedes los oscuros arcanos conocen. Orígenes descubiertos en manuscritos por los guerreros postpunk. Orígenes desenterrados de ruinas por sombríos inmortales. Orígenes que el pueblo gótico ignora. Por ti Cyber Dark. Por hacerles creer que tu tecnología es magia. Que tú, arcana ciudadela gótica, eras una nube gris. Que el planeta recién había sido creado, cuando habían pasado millones de años. Que ustedes eran dioses, cuando tu sangre era la misma
  • 118. 118 del pueblo gótico. Nunca los sacaste de la barbarie. Cyber Dark, siempre te lavaste las manos. Es gracioso, con toda tu ciencia, tu magia, no pudiste ver tu final. Cazadores anarquistas y reyes guerreros del acero, se unieron a tus tenebrosos inmortales y suburbanos guerreros postpunk. Toda tu oscuridad no bastó para ocultarte. Cyber Dark, no eras la única. Tus dioses no eran los más grandes, tu magia no era la más poderosa. Había otros reinos, otras naciones. Existían otros guerreros suburbanos, que anteriormente pelearon infinidad de guerras casi eternas, y habían vencido. Y ahora te vencieron a ti. No contabas con el hechizo supremo: fortaleza, valor, temple, actitud. Actitud, la cual no absorbiste de tus suburbanos guerreros, a quienes despreciabas. Ahora eres una nación más de guerreros e inmortales, que siempre debieron gobernar.
  • 119. 119 Cyber Dark, hubieras sido más humana, te caracterizabas por zombis y máquinas. Arcana ciudadela gótica, Tú sí que erradicaste la vida, Cyber Dark. (Sobre dioses, guerreros y lobos, Grupo Editorial Red Artística Salamanca, RAS. Lima, 2012. P.5).
  • 120. 120
  • 121. 121 Susan Morales (Lima, 1973): Periodista graduada de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Fue durante muchos años editora de la revista especializada en arquitectura Arkinka. Asimismo, ha sido colaboradora de la revista La City y de la Casa del Poeta Peruano Filial Salamanca de Monterrico. Actualmente se dedica a la difusión de saberes ancestrales en su centro Pacha Warmi.
  • 122. 122 VIENES A MÍ Vienes a mí, Josué como mágico relámpago destellante ante mis ojos vibrante como tempestad en ciernes. Vienes a mí y aún presiento que la distancia entre nosotros es vacía e infinita. Vienes a mí, mi caballero andante galopando entre multitudes abriendo paso al hereje, mendigo, poeta, maldito indigno, reivindicando a los hombres olvidados por esta putrefacta sociedad que se dice ser rica, pobre, mezquina, honesta dueña de sí misma, prostituta y extranjera. Vienes a mí y te veo desde lejos, bañado de lirios y amapolas y te veo desde lejos, dejando de ser niño descubriendo en tu entorno silencioso, agonizante, metafórico y absurdo las inconsistencias de la vida el porqué de las desdichas la alegría de los inocentes y el llanto de los indomables. Vienes a mí, amor eterno, amor sincero, amor sin miedo
  • 123. 123 y una parte de mí está reflejada en tus ojos marrones, cual rito de Eros y Afrodita sembrando recuerdos en tu memoria para que cuando llegue el día en que mis ojos no vean la luz de este mundo regrese a ti como rayo de esperanza como luciérnaga en la noche y despierte a tu lado, diciéndote cuánto te quiero. (Publicado en revista La City, Año 7, N° 22, Salamanca, 2008. P.7).
  • 124. 124 SECUENCIA Y tu recuerdo se escribe hoy en mi frente como pétalo hiriente que empuña la sal. Y tu recuerdo se hace noche como la suave melodía, del llanto agónico del ave lastimada por la soledad. Y tu recuerdo se hace día, y lentamente mis sentidos se despiertan. En ese instante, en ese segundo, tu recuerdo se vuelve ¿Vida? ¡Vida!... Violación imperfecta de la muerte. (Publicado en revista La City, Año 4 N° 18, Salamanca, 2004. P.3).
  • 125. 125 Wherner Díaz (Juanjí, 1962): Estudió docencia en la Universidad Nacional Federico Villarreal, especializándose en la enseñanza de Literatura. Es uno de los primeros colaboradores, de la revista de literatura La City de Salamanca de Monterrico. Publicaba con el seudónimo de Spacio Negro.
  • 126. 126 S/T Resuena el enjambre cual eco de dedos crujientes como de felino fue el salto y la palabra se encaramó en la página que hoy es el lecho del verso. (Publicado en revista La City, Año1 N° 1, Salamanca, 2001. P.5).
  • 127. 127
  • 128. 128 S/T Quiero pronunciar tu nombre Quiero gritarlo... Quiero escribirlo en el firmamento entre los cirros y los nimbos. Y se entere el mundo todo que de amor correspondido en un suspiro infinito tú y yo nos fusionaremos. Entonces... vibrará la naturaleza al compás de nuestros besos. Cimentará sus bases el universo en la armonía de nuestra unión en la paz y el amor; en el tú y en el yo. Y la nueva raza surgirá de Ti y de Mí. (Publicado en revista La City, Año1 N° 2, Salamanca, 2001. P.11).
  • 130. 130
  • 131. 131 Bruno Vagner (Lima, 1978): Estudió primaria en el colegio María de la Encarnación, de Salamanca, y secundaria en el colegio La Inmaculada. Cursó estudios en la Universidad de Lima, Universidad San Martín y Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Ha publicado en blogs locales y del extranjero: www.escritoenmayuscula.blogspot.com y www.korrientefluyendo.blogspot.com.
  • 132. 132 TRISTE DESENLACE ANUNCIADO Emociones encontradas brotaron de mi corazón al recordarla, recordar su desprecio, dicho así, tal cual. No, no estaba listo, no por la edad sino porque mi enorme sensibilidad en cuanto a este tipo de emociones, llámese así al amor no correspondido, me hacían una indefensa víctima ante la desazón, el daño casi mortal, que lleva el saberse un mequetrefe, una persona insignificante para la mujer que por una corazonada, un cúmulo de señales diversas, se pensó era la única, y no por un breve espacio de tiempo, sino por mucho, infinitos años, pues para serles sincero quería decirles que esto ya estaba superado. Puro engaño, autoengaño y demás postres. Seguía, y aún después de relatarles el último capítulo de este melodrama, aunque ya más parece una tragedia griega, aunque por momentos les parezca a algunos una ridiculez, una estúpida malinterpretación de lo que es realmente el amor, yo me lo explico como una suerte de, ya no sensibilidad, sino hipersensibilidad, así de enorme, la cual viene siendo, y es, motivo de que mi vida se haya ido en caída libre. Todo por un sueño, de opio, según los entendidos, a los cuales solo puedo decirles que se vayan muy lejos, pues, cada uno es un rompecabezas tan difícil de armar, en orden de catalogar, y yo, creo, soy un rompecabezas al cual le faltan piezas fundamentales, que aquella vampiresa hurtó de las profundidades de mi inocente, ella también inocente pero congénitamente una devoradora de hombres, quienes para muchos son seres fuertes, casi superhombres, pero esto es solo superficial, una máscara, pues hurgando bien se llega a la única verdad que explica el asunto, y es que estos guerreros se postran desarmados ante el altar de la diosa a quien le rinden pleitesía y es difícil realmente explicar por
  • 133. 133 qué, pero es así de simple, los de esta estirpe se dejan vapulear, casi destrozar por el amor. Luego de muchos años de autoexilio por tres países distintos, de haber pasado de estudiante pobre, a proletario, a empleado, a casi mendigo, a parrandero bohemio por despecho, adicto a distintas sustancias, pues volvía a Lima, no derrotado como muchos pensaban por el pequeño detalle de no tener ni para el taxi que me llevase a la casa de mis abuelos (mis únicos parientes cercanos que quedaban en mi ciudad que pudieran darme alojamiento), y no tener por más pertenencias que una pequeña maleta con ropa vieja y cuatro cuadernos con poemas y cuentos, que había yendo componiendo y relatando durante mi travesía en ultramares. No, no era un buen creador, ni de poemas ni de cuentos, pero poco me importaba lo que algunos de los llamados entendidos en el asunto opinaban de mi creación literaria; el redactar, el releer mis escritos, junto a cierto tipo de música y el café y los cigarrillos, fueron mis más grandes compañeros durante mis años más solitarios en el extranjero. No, no tuve ni tengo amigos ya, solo limosnas de afecto de familiares cercanos, pues fui prescindiendo de vínculos amicales por tedio, por incomprensión, para luego, y así de claro lo digo, por sentirme nulamente comprendido por los que buenamente trataron de acercarse a este ser defectuoso, uno de los accidentes más lacrimosamente parecido a película trágica hindú. Y así, nadie fue a recibirme al aeropuerto el día de mi llegada, algo tan triste como que nadie te despidiese en tu partida (cosa que me sucedió), a pesar de que al dejar la última ciudad en la que me encontraba, en Europa, nevaba, y, para remate, el primer tramo de mi viaje lo hice en tren, desde una estación tipo película en blanco y negro, donde
  • 134. 134 solo faltaron las lágrimas de un ser querido, o como un restaurante vacío a la hora de la comida. Tenía, por indicación de mis padres, que tomar un taxi, que mi abuelo pagaría a mi llegada a su casa, y tenía que buscar qué haría en mi ciudad, nada de vagancias, fue la advertencia principal de mis progenitores, a trabajar o a trabajar, no querían oír que, nuevamente, había encontrado mi vocación y que quería estudiar Astrofísica o Historia del Arte, nada, por las puras, ya estaban más que cansados de salvarme el pellejo cada vez que quedaba casi en la calle por mi inestabilidad, por mi ser voluble, impredecible, que tantas veces rogara porque le lanzaran el salvavidas que lo salve del naufragio, del zozobrante futuro que ya casi era lo único que se veía venir. Pero esta vez sí había motivo para el cambio geográfico, y fue debido a casi una epifanía que tuve, luego de que en la última ciudad europea donde residí, antes de tomar la decisión de volver a mi patria, una gitana, una noche de luna llena, exactamente hacía dos meses atrás, el día diez de diciembre del año anterior a mi regreso, por los alrededores de la catedral de dicha ciudad, me leyera la mano, pensé que solo por lástima, ya que andaba borracho y más pelado que cualquier indigente con algo de dignidad, buscando colillas en el suelo, hambriento, con frío, en esa despejada y gélida noche invernal. La gitana al ver, quizás tuviera también ese don, que mi alma borracha de vino barato era más triste que cualquiera y cada uno de los árboles de Navidad muertos, luego de haber sido utilizados con fines de diversión y consumismo, malinterpretando su real significado, del mundo. Y esto describe casi con exactitud lo que era yo, un ser utilizado por otro, por tenerme de souvenir, como un trofeo de caza, un
  • 135. 135 animal fantástico cuya cabeza no servía ni como objeto ornamental. Luego de que dicha gitana, brevemente, me dijera, antes de tomar mi mano, que en mis ojos se veía mucho dolor, un alma enferma, cogió mi mano y solo me dijo, o pensé entenderle así, que debía, cuanto antes, volver al lugar donde todo empezó a pudrirse en mi corazón, en mi alma dolorida. Que lo haga cuanto antes, pues de no ser así podía ir pensando en las flores que quería para mis exequias. Al día siguiente, durmiendo en el piso de la habitación de estudiante de un alma caritativa que conocí en una juerga, decidí, luego de despertar de una terrible pesadilla, en la que la gitana era un ángel del Señor, en el cual a duras penas creía, quien me daba un ultimátum, vuelve, acláralo, soluciónalo o desaparece, siendo aniquilado por algo que se saldría de control más temprano que tarde. Llegué a la casa de mis abuelos, mi abuelo al verme, me saludó fríamente, a sabiendas de casi todos los detalles de mi caótica travesía por otros países, pensando que le llegaba, que un anciano como él ya no podía aguantar. Mi abuela, por otro lado, un ser puro, de luz, ni bien me vio, me estrechó en sus brazos desde la silla de ruedas en la que se encontraba desde ya hacía un par de años. Me abrazó y besó como si llegara un héroe, me dio la bendición, se quitó el escapulario que llevaba y me lo dio, diciendo que le pidiera a la Virgen del Carmen para que me cobije, y dé protección. Esto último hizo que, y en raras ocasiones había sucedido en los últimos años, mi fe se reactivara y muy sentidamente fuese directo a la que iba a ser mi habitación y orara, a Dios Padre y a la Virgen María, por ayuda, tan solo con un Padre Nuestro y un Ave María, pero con el corazón encendido, con todo mi ser presto a librar la última batalla de la Gran Guerra que ya casi perdía.
  • 136. 136 Tomé la decisión de tomar al toro por las astas. Tenía el teléfono de su casa memorizado, sus padres me reconocerían, debían acordarse de aquel casi niño adolescente que rendía tributo a su hija, quizás se compadecerían de este penitente y me dieran cualquier información que tanto a gradecería me brindaran de mi Unicornio Azul. Me armé de valor, le pedí a mi abuelo que me prestara su teléfono para llamar a una amiga. Con todo mi ser en ascuas, en posición de defensa ante el que pensaba yo sería otro golpe de humillación, marqué, número a número, sintiendo cómo me iba descomponiendo, mi voz, mi cuerpo, mi mente, mi alma, mi ser, mi chispa divina, mi parte del universo que era yo, aunque insignificante, toda la eternidad, mi eternidad, empezando a congelarse, temiendo llegar al cero absoluto, para así, de una vez por todas enfrentar mi destino… la desaparición. Al identificarme, con nombre y apellido, grado de relación con mi amada, para pasar luego a preguntar directamente por su paradero, escuché, acto seguido a todo esto, cómo empezaba a sollozar incomprensiblemente la persona al otro lado de la línea. “Soy su madre. ¿No sabías que tuvo un accidente y murió hace dos meses, exactamente el día de su cumpleaños? El diez de diciembre del año pasado”.
  • 137. 137 Francisco León (Lima, 1975): Escritor y promotor cultural. Cursó estudios de Literatura en la UBA (Universidad de Buenos Aires). Presidente y fundador de la asociación cultural Red Artística Salamanca. Fundador, con Ruy Morales Robertti, de la revista de literatura La City de Salamanca de Monterrico. Ha publicado los libros: Resplandor Púrpura, novela corta, (Grupo Editorial RAS, Lima, 2004); el poemario Ad Gloriam (Arteidea Editores, Lima, 2006); el trabajo de investigación: La historia de Salamanca de Monterrico tomo I (Grupo Editorial RAS, Lima, 2006); el plaquette Sandra, (Maribelina Editores, Lima, 2009); el poemario temático Summer Screams (Hipocampo Editores, 2009); La historia de Salamanca de Monterrico tomo III editado por el Municipio de Ate (Lima, 2012); la investigación Historia de Sangallaya (Asociación Distrital Sangallaya, Lima, 2012); la novela Tigres de Papel (Editorial Altazor, Lima, 2013); Resplandor Púrpura, segunda edición, (G4eneration, Buenos Aires, 2014); Salamanca Sixties Un estudio sobre el rock en la Clase Media de Lima(Editorial Selección Gallera, 2014); Los Stones, novela, (Animal Literario, Lima, 2016); Song From Lima, poesía, (Korriente A editores, Lima, 2017); Wanka Rock, historia del rock en Huancayo de 1959-1979, (Korriente A editores, Lima, 2017); Manco Inca y la gran guerra por la reconquista (Zafiro Editores, Lima, 2018); Cartagena Road, nouvelle de ciencia ficción (Korriente A editores, Lima, 2019); La universidad popular Gonzáles Prada de Vitarte, creación de ciudadanía desde lo subalterno (1921 – 1930) (Municipalidad de Ate, 2019). Tayta, Cáceres y el secreto de la traición, nouvelle, (Cacho & León editores, 2019). Es editor de la revista Open Cusco.
  • 138. 138 LOS FLOYD (Capítulo del libro Resplandor Púrpura) Se apartó de la vereda; un angosto camino de tierra lo condujo al centro del parque. Allí sentado en la hierba, se concentró en sacar una canción de Pink Floyd. Desde un arbusto la cara lo miró fijo, conchas coloridas y húmedas decoraban su frente. Pet se sorprendió y sintió la extrañeza de los primeros seres al ver aparecer a la serpiente. La cara llegó, flotando entre símbolos y risas. —Tú no eres de aquí —le dijo. Luego de tomar una posición que, creía, fue la que encontró a Buda camino a la iluminación, continuó. —Voy a decirte un secreto —la guitarra calló. “Hace un año o algo así, iba a inaugurase la nueva iglesia; lo primero que se pensó fue hacer un show para recaudar fondos. Después de la misa dominical, el cura dijo: —Tiene que ser un concierto con algún grupo importante. Y el cura que decían estaba medio loco porque comía carne en Viernes Santo y tocaba campanas imaginarias antes del té 12am, pidió sugerencias, Entonces, los feligreses más jóvenes, dijeron por molestar: —¡Traigamos a los Floyd! Sin inmutarse anotó el nombre en una libreta, luego se fue. Volvió al instante, cargando la cesta para limosnas: —Hermanos, colaboren; necesitamos dinero para traer a los Pink Floyd. Decía, al pasar entre las bancas. La gente lo miró extrañada mientras colocaba las monedas. Al día siguiente me contaron lo sucedido y sin saber por qué estuve entre los primeros en ayudarlo a preparar los carteles para el concierto, el cual se llevaría a cabo en plena
  • 139. 139
  • 140. 140 avenida. Los pegamos por todo Salamanca. Coloridos afiches reposaron en descascaradas paredes y postes de fierro. Causaron conmoción al principio, pero luego fueron tomados como una broma. El día del concierto estaba ansioso. Anochecía y busqué a los amigos para ir; se rieron en mi cara. —No vas a creerle a ese viejo loco; además hay una fiesta en... No me importó, fui solo. La avenida estaba en penumbra. A lo lejos distinguí una estructura de madera que serviría de escenario. El barrio lucía desierto. El cura se acercó triste y me dijo: —Lástima que no haya mucha gente, pero todavía es temprano. Sobre la tarima unos hombres se afanaban en colocar equipos monstruosos; nunca vi algo así. Después de un rato, los conectaron, pero la sobrecarga de corriente generó un apagón y la noche quedó aún más oscura. Luego, oí maldiciones en inglés. En ese momento recortadas sus sombras contra la luna, bendecidos por la pálida luz de la luna, los vi aparecer. Barret contemplaba absorto el cielo, reían y fumaban yerba. Los plomos subieron bancas y guitarras acústicas al escenario. Gigantescos cirios negros bendecidos por el Papa, que serán los únicos en brindar luz el día del juicio final, fueron encendidos y colocados en las cuatro esquinas del escenario. No salía de mi asombro. Me acerqué. Mason afinaba una mrdanga con el encendedor. Me paré frente a Barret. Este abrió mi boca y colocó un ácido. El cura prendió incienso. No sé cuánto tiempo estuve allí. Las más hermosas y largas melodías brotaron esa noche; raras e inéditas canciones en una zapada cósmica y continua; la creación fue reinventada con el suave toque de las guitarras. Parecía que el universo entero reclamó su parte. Ahogados en
  • 141. 141 la delirante locura Floyd, caracoles lésbicos se dejaron caer al suelo y produjeron acompasados crashes; aves nocturnas volaron sobre nuestras cabezas lanzando melódicos gritos. Los perros, que siempre ladran de madrugada, fungían de coro en algunos momentos. Pasado un indeterminado número de espacios de tiempo, Barret cogió una cítara mientras Wright, sin verlo, se colocaba en las rodillas un armonio. Waters aceitó su armónica y la noche se preparó para morir acogida por un extraño slow blues. El sonido quedó colgado en los cables de luz, se fusionó con los geranios que desde ese momento y solo aquí paren flores psicodélicas. Amanecía, cuando los Floyd bajaron del escenario; el cura ensombrecido, casi tanto como al saber que el alma inmortal era basura inexistente, remarcó lastimero: no alcanzará ni para mis campanas. Se fue ese mismo año, nunca más supimos de él”. —Ahora puedes seguir con tu música —le dijo el Barón Rampante. (Resplandor Púrpura, editada por G4eneration, Buenos Aires, 2014. P.P. 14-18).
  • 142. 142
  • 143. 143 Jorge Luis Chamorro (Lima, 1976): Narrador, poeta, y artista audiovisual. Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Autor de los libros Tendencia al Nirvana (Colmillo blanco, 2000), El Primer Beso (Sarita cartonera, Lima, 2004), ¿Puedo tocar? (San Marcos, Lima, 2006, reeditado en 2008) y El Hombre que vestía elegante (Mandarina, Lima, 2011) y el poemario La disciplina del silencio (Camu Camu Ediciones, Lima, 2016).Sus videos han sido expuestos en "Bienal de la Habana", Cuba; "Vía Satélite", América Latina y España; "Infusión", Alemania; "No Helden", "Psicosocial", y "Acciones Directas", Lima, Arequipa, Trujillo (Perú) y Bogotá, Colombia. Sus videos se encuentran en: Colección Galería Caixa Forum (Barcelona), Instituto Cervantes (Berlín-Múnich), El Eje (Bogotá, Colombia) y videoteca de Alta Tecnología Andina (Perú) Premio Humboldt de Alemania en Perú, 2003. Finalista de Pasaporte para un artista, Francia, 2007.Actualmente, realiza y edita videos a artistas y bandas de música, instituciones públicas y privadas locales y extranjeras. Dirige el sello de creación artística MANDARINA y es creador del festival Lima mon Amour.
  • 144. 144 ¿TE SOBRA POR AHÍ, UN SOL? Ya no sé qué hacer para escapar de casa. El reloj marca las diez y quince de la noche, y ya todos deben estar en la cancha de cuarta etapa: La 24. Muero por salir. Tengo veinte soles. Los robé de la cartera de Janis, mi hermana mayor. Debo huir antes de que se dé cuenta, pero no puedo. —¿Hasta qué hora vas a estar con la televisión encendida? —me pregunta mi madre. —Solo un rato más... —le contesto tratando de no mirarla, sentado en el sofá, de perfil a ella. Siento ansiedad. Ahora mi madre entra a su dormitorio para llorar. La imagino nítidamente: se mira en el espejo y se pregunta por qué tuvo que parir un hijo como yo. Lo siento mamá. En la televisión no hay nada bueno. Nunca lo hubo. La producción nacional es y será una reverenda cagada. En el bolsillo derecho de mi pantalón tengo la llave de la casa, y solo dos metros me separan de la calle. Hoy es martes y en la veinticuatro ya están corriendo bates, mixtos y tiros. El trago no es problema. El señor Napo vende anisado a un sol, en botella no retornable. Janis se levanta para ir al baño y ni siquera me pide que apague el televisor al verme de espaldas, mirando la calle por entre las persianas. Tampoco me dice nada acerca de sus veinte soles. El reloj marca las diez y media de la noche: ya no puedo aguantar las ganas de fugar de casa. Mis pies tiemblan al igual que las rodillas. La luna ha dejado de notarse y escucho aullidos agudos: mis tripas. Dejo de ver la calle. Me siento nuevamente en el sillón. Cambio el canal para aplacar mis ansias. Es obvio que no
  • 145. 145 pretendo quedarme sentado comiéndome los pellejos de los dedos de mis manos, viendo la televisión. Suena el timbre del teléfono y me hace saltar. —Aló —contesto susurrando. —Hola... —me saluda Mía, mi enamorada. —...Hola mi amor —respondo por inercia. —¿Te pasa algo? —No. Es que me había quedado dormido aquí en la sala... —Estaba pensando en ti... —Yo soñaba contigo... —vuelvo a mentir. —Te llamaba para decirte que te quiero mucho... —¿Es necesario que me lo digas? —No, creo que no... Es cierto, la amo: pero, en este momento, no me importa nada más que calmar esta necesidad. Lamento tanto no haber podido seguir hablando contigo. Ojalá que mi madre no se haya despertado al escuchar el timbre del teléfono, salga a verme, y nuevamente empiece a llorar frente al espejo. ¿Me entiendes, Mia? Estoy perdiendo los papeles. —¡Feliz cumpleaños” —me dice susurrando. —Aún no lo es... —Pero falta poco... Dan las once de la noche y aún creo que mamá llora en su dormitorio mientras Janis no deja de roncar. Emite un sonido que me escarapela el cuerpo. Mi padre debe estar trabajando en las calles para pagar algo de lo que le pide el juez por el juicio de alimentos, ganado por mamá hace varios años. Es taxista. No vive con nosotros; pero, según mi hermana, nos sigue de lejos, cuidándonos como un ángel guardián, sin llegar a espiarnos. Dos gotas de sudor recorren mi frente haciéndome saber que la noche transcurre y que aún no me he podido meter
  • 146. 146 nada a la cabeza. Sé muy bien que mamá sospecha que quiero salir pero no puedo delatarme. Varios silbidos circundan mi casa. Tebas, mi perro, percibe mi angustia y empieza a llorar. Es una constante. Mi tío Alfredo, policía retirado, me lo regaló hace dos años. No muerde, solo ladra al oler la droga que fumo en casa cuando no está mamá ni Janis. Ya son las once y media. Dentro de poco será mi cumpleaños número 16. Debo celebrarlo fuera de casa, porque mañana seguro estaré rodeado de gente sana. De repente Omar trae un falso, pero me sentiría muy incómodo de estar armando delante de Mía, de mi familia, de mis amigos del colegio —todos pitucos y haciendo alarde de haber probado de todo—. Qué risa. Si conocieran la angustia en carne propia. Se hace tarde. Debo salir. Buenas noches, mamá. La moto está con el tanque lleno, pero no saldré en ella ni aunque la encienda a unas cuadras de casa. No deseo ser el punto blanco en medio de la noche. Además, los días de semana son peligrosos. La policía suele pedirte documentos por cualquier motivo; si te encuentran duro, entonces te piden dinero: y si no tienes qué darles, entonces te mandan directo a limpiar los inodoros de los baños de la comisaría; y si te hallan aunque sea un paco de grifa, cloro o pay, puedes ganarte quince días en la Torre Uno. Si eres menor de edad — es mi caso—, puedes ir directo a Maranguita (correccional de menores). Ya estoy con toda la gente de la 24. Nadie habla. Unos cortan palitos de fósforo para insertarlos en el pucho del cigarro sin filtro, para fumar pasta mezclada con tabaco —le llaman “Tola”—. Otros mezclan pasta con marihuana y lo
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  • 148. 148 rolean con una envoltura de papel higiénico o en Rizla, si hay suerte —le dicen “Misterio”—. Algunos inhalan cloro — “Clorets”—. Qué deprimente y qué necesario para todos... —¡Marca, Sed! —me susurra Fonz con los ojos abiertos y brillantes. Rojos. —... Sed, un trago por tu diablo —habla Chucky, intentando romper el obediente hielo de la dureza, con la cara torcida. Cuadriculado. Es mi primer cumpleaños que lo paso con puros drogadictos en una cancha de fulbito asquerosa y deprimente. En el colegio, me paran diciendo que las drogas son malas y destruyen la vida, pero aquí y en la china, todos las usan. Los íconos de Hollywood casi siempre se ven enredados a la heroína, cocaína o marihuana. Ni hablar de Europa. Y aquí, en donde me hallo varado, solo desean tomar, fumar y jalar con el poco dinero que tengo. En verdad, ya sacié mi angustia, pero no sé por qué no me puedo ir. También me siento vacío. Qué diría Mía si me viese en el estado en el que me encuentro. Estoy con a boca abierta y los labios secos, apestando a marihuana, a cloro y a alcohol. Estoy en todo. La noche ha transcurrido violentamente. Mi angustia por tomar, fumar o inhalar, me llama cada media hora. Y en un abrir y cerrar de ojos me doy cuenta de que las manecillas de mi reloj han avanzado con suma rapidez. Me avisas que son las cinco de la mañana. Los cuculíes inician su rutinaria bulla. Ese cántico desgarrador me entristece y me hace pensar en cómo llegaré a casa; me hace pensar en mamá; me hace pensar en qué ruta tomaré para llegar sin que nadie me vea así: decrépito y asqueroso. —Ya me voy. Nos vemos... —me despido de todos. —Sed,... ¿te sobre por ahí, un sol? —me pregunta Chucky.
  • 149. 149 —Toma —le contesto en voz baja, alcanzándole un sol—. Nos vemos. Cada paso que doy en dirección a casa, suena fuerte por el silencio de la calle Garcilaso de la Vega. Esta es la única vía donde nadie me podrá ver y donde nadie podrá saber de mis ojeras, de mi ropa sucia y maloliente. Solo me queda llegar a casa cuanto antes, acostarme e intentar no pensar en nada ni en nadie. Esperar que esta dureza y este insomnio, producto de tantas sustancias que me penetran, cesen. No puedo dormir. Veo cómo el cielo se cambia de ropaje y se cubre de celeste. Un rayo de sol entra a mi habitación, por entre la cortina, avisándome que ya no podré dormir, y que será difícil borrar estas ojeras y el maltrato que siente mi cuerpo a causa de la mala noche. Y mi cumpleaños, y sin un sol en el bolsillo...
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  • 151. 151 José Güich (Lima, 1963): Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Ganó una beca del CONICET de Argentina para perfeccionarse en estudios literarios. Se ha desempeñado como periodista y crítico en diversos medios nacionales, como los diarios El Comercio y La República y la revista Caretas. Es uno de los más destacados especialistas y cultores de la ciencia ficción y la narrativa fantástica en el Perú. Lo anecdótico es que en sus libros aparece, casi siempre, Salamanca de Monterrico como el lugar donde transcurren algunas de sus historias. Es autor de Año Sabático (Lima, 2000), El Mascarón de proa (Editorial San Marcos, Lima, 2006), Los espectros nacionales (Editorial San Marcos, Lima, 2008), El visitante (QG Editores. Empresa Periodística Nacional, Lima, 2012), Control Terrestre (Editorial Altazor, Lima 2013) y de las novelas El misterio de la Loma Amarilla (Editorial San Marcos, Lima 2009) y El misterio del Barrio Chino (Editorial San Marcos, Lima, 2013). Publica además El sol infante, (EMECÉ del Sur, Lima, 2018).Relatos suyos aparecen en compilados como El cuento peruano 1990- 2000 (PETROPERU, Departamento de Relaciones Públicas: Eds. Copé, 1983-2001 (Lima, Industrial gráfica, 2001), El cuento peruano 2001-2010 (PETROPERU, Departamento de Relaciones Públicas: Eds. Copé, Lima, 2013), etc. Es coautor de libros de crítica literaria peruana, publicados por el Fondo Editorial de la Universidad de Lima tales como En la comarca oscura (Lima, 2006), Ciudades ocultas (Lima, 2007), Umbrales y márgenes (Lima, 2010), Espléndida Iracundia (Lima, 2012).