Modernidad
• La razón como solución a los problemas
• La verdad no proviene de un ser superior
• El humano es el centro del universo
• Un cristianismo humanizado que volvía a lo natural
• La educación del hombre se orienta hacia el progreso y en la cultura
• Las tradiciones se ven olvidadas
• Concepción de la historia de una manera lineal
• Creación de metarrelatos
• El saber humano como fuente de desarrollo
• La corriente racionalista y el positivismo predomina en la filosofía
• Surgimiento de las utopías
Posmodernidad
• La prioridad de los microrelatos y muerte de los metarrelatos
• Las minorías tienen mayor auge en la historia
• Todo es relativo, ya no se buscan verdades, se le dice adiós a la metafísica
• Perdida de esperanza en la humanidad, en el progreso y fuerte individualismo
• Nadie cosecha para prosperar, se busca la vía rápida y desechable
• El hombre deja de ser centro de las miradas
• Existencia vacía
• Predomina el relativismo, sociedad superficial
• Hombre sin interés por la educación
• Una decadencia en el capitalismo protagonizada por un consumismo exagerado
2. ¿QUÉ ES LA MODERNIDAD?
Desde finales de la época medieval asistimos a una
progresiva emancipación de la razón en el ámbito de
la filosofía, esto es del siglo XIV a XVII, pero sólo a
partir de la Ilustración logra el análisis racional
trascender el terreno teórico y reflexionar sobre las
cuestiones sociales, como la política y la moral.
La modernidad es un cambio ontológico del modo de
regulación de la reproducción social basado en una
transformación del sentido temporal de la
legitimidad. En la modernidad el porvenir reemplaza
al pasado y racionaliza el juicio de la acción asociada
a los hombres. La modernidad es la posibilidad
política reflexiva de cambiar las reglas del juego de
la vida social.
3. La modernidad es también el conjunto de las
condiciones históricas materiales que permiten pensar
la emancipación conjunta de las tradiciones, las
doctrinas o las ideologías heredadas, y no
problematizadas por una cultura tradicional.
Desde ese punto de vista es similar al concepto kantiano
de Ilustración (la mayoría de edad del individuo, que
ejerce su razón de forma autónoma: el Sapere aude), y
antes que éste al antropocentrismo humanista del
Renacimiento (por ejemplo la Oratio pro homini
dignitate de Pico della Mirandola).
Fue muy significativo, para entender la diferente
concepción de lo nuevo entre la Edad Media y la
Moderna, el Debate de los antiguos y los modernos.
4. Desde el siglo XIV hasta mediados del siglo XX.
Confianza en la razón para el progreso.
La razón como solución a los problemas
La verdad no proviene de un ser superior
El humano es el centro del universo
Un cristianismo humanizado que volvía a lo natural
La educación del hombre se orienta hacia el progreso y en la cultura
Las tradiciones se ven olvidadas
Concepción de la historia de una manera lineal
Creación de metarrelatos
El saber humano como fuente de desarrollo
La corriente racionalista y el positivismo predomina en la filosofía
Surgimiento de las utopías
5. Grandes relatos que describen un futuro mejor para la humanidad. Plantean una
verdad absoluta que describe a la realidad. Fundamentar las diversas teorías
científicas así como a las prácticas sociales. Son teleológicos.
Según Jean-François Lyotard, se pueden distinguir 4 grandes metarrelatos:
Cristiano
Iluminista
Marxista
Capitalista
Ningún metarrelato puede salvar al ser humano, por tener un trasfondo totalitario.
6. Para Berman (1991), Lyotard (1991) y Habermas (1991), destacan la contradicción entre un mundo teorizado
que difiere de las prácticas sociales y de la experiencia de la vida como totalidad de existencia, cuya propuesta
apunta a integrar la cultura a la vida, dejando ver la posibilidad de una cultura a la que hay que hacer
partícipes a los sujetos, así comienza a gestarse la noción de globalidad, donde los integrantes del mundo
intentamos caminar juntos hacia la consecución de objetivos comunes para la humanidad; es decir la
modernidad hace referencia a “modos de vida social o de organización que emergieron en Europa, desde al
rededor del siglo XVII en adelante, y subsecuentemente se volvieron más o menos mundiales en su influencia.”
Así la modernidad se nos presenta como proyecto humano unificador en la diferencia, proponiendo
movimientos entre la transformación de las tradiciones, enunciando la necesidad de un diálogo creador entre lo
propio y lo importando, planteando el surgimiento de nuevas estrategias de afrontamiento para los retos un
mundo globalizado, en su mayoría capitalista y con miras a la democracia, apuntando al aprovechamiento y
recreación de los recursos humanos, económicos, tecnológicos y científicos.
En este sentido surge de acuerdo a la mirada de José Mardones el ser humano racionalizado o ilustrado, al
respecto señala: “(...) un tipo de hombre orientado al dominio del mundo, con un estilo de pensamiento formal,
una mentalidad funcional, un comportamiento austero y disciplinado, y unas motivaciones morales autónomas,
junto con un modelo de organizar la sociedad alrededor de la institución económica y la burocracia estatal”.
(Sanabria, 1994) La modernidad tenía como programa cultural que lo nuevo era necesariamente mejor que lo
pasado, lo sustentado en la tradición, esto es, que las propuestas de la modernidad anunciaban grandes
realizaciones tanto de los individuos como de las sociedades, ya en la propuesta de un capitalismo que iría
incluyendo en la libertad y riqueza a todo el conjunto social, centrado en la propiedad privada o la otra
suposición crítica de la modernidad que concebía a la sociedad socialista como la sociedad libre y centrada en la
socialización de la riqueza, ambos sentidos de la modernidad finalmente fracasados por la terquedad de la
realidad, y bajo esta perspectiva también como una derrota a la razón de la modernidad.
7. Movimiento cultural occidental que surgió en la década de 1980 y se caracteriza por la
crítica del racionalismo, la atención a lo formal, el eclecticismo y la búsqueda de
nuevas formas de expresión, junto con una carencia de ideología y compromiso social.
Para Lyotard, el tránsito hacia ese estadio y edad comenzó en Europa al finalizar la
década del 50. Empero, es más o menos rápido según los países y sectores de actividad:
de ahí una discronía general que no permite una visión de conjunto. Por ello –y esta
constituiría una de las debilidades que dificultan una elaboración rigurosa del
concepto de posmodernidad– una parte de la descripción no puede dejar de ser
conjetural. Así, al no poder trazar un cuadro completo de la sociedad posmoderna,
Lyotard parte de un rasgo que pueda ayudarle a determinar su objeto: el carácter
discursivo del saber científico. Al incidir sobre tal discurso las transformaciones
tecnológicas, el saber se ve afectado en sus funciones de investigación y de transmisión
de conocimientos. Respecto a la primera, Lyotard proporciona el ejemplo de la
genética, que debe su paradigma teórico a la cibernética.
8. En cuanto a la segunda, opina que al normalizar y miniaturizar los instrumentos se
modifican las operaciones de adquisición, clasificación y explotación de los
conocimientos. E n esta transformación general, la naturaleza del saber no permanece
intacta. A menos que el conocimiento sea traducido en cantidades de información, no
puede resultar operativo.
La prioridad de los microrelatos y muerte de los metarrelatos
Las minorías tienen mayor auge en la historia
Todo es relativo, ya no se buscan verdades, se le dice adiós a la metafísica
Perdida de esperanza en la humanidad, en el progreso y fuerte individualismo
Nadie cosecha para prosperar, se busca la vía rápida y desechable
El hombre deja de ser centro de las miradas
Existencia vacía
Predomina el relativismo, sociedad superficial
Hombre sin interés por la educación
Una decadencia en el capitalismo protagonizada por un consumismo exagerado
9. Son pequeños relatos hechos por minorías.
Minorías tienen derecho a ser su centro y mantienen su
autonomía de actuar y pensar.
Construcción de pequeños relatos que convergen entre si.
Multiplicidad de hechos sin protagonista.
10. El gran discurso de la razón histórica define, según Engels, el concepto de
modernidad. Para Lyotard, «la posmodernidad es la racionalidad relativa, el
discurso cauteloso, prudente, sin esperanza ni sentido finalista». Según Carlos
Gurméndez «el posmoderno duda de que haya una salida a la crisis de la
civilización actual. No se recrea afilando el corte de la modernidad (esto sigue
siendo moderno). El posmoderno simplemente duda. Desde este escepticismo
espera vivir mejor.» A nuestro juicio, esta perspectiva de la posmodernidad se
caracteriza por el intento de hacer de la necesidad virtud. Mediante tal
transmutación, quienes se hallan sumidos en el escepticismo, pueden permitirse
abandonar la acción social y política transformadora y efectuar el repliegue a la
privaticidad, con una gratificante buena conciencia.