1. ARTICULO 3
Atención temprana. La mejor prevención
¿Qué es la Atención Temprana?
La Atención Temprana (AT) es el “conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6
años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las
necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que
tienen el riesgo de padecerlos”.
¿Cuál es la edad a la que se debe de iniciar la AT?
Las actividades relacionadas con la AT no solo se inician al nacimiento. También todo lo que pase
durante el embarazo influye en cómo se va a desarrollar la primera infancia; tanto para los niños como
para sus familias y las relaciones e interacciones que se van creando entre ellos.
¿Por qué en la definición se habla de población infantil de 0 a 6 años?
Porque la plasticidad cerebral es mayor en los primeros años de la vida. Luego va disminuyendo
progresivamente con la edad. La plasticidad cerebral es la capacidad del cerebro de adaptarse y
reorganizar sus funciones.
Hay agentes externos activos (factores de riesgo pre y perinatal, lesiones establecidas) y pasivos (escasa
estimulación, falta de vínculo, apego) que afectan al cerebro en desarrollo de un niño. La intervención
con AT favorece la adquisición de funciones que puedan haberse visto afectadas.
¿Qué son los trastornos del desarrollo?
Son las variaciones de la normalidad, de mayor o menor intensidad, en la evolución psicológica,
neurológica o sensorial que, de forma transitoria o permanente, pueden presentar los niños menores de 6
años en su proceso de maduración.
¿Qué síntomas o signos hay de sospecha?
Los niños no llegan a hacer las actividades que la mayor parte de los niños de su edad pueden
desarrollar, como: mantenerse de pié, caminar, hablar, relacionarse con otros niños….
Puede afectar el área motora, intelectual, visual, auditiva, de la comunicación y el lenguaje. O puede
combinar alteraciones de varias de estas áreas del desarrollo.
¿Cuándo pueden aparecer estos síntomas?
2. Pueden estar ya presentes al nacer. Otras veces serán detectados a lo largo de los primeros tres años
(sobre todo desde el ámbito sanitario o por la propia familia). En el inicio de la etapa escolar de segundo
ciclo de infantil (de tres a seis años) podrán detectarse también en el ámbito educativo.
Sin que se trate de una clasificación absoluta, se puede decir que los síntomas más tempranos en notarse
serán los problemas motores y sensoriales. Los cognitivos, del lenguaje y la comunicación serán los
siguientes en aparecer. Los problemas del aprendizaje evidenciarán trastornos no detectados hasta el
momento en que las exigencias escolares se incrementen.
¿Cuáles son los factores de riesgo de padecer trastornos del desarrollo?
Son las características biológicas, psicológicas o las condiciones del entorno social que rodean a los
niños, y que pueden favorecer la alteración del proceso de desarrollo.
Un niño que haya nacido demasiado pequeño o demasiado pronto (prematuros) u otro sin problemas
previos pero con un entorno familiar o social con pocos estímulos, son niños con factores de riesgo y
pueden presentar más frecuentemente trastornos en su desarrollo.
¿Todos los niños con riesgo tendrán trastorno del desarrollo?
Tener riesgo no quiere decir que un niño vaya a tener un trastorno del desarrollo. Pero sí que todos los
que le rodean deben estar más atentos a su evolución. Y que hay que establecer acciones de prevención
que van desde un seguimiento más cercano de su desarrollo a la realización de actividades específicas.
¿Quién los puede detectar?
Cualquier persona que esté en relación con el menor, desde la propia familia, los profesionales
sanitarios, educativos o sociales.
¿Dónde se puede realizar la AT?
En el ámbito sanitario, social y educativo la intervención se realiza por profesionales propios de los
mismos; siendo muy importante en el ámbito educativo la figura del profesorado de audición y lenguaje,
de pedagogía terapéutica y los monitores.
De forma más específica, la intervención se realiza en los Centros de Desarrollo Infantil y Atención
Temprana. En ellos hay un equipo de profesionales de diferentes disciplinas con formación en Atención
Temprana (psicólogos, logopedas, fisioterapeutas, psicopedagogos, maestros de educación especial,
trabajadores sociales,..). Estos trabajan en común para lograr los objetivos establecidos en los planes
individualizados de intervención sobre el menor, la familia y el entorno.
Estos Centros están presentes en todas las Comunidades Autónomas (con distintas denominaciones). La
forma de acceso y de financiación es diferente en cada una de ellas.
¿Qué profesionales intervienen?
3. Cualquier profesional con conocimiento del desarrollo infantil que esté en contacto con la infancia
efectúa actividades de AT. A veces serán actividades de prevención para evitar los factores de riesgo. En
otros casos, acciones más específicas dirigidas a los niños que tengan riesgo y/o trastorno del desarrollo.
Se actúa sobre el niño y también sobre la familia y el entorno donde el niño se desarrolle. El profesional
de Atención Temprana será un guía de la intervención. Pero la familia es el principal actor, opinando,
adaptando, generalizando y poniendo en marcha en el entorno más cercano, el programa de intervención
consensuado con los profesionales.
La familia es también la principal responsable de esta intervención aumentando o minimizando los
posibles avances del niño. El profesional tiene, en todo momento, que ayudar y orientar a la familia en
todo este proceso. No hay que olvidar la ayuda y colaboración de los hermanos, abuelos y/o familiares
cercanos.
¿Qué actividades se realizan?
Varían dependiendo de la edad del niño, del trastorno que presente, de las características de la familia y
del entorno.
Como norma general se utilizan técnicas de estimulación, fisioterapia, psicomotricidad, logopedia o
psicoterapia y se realizan en su conjunto. Es decir, el niño crece a todos los niveles y, por tanto, las
actividades irán dirigidas a todas las áreas del desarrollo. El profesional que interviene en Atención
Temprana debe atender esta globalidad.
¿Qué ocurre después de los seis años?
Los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana atienden a los niños hasta que se hayan
cumplido los objetivos específicos contemplados en los planes individualizados de tratamiento, que
buscar conseguir el normal desarrollo; o, en cualquier caso, hasta los seis años.
Pero hay niños en los que más allá de los seis años, aún hay procesos que interfieren en la correcta
integración con su entorno. A partir de esa edad, será sobre los ámbitos educativo, social y sanitario
donde recaerá el peso de la intervención de estos niños y sus familias.