06-Cómo determinar que está obrando una maldición.doc
1. ¿Cómo determinar que está obrando una maldición? (Parte 2)
1.- Versículo para Memorizar:
"Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas"
(Deuteronomio 28:18)
2.- Enseñanza Bíblica:
Hemos venido analizando aquellos factores que pueden llevarnos a concluir que una persona se encuentra
bajo la influencia de una maldición.
Los dos primeros elementos que estudiamos a la luz de la Biblia fueron la prevalencia de los problemas
mentales o emocionales y la enfermedad crónica o hereditaria mediante línea genética. Son bastante graves y
encienden las luces de alarma sobre la posibilidad de que el individuo esté maldecido y todo apunte a seguir así
hasta tanto se rompan las cadenas.
En esta ocasión estudiaremos la incidencia que tienen la esterilidad y el aborto en la mujer, las dificultades
en las relaciones intrafamiliares y finalmente la influencia del suicidio y las muertes prematuras. Los invitamos
para que, Biblia en mano, nos acompañen en el estudio de hoy.
2.1.- Esterilidad o aborto en la mujer
El aborto o la esterilidad en la mujer constituyen, en muchos casos, una maldición que afecta los órganos y
funciones involucrados en el proceso de procreación.
La Biblia describe así esta maldición: "Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus
vacas, y los rebaños de tus ovejas" (Deuteronomio 28:18)
Esta maldición se manifiesta como la incapacidad para concebir, la tendencia al aborto, menstruación
irregular, dolores debilitantes durante el período mensual, frigidez y quistes, tumores o malformaciones en los
órganos involucrados en la concepción y reproducción.
Esta condenación puede alcanzar generaciones enteras: familias en su conjunto o individuos en particular.
Sobre el particular es de suma trascendencia que la mujer afectada o el hombre sobre el que pesa la
esterilidad, tomen conciencia del problema que están enfrentando, y busquen la liberación en Jesucristo. Sólo
de esta manera podrán obtener sanidad y restauración de las funciones biológicas afectadas. Se orará porque la
maldición sea revocada o también por la ruptura de las cadenas.
2.2.-Desórdenes en la relación familiar
La casa de la familia García era un nido de problemas. La relación en todos los componentes de la familia era
caótica. Los esposos discutían entre sí pero a su vez, mantenían relaciones interpersonales bastante tirantes
con sus hijos. Este infierno en un espacio tan reducido solamente cambió cuando clamaron a Dios para que
rompiera toda maldición y trajera armonía en las relaciones. Experimentaron un cambio de mucha
significación.
En una sociedad descompuesta es frecuente hallar padres cuyos hijos han caído bajo alguna de las siguientes
ataduras: vicios, pasiones desordenadas, robo, adicción a la música satánica mimetizada en el rock pesado y
ocultismo en cualquiera de sus variantes.
La situación la encontramos descrita en el libro del Deuteronomio, capítulo 28, versículo 41. Allí Dios
advierte que los hijos irían en "cautiverio".
Este fenómeno va en contravía del propósito que Dios tiene para nosotros ya que desea que la relación de
padres e hijos sea armoniosa (Malaquías 4:5, 6).
En muchos hogares convertidos en pequeños campos de batalla se manifiesta la fuerza diabólica que los tiene
atados y que propicia la separación y pésimas relaciones interpersonales. Recuerde que sólo en Jesucristo, bajo
su poder y en oración, se logra la ruptura de las maldiciones.
2.3.- Muertes inducidas o prematuras
Un joven de Lima a quien los médicos lograron salvar después que ingiriera una botella de veneno, confesó
que una fuerza inexplicable le había conducido al suicidio. "No vale la pena que sigas viviendo. Mátate", era el
pensamiento recurrente que invadía su mente. Logró ser liberado de esa maldición y vive apaciblemente con su
familia.
2. El fenómeno del suicidio es alarmante en el mundo entero. La ciencia mental ha atribuido su ocurrencia a
factores como la depresión y la falta de estímulos para vivir. Se ha desconocido que pueda obedecer a una
maldición.
Cuando leemos con detenimiento el capítulo 28 del libro del Deuteronomio hallamos bastantes alusiones a
muertes prematuras fuera de lo normal.
Los familiares de quienes han muerto trágicamente llegan a resignarse o quizá convencerse de que "es algo
previsible porque todos en la familia han muerto así", sin que medie una explicación. A éstas personas les
gobierna una fe negativa que abraza la muerte y rechaza la vida.
2.4.- Prestos a romper las cadenas
El Señor Jesucristo es quien rompe las cadenas de la maldición. Es importante, por tal motivo, que
identifiquemos uno o varios factores que nos lleven a concluir que alguien o quizá nosotros, se encuentra bajo
condena de maldad.
La cadena que pudiera estar operando en la vida de una persona o en nuestra existencia, que proviene de
generaciones pasadas, se puede romper por el poder de Jesucristo. No le crea a Satanás si siembra en su
pensamiento de que no hay nada qué hacer.
Tenga presente que cuando descubrimos que toma maldición tiene su origen, estaremos en condiciones
favorables para dar la batalla tomados de la mano del Hijo de Dios para vencer.
3.- Lecturas Devocionales:
Lunes: 2 Tes. 3:6-15; Martes. 1 Tim. 2:1-7; Miércoles: 1 Tim. 6:3-10; Jueves: Tito 2:1-15
Viernes: Sgo. 4:1-10; Sábado: 1 Pedro 2:11-25; Domingo: 1 Reyes 8:54-66.