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LA CORAZA DE JUSTICIA.docx

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  1. 1. Seguimos con la serie de estudio la armadura de Dios, y la segunda arma de la cual estaremos estudiando será la coraza de justicia. LA CORAZA DE JUSTICIA Cuando nuestro Señor Jesucristo vino a este mundo venció a los enemigos más grandes, más fuertes y poderosos que todo ser humano puede enfrentar en su vida, él venció la tentación, venció el pecado, venció la muerte, venció la tumba y venció a satanás, así que no hay victoria más grande que la de nuestro Señor Jesucristo. Pero lo maravilloso es que la palabra de nuestro Dios nos dice que esa victoria es también para nosotros por medio de nuestro Señor Jesucristo, cuando nuestro Señor Jesucristo viene a nuestra vida también tenemos esa victoria disponible para enfrentar las batallas de nuestra vida. Como cristianos vivimos en un campo de guerra con nuestro principal enemigo que es Satanás, y este es tan astuto que cada día mina nuestro territorio para matar. Sus armas de guerra más destructivas son mucho más sutiles. Cuando nos movemos en su dirección y pisamos el terreno que ha sido cultivado con el pecado y la corrupción, las minas terrestres del Enemigo explotan debajo de nosotros, y eso nos deja retorciéndonos por el dolor emocional. Los sentimientos de culpa, vergüenza y remordimiento levantan muy pronto una barrera entre Dios y nosotros. Efesios 6 verso 10-20 nos habla de la armadura de Dios y la guerra espiritual que libramos en nuestra vida. La tríada—el mundo, la carne y el diablo es el ámbito en el cual tiene lugar la guerra espiritual. El resultado de la guerra espiritual será la victoria, gracias a la obra del Espíritu Santo en los creyentes y a través de ellos. Efesios 6:11 nos advierte: "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo". Y es que La Escritura nos da una idea de las tácticas de nuestro enemigo en (2 Corintios 2:11) dice: "para que satanás no gane ventaja; pues no ignoramos sus maquinaciones" y es sabio que prestemos atención a sus advertencias. Satanás quiere vernos a nosotros los hijos de Dios enredados en pleitos, en chismes, en rencillas necias con nuestros prójimos, para robarnos la paz, para robarnos el gozo de nuestra vida, y para que los demás se burlen después de nuestro cristianismo. Tenemos que comprender que es normal que los inconversos peleen sus batallas haciendo uso de la violencia, de la ofensa, de la humillación, de las amenazas, porque ellos no pueden pelear de otra manera.
  2. 2. El apóstol Pablo era consciente de la guerra espiritual y el mundo conspira para atacar al seguidor de Cristo. El apóstol Juan dio el desafío principal para resistir las presiones del mundo caído cuando dijo: «No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre» Pablo nos recuerda que debemos estar muy conscientes de que la vida cristiana es guerra como lo dice el versículo 12 del capítulo 6 de efesios, y por eso la coraza de justicia mencionada en el versículo 14 es una parte fundamental de la armadura de Dios y hace referencia a la justicia de Cristo para los cristianos. Pero en la batalla espiritual, este enemigo puede ser derrotado a través de los recursos espirituales que Dios provee, en la batalla espiritual, la coraza cubre el corazón y otros órganos vitales. Una herida en el pecho puede ser fatal. Es por eso que los antiguos soldados romanos llevaban una coraza que les cubría el corazón y los pulmones. La justicia de Cristo protege nuestros corazones de toda acusación del enemigo. Jesús nos da su justicia cuando se recibe como Salvador personal. Todo ataque del enemigo tiene como fin dañar nuestros corazones, sino tenemos puesta la coraza de justicia, el enemigo no conseguirá su objetivo. También es importante saber que la obediencia a Dios protege nuestros corazones. Proverbio 4:3 dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de el mana la vida. Simbólicamente, el corazón representaba la mente, la Biblia dice en proverbios 23 “como es su pensamiento en su corazón, tal es él. El corazón en términos hebreos simboliza o significa la mente. Jeremías 17: 9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso.” Por eso Jesús en Mateo 15:18-19 dice: Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20 estas cosas son las que contaminan al hombre; El pensamiento está asociado con el corazón. Las entrañas que es otra parte que protege la coraza están asociada con los sentimientos y las emociones. Satanás no quiere que tengamos una relación personal íntima con Jesús. Santiago 4:7 provee un medio poderoso mediante el cual el creyente puede derrotar al diablo en la guerra espiritual: «Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes» Conforme el creyente reconoce su dependencia total del poder de Dios y el hecho de que el diablo no puede hacer frente a ese poder, puede negarse a dar lugar al diablo en su vida. Pedro resume la guerra espiritual con el diablo de la siguiente manera: «Practiquen el
  3. 3. dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. (1 Pedro 5:8–9). El principal objetivo del diablo para la vida de un cristiano es desanimarlo. Quiere que nos demos por vencidos. Nos tienta para que cedamos al pecado, y cuando lo hacemos, nos susurra acusaciones a la mente, diciéndonos lo malo que somos. Ap. 12:10, 12 dice que él es acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. El objetivo del diablo es destruir nuestra vida, nuestros hijos, nuestro matrimonio, nuestro testimonio cristiano, nuestros ministerios. Satanás como dice Juan 8:44 es un engañador, nuestro Señor Jesucristo lo llamo mentiroso y padre de la mentira. Una de las mayores mentiras de satanás para destruir a toda persona incluyendo a los cristianos, es decirnos que no moriremos, hacernos creer que desobedecer a Dios no traerá ninguna consecuencia para nuestra vida. Muchas veces, Satanás nos tentará para que caigamos en el pecado sexual, porque esta trampa en especial no sólo produce mucha vergüenza y tristeza, sino también porque nos hará sentirnos indignos y aislados de los demás cristianos Satanás usa nuestras propias debilidades y nuestros propios deseos para seducirnos y llevarnos a cometer el pecado. La tentación es la envoltura atrayente del pecado, es como la carnada, lo hace parecer muy atractivo al pecado para desviar la atención de lo que en realidad es el pecado: MUERTE (Romanos 6:23) Ejemplo las tabacaleras. Satanás sabe que la semilla de la palabra de Dios en el corazón de las personas crecerá. Es por eso, por lo que satanás se encarga de quitar la palabra del corazón de las personas por medio de críticas, burlas, dudas. Satanás utiliza diferentes formas para poner oposición a los planes y propósitos de Dios: Lo hace por medio de las circunstancias: como una enfermedad, problemas económicos, desempleo, un problema familiar, un desacuerdo matrimonial. Lo hace por medio de las personas: poniendo conflictos entre hermanos dentro de la iglesia, dentro de las familias, también con aquellas que te llenan la cabeza hablando mal delo ministerio, haciéndote creer que la iglesia no es el lugar correcto para estar, de los pastores para que no ofrendes.
  4. 4. Por eso cada vez que enfrentemos situaciones difíciles o conflictos con otras personas, debemos traerlos ante la presencia de nuestro Padre celestial y permitir que sea Él quien libre nuestras batallas. Si hay algo que te molesta nunca permitas que ese problema o inquietud llene tu mente y dañe tu corazón. El liderazgo pastoral tiene el privilegio de preparar a los miembros de la congregación para esta batalla, y de animarlos cuando la están enfrentando. El objetivo de nuestro enemigo es debilitar y quebrantar tu voluntad, confundir tus emociones al hacer que usted se sienta mal acerca de ciertas cosas. Él quiere corromper tus deseos y hacer que usted busque cosas malas. El busca que tu retrocedas, que regreses al lugar donde estabas. La Biblia nos instruye para cada situación que enfrentaremos en la vida. Pero si optamos por no escuchar al Señor, no podremos conocer su plan de batalla y perderemos ese enfrentamiento. Tu falta de sujeción y tu actitud de rebeldía hace que tu seas presa fácil en las manos del enemigo. Amado hnos. prenda más sobre la guerra espiritual y cómo superar eficazmente las batallas espirituales a través de nuestras experiencias. Sea entrenado por los líderes del Ministerio Nosotros como cristianos no podemos caer en la trampa del enemigo, nosotros tenemos que discernir espiritualmente de dónde vienen los ataques, de dónde vienen nuestras batallas, y no pelear como inconversos sino como hijos de Dios, es decir, peleando verdaderamente la buena batalla confiando en el Señor. Usted no está luchando contra un ser humano, o contra personas, sino contra un reino demoníaco. Recordemos que Efesios 2:2 lo llama el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Por eso el hombre espiritual debe de estar capacitado para luchar en los ámbitos espirituales, puesto que es ahí donde se desarrolla la verdadera guerra. El pasaje de Efesios capítulo 6 tiene la intención de animarnos a ponernos la armadura con regularidad, no como un trato de una sola vez. La victoria viene a través de un compromiso único con Cristo. La rectitud implica tomar la decisión de comprometerse regularmente con las Escrituras y pasar tiempo con Dios. Por lo tanto, cuando encontramos tentaciones y dudas en el campo de batalla, venimos completamente equipados para combatirlas, con la armadura de Dios. El propósito de Dios no es que mueras a la primera batalla, sino que sobrevivas y que lleguemos a la meta para obtener el premio del supremo llamamiento. Por eso nuestra
  5. 5. primera lección es aprender a obedecer, para que de esta manera podamos ser dirigidos 2 Corintios 10:3 dice: Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Tenemos que comprender que pelear esta guerra no significa estar escondidos esperando que las circunstancias cambien, pelear significa también salir de nuestra zona de comodidad confiando en el respaldo de nuestro Señor Jesucristo. Reflexion: El águila no pelea con la serpiente en la tierra, sino que la lleva al cielo, cambia el campo de batalla y luego la suelta. La serpiente no tiene resistencia, poder y ningún equilibrio en las alturas. En su terreno la serpiente es poderosa y mortal, pero en las alturas es inútil, débil y vulnerable, por eso, lleva tus luchas a las alturas en oración y Dios peleará la batalla por ti. No luches contra el enemigo en su zona de confort. Cambia el territorio de la batalla, llévalo a lo alto y tendrás la certeza de la victoria. Mateo 16:19 texto clave para tu guerra espiritual: todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos”. La coraza de justicia no nos hace vulnerables a los ataques del enemigo ni a las situaciones de la vida que podemos enfrentar, al contrario, nos hace fuertes para vivir sometidos a la voluntad de Dios y así perseverar resistiendo a las tentaciones al pecado, y a las mentiras y engaños de Satanás. Nuestro Dios tiene un objetivo definido: alcanzar al mundo con el mensaje de salvación, y para lograr ese objetivo utilizo diferentes estrategias: la creación, la ley, los profetas, etc. y en estos postreros días él nos ha hablado por medio de su hijo Jesucristo para salvarnos de la condenación eterna. Nuestro Dios no cambió su objetivo, sino que el uso diferentes métodos o estrategias para lograrlo, y eso es lo que nosotros también tenemos que hacer cuando estamos peleando, no tenemos que cambiar el objetivo, sino la estrategia. Jesús vino a liberarnos de cualquier atadura que podamos tener. Teniendo la revelación de que Satanás está destruido. Ahora tenemos que encontrar esas influencias demoníacas y echarlas fuera, porque los territorios que ocupan ya no les pertenecen, sino que son territorio de Dios. En este momento te invito a que clamemos para que el Señor nos ayude a mejorar nuestras relaciones con nuestros prójimos, con nuestra familia, o con nuestro cónyuge, tenemos que orar, pero también tenemos que cambiar la estrategia
  6. 6. Clamamos para que el Señor te ayude a mejorar tus ingresos económicos, para que el Señor te abra nuevas oportunidades de bendición, no cambies tu objetivo, pero cambia tu estrategia, sigue orando, sigue clamando, pero también esforzándote. Conclusión: Nosotros como cristianos tenemos que pelear nuestras batallas en oración, en clamor, en ayuno porque esas son las armas de Dios, (2 Corintios 10:4) porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. No nos cansemos de pelear, pero peleemos la buena batalla de la fe, confiando en la victoria de nuestro Dios, usando las armas que él nos ha dejado y usando la estrategia correcta, pero por sobre todo confiando que Dios está con nosotros para enfrentar a nuestros enemigos (1 Samuel 17:45-46) Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

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