1. COLELITIASIS
Cálculos en la Vesícula Biliar
La Colelitiasis o cálculos en la vesícula biliar, es uno
de los desórdenes que afecta con mayor frecuencia al
tracto gastrointestinal y se estima que en los Estados
Unidos el 10% de la población padece de cálculos en la
vesícula biliar.
La vesícula biliar es un órgano que tiene la forma de una
pequeña pera y está ubicada debajo del hígado y adherida
a él. La vesícula está conectada a través de un pequeño
conducto (cístico) a la vía biliar principal que es otro
pequeño conducto que transporta la bilis al intestino
delgado (duodeno).
2. El hígado produce la bilis; un líquido compuesto por
varias sustancias entre ellas agua, electrolitos, sales
biliares, colesterol y lecitina. La bilis entre otras
funciones tiene la de ayudar a la digestión de los
alimentos grasos y normalmente una vez producida
por el hígado viaja a través de los conductos hepáticos
hacia la vesícula y la vía biliar. La vesícula tiene como
funciones la de almacenar una pequeña cantidad de
bilis, concentrarla y bombearla hacia el intestino.
3. Existen varias teorías con respecto a la formación de los cálculos dentro de las cuales
se mencionan desequilibrios entre los componentes de la bilis y alteraciones de la
motilidad de la vesícula. Un cálculo es una “piedrecilla” que puede ser diminuta o
llegar a medir varios centímetros, pueden ser únicos o múltiples y están formados por
millones de cristales de colesterol o una mezcla de colesterol y pigmentos biliares.
Los cálculos de colesterol son los más frecuentes en los Estados Unidos y en gran
parte del mundo occidental (70%), pero en Asia los cálculos más frecuentes son los
de pigmentos biliares. La colelitiasis se observa con mayor frecuencia en las mujeres,
sobre todo si además son obesas y han tenido varias gestaciones. También en
personas con antecedentes familiares de colelitiasis, con cirrosis hepática, en
diabéticos, en pacientes con enfermedades del íleon (parte del intestino delgado) o
con cierto tipo de enfermedades hematológicas y en grupos étnicos especiales como
en los indios americanos.
Cuando una persona ingiere un alimento grasoso la vesícula biliar se contrae para
enviar una cantidad adicional de bilis hacia el intestino, pero si ésta contiene cálculos
puede ocurrir que uno de ellos obstruya su conducto de drenaje y al no poderse
desocupar su contracción causa un dolor intenso o cólico biliar.
4. Las personas asintomáticas no tienen manifestaciones de la enfermedad y
ésta, ha sido descubierta en estudios para la investigación de otras
enfermedades. Un paciente con colelitiasis asintomática puede nunca tener
manifestaciones de la enfermedad y se estima que la posibilidad de que
ocurran síntomas es del 1% al 2% por año y generalmente consiste en
cólicos biliares.
Los pacientes con colelitiasis sintomáticas se presentan más frecuentemente
con el llamado cólico biliar. Este consiste en un dolor intenso, intermitente y
espasmódico ubicado en la parte superior derecha del abdomen o en la parte
superior y central del abdomen con irradiación hacia el dorso o hacia la
escápula derecha y generalmente desencadenado luego de 15 a 60 minutos
de haber consumido comidas copiosas, grasosas o fritas.
Además se puede acompañar de nauseas, vómito, sensación de distensión
del abdomen y flatulencia. El dolor en algunas oportunidades puede aliviarse
de manera espontánea pero en otras obliga al paciente a consultar a un
servicio de urgencias. De ésta manera la colelitiasis sintomática continuará
con episodios recurrentes de dolor y la posibilidad de desarrollar
complicaciones, lo que empeora dramáticamente la severidad y las
consecuencias de la enfermedad.