Las actividades de la vida diaria (AVD) son fundamentales para la funcionalidad de las personas y son un objetivo clave de la terapia ocupacional. Las AVD se dividen en básicas e instrumentales. Las básicas son tareas de autoatención mientras que las instrumentales son más complejas y necesarias para vivir de forma independiente. Existen escalas para evaluar las capacidades de una persona para realizar las AVD y los terapeutas ocupacionales las usan para apoyar a pacientes con movilidad reducida a ser más independientes.