2. Puede insertar las canciones con video o audio,
o puede tener música en vivo.
3. Nos ha quedado claro que ser Catequista es
un don del Espíritu Santo, quien habita en
nosotros desde el Bautismo.
¿No saben que su cuerpo es templo del
Espíritu Santo que han recibido de Dios y
que esta en ustedes? (1 Corintios 6: 19)
Entonces comencemos orando al Espíritu
Santo.
4. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo,
inspírame siempre, lo que debo pensar,
lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo
callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para
gloria de Dios, bien de las almas y mi propia
Santificación.
Espíritu Santo, dame agudeza para entender,
capacidad para retener, método y facultad para
aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia
para hablar.
Dame acierto al empezar, dirección al progresar
y perfección al acabar. Amén.
6. Misión evangelizadora de la Iglesia
Llevar la buena nueva
Camino para toda la vida
Elemento fundamental de la iniciación
cristiana
Medio de evangelización
Conjunto de esfuerzos iniciados por la
Iglesia para ayudar a los seres humanos a
creer que Jesús es el Señor.
Educar en la fe
Recordemos algunos aspectos de las
enseñanzas anteriores:
CATEQUESIS:
7. El Catequista debe
tener siempre
presente que su
Misión es
un Llamado,
una Vocación
que surge de un
encuentro personal
con Cristo.
8. Las dimensiones de la
formación del catequista
son:
• SER (Testigo)
El catequista es llamado
por Dios y enviado por la
comunidad para
transmitir el tesoro del
Evangelio en vasijas de
barro.
9. • SABER (Maestro)
El catequista conoce
y ama a Jesucristo,
su Evangelio y las
enseñanzas de la
Madre Iglesia que
iluminan la vida del
cristiano.
10. • SABER HACER
(Educador)
El catequista
sabe cómo
transmitir la fe a
niños, jóvenes y
adultos con su
testimonio y con
su palabra.
11. ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS DE UN
VERDADERO DISCÍPULO
Son cinco :
* Es llamado a participar de la santidad de
Dios.
* Da una respuesta de fe, de amor a quien lo
amó primero hasta el extremo.
* Es configurado por el Espíritu Santo para
vivir el mandamiento del amor.
* Es enviado, y como un enamorado, es testigo
misericordioso del amor del Padre.
* Es animado por el Espíritu Santo, el cual lo
acompaña y fortalece en la relación de la
misión que Cristo, a través de la Iglesia, le
confía.
12. Entonces la tarea del Catequista es
Proyectar a Cristo
Preguntemos y respondamos con
sinceridad:
¿Qué tanto transparentamos en la
catequesis el rostro de Cristo?
¿Nuestras opciones son las mismas
que Cristo tomó?
¿Cómo lograr esto?
13. En la actualidad el acercamiento a la vida de
la fe, significativo y duradero, no se logra
fácilmente.
La Formación en un catequista responde a la
necesidad de que éste pueda dar a conocer,
“transmitir”, o compartir una fe que sea
madura.
Es decisivo profundizar y asumir que el
principio y la fuente de la identidad del
catequista, es la persona de Cristo Jesús.
14. .
La inquietud primera que mueve el corazón de
la persona que desea ser catequista, en el
fondo es consecuencia de una acción del
Espíritu Santo, que le está impulsando a
responder a Dios. La respuesta normalmente
se da con fundamentos rudimentarios.
El encuentro personal con el Señor es
indispensable, para que así los Catequistas
seamos los primeros contempladores del rostro
de Jesús, asumiendo este encuentro como un
proceso progresivo de conversión.
15. ¿QUÉ QUIERE DIOS DE MI?
“Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación”
”(1 Tes. 4,3).
Descubrir la voluntad de Dios sobre nosotros, supone
oración, discernimiento. Da sentido a toda espiritualidad.
Con facilidad hablamos de espiritualidad franciscana, de
San Ignacio, del adulto mayor, del catequista, el laico,
cursillista, de encuentros…etc.
Pero ¿qué espiritualidad es la mejor?
La que transforma: “La espiritualidad es aquello que
produce en el ser humano una transformación interior”.
(Dalai Lama)
Su principal protagonista: El ESPÍRITU SANTO.
¿QUÉ ESPIRITUALIDAD?
16. “La Espiritualidad del catequista" es un
término de uso común.
Pero su significado no es para todos el
mismo. Es natural hacerse preguntas
como estas:
La expresión "espiritualidad del
catequista" hace suponer que tiene una
espiritualidad propia, y si es así, ¿la
tiene realmente?
¿Si la tiene, qué función tiene y en qué
consiste?
17. EXIGENCIA DE ESPIRITUALIDAD
• Dirigiéndose a los catequistas, los Obispos
italianos concluyen así su Carta de Presentación
del Documento base de la espiritualidad del
Catequista.
• “Vosotros ya lo sabéis, no es principalmente la
cantidad de trabajo la que hace crecer la
comunidad, sino la calidad: una Iglesia no se
organiza ahí, sino que se genera con la
fecundidad de los carismas.
Y, entre todos los carismas, el de la santidad es
el más fecundo.
• Al vigor del lenguaje, a la fuerza de los
argumentos, a la eficacia de las estructuras, la
sensibilidad del hombre contemporáneo puede
también oponer resistencia: pero se rinde
fácilmente ante los signos de santidad“ (N. 14).
18. • Estas palabras de los obispos son una
invitación a los catequistas (y naturalmente a
cuantos están implicados en su preparación)
para que coloquen en primer lugar la santidad,
que debe por ello convertirse en el objetivo
más importante y urgente en su formación.
• Es una llamada que suena también como
reclamo oportuno frente a un efectivo riesgo en
la formación de los catequistas: privilegiar un
cierto "tecnicismo", que no tiene
suficientemente en cuenta la dimensión
espiritual.
• Por ello es una exigencia dar la debida
relevancia, o mejor la prioridad, a la
"espiritualidad".
19. • Una espiritualidad no genérica sino
“específica”
• Es fácil destacar que es por el mismo
"hacer catequesis" que se presta una
ayuda para la maduración de su vida
espiritual; por otra parte, se sabe bien
que para "hacer catequesis" de modo
significativo y eficaz es necesario ser
"persona espiritual", madurando
incesantemente en la espiritualidad.
20. La espiritualidad que debe buscar un
catequista no es una espiritualidad cualquiera
y por separado, desconectada de la
experiencia catequística.
Se trata, sin embargo, de una espiritualidad
concebida y vivida en la óptica de una
imprescindible relación entre el "ser" del
catequista y su "hacer".
Se apunta entonces sobre un “hacer” radicado
en el “ser” y sobre un ser orientado por el
hacer; en otras palabras, se quiere catequizar
(iniciar a otros a la vida cristiana) dejándose
influenciar en el camino catequístico
(madurando personalmente en la vida
cristiana).
21. Razones Bíblicas y Eclesiales:
La exigencia de una específica y fuerte espiritualidad
del catequista tiene un seguro fundamento bíblico:
• en la predicación testimonial del Bautista, de Jesús
y de los apóstoles
• en la estrecha relación existente entre el testimonio
de vida de los profetas y la Palabra por ellos
proclamada. (Jer 1; 20,7-9; Amos3,8)
• en la realidad del apóstol Pablo en cuyas cartas son
al tiempo catequesis y autobiografía espiritual,
anuncio verbal y testimonio de vida
• en la "gran nube de testimonios” de los que habla la
carta a los hebreos. (Hebreos 11;12,2)
La verdad cristiana pide a quien la anuncia un gran
esfuerzo para interiorizarla y traducirla en obras
concretas de amor.
Las exigencias de una específica espiritualidad para el
catequista-evangelizador es confirmada por la historia
de la Iglesia.
22. OIGO TU VOZ (Canción)
Oigo tu voz dentro de mi que llama
a quien envío, quien de mi parte ira
la mies es mucha y los obreros pocos
yo quiero ir, envíame a mí.
Que cada uno con lo que ha recibido
se ponga al servicio de los demás
los dones no son para esconderlos
sino para el servicio están.
Somos un cuerpo donde Cristo es cabeza
y cada uno con diferente función
cuerpo de Cristo somos por el bautismo
y todos vamos hacia la santidad.
Gracias señor por que cada día
voy descubriendo cosas nuevas en mi
voy entendiendo, que en cada momento
en el servicio es como llego a ti.
23. Oración del Catequista
Señor,
que en mi misión de catequista
sea como una puerta sencilla,
abierta, para que otros puedan
pasar a través de ella para encontrar a Dios.
Ayúdame a no endurecerme,
a no “atrancarme”,
para que mis palabras y mis gestos
y mi persona toda, sepa hacerse a un lado,
para dar paso a tu presencia,
que con los brazos abiertos
esperas y acudes al encuentro de todos
los que pasen por mi vida, hecha humilde puerta.
Que así sea, Señor de la vida. Amen.
24. Alguno podría objetar: "¿para qué una
espiritualidad específica para el
catequista si hay ya una espiritualidad
común a todos los cristianos?".
La espiritualidad del catequista
es una FORMA particular
de la espiritualidad cristiana.
25. El catequista puede y debe tener una
específica espiritualidad, propia para cumplir
un servicio específico en la Iglesia. Este
servicio exige y favorece una estructuración
original de la personalidad que lo desarrolla.
Concretamos. El servicio catequético, como
otros servicios eclesiales, nace de un don del
Espíritu Santo y depende constantemente de la
acción del Espíritu, con el que el catequista
debe colaborar: de esta convergencia de la
iniciativa del Espíritu y la respuesta del
catequista nace y se alimenta la "espiritualidad
del catequista".
26. Por lo tanto la espiritualidad del catequista
nace de la espiritualidad cristiana,
profundizándola y concretándola en relación
al tipo de servicio, oficial y permanente, que
cumple en la Iglesia.
•Quien hace catequesis vive el ser cristiano
como testigo, maestro y educador, y realiza
eso en el contexto de las relaciones
esenciales que tiene con los catequizandos,
con la Iglesia en la que trabaja, con la
sociedad a la que pertenece.
En esto consiste fundamentalmente –
insistimos - su espiritualidad.
27. FISIONOMÍA ESPIRITUAL DEL
CATEQUISTA
Los aspectos esenciales que delinean la
"fisonomía espiritual" del catequista son
en esencia:
Actitudes, aptitudes y comportamientos
ligados a su misión, que nacen de ella y
a ella son orientados.
28. ¿Qué es una actitud?
Es toda disposición de ánimo manifestada
exteriormente y que en algunas ocasiones,
influye hasta en la posición del cuerpo o en la
expresión de la cara: (la tristeza, la alegría, etc.)
Las actitudes pueden ser positivas o negativas
Los catequistas debemos insistir en desarrollar
más las actitudes positivas, pero sumadas a
estas debemos desarrollar sobre todo las
ACTITUDES CRISTIANAS, es decir, las actitudes
que caracterizan a Jesús, las mismas que nos
llevarán a vivir la santidad como catequistas.
29. ACTITUDES CRISTIANAS:
Nos permitirán ser profetas de nuestro tiempo, un
buen comunicador del mensaje cristiano.
• Conversión permanente, a partir de un encuentro
con Jesús, todo catequista estará en disponibilidad
y actitud de una conversón permanente.
• Oración y vida sacramental, que permitirá que se
distinga por su actitud de participación activa.
• Alegría y esperanza, le ayudarán a superar las
dificultades y cansancio propios de las tareas
catequísticas.
• Comunión y espíritu de unidad, lo llevarán a vivir en
continua comunicación y comunión con sus
pastores para ejercer su labor de catequista.
30. APTITUDES DEL CATEQUISTA
¿Qué es una Aptitud?
"Capacidad o habilidad para realizar una
actividad o afrontar una situación"..
Aptitudes Formativas:
Profundizar constantemente en las Sagradas
Escrituras.
Interés en su formación permanente.
Perseverancia y buena voluntad para estudiar
constantemente además de cursos elementales o
básicos, es necesario asistir a una formación
continua y constante; formarse en los documentos
de la Iglesia que hablan sobre catequesis.
31. Aptitudes Pedagógico-Didácticas:
Trasmitir el mensaje de la Buena Nueva, lo más
creativo e interesante posible. No basta con dominar
todos los conceptos teológicos, es necesario saber
transmitirlos con pedagogía y didáctica.
Saber enseñar, adaptando al grupo con que se
comparte, consientes de que para una pregunta hay
que tener diez respuestas. Cuando el catequista sabe
poco puede trasmitir errores, dudas y confusiones.
Capaz de cultivar sus dotes externos: expresión del
rostro, mímica natural, voz bien articulada, vestuario
sencillo y correcto, etc.
Cultivar las aptitudes que le van a ayudar a servir
mejor: dibujo, canto, expresiones, etc. Aptitud para
crear, coleccionar y hacer material didáctico.
32. Aptitudes Sociales:
• Ser capaz de relacionarse normalmente con los
demás, tanto personalmente como en grupo.
• Capacidad para saber escuchar a otros, respetar
la diferencia de criterios, evitando la crítica y el
chisme.
• Capacidad para aprender a conocer, valorar y
respetar el ritmo de los otros en sus procesos
de fe.
• Aptitud para conocer la realidad económica,
política y social que vive el país.
• Capaz de trabajar en comunión con el grupo de
catequistas. (pastoral de conjunto)
33. En Conclusión:
El catequista debe:
Tener intenso espíritu de oración, que lo lleva
a un contacto íntimo, personal y viviente con
el Señor.
Vencer sus debilidades e impotencias
humanas en el encuentro con Dios.
Ponerse en religiosa y fiel escucha de la
Palabra.
Ponerse en sintonía con la inspiración del
Espíritu Santo por el cual se deja guiar.
34. Vivir una intensa vida litúrgico-sacramental, tener
un gran amor por la Eucaristía.
Ser humilde, prudente, desprendido de las cosas
y capaz de renuncia.
Dar testimonio con la santidad de la vida.
Recordemos que esto no lo podemos lograr por
nosotros mismos, solo es posible si permitimos
que el Espíritu Santo que mora en nosotros actué.
¿Cómo saber si el Espíritu Santo esta actuando?
39. Cuando aceptamos Decididos una responsabilidad
o compromiso,
aunque notengamos
clarasperspectivas de éxito o utilidad
40. Cuando vivimos con serenidad
el día a día,
y aceptamos las contrariedades
de cada jornada,
sostenidos por una fuerza
cuyo origen no podemos dominar
ni abarcar
42. Cuandoen el fondode nuestros
interrogantes,
nos sentimos abrazados por unmisterio,
latente en lomás hondodenuestro ser, que
nos acoge ynos salva
43. Cuando vivimos las tinieblas
del aparente sin-sentido de
nuestra existencia, porque
sabemos de Quién nos
hemos fiado.
44. Cuando gozamos cada momento
alegre
de esta vida
como anticipo de la felicidad completa
que Dios nos tiene preparada.
45. Cuando somos capaces de orar en medio de las
tinieblas, la sequedad y el aparente silencio de Dios,
sabiendo que siempre somos queridos y escuchados,
más alláde una respuesta que se pueda comprender y
razonar.
KarlRahner
46. Aunque esta Misión requiere mucha
disposición y responsabilidad no
olvidemos la promesa dada por el mismo
Jesucristo:
"No temas, Yo estoy contigo"
(Jer.1,6-8; Ex.3,10-12; Lc.5,4-11)
Tengamos entonces una serena y firme
confianza y luchemos por alcanzar la
espiritualidad que lleve a la Santidad a
nosotros y todo aquel que interactué con
nosotros como catequistas.
47. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo, perfecciona la obra que Jesús comenzó en mí.
Apura para mí el tiempo de una vida llena de tu Espíritu.
Mortifica en mí la presunción natural.
Quiero ser sencillo, lleno de amor de Dios y constantemente
generoso.
Que ninguna fuerza humana me impida hacer honor a mi vocación
cristiana.
Que ningún interés, por descuido mío, vaya contra la justicia.
Que ningún egoísmo reduzca en mí los espacios infinitos del amor.
Todo sea grande en mí. También el culto a la verdad y la prontitud
en mi deber hasta la muerte.
Que la efusión de tu Espíritu de amor venga sobre mí, sobre la
Iglesia y sobre el mundo entero. Amén