Durante la etapa germinal, el óvulo fecundado se divide rápidamente a medida que avanza por la trompa de Falopio hacia el útero durante 3-4 días, formando un blastocito con varias capas celulares. El blastocito se implanta en la pared del útero y comienza a desarrollarse en un embrión con la placenta, el cordón umbilical y el saco amniótico que nutren y protegen al feto.
1. Etapa germinal
Esta etapa dura entre 10 días y dos semanas. Durante esta etapa, el óvulo fecundado se divide
y avanza por la trompa de Falopio hasta implantarse en la pared del útero.
En las 36 horas siguientes a la fecundación, el cigoto formado por una sola célula se divide con
rapidez. Tras 72 horas se ha dividido en 32 células y un día después está formado por 70
células. A medida que se divide, avanza por la trompa de Falopio hacia el útero, llegando al cabo
de tres o cuatro días.
Cuando llega al útero tiene forma de esfera llena de líquido y recibe el nombre de blastocito. El
blastocito flota libremente dentro del útero durante uno o dos días. Algunas células del borde del
blastocito se sitúan en un lado para formar el disco embrionario, que es una gran masa celular
donde se desarrollará el bebé.
En el disco embrionario se forman dos capas: la superior, llamada ectodermo, que se convertirá
en la capa exterior de la piel, las uñas, el cabello, los dientes, los órganos sensoriales y el
sistema nervioso, incluidos el cerebro y la espina dorsal.
La capa inferior, llamada endodermo, se convertirá en el sistema digestivo, el hígado, el
páncreas, las glándulas salivales y el sistema respiratorio.
Luego se desarrolla una capa intermedia, llamada mesodermo, que se convertirá en la capa
interior de la piel, los músculos, el esqueleto, el aparato excretor y el sistema circulatorio.
Otras partes del blastocito se convierten en los órganos que nutrirán y protegerán al bebé: la
placenta, el cordón umbilical y el saco amniótico. La placenta está conectada al embrión por
medio del cordón umbilical. A través de dicho cordón le suministra oxígeno y nutrientes, y retira
los desechos de su cuerpo. También ayuda a combatir las infecciones internas y proporciona
inmunidad al bebé ante diversas enfermedades.
2. La placenta produce también las hormonas del embarazo, prepara los senos de la madre para la
lactancia y estimula las contracciones uterinas durante el parto.
El saco amniótico es una membrana llena de líquido que envuelve al bebé, protegiéndolo y
dándole un espacio para moverse.
La capa celular exterior del blastocito produce unas estructuras en forma de hilos que utiliza
para adherirse a la pared del útero (implantación). Después de implantarse, el blastocito tiene
cerca de 150 células. En el momento en que está totalmente implantado recibe el nombre de
embrión