El mecanismo de ascenso al interior del ejército de chile durante 1823
1. EL MECANISMO DE ASCENSO AL INTERIOR DEL
EJÉRCITO DE CHILE DURANTE 1823 – 1830:
LAS REDES DE CONTACTO COMO FORMA DE LOGRAR EL
ÉXITO EN LA CARRERA MILITAR
POR CLAUDIO VIVANCO CIFUENTES*
RESUMEN
En las páginas del siguiente artículo se intentará demostrar que para ascender al interior
del Ejército de Chile durante el período de 1823 a 1830, no valían ni los méritos ni la
antigüedad en los empleos, debido a que no existía una ley sobre el ascenso militar. Para
lograr el objetivo planteado, se analizó cuantitativamente a 140 oficiales y sargentos
primeros que sirvieron durante este período en las filas chilenas y cualitativamente a 3
oficiales, demostrando que ni los méritos ni la antigüedad en los empleos determinaban el
éxito o el fracaso de las carreras militares.
Introducción
La investigación que se propone realizar es el estudio sistemático de las carreras militares
de aquellos oficiales que combatieron durante el período de Chile, que va desde 1823
hasta 1830, el cual ha recibido comúnmente diversas denominaciones, tales como período
anárquico, período de los ensayos constitucionales o lucha por la organización del Estado;
para designar a un lapso de tiempo que va desde la abdicación del Director Supremo don
Bernardo O’Higgins hasta la batalla de Lircay librada el 17 de abril de 1830 en que triunfó
definitivamente el régimen conservador.1 Para así poder comprobar que lo importante
para el ascenso al interior del Ejército de Chile no fueron ni los méritos ni la antigüedad y
*
El señor Claudio Vivanco Cifuentes se adjudicó con el presente artículo el IIº Lugar del Concurso
Universitario de Historia Militar del año 2008, organizado por la Academia de Historia Militar.
1
Se escogieron para esta investigación sólo a los oficiales y sargentos primeros debido a que poseen Hojas
de Servicios, desde sargentos segundos hasta soldados al carecer de esta información resultó en extremo
difícil poder seguir su pista mediante el análisis de las Hojas de Filiación. Problema al cual debe añadirse que
lamentablemente se han perdido para siempre casi todas estas fuentes de información. Si bien se les pudo
haber rastreado mediante el análisis de las Revistas de Comisario que existen en el Archivo Histórico del
Ejército, se decidió no realizarlo por dos motivos; no estaban las listas de revistas de todas las unidades que
existieron durante el período y usualmente mediante su estudio no se podían conocer las acciones de guerra
ni premios que tenían los militares. Este último punto resultó ser el más decisivo, ya que el análisis de la
cantidad de acciones de guerra y premios, es una parte del Capítulo 2 “Análisis de los Oficiales Estudiados.”
2. plantear la hipótesis de que las redes de contacto eran las que determinaban el éxito o
fracaso de las carreras militares.
Si bien lo ideal hubiera sido investigar a todos los hombres que pelearon y sirvieron al
Estado de Chile, desangrándose ya sea en el Perú, en la Frontera contra los indígenas y
bandidos o en las dos campañas contra Chiloé, esto resulta imposible básicamente por
tres motivos: la carencia de Hojas de Servicios de todos los oficiales y sargentos primeros,
el que no existan expedientes de montepíos para todos ellos, y la cantidad de tiempo que
hubiera demandado el revisar la información de todos ellos. Por estas causas, sólo se
estudiaron a 140 servidores del Ejército de Chile de los que se encontró la información
mínima, para poder analizar sus datos y compararlos con los demás. 2
Discusión Bibliográfica
Por lo general, ha existido básicamente una sola manera de estudiar a los oficiales que
combatieron por libertar al país, ésta es la investigación biográfica del personaje en
cuestión, que usualmente exaltan las virtudes y en especial el heroísmo de estos hombres,
pero que normalmente no explican como hicieron su carrera.
Si bien este tipo de estudios monográficos eran necesarios durante el s. XIX para poder
crear el Panteón de héroes patrios, prosiguió durante todo el s.XX hasta la actualidad. Los
problemas con estos estudios, es que no han sido sistematizados, solamente se han
centrado en las figuras emblemáticas de este período, tales como Bernardo O’Higgins,
José Miguel Carrera, José de San Martín, Manuel Rodríguez y una decena más de
hombres.3
El Ejército y la Armada de Chile, pese a que poseen departamentos de historia y un equipo
de investigadores, han mantenido la tónica de estos estudios biográficos. También lo ha
hecho la Academia de Historia Militar, lo que se puede corroborar al revisar su revista
Anuario. Órgano de difusión de la Academia de Historia Militar. Pero pese a todo, hicieron
historias generales de sus respectivas instituciones que sirven de guía al introducirse en
cualquier tipo de estudio castrense.
También los historiadores civiles mantienen la línea investigativa que el Ejército y la
Armada en general, aunque existen algunos intentos de estudiar a los oficiales como un
conjunto, como el de Sergio Vergara Quiroz que se analizará con más detalle en las
páginas siguientes.
En resumen, se puede afirmar que no existen en la actualidad investigaciones que
planteen la idea de que las redes de contacto fueron el medio principal de ascenso al
interior del Ejército de Chile. Este vacío en la historiografía militar chilena, es el que
pretende llenar la presente investigación, al demostrar que los militares no ascendían ni
2
Ver el Anexo N° 2, allí se detalla una lista con los nombres de los oficiales y sargentos primeros estudiados.
3
Al respecto ver dos estudios que ha realizado el Ejército. EMGE. Galería de Hombres de Armas. Santiago:
Colección Biblioteca del Oficial, Tomo I. Y Estado Mayor del Ejército (1981). Héroes y Soldados Ilustres del
Ejército de Chile 1810-1891. Santiago: Colección Biblioteca del Oficial, Volumen LXV.
3. por mérito ni por antigüedad, sino que debió haber sido algo más, la capacidad que
tuvieron de enlazarse en mayor o menor medida con las redes de contacto que
gobernaban.
Aunque novedoso en la historiografía militar chilena, esta manera de hacer historia ha
sido exitosamente empleada en la historiografía religiosa en nuestro país. Y en Europa
lleva una gran cantidad de años empleándose, lo que ha permitido comprender de mejor
forma el funcionamiento de las instituciones monárquicas de la Edad Moderna, y poder
vislumbrar que las carreras políticas, religiosas y militares dependían de las redes de
contacto cuyas bases se encontraban en la familia extendida.4
Fuentes y Bibliografía Complementaria
Para comenzar el análisis bibliográfico, se debe enfatizar y recalcar el hecho de que no
existen estudios de las redes de contacto al interior del Ejército de Chile, por lo que
solamente se examinarán estudios complementarios que sirven para determinar
indicadores como los años de servicio, las gratificaciones y premios, las acciones de
guerra, etc.
Las fuentes primarias que se han utilizado son las Hojas de Servicios, los Expedientes de
Montepíos y las Ordenanzas Militares de Carlos III.
Las Hojas de Servicios son la fuente primordial de la presente investigación, ya que en ellas
se encuentran los datos de las acciones de guerra, los años de servicios, los grados y
condecoraciones que poseían los militares investigados en este estudio.
Respecto a los Expedientes de Montepíos Militares en ellos se puede encontrar la
siguiente información sobre el militar fallecido: partidas de bautismos, partidas de
matrimonios, partidas de bautismos de los hijos, certificado de defunción, hojas de
servicios, certificados en que se le entregan los grados y puestos.
Las Ordenanzas Militares de Carlos III, poseen valiosa información sobre los deberes
militares de acuerdo al grado y puesto, el mecanismo de ascenso al interior de sus
ejércitos y quienes estaban a cargo de recomendar las plazas vacantes.
Con respecto a la bibliografía complementaria chilena, las obras más importantes son:
Historia del Ejército de Chile5, que permite tener una idea general de la evolución orgánica
del Ejército de Chile y de las unidades que lo componían.; Síntesis histórico-militar de
Chile,6 otorga una detallada descripción de las guerras y campañas en que participaron
4
Ver por ejemplo el excelente estudio de DEDIEU, JEAN PIERRE; CASTELLANO, JUAN LUIS y LOPEZ CORDON,
MARIA VICTORIA, (eds.) (2000), La pluma, la mitra y la espada. Estudios de historia institucional en la Edad
Moderna. Barcelona: Marcial Pons ediciones.
5
EMGE. (1984), Historia del Ejército de Chile. Tomos II y III Santiago: Publicaciones Militares y Biblioteca del
Oficial.
6
TORO DAVILA, AGUSTIN, Síntesis histórico-militar de Chile. Santiago: Editorial Universitaria, varias ediciones.
4. fuerzas chilenas; Historia Social del Ejército de Chile7, entrega datos importantes de las
familias de los oficiales chilenos y también sirve para localizar los montepíos que recibían
las viudas; y Ejército y Milicias del reino de Chile (1737-1815)8, es una guía para encontrar
en el Archivo Nacional las Hojas de Servicios que no se encuentran compiladas en los
diversos volúmenes de estos documentos.
Sobre la bibliografía complementaria extranjera, el trabajo más importante es: El Sonido
del Dinero,9 que es un estudio sobre el Ejército español en el siglo XVIII desde la
perspectiva de las redes de contacto y que utiliza como fuente principal a las Hojas de
Servicios.
Hipótesis de Trabajo
Los oficiales del Ejército de Chile durante el período estudiado y gran parte del siglo XIX, al
no existir una clara ley sobre ascensos que determinara que porcentajes de méritos y que
porcentaje de antigüedad influían directamente en sus promociones, tuvieron que recurrir
a las redes de contacto para poder ascender en su carrera militar y política (en algunos
casos).
Metodología de Trabajo
Para poder comprobar la hipótesis de trabajo, se realizaron análisis tanto cuantitativos
como cualitativos de las Hojas de Servicios de los militares que sirvieron durante este
período de tiempo. El estudio cuantitativo se focalizó en la cantidad de acciones de guerra
en las que se encontraron, las condecoraciones y premios que recibieron. Y el cualitativo
en el análisis de las carreras militares de tres oficiales.
También se creó un listado de antigüedades por año de los militares estudiados que va
desde 1823 hasta 1830. Si bien lo ideal habría sido contabilizar los años de servicios de
cada uno de los hombres considerados en esta investigación, se optó por no realizarlo
debido a que existen muchos de ellos que figuran con grados que no existían durante el
lapso de tiempo de esta investigación. Por ejemplo ver a Pedro Aguilera, 10 quien figura
como Teniente cuando en el Ejército de Chile ya no existía ese grado sino que los de
Teniente 1º, Teniente 2º y Subteniente.
Estructura
Para lograr la meta enunciada se procedió a dividir el trabajo en cuatro capítulos. En el
Capítulo 1 “El funcionamiento interno del ejército”, se intenta demostrar que esta
7
VERGARA QUIROZ, SERGIO (1993), Historia Social del Ejército de Chile. Santiago: Departamento Técnico de
Investigación, 2 tomos.
8
DE ALLENDE SALAZAR ARRAU, Jorge. (1962 Y 1963). Ejército y Milicias del reino de Chile (1737-1815).
Boletín de la Academia Chilena de la Historia, 66. El artículo continúa en 67 (1962) y en 68 (1963).
9
ANDUJAR, CARLOS (2004), Monarquía, Ejército y venalidad en la España del siglo XVIII. Madrid: Marcial
Pons Historia.
10
Ver el Anexo 3, el listado de antigüedades que se realizó.
5. institución funcionaba en parte como una del Antiguo Régimen, y se analiza el mecanismo
de ascenso que existió durante el período estudiado. En el Capítulo 2 “Análisis de los
oficiales estudiados”, se detallan algunas características del grupo de personas
investigadas. En el Capítulo 3 “Estudio de casos”, se analizan en detalle las carreras de dos
veteranos. En el Capítulo 4 “Las redes de Contacto”, se explican que son y cuantas hubo
en Chile después de la Independencia. Y finalmente la “Conclusión”, donde se exponen los
principales hallazgos del presente artículo y propuestas sobre que se debería seguir
investigando.
Capítulo 1: Funcionamiento Interno Del Ejército
El Ejército de Chile
Chile, durante el período, estudiado pasó por una difícil situación en el aspecto
organizacional y del régimen constitucional que debió afrontar el país, basta sólo ver las
dos constituciones que existieron durante este lapso de tiempo – la Constitución Política
del Estado de Chile de 1823 y la Constitución Política de la República de Chile de 1828 – las
que serían tres sí se le agrega el proyecto del Ensayo Federal de 1826.
Pese a todas las dificultades, el Estado de Chile siguió funcionando y también sus
instituciones, en especial el Ejército de Chile que, en 2 campañas bajo el mando del
Presidente de la República y Capitán General don Ramón Freire y Serrano, logró la
incorporación de Chiloé y la conquista definitiva de su Independencia al acabar con las
fuerzas realistas que se encontraban en esa isla, en la batalla de Bellavista. Sin lugar a
dudas, esta fue la campaña más importante del Ejército en este período, pero no la única,
también realizó la Expedición Auxiliadora al Perú en 1823, y muchas campañas a ultra
cordillera o ultra Biobío ora contra los indígenas, ora contra los bandidos Pincheira (como
la del año 1827).
Las dos campañas para la incorporación de Chiloé han sido estudiadas11 con detalles tanto
en la preparación de los medios como la organización y estructura de las fuerzas
respectivas de operaciones. También se han investigado la historia de las unidades que
existieron durante este período.12
Si bien después de 1826 el Ejército de Chile pasó de contar con casi 7.000 hombres a casi
la mitad, los que se retiraron fueron en su mayoría clases y tropas, ya que era importante
mantener los cuadros de oficiales en caso de emergencia.
11
Ver TORO DAVILA, AGUSTIN, Síntesis histórico – militar de Chile. Santiago: Editorial Universitaria, varias
ediciones, y EMGE. (1984), Historia del Ejército de Chile. Tomo III. Santiago: Publicaciones Militares y
Biblioteca del Oficial.
12
Ver Memorial del Ejército de Chile, Nº 299, es un especial dedicado a la historia de todas las unidades que
han existido en el Ejército de Chile inclusive en el período colonial.
6. Después de 1826 el Ejército de Chile comenzó a retomar la estructura que poseía antes de
la Independencia, un Ejército de la Frontera encargado de resguardar el sur del país,
tropas de línea acantonadas en otros puntos del país y una Asamblea Instructora
encargada de la instrucción de los cívicos. A lo que debe agregarse la creación de la
Inspección General del Ejército en 1826, puesto más alto al que podía aspirar un militar en
su carrera en el cual cumplía la misión de revistar las tropas del país y velar por su
correcto estado.13
Toda esta dinámica cambió bruscamente con la llegada al poder de los conservadores
después de la batalla de Lircay. A diferencia de las redes de contacto anteriores, su líder
Diego Portales no respetó a los veteranos y para acabar de una vez con todas con las
asonadas militares, emitió un decreto que significó la expulsión de más de 200 oficiales -
sin pensión de retiro – que habían luchado contra su bando con las armas o que se habían
negado a reconocer su gobierno como Juan Gregorio de Las Heras y José Manuel
Borgoño.14
Desde la Independencia hasta la Guerra Civil de 1829-1830, los veteranos de la primera
por lo general se mantuvieron al interior de las filas ya sea en las tropas de línea o en la
Guardia Nacional, y los que se retiraron lo hicieron por voluntad propia sin que se les
llamara a la Comisión Calificadora de Servicios para forzarlos al retiro o darlos de baja. Un
claro ejemplo es el caso del Coronel Diego Guzmán e Ibáñez, un o’higginista que se retiró
voluntariamente del servicio activo cuando se fue su líder, 15 a diferencia de otros militares
que le debían gran parte de su carrera como Juan Gregorio de las Heras. 16
El Mecanismo de Ascenso
Para poder conocer el mecanismo de ascenso que se utilizaba en este período fue
necesario recurrir a las Ordenanzas Militares de Carlos III, ya que, durante y después de la
Independencia hasta la creación de la 1ª Ordenanza General del Ejército de Chile, esta
institución operó en lo general utilizando las Ordenanzas de 1768.
También se debieron conocer a cabalidad los grados que existieron durante el período
estudiado que fueron casi los mismos que durante la colonia salvo algunos grados nuevos
y otros que se eliminaron. Se pueden distinguir tres escalas de grados.
Los grados que existían eran los siguientes: General de División; General de Brigada;17
Coronel; Teniente Coronel; Sargento Mayor; Capitán; Ayudante Mayor; Teniente Primero;
13
Se debe recordar que no existía una Comandancia en Jefe del Ejército de Chile como en la actualidad, el
que desempeñaba en la práctica estas funciones era el Ministro de Guerra y Marina. Puesto que por lo usual
era ocupado por un general en servicio activo.
14
Ver Archivo del Ejército de Chile, Fondo Histórico. Hojas de Servicios de la Independencia (1793-1849) Vol.
Nº 1, foja 18.
15
Ibíd., foja 47.
16
Ibíd., foja 56.
17
Utilizado por primera vez en 1827 en reemplazo del grado de Brigadier.
7. Teniente Segundo; Subteniente; Alférez; Sargento Primero; Sargento Segundo; Cadete
(aspirante a oficial, por lo que estaba exento de realizar las tareas mecánicas); Cabo
Primero; Cabo Segundo; Soldado, tambor, corneta y pífano.
Respecto de las obligaciones principales de cada grado o empleo, se mantuvieron las
mismas que las establecidas por la Ordenanza Militar de Carlos III. A continuación se
otorga una breve explicación de las tareas principales de los grados desde Coronel hasta
Capitán. El Coronel era el Comandante de las unidades principales – ya sea un Regimiento
o Batallón – y a él estaban subordinados todos los oficiales, clases y suboficiales. El
Teniente Coronel era el 2º Comandante de la unidad, sí es que se encontraba en un
Regimiento pasaba a ser el 1er. Comandante del 2º Batallón, pero también podía ser el
1er. Comandante en caso de que no se designara a un Coronel al mando de una unidad. El
Sargento Mayor era el encargado de la disciplina e instrucción del cuerpo, y realizaba
todas las anotaciones en las Hojas de Servicios de oficiales y sargentos primeros, salvo las
notas de conducta, aplicación, valor y estado, que eran realizadas por el Comandante de la
unidad que también daba el visto bueno, tenía el empleo de ser el 3er Jefe del cuerpo. El
Capitán era el Comandante de la Compañía, y él proponía al Coronel al mando los empleos
desde Teniente hasta Soldado vacantes en su compañía.
Para comprender cómo era el mecanismo de ascenso al interior del Ejército de Chile, en
primer lugar se revisó las Ordenanzas de 1768 y luego se contrastó con información del
período estudiado que fue extraída del Expediente de Montepío del Capitán don Justo
Quinteros.18
Las Ordenanzas establecían que cuando se produjera una vacante en los empleos que iban
desde Teniente hasta Soldado, el encargado de designar su reemplazo era el Capitán que
comandaba la compañía en donde había una plaza faltante, debiendo haber tenido
preferencia en seleccionar según los méritos y la antigüedad de los candidatos.
Para los empleos superiores desde Teniente Coronel hasta Capitán, el encargado de
sugerir los tres posibles candidatos era el Coronel Comandante de la unidad, quien
enviaba un oficio al Rey para que este decidiera cual de los tres nombres o uno que él
quisiera incluir obtendría en definitiva el empleo.
Eso era lo que sucedía durante el denominado Antiguo Régimen en todos los reinos que
pertenecían a la Corona. Una vez ocurrida la Independencia en Chile, lo que sucedió fue
que la figura y legitimidad del Rey fue reemplazada por el máximo representante del
Poder Ejecutivo, el Director Supremo, cargo que fue reemplazado el 9 de julio de 1826 por
el de Presidente de la República.
Lo que se mantuvo igual desde la monarquía, eran las recomendaciones que hacían los
Jefes de los Cuerpos, sobre que hombres eran los idóneos para ocupar las plazas vacantes
dentro de su unidad, y el Director Supremo o el Presidente de la República era el
18
Archivo Nacional, Fondo Ministerio de Guerra, Vol. 150 Expediente N° 36, Foja 136.
8. encargado de seleccionar y el Ministro de Guerra estampaba su firma junto a la del Jefe
del Ejecutivo.
Lo que cambió respecto a la monarquía fue que el máximo representante del Ejecutivo,
también asignaba los despachos desde Teniente 1º hasta Subteniente o Alférez. Lo que
significó que disminuyó en importancia para los oficiales subalternos el contar con el
beneplácito de su Comandante ya que si podían tener acceso directo al Director Supremo
o Presidente de la República, podían obtener su ascenso directamente.19 Esto implicaba
que a diferencia del período colonial, los oficiales subalternos tuvieron mayores
posibilidades de ascender, claro que dependiendo del nivel de cercanía o afinidad que
tuvieron con quienes gobernaban.
Esta era la forma tradicional durante la época estudiada de obtener un ascenso, pero no
era la única, también existía la posibilidad de que por un acto digno de ser premiado, se le
otorgara como premio un ascenso a un oficial.
La forma usual de lograr el éxito en la carrera militar, era saber cuando brindar o quitar el
apoyo a una red de gobierno, aunque esto significaba en la práctica que a veces se tenía
que negar de los amigos y renegar del honor, pero al menos permitiría la continuación al
interior de las filas.
Una forma de continuar viviendo sin ser militar, era siendo político de oposición,
esperando el momento oportuno en que la red de contactos propia desplazara a los
enemigos y permitiera el reingreso en las filas, o al menos el reconocimiento de los
premios y años de servicios.
Capítulo 2:
Análisis De Los Oficiales Estudiados
Lugar de Nacimiento
La procedencia de los estudiados
era la siguiente; un 15% eran
argentinos, un 5% eran europeos y
5%
5%
Chile estadounidenses, el 75% eran
15% chilenos de los cuales un 58% eran
Virreinato del Río de la
Plata santiaguinos y un 22% eran
Europa y Estados penquistas, el resto venía de otras
Unidos
América otros ciudades del país.
75%
19
Ver Anexo N° 1, en donde se reproduce el certificado que se le entregaba a los oficiales al conferirle un
nuevo empleo.
9. La edad de ingreso a las filas
Procedencia de los chilenos
en promedio fue de 17 años, y
con el grado de cadete para
50 de los 140 casos 20%
estudiados. Un 30% eran
militares profesionales y un Santiago
3% pertenecían a las milicias Concepción
antes de la Independencia. Un 58% Otras localidades
22%
67% ingresó durante el
desarrollo de la revolución
contra España, de ellos
solamente un 15% eran
militares de carrera, el 52% restante abrazó la carrera de las armas durante el desarrollo
del conflicto. La edad de retiro del ejército fue en promedio de 44 años, con el grado de
Sargento Mayor para 64 de los casos.
Los militares que hicieron
Procedencia de los oficiales carrera política en el congreso,
en el poder judicial o como
ministros de estado y
Militar profesional pre- gobernadores fueron 62.
30% Independencia Solamente un 5,8% de todos los
Miliciano pre-
Independencia
casos alcanzó la jefatura del
52% Militar profesional poder ejecutivo en algún
3%
Independencia período, ya sea como
Miliciano Independencia
presidentes de juntas de
15% gobierno, directores supremos o
como presidentes de la
república.
Durante el transcurso de sus
carreras, casi el 50% estuvo Grados alcanzados
alejado de las filas ya sea por
retiro voluntario, forzado o por 10% 6%
ser dados de baja. De ellos el 73%
logró reincorporarse a las filas y 24% Generales
proseguir su carrera militar. Jefes
Medios
Bajos
El 100% participó en campañas
militares y en acciones de guerra, 60%
el 86% obtuvo premios por
haberse hallado en una batalla
importante como Maipú, Chacabuco, o el Combate de las Vegas de Saldías por ejemplo.
Solo el 8% de los casos fue ascendido por una destacada actuación en combate. Un 28%
estuvo en más de 20 acciones de guerra.
10. El generalato fue alcanzado solamente por el 6%, los oficiales jefes fueron el 24%, los
oficiales medio el 60%, y el 10% restante alcanzó a ser de la baja oficialidad. De estos
últimos el 80% de ellos iniciaron su carrera militar como simples soldados. El cargo de
Inspector General lo obtuvieron el 4% de los casos estudiados, la comandancia en Jefe de
un ejército un 15%, y el mando de una unidad o destacamento el 38%.
Capítulo 3:
Estudio de Casos
En este capítulo se analizarán las vidas de cuatro militares, con el objetivo de demostrar
que los méritos no fueron el factor primordial en sus carreras, sino que su capacidad de
adaptación a los constantes cambios de administración y redes de contacto. Por ésta
razón los casos estudiados son variados entre sí, nos encontraremos con hombres que
pudieron culminar su carrera con el generalato hasta oficiales dados de baja y muertos en
el exilio político.
Enrique Campino
Nació en Santiago en 1794, aparentemente al interior de una familia de la elite
santiaguina ya que no hubiera sido posible que solamente con 16 años haya podido
obtener directamente el grado de teniente del Batallón Granaderos de Chile,20 y saltarse
los grados de alférez y de subteniente.
Este soldado a lo largo de toda su carrera militar se caracterizó por una extraordinaria
valentía, de hecho el tuvo una destacada participación en el sofocamiento del “Motín de
Figueroa,”21 lo que le hizo obtener su ascenso a capitán 22 en el mismo cuerpo de
infantería además del derecho de poder llevar un Escudo de Honor que decía “Yo salvé a
la Patria el 1º de abril de 1811.”23
Tuvo al igual que otros militares procedentes de familias dirigentes una carrera meteórica,
el 08 de septiembre de 1813 obtuvo el grado de Sargento Mayor del Batallón Granaderos
de Chile. Esto implica que en un lapso de 2 años y casi 10 meses ascendió de Teniente a
Sargento Mayor, pasó de ser un oficial al mando de 30 soldados a comandar entre 600 y
700 soldados con la increíble edad de 19 años. Con esto no se esta dudando de las
20
Es el primer grado con el que figura en su Hoja de Servicios, el 22 de diciembre de 1810 ingresó a los
Granaderos de Infantería, ver Hojas de Servicios, Volumen 1, Foja 24.
21
Motín -que intentó el 1º de abril de 1811 impedir las elecciones para el Congreso- en el que se vio
involucrado el Teniente Coronel Tomás de Figueroa al ir hombres de su unidad –el Batallón Veterano de
Infantería de Concepción- a pedirle que tomara el mando. Posteriormente por orden de Juan Martínez de
Rosas fue fusilado en su celda sin haber tenido un juicio.
22
El ascenso que obtuvo fue a capitán graduado. Se le confirió este ascenso el 22 de diciembre de 1811,
solamente el 20 de marzo de 1813 fue promovido a capitán efectivo.
23
Ver Hojas de Servicios de la Independencia (1793-1849), Vol. Nº 1, foja 24.
11. cualidades militares de Enrique Campino y menos de su valentía,24 sino que se pone en el
tapete la anomalía de esos tiempos en que los militares profesionales eran una franca
minoría por lo que se debió acudir a la juventud educada de la sociedad.
Sin embargo su procedencia social y su meteórica carrera no lo libraron de tener
problemas personales con el Comandante en Jefe de las fuerzas patriotas, el Brigadier
General José Miguel Carrera. Esto le costó estar unos días encarcelado durante agosto de
1814, hasta que decidió fugarse el 26 de agosto y pedir el perdón del Brigadier General
Bernardo O’Higgins, quien se lo concedió y pudo reincorporarse al ejército patriota hasta
la Batalla de Rancagua (1 y 2 de octubre de 1814).
Durante su estadía en Mendoza con el resto de los refugiados chilenos, decidió optar por
el bando de Bernardo O’Higgins, acción que tendría favorables repercusiones en su
posterior carrera militar y política, ya que O’Higgins se convertiría en el Director Supremo
de Chile desde 1817 hasta 1823. Antes de su regreso a Chile, se le confirió el ascenso a
Teniente Coronel del Batallón Nº 1 de Chile.
Ya de regreso en su patria, fue enviado por esta en la Expedición Libertadora del Perú
donde tuvo el mando de los batallones Nº 6 y Nº 5 de Infantería de Chile y alcanzó el
grado de Coronel. Con la abdicación de O’Higgins y su reemplazo por el Brigadier General
Ramón Freire Picarte, perdió a su protector lo que tuvo funestas consecuencias en su
carrera militar.
El 06 de agosto de 1823 el Supremo Gobierno le permitió el reingreso a las filas del
ejército, pero sin mando.25 Esto quería decir que no podría nunca más volver a comandar
soldados, a pesar de sus cualidades y de su dilatada experiencia. Pero este castigo no le
significó un impedimento para seguir ascendiendo de grado, ya que el 15 de febrero de
1832 fue promovido a General de Brigada.
El 21 de marzo de 1854 fue nombrado Ministro de la Corte de Apelaciones, cargo que tuvo
hasta finales de ese año, momento en que se le transfirió el decreto de retiro absoluto,
aunque fue el 15 de febrero de 1855 cuando pidió su Cédula de retiro absoluto.
Este destacado militar estuvo casi 43 años de servicio activo y se retiró a los 61 años de
edad. Gracias a su origen en un principio y luego por haber apoyado a O’Higgins pudo
ascender rápidamente a diferencia de algunos colegas, con lo que pudo posicionarse
como Coronel. Con este grado era difícil que el gobierno pudiera retirarlo por dos motivos;
por ser una reliquia de la época independentista y por la red de contactos que el debió
haber establecido al ser parte del generalato. De hecho esta es la única razón plausible
24
De hecho se halló en las siguientes acciones de guerra durante la independencia; Batalla de San Carlos
15/04/1813, Sitio de Chillán 3 y 5/08/1813, Acción de Quilo 19/03/1814, Paso del Maule 03/04/1814, Acción
de Tres Montes 07/04/1814 y Quechereguas 8 y 9/04/1814.
25
El 22 de junio de 1821 por motivos que no se conocen pidió su licencia absoluta, creemos que esto se
debió a que estaba cansado de la penosa situación que vivían las tropas chilenas de la Expedición
Libertadora del Perú, esto se debió a que San Martín no se decidió nunca a atacar a las fuerzas realistas con
lo que el mal clima del Perú hizo estragos en las filas chilenas.
12. para explicar como no fue separado del ejército pese a su continua participación en
motines durante el período de la administración de Freire y los liberales. 26
Enrique Campino a lo largo de su dilatada carrera supo adaptarse a los cambios
producidos en el ejército debido a los constantes cambios de las redes dirigentes. Bajo la
primera administración de Carrera se mostró como un leal a él, lo que permitió su
meteórico ascenso. Cuando se produjo el quiebre entre Carrera y las familias de la elite –
el que llevó a las fuerzas patriotas a enfrentarse de manera fratricida – Campino optó por
el último bando que estaba representado por el entonces Brigadier O’Higgins.
Una vez en Mendoza decidió formar parte de las fuerzas del Ejército de Los Andes y por
extensión del bando o’higginista, facción que tendría el poder de la administración hasta
1823. Luego de la abdicación de O’Higgins, continuó en el ejército, pero sin mando, lo que
nos lleva a pensar que no fue calificado por Freire y los liberales como un o’higginista
acérrimo. Luego de que la facción de los liberales fue reemplazada por Portales, no fue
dado de baja sino que permaneció en las filas, tal vez como recompensa por sus
fracasados intentos de derrocar a Freire. Lo más impresionante de este oficial es que
sobrevivió a cada uno de los cambios de redes de contacto, debido a su gran capacidad de
no comprometerse con ninguno de los gobiernos de turno.
Santiago Díaz Zaldívar
A diferencia de Enrique Campino nació en Concepción en 1777, ciudad que era conocida
como la capital de guerra del Reino de Chile. Si bien pertenecía a la elite penquista, a
diferencia de su colega santiaguino ingresó a la filas a los 10 años de edad en el Batallón
de Infantería de Concepción y no como oficial sino como soldado distinguido.27 Logró
ascender en 1793 a Sargento 2º y a Sargento 1º en la misma unidad a la que había
ingresado.
Cuando comenzó el movimiento juntista en Santiago de Chile el 18 de septiembre de
1810, el Sargento 1º Santiago Díaz Zaldívar tenía 13 años de servicios en la hasta ese
entonces la mejor unidad de infantería del ejército. Al igual que muchos jóvenes de la
clase dirigente decidió seguir la causa patriota y también se enlistó en el Batallón
Auxiliares de la Patria, por estos motivos se le ascendió a Subteniente el 04 de noviembre
de 1811. Al interior de esta unidad estuvo acantonado en Buenos Aires bajo las órdenes
del Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata hasta 1813 cuando regresó juntó
a su batallón a Chile. En estos dos años solamente fue ascendido a Teniente, lo que no se
compara a las promociones que obtuvo Enrique Campino en un período similar de tiempo.
26
Cabe destacar que su participación en diversos motivos no está registrada en su Hoja de Servicios, lo que
fue únicamente posible por las influencias que poseía Campino al interior del ejército.
27
En las colonias españolas no existía ningún organismo encargado de preparar a los nuevos oficiales del
ejército, como los existentes hoy en día como la Escuela Militar del Capitán Libertador Bernardo O´Higgins.
En ese entonces los niños y jóvenes de las elites que deseaban ingresar al ejército lo hacían ingresando
como soldados distinguido, este grado especial significaba que eran aspirantes a oficiales y que no se les
podía someter a los mismos castigos que a la tropa.
13. Desde su arribo a Chile hasta la Batalla de Rancagua solamente se encontró en el Combate
de Cancha Rayada. Este hecho es un poco inexplicable dada la gran experiencia que poseía
este oficial, lo más probable es que se le hayan designado misiones que lo alejaran del
combate para que no pudiera alcanzar una gloria semejante a la de los oficiales que no
eran de carrera.
Esta hipótesis se puede corroborar al verificar a que lugar fue destinado después de la
Batalla de Maipú, acción de guerra con la que se consolidó definitivamente la
independencia nacional.28 A diferencia de su colega Enrique Campino no fue enviado con
la gloriosa y bien apertrechada Expedición Libertadora del Perú, sino que debió quedarse
en el sur de Chile con las fuerzas destinadas a detener el ataque de Sánchez y de su
lugarteniente Picó.
En la denominada Guerra a Muerte las fuerzas chilenas por decisión de O’higgins fueron
dejadas sistemáticamente de lado en todos los aspectos de la vida castrense, la paga era
esporádica y mala, no había suministro de víveres ni de ropa de repuesto, ya que todas
estas fueron enviadas con la Expedición Libertadora del Perú. Sin embargo al en ese
entonces Teniente Coronel Santiago Díaz Zaldívar se le había dado una orden y como un
verdadero militar de carrera lo cumpliría. Participó en muchas de las olvidadas acciones de
la Guerra a Muerte, entre ellas el Ataque de Curalí, el Combate de Alameda de
Concepción y el inmortal Combate de Vegas de Saldías.29
A pesar de haberse desangrado por Chile en innumerables acciones de guerra y de su gran
experiencia como militar profesional, solamente llegó a ser Coronel. Es increíble que se le
haya negado el acceso al generalato, pero esto se debió a que no provenía de una familia
de la elite santiaguina (mucho más poderosa que la penquista), y a que no pudo, o no
quiso, ser parte de una red de contactos, lo que era esencial para poder llegar al
generalato, ya que en esta época el mérito por sí sólo no valía mucho.
Francisco de la Lastra
Figura como Capitán graduado de Infantería, sin embargo la fecha se ha perdido. Desde
Capitán fue ascendido a Teniente Coronel graduado y posteriormente a Coronel
graduado,30 esto quiere decir que se saltó el grado de Sargento Mayor, acontecimiento
28
En esta batalla acaecida un 5 de abril de 1818, San Martín cometió un error táctico al no enviar a su
caballería en persecución de las fuerzas realistas que se retiraban. Este simple error provocó la cruenta
Guerra a Muerte, ya que las fuerzas que se retiraron hacía el sur se pudieron organizar e iniciar una dura
resistencia contra las escasas fuerzas del Coronel Ramón Freire comandante de las fuerzas del sur de Chile.
29
De hecho su Hoja de Servicios dice: “participó en Vegas de Saldías 10 de Octubre de 1821 y muchas otras
acciones”. Ver Hojas de Servicios de la Independencia (1793-1849), Vol. Nº 1, foja 33. Acciones que
casualmente no se nombran porque o no eran importantes o debido a que querían disminuir la
impresionante carrera de este militar de profesión.
30
Los datos de estos ascensos están registrados en su Hoja de Servicios, pero no aparecen las fechas
respectivas de estas promociones. Fechas y promociones comienzan a aparecer cuando es ascendido a
Coronel de Ejército el 25 de octubre de 1825, sin embargo sus comisiones políticas figuran desde el 11 de
septiembre de 1811 cuando fue nombrado Gobernador del puerto de Valparaíso. Ver Hojas de Servicios de
la Independencia (1793-1849), Vol. Nº 1, foja 58.
14. que no pudo haber ocurrido sí Francisco de la Lastra no hubiera sido miembro de la elite
santiaguina dirigente.31
Este “soldado” nunca combatió durante la independencia, sin embargo llegó a ser General
de Brigada, Inspector General del Ejército, Ministro interino de Guerra y Marina e inclusive
fue Director Supremo.32 Si bien no lució su espada durante la independencia, fue el militar
que venció a las fuerzas de Joaquín Prieto en el combate de Ochagavía, lo que significó su
salida del ejército.
Francisco de la Lastra durante la Patria Vieja fue un decidido anti carrerista lo que le
granjeó la confianza de la red de las familias de la elite en un primer momento y luego la
de O’Higgins. Sin embargo, de la Lastra era un liberal, por lo que cuando la red de contacto
de O’Higgins fue reemplazada por los liberales, permaneció en el ejército. Pero como buen
liberal, optó por luchar contra las fuerzas conservadoras de Prieto. Debido a que el
resultado le fue adverso fue dado de baja junto a muchos de sus compañeros. Durante su
carrera sus ascensos y permanencia en el ejército se debió a que contaba con el favor de
las redes de contacto imperantes, no obstante cuando surgió una red de contacto que no
le era favorable, vio finalizada su carrera político-militar.
Capítulo 4:
Las Redes de Contacto
Las sociedades del denominado Antiguo Régimen como la España de los ss.XVIII – XIX, si
bien poseían instituciones que hacían funcionar el Estado, estas no operaban bajo los
parámetros de una reglamentación clara respecto a los ascensos y jubilaciones (retiros).
Esta situación obligaba a los funcionarios de la administración pública a depender no de
sus méritos, sino de la ubicación de sus redes de contacto.
Durante el período en que Chile perteneció a la corona, los trabajos importantes del
aparato burocrático de la corona española, y en especial los puestos militares, dependían
de la voluntad del Rey y de sus Ministros. Estos constituían la red de contacto más
importante, si no se estaba relacionado con ella era casi imposible obtener los puestos de
mayor confianza.
Sin embargo, en las colonias españolas existió un margen de maniobra que permitió a las
familias de las elites obtener cargos de mediana categoría, esto fue posible gracias a la
lejanía de la corona. En especial durante el reinado de la casa de los Habsburgo, quienes
no poseían un gran aparato burocrático, lo que cambió con el arribo de la casa de los
31
Aunque para este trabajo no se han encontrado pruebas fehacientes de que él fuera miembro de la clase
dirigente, el hecho de que uno de sus hermanos estuviera casado durante un tiempo con Javiera Carrera
Verdugo nos hace pensar que efectivamente era miembro de la clase dirigente santiaguina.
32
El cargo de Inspector General del Ejército era el mayor cargo al que se podía aspirar durante el siglo XIX en
el Ejército de Chile, ya que el cargo de Comandante en Jefe del Ejército no existía siendo esta función
desempeñada en la práctica por el Ministro de Guerra y Marina.
15. Borbones, que comenzaron una política de exclusión sistemática contra los colonos de los
cargos importantes de la administración española en las colonias.
Estos factores obligaron a las familias coloniales a copar los cargos de los Cabildos y de
oficiales de milicias, ya que no podían pretender ascender hasta los más altos cargos. Las
elites de las colonias crearon sus propias redes de contacto, que en muchos casos se
correspondía solamente con su familia extendida.
Cuando se inició el proceso independentista, las redes de contacto de las colonias vieron
la oportunidad de ascender a los puestos más altos y por ende de mayor prestigio social
de la administración de las incipientes naciones. Esto se vio claramente reflejado en Chile
durante la Patria Vieja. Las redes de contacto trataban de copar todos los puestos de la
administración con su familia, esto generó que las redes no beneficiadas con los cargos
disputaran el poder para así dar trabajo a sus familias, de una forma antes no conocida,
recurriendo de ser necesario al uso de la fuerza militar.
Esta lucha por alcanzar el máximo poder político llevó a que en Chile se sucedieran
rápidamente desde la Independencia hasta la Guerra Civil de 1830 numerosas redes de
contacto criollas. Para poder identificarlas con claridad se utilizó como guía la división que
realiza Luis Valencia en los Anales de la República sobre los personajes que dominaron el
poder ejecutivo.
Siguiendo a este autor fue posible encontrar las siguientes redes de contacto:
La red de las familias de la elite chilena, en especial de los Larraínes. 18/09/1810-
16/11/1811. Primer período de gobierno.
La red dominada por José Miguel Carrera. 16/11/1811-13/04/1813. Primer período
de gobierno.
La red de las familias de la elite chilena, en especial de los Larraínes. 13/04/1813-
23/07/1814. Segundo período de gobierno.
La red dominada por José Miguel Carrera. 23/07/1814-09/10/1814. Segundo
período de gobierno.
La red dominada por Bernardo O’Higgins y la Logia Lautarina. 16/02/1817-
28/01/1823.
La red dominada por Ramón Freire y los liberales. 04/04/1823-24/12/1829.
La red dominada por Diego Portales. 01/04/1830-1837.
La red de los militares conservadores dominada por Joaquín Prieto y Manuel
Bulnes. 1837-18/09/1851.
La red de los conservadores civiles dominada por Manuel Montt y Pérez.
La red de los gobiernos liberales
La primera de ellas en un comienzo estuvo integrada por casi todas las familias de la
aristocracia chilena (en especial de la santiaguina). Lo que se ve reflejado en el Ejército del
Reino de Chile, donde poco a poco los oficiales criollos van reemplazando a los oficiales
16. españoles enemigos del régimen, ya que estos últimos constituían el enemigo, proceso
que se vio acelerado después del bullado motín de Figueroa (04/04/1811).
Sin embargo, los cargos no estuvieron distribuidos de forma equitativa entre los distintos
clanes, la familia de los “Larraín” denominados los “ochocientos”, obtuvieron los mejores
cargos y acapararon los premios. Por ejemplo cuando ocurrió el Motín de Figueroa, no se
premió a Juan José ni a Luis Carrera pese haber participado en la represión del Teniente
Coronel realista, tampoco se le otorgó el Escudo de Honor que decía “Yo salvé a la Patria
el 1º de abril de 1811” a José Santiago Muñoz Benzanilla amigo de Juan José Carrera.
Durante la Patria Vieja las redes de contacto que poseen el gobierno son dos, la de las
familias chilenas de la elite y la de José Miguel Carrera. Ambas operaron básicamente de
la misma forma, colocando miembros de su familia extendida y amigos en puestos de
confianza. De hecho para ellos no resultaba impactante ver cómo el Sargento Mayor Juan
de Dios Vial Santelices ascendió en menos de tres años a Coronel. Y que muchos de sus
ascensos fueron confirmados por su hermano, miembro de la administración del país
Agustín de Dios Vial Santelices.
Aunque hubo algunas excepciones, debido a que para mantener el proceso
independentista, estas redes tuvieron que confiar en algunas personas que no eran de su
ámbito. Esto sucedió generalmente al interior del ejército patriota, ya que necesitaban
gente con experiencia militar sobre todo desde 1813-1814, cuando comienza el
enfrentamiento armado. Uno de estos casos fue el del oficial español Carlos Spano, quién
fue incorporado al ejército patriota y se le confió importantes tareas, a pesar de no poseer
una red de contactos establecida en el país.
Sin embargo, durante el período más álgido de la Patria Vieja 1813-1814. La red de
Carrera es desplazada del poder, por la red de las familias de la elite. Los odios comienzan
a incrementarse e increíblemente se libró un enfrentamiento entre las fuerzas patriotas,
el combate de Tres Acequias en que se enfrentaron las fuerzas leales a la Junta al mando
de Bernardo O’Higgins y las fuerzas leales a José Miguel Carrera. Este último logró el
triunfo, por lo que inició su segundo período de gobierno.
Este gobierno fue muy breve y aunque logró unificar a los militares patriotas, ésta
“reconciliación” por el bien superior de la patria, fue efímera y terminó con la Batalla de
Rancagua (01 y 02/10/1814). Inmediatamente después de la desastrosa batalla
comenzaron los odios y recriminaciones entre el Brigadier José Miguel Carrera y su par
Bernardo O’Higgins.
La historia de los acontecimientos sucedidos en Mendoza es bastante conocida, el hecho
relevante para esta investigación, es el surgimiento de la red de Bernardo O’Higgins y la
Logia Lautarina. Dicha red a diferencia de sus antecesores cuando estuvo en el poder, tuvo
como miembros principales a los miembros de la Logia Lautarina, en segundo lugar a los
adeptos de O’Higgins y en tercer lugar a los enemigos de la red de los Carrera.
17. Se puede detectar un desplazamiento del eje familiar al eje ideológico, con el surgimiento
de la red de O’Higgins. La familia extendida pasó a ocupar un segundo lugar al momento
de obtener cargos políticos y militares, lo importante era el tener el mismo pensamiento
ideológico, en este caso el pertenecer a la Logia era determinante para ascender en el
escalafón militar.
Como fue el caso de Juan Gregorio Las Heras, quién arribó a estas tierras con el Ejército de
Los Andes y no era oriundo de Chile, por lo que no poseía redes familiares en el país.
Siguiendo la lógica de las dos primeras redes de contacto, este militar hubiera tenido
escasas posibilidades de seguir ascendiendo y de realizar su carrera castrense en Chile.
Sin embargo bajo la nueva lógica imperante, al ser solamente miembro de la Logia
Lautarina pudo realizar su carrera en el país, llegó hasta el grado Mariscal de Campo del
ejército chileno el 05/02/1821,33 grado que era el máximo que se podía obtener en ese
tiempo.
Esta lógica imperó hasta la red de Joaquín Prieto-Manuel Bulnes y de los militares
conservadores. Durante este lapso de tiempo los servidores de la Independencia, se
vieron obligados a tratar de adaptarse a las ideologías de cada red de contacto.
Claramente esta adaptación era un coqueteo con el peligro, ya que sí la persona figuraba
mucho durante la administración de una red de contacto, cuando ésta era reemplazada,
los militares eran dados de baja o expulsados de la administración estatal por su “lealtad”
con la ideología de turno.
Según la dureza de la red de contactos gobernante, los militares sufrieron desde
amonestaciones leves hasta ser dados de baja e inclusive el destierro. Sin lugar a dudas, la
red de Diego Portales fue la más dura con los veteranos de la Guerra de la Independencia,
y no les tembló la mano al momento de expulsar de las filas a ilustres soldados, como los
generales Juan Gregorio Las Heras y José Manuel Borgoño Núñez. Esta dureza culminó con
el asesinato del Ministro Portales en el conocido Motín de Quillota, a manos de algunos
militares que estaban resentidos con su administración.
Luego del fallecimiento del controversial político, los presidentes Prieto y Bulnes iniciaron
una política de reconciliación y reincorporación de los militares que habían sido
expulsados de las filas. Sin embargo ésta no tuvo mucha duración, ya que durante el
decenio de Montt, la ideología volvió a ser el factor principal que determinaba la
permanencia en la administración del Estado. Lo que le valió enfrentar dos Guerras Civiles,
la de 1851 y la de 1859, en las que hubo distinto grado de participación de los militares. En
la primera el ejército se dividió y apoyó al General José María de la Cruz Prieto y al
Presidente, en la siguiente la gran mayoría se quedó con el Presidente y sólo una minoría
como el Coronel Justo Arteaga Cuevas se vio envuelto en la Revolución.
Luego de finalizada la administración de Manuel Montt, se produjo un clima de consenso
nacional con la elección de José Joaquín Pérez para la primera magistratura del país y ya
no se produciría ninguna lucha fraticida. La red de contactos de los gobiernos liberales
33
Ver Hojas de Servicios de la Independencia (1793-1849) Vol. Nº 1, Foja 56.
18. durante el período de estudio también sería una época de calma y reconciliación para los
militares chilenos, además que frente al desafío que significaba la Guerra del Pacífico
(1879-1884), se necesitaban de todos los uniformados posibles.
Como conclusión de este capítulo se puede decir que todos estos vaivenes producidos a
causa de los continuos cambios de redes de contacto, obligó a los veteranos de la Guerra
de Independencia a optar en algún momento de su vida por algún bando político, lo que
muchas veces truncó sus carreras castrenses e inclusive sus vidas. Los militares se
politizaron, y muchos de ellos al ser dados de baja se dedicaron a la lucha política, ya sea
escribiendo en diarios opositores o ejerciendo en el Parlamento como miembros de la
oposición.
Conclusión
Mediante el estudio de casos fue posible comprobar en parte la hipótesis de trabajo. Se
enfatiza que solamente en parte, dado que lo ideal hubiera sido realizar un listado de
antigüedades con todos los oficiales y sargentos primeros de los que aún se conservan sus
Hojas de Servicios y posteriormente continuar su análisis mediante la valiosa información
de los Expedientes de Montepíos, para así finalmente haber podido reconstruir sus redes
de contacto. Si bien no se pudo realizar por falta de tiempo, se espera que en unos años
más salga a la luz una publicación – en base a este primer y pequeño paso – que
reconstituya a cabalidad las redes de contacto de un número significativo de veteranos de
la Guerra de la Independencia y de la Guerra Civil de 1829 – 1830, ya que así se podrá
comprender de mejor forma como funcionaba realmente el Ejército de Chile durante las
primeras décadas de vida independiente del país y se podrá explicar de mejor forma el
comportamiento de los militares en aquellos decenios.
Respecto a la hipótesis, se espera haber corroborado que la falta de una ley de ascensos al
interior de las filas castrenses, forzó a los oficiales que servían en el ejército a enlazarse en
mayor o menor medida con los gobernantes de turno y con sus redes de contacto. La
carrera militar de estos veteranos no dependió de sus méritos, sino que de la capacidad
individual para poder adaptarse a los constantes cambios de gobierno.
La variedad de respuestas a los constantes cambios de gobierno, dependió en gran
medida de la personalidad de cada hombre. El rango es muy amplio, y va desde los leales
hasta el final con el hombre que le permitió obtener una carrera, hasta el caso de
hombres que siempre velaron por su trayectoria. También existieron casos de soldados
que cansados de ver que su carrera dependía de caprichos de los gobernantes, decidieron
retirarse del ejército y probar suerte con la política, como lo realizado por José Santiago
Muñoz Benzanilla.
Se puede afirmar que lamentablemente, los méritos de los servidores de la Guerra de la
Independencia no fueron apreciados generalmente por los gobernantes y sus redes de
19. contacto, quienes prefirieron privilegiar a los “suyos” y en algunos casos como Portales
castigar a quienes no eran sus partidarios.
Estos estaban en conocimiento de la carencia de una ley de ascensos al interior del
ejército, y tal vez no realizaron nada para remediar esta anomalía, puesto que les
beneficiaba y les permitía manipular a muchos militares. De hecho así ocurrió con algunos
de estos veteranos quienes por unas presillas nuevas dejaron de lado su honor. Sin
embargo, a pesar de tener este gran poder fáctico, jamás pudieron quitarle a la mayoría
de estos ilustres soldados sus recuerdos de las acciones que realizaron para otorgarle la
Independencia a Chile y menos su honor.
BIBLIOGRAFÍA
Fuentes Documentales
Archivo del Ejército de Chile, Fondo Histórico. Hojas de Servicios. Vol. Nº 1 al Vol.
Nº 70.
Archivo Nacional, Fondo Ministerio de Guerra. Vol. N° 150.
Bibliografía
Dedieu, Jean Pierre. La pluma, la mitra y la espada. Estudios de historia
institucional en la Edad Moderna (Barcelona, Mayson des Pays Ibeériques, Marcial
Pons ediciones, 2000).
de Allende Salazar Arrau, Jorge “Ejército y milicias del Reino de Chile: (1737-
1815)”, Boletín de la Academia Chilena de la Historia Nº 66 (Santiago, 1962),
continúa en; Nº 67 (Santiago, 1962) y Nº 68 (Santiago, 1963).
EMGE. Historia del Ejército de Chile, Tomos I, II, III, IV y V (Santiago, Publicaciones
Militares y Biblioteca del Oficial, 1984).
González Salinas, Edmundo “El Ejército de Chile durante la época de Portales”,
Memorial del Ejército de Chile Nº 281 (Santiago, 1957).
González Salinas, Edmundo “Expedición Libertadora al Perú”, Memorial del Ejército
de Chile Nº 356 (Santiago, 1970).
González Salinas, Edmundo “Soldados Ilustres del Reyno de Chile”, Memorial del
Ejército de Chile Nº 356 (Santiago, 1970).
Toro Dávila, Agustín. Síntesis histórico-militar de Chile (Santiago, Editorial
Universitaria, varias ediciones).
Valencia Avaria, Luis. Anales de la República: textos constitucionales de Chile y
registro de los ciudadanos que han integrado los poderes ejecutivo y legislativo
desde 1810, Tomos I y II (Santiago, Editorial Andrés Bello, 1986).
Vergara Quiroz, Sergio. Historia Social del Ejército de Chile (Santiago,
Departamento Técnico de Investigación, 1993), 2 tomos.
20. ANEXOS
Anexo N° 1
El Director Supremo de la República de Chile=Atendiendo a los méritos y servicios del
Ayudante Mayor del Batallón N° 7 de Infantería de línea Don Justo QUINTEROS he venido
en conferirle la 2da Compañía del mismo Cuerpo con el sueldo designado a los de su
clase.=concediéndole las gracias excepciones y prerrogativas, que por este título le
corresponden. Por tanto, ordeno le hayan y reconozcan por tal Capitán de esta Compañía
y Batallón para lo que le hice expedir el presente despacho firmado de mi mano, signado
con el sello de Gobierno, y refrendado por mi secretario de Estado, y el despacho de la
Guerra del que se tomará razón en el [ilegible] Mayor de cuentas: y cajas generales del
Estado. Dado en el Palacio Directorial de Santiago de Chile a cinco de Mayo de mil
ochocientos veinte y tres años=Ramón FREIRE=Juan de DIOS RIVERA=el Estado le confiere
la 2da Compañía del Batallón N° 7 de Infantería de Línea al Ayudante Mayor del mismo
cuerpo Don Justo QUINTEROS=Se tomó razón en el [___][ilegible] Mayor de cuentas de
Santiago 6 de Mayo de 1823 a [foja] 8vta del Libro N° 24=CORREA de SAA=Tómese razón
en la Tesorería Gral de Santiago a [foja] 122 del Libro de títulos de 7 de Mayo de
1823=VARGAS.=Comandante Gral de Armas en Santiago. Mayo 9 de 1823=Cúmplase
anótese en el Estado Mayor General=Francisco CALDERON=Anotado en este Estado Mayor
Gral=ACOSTA.
Es copia a la letra del Despacho original presentado en esta oficina lo que certifico como
Comisario Gral del Ejército. Santiago veinte y seis de Octubre de mil ochocientos veinte y
cinco=
(Firma) [___][Ilegible]
21. Anexo N° 2
Este es un listado con los nombres de los militares que sirvieron durante este período en
el Ejército de Chile y que hicieron carrera en la institución. También se da la ubicación
exacta de las Hojas de Servicios más antiguas de cada uno de ellos. Respecto a los
nombres que están ennegrecidos corresponden a los 140 militares que se analizaron
cuantitativamente en el presente artículo.
Tomo I Morales, José Manuel, HJS I/77
Monreal, José, HJS I/75
Acosta, Ambrosio, HJS I/1 Montecinos, José Lino, HJS I/76
Aguilera, Pedro, HJS I/2 (XLVII/3) Olivares Valenzuela, Miguel, HJS
Andrade Cárcamo, José Antonio, I/80
HJS I/3 Prado, Pedro Antonio, HJS I/92
Anguita Henríquez, Estanislao, Porras, Francisco, HJS I/90
HJS I/4
Pizarro, Manuel, HJS I/88
Arteaga de las Cuevas, Justo HJS
Plaza, José, HJS I/89
I/6
Pinto Díaz, Francisco Antonio, HJS
Bueno Francisco, HJS I/20
I/87
Bravo Juan J., HJS I/19
Pica, Ramón HJS I/85
Barril Gregorio, HJS I/13
Palma, Cipriano, HJS I/81
Cuevas, Marcos Antonio, HJS I/28
Pantoja, José Toribio, HJS I/82
Concha, Tomás, HJS I/26
Picarte Castro, Ramón, HJS I/86
Campino Salamanca, Enrique, HJS
Patiño, Pedro Antonio, HJS I/84
I/24
Riveros, José Antonio, HJS I/95
Dávila Pedro, HJS I/30
Robles Gregorio, HJS I/97
de la Lastra de la Sotta, Francisco,
Solano Lastarria, Francisco, HJS
HJS I/58
I/57
de la Rosa, Rafael, HJS I/100
Silva, José Manuel, HJS I/108
de la Sotta, José Paciente HJS
Silva, Manuel, HJS I/107
I/111
Torres, Antonio, HJS I/115
de Urrutia Vivanco, Domingo, HJS
Valenzuela, Faustino HJS I/122
I/118
Vargas, José Ceferino, HJS I/126
del Pozo, José María, HJS I/91
(XLVI/240)
del Solar, Vicente HJS I/110
Verdugo, José HJS I/129
Díaz Zaldívar, Santiago, HJS I/33
Vial, José Antonio, HJS I/130
Ferreira, Pablo, HJS I/35
Luco, José Santiago, HJS I/65 Tomo II
Lezaeta, Miguel María, HJS I/64
Luna, Lorenzo, HJS I/66 (XVI/14) Aguayo, Juan, HJS II/122
Muñoz, Pedro, HJS I/78 Ancieta, Francisco HJS II/93
Mujica, José Tomás, HJS I/79 Anguita, José HJS II/155
22. Araneda, Juan de la Cruz HJS II/86 Ruiz, Juan de Dios HJS V/82
Araya, Juan HJS II/94
Aresti, Juan Antonio HJS II/121 Tomo VI
Arévalo, Gregorio HJS II/80 Acosta, Tomás, HJS VI/18
Artiga, José María HJS II/97 Alvarado, José, HJS VI/26
Asenjo, Pedro HJS II/96 Antón, Isidoro HJS VI/31
Arriagada, Manuel José HJS II/90 Argomedo, Juan Ramón HJS VI/36
de el águila, Ramón, HJS II/91 Arteaga, Juan HJS VI/39
Pérez de Arce, Francisco HJS Ballesteros, Pedro HJS VI/42
II/116 Bravo, Felipe HJS VI/47
Tomo III Bustos, José Santos HJS VI/52
Corpancho, Francisco HJS VI/77
Gutike, Eduardo, HJS III/16 Contreras, Benito HJS VI/73
Grandon, José Antonio, HJS III/56 Cofre, Bernardo HJS VI/71
Gómez Garfias, Antonio, HJS III/8 Cayca, Anacleto HJS VI/67
García, José HJS III/51 Caris, Narciso HJS VI/60
García, Francisco Javier HJS III/29 Cabrera, Juan HJS VI/55
Gallardo, José María, HJS III/63 Cabrera, Anselmo HJS VI/53
Gana, Francisco HJS III/53 Donoso, José HJS VI/86
Garrido, Victorino HJS III/7 Dosaguas, José HJS VI/87
del Solar, Marcos HJS VI/12
Tomo IV
Espinoza, Victorino HJS VI/90
Valdivieso, Agustín, HJS IV/17 Espinosa, Félix HJS VI/88
Varela, José Joaquín HJS IV/52 Espinosa, Valentín HJS VI/89
Vega, Guillermo HJS IV/15 Fuentes, Manuel HJS VI/97
Vergara, Isidro, HJS IV/55 Fonseca, Pascual HJS VI/95
(XXII/125) Ferreira, Marcelo HJS VI/93
Vergara, Pedro Nolasco HJS IV/50 Guzmán, Juan de Dios HJS VI/121
Gutiérrez, Pedro HJS VI/119
Tomo V Gonzáles, Pablo HJS VI/112
Garrido, Francisco HJS VI/103
Ramírez, Francisco Ángel HJS V/6
Garrido, Tomás HJS VI/104
Ramírez, Pedro Antonio HJS V/68
García, José María, HJS VI/102
Ramos, Francisco HJS V/40
Henríquez, Andrés HJS VI/123
Reveco, José Antonio HJS V/84
Ibieta, José Manuel HJS VI/7
Riquelme, Amaro HJS V/85
Jordan, Enrique HJS VI/131
Roa, Andrés HJS V/80
Jara, Francisco HJS VI/129
Rodríguez, José, HJS V/127
Jaramillo, Juan HJS VI/130
Rodríguez, Manuel, HJS V/78
León, José Santos HJS VI/133
Rodríguez, Manuel HJS V/48
Lara, Pedro HJS VI/132
Rojas, Joaquín HJS V/47
Muñoz, Bernardino HJS VI/10
Rojas, José María, HJS V/77
Muñoz, José María HJS VI/165
23. Morla, Francisco HJS VI/9 Alvarado, Manuel, HJS VII/13
Mondaca, Silvestre HJS VI/154 (XXXI/254)
Molina, José María HJS VI/152 Amunátegui, Gregorio, HJS VII/7
Martínez, Marcelino HJS VI/146 Anguita, Pablo José HJS VII/36
Navalon, José Antonio HJS VI/169 Angulo, José, HJS VII/12
Navarrete, Bernardo HJS VI/171 (XXXVII/4)
Olguin, Isidro HJS VI/177 Ancieta, Juan de Dios HJS VII/8
Ollararte, José HJS VI/180 Apolonio, José HJS VII/33
Poblete, Eugenio HJS VI/197 Arancibia, Ramón, HJS VII/34
Piñones, José Manuel HJS VI/196 Arredondo, Andrés, HJS VII/30
Pinto, José María HJS VI/195 Arrengren, Juan HJS VII/39
Parra, Jerónimo HJS VI/187 Arrizaga, José Antonio HJS VII/35
Quintana, José María HJS VI/206 Arteaga de las Cuevas, Joaquín
Ruz, Santiago HJS VI/227 HJS VII/10
Ruida, José Manuel HJS VI/225 Asagra Pérez, Bartolomé HJS
Rodríguez, Santiago HJS VI/222 VII/18-1
Rodríguez, Isidoro HJS VI/218 Astete, Julián HJS VII/37
Rocha, Juan de Dios HJS VI/216 de Aldunate, Ambrosio, HJS VII/11
Robles, José HJS VI/214 de Arriagada, Pedro Ramón HJS
Riveros, Francisco HJS VI/211 VII/3
Riquelme, Ventura HJS VI/212
Tomo VIII
Reyes, Victorino HJS VI/210
Salgado, Pablo HJS VI/232 Mandujano, Santiago HJS VIII/37
San Martín, José María HJS VI/241 Manzor, Pedro, HJS VIII/61
Sánchez, Juan de la Cruz HJS Marguti, Felipe HJS VIII/18
VI/238 Márquez, Domingo, HJS VIII/30
Torres, Pascual HJS VI/253 Martínez, Manuel Tomás, HJS
Urra, Justo HJS VI/255 VIII/10
Ugarte, José Miguel HJS VI/14 Martínez, Francisco Antonio HJS
Viveros, Manuel HJS VI/271 VIII/19
Villagrán, Juan Agustín HJS VI/267 Maruri, Nicolás, HJS VIII/5
Varas, Francisco HJS VI/258 Maures, José Antonio, HJS VIII/21
Millán, Antonio HJS VIII/9
Tomo VII
Molinet, Juan Pablo, HJS VIII/12
Aguayo, Norberto, HJS VII/40 Montenegro, José Antonio HJS
Águila, Santander, José, HJS VIII/62
VII/38 Morán Isidro, HJS VIII/40 (XII/323
Aldunate Toro (Larraín?), José (324))
Santiago, HJS VII/1 Morán Nicolás HJS VIII/39
Alemparte Vial, José Antonio, HJS Moreno, Pedro, HJS VIII/66
VII/15 Moya, Nicolás, HJS VIII/59
24. Tomo IX de la Cruz Goyeneche, Luis, HJS
XI/1
Salamanca, José, HJS IX/1 de la Cavadera, Ramón HJS XI/6
Tomo X Tomo XII
Domínguez, Victorio HJS X/51 Lorca, Venancio, HJS XII/367
Donoso, Antonio HJS X/52 La Rosa, Rafael, HJS XII/233 (160-
Dueñas, Rafael HJS X/20 222)
Delso, Manuel HJS X/41 Montecinos, José María, HJS
Díaz, Claudio, HJS X/46 XII/327
Díaz, Domingo HJS X/42 Rojas, Mariano, HJS XII/383 (334)
Díaz, Francisco, HJS X/23 Reyes, José Manuel HJS XII/228
Díaz, Justo HJS X/19 Terran, Manuel, HJS XII/341
Díaz, Lorenzo José HJS X/40 Villarroel, José HJS XII/258
Díaz, José María, HJS X/21
Dalbe, José Alberto HJS X/8 Tomo XIII
Echeñique, Manuel Narciso HJS
de la Fuente, Francisco HJS XIII/80
X/71
Ferreira, Pedro HJS XIII/42
Escala, Manuel HJS X/66
Fierro, Francisco, HJS XIII/10
Espinoza, José HJS X/74
Figueroa, Cayetano HJS XIII/17
Tomo XI Flores, Lorenzo, HJS XIII/18
Florín, Santiago HJS XIII/81
Coo, Manuel HJS XI/50 Fragua, Matías HJS XIII/30
Corvalán, José Mateo, HJS XI/13 Francino, José Antonio HJS XIII/48
Cofre, Mariano HJS XI/52 Frutos, Domingo HJS XIII/4
Contreras, Fernando HJS XI/48 Fuenzalida, Bautista HJS XIII/29
Chocano, Francisco HJS XI/53 Fernández, Juan José HJS XIII/47
Cid, Marcos, HJS XI/64
Castro, José Patricio HJS XI/12 Tomo XIV
Castañeda, Antonio HJS XI/44
Badilla, José María HJS XIV/108
Casanueva, Agustín HJS XI/24
Bahamondes, Manuel, HJS XIV/51
Casanueva, Francisco HJS XI/49
Balaguer, Juan HJS XIV/47
Canto, Claudio HJS XI/54
Ballarna, Santiago HJS XIV/8
Camino, Estevan HJS XI/14
Barainca, Rafael HJS XIV/25
Callejas, José Félix HJS XI/45
Barboza, Mauricio, HJS XLIV/189
Cáceres, José Bernardo HJS XI/5
(XLVII/40)
del Canto, José María, HJS XI/16
Barceló, Ramón HJS XIV/77
(XII/302 (367))
Barraza, Francisco HJS XIV/80
del Castillo, José HJS XI/47
Barril, José María HJS XIV/82
del Castillo, José Lino Manuel HJS
XI/28 Barroso, Antonio María HJS
XIV/81
de la Cruz, Luis, HJS XI/15
25. Bastón, Pedro Pablo HJS XIV/78 López, José Antonio HJS XVI/78
Beltrán, Vicente HJS XIV/43 Lovaton, Juan HJS XVI/101
Benavente y Roa, Juan Miguel HJS Luengo, José María, HJS XVI/27
XIV/15 Lujan, Lucas HJS XVI/46
Bermud, José Manuel HJS XIV/109 Luna, Justo Pastor HJS XVI/21
Bieyte, José María HJS XIV/13 Luque, José Manuel, HJS XVI/50
Bisama, Bartolomé HJS XIV/50 Maldonado, Pascual HJS XVI/128
Bisama, Sebastián HJS XIV/107
Borcosque, Francisco HJS XIV/14 Tomo XVII
Boubi, Angel HJS XIV/26 de Noya, Fernando José, HJS
Boza, Ramón HJS XIV/16 XVII/33
Bravo, Bernardino HJS XIV/106 Naranjo, Francisco, HJS XVII/52
Bravo, José del Carmen HJS Navarrete, Ramón HJS XVII/22
XIV/79 Navarrete, José María, HJS
Briceño, Casimiro HJS XIV/46 XVII/53
Briceño, José HJS XIV/54 Navarro, Francisco, HJS XVII/46
Bustamante, Pedro, HJS XIV/66 Navarro, Juan, HJS XVII/8
Bustamante, José Antonio HJS Navarro, Pedro, HJS XVII/20
XIV/5 Navarro, Manuel HJS XVII/15
Bulnes Prieto, Francisco, HJS Necochea, Eugenio, HJS XVII/1
XIV/7 Nieto, Guillermo, HJS XVII/14
Tomo XV Nieto, Ramón, HJS XVII/35
Noaylle, Pedro HJS XVII/18
Cabezón, Santiago, HJS XV/21 Nogareda, Juan Antonio, HJS
XVII/50
Tomo XVI
Nogueira, Melchor, HJS XVII/19
de Luna, Juan HJS XVI/6 Novoa, José Antonio, HJS XVII/60
Landa, Agustín HJS XVI/22 Noya, Francisco Ezequiel, HJS
Landaeta, Ramón HJS XVI/92 XVII/38
Lara, José HJS XVI/97 Núñes, José María HJS XVII/39
Latham, Thomas, HJS XVI/44 Oliva, Joaquín, HJS XVII/73
Latus, Manuel José HJS XVI/11 Oñate, José María, HJS XVII/69
Laureda, Vicente HJS XVI/76 Oportos, Fernando HJS XVII/72
Leal, Antonio HJS XVI/98 Ortiz, Francisco, HJS XVII/77
Lencina, Francisco Borjas HJS Ortiz, José HJS XVII/87
XVI/80 Ovalle, José del Carmen, HJS
Lermanda, Jacinto HJS XVI/49 XVII/76
Lesama, Juan Diego HJS XVI/79 Ovejero, Tomás HJS XVII/63
Lezana, Carlos HJS XVI/24 Oviedo, Francisco, HJS XVII/86
Lizama, Bartolomé HJS XVI/96 Tomo XVIII
López, Andrés HJS XVI/100
López, Félix HJS XVI/64 Pérez, Fermín, HJS XVIII/24
26. Pérez García, José Santiago HJS Meneses, José Domingo HJS
XVIII/13 XIX/84
Pinuer, Isidro HJS XVIII/94 Merlo, Pedro HJS XIX/122
Piña, Luciano, HJS XLVIII/77 Mellado, Narciso HJS XIX/119
Pizarro, Buenaventura, HJS Maruri, Juan HJS XIX/75
XVIII/48 (67) Martínez, Cristián HJS XIX/121
Pizarro, Lucas HJS XVIII/30 Manzano, José HJS XIX/100
Pradel, Francisco HJS XVIII/38 Marquez, José, HJS XIX/99
Prado, Pedro José HJS XVIII/16 Marquez, Juan HJS XIX/160
Prieto, Bartolomé HJS XVIII/75 Martel, Fernando HJS XIX/95
Prieto Vial, Joaquín HJS XVIII/1
Provoste, José Manuel HJS Tomo XX
XVIII/87 Huerta, Joaquín HJS XX/17
Puga, José María HJS XVIII/43 Huerta, Pablo HJS XX/31
Puga, Salvador HJS XVIII/15 Hurtado, Antonio, HJS XX/21
Pachecho, Joaquín HJS XVIII/92 Henríquez, Manuel, HJS XX/52
Padilla, José Vicente, HJS XVIII/44 Hernandez, Antonio HJS XX/18
Paéz, Lorenzo HJS XVIII/65 Hernandez, Francisco, HJS XX/27
Peña, Nicolás HJS XVIII/93 Hidalgo, Eugenio HJS XX/30
Peña, Pascual HJS XVIII/74 Hinojosa, José, HJS XX/8
Quinteros, José María HJS Icarte, Bartolomé HJS XX/15
XVIII/15 Iñiquez, Juan María HJS XX/14
Quinteros Gomez, Justo HJS Jofré, Juan Erasmo HJS XX/4
XVIII/16
Jímenez, Alejo HJS XX/15
Quiroga, Manuel Gregorio HJS
Jímenez, José María HJS XX/32
XVIII/10
Jímenez, Miguel HJS XX/10
Quiroga, Pedro HJS XVIII/21
Quezada, Tadeo, HJS XVIII/11 Tomo XXI
Quijada, José HJS XVIII/20
Quevedo, Miguel HJS XVIII/12 Contreras y Pacheco, Joaquín HJS
XXI/175
Tomo XIX Cabrera, José Miguel HJS XXI/125
Calderón, Demetrio HJS XXI/115
de Mercado, José Agustín HJS
Calderón, José María HJS XXI/128
XIX/124
Cantin, Pedro Nolasco HJS
Montero, Bartolomé HJS XIX/74
XXI/126
Montoya, Cayetano, HJS XIX/114
Carballo, Narciso HJS XXI/93
Morán, Pedro HJS XIX/88
Carrasco, Severino HJS XXI/136
Morote, Ignacio HJS XIX/123
Carreño, José Alejo HJS XXI/86
Moya, Francisco HJS XIX/116
Carrillo, José María HJS XXI/87
Muñoz, Juan HJS XIX/98
Carvajal, Felipe HJS XXI/116
Muñoz, Rafael HJS XIX/118
Casanueva, José María HJS
Mena, Antonio HJS XIX/85 XXI/127
27. Castañeda, Juan de Dios HJS Gaspar, Juan Manuel HJS
XXI/119 XXVII/242
Castro, Facundo HJS XXI/130 Loyola, Joaquín HJS XXVII/24
Cazorla, Juan HJS XXI/117 Lantaño, Clemente, HJS XXVII/16
Ruiz, José María, HJS XXVII/288
Tomo XXII (374)
de la Vega, Martín HJS XXII/99 Sutil, Eduardo HJS XXVII/8
Valdovinos, Lorenzo HJS XXII/128 Soto, José, HJS XXVII/294?
Vallejos, Francisco HJS XXII/118 Valenzuela, Fernando, HJS
Vargas, Andrés HJS XXII/123 XXVII/386
Vega, José Manuel, HJS XXII/105 Tomo XXVIII
Vega, Vicente, HJS XXII/86
Velásquez, Cipriano HJS XXII/96 Zúñiga, Manuel HJS XXVIII/30
Vera, Pedro HJS XXII/101 Zañartu, Vicente HJS XXVIII/21
Villegas, Luis HJS XXII/127 Zañartu, Alejo, HJS XXVIII/18
Verdugo, Luis HJS XXII/104 Yañez, José Antonio HJS XXVIII/9
Vergara, José Manuel, HJS XXII/97 Yorcin, Santiago HJS XXVIII/10
Vicencio, José, HJS XXII/132 Zalazar, Felipe, HJS XXVIII/28
Videla, Francisco HJS XXII/95
Tomo XXIX
Tomo XXV
Godoy, Juan José HJS XXIX/164
Thompson, Isaac HJS XXV/8 Godoy, Rafael HJS XXIX/130
Toledo, José Antonio HJS XXV/14 Gómez, Bernardo HJS XXIX/90
Torres, Hermenjildo HJS XXV/40 Gonzáles, Gregorio HJS XXIX/129
Torres, Juan HJS XXV/4 Gonzáles, Lucas HJS XXIX/106
Torres, Pedro HJS XXV/62 González, Manuel, HJS XXIX/110
Torres, Santiago HJS XXV/39 Gonzáles Hidalgo, Manuel HJS
Trujillo, Francisco HJS XXV/47 XXIX/110
Tupper, Guillermo HJS XXV/15 Granadina, Rudecindo HJS
Tagle, Agustín HJS XXV/26 XXIX/91
Tenorio, José María HJS XXV/34 Gutiérrez, Manuel HJS XXIX/107
Urrejola, Juan de Dios HJS XXV/46 García, Luciano HJS XXIX/108
Urriola , Pedro, HJS XXV/1 García, Luis HJS XXIX/105
Urquizo, Manuel HJS XXV/11 Garay, José Pastor HJS XXIX/128
Uriondo, Domingo HJS XXV/23 Garay, Lucas HJS XXIX/104
Ugarte, Juan de Dios HJS XXV/24 Gallegos, Andrés, HJS XXIX/113
Uribe, José HJS XXV/33
Tomo XXX
Tomo XXVII
Silva, Pedro, HJS XXX/5
Briceño, Manuel, HJS XXVII/398 Solís de Obando, Ramón HJS
XXX/44
28. Sotomayor, Francisco HJS XXX/41 Sayago, Manuel Vicente HJS
Sotomayor, Vicente HJS XXX/42 XXXV/14
Sepúlveda, José Antonio HJS Segovia, Cipriano HJS XXXV/5
XXX/31 Solís de Obando, Lucas HJS
Silva, Pablo HJS XXX/9 XXXV/41
Solís, Juan de Dios HJS XXX/43 Soza, José Antonio, HJS XXXV/12
Sayago, Joaquín HJS XXX/51 Salinas, Pascual HJS XXXV/23
Santuchos, Simón Antonio HJS Saes, Juan HJS XXXV/27
XXX/39
Tomo XXXVI
Santibáñez, Juan José HJS XXX/26
Salcedo, Mateo HJS XXX/27 Gazmuri, Manuel, HJS XXXVI/175
Saavedra, Manuel HJS XXX/25
Saavedra, Rafael HJS XXX/35 Tomo XXXVII
Tomo XXXI Barcelo Salazar, José Ignacio, HJS
XXXVII/48 (XLIII/54)
Gana, Gerónimo, HJS XXXI/52 Contreras, José María, HJS
(XXVII/101) XXXVII/108
Gaona, Gerónimo HJS XXXI/162 Fernández, Melciades HJS
Villarroel, Lorenzo, HJS XXXI/244 XXXVII/147
(111-387) Jofré, José Erasmo, HJS
XXXVII/253
Tomo XXXII
Levancini, Marcos, HJS XXXVII/262
Beauchemen, Leoncio HJS López Alcázar, Agustín HJS
XXXII/163 XXXVII/258
Gana, Agustín, HJS XXXII/32 (4) Mazuela, Antonio, HJS XXVII/18
(VII/45)
Tomo XXXIII
Tomo XXXVIII
Díaz de Valdés, Ignacio, HJS
XXXIII/247 (31) Maturana, Marcos, HJS XXXVIII/1
Maffet, David Roberto HJS
Tomo XXXIV XXXVIII/3
Peña, Santiago, HJS XXXVIII/79
del Castillo, José Manuel, HJS
Ruiz, Bentura, HJS XXXVIII/110
XXXIV/266 (10-106)
Venegas, Juan HJS XXXVIII/228
Sanchez, José Antonio Segundo,
HJS XXXIV/203 (342) Tomo XL
Tomo XXXV Davila, Miguel, HJS LX/97
Sanhueza, José HJS XXXV/43 Martínez, Victoriano, HJS XL/34
Santiago, José HJS XXXV/51 Quezada, Agustín, HJS XL/107
Santibáñez, Pedro Antonio HJS Zúñiga, Guillermo HJS XL/196
XXXV/15
29. Tomo XLI Tomo LIII
Anguita, Pedro, HJS XLI/1 Jarpa, Juan Manuel, HJS LIII/223
Latapiat, Francisco de Paula, HJS
XLI/73 Tomo LVII
Roca, José Antonio HJS XLI/106 García, José María, HJS LVII/157
Zañartu, Bernardo HJS XLI/146
Tomo LIX
Tomo XLII
Urizar, Pablo HJS LIX/209
de la Cruz Prieto, José María, HJS
XLII/72 Tomo LXXI
García, Anacleto, HJS XLII/199
Holley Jacinto, HJS LXXI/122
Tomo XLIII
Tomo LXII
Banderas, José María, HJS XLIII/55
Sanchez, José Mónico, HJS
Tomo XLV LXII/157
Saes, Rufino, HJS XLV/209 Tomo LXXIII
Tomo XLVII de Uriarte, José Bernardo, HJS
LXXIII/105 (106)
Cienfuegos, Pablo, HJS XLVII/71 Vargas, Juan Félix, HJS LXXIII/191
Guzmán, José María, HJS Zañartu, Manuel, HJS LXXIII/220
XLVII/204
Hinojosa, José, HJS XLVII/237 Tomo LXXVI
Tomo XLVIII Roa, José Antonio, HJS LXXVI/180
Burgos, José Seferino HJS Tomo LXXVII
XLVIII/195
Murillo, Gregorio, HJS XLVIII/18 Larenas, Antonio, HJS LXXVII/209
Martínez, Juan de Dios HJS
XLVIII/4
Fuente: Archivo Nacional, Fondo
Tomo LI Ministerio de Guerra, Vol. N° 150,
Expediente N° 36, Foja 136.
Melo, José Francisco, HJS LI/19
Salvo, Domingo, HJS LI/133 A
Vargas Y., Juan Antonio HJS LI/205
Tomo LII
León, Juan Anselmo, HJS LII/249
30. Anexo N° 3
LISTADO DE ANTIGUEDADES 1820
Brigadier.
Coronel efectivo.
Coronel graduado.
Borgoño Núñez, José Manuel 01/08/1820
Teniente Coronel efectivo.
Borgoño Núñez, José Manuel 20/04/1820
Teniente Coronel graduado.
Acosta, Ambrosio 19/12/1818
Beaucheff, Jorge 24/04/1820
Sargento Mayor efectivo.
Sargento Mayor graduado.
Arguelles Valenzuela, Ángel María 21/07/1820
Capitán efectivo.
Baquedano, Fernando. 06/09/1820
Bulnes Prieto, Manuel 20/11/1820
Capitán graduado.
Bulnes Prieto, Manuel 24/04/1820
Ayudante Mayor.
Bulnes Prieto, Manuel 06/09/1820
Teniente 1º.
Bascuñan, Francisco A. 09/05/1820
Teniente 2º efectivo.
Barceló, José Ignacio 30/12/1819
Arteaga Cuevas, Justo 14/02/1820
Bascuñan, José Joaquín 06/03/1820
Blanco Pareja, Manuel 10/07/1820
31. Teniente 2º graduado.
Bascuñan, José Joaquín 16/02/1820
Teniente.
Bustamante, Pedro 26/03/1818
Ávila, Juan Francisco 23/12/1820
Subteniente.
Ávila, Juan Francisco 06/03/1820
Sargento 1º.
Cabrera, José Ignacio 23/12/1820
Sargento 2º.
Cabrera, José Ignacio 15/12/1820
Sargento
Ayala, José María 10/12/1820
Aguilera, Pedro 15/12/1820
Cabo 1º.
Andrade, José Antonio 31/03/1820
Cabo.
Aguilera, Pedro 12/05/1820
Ayala, José María 16/08/1820
Soldado.
Bueno, Francisco 24/12/1819
Aguilera, Pedro 18/02/1820
LISTADO DE ANTIGUEDADES 1821
Brigadier.
Coronel.
Borgoño Núñez, José Manuel 01/08/1820
Teniente Coronel efectivo.
Beaucheff, Jorge 08/07/1821
32. Teniente Coronel graduado.
Acosta, Ambrosio 19/12/1818
Sargento Mayor efectivo.
Sargento Mayor graduado.
Arguelles Valenzuela, Ángel María 21/07/1820
Capitán.
Baquedano, Fernando 06/09/1820
Bulnes Prieto, Manuel 20/11/1820
Teniente 1º.
Bascuñan, Francisco A. 09/05/1820
Blanco Pareja, Manuel 18/01/1821
Arteaga Cuevas, Justo 09/05/1821
Bascuñan, José Joaquín 15/05/1821
Barrera, Juan Bautista 09/07/1821
Barceló, José Ignacio 31/12/1821
Teniente 2º.
Barrera, Juan Bautista 09/05/1821
Teniente.
Bustamante, Pedro 26/03/1818
Ávila, Juan Francisco 23/12/1820
Cadete.
Barril, Gregorio 01/10/1821
Sargento 1º.
Cabrera, José Ignacio 23/12/1820
Sargento.
Ayala, José María 10/12/1820
Aguilera, Pedro 15/12/1820
Cabo 1º.
Andrade, José Antonio 31/03/1820
Soldado.
Bueno, Francisco 24/12/1819
33. LISTADO DE ANTIGUEDADES 1822
Brigadier.
Coronel efectivo.
Borgoño Núñez, José Manuel 01/08/1820
Coronel graduado.
Beaucheff, Jorge 13/03/1822
Teniente Coronel efectivo.
Acosta, Ambrosio 14/05/1822
Teniente Coronel graduado.
Arguelles Valenzuela, Ángel María 03/02/1822
Sargento Mayor efectivo.
Arguelles Valenzuela, Ángel María 14/03/1822
Sargento Mayor graduado.
Bulnes Prieto, Manuel 04/03/1822
Capitán.
Baquedano, Fernando 06/09/1820
Teniente 1º.
Bascuñan, Francisco A. 09/05/1820
Blanco Pareja, Manuel 18/01/1821
Arteaga Cuevas, Justo 09/05/1821
Bascuñan, José Joaquín 15/05/1821
Barrera, Juan Bautista 09/07/1821
Barceló, José Ignacio 31/12/1821
Teniente.
Bustamante, Pedro 26/03/1818
Ávila, Juan Francisco 23/12/1820
Alférez graduado.
Aguilera, Pedro 14/03/1822
34. Cadete.
Barril, Gregorio 01/10/1821
Sargento 1º.
Cabrera, José Ignacio 23/12/1820
Sargento.
Ayala, José María 10/12/1820
Cabo 1º.
Andrade, José Antonio 31/03/1820
Soldado.
Bueno, Francisco 24/12/1819
LISTADO DE ANTIGUEDADES 1823
Brigadier.
Coronel efectivo.
Borgoño Núñez, José Manuel 01/08/1820
Beaucheff, Jorge 13/09/1823
Coronel graduado.
Arguelles Valenzuela, Ángel María 14/03/1823
Teniente Coronel.
Acosta, Ambrosio 14/05/1822
Bulnes Prieto, Manuel 07/08/1823
Sargento Mayor efectivo.
Bulnes Prieto, Manuel 10/05/1823
Sargento Mayor graduado.
Baquedano, Fernando 28/09/1823
Capitán efectivo.
Blanco Pareja, Manuel 25/04/1823
Bustamante, Pedro 10/05/182334
34
Obtuvo licencia absoluta con goce de fuero y uso de uniforme el 21 de mayo de 1823. Posteriormente
el 24 de diciembre del mismo año obtuvo una nueva licencia absoluta que sería definitiva.
35. Arteaga Cuevas, Justo 28/06/1823
Bascuñan, Francisco A. 01/07/1823
Barrera, Juan Bautista 07/08/1823
Capitán graduado.
Blanco Pareja, Manuel 20/03/1823
Ayudante Mayor.
Bascuñan, Francisco A. 02/01/1823
Arteaga Cuevas, Justo 07/01/1823
Teniente 1º.
Bascuñan, José Joaquín 15/05/1821
Barceló, José Ignacio 31/12/1821
Teniente 2°.
Barril, Gregorio 26/09/1823
Teniente.
Ávila, Juan Francisco 23/12/1820
Subteniente.
Barril, Gregorio 26/05/1823
Alférez.
Ayala, José María 22/01/1823
Alférez graduado.
Aguilera, Pedro 14/03/182235
Sargento 1º.
Cabrera, José Ignacio 23/12/1820
Cabo 1º.
Andrade, José Antonio 31/03/1820
Cabo.
Bueno, Francisco 01/05/1823
35
Si bien en su Hoja de Servicios figura como Porta Estandartes, según las Ordenanzas Militares de
Carlos III, el empleo de Porta Estandarte se debía asimilar al empleo de Alférez graduado.
36. LISTADO DE ANTIGUEDADES 1824
Brigadier.
Coronel efectivo.
Borgoño Núñez, José Manuel 01/08/1820
Beaucheff, Jorge 13/09/1823
Arguelles Valenzuela, Ángel María 09/08/1824
Coronel graduado.
Teniente Coronel.
Acosta, Ambrosio 14/05/1822
Bulnes Prieto, Manuel 07/08/1823
Sargento Mayor efectivo.
Sargento Mayor graduado.
Baquedano, Fernando 28/09/1823
Capitán.
Blanco Pareja, Manuel 25/04/1823
Arteaga Cuevas, Justo 28/06/1823
Bascuñan, Francisco A. 01/07/1823
Barrera, Juan Bautista 07/08/1823
Barceló, José Ignacio 16/09/1824
Teniente 1º.
Bascuñan, José Joaquín 15/05/1821
Teniente.
Ávila, Juan Francisco 23/12/1820
Ayudante Mayor.
Barril, Gregorio 11/10/1824
Subteniente.
Cabrera, José Ignacio 28/10/1824
Alférez efectivo.
Ayala, José María 22/01/1823
Alférez graduado.
Aguilera, Pedro 14/03/1822
37. Sargento 2º.
Andrade, José Antonio 01/12/1824
Cabo.
Bueno, Francisco 01/05/1823
LISTADO DE ANTIGUEDADES 1825
Brigadier.
Borgoño Núñez, José Manuel 09/11/1825
Coronel efectivo.
Beaucheff, Jorge 13/09/1823
Arguelles Valenzuela, Ángel María 09/08/1824
Teniente Coronel.
Acosta, Ambrosio 14/05/1822
Bulnes Prieto, Manuel 07/08/1823
Sargento Mayor graduado.
Baquedano, Fernando 28/09/1823
Bascuñan, Francisco A. 04/07/1825
Capitán.
Blanco Pareja, Manuel 25/04/1823
Arteaga Cuevas, Justo 28/06/1823
Barrera, Juan Bautista 07/08/1823
Barceló, José Ignacio 16/09/1824
Ayudante Mayor.
Barril, Gregorio 11/10/1824
Bascuñan, José Joaquín 17/10/1825
Teniente.
Ávila, Juan Francisco 23/12/1820
Subteniente.
Cabrera, José Ignacio 28/10/1824
Alférez.
Ayala, José María 22/01/1823