Los criollos se organizaron secretamente y le pidieron a Cisneros, el virrey de España, celebrar un cabildo abierto para discutir su destitución. A regañadientes, Cisneros autorizó el cabildo abierto, en el que se votó para formar una junta de gobierno presidida por Cisneros. Sin embargo, el pueblo no quería que Cisneros fuera el presidente, por lo que él renunció y se formó la primera junta de gobierno.