El emperador ordenó pintar un dragón en el muro del Templo de la Paz y la Felicidad para proteger al pueblo. El maestro Chang Seng-yu pintó un dragón alado tan bello que lo dejó ciego para que no volara. Su aprendiz Lu Shi no creyó en la magia y decidió pintarle los ojos al dragón, pero cuando pintó el primer ojo, el dragón cobró vida, destrozó el techo del templo y voló hacia el cielo.
1. LOS OJOS DEL
DRAGÓN
EL EMPERADOR
LIEU TIEN-MING
ORDENO
PINTAR UN
DRAGÓN EN EL
MURO NORTE
DEL TEMPLO DE
LA PAZ Y LA
FELICIDAD
PARA
PROTECCION Y
PROSPERIDAD
DEL PUEBLO.
El maestro
Chang Seng-yu
tenia el don
mágico de
convocar al
dragón alado y
pinto uno muy
bellísimo con un
detalle lo dejo
ciego, para que
no volara al
cielo.
Su aprendiz Lu Shi no
creyó en la magia del
pincel de su maestro y
decidió pintar los ojos del
dragón y acabar para
siempre con las
supersticiones de su
maestro y de toda la
gente.
Cuando cayo la noche en
el pueblo y todo era
silencio Lu Shi cogió la
pintura y pincel de su
maestro. Cuando pinto un
ojo y se disponía a pintar
el otro, el dragon se
desprendio de la pared y
desafio a Lu Shi. Luego
traspaso el techo y se
perdio en el cielo. Y el
templo quedo en ruinas.